Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sky Full of Lights por weird

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno aquí estoy de vuelta con el capítulo nueve! Yeah!

Un millón de gracias por los comentarios que recibí. Las palabras de aliento siempre hacen que uno se sienta bien y por supuesto que inspiran a dar lo mejor de uno.

Este capitulo va para a todos aquellos lectores que pidieron un poquito más de Itachi. Como lo dije antes Itachi es un personaje que van entrando de a poquito, aún no totalmente pero lo hará.

Yo siempre he pensado que en la serie Sasuke es un tonto útil. Yo pienso eso por que en la serie el ha tomado las decisiones de acuerdo a lo que el pensó que eran las cosas hasta que después se entero la verdad y bueno el personaje poco a poco va cambiando. Por eso quizás ahora Sasuke les parezca algo tonto en sus decisiones pero poco a poco también cambiara.

Naruto yo creo que es un personaje inocente que va donde el viento lo lleva. Nada le preocupa demasiado hasta que se empieza a dar cuenta de las cosas. Y a todo el mundo le pasa eso, todos maduramos después de muchas burradas. Así es la vida.

Espero que este capítulo les guste y si pueden y les da el tiempo comenten algo. No es obligación pero me haría feliz :)


La historia de Naruto Shippuden no es mia

 


•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

Sky full of Lights

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

 

Capitulo 9

 

Fugaku bajo las escaleras lentamente pensando que todo iba bien. Había dejado a Naruto y a esa cosa que tenía por vástago solos en un clima propicio para que todo se desenvolviera rápidamente. Por el lado de Naruto no iba a haber problemas, el chico era demasiado joven y simple, por experiencia la gente que tenía el corazón en las manos era más fácil de manipular y se veía de lejos que Naruto no era el tipo que operara por la razón. El único problema, su único problema era aquel inmundo ser que se rehusaba a moverse sin quejarse. Algo de Uchiha tenía por lo menos pero era tan mínimo que no valía la pena incluirlo en el linaje.

 

Sin embargo cuando abrió la puerta no esperaba encontrarse con los tutores de Naruto. Los dos tenían cara de poco amigos. Iruka no era problema a la hora de manipular, ya sabía como, aquí lo admirable era convencer a Kakashi.

 

"Buenas noches" - los saludo normalmente como si nada hubiera pasado.

 

"¿Dónde esta Naruto? Sabemos que estuvo con usted desde temprano" - Iruka fue el primera en hablar, eso ya lo sabía Fugaku . La gente con sentimientos era tan fácil de leer.

 

"No lo voy a negar. Esta arriba haciéndole compañía a mi hija" - y dibujo su mejor sonrisa mezclada con algo de arrepentimiento.

 

"¿Hana esta aquí?" - volvió a preguntar Iruka, el enojo se empezaba a disipar.

 

"Si. Gracias a Dios la tengo de regreso a mi lado. Aunque tuve que pagar su rescate que fue una buena parte de mi fortuna. Lamentablemente no se encuentra en las mejores condiciones, por lo menos esta viva..."

 

"¿Cómo sucedió todo?" - Kakashi iba a empezar a oler el hueso como el sabueso que era. A partir de ahí tenía que ir con pies de plomo, los perros huelen las cosas después de todo.

 

"Fue algo rápido. De pronto me llego un mensaje de ellos, les pase el dinero sin dudarlo y fui por ella"

 

"¿Y como entró Naruto en todo eso?" - la cara de enojo no se le había borrado a Kakashi totalmente.

 

"Bueno él mismo vino a verme, por su propia cuenta, justo después que recibí la noticia que podía ir por mi hija. Iba a ir solo pero él me pidió acompañarme, la verdad no me pude negar" - les dijo - "Además me ha ayudado bastante. Yo solo no creo haber podido hacerlo. El ha cuidado de Hana en el camino de regreso a la casa y se me hizo difícil dejarlo de lado. No se enojen con él. Yo debí decirle que se comunicara con ustedes pero en el momento y con toda la preocupación por mi hija, simplemente se me paso" - echarse la culpa en momentos como esos era lo que hacía consistente toda su historia. Clamar perdón por actuar en un momento de natural desesperación siempre es comprensible.

 

"Comprendemos su emoción pero entienda también que nosotros dos somos los responsables de Naruto. El es el heredero de la empresa y si llegara a pasarle algo no sabríamos que hacer. Lo queremos como si fuera nuestro hijo, usted ya sabe como es ese amor de preocupado, lo acaba de vivir por su hija" - Iruka había mordido el anzuelo.

 

"No vamos a hacernos mala sangre por esto, solo le pedimos que por favor nos mantenga al tanto si es que va a disponer de Naruto. Por lo pronto hemos venido a llevarlo a casa" - Kakashi aún estaba algo fastidiado por toda esa situación. Cuanto más rápido terminara el día sería lo mejor. Se llevarían a Naruto en ese instante y los tendría que escuchar esta vez. Esta penosa situación no se podía repetir.

 

"Esta haciéndole compañía a Hana en estos momentos. ¿Si no es mucho pedir podría quedarse por esta noche? Hana parece más calmada con él a su lado" - les pidió haciendo contacto visual.

 

"No sé..." - Iruka miro a Kakashi como preguntándole si sería lo adecuado pero Kakashi percibió algo más en ese momento.

 

"Mira, ahí baja" - Naruto bajo corriendo las escaleras. La cara que traía no era la cara de alguien que estuviera pasando un buen rato, al contrario se le veía triste y cansado. - "¿Qué pasa Naruto?"

 

Naruto reaccionó al verlos y se detuvo un rato para pensar lo que iba a decir.

 

"Creo que Hana no quiere que este a su lado. Me ha pedido que la deje sola"

 

"¿De verdad te ha dicho eso Naruto?" - le pregunto Fugaku - "Puede que este confundida por todo lo que ha pasado" - intentó disuadirlo y disfrazar las palabras del mocoso que había osado desobedecerlo, ya lo iba a oir.

 

"De repente deberíamos irnos y dejar descansar a Hana. Después de todo como usted mismo dice debe estar confundida" - Kakashi aprovecho para excusarlos las mismas palabras de Fugaku. A su vez tomó a Naruto del hombro y comenzó a empujarlo hacía la puerta de entrada.

 

"Tantas cosas que le puede haber pasado a la pobre Hana, yo creo que es lo mejor dejarla descansar" - se unió Iruka - "Trae tus cosas Naruto. Tu también tienes que ir a descansar y mañana tienes clases. Si quieres puedes venir a visitarla mañana o cuando ella se encuentre mejor" - trato de reconfortar a Naruto al que no veía nada bien. Nunca había visto esa luz apagarse de sus ojos.

 

Naruto hizo lo que Iruka y Kakashi le aconsejaron y tomo sus cosas. Ya se estaban despidiendo del atónito Fugaku cuando escucharon un grito. Naruto reconoció la voz como la de Shisui.

 

"¡Hana!" - fue lo único que dijo antes de dejar sus cosas tiradas y correr escaleras arriba. Fugaku corrió tras él al igual que Iruka y Kakashi que no tenían idea de lo que podía estar ocurriendo en el segundo piso pero no parecía ser nada bueno.

 

La puerta del cuarto de Hana seguía abierta como la había dejado al salir de ahí. Las luces estaban prendidas. Shisui estaba en la cama de Hana sujetándola por la espalda. Tenía sangre escurriéndole por la cara y no se podía explicar por que. El no la había dejado así.

 

"¿Qué paso aquí Shisui?" - pregunto Fugaku a su sobrino que también estaba intentando encontrar una explicación lógica a todo eso en su cabeza. El monstruo estaba haciendo cosas sin sentido.

 

"No lo sé tío. Cuando llegue aquí con la comida la vi que se estaba golpeando la cabeza contra la cabecera de la cama" - y les señalo la cabecera de la cama que era una composición de maderas blancas ahora teñidas con su sangre. - "Se ha golpeado hasta que ha perdido el conocimiento"

 

Iruka reaccionó tarde a taparle los ojos a Naruto que había memorizado muy bien la imagen ahora en su cerebro.

 

"Quizás deberíamos dejarlos. No creo que debamos quedarnos aquí por más tiempo" - le dijo Kakashi a Iruka en susurros. Era una situación algo incomoda y problemática de explicarle a su pupilo.

 

"Pobre niña" - fue lo único que dijo Iruka antes de correr al lado de Shisui y ayudarlo olvidándose de lo que le acababa de decir Kakashi.

 

Kakashi sabía entonces que ya estaban todos demasiado embarrados con aquella situación a tal punto que Iruka tampoco se pudo mantener al margen. La mamá gallina había aflorado nuevamente y ahora estaba intentando ayudar.

