(II)
Pandora tenía que ir a los invernaderos ya que surgió un problema con el teléfono y no pudo llamar, el pedido era para una boda por lo que era muy urgente asegurarlo a tiempo para que no llegara con algún retraso. Se dirigió al invernadero en su auto con calma, se preguntaba si lo encontraría, de ser así no tendría mucha relevancia; Pandora era acompañada por Sasha que insistió en ir, ya que Pandora era muy amable, pero en ocasiones se molestaba por cosas como esa de no tener a tiempo los pedidos.
-Necesitamos 12 docenas de rosas rojas y 12 de blancas, mas… -Pandora hablaba mientras Sasha observaba a un lado, logro ver a Albafika caminando a uno de los invernaderos desde donde estaban. –Sasha ya nos vamos.
-… a claro Pandora.
-¿Qué tanto veías afuera?
-Vi a Albafika caminando a un invernadero. –Estaban saliendo de la oficina. –Me pareció extraño que…
-Mira allá va.
-Albafika, ¿a dónde vas? –Albafika volvió el rostro y las observo, se acerco un poco.
-A… a mi casa…
-¿Te podemos llevar?
-No yo me voy solo. –Curiosa actitud, Sasha se empeño más en acompañarlo ante la respuesta.
-Vamos solo un tramo te acompañamos.
-No así estoy bien.
-¿Albafika de quien era la tarjeta que se te callo el otro día? –Pandora cambio la charla.
-Mía… tengo asperger y a veces las personas que no lo saben me tratan mal. –Albafika volteo el rostro a un lado, parecía fastidiado, las mujeres solo pensaron que posiblemente lo estaban molestando o incomodando.
–A ahora veo.
-… me voy a mi casa.
-Te acompañamos Albafika.
-Que no. –Se dio media vuelta y se fue caminando.
Ellas lo siguieron despacio en el auto, les daba mucha curiosidad, querían conocerlo, después de todo estarían viéndolo en su tienda en varias ocasiones muy posiblemente. Lo vieron ir al parque y sentarse un momento, después se puso en pie y camino por las calles, vieron que se tropezó varias veces, querían bajarse a ayudarlo, pero podían asustarlo si sabía lo seguían.
Albafika llego a una casa en un barrio muy bueno, la casa se veía como la de alguien que gana bastante bien, por lo que no era coherente que trabajara en un invernadero, a menos de que tuviese dos trabajos, aun así no les parecía muy certero eso. Lo vieron entrar a la casa, las luces se encendieron y su silueta se dibujo en una de las ventanas, ellas observaron que se acostó seguramente en un sillón, bajaron del auto para escuchar pero se escucho música, normalmente alguien encendería la televisión pero al asomarse por una hendidura de la cortina vieron la televisión apagada a Albafika acostado sin hacer ningún movimiento y el reproductor de música encendido.
-Vamos hay que volver al auto… -Pandora movió a Sasha. –Vamos… -Unas luces aparecieron en la calle, solo atinaron a esconderse en los arbustos.
-Mira se está estacionando aquí.
Vieron como la persona aparco el auto, de este salió un hombre alto, no se veía con una cara muy amable, así que cuidaron no ser vistas, el hombre llevaba un portafolio negro en su mano y lo que parecía una bata de medico en el hombro. Lo vieron abrir la puerta con calma y cuando la puerta se abrió Albafika le santo encima colgándose por completo.
-Alba… ¿Albafika qué pasa?
-Qué bueno que regresaste.
-Así… como te fue en tu día Alba, recuerda que me dices me contaras pero terminas dormido y no dices nada al final.
-Bien… muy bien.
Ellas se sorprendieron Albafika vivía con alguien, era sorprendente por lo que veían y se veía muy feliz, a diferencia de cuando ellas hablaron con él.
-Me voy a caer Albafika si no te bajas.
-Bien… -Albafika se le quito de encima, Manigoldo le palmeo la cabeza y Alba solo no dijo nada.
-Vamos a cenar hermanito.
¿Hermanito? No se parecían en nada, como podían ser hermanos, era cierto que los hermanos en ocasiones no se parecen pero no era posible, simplemente no lo era, ellos no lo podían ser.
-…
-¿Alone?
-…
-¿Hades?
-Mande, ¿Qué quieres?
-Te sientes bien o algo te duele.
-… Sabes que me duele la cabeza…
-¡!... ¡Tienes fiebre!... –Se escucho la puerta de entrada.
-Mmm…. Me duele hermana… -Pandora ayudo a su hermano a caminar y se asomaron a la entrada, vieron a Albafika.
-Buenas tardes Albafika.
-¡Me duele!...
-¿Qué tiene? –Albafika no supo si hiso bien en preguntar, pero se veía mal.
