Capítulo 2: mi paciente
Habitación 59
Yamamoto había llegado junto con la enfermera Chisu a dicha habitación, una vez que el pobre Yamamoto entro a la habitación el ocupante de esta le miro con furia. El joven de cabellera plateada y ojos color aguamarina, luchaba con otra enfermera, pues tenía un cigarrillo en la boca y esta quería quitárselo mientras el trataba de prenderlo.
Chiharu: señor aquí no se permite fumar, es un hospital- la enfermera luchaba por quitarle el cigarrillo o el encendedor y vaya que salió victoriosa pues le quito ambos- con permiso- y salió junto con Chisu dejando a Yamamoto solo con aquel chico llamado Gokudera Hayato
Yamamoto: deberías hacer caso a las reglas del hospital Hayato- dijo riendo
Gokudera: Cállate maldito friki del beisball!!- grito enojado, mirándolo con mayor furia, cualquiera que viera aquella escena diría que estaba a punto de abalanzarse a Yamamoto y golpearlo hasta que no pudiera mas
Yamamoto: y bien?- el otro ni se inmuto ante la mirada asesina del joven, sonrió aún más pues adoraba verlo enojado
Gokudera: bien qué?
Yamamoto: porque estás aquí?- este se acercó al otro y comenzó a revisarlo- tienes mucha energía como para que estés enfermo- rio levemente
Gokudera: y quien dijo que lo estoy?- le dijo molesto
Yamamoto: entonces… que haces aquí Hayato
Gokudera: deja de decir mi nombre… es molesto oírlo de tus malditos labios
Yamamoto: jeje me dirás o no?
Gokudera: yo… solo probé… el desayuno de mi hermana, es todo- escondió la mirada
Yamamoto: mientes – dijo serio, algo impresionante para cualquiera que lo viera, pero no era su culpa… el ser que tenía delante de él hacía que sintiera cosas e hiciera cosas que él ni siquiera entendía
Gokudera: porque dices que miento!! Que sabes tú friki de beisball
Yamamoto: vamos, Hayato te conozco desde la primaria, es obvio que mientes, si hubieras probado la comida de Biancchi estarías desmayado aun o quejándote de tu pobre estomago- tranquilizo su mirada y dijo despacio, sabía que Gokudera era terco y difícil de sacarle las cosas- ahora podrías decirme porque me hiciste llamar?
Gokudera: sht! Estúpido
Yamamoto: Hayato- reprocho el morocho
Gokudera: sht! Deja de decir mi nombre... - de nueva cuenta bajo la mirada apenado y comenzó a susurrar en un tono demasiado bajo- solo quería... ver si tú...
Yamamoto: que?- dijo al no poder escucharlo
Gokudera: que solo quería ver si tu... - dijo aun inaudible
Yamamoto: no puedo escucharte- dijo sonriendo
Yamamoto: QUE SOLO QUERIA VER SI TU QUISIERAS IR A TOMAR UN ESTUPIDO CAFE CONMIGO, IDIOTA DEL BEISBALL!!! Sordo de pacotilla, imbécil sin cerebro- comenzó a quejarse. Gritando calamidades por todo el cuarto, Yamamoto no cabía en su asombro, nunca espero eso del aguamarina, de hecho hubiera jurado que primero le cae un rayo, a que eso sucediera.
Yamamoto: de acuerdo
Gokudera: que?- dejo de gritar grosería y media al oír la voz del pelinegro
Yamamoto: que está bien, Hayato- sonrió- solo tendrás que esperar una hora más, te parece?
Gokudera: no pienso esperarte friki del beisball
Yamamoto: jeje - una gota cayo por su cabeza- entonces... porque me invitaste
Gokudera: sht! baka - de un salto bajo de la camilla y se dirigió a la puerta, antes de abrirla volteo a ver a Yamamoto que se había quedado a un lado de la camilla, donde el momentos antes había estado sentado- y que!, no piensas venir o que imbécil?- soltó aun mirándolo
Yamamoto: tengo turno hasta el mediodía, ósea que falta una hora para que salga, por eso... - pero no le deja terminar
Gokudera: le diré a mi hermana que tienes un compromiso conmigo muy importante y debes salir ahora mismo, además no es como si estuvieran muy ocupados
Yamamoto: jajajaja eso no sería correcto Hayato
Gokudera: cállate y sígueme
Ambos salieron de la habitación 59, la cual ya era prácticamente de Hayato y se dirigieron a la sala de enfermería para que Yamamoto se cambiara. En otra habitación, mas especifico 18, Sawada Tsunayoshi entraba nervioso, deseando con toda su alma porque el ser que estaba adentro aún se mantuviera dormido o ya despierto y no lo mordiera hasta la muerte por despertarlo, entro a la habitación cuidadosamente, no se escuchaba ruido alguno adentro por lo que pensó que aun dormía, pero grande fue su sorpresa al ver un azabache, ojos color negros con toques purpuras o azulinos metálico y piel blanquecina. Su nombre era Hibari, Hibari Kyoya.