 

"Es probable que sea por las drogas" - le comento Shisui a Iruka. El parecía haberse perdido en aquella declaración hasta que el mismo Shisui le señaló los piquetes de aguja. - "Es posible que le hayan suministrado droga para mantenerla tranquila. Cuando mi tío la trajo a la casa los efectos se estaban empezando a desvanecer pero su cuerpo que es débil parece haberse adecuado a ellas. Es posible que esto sea un efecto secundario"

 

Shisui acerco el agua que había traído al principio y entre los dos empezaron a limpiarla.

 

"Vamos a tener que llevarla al hospital para que le hagan unos rayos X. Parece que se ha golpeado fuerte la cabeza" - continuo hablando Shisui.

 

"Yo la llevaré mañana" - por fin dijo Fugaku. - "También pediré que le hagan un examen de sangre por lo de las drogas"

 

"Yo iré contigo tío"

 

"No es necesario. Tu tienes clases mañana y vas por buen camino para se un gran médico, deja que tu tío se encargue de esto" - intentó desecharlo de sus planes, no necesitaba compañía innecesaria.

 

"¿Va a estar bien?" - pregunto inocentemente Naruto que se había mantenido callado a un lado viendo como atendían a Hana.

 

"Va a estar bien" - le aseguró Fugaku - "Y lo que sea te haya dicho Hana antes olvídalo. Todo es efecto de la droga, no es algo que ella de verdad te haya querido decir" - le sonrió y le palmeó la espalda.

 

Esas palabras lo tranquilizaron. Ya estaba empezando a pensar que Hana en verdad no lo quería y que su amor era no correspondido.

 

Los tres se despidieron de la familia para dejarlos cuidar a Hana, no sin antes ofrecerles su ayuda para lo que fuera necesario.

 

Los tres de camino a la casa fueron callados. Naruto pensando en la salud de Hana. Iruka pensando en como esta situación iba a afectar el comportamiento de Naruto de ahora en adelante. Y Kakashi que no se explicaba como una niña que había sido secuestrada y había estado encerrada pudiera tener un cabello tan limpio y sedoso.

 

•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•

 

Cuando Shisui termino de limpiar y curar a Hana tomo su teléfono para llamar a Itachi.

 

Fugaku vio eso y lo detuvo.

 

"Shisui. ¿Te puedo pedir que no preocupes a Itachi con esta situación?" - Shisui se quedo un tanto perplejo con aquel pedido - "Si tu le cuentas todo a Itachi, él se va a preocupar y va a querer venir. No es bueno para nadie que deje las cosas botadas cuando es una situación que bien tu y yo podemos solucionar. Llámalo si quieres pero dile que Hana se recuperará pronto y tan pronto lo haga la mandaré para que se vean"

 

"Entiendo. Haré lo que me pide pero espero no se enoje cuando los ponga al teléfono. Puedo detener que regrese al país pero no creo que pueda impedir que le hable verdad"

 

"No hay ningún problema que hablen. Hana siempre que ha querido ha llamado a su hermano, eso no esta prohibido" - disimuló su enfado mientras apretaba sus puños.

 

"Gracias"

 

"No hay de que. Pero mira la hora que es. Ya es tarde y tu debes estar cansado. Ve a tu casa, yo me encargo de ella"

 

Shisui no se quería ir pero por otro lado no podía imponer su estadía. Su tío cuidaría bien de ella o al menos creía que podría hacerlo. Hana estaba dormida y no iba a despertar pronto.

 

"Esta bien. Manténgame informado, cualquier cosa llámeme, yo vendré lo más rápido posible. Para cuando despierte que tome estas pastillas con algo de comida. He dejado la sopa en el congelador en diferentes contenedores para que no se tenga que preocupar"

 

"No te preocupes, yo puedo calentar la comida en el microondas"

 

"Claro" - no creía que su tío supiera donde estaban las cosas en la cocina pero no era tan difícil presionar un par de números en el microondas.

 

Se acercó a su prima que descansaba en su cama. Acomodó su cabello para que dormida siguiera viéndose bonita y le dio un beso en la mejilla.

 

"Mejórate pronto Hana" - tomo sus cosas y se fue.

 

•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•

 

Las cosas no habían salido exactamente como él las había planeado. Una vez más la bazofia había hecho algo innecesario. No había arruinado sus planes pero si los había cambiado un poco.

 

Por su parte no planeaba sacarlo de la casa y menos llevarlo al hospital a que lo revisen. Si fuera por él hubiera preferido matarlo en "el rescate". Tendría que falsificar los rayos x y el examen de sangre. Tenía que llamar a Mikoto para que regresara a la casa y cuidara de *su hija* por que él no iba a hacerlo. Lo que si planeaba hacer con él era entablar una charla y hacerle entender por que no debía desobedecerle. Si le gustaba golpearse hasta sangrar él le podía ayudar a eso.

 

Lo dejo ahí de la misma manera en la que lo había dejado su sobrino. Apagó todas las luces y cerró la puerta con seguro, no planeaba dejarlo escapar una vez más. A medida que iba avanzando hacia su despacho iba apagando las luces dejando todo en tinieblas.

 

Cuando llego a su escritorio se sentó y se sirvió una copa. Un brindis por su excelente actuación y por una bien ejecutada parte del plan. Prendió su computadora y con el dinero que había traspasado a una de sus cuentas fantasmas empezó a pagar a la gente que lo había ayudado. A la que arreglo al adefesio para que pareciera una niña otra vez, al que se encargo de esconderlo en un lugar deshabitado del puerto y lo mantuvo callado a base de drogas y al que le alquiló la grúa.

 

Ahora estaba cansado. Mañana iría a recoger a Mikoto de donde la tenía encerrada para que volviera a su rol de madre.

 

El otro dolor de cabeza era Itachi. Tuvo suerte de poder mantenerlo alejado hasta el momento pero ahora todo dependía de lo que le dijera Shisui y lo que *su hermana* le fuera a decir. Esa parte la podía controlar. Pero Itachi no era tonto, conociéndolo como lo conocía buscaría la manera de terminar con sus cosas para venir a verla. Quizás ya era tiempo de buscarle una prometida a su hijo. Una chica a su lado lo mantendría ocupado. Ella se encargaría de mantenerlo a su lado.

 

•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•

 

El dolor de cabeza lo estaba matando. Que sintiera dolor significaba que no había muerto. Pero por el dolor que sentía tranquilamente podria estar agonizando. Eso sería demasiada buena suerte.

 

Abrir sus ojos o mantenerlos cerrados era lo mismo. No podía ver nada. Pero no podía perder la calma, respiró una y otra vez poniendo al margen sus nervios y las temibles ganas de gritar del con sus manos hasta encontrar la lámpara del velador. La encendió lo que le dio cierto brillo a su oscuridad pero la luz no era suficiente como para que pudiera ver. Se soltó la venda que le puso Shisui en los ojos y se arrepintió en el acto.

 

Le ardían tanto los ojos que no podía evitar las lágrimas. Cerró los ojos inmediatamente. No podía ponerse la venda de nuevo de la manera en la que se la había colocado su primo así que hizo lo mejor que pudo.

 

Se bajó de la cama y camino a ciegas. En esa habitación no tenía problemas. Conocía sus pasos y las distancias entre los objetos grandes. Aún así camino con las manos extendidas hasta la puerta. Su papá lo había encerrado.

 

Sintió un mareo y se deslizo usando la pared como soporte. Puso su cabeza entre sus rodillas e hizo presión. Su estómago hacía ruidos horribles y sentía un ardor recorrerle el sistema digestivo.

 

Rascar la puerta como un perro no iba a lograr nada. Su papá no parecía estar cerca y tampoco creía que tuviera voluntad de atenderlo. Una vez más su única esperanza era su primo por que no sabía cuando regresaría su mamá.

 

Itachi.

 

Tenía que hablar con su hermano. Pero no tenía como. Su papá había destruido su teléfono.

 

Se arrastró como un animal herido por la habitación hasta que llego a la cama. Palpó el velador una vez más y encontró una jarra con agua y un vaso vacío. Era su única opción después de todo su garganta también estaba seca.

 

Cuando se acabo el agua se volvió a subir a la cama. El ruido de su estómago se había calmado pero el dolor de cabeza seguía presente.

 

Tengo que intentar dormir - se repetía - cuando me despierte el dolor pasara.

 

Cerro los ojos dentro de su oscuridad e intentó dormir pero no podía. Su cerebro seguía repitiendo escenas que no quería recordar. No quería regresar a ese baúl nunca más. No quería recibir más inyecciones. No quería sentirse mal. No quería estar a oscuras. No quería seguir vivo.

