Capitulo:13
Pero Seth ya estaba listo y preparado... De su cetro, una luz resplandecía y fue más que suficiente. Para detener en seco al demonio. El cual levitaba por lo alto del lugar.
Con un movimiento, hacia abajo del cetro. El demonio fue arrojado contra el suelo. Dejando así al monstro imposibilitado.
-¡valla!... Parece que tu control, sobre tu objeto del milenio; es excepcional ..decía desde las cortinas de humo, el demonio, que controlaba el cuerpo del pastor..
-¡déjate de elogios! Y dime cuál es tu verdadero nombre.
-¿mi verdadero nombre? ..decía con ironía y burla, el ahora demonio rubio.. Mi nombre ahora es Joey. Y me gusta mucho ..termino con un tono odioso y nauseabundo.
Seth simplemente sonrió con arrogancia, pero esto ya era un hábito, común en él. –muy gracioso estúpido... de la nada el cetro de Seth se trasformó en una espada. –Pero a mí no me gustan las payasadas; por eso te cortare la lengua.
Seth sin proyectar miedo o duda alguna, se aventuró con su espada. Tratando así de causarle daño al demonio, frente a él.
Pero cuando Seth lo tuvo cerca, no pudo estocarlo con la espada. Pues escucho la voz el pequeño rubio; pidiendo ayuda. El visir sacudió su cabeza. Todo era parte de una ilusión del maldito; que trababa de engañarlo. Mas cuando el sacerdote, recupero su control. El demonio lo apuñalo, con una daga.
El moreno al sentir el punzante en su cuerpo. Se debilito y se mareo terriblemente. Tanto que él mismo perdió el equilibrio...
-creíste que vendría indefenso, a la guarida de mi enemigo.
El rubio aun sujetaba le daga; dentro del cuerpo del joven sacerdote... Y mostrando una sonrisa impertinente, miro los ojos azules del otro.
-no quiero que te lastimes... mi hermoso mortal ..dijo el rubio, con una voz del infierno.. que erizo los cabellos del sacerdote.
-Por eso la daga tenía un relajante muscular. Que te sedara por unas cuantas horas... Mientras yo me divierto con tu ex–amo
Todo alrededor de Seth giraba. Sentía ganas de vomitar y de perder el conocimiento. Pero la droga era muy específica; y no le daría el lujo de desvanecerse.
Más en su tormento. Una sonrisa de victoria se escabullo de sus labios –No soy un estúpido. Y sabía que venias más que preparado... Por eso he robado tu poder infernal.
El rubio se separó del moreno. Dejándolo caer así al suelo.
-de que hablas maldito infeliz... la mirada del demonio se estaba apagando y los ojos ensangrentados; desaparecían conforme pasaba el tiempo.
-no teas dado cuenta
El rubio desvió la mirada. Y rápidamente se topó con el faraón en el pilar anterior. El cual sostenía el rompecabezas del milenio entre sus dedos; y este resplandecía.
-tal vez, no podamos matarle. Pero si podemos mandarte al mundo le las sombras. En donde solo el faraón y los dueños delo objetos del milenio, tienes acceso por la divinidad de los dioses.
(El inframundo de los demonios (infierno) es muy diferente al reino de las sombras.Digamos que es un segundo infierno; pero más poderoso. Por qué en este los demonio. No tienen dominio alguno en el tártaro, solo los espíritus del duelo).
Los dos jóvenes gobernante, previamente habían formulado un plan. Para encerrar el demonio. Y estaban seguros que esto funcionaria.
Pero en eso el demonio sonrió... –Su plan es una basura... son tan ingenuos... Por qué yo soy inmune a sus objetos del milenio. Tendrán que matarme y quemar este carme. Para deshacerse de mí.
Pues yo soy un demonio hecho con almas puras. Y las almas puras no se pueden deshacer con, solo una exiliacion.
Los Bakus de sangre pura se forman de almas inmaculadas; que no pueden decir su nombre a los dioses y por ende no pueden rencarnar. Y con el paso de los milenios. Y el vagar de dimensión en dimensión. Se cubren de una costra; de la más divina maldad (la maldad de los humanos). Y es cuando los dioses nos sacan de las tinieblas y nos ponen en el mundo. Para que lo destruyamos. (Los dioses, usan la misma maldad de los humanos; para destruirlo. O tal vez para que hagan conciencia de sus actos)
Y es por eso que quiero el alma del faraón... para convertirla en un Baku. Y formar un nuevo mundo. Donde la raza que mande sean los Bakus, y los hombres sean los esclavos...
El rubio guardo silencio, mientras observaba al faraón, y sin consentimientos. Tomo del suelo la espada de Seth...
Atem al ver esto. Supo que tendría que luchar por su vida, pero tenía un plan. Primero dejaría, que se acercara...
-jamás podrás matarme, escoria del inframundo... Podre estar herido; pero aún tengo la magia de mi rompecabezas. Magia que tú ya no poses.
..El demonio sonrió, mientras observaba la espada.. –Eso no importa, porque cuando te mate; mi poder robado, retornara...