Tsunayoshi: Hieee!! Hi-Hibari-san!! - medio grito Tsuna algo asustado
Hibari: hn! no grites herbívoro - su ceño se frunció ante el grito de Tsunayoshi
Tsunayoshi: me mandaron para-
Hibari: solo has tu trabajo rápido herbívoro, necesito regresar al mío en una horas- le miro serio provocando un estremecimiento en Tsunayoshi quien si saber por qué se sonrojo al cruzar miradas.
Tsunayoshi: ah! hai! - dijo nervioso una vez regreso a la realidad, trajo algunas vendas y remedios para la curación de algunas heridas notables en el cuerpo que se encontraba en la camilla sentado- puede que arda un-
Hibari: sht! un ardor no es nada herbívoro, te lo vuelvo a decir solo hazlo y ya Herbívoro o te morderé hasta la muerte- le miro mal
Tsunayoshi: Hieee!!!!! - grito nervioso, rápidamente y algo torpe comenzó de nuevo a su trabajo de desinfectar y vendar las heridas de Hibari, así como también revisar si no tenía heridas internas.
Hibari Kyoya era del departamento de policía, pero también en las noches era el Guardián de Nanimori, no es que sea un súper héroe (aunque para vista de muchos era así) si no que, era un gran policía que siempre trabajaba por mantener su amada ciudad en paz. Ama tanto Nanimori que no importaba si traía uniforme o no, él siempre estaba listo para kamikorosear a todo aquel que quisiera dañar o hacer de las suyas en Nanimori, más de una vez le había tocado luchar con Yakuzas y demás, eran en esas batallas cuando salía herido, aun así nunca había llegado en un estado deplorable o por lo menos no en lo que llevaba trabajando Tsunayoshi en ese hospital. Tsunayoshi y todos los del departamento de enfermería ya lo conocían, pues casi no se dejaba tocar por alguien y casi siempre (por no decir siempre) hacia un alboroto en emergencias. Tampoco es como si Hibari quisiera ir a revisarse leves heridas pero su jefe lo obligaba a ir.
Cuando Tsunayoshi entro a trabajar al hospital, su primer paciente fue Hibari y este no lo trato tan amablemente que digamos, simplemente cuestiono si en verdad había estudiado para esto, siendo que era muy malo para los vendajes, lo que a Tsunayoshi no le gustó nada y armándose de valor le dijo algo, claro todos los presentes pensaron que moriría ese mismo día en ese preciso momento, pero grande fue su sorpresa cuando vieron sonreír de medio lado al temible Hibari Kyoya y este solo se paró y salió del hospital dejando aun todos sorprendidos, aunque tiempo después con lo que le contaron a Tsunayoshi de Hibari-san este le agarro cierto miedo y nerviosismo, solo esperaba que ese policía olvidara el trato que le dio.
Tsunayoshi: Hibari-san sí que es fuerte- pensó en voz alta, al darse cuenta se ruborizo hasta las orejas y comenzó a curar una herida en el hombro derecho, pasaba con cuidado un algodón con alcohol para desinfectarla
Hibari: sí que eres único, herbívoro- susurro mientras que una leve sonrisa de medio lado, que no duro ni 10 segundos apareció en su rostro
Tsunayoshi: di-dijo algo Hibari-san
Hibari: que te apures, Sawada Tsunayoshi
Tsunayoshi: Hai, solo le pondré una gasa en el hombro y ya podrá irse, asegúrese de cambiarse la gasa cada vez que se bañe y antes lávese la herida con agua oxigenada, eso hará que se cierre más pronto la herida- sonrió dulcemente mientras que una vez desinfectada la herida, colocaba la gasa y la aseguraba con un micro poro (N/A: supuestamente mis padres así se le llama a la cinta que se ponen, como dije no estoy familiarizada con esto)
Hibari observaba a Tsunayoshi con una sonrisa simplemente cautivadora, ese herbívoro era impresionante pues aunque demostraba que le tenía miedo, este se iba una vez que duraban un tiempo juntos, como en ese momento, como un chico podía tener tan hermosa y gentil sonrisa, le dio un golpe a su subconsciente ante tal pensamiento.
Tsunayoshi: listo Hibari-san - sonrió
Hibari: Hmp! - Hibari se puso de nueva cuenta su camisa y salió de la habitación
Tsunayoshi: "a pesar de que ha tenido muchas peleas, su piel no tiene ninguna cicatriz y es suave..." pero que cosas estoy pensando- suspiro cansado, recogió y salió de la habitación para ir a ver dónde ocupaban su ayuda.