 

¿Si se hubiera quedado con Naruto que estaría haciendo? ¿Estaría durmiendo? ¿Qué le habrían dado de cenar? Seguro estaría oyendo como le fue en el colegio a Naruto o quizás las riñas que a veces sostenían Kakashi e Iruka.

 

¿Qué estaría haciendo Naruto en este momento? ¿Durmiendo? ¿Comiendo? Ni siquiera sabía que hora era pero a juzgar por el sonido de la noche era muy tarde. No oía nada de nada. Sólo se oía así mismo y todos los recuerdos.

 

Estaba reviviendo el sabor de un pan con queso derretido y una crema de tomates cuando oyó pasos fuera de la habitacion. Era su papá. Conocía bien esos pasos. Pero no abrió la puerta, sólo pasó cerca. Sus pasos se apagaron y el sonido de una puerta le dio a entender que ahora estaba solo en casa.

 

Apago la luz del velador,ya no era necesaria con la luz del día. Se levantó y abrió las cortinas. El sol entro en su máximo esplendor a lo que él solo pudo distingir los brillos.

 

Escucho el teléfono de la casa sonar. Sonó y sonó pero no había nadie que lo contestara. Tenía la sensación que era Itachi. Algo le decía que era él. La llamada se dio una tres veces hasta que el teléfono no volvió a sonar.

 

"Se ha dado cuenta que no hay nadie en casa" - pensó mientras estiraba su brazo hacia el techo - "ahora debe estar llamando a papá"

 

¿A dónde habría salido?

 

Pensó automáticamente en su mamá. Seguro había ido por ella a alguna parte. Nunca se trago el cuento que había ido de viaje, sola especialmente. Su mama siempre lo llevaba o de lo contrario iba con alguna amiga de su círculo. Su papá en ningún momento había mencionado algo de amigas.

 

Le picaba la cabeza. Las malditas extensiones de cabello lo estaban matando, eso más su dolor de cabeza y todos los moretones que se cargaba encima. Era hora de tomar un baño.

 

Se fue caminando hasta el baño apoyándose de los muebles y las paredes. Se quito la ropa de dormir y las vendas, luego abrió el agua caliente, lo más caliente que su cuerpo podría soportar y se metió. Abrió los ojos debajo del agua. Veía varios colores en sus brazos. Con sus manos se empezó a jabonar. Sus dedos recorrieron todo su cuerpo pasando suavemente por las marcas que habían dejado las sogas en sus muñecas y tobillos.

 

Sus rodillas se doblaron y tocaron el piso de la bañera. Se estaba comenzando a marear. Quizás era la fiebre o había exagerado con el vapor del agua caliente, tal vez la falta de alimentos o que hasta ahora no había podido tomar ninguna de las pastillas que le había recetado Shisui.

 

No podía perder más tiempo, tenía que asearse rápido para regresar a su cama. Como pudo lavó su cabello falso que se escondía entre el verdadero. Cuando termino cogió la toalla y abrió la puerta. El y el vapor salieron hacia su dormitorio. El mareo se estaba disipando.

 

Se secó el cuerpo y se puso la única ropa que encontró que naturalmente era la de Hana. Una ropa de dormir blanca que le llegaba hasta arriba de las rodillas. Se colocó un par de media blancas cortas y se paro frente al espejo. Se veía como una mancha borrosa y sus ojos se seguían sintiendo irritados. Tomo el cepillo y la secadora de un cajo y se puso manos a la obra.

 

Cepillo el cabello mientras que la secadora hacía su trabajo. Su cuerpo se sentía cansado con tanto esfuerzo. Sentía que toda energía lo abandonaba pero antes de eso guardo todo en su sitio. Regresó a su cama y se echó. No había nada más que hacer. Solo tendría que esperar a que alguien llegara a la casa y que las puertas se abrieran, con suerte alguien se acordaba de él y le traían algo para comer.

 

Se acomodó en la cama después de dar un par de vueltas sobre ella agarrándose su adolorido estómago cuando escuchó el sonido de la puerta. No podía equivocarse con el sonido de las pisadas, eran las de su mamá. Escuchó cuando la llave giro y el sonido del seguro retumbo en el dormitorio.

 

Su mamá entro corriendo y se tumbó a su lado. El paso sus dedos por el cabello de Mikoto que era muy suave y mientras la acariciaba se dio cuenta que su mamá no había pasado un gran viaje y mucho menos se había divertido. Ella también había perdido peso, lo supo cuando su mano recorrió su espalda y pudo sentirle los huesos.

 

"¿Estas bien Hana?" - le preguntó secándose las lágrimas con un pañuelo que el mismo le alcanzó. - "¡Mira nomás como te han dejado!" - exclamó mientras sus ojos recorrían todas las heridas y golpes.

 

"Estoy bien mamá, no te preocupes" - trató de hacerla sentir mejor. - "Solo necesito reposar para que los moretones desaparezcan" - le animó dándole una de esas sonrisas que le hacían creer que no había nada malo. Ella le creyó sonriéndole con algo más de ánimo.

 

"Si tu dices que estas bien eso es lo que importa" - Mikoto se puso de pie y le acomodó las almohadas. Paseo sus ojos por el velador y se dio cuenta de algo. - "Tu primo Shisui te ha dejado medicinas" - dijo mientras leía cuidadosamente las indicaciones que estaban escritas. - "Tu primo sugiere que deberías tener los ojos vendados al menos un par de días. Es por tu bien"

 

Resignado a su suerte se dejo tapar los ojos por aquella tela rasposa.

 

"Voy a tener que traerte algo para comer para que puedas tomar todos estos medicamentos. No creo que tu papá haya llenado la alacena... veré que encuentro" - le dijo alejándose de él.

 

"Shisui preparó algo. Debe estar en la refrigeradora" - logró detenerla con un rápido movimiento tomándole la mano antes que se alejara completamente. - "No quiero que los esfuerzos de mi primo vayan a la basura" - intentó sonar preocupada para su madre pero en verdad estaba lánguido y sentía que debía comer algo sin demora. Si su mamá llegaba a la cocina y se podía a pensar con que alimentarlo seguro moriría. O peor aún, terminaría comiendo alguna fruta.

 

"Entiendo Hana chan. Veré que preparo tu primo, espero que no sea nada muy grasoso por que eso te podría hacer daño" - y con eso lo dejo solo en la habitación. El y los desagradables sonidos de su estómago que no paraban de hacerlo estremecer.

 

El tiempo pasaba y sentía que no podría soportarlo más. Rodaba sin cesar en la cama intentando calmar su respiración. Lo alteraba no ver absolutamente nada. Sentía como su cuerpo sudaba sin sentir calor y el dolor de su estómago comenzó a provocarle náuseas. Hasta que la oyó subir las escaleras lentamente. Se calmó e intento respirar el aire que le llegaba a los pulmones sin demora. Podía sentir como su boca comenzaba a salivar como un perro bien entrenado esperando ese suculento hueso.

 

No era un hueso precisamente lo que su primo Shisui le había preparado. Lo mejor que pudo hacer y para su suerte fue una deliciosa crema de tomates. Podía incluso oler a lo lejos la albahaca y la berenjena rostizada. Quizás lo último era su imaginación o su más oscuro deseo. Pero así solo tuviera tomates él sería feliz.

 

Mikoto dejó la crema en el velador mientras lo ayudaba a acomodarse entre las almohadas. Luego le colocó la mesita auxiliar entre las piernas y le coloco el plato al frente. Cuando escucho la cuchara sonar contra la mesa supo que ya podía empezar a comer.

 

Su mano busco a tientas la cuchara, cuando la agarro intentó meterla dentro de la sopa hasta que al tercer intento lo logró. El camino de la cuchara llena de sopa a su boca fue turbulento. Su mano le temblaba como si se encontrará en pleno movimiento telúrico. Acercó su cuerpo a la mesita y estiro su cabeza hacia adelante para encontrarse con la cuchara. Cuando la cuchara entro a su boca se dio cuenta que estaba medio vacía.

 

"Hana, si no vas a comer de manera limpia y como una señorita decente voy a tener que quitarte esa comida" - le amenazó. Mikoto la estricta estaba a punto de hacer su aparición.

 

"Mamá, me puedes dar de comer... ¿Por favor?" - no era algo que pasara siempre. El desde los dos años comía solo. De vez en cuando alimentado por su hermano. Pero aquí estaba él, nueve años después pidiendo ser alimentado como un niño pequeño.

 

Pero no podía ver la reacción de su madre. Solo sintió cuando ella se sentó a su lado y el sonido de la cuchara hacer contacto con el líquido espeso. Esta vez la cuchara estaba llena de esa sopa que estaba con un sabor bastante cargado al tomate. Su primo no tenía la mejor sazón del mundo pero a estas alturas del partido no le hubiera importado que estuviera sin sal y poco condimenta. Esa sopa le sabía a gloria.

