Capitulo: 8
-ya basta pequeño…, solo estas consiguiendo que me ponga ansioso, las últimas palabras las susurro en el oído del hermoso chico, pero este solo se estremeció y con sus brazos, aventó al moreno. Lo cual no tuvo resultado. Ya que el bien formado pecho del hombre era fuerte y él pequeño ovejero no tenía la suficiente fuerza como para separarse de él.
-jajaja! El moreno, soltó al rubio y dio media vuelta. Joey solo miraba inhóspitamente al mayor...
-No puedo creer, que seas tan tonto... como para creer, que yo quiero algo contigo.
-eres tan ingenuo. Pero bueno, tuviste la reacción que yo esperaba. Digamos que esto fu un pequeño experimento.
Joey seguía callado, mirando como él moreno comenzaba a caminar. –Pero que le sucede a usted. Por qué se comporta, como un niño...
Los fieros ojos de Seth, eran oscuros. Al ser llamado inmaduro o infantil. Pues su ego o persona estaba en cuestionamiento.
-me da igual lo que pienses. En realidad, toma ese beso, como mi cobro, por mi magnificencia generosidad. Ya que te he traído aquí, porque mi primo ha preguntado por ti... Le he dicho, que estabas en mi palacio.. Pero estoy seguro, que muy pronto se dará cuenta, de la mentira que le he dicho, para salvarte.
Seth, comenzaba a mover sus piezas, en el juago. Si planeaba quedarse con el perro ovejero. Tenía que preparar su estrategia a la perfección
Joey por su parte, sabía que el faraón estaba “interesado en él”; y si era el esclavo del sumo. Era obvio, que estuviera cerca de él.
-yo!.. –contesto-, con algo de miedo en su cara. Miedo que era muy satisfactoria, para Seth.. ya que mientras más miedo, le tuviera al soberano, más fácil sería manipularlo, a su antojo.
-Tranquilo, mi primo no te ara nada, mientras piense que eres mío. Así que, fingiremos que era mi esclavo. Te daré un trabajo, te pagare por tus servicios. Y mi primo pensara que eres mío. Cuando el pierda en interés en ti, te podrás ir
La oferta de Seth, era muy buena... pero... tenía que pensarlo. Dejar su vida, en los prados y a sus amados animalitos.......... ...... .... ...
-y si le decimos a tu primo que me diste mi libertad.
El plan de Seth, era perfecto, tendría al perro pastor cerca. Pero ahora salía con esto; -¡no!, ¡si mi primo descubre, que eres libre! Ira por ti, y él realmente te ara su esclavo. Y muy bien sabes para que te usara...
El moreno, era superior mental mente. Bueno eso era obvio, pero sentía que le faltaba un poquito más, a su espontaneo plan... ¡chantaje! –Grito su interior-
El rubio sintió un escalofrió, por todo su cuerpo.. No quería perder su libertad, pero algo extraño estaba pasando aquí. Esos ojos azules, parecían impacientes, como decíoslos de algo.
-por qué me está ayudando. ¡Bueno lo que pasa, es que usted!... no tendría que molestarse, tanto por un simple extranjero.
-Bueno necesito una niñera, para mi hijo. –dijo burlonamente el visir, pues su hijo era muy auto suficiente- Y pensé que eras adecuado. Tu cuidad ovejas. Qué tan difícil, puede ser cuidar a un niño. Además de que sí mi primo, descubre, que le he mentido. Es capaz de cortarme la cabeza...
-pero... ... pero, pero
La mente se Joey, estaba revuelta, y esto estaba desquiciando al sumo
-ya estoy cansado de tus peros.. Tú mismo lo has dicho, soy muy importante, como para, perder mi tiempo contigo. Piensa que, no solo tú corres riesgo. Sino mi propia cabeza está en juego. Y puede, que hasta la de mi hijo.
Cedió media vuelta y comenzó a caminar con lentitud. Estaba 100% seguro que, el perro sedería con chantajes. 3... 2... 1 –espere!... espere...
Joey corrió hasta, al cansar al visir; -por favor espera.. Yo, yo...
El rubio, no quería, que nadie fuera lastimado, por su culpa. Y mucho menos un niño, que no tenía, vela en el asunto
Pero cuando el cachorro, trato de hablar. Para dar las gracias. Se dio cuenta, de qué, había perdido su aliento, y Seth lo noto. Y para facilitar las cosas, contesto por él...
-Empiezas hoy... mi hijo se encuentra en el palacio del soberano.. Tienes que alistarlo, para la ceremonia de medio día...
Así sin más, él sumo se fue y dejo a Joey solo... “aparentemente”
(Pero con rapidez)
-Hola.. Dijo el aprendiz de sacerdote. Mi nombre es Reht.. Y voy para el palacio, si quieres, te puedo enseñar el lugar y presentar al niñito. Él es algo caprichoso, pero es lindo, cuando te ganas su confianza. Se puede decir que tiene un carácter, parecido al del padre.
Joey sin espera, asintió y comenzó a caminar con el joven de pelo morado. –oye, espera... yo quiero saber si mi amigo Bakura, puede venir, con nosotros.
Bakura, que se encontraba un poco más lejos, había escuchado y observado todo. Pero se sintió, extraño a la petición de Joey.
Reht, solo miro al chico de cabello blanco, y luego al rubio. –¡para que quieres que venga!...
-¡Bueno, fácil!. Todos los demás, no han salido.. Y si Bakura se queda aquí, puede que le pase lo mismo. El chico de cabello morado, miro unos papales, que tenía entra su brazos. -m.. parece que ya está completo, el sacrificio... Supongo que este chico, ya no sirve de nada. -pensó, y luego hablo con los chicos-
-¡claro, tu amigo, puede venir con nosotros!..