-No te preocupes, diles que la puerta ya está abierta, Sasha se encargara, yo debo ir al hospital.
Albafika aviso a sus compañeros, y se quedo pensativo, se veía muy mal el chico, pero no era su asunto así que no dio más rodeos.
-listo, gracias Albafika.
-… -Asintió levemente.
-Dime Albafika ¿Qué pasa?
-¿Qué tiene el hermano de Pandora?
-O… Alone está enfermo, le duele la cabeza constantemente y se pone muy grave.
-… -Albafika se quedo viendo un punto muerto. –Me voy.
-Ten lindo día.
Después de una semana Albafika volvió al local, pero esta vez no por trabajo, parecía que estaba de paso, y lo acompañaba una persona, Manigoldo lo acompaño dar un paseo y Albafika quiso entrar ahí, le dijo que era el local al que lo mandaba en las entregas.
-Buenas tardes… -Pandora miro y se quedo callada, era el hombre que vivía con Albafika.
-Buenas tardes. –Manigoldo respondió, Albafika se arrimo a Pandora y miro a Alone que estaba sentado pálido detrás de ella.
-¿Cómo esta? –Manigoldo se sorprendió por ver que preguntara por otra persona así naturalmente.
-… Está bien, muchas por gracias preguntar Albafika. –Ella no pensó que le preocupara.
-Alone… ¿Cómo te sientes?...
-Bien, muchas gracias Albafika. –El muchacho se sintió feliz de ello, pensó que Albafika no les hablaría.
-¿A que debemos tu visita?...
-Albafika hola ¿Cómo estás?
-… -Albafika se hiso para atrás un poco por la sorpresa. –Sasha… Bien…
Manigoldo no podía creerlo, Albafika tal parecía que poco a poco se estaba relacionando con más personas, eso era magnifico, al fin Alba se estaba adaptando a su nueva vida y se acercaba a mas personas por su propia cuenta.
-¿Y quién es tu acompañante?
-Yo soy el hermano de Albafika. –Manigoldo abrazo a Alba y este se pego como si nada.
-Son hermanos.
-… -Albafika se le quedo viendo a Manigoldo y este asintió.
-Sí…
-Alone que bueno que estas bien. –Alba lo interrumpió.
-Gracias por preguntar Albafika.
-¿Que les parece si cenamos juntos señoritas, joven?
-A no podríamos… -Pandora no sabía porque hiso tal ofrecimiento.
-De verdad, nosotras no podríamos, ya debemos ir a nuestras casas. –Sasha tampoco sabía si aceptar.
-Vamos, no se pongan así, solo es una invitación. –Manigoldo se estaba portando como normalmente, y eso las asustaba, algunos médicos se preguntaban cómo era que trataba con niños si tenía cara de asesino en serie.
-Por… por… por favor… -Albafika les pidió, casi no pide las cosas así, Manigoldo seguía viendo ese gran avance, y quería ver que más, por eso las invito a cenar, así sabría que tan fácil o difícil se le estaba haciendo convivir con las personas de fuera.
-… -Pandora miro a su hermano que sonrió, después a Sasha y ahí tomo su decisión. –Está bien.
-Bueno señoritas, que les parece si nos vamos ya, así podemos ir a cenar a alguna parte.
-Claro, encantadas. -Sasha se adelanto a Pandora ir a cenar a un lugar, normalmente no lo hacían y menos por Alone.
Salieron, ellas ayudaron a Alone a subir al auto de pandora, y Manigoldo fue por el propio que estaba a unas calles Alba lo espero en la acera. Cuando llego se bajo y llevo a Alba al asiento del copiloto, le abrocho el cinturón y después volvió a subir, ellas vieron la acción, Albafika era lo suficientemente grande para hacer eso solo. Siguieron a Manigoldo hasta un restauran normal, ellas jamás habían entrado, pero bueno, su anfitrión las guio ahí, ayudaron a Alone a bajar y se acercaron.
-Bien por aquí señoritas. –Manigoldo tomo la mano de Alba y este les indico seguirles a los demás; se sentaron al fondo y ordenaron.
-Ustedes de verdad…
-Albafika. -Manigoldo le sujeto la mano, se veía ansioso, debía ser por la experiencia nueva de compartir mesa. –Yo cuido de Albafika, no es mi hermano, yo soy su tutor legal.
-… - Todos guardaron silencio, Albafika no les prestó mucha atención.
-¿Usted su tutor, Albafika no es muy grande para ello? –Alone no s guardo su duda.
-Yo cuido de él desde que lo encontré en un hospital abandonado, arregle todo con sus padres que ya no querían problemas, ahora vive conmigo.
-Pero es solo que…
-Yo no sabía hacer nada, es que aprendo muy lento… Manigoldo me enseño a hablar. –Hablo con mucha naturalidad.