 

Cuando se acabo le provocó pedir más pero sabía que para su mamá había un límite en cuanto a comida. Seguro podría pedir más en unas cuantas horas cuando su primo viniera a verlo, por que estaba seguro que iba a venir a verlo.

 

Su mamá le alcanzó un vaso con agua y le puso el medicamento en la mano. Se tragó la pastilla y se quedo quieto esperando a sentirse mejor.

 

"Hana chan. Mama va a ir a darse un buen baño y a arreglarse. Necesito que descanses un rato. Cuando regrese te voy a dar una manita de gato para que te veas bien bonita, no queremos recibir visitas en este calamitoso estado ¿Verdad?"

 

Su mamá lo dejo solo una vez más. Conociendo a su mamá no iba a regresar por lo menos en un par de horas. Ella tenía un horario muy rígido a la hora de embellecerse. De por si su mamá era una mujer hermosa pero eso no la detenía para verse aún más espectacular.

 

Seguro se iba a remojar en agua caliente una media hora. Luego empezaría el ritual de cremas (para la cara, para los brazos, para sus piernas, para sus pies, para el resto de su cuerpo y para su cabello). Sentarse frente al espejo un buen rato e intentar ver que de malo tenía ese día y de acuerdo con eso ponerse el maquillaje apropiado. La loción, la crema humectante, la base, la BB, CC, DD, el corrector, para las ojeras, el iluminador, el bronceador, las sombras, las cejas, el delineador, el rizador de pestañas... y por último el labial. Como si después de eso no estuviera cansada seguía el ritual del cabello. Y el drama existencial de cada día, ¿Qué iba a ponerse?

 

Para su mamá dos horas para quedar perfectamente bella a veces no eran suficientes así que tendría dos horas de soledad. Podría dormir que en verdad era lo único que podía hacer.

 

Pero esa tranquilidad no le duro nada. Como esperando a que su mamá se sumergiera en su mundo aparte entró su papá poniendo seguro a la puerta.

 

El sonido del seguro fue lo que lo alerto por que ya se estaba quedando dormido.

 

"Despierta idiota" - fue la tierna manera en que lo despertó. - "Te estoy hablando imbécil" - le dijo mientras lo obligaba a sentarse agarrándole el cabello con fuerza. El no poder verlo le tensaba.

 

"Tu hermano no deja de llamar para preguntar por ti. Necesito que hables con él y le digas que no es necesario que venga a verte"

 

Itachi estaba preocupado por él, o mejor dicho por Hana.

 

"Te voy a dar el teléfono para que le hables. Pero cuidadito con decirle algo indebido. Dices algo de más y te vas olvidando de esta hermosa y cómoda habitación. Me voy a encargar que duermas dentro de un baúl en el sótano de la casa. Tu sabes ahora que soy capaz..." - lo amenazó pronunciando cada letra de cada palabra, despacio y con odio. Si, sabía que estaba hablando en serio.

 

Y eso era lo que más miedo le daba. No quería regresar a un baúl. Estar amordazado y sin poder estirarse hacía que se respiración se agitara. En especial por que dentro del baúl casi no había aire y mucho menos visión.

 

Estaba re viviendo aquella aterradora experiencia en su mente cuando sintió como su papá le ponía el teléfono en la oreja. Podía oír timbrar la llamada esperando a que Itachi contestara. ¿Qué le iba a decir? ¿Cómo le iba a convencer? No tenía ningún plan y nada se le venía a la cabeza.

 

Oyó cuando contestaron el teléfono al otro lado. Escuchó el sonido de un lapicero escribir sobre algo a velocidad y el sonido de las hojas de algo al ser volteadas. Podía escuchar que alguien estaba digitando algo en la computadora cerca de él.

 

"¿Aló?" - esa no era la voz de Itachi. Era una voz masculina pero no era la voz de Itachi. La voz de Itachi era más seria y un poco más ronca. Suave a la hora de hablar y no agitada y apurada como la que estaba escuchando.

 

"¿Me puede comunicar con Itachi?" - le pregunto escondiendo su voz, transformándola sin darse cuenta en la voz de Hana. El sonido del lapicero, las hojas y el tecleo apresurado se detuvo de pronto.

 

"¿Acaso tu eres Hana? ¿La hermanita de Itachi?" - le preguntó el chico con un tono de voz entre sorprendido y que no lo podía creer.

 

"Si..." - le contesto y no le dejo continuar hablando. Sintió como el chico, el cual no sabía su nombre pero seguro era el asistente de su hermano, se levantó de un brinco de su escritorio y corrió estrellando la suela de los zapatos contra el piso de mármol. Era un sonido que retumbaba en el lugar y que le podía diferenciar claramente.

 

Sintió como abría una puerta de golpe antes de volver a correr y estrellarse contra algo.

 

"¿Hana? ¿De verdad eres tu?" - ahora si podía oír la voz de Itachi. Se oía bastante preocupado y hasta un tanto incrédulo que estuviera hablando con Hana.

 

"Umm" - fue su única respuesta como para darle a entender que era ella.

 

"Quiero ir a verte. Estoy intentando cerrar un trato con algunas empresas y tan pronto terminé, que espero sea pronto, iré a verte" - tragó la saliva al escucharle decir a Itachi que de todas maneras iba a venir. Tenía los ojos de su papá encima de él que le mandaban señales amenazadoras diciéndole que le detuviera sino él iba a pagar los platos rotos.

 

"Itachi, hermano mayor..." - y se detuvo. No sabía como detenerlo. - "No es necesario que dejes tus responsabilidades para venir a verme. Estoy bien" - intento persuadirlo con algo simple para empezar.

 

"¿No quieres ver a tu hermano mayor acaso?" - le respondió Itachi un poco dolido. Ese era el peor escenario para él. No quería hacerle sentir mal.

 

"No es eso Aniki, es solo que..."

 

"¿Papá te esta obligando a decirme que no vaya a verte verdad?" - Bingo. Itachi era muy inteligente no le podía ocultar nada. No podía mentirle. - "¿Hana de verdad no quieres que vaya a verte?"

 

"Por su puesto que me encantaría verte Itachi pero no ahora" - cambio de táctica - "Ahora me quiero recuperar. No quiero que me veas así y te preocupes innecesariamente. Yo sé que voy a estar bien por que papá, mamá y el primo Shisui me van a cuidar. Si tu vienes a verme ¿Quién va a cuidar los negocios por alla? Algo puede salir mal y te van a necesitar. Yo no quiero tener la culpa de que pase algo malo y no se pueda solucionar..."

 

"No te preocupes por mi trabajo. Yo puedo dejar todo planificado y no pasara nada..."

 

"No" - lo interrumpió alzando un poco la voz como para darle a entender que hablaba en serio - "No quiero que vengas" - le dijo como una petición desesperada.

 

Se hizo un silencio entre los dos. Solo escuchaban sus respiraciones sofocadas por la distancia hasta que Itachi tomo la palabra una vez más.

 

"Entonces es verdad lo que me dijo Shisui..." - Itachi se volvió a callar como esperando a que su hermana dijera algo pero ella no le respondió. Sasuke no tenía idea que era lo que le había dicho Shisui a su hermano, no tenía idea que estaba pasando por la cabeza de Itachi tampoco.

 

"¿No lo vas a negar?" - le volvió a preguntar Itachi.

 

"No se que te habrá dicho el primo Shisui así como tampoco sé de que hablas. Yo ya te he dicho que no quiero que vengas por que no quiero que descuides tus responsabilidades solo por mi" - le dijo firmemente evitando no cambiar su versión.

 

"Eso puede que lo estes tomando de excusa y tu verdadero motivo y él de papá sea otro" - le volvió a picar con su comentario - "No soy tonto Hana. Tu no quieres que vaya para que no vea a ese tal Naruto ¿no? ¿Ya son novios acaso?"

 

Cuando Itachi le dijo eso estaba casi sin aire. Dudaba entre sonrojarse por la afirmación tan estúpida o reírse por ello o intentar respirar otra vez.

 

¿Eso le había dicho Shisui?

 

No estaba muy equivocado. Eso era lo que pretendía su papá. Pero él no iba a dar su brazo a torcer. No iba a engañar a Naruto.

 

"Hana... ¿No quieres que tu único hermano mayor te proteja? Solo quiero hablar con él y ver si en verdad es un buen chico. No quiero que mi única hermana este desprotegida y a merced de ese enano de hormonas alborotadas"

 

¿Qué demonios le había dicho Shisui a su hermano?