Bakura, se sintió aliviado. Ya que por un momento, se había olvidado de los desaparecidos. Y si no fuera, por su nuevo amigo. El también sería uno de ellos..
Seth, aparentemente se había retirado. Pero desde una ventana, observaba al perro pastor... estaba seguro, que muy pronto, él rubio sedaría cuenta, de sus planes. Pero esperaba que fuera tarde, cuando este, ya lo amara o deseara..
-eres mío perro.., -Seth sonreía con arrogancia-. Se sentía tan victorioso, que estallaba, en felicidad.
Pero algo que no le agradaba, era. Que todo había sido tan rápido. Ni cinco minutos, había durado la conversación. Mas en fin, por cuestiones, de trabajo. Llevo al perro a su palacio, en esas condiciones...
-amo.. dijo una sirviente de rodillas; que sostenía un pergamino, por lo alto..
Seth fulmino a la esclava y arrebato el pergamino. -¡largo!.., gruño. Y comenzó a leer el documento.
...En eso...
-me buscabas.., decía él joven de ojos agua verde. El cual terminaba de llegar, de la pirámide abandonada..
-¡si... te buscaba!... para decirte que eres, una asquerosa basura.
Seth, sonaba tranquilo. Pero Duke se sentía, descubierto y vulnerable.
-a... a..., a que te refieres.. -pregunto él chico, con miedo es su tono-
Con una mirada asesina, seth le contesto. – ¡te haces, o Qué!... Tú sabes perfecto, a que me refiero...
Duke lo analizo por unos segundos, pero no lograba comprender. (¡Y!... qué tal, ¡sí!... él sumo, ya sabía todo). Más él chico, permaneció callado.
-parece que tu silencio, lo dice todo. Pero ya no hay, de que preocuparnos. Yo ya he, solucionado todo. Ya tenemos a más de 100 sacrificios vírgenes, para este medio día...
Duke estaba sorprendido. Al escuchar, las palabras del sumo. –¡Qué!.. Pero, pero, No... Seth, eso es una locura.. No podemos, sacrificar a tantas personas. Son... son... son muchas, e inocente. Debe a ver, otra forma.
El moreno menor, se sentía destrozado. –más almas inocentes.. Dijo en un pensamiento –no por favor. No quiero ser un demonio.
-No seas estúpido. Tú sabes, mejor que Nadia, que para una sucesión. Se necesitan, muchos sacrificios; además, todos son extranjeros. Y nuestro soberano, ya lo ha decidido. Yo solo cumplí, con mi deber. (Seth. Busco a los sacrificios (entre ellos también a Joey)... y los alisto para el altar (menos a Joey, jajaja)). Y mi deber es alistar todo, para la sucesión.
Cada sacerdote, sabe qué hacer; mientras los poseedores de los artículos, estén en trance.
Ya solo faltas tú.. Y he decidido; qué cómo eres, el sacerdote de Anubis. Tú destaces, a cada virgen... ¡Apuesto!, que tu amo se complacerá, con este hecho. (A Anubis.. le guasta la muerte. ¡creo!)
Con las últimas palabras, Seth abandono la habitación. Dejando a Duke, en shock.
-este es mi castigo. Por no saber, esperar mi otra vida.. –mascullo en silencio- -Estoy seguro, que te volvería a encontrar. Amado mío
Duke, cerró los ojos y trato de recordar. El delicioso, calor que Tristán le brindaba, en vida..
-te amo.. Susurro, mientras habría los ojos. Pero esta vez su mirada, había cambiado, por una de venganza. –te amo. Pero esa cosa, no eres tú. Porque tú siempre fuiste bondad. Y esa cosa solo quiere, sangre y maldad. Pero yo lo detendré....
Duke, había tomado la determinación para el rito. Mataría a esos extranjeros, y salvara a su pueblo. Así que sin demora, el también dejo la habitación, para comenzar, su arreglo personal. El arreglo de un sacerdote, era muy minucioso; era prácticamente un protocolar sagrado.
Nota:(Cuando los dioses no te perdonan, te conviertes en un demonio. Y Duke estaba más que listo, para ser uno de ellos. Pero antes defendería la vida de su amado reino. Así como lo había hecho su Tristan)
El medio día se acercaba, y Yugi seguía dormido... su cara era todo paz, que nadie se atrevía a despertarlo; incluyendo a su propia madre.
-mi amado nene –decía amorosa mente la mujer, que acariciaba el cabello del pequeño- Te amo tanto... que todo lo que quiero, es que seas feliz.
La mujer se levantó de la cama, y metió una carta de bajo, del almohadón, que sostenía la cabeza del pequeño...
-Te amo.. -termino de decir, mientras salía de la recamara...
En eso él pequeño despertó. Se sentía extraño, adolorido. Y fue entonces, que recordó lo pasado, del día anterior.
-¡es verdad, la oveja me golpeo!... -moretones corrían por todo su cuerpo- parecían chupetones, o mejor dicho marcas de amor.
Yugi se dispuso, a entrar a su baño. Pero un olor conocido, lo impidió. –m... m. huele al perfume de mi madre. Pero eso es imposible. Ella está muy enferma, como para pasearse, por el lugar.
De prisa y corriendo, Yugi decidió cambiarse de ropas. Pero dentó de su corazón una punzada, se presentó.
-¡Mamá!.. dijo y salió corriendo, rumbo al cuarto de sus padres. Un presentimiento turbio le decía que fuera con ella.