VISITAS (II)
Degel esperaba en ese silla, no sabía con que persona se toparía, pero debía estar listo, no dejarse engañar por alguien como ese rufián, el juego lo controlaba el. Por la puerta entro un tipo con un aire algo arrogante, se le quedo viendo de forma fría, Degel respondió con una mirada aun más fría.
-¿Krest?
-Sí ese es mi nombre, debes ser Degel, no te conozco ¿Qué quieres? ¿Alguien te envía por algún cobro?
-Yo no te conozco tampoco a ti, pero tenemos algo en común ¿Qué me puedes decir de Kardia?
-Mmm Kardia… Kardia… no, no recuerdo ese nombre. –En su ademan el cabello dejo de cubrir todo su rostro, tenía una herida que pudo haber hecho perdiera el ojo izquierdo.
-Tal vez te refresque la memoria esto. –Le mostro una foto de Kardia que le tomaron en el hospital. –El es Kardia.
-El mocoso… no es la gran cosa, no es nada, solo un juguete.
-¿Juguete?
-Sí, no sirve de nada, solo era nuestra diversión no es la gran cosa.
-¿Como lo encontraron? –Degel seguía en su actitud fría viendo con detenimiento.
-Kardia es un pago, su padre se metió con nosotros y no pudo pagar, a cambio nos entrego al mocoso, no nos opusimos porque era muy tierno y lindo.
-… -Se quito los anteojos y los puso en la mesa. –Kardia está internado en el hospital desde que tiene 13 años.
-Sí, por su culpa nos atraparon, ojala ese mocoso se muera ahí.
-Yo soy su médico, y de mi cuenta corre que viva muchos años.
-Mmm, y ¿qué quiere saber? ¿Lo divertido que era golpearlo? ¿Cómo gozábamos al violarlo y escuchar sus lloriqueos?
-Quien debería de estar en el psiquiátrico es usted no Kardia.
-Desde que nos lo dieron es así, sus padres apenas y le enseñaron a hablar y a comer, el padre de Kardia nos dijo “Traten bien a nuestro pequeño porque es especial”, y baya que lo era… Tan pronto te canse…
-Ya tengo lo que quiero, disfruta el resto de tu perdida vida en este agujero, yo hare que Kardia disfrute la suya afuera del hospital.
-“Suerte”
-Al menos preguntaron qué enfermedad tenia Kardia.
-Nos dijeron que tenía un problema del corazón, varias veces lo dimos por muerto después de estar con él, pero reaccionaba después de unas horas.
-No pregunte por eso… abusaste de alguien con capacidades diferentes, espero estés feliz por destruir la inocencia de alguien que no puede entender tu actuar.
Krest se quedo viendo a la puerta por donde salió Degel, capacidades diferentes, su difunto hermano era discapacitado, intentando salvarlo fue que termino ahí, Kardia también y le destruyo la vida cuando lo vio por primera vez. Quizá Degel logro más de lo que quería, una gota de arrepentimiento fue sembrada en ese criminal.
-Kardia mira lo que te traje. –Entro a la habitación Kardia dormía después de la comida, lo despertaría. –Kardia.
-¡HA!... –Kardia se alejo de él.
-¿Te gustan los dulces? –Kardia observo las manos de Degel, no sabía si tomarlos o no. –Tómalos.
-… -“Confía en el médico, ellos no te van a lastimar” esas palabras se las decían sus padres cuando iban al doctor, Degel llevaba bata blanca, entonces era doctor. -…
-Eso es. –Kardia acepto los dulces y dejo que lo tocara un poco. –Kardia.
-…
-Te gustaron. –Kardia no respondió. –Dame la mano, vamos a caminar.
-… No toques… -Aventó la mano de Degel y se levanto solo.
Kardia tenía dificultades motoras, y caminaba un poco extraño, Degel veía sus pies descalzos, tenían vendas ya que antes de llegar le informaron piso vidrios accidentalmente. Lo vio ir a la ventada pequeña de su habitación con barrotes y se recargo en el cristal, viendo el jardín del hospital.
-¿Quieres que te lleve?
-No… me regañan… n… no puedo salir… -Pensó por su aspecto que eras mas atrabancado, alegre y travieso, pero parecía un robot con esa actitud tan fría, aunque parecía un poco psicópata con la expresión que en ocasiones aparecía en su cara.
-Yo tengo permiso para llevarte, dame la mano. –Kardia tomo la mano dudoso, pero se acordó que le dio dulces y la tomo con fuerza.