 

"Te equivocas Itachi. No es mi novio y no creo que lo sea. Es la segunda vez que lo veo. Al parecer solo es un buen amigo. Créeme" - intentó tranquilizarlo

 

"No te creo pero esta bien. No voy a ir, al menos no por el momento. Pero no te vas a librar de mi tan fácilmente jovencita. Le voy a pedir a Shisui que los tenga vigilados, en especial las manos de ese puberto. No lo quiero muy cerca de ti, ¿entendiste?" - suspiro aliviado. Había frenado a su hermano por el momento.

 

"Haz lo que quieras Itachi, Naruto solo es un buen amigo" - por que eso era Naruto para Sasuke, solo un amigo.

 

La conversación dio por finalizada y su papá tomo la llamada para asegurarle a Itachi que las cosas con Naruto no eran lo que él imaginaba. Eso era una mentira descarada pero no podían contradecir a su padre, ninguno de los dos.

 

Su respiración se fue calmando a medida que la voz de su papá se iba extinguiendo en el pasillo.

 

Cerró sus ojos fuertemente para aliviar un poco la irritación en ellos y se atrevió a patalear un poco encima de su cama para aliviar la frustración que sentía al haber podido hablar con su hermano y no haberle dicho todo lo que en verdad estaba pasando. Quería decirle pero estaba consciente que nunca tendría el valor suficiente para decirle. Su papá tenía agarrada la sartén por el mango.

 

Pronto y sin darse cuenta su mamá ya estaba ahí una vez más con él. Estaba seguro que se veía hermosa como siempre a pesar que no la podía ver bien. Lo ayudo a vestirse y lo arreglo como siempre lo hacía. Vestido como Hana no le daba repugnancia a su mamá y podía acercarse a ella tanto como quería cuando necesitaba algo de cariño. No era para él, era para Hana pero ya estaba acostumbrado a comer migajas.

 

Cuando estuvo listo su mamá decidió que se veía demasiado bien como para estar recostado en la cama todo el día. Lo mejor para Hana, según ella, era bajar a tomar un poco de aire fresco al jardín o acompañarla en la sala de estar mientras ella hacía llamadas a sus amigas para ponerse al día en todo lo que había dejado de lado. La idea no era muy divertida pero mientras que ella hacía sus llamadas podía recostarse en el sillón y hacer como si le prestara atención.

 

Bajaron las escaleras despacio. Parte de su peso lo sostenía su madre pero la mayor parte la ponía en el barandal de madera lisa de la escalera. Bajaron un par de escalones de los veinticinco de la escalera principal cuando se oyó el timbre de la casa.

 

Su mamá le dio una sonrisa nerviosa por que dudaba en dejarla sola en medio de la escalera o bajar a abrir la puerta. Las dos eran igual de importantes en su cabeza pero por experiencia sabía que entre él y la puerta la última ganaba. No había algo que desesperara más a su madre que un timbre sonar incontables veces hasta ser atendido.

 

"No demoro Hana. Agárrate bien del pasamanos para que no te caigas" - le dijo mientras soltaba su brazo delicadamente y hacía ese característico sonido con sus tacones mientras apuraba su paso escaleras abajo.

 

"¿Quién es?" - preguntó antes de abrir la puerta. Algo innecesario por que ella siempre terminaba abriendo la puerta antes que alguien le contestara.

 

Su mamá nunca se había preocupado por los delincuentes y por que algo malo le pudiera pasar. Ella vivía su vida confiada en que vivía en una zona residencial y de buena posición económica donde casi nada ocurría.

 

"Buenas tardes..." - cuando escucho su voz casi pierde el balance a pesar que se había agarrado fuertemente del pasamanos como le había pedido su madre. - "Veo que ya se encuentra en casa Señora Uchiha. Yo... yo venía a ver como se encuentra su hija, Hana..."

 

"¡Naruto! ¡Que alegría verte por aquí! Pero no me llames Señora Uchiha, suena demasiado formal. Llámame Mikoto si quieres o Mamá. No tengo ningún problema" - le dijo mientras soltaba una de esas risas amistosas que usaba ella para socializar. - "Hana se encuentra mejor. Justo la estaba ayudando a bajar las escaleras pero ya que tu estas acá no estaría nada mal que la escoltaras hasta el primer piso" - comenzó a golpearlo con el codo delicadamente mientras le daba una sonrisa cómplice.

 

Naruto no podía creer su buena suerte. Contaba con el apoyo no solo de Fugaku sino también con el de su esposa Mikoto. Lo único que le faltaba era ganarse el favor del hermano mayor y todo sería miel sobre hojuelas.

 

Cuando salió de su trance fue corriendo a buscar a Hana que estaba donde le había dicho Mikoto.

 

"Hola Hana ¿Cómo te encuentras?" - le preguntó mientras intentaba que ella soltara el pasamanos de la escalera para poder ayudarla a bajar. - "Si sueltas el pasamanos yo veré que puedas bajar sin problemas" - le insistió al no tener respuesta y darse cuenta que ella no pretendía soltar su agarre.

 

"Hana chan, ¿Por qué no dejas que Naruto kun te ayude a bajar las escaleras? Es un chico muy joven y apuesto y se ve que tiene fuerza. Sería muy descortés de tu parte no dejar que te ayude" - le dijo su mamá con voz de miel, esa miel que después se vuelve amarga. Solo cuando su mamá le hablo dejo que Naruto tomara su mano.

 

Naruto tomo su mano con la mayor delicadeza que pudo y jaló de ella. Su mano en la suya se veía y se sentía tan frágil y delicada que no pudo resistirse en besarla. Las yemas de sus dedos eran como cojincitos de carne, suavecitos y humectados. Nunca había tenido una mascota propia pero si había tenido contacto con mascotas y estaba seguro que la mejor comparación eras las almohadillas mullidas de las patas de una cría de gato.

 

Sasuke por su parte no estaba cómodo en aquella situación. Naruto le estaba ayudando a bajar los peldaños tomándolo de la mano y poniendo su cuerpo delante de él para evitar una posible caída. Eso no estaba mal y al contrario lo agradecía por que no quería terminar cayéndose. Lo que no aprobaba era que Naruto no solo de había atrevido a besarle la mano, durante todo ese tiempo no había dejado de acariciar sus dedos y toda la palma de su mano. Eso le ponía nervioso además que le mandaba cierta corriente eléctrica a todo su sistema nervioso.

 

Cuando los dos llegaron a la primera planta lo primero que hizo Sasuke fue recuperar su mano.

 

"Naruto, que modales los míos. ¿Se te ofrece algo de tomar? No creo tener mucho en la despensa pero te puedo dar un té de hierbas" - ofreció Mikoto.

 

"Bueno, un té esta bien" - Naruto por su parte no quería despreciarla pero él hubiera preferido un refresco o una limonada. Pero también estaba consciente que esa alacena estaba casi vacía y seguro no había tenido tiempo de ir de compras.

 

"Bueno no demoro. ¿Naruto por que no acercas a Hana al piano? Justo es hora de sus prácticas" - le pidió Mikoto antes de desaparecer por los corredores de la casa.

 

Hana por su lado estaba parada y agarrándose los brazos. Naruto la miro y le mostro su mejor sonrisa. Luego se dio una cachetada mental por que sabía que con los ojos así no podía ver nada. Sonrió una vez más admirando su propia estupidez y se acercó a ella. No sabía como pedirle su mano para guiarla sin sonar desesperado de contacto. Al final y sin darle tiempo a reaccionar tomó su mano y la jaló hacia el piano.

 

Ella no dijo nada, soló se sentó en el banco del piano cuando sus rodillas chocaron con este. No necesitaba sus ojos para practicar. Se conocía todas las teclas al tacto. Sus manos recorrieron la superficie fina y lisa de la tapa y con algo de dificultad lo abrió. Paseo sus dedos por las teclas sin hacer sonido y luego lo volvió a cerrar.

 

 

"¿No vas a tocar algo? Tu mamá dijo que era tu hora de …"

 

"¿Tu quieres que toque algo?" - lo interrumpió.

 

"No es necesario" - se disculpó. Parecía que había dicho algo que la había disgustado. - "Pero si quieres tocar algo, lo que sea yo te escucharé" - por que de verdad se moría de ganas de ver como tocaba el piano. Siempre le había gustado ver como su mamá, en los videos que le había mostrado tanto Kakashi como Iruka, movía los dedos con destreza. Se veía tan fácil poder tocar el piano pero era bastante complicado para él.

 

Como por arte de magia Hana volvió a destapar el piano y volvió a pasar sus dedos, presionando suavemente pero sin llegar a hacer sonido.

