(V)
Las clases se le dificultaban a Albafika un poco, se alejo bastante de los demás y muy pocas veces le hablaba al maestro, los demás alumnos lo veían como un arrogante, y eso era demasiado para ellos, después de todo el era el retrasado que apenas estaba en quinto grado, además de que escucharon tenía una enfermedad por lo que aprendía más lento.
-Ey pásalo por acá.
-Dámelo… -Albafika no sabía a quién perseguir, no los podía golpear.
-Por acá.
-Tarado de este lado.
-¡Ya dénmelo!... –Se tropezó en un charco.
-Toma taradito. –Le había quitado el silbato para molestarlo, el chico se lo arrojo al piso, Alba lo tomo y se levanto mojado y con lodo.
Manigoldo vio como estaba al recogerlo, con lodo en la ropa, eso ya era preocupante, no podía pasar por alto que estuviera así, esos días del cambio de grado estaban siendo pesados, debía abrirle un espacio para hablar los dos sobre lo que le pasaba.
-A bañarte Albafika.
-Yo lo hago solo.
-Ve a bañarte rápido.
-… Sí…
Albafika camino, pero se quejo de un dolor en el costado, la respiración se desregularizo y Manigoldo lo atajo, Albafika se puso pálido de inmediato, se sentía mal, le dolía algo, solo se quejaba con el abrazo de Manigoldo y lo intentaba quitar, Manigoldo no sabía que tenía, Albafika no le decía.
-No… No, suéltame… -Albafika apartaba las manos de Manigoldo que intentaban quitarle la ropa para que se bañara. –No Manigoldo…
-Albafika nunca te pones así, ¿Qué tienes?
-No… no me la quites…
-Ya, deja de mover… te… -Logro quitarle la playera y vio muchos moretones, uno muy grande en el costado debía ser la fuente del dolor tan repentino de Albafika. -¿Qué te paso?
-… -Albafika estaba asustado.
-¿Cómo te hiciste esos moretones?
-Me caí en un charco…
-Albafika si te están haciendo algo dímelo, esto no es solo por caerte en un charco. –Le quito el pantalón y encontró moretones de patadas. – ¿Albafika te duele?
-¡HA!... –El grito fue exagerado, pero Albafika era muy sensible cuando se golpeaba. -¡!...
-No te preocupes.
Después del baño Manigoldo hablo con Albafika, este le dijo que lo golpeaban, cosa absurda ya que era un adulto, pero, como Albafika entendía era más grande no se defendía, y dejaba que le lastimaran, ya que tampoco entendía que era lo que ocurría, ni que le estaban haciendo daño con intención.
Ya tenía una semana en ese salón y las cosas no iban muy bien, en casa comía muy poco, estaba irritable y triste, en la escuela le decían a Manigoldo que Albafika odiaba a sus compañeros porque no les dirigía ni la palabra o les miraba, incluso empujaba a algunos cuando intentaban acercársele.
-Muy bien antes de que se vallan. –Miro al lugar de Albafika, lo regaño por no obedecerle para pasar a la pizarra a resolver unos problemas y él lloro de nuevo.
-¡Hay maestro!
-Tengo una tarea que encargarles, quiero que me investiguen un tema de su interés, que sea de alguna enfermedad o sobre la naturaleza, es libre.
-¡Sí maestro!
-Albafika ya es hora de salir.
-…
-Tranquilo te acompaño afuera. –Le extendió la mano pero Alba no la tomo. – ¿Albafika qué tema escogerás?
-¿Disculpe Alba esta aquí?
-Sí, aquí esta.
-¿Hermanito que tienes?
-Perdone creo que es mi culpa, lo regañe por no querer pasar al frente.
-No se preocupe... Alba vámonos.
Manigoldo camino con Alba a un lado abrazándolo, sus gimoteos eran tiernos, pero no podía consentirlo, aunque primero lo calmaría. En la casa Albafika solo guardo silencio, el maestro le comento de la tarea y Manigoldo tenía que ayudarlo a investigar sobre algo pero no sabía cómo quitarle esa tristeza de la carita que lo estaba matando.
-Albafika cuéntame que paso.
-…
-Vamos dime, no me voy a enojar te lo prometo.
-Es que me jalaron el cabello… y yo les empuje, no quería que te enojaras… además nada me sale bien y siempre me pegan.
-Alba no me voy a enojar, pero por favor, tu solo te estabas defendiendo, pero ten más cuidado en como reacciones, solo diles que no te gusta o que por favor no se te acerquen.
-Sí. –Albafika asintió enérgico pero con lagrimitas nuevas en sus ojos, no era suficiente eso.
-Bien y de que quieres hablar a tus compañeros mañana. –Sería difícil darle tantas opciones a alguien con SA, pero debía decidir por él mismo.
-Yo… -Se lo susurro al oído. –Manigoldo sabes mucho, ayúdame.
-Bien te ayudare.
Manigoldo le ayudo a investigar, Albafika se intereso en ello y quería explicarles a su modo a sus compañeros, pero como era mucha información le hiso un resumen para tratar el tema de forma que entendiera él y los demás con algo simple.
-Ahora es turno de Albafika, vamos Alba pasa al frente.
-Yo… -Se levanto con cuidado y camino al frente se tropezó con sus propios pies y los demás se rieron, también para hacerlo sentir mal y ponerlo nervioso.
-¿De qué nos hablaras Albafika?
-Am… -Necesitaba calamares, Manigoldo le pidió respirar e imaginar que él lo miraba, y así lo hiso.
-De seguro el tonto no hiso la tarea…
-Ajan… -El maestro escucho eso. -Albafika.
-Yo quiero hablarles de un tema que tiene que ver conmigo… -Saco un trozo de cartulina que Manigoldo le dio como ayuda. –Yo tengo 21 años, pero mi mente es como la de alguien de 8, y pasa porque yo tengo… As… Asperger…, jamás he tenido amigo o padres, ellos no me cuidaron de pequeño porque se les hiso muy difícil debido a mi síndrome, mi primer palabra fue a los 20 años gracias a Manigoldo mi doctor, yo no puedo hacer muchas cosas que ustedes si pueden y les son fáciles como jugar con una pelota, o atarse las cintas, de hecho decirles esto me es difícil y Manigoldo me ayudo a escribirlo:
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
El SA es una discapacidad que en algunos aspectos es parecida al autismo.
La gente con SA normalmente parece normal. Tienen dificultades en las
Áreas de comprensión social y la comunicación social. Ellos pueden parecer
Rudos, arrogantes y torpes y su comportamiento puede ser raro, excéntrico
E impredecible.
El SA puede afectar a todas las clases sociales y en diferentes grados de
Inteligencia, desde aquellos que tienen dificultades de aprendizaje
Moderadas a aquellos con una capacidad límite. Por favor, se paciente,
No pretendo ofenderte.
Las palabras de Albafika eran sinceras, estaba algo nervioso, por lo que se fue a sentar de inmediato término; los demás alumnos se habían quedado muy interesados en lo que dijo, y algunos se sentían mal por pensar que era un bruto y arrogante, quienes le jalaron el cabello hacía varios días y recientemente en el almuerzo se le acercaron.
-Albafika.
-… -No les miro estaba un poco molesto con ellos.
-Perdónanos por jalarte el cabello.
-Los perdono.