Kardia se sentó en el césped, no se arrimaba a los otros pacientes, parecía encandilado por todo, era como si jamás hubiese salido.
-Kardia como te salís… te…. ¿Degel usted lo trajo?
-Sí, Kardia veía aquí ¿Es problema?
-Solo si le altera los nervios, pero mientras esté tranquilo es bueno. –Kardia se tiro en el césped viendo el cielo, se veía demasiado calmado.
Degel miro algunos de los pacientes, varios estaban ahí por estrés y querían evitar la locura, así que se internaban por voluntad. Pensó que Kardia ya estaba tomando confianza, y sería fácil charlar, los SA son personas muy platicadoras si hay interés.
-¡Hay suéltame vestía! –Miro y Kardia mordía a otro paciente; ese paciente tenía la manía de acercarse a los demás y abrazarles de sorpresa. -¡Vestía!
-Kardia suéltalo. -Lo agarro pero mordía con fuerza. –Suéltale el brazo. –Le apretó la nariz para que no respirara y abriera la boca. –Suéltalo ahora. –Lo consiguió.
-¡Me toco el cabello! –Los SA se perturban y angustian por esas cosas viniendo de parte de alguien desconocido o también conocido. –Me toco…
-Vete por favor… Kardia ya calma, se fue. –Su toque no ayudo en nada, lo altero más.
-No me toques, déjame…
Sedado fue como lo regresaron, no podía ser sedado de esa forma, era un joven SA no un loco cualquiera. Lo cuido después de ver a los otros pacientes; sabia la poca confianza que le hubo se fue abajo.
-… -Kardia se levanto.
-¿Kardia qué haces? –Lo vio aproximarse a él, su mirada iba en otra dirección, noto las mejillas rojas. –Kardia…
-… Ha…
-¿Kardia qué haces?... –Kardia lo beso, era un beso simple en la mejilla de Degel, pero no comprendía ese comportamiento; se detuvo a pensarlo un segundo, era posible se encontrara atrapado en un recuerdo debido al sedante. –Kardia cálmate. –Lo aparto y sujeto del rostro para verle bien.
-Ha… -Lo devolvió a la cama y lo vio quedarse de nuevo dormido.
Debía estar un paso adelante después de ese beso no quería ser tomado por sorpresa de nuevo. Era posible un recuerdo lo pusiera así inconscientemente por los medicamentos. Era extraño, pero le parecía dulce Kardia.
-¡HA! –Kardia aventaba todo, “dulce” había pensado, con esa actitud imposible que lo fuera. -¡HA! ¡CALLATE!
-Kardia. –Tomaría el control, Kardia reacciono así ante lo dicho por unos pacientes hacia él, normalmente no respondía a esas cosas, pero en ese momento estaba irritable. –Kardia.
-¡CALLATE SE… SE… LO MERECIAN SON… U… NOS VASTARDOS!... ¡Escúchame, te… tenían la culpa no yo! –En momentos tartamudeaba.
-Cuando te calmes y dejes de gritar entonces te are caso. –Degel lo ignoro, aquello se lo dijo sin molestia ni nada, así debía ser.
-¡Pero no es mi culpa!... ¡Hazme caso!... –Los reclamos de Kardia aun siendo gritos no tenían emoción alguna, ni su rostro, solo alzaba la vos pareciendo que ni él se daba cuenta de que gritaba. -… oye… tu oye… -Kardia vio que no le aria mas caso, por lo que se quedo callado.
-No puedes golpear a otros aquí, no está bien pelear.
-Pe… pe… pero… me insultaron… -Kardia solía tartamudear en ocasiones y se veía eso lo ponía peor al no poder hablar bien, solo ocurría en momentos donde algo detonaba el estrés. –N… no… se dé… de… debe… in… in… insultar a otros.
-Tampoco golpearles.
-P… -Kardia guardo silencio y se dejo caer en el piso de sentón, Degel midió mejor lo que dijo, hablo apresuradamente, pero no lo retractaría sino que continuaría con su explicación.
-No se debe pelear, Kardia todos cometemos errores y nos enojamos, eso está bien, pero hay que saber medirse.
-…
-Tranquilo… -Quiso abrazarle pero no se dejo y lo aventó.
-¡No me toques! ¡HA! –Se tiro en el piso como si fuesen a dañarlo, mal interpreto a Degel.