 

Después que tomó aire un par de veces la música empezó a salir del piano y lleno todo el cuarto. Sus dedos se movían con gracia como lo había hecho su mamá. No se acordaba el nombre de la pieza que estaba tocando pero era una de las favoritas de su mamá. Aunque en el video no lo tocaba ella sola, su papá la acompañaba.

 

El sonido de la música lo estaba elevando del piso y le estaba empezando a hacer recordar varias cosas de su niñez como sus intentos con el piano y su frustración por que no lo podía dominar hasta que el violento sonido que provocó Hana con las teclas lo regresó de un tirón.

 

Hana había estrellado una de sus manos contra las teclas mientras la otra la tenía pegada a su estómago. Su cabeza también estaba apoyada contra la tapa del piano mientras sus ojos cerrados fuertemente intentaban parar la ola de dolor que sentía en ese momento.

 

"¿Hana? ¿Te sientes mal?" - la pregunta era tonta pero estaba verdaderamente preocupado por ella.

 

Sasuke por su lado no tenía fuerzas para responder. El dolor le atacaba por dos flancos. Por una parte sentía una punzada en su estómago y esa sensación de vacío que ya se le estaba haciendo costumbre pero también sentía dolor en su brazo. Había sido una estupidez de su parte forzarlo a tocar el piano. No sabía por que había querido complacer a Naruto. ¿O quizás lo hizo por que de verdad se moría por tocar el piano?

 

"Voy a llamar a tu mamá" - Naruto se oía preocupado, se notaba que de verdad le importaba Hana.

 

"Necesito algo para comer" - logró decirle antes que se alejara más. Naruto entendió lo que le dijo y le sonrió.

 

Su mamá no tardo en llegar con el té para Naruto y otro poco más de la sopa de Tomate y las pastillas que ya le tocaba tomar. Pero su mamá no le dio de comer hasta que Naruto la llevo a la mesa y la sentó en una de las sillas. La sensación de hambre ya se estaba calmando pero aún sentía ganas de comer. Cuando iba a agarrar la cuchara para intentar servirse sintió que alguien ya lo había hecho en su nombre. Tenía una cucharada de sopa que esperaba entrar junto a sus labios.

 

"Aaaaaa" - le dijo Naruto esperando a que abriera la boca.

 

Sintió vergüenza de ser alimentado por Naruto. Sintió como sus mejillas se coloreaban y el deseo de poder alimentarse solo.

 

"Se me derrama la sopa, abre la boca rápido" - le ánimo.

 

Al final abrió la boca a regañadientes en especial por que no podía dejar desperdiciar la sopa de tomates que sabía tan bien. Cada bocado era mejor que el anterior y a la tercera cucharada se olvidó por completo que era Naruto quien la sostenía.

 

Naruto también le alcanzó las pastillas que debía tomar en una mano y en la otra le colocó el vaso con agua para que se las pudiera pasar. Las manos de Naruto sobre las suyas lo hacían sentir bien, estaban algo calientes y sudorosas pero así era él.

 

"¿Prefieres que te lleve hasta el sillón para que puedas descansar mejor?" - le pregunto.

 

Con tantas atenciones no podía tratarlo mal pero tenía que buscar una manera de quitárselo de encima. El muy bruto no disimulaba para nada que se moría por Hana. Gracias a esas muestras de amor desinteresado tanto su papá como su mamá se estaban aprovechando de la situación.

 

"No es necesario. Ya te puedes ir a tu casa. Me imagino que tus niñeras ya deben de estar preocupados por ti" - no quiso sonar cruel o despectivo pero supuestamente era algo natural en él, algo por lo que muchas de las chicas se quejaban de Hana.

 

"No son mis niñeras, Kakashi e Iruka son mis tutores legales... aunque ahora que lo pones de ese modo Iruka se porta como niñera" - lo podía escuchar reír con su comentario, es más, podía imaginarse su sonrisa, podría jurar que mientras sonreía se rascaba la cabeza.

 

"Lo que sea, no importa. Ya te puedes ir" - le volvió a decir de manera firme, o al menos lo más firme que pudo con su tono de voz bajo.

 

"No me quiero ir. Aún es temprano. Además yo vine para cuidarte y asegurarme que estuvieras bien" - le dijo respondiéndole en un tono de voz igual de suave, susurrándole al oído y haciendo que se le pararan los pelo de la nuca.

 

"No me hables tan cerca" - le cortó empujándolo con el brazo bueno intentando controlar los escalofríos que le había dado. - "No me gusta tener a la gente pegada a mi, es nauseabundo"

 

Lo que no era mentira. No es que de verdad le pareciera nauseabundo pero la única manera de alejar a la gente de él. Si se le pegaban demasiado de repente podían descubrir que él era Hana. Mientras más alejados los tuviera más tranquilo se sentía.

 

"¡Ah! También te he traído las clases de la escuela para que no te atrases. No creo que te puedas poner al día ahora pero cuando puedas las haces. Hinata y yo nos encargamos de recopilarlas todas" - su tono de voz cambio a uno más animado.

 

Las tareas, no había tomado eso en cuenta. Cuando había estado con Naruto en su casa lo había visto estudiar, incluso el mismo lo había ayudado pero ahora que ya estaba de regreso en su propia casa tenía que escribir un montón para ponerse al día. De solo pensar sentía que el universo se le venía encima. Eran semanas de clases las que se había atrasado. Si pudiera ver se pondría a avanzar ese asunto pero no podía.

 

"Yo te puedo ayudar en todo lo que no entiendas. He prestado atención. Incluso te puedo prestar mis apuntes para que los copies..." - le intentó animar al ver como la cara de Hana había adquirido un tono sombrío.

 

"No necesito tus apuntes, seguro estan mal hechos y con letra de garrapata" - le contestó por que sabía que la caligrafía de Naruto era desastrosa. Sus letras parecían de asesino en serie.

 

"No te preocupes, mi letra es entendible" - le dijo algo dolido por su comentario. ¿Cómo sabía que su caligrafía era desastrosa? ¿Intuición femenina? - "¿Qué te parece si te leo algo? ¿O prefieres escuchar música o ver la tele?" - cuando digo la última cosa se tapo la boca y se cacheteo a si mismo. Acababa de meter la pata, lo sabía muy bien.

 

"¿Qué te parece si te largas a tu casa?" - le dijo con cólera. - "O mejor por que no..."

 

"¿Por qué mejor no te comportas como una buena niña y dejas de dejar a la familia en ridículo hija" - Fugaku le apretó el hombro.

 

No se había dado cuenta que su papá estaba cerca. ¿Qué tanto habría escuchado? Por el apretón sabía que estaba en problemas.

 

"Discúlpate con Naruto, antes de ser un chico de tu edad es una persona importante y mi socio así que tienes que respetarlo" - le dijo mientras le jalaba el cabello disimuladamente.

 

"No es necesario Fugaku... Yo le dije algo bastante insensible sin darme cuenta. El que tiene que pedir perdón aquí soy yo" - Naruto no se había dado cuenta de la vehemencia con la que Fugaku había apretado el hombro de Hana, tampoco se había dado cuenta con la fuerza con la que tiraba de su cabello. Lo que si se dio cuenta fue de la tensión que había en ese momento. Sabía que Hana se había metido en problemas, no solo por lo que dijo Fugaku sino por que ella estaba pálida y echa piedra.

 

"Lo siento Naruto, no fue mi intención hacerte sentir mal con mis palabras ácidas" - se disculpó ella antes que él pudiera hacerlo. Lo dijo tan rápido que con las justas pudo entender lo que le dijo.

 

"No, yo lo siento más. No debía decir eso... creo que es mejor que regrese a mi casa..."

 

"No puedo permitir que te vayas así Naruto" - ahora el que interrumpió la conversación fue Fugaku - "Por favor acepta las disculpas de mi hija y las mías. Esto no se volverá a repetir, ¿Verdad hija?"

 

"No se volverá a repetir. Por favor acepta mis disculpas" - Hana inclino todo su cuerpo hacia adeltante en símbolo de arrepentimiento. Naruto los miró a los dos.

 

"No fue nada. Te perdono" - Naruto sabía por la tensión que si no decía esas palabras Hana podría estar en problemas.

 

"Bueno ya que las disculpas fueron aceptadas por que no te quedas a comer. Me imagino que debes de estar con hambre, acabas de salir de clases ¿no?"

"Si, pero no es necesario Fugaku..." - intentó disculparse. No quería incomodarlos en especial por que sabía que no había nada para comer en esa casa y la única comida que había era la sopa de tomates que había comido Hana.

 

"Tonterías, te quedas a comer y punto. Así que llama a tus titulares y diles que vas a comer con los Uchihas. Yo mismo te llevare de regreso a tu casa si es necesario"

 

"Esta bien" - dijo rindiendose a la invitación.