-¿Dice la verdad?
-Sí, Albafika no sabía hablar, comer o vestirse solo a sus 20 años, pero como lo ven ahora está bien.
Maravillosa historia, Manigoldo se explico en pocas palabras lo que paso con Albafika, Alone, Pandora y Sasha se maravillaron de cómo Albafika después de no poder hacer nada por 20 años ahora tenía un trabajo y se valía por sí solo.
-Jamás pensamos que Albafika tuviese una vida así. –Miraron que Albafika se había quedado dormido sentado, igual Alone.
-¿Qué me dice usted, veo que tiene problemas?
-A… si, Alone es mi hermano pequeño, está enfermo… -Albafika despertó un poco.
-¿Qué tiene Alone? –Alba pregunto.
-Tiene doble personalidad, hay días que es Hades, y otros es Alone, curiosa distorsión de su realidad ya que se llama por los dos nombres, Hades Alone, pero su mente fracciono los nombres, uno para cada personalidad.
-Parece ser que no es el único problema. –Manigoldo atajo a Albafika que se arrimo con él, Albafika se había recargado con Manigoldo, se veía cansado.
-Hades sufre de dolores de cabeza muy fuertes por la pelea que Alone hace para ganar terreno, y Alone ante el sufrimiento intenta quitarse la vida constantemente.
-Sera mejor irnos, ya se ven muy cansados. –Alone estaba recargado en el hombro de Sasha ya dormido y Alba igual se durmió en los razón de Manigoldo.
Ambas partes se subieron a los respectivos autos, Manigoldo acomodo a Albafika con cuidado, y después ayudo a las mujeres a subir al chico al de ellas, parecía que recientemente se había cortado las venas, se veía pálido, en extremo, debió perder bastante sangre.
-Manigoldo… -Albafika se estiro para despertarse, se tallo los ojos y busco por todos lados, estaba solo en su cuarto. -¡Manigoldo! –Albafika se levanto, aun era de madrugada, pero oía a Manigoldo despierto, así que salió a buscarlo.
-¡Albafika cuidado!
-¡Ha!... –A Manigoldo se le cayó un vaso y los vidrios estaban en la pasada a la cocina, Albafika acababa de pisarlos. –Manigoldo y yo soy el torpe… -Le dijo mientras se apartaba de ahí, pero se la clavaron algunos en la planta del pie, así que no podía pisar, Manigoldo se acerco y lo cargo. Lo llevo a la habitación de regreso y sentó en la cama, Alba lo vio ir al baño por las cosas del botiquín. –¡No, no, no, no, no, no!
-Albafika es para limpiarte las heridas.
-No, no, no, no, me va a doler…
-Cálmate. –Manigoldo arrimo un recipiente pequeño con agua para limpiarle y alcohol, a un lado puso unas pinzas para quitar los vidrios. –Tranquilo.
-¡Manigoldo me va a doler!... ¡Ha!...
-Albafika… -Manigoldo detuvo la patada y le jalo el pie para poder curarlo. –Ya tranquilo.
-… ¡!...
Albafika daba brinquitos mientras Manigoldo quitaba los vidrios que se quedaron en sus pies, después Manigoldo limpio con cuidado, viendo que Albafika no quería le doliera mucho. Terminado todo le vendo las plantas y lo dejo en la cama sentado.
-Manigoldo… no te vayas… -Se quiso caminar pero nada más piso le dolió el pie. –Aww… me duele…
-Solo voy a guardar esto, no te pares.
Manigoldo lo cuido el resto del domingo, Albafika no podría caminar unos días, y el siguiente día tenía que trabajar, tendría que pedirle permiso de faltar y el igual.
-Manigoldo. –Lo jalo del brazo, Albafika no lo quería lejos.
-Albafika que te pasa, tú no te portas así.
-Manigoldo es que… -Albafika se volteo a otro lado. –No quiero que me dejes solito… -Estiro los brazos, se estaba portando muy raro, Manigoldo lo abrazo ya que parecía era lo que pedía. – ¿Manigoldo que es la doble personalidad?
-Es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza porque la persona adquiere más de una identidad que controla su comportamiento. Cada uno de estos “alter egos” desarrolla su propia relación con la realidad. –Vio que Alba se perdió un poco, pero después de hacer una pequeña pausa siguió. -El proceso es involuntario y produce una ruptura en la unidad de la personalidad. La memoria asociativa se pierde; una vez se ejecuta uno de los “alter”, los otros desaparecen por completo.
Y así le fue explicando todo lo posible a Albafika que estaba atento a sus palabras, Alba si no entendía una palabra se la preguntaba y así se iba, incluso se quedo sentado largo rato sin acordarse del dolor de sus pies.
----------FIN DEL FLASH BACK----------