Tenía que enseñarle sus normas a Kardia, ser firme pero seguro y amable. Darle una sensibilización y des sensibilización en otros aspectos, que se dejara tocar, tolerara ruidos y otras cosas más.
-¡HAAAAA!... –Gritaba entre el llanto, era un gran escándalo el que hacía. -¡HAAAA! –Algo tenía pero nadie sabía, Degel mejor aparto a los enfermeros.
-Kardia.
-… ¡! –Degel lo apretó con fuerza contra si, más de la normal para un abrazo pero con cuidado de no lastimarlo. -… -Aumento la fuerza al sentir que Kardia quiso soltarse, pero solo se acomodo.
-Kardia.
-Más fuerte. –La fuerza, parecía que debía ejercer mucha presión contra el cuerpo de Kardia, pero no tenía una razón lógica, podía lastimarlo. –Me agrada…
-Mejor, ya te veo calmado, que bien. –Debía alentar el buen comportamiento, una buena táctica con ese tipo de personas.
-U… u… hueles a… Manzana. –Noto eso, esperaba no molestarlo.
-¿Te desagrada?
-…
-Sí o no, “sí” significa que si te desagrada, “no” que está bien.
-No.
Ese momento le dio una idea, había estado leyendo un poco, refrescando conocimientos, y para lograr desenvolverlo podía ponerle juegos que implicaran contacto así de fuerte. Pero antes tenía que seguir trabajando la confianza.
-Juega con él, que haga algún ejercicio contigo puede ayudarle a confiar, es difícil que una persona SA identifique a quien tiene buenas y malas intenciones, y a eso ayudan los abusos que sufrió, ya que a cada toque, creeré que intentaras dañarlo, por lo que te digo será un camino difícil, pero confió que esto no te parara.
-Creo que hay posibilidad de que no crea eso, ayer lo abrace con fuerza y al parecer no le molesto, eso lo calmo en completo.
-Pide le hagan una revisión, si es insensible a algunas fuentes de dolor, puede tener una lesión, las personas con SA son propensas en ocasiones a esto, pero, piden o requieren más fuerza en las caricias o abrazos cuando los aceptan, si es el caso aprende a ser un poco mas brusco, pero ten cuidado.
Como ganarse la confianza, eso era algo difícil, pero en contraria la forma. Kardia no se interesaba o ponía atención como las personas “normales” así que intentaría varias formas. Los dulces fueron una forma de acercarse un poco, pero le dijeron que decimada azúcar aceleraba mucho su frágil corazón, por lo que también era un punto importante, mantener el corazón sano.
-Kardia… Kardia… -Tomo el brazo pero Kardia se soltó y aventó un manotazo tumbándole los lentes. –Oh… mis lentes… -Intentaría llamar su atención, tendría que fingir tristeza para ver si Kardia se interesaba. -¿Y ahora qué hago? –Se cubrió el rostro esperando ver si Kardia le hacía caso. –No puedo ver sin ellos…
“-Ya deja de llorar… que persona tan extraña y molesta… pero no puede ver, que hago… -Kardia no sabía qué hacer y se asusto. –tal vez no ve donde están… se los doy y se callara… eso, se los daré.”
-Mis lentes, gracias Kardia. –Le sonrió, Kardia parecía poco interesado por lo que “sintió” al perder los lentes, trabajaría la conciencia también. –Me puso triste perder mis lentes, no puedo ver muy bien sin ellos, gracias por devolvérmelos.
-Cállate o te los tiro de nuevo y no te los daré. –Honestidad ante todo, tendría que ser honesto también.
-Si no quieres que te hable yo como tú lo haces conmigo, entonces deberás aprender a ser amable.
Kardia se mecía adelante y atrás, ansioso o angustiado, Degel lo había llevado a revisión por lo que era difícil ya que no dejaba lo tocaran, incluso lanzaba patadas e intentaba morder a los demás.
-Kardia. –Apretó el brazo, Kardia tomo su mano y comenzó a botar lagrimas, lo había semidesnuda do, por lo que Kardia lo había tomado como una amenaza a su integridad.
-… no me lastimen por favor…
-Claro que no, solo te revisaran, no te van a provocar ningún daño.
-No por favor… -La supuesta salvajada de Kardia en ese momento no se percibía.
Kardia no se dejo, lloraba, era triste verlo así, todo asustado, temeroso a que alguien abuzara como antes de su poco entendimiento y lo dañaran, recordaba bien el dolor que le causaban, y como jamás lo escuchaban.