 

"Excelente. ¿Qué quieres comer? Dímelo para pedirle a Mikoto que pida comida de algún restaurante para que la traigan aquí lo más pronto posible"

 

"Ramen" - interrumpió Hana, luego se dio cuenta de su estupidez y se mordió los labios. El sabía que Hana no podía hablar y menos interrumpir a su papá.

 

"Si, quiero ramen. ¡Es mi comida favorita! ¿Cómo lo sabías Hana?" - le pregunto.

 

Sasuke no sabía como contestar esa pregunta. Era lógico que Hana no sabía eso.

 

"Yo, pensé que... el ramen es... lo adiviné" - termino por decir antes de embarrarse más en esa ya complicada situación.

 

Naruto por otra parte estaba asombrado por los poderes de adivina que había resultado tener Hana. Ahora se sentía más atraído a ella. Sentía como si los dos fueran almas gemelas capaces de complementarse, ¿Qué otra explicación más lógica que esa podría haber?

 

•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•

 

Mikoto ordeno la comida a un restaurante cercano y todo transcurrió con tranquilidad. Mikoto pidió un ramen para él y para su esposo y otro que ella iba a compartir con Hana por que ninguna de las dos podía comer tanto.

 

El ramen estaba delicioso. Tenía esas espirales que tanto le gustaban y hacían honor a su nombre, un montón de fideos y algunas verduras, carne de pollo, cerdo y camarones ademas de un huevo y el caldo... se sentía en la gloria en ese momento. Pero de aquel cielo de fideos cayó cuando vio que Hana no comía nada.

 

Al frente de ella tenía su plato de ramen intacto. Ni siquiera había tomado la cuchara. Entonces cayó en la cuenta que Hana no podía ver y obviamente no sabía donde estaba su cuchara. Hana necesitaba ayuda.

 

"¿Quieres que te ayude a comer?" - le pregunto después que se obligó a sorber todos los fideos de su plato sin atorarse.

 

"¿Me puedes decir si el ramen tiene mariscos? ¿Camarones?"

 

"Si, ¿te gustan?" - le pregunto animado. Había descubierto algo en común con ella. Ahora le gustaba mucho más el ramen.

 

"No, le tengo alergia. Si los como me muero" - le dijo tranquila intentando no sonar descortes. Por su parte Naruto no sabía como continuar esa conversación.

 

De pronto se dio cuenta de algo. ¿Si Hana era alérgica a esa comida por que su mamá había ordenado eso para ellas? Quizás no se había dado cuenta de eso.

 

"Disculpen" - decidió interrumpir la tranquilidad de la cena - "Estoy seguro que no se han dado cuenta que la comida tiene cosas de las que Hana es alérgica. ¿Hay algo más que ella pueda comer?"

 

Tanto Fugaku como Mikoto se miraron callados.

 

"Claro... no me di cuenta a la hora que ordene esto, que tonta soy" - Mikoto se echo la culpa y le retiró el plato a Hana. - "Voy a traerte la sopa que preparo Shisui, estoy segura que aún queda un poco"

 

"¿Que pasa si te comes todo y dejas los camarones?" - le pregunto su papá. El tono de la pregunta sonó a orden, eso quería decir que tenía que comer lo que tenía enfrente. - "Lo tuyo no es alergia son niñerías. Que Naruto este aquí no significa que te debas comportar como una niña mal educada y engreída"

 

"Si me permite Fugaku..." - se decidió a interrumpir - "yo me puedo comer el ramen de Hana por que a mi me encanta el ramen y ella puede comer su crema de tomates" - le dijo para evitar los malos ratos entre padre e hija.

 

"Sólo si de verdad quieres comer más ramen. No me gusta que Hana siempre se salga con la suya y tu no estas aquí para consentirla" - eso parecío calmar un poco más a su socio.

 

Naruto no entendió bien que fue lo que había pasado pero se dio cuenta que Hana estaba roja y con la mirada fija en la mesa. Sus manos estaban agarrando con fuerza la tela de su vestido y los nudillos estaban blancos de tanto estrujar.

 

El resto de la cena transcurrió casi en silencio. Casi por que Fugaku no quería que la ayudarán a comer así que Hana hacía ruidos con la cuchara cuando la chocaba contra el plato. Derramó sopa un par de veces al rededor de su lugar.

 

Sasuke por su parte se estaba obligando a comer. Sentía su cara roja de la vergüenza, nunca en lo que recordaba de su vida había tenido que comer de esa forma tan calamitosa. Y en frente de Naruto. Estaba destruyendo su imagen.

 

Cuando la comida por fin término se despidió de Naruto con un beso en la mejilla, sugerencia impuesta por su mamá. Luego ella lo ayudo a subir a su dormitorio, le dio las pastillas y lo obligó a dormir.

 

Sin embargo Naruto agarró sus cosas y espero por esa promesa que le habían hecho de llevarlo a su casa. No quería incumplirla por que de por si ya se había ganado varias discusiones con Kakashi e Iruka y no le gustaba andar peleado con ellos.

 

Tenían diferencias.

 

Según Iruka él debería estar en casa y estudiar para el colegio y no distraerse demasiado pensando en Hana.

 

Para Kakashi la situación era un poco más perturbadora. Ninguno tenía edad para andar de novios y mucho menos para casarse. Lo mejor para él era quedarse en casa estudiando y repasando las operaciones de la empresa. La idea para él era aburrida en especial si tenía más opciones.

 

Casarse era su plan a futuro. ¿De donde había sacado el la idea de que se iba a casar ya?

 

¿Qué de malo había en ir a visitar a un enfermo? Hana había tenido problemas y él solo había querido ir a apoyarla. ¿Qué de malo había en eso? No estaba interponiéndose en su recuperación como le decía Iruka. No la estaba privando tampoco de la compañía de sus padres.

 

Kakashi también le había recomendado que no tuviera el corazón en sus manos a la vista de todos. Le dijo que no era bueno mostrar tanta debilidad por una falda y unas pestañas rizadas.

 

Quizás tenía razón pero era la primera vez que sentía esa opresión en el pecho por alguien. Esa corriente eléctrica cada vez que la veía. Con las mejillas teñidas de la vergüenza se veía más bonita todavía. Callada o agresiva, Hana era una chica que lo atraía como un imán, ella era la miel y él la estúpida abeja que no podía dejar de rondarla.

 

"¿Estas listo para llevarte a tu casa?" - Fugaku lo saco de sus pensamientos.

 

"Listo"

 

Los dos salieron hacía el estacionamiento y esperó a que el carro se abriera para poder entrar.

 

Había algo que no le había gustado y esa había sido la actitud de Fugaku para con Hana. Si ella le había dicho que era alérgica ¿Por qué obligarla a comer? pero antes que eso ¿si era su papá por que no sabía de su alergia?

 

"Estas un poco callado. ¿Sucede algo?"

 

"¿Le puedo ser sincero?" - Fugaku sin quitar sus ojos de la pista le asintió. - "¿Por qué quería obligar a Hana a comer algo que ella no quería?" - Fugaku no contestó por un rato. A Naruto le pareció que quizás no había escuchado la pregunta aunque sonara imposible.

 

"Naruto hay algo que tu tienes que saber acerca de Hana" - Naruto presto toda su atención a lo que venía. ¿Qué era lo que debía de saber? - "Mi hija es un poco caprichosa. Debe ser por que le hemos dado de todo que se volvió así. Mikoto la consiente demasiado y entonces ella se cree con el derecho de hacer lo que le de la gana y portarse mal. Eso no esta permitido en mi casa, así que de vez en cuando tengo que ponerla en línea"

 

"¿Ponerla en línea?"

 

"Si. No me gusta la manera como te habla a veces. Ese engreimiento es lo que quiero corregir. Como es una niña no la puedo corregir más fuerte por eso a veces la tengo que poner en evidencia. Amoldar poco a poco su carácter." - dio un suspiro para continuar - "No te quiero mentir. Te voy a decir algo entre tu y yo. No es necesario que se lo digas a nadie más"

 

"Lo prometo, de mi boca no saldrá" - Fugaku sonrió de satisfacción.

 

"Yo estoy seguro que tu eres el chico ideal para mi hija. Pero como yo te estoy acercando a ella... ella es inteligente. Ella sabe a donde voy. Ella siente que te estoy imponiendo y por eso creo que se porta así contigo. Yo creo que de verdad te estima pero como yo estoy de por medio se porta así. Es medio rebelde esta hija mia"

 

Naruto se dio cuenta que el carro ya había entrado en su propiedad. Fugaku estaba por estacionar el carro frente a la puerta de entrada para que pudiera bajar.