Pero por qué no mejor me haces un favor, y despejas todo este humo. ¡Además te conviene! Te has preguntado donde está, tu pequeño pecadillo.
Las palabras de rubio, no sonaban nada placenteras. Así que Atem, movió el humo del lugar. Para así, poder observar mejor. Y cuando lo hizo; se topó con algo escalofriante.
-¡Hermana! ..exclamo con desconcierto. Pues esta sujetaba al pequeño y cerca de él, un puñal.
En el rostro del pequeño, se observaban lagrimas –mami... ..decía ingenuamente el pequeño, que solo se dejaba hacer. Pues este no sabía que su madre. Ya estaba muerta; y que esa cosa, solo era otra marioneta del demonio...
El demonio al escuchar las palabras del pequeño, hecho una carcajada, al aire. Mientras Atem, lo miraba con desprecio – ¡Maldito, cómo pudiste! ..al parecer el faraón, se había dado cuenta.
-¡Yugi! ..grito el gobernante.. Aléjate de ella ..el faraón sujeto su pecho, pues el grito que había dado, lo había agitado demasiado. Más de lo esperado, pues con la falta de aire, comenzó a toser. Pero en cada sacudida, sacaba un poco de sangre.
Los pulmones del faraón se encontraban, perforados. Y lentamente comenzaría a hogares con la sangre. Era cuestión de segundos; para que el Rey muriera. Y Atem estaba consciente de eso.
Así que con torpeza, se sostuvo del pilar, para así poder impulsarse. Tenía que proteger a su amado niño.
-no te olvides de mí ..susurro el rubio, cerca del faraón. Mientras lo apuñalaba..
El pequeño que observaba, del otro lado del cuarto. Empalideció, al ver a su tío, cubierto de sangre. Un pequeño chillido salió de sus fauces. Pero esto no era lo que buscaba el pequeño. Lo que Yugi quería, era gritar no...
Mas el pequeño estaba enmudecido, ni una palabra, salía de su boca.
-Yugi ..volvió a oír el niño, por parte del tío.. Corre
Mas el niño estaba paralizado, perdido, como confundido. Su madre actuaba extraño, Seth estaba tendido en el suelo. Su amo herido, y Joey... su amado Joey...
Atem sabía que Yugi estaba asustado, y que no correría, por nada del mundo... Cerró sus ojos; no tenía otra opción qué esa.
De lo más recóndito del más haya, recito un encantamiento. Prohibido, pues el que lo usara, quedaría atrapado en otra dimensión (el reino de las sombras) Pero estaba seguro, que así protegería a su niño
-te amo Yugi ..fueron sus últimas palabras..
Pero el demonio se dio cuenta, del plan del faraón, pues el rompecabezas brillaba –ni lo creas. Jamás dejare que hagas un agujero negro
(“Según los agujeros” solo absorben las cosa malas, y después el alma o cuerpo del que lo invoco)
-lo lamento, pero ya lo ice, y nada lo detendrá.
En medio de la habitación, un agujero había aparecido. Y los Bakus, comenzaron a ser absorbidos. Pese a que no se encontraban cerca del lugar. El poder del agujero era tan inmenso, que la distancia no era un obstáculo.
-tal vez elimines a mi ejército, pero recuerda que sigo siendo un Baku de sangre pura. Tal vez me hallan quitado mis poderes, pero aún así...
El demonio se calló, pues la sonrisa del faraón; no le agrado en lo absoluto.
-de que te ríes ..reproche él rubio..
-no es ovil de ti... yo jamás me arriesgaría tanto, si no tuviera la seguridad de que eses agujero te va a llevar.
Tal vez no físicamente, ni espiritual. Pero si estoy seguro que al final, se llevara todas las costra e maldad, que forman tu demoniaca existencia.
Con disimulo, el gobernante logro robar la espada, que sostenía el rubio. Y con la fuerza que había guardado, el mayor, aventó al menor. Y así el rubio, quedo tendido en el suelo. Mientras que lentamente, sentía cono se desvanecía.
-estás perdiendo tu forma, y el control de ese cuerpo. Muy pronto desaparecer. Pero tu alma sigue pegada, a la del pastor; y no puedo dejar, que te la lleves.
Atem se dispuso a usar la desventaja del demonio, tal vez él estaba herido de muerte. Pero el rubio, estaba más que débil. Pues se estaba convirtiendo en una piltrafa.
Con dificultad, el demonio se arrastraba. Más en eso, el ser de las tinieblas, decidió jugar con algo puro.
-Yugi... ..exclamaba con dolor y sufrimiento. Pero utilizando la voz del pequeño pastor. Jugando con los sentimientos del pecadillo..
-Yugi... ayúdame.
El pequeño que estaba paralizado, salió de su enfoque y solo pudo observar, como su tío, quería acuchillar al rubio.
-yugi... ayúdame... tu tío, quiere matarme, para que seas suyo. Él quiere destruir nuestro amor.