 

"Naruto, yo quiero pedirte por favor no te sientas rechazado por ella. Por más que se porte mal contigo, yo estoy seguro que tu puedes convencerla de darme nietos en el futuro" - y le guiño el ojo haciéndole entender que podrían ser familia algún día.

 

No pudo evitar que se le subiera los colores a la cara. Incluso podía sentir como si saliera vapor de sus orejas. Ese retumbar de su corazón se había disparado a mil por hora. Sentía que si salía del carro su cuerpo se iba a ir flotando hasta el cielo.

 

"¡Umm!" - fue él único sonido que salió de su boca antes de salir del carro.

 

Subió a su cuarto en una nube pasando al lado de Iruka y Kakashi sin dar contestación a sus preguntas. Cuando entró a su habitación se desplomó en su cama.

 

Al diablo con las tareas.

 

¡Se iba a casar con Hana!

 

•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

•*•*•*•*•*•*•


Notas finales:

AN

¿Qué les pareció este capítulo? No siento que haya avanzado demasiado. Es más siento como que estoy dando demasiadas vueltas.

Tengo una confesión que hacerles aunque sé que confesando mi maldad muchos desearan mi muerte... este capítulo lo tengo listo desde hace un poquito mas de una semana. No lo subí por que estaba esperando al 28 de Julio... razon? FELIZ DÍA PERU! Espero me disculpen T_T

Dudas, sugerencias, ideas, comentarios, positivos, negativos, constructivos, deliciosos y churriguerescos... acepto todo tipo ; )

Contestando algunos comentarios, por lo general respondo los comentarios a cada cuenta a menos que sean anónimos por que no tengo manera de contestar. Pero esta vez decidi hacerlo por aquí por que no estoy segura que todos lean las respuestas, creo que de esta manera me siento más segura para que sepan que aprecio sus comentarios.

 

Neblinadesol: Gracias por leerme y comentarme siempre. Voy a actualizar mensualmente sin falta hasta Setiembre. De ahí reza por mi para que pueda seguir actualizando mensualmente. Es posible que me retrase un poco pero yo espero no hacerlo, haré mi mejor esfuerzo! En cuanto a lo de un final no muy triste... solo te puedo decir que no será super feliz.

 

RiriSkull: Soy tu fan enamorada, loca, desesperada, desquiciada y todos los demás sinónimos que le puedas agregar. Cuando lei tu comentario mis labios se estiraron de emoción haciendo que mi cara se viera super creppy. Asi soy yo, rara.

Yo, como todo el mundo en este universo empecé leyendo. He leído tantos fics de tantos tipos de narración. Me entra la nostalgia cuando recuerdo eso. En fin he leído tantos fics entre buenos y malos, llenos de yaoi o sin nada de yaoi, Universos Alternos, o que transcurren dentro de el mismo universo de la serie, algunos que se remontan a épocas pasadas y hasta algunos que son adaptaciones de libros. Yo me decidí a escribir básicamente por eso. Por que en mi desesperación por leer algo bueno decidí poner todas mis ideas juntas. Con eso no digo que mis historias sean las mejores del universo pero al haber leído antes yo sé lo que la gente como yo al menos quiere leer. Con eso me refiero a que cuando tu lees una historia quieres leer trama y no migajas. Cuando alguien actualiza un capitulo tu esperas continuación y que la trama se siga desarrollando, tu no quieres leer lo que el autor solo pudo escribir mientras comía su cereal. Yo estoy consciente que en mi afán de no escribir migajas y poner demasiada carne a la empanada tiendo a demorarme (muchas veces mas de la cuenta) y es que me gusta poner muchas letras juntas, ese es mi pecado.

Desde que empecé a escribir me prometí que nunca la haría por comentarios, solo me bastaba con saber que la gente me leía por que soy consciente que no todos tenemos disponibilidad de tiempo como para poder responder en algo. Aun asi no voy a negar que leerlos te da ánimo, te hace sentir bien y deja tu cara libre de impurezas... lo último no pero a mi me divierte responder comentarios (creo que no tengo muchos amigos con los cuales conversas asi que considero a los lectores como amigos, una vez más disculpa mi complejo de hongo del bosque)

Me basta con que me hayas escrito esta vez y me digas que siempre me vas a seguir leyendo. Yo como te dije y te repito soy tu fan y siempre te voy a leer y me daré un tiempo para que sepas que ahí estoy! (no solo soy creppy también soy stalker)

Muchisimas gracias por comentarme!

 

Shadow_Tenshi: Lamento decirte que no creo en la felicidad al final de un fic por que no me suena convincente. Aun asi intentare no hacerlo muy triste.

Fugaku en la serie nunca me agrado totalmente pero tampoco es un personaje que aborrezca, aún asi lo utilizo para mis maléficos propositos y esta resultando. Cuando lo escribo siento alguito de odio por él pero no es su culpa, es mía! muajajajjaa! Muchisisisisisisisisismas gracias por darte un tiempo y comentarme. Prometo intentar escribir capítulos super largos para que valga la pena la larga espera y voy a tratar de superar mi record de actualización a menos de un mes. No es una promesa pero si lo voy a intentar, no me odies si no lo hago! :)

 

Bloody_Kat: Por favor no mueras! Aquí esta la actualización y espero que la hayas leído hasta el final y no hayas muerto en el trayecto. Un trillón de gracias por comentar. Me alegra que te guste el tema de mi historia aunque a veces pienso que estoy haciendo sufrir demasiado a Sasuke... debería hacer sufrir a alguien más?

 

HinataYaoi: Yo tampoco creo terminar con esta historia este año, quizás el siguiente si tengo la suerte de seguir viva. Itachi aparecio un poco mas en este capítulo y te habrás podido dar cuenta que es un hermano un poquito (que casi ni se nota) celoso. Eso te da a entender que de verdad no sabe nada de Hana/ Sasuke. Fugaku es un personaje para odiar asi que no te culpo, esa es su misión en este fic y lo lleva a cabo con gracia y estilo XD. En cuanto a Naruto tu ya sabes como es él pero si lo odias tanto ahora no se como lo verás después... mejor no digo nada mas! Gracias por comentarme, infinitamente agradecida contigo y espero seguir leyendo tus comentarios hasta que acabe la historia.

 

Jennitanime: Bueno Itachi llego y seguira apareciendo esporádicamente hasta que aparezca de carne y hueso. Me alegra tu duda existencial acerca de como Sasuke sabe que se llama Sasuke si creció siendo Hana. Es una pregunta curiosa que esperaba a que alguien preguntara hasta que apareciste tu! XD No se si responderla ahora o en el siguiente capitulo... en caso que no lo haga te lo diré para que no te quedes con la duda. Muchas gracias por comentar y pescar aquel anzuelo!

 

Rich :3: No voy a dejar de actualizar hasta el 24 de diciembre! XD Lo que pasa es que mi trabajo se pone intenso desde Setiembre hasta esa fecha así que no tendré tanto tiempo como para avanzar pero no dejare de actualizar... me voy a demorar un poquito mas quizás... no me mates! x_x

Es mi intención poner escenas subidas de tono no aptas para niños y gente con excesiva imaginación pero no se que tal me salgan. De todas maneras habrán sus escenas shounenai que creo me salen mejor. En cuanto a que triture y torture y desintegre a Fugaku aun no lo sé pero como todo lo que siembras recoges supongo habrá algo para él.

En cuanto a tu duda acerca de la voz de hombre de Sasuke tengo una respuesta! No todos los niños tienen voz de hombre a los once años, algunos se empiezan a poner ronquitos y algunos de la vergüenza (conozco un par) intentan no hablar muy alto para que no se les escuche. En el caso de Sasuke y en como mi cerebro funcionó para esa escena. Si bien Sasuke alzo la voz (recuérdese que no esta acostumbrado a hablar alto y tampoco esta acostumbrado a hablar mucho) pues su voz, en mi cabeza loca y desquiciada, sonó como una niña muy ronca XD! Te gusto mi explicación? Mi lógica es un tanto ilógica a veces, lapsus brutus!

Entre otros puntos de tu comentario: mi maldad no tiene límites por eso no conozco la compasión, lo de las uñas fue un sueño que tuve alguna vez, Naruto es como un perrito faldero asi que ni en sus más locas fantasías dejaría a Hana pero si, Sasuke tiene cara de perro con rabia y sarna. El manga da cuatro actualizaciones al mes y yo solo una pero prometo hacer lo posible para acortar un poco el tiempo y subir capítulos gorditos llenos de amor y odio! Gracias por tu comentario espero que este capitulo te haya gustado y espero recibir mas preguntas a todas tus interrogantes!

 

Y Gracias especiales a azulanefty y Luna Cristal y Lizayan por agregarme a sus listas de alerta!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).