De los ojo del pecadillo, lagrimas corrían. Y vino a su mente, la historia de aquel joven de cabellos blancos.
-ustedes destruyeron mi hogar, me violaron, y todo porque querían nuestro oro...
La mente de Yugi estaba confundida, pero no por su cuestionamiento, sino porque el demonio, dentro del cuerpo de su madre, lo estaba hechizando. Asiéndolo creer, otra cosa muy diferente.
-¡detente!... ..grito el pequeño.. No lastimes a Joey. Joey es lo más importante para mí.
Atem, escucho los gritos del pequeño, y giro su rostro, para poder mirarlo.
Su pecadillo estaba llorando. Pero a eso no le dio importancia. Porque sus ojos, solo miraban al demonio, detrás de él; el cual estaba lavando la mente del pequeño.
-Yugi... mi amor ..decía el demonio, dentro del cuerpo de su madre.. Lucha por tu amor... Mata al faraón, no dejes, que te separe de tu Joey.
La mujer, dio al pequeño una daga –córtale la garganta. Así se desangrara, y no podrá encerrar a tu Joey. En ese mundo de sombras. El no hará nada, para detenerte, pues te ama, más que a su propia vida.
La mujer miro al faraón, con una sonrisa pícara ¡más burlona que nada!... La mirada qué el demonio, lanzo sobre el gobernante, era de ¡te gane! ¿Qué piensas hacer ahora?
El pequeño camino unos pasos, resoplando con fuerza, ya que sentía sus piernas temblorosas y su respiración ahogada...
El joven gobernante, solo podía mirar, como el pequeño se aproximaba a él; sin saber qué hacer. O como explicarle, qué esa situación, no era lo que parecía...
-Yugi... ..exclamo el faraón con el tono más suave del mundo.. Yo jamás, te quitaría a tu gran amor.
El pecadillo, continuo con su andar. Su mente estaba tan confundida, que no lograba razonar, las palabras de su tío.
-¡Detente enano!... Entro en su mente, esas dos simples palabras, que rompieron el trance, en el que se encontraba...
Yugi parpadeo y movió la cabeza. Y repentinamente, sintió el cuerpo de alguien sobre si...
-Apresúrate y alzo ..grito el visir; que sujetaba al pequeño..
El faraón miro a su primo, y sin más contratiempos, alzo la espada por lo alto; para así ensartarla en el cuerpo del demonio.
Pero cual fue la sorpresa, qué se llevó el faraón, al parpadear, y observar. Que el que había apuñalado, era a su hermoso pecadillo.
El pequeño tosió sangre. Y desconcertado, el faraón soltó la espada retrocediendo unos pasos.
-Yugi, ..dijo incrédulo... ya que no encontraba un explicación.
Con detenimiento y confusión, él gobernante, roto su rostro. Hacia donde, se encontraba su prime. Y topándose, con la cosa más perturbadora. Observo a su primo en el suelo. Cubierto de sangre, y a su lado; a su hermana.
El demonio, le había cortado la garganta. Y con Seth, estaba tan débil. Qué tal vez no pudo defenderse.
El joven, cambio de dirección y volvió a ver a su amado niño. –Yugi ..se escuchó, con dolor y ronques, dejándose derrumbar, después de estas palabras.
-NO!... dijo en cabizbajo... No... Yo, yo, te amo.
Atem tomo en brazos al pequeño; en espera de que este, aun siguiera con vida. Mas los ojos cristalizados del niño, contaban o decían, lo contrario.
El faraón suspiro, y solo sonrió –te amo... Y quiero que lo recuerdes bien; porque en la siguiente vida, te are mío, quieras o no...
Con delicadez, el joven beso la frente, del ya asiente cuerpecito. Lo recostó y se levantó, con más dificultad... tambaleándose y sangrando, por todo los poros de su cuerpo.
El demonio rubio, que no se encontraba, tan lejos. Mostraba una sonrisa burlona –Parece que ya está frio su cuerpo ..rebuzno, mientras se mofaba..
Con tranquilidad el joven amo, contesto... –Yugi estará bien. Muy pronto rencarnar, y yo estaré, cerca de él. Por qué RA, me premiara, por mi sacrificio.
Atem sujeto el puñal, que traía el pecadillo. Era irónico, matar al demonio, con su propia arma. Pero este pensamiento, no pazo por su mente.
-¡Estúpido!... deberías, dejar que el agujero me trague completo. Así el alma del rubio, no renacería. Y en la siguiente vida. El enano, será todo tuyo...
Atem rio –Tal vez esa sea la mejor opción. Pero si lo hago, a Yugi siempre le faltara algo en su interior. Todas sus venideras vidas, serán de esta manera; y jamás tendrá, la dicha completa...
El demonio se tiró una carcajada, mientras sentía el puñal, en su corazón. Una vez que el faraón, estuvo seguro, que el demonio no despertaría. Cerró sus ojos, y dejo que su alma descansara... “¡Con la fe!” de rencontrarse con su pequeño pecadillo...
Fin...