SILENCIO INOCENTE
(I)
-----------FLASH BAK-----------
Albafika gritaba o balbuceaba algo, pero su cara estaba fría, no tenía ninguna expresión que le dijera al médico que tenia o quería, por lo que tomo el vaso intentado bebiera se lo acerco, el chico callo y comenzó a beber el agua rápidamente.
-¿Cómo te llamas?
-A… a… a… -Parecía no fue suficiente el agua. –A… a… a… a…
-Lo siento no hay más.
-A… a… a… a… hug…
Pensó que quizá estaría mejor si le soltaba las manos, tenía las muñecas rojas, ya estaba calmado y no se veía como algo peligroso, así que tomo una de las manos, el chico se agito de nuevo jalando las manos intentado romper las vendas.
-ESTA LOCO, NO LO SUELTE.
-Pero es solo un joven, debe estar cansado de estar así.
-Jamás lo suelte, es muy peligroso.
-¿Qué tiene?
-Está mal de la cabeza desde pequeño, era demasiado para sus padres por lo que nos lo dejaron aquí, verdad Albafika. –El otro médico le dio unas palmadas en el hombro a lo que el chico volvió a agitarse. –Tranquilo.
-… Mmm… hg…
-Silencio Albafika.
Los dos médicos salieron Manigoldo le dirigió una última mirada al chico y después observo el cuarto, tenia papeles rotos por todos lados, lápices, pintura regada, basura, lo único limpio eran las sabanas de la cama porque hasta el chico tenia la ropa sucia y rota.
-Un caso especial, Albafika desde pequeño presento un cuadro anormal en su comportamiento, era agresivo, y su padres no podían controlarlo, se ponía ansioso, pero solo al lado de personas, cuando esta solo no hace nada, esta callado y tranquilo, es como un animal, no tiene conciencia o emociones, hemos intentado de todo para enseñarle algo pero no aprende, su inteligencia está por debajo de lo normal.
-No es posible que no aprenda nada.
-Cuando sus padres lo trajeron fue para tratamiento, tenía tres años, intentamos enseñarle a comer solo pero arrojaba las cosas lejos, le intensamos enseñar a reconocer las figuras y colores, agredió a las instructoras cada vez que lo tocaron, y lo que jamás nadie consiguió ni sus padres fue, aprendiera a hablar, es demasiado tonto.
-¿Y por eso lo tienen en el área infantil?, digo, si es peligros como dicen deberían ponerlo en una habitación aislado de todos.
-no es un problema a menos que se agite, como hace unos momentos, no come sin ayuda, es un caso en total perdido, estamos pensando en pedir ayuda pues para dormirlo… que ya no siga sufriendo esta vida que tiene, además poco le falta para morir por inanición, señor Manigoldo no se esfuerce, usted está aquí por los niños.
-Pues a mi vista es algo incorrecto lo vean como a un animal como para quererlo “dormir” es una persona, exclusivamente de su caso y posición.
Eso le molesto, pero eran situaciones que un medico enfrentaba, pero no hablaban de animales, “dormirlo” era una persona como para usar ese término, no era correcto. En ese caso perdido vio una oportunidad, el se encargaría de analizar a fondo la situación algo que él quería controlar, le gustaba los retos por más grandes que fueran.
-Albafika, es hora de tu baño.
-¡HA!... –Albafika se retorcía en los brazos de los enfermeros, ya le habían llegado a romper huesos por la presión que ejercían intentando no se soltara y los golpeara. –A… a…
-¿Qué pasa?
-No es nada señor Manigoldo, esto es seguido, lo vamos a intentar bañar de nuevo no se preocupe.
La última vez se les soltó y se escondió en algún lado, no lo encontraron después de tres días que salió por su cuenta lleno de rasguños y mordidas que el mismo se dio. Manigoldo siguió caminando para ver a sus pequeños pacientes de ese día. Pero en su mente seguía esa imagen el chico luchando mirando a la nada.
-¡ALBAFIKA REGRESA! –Ese grito alerto a las enfermeras que estaban con él, de inmediato cerraron la sala donde estaba los niños jugando, cosa que lo extraño.
-¿Qué ocurre?
-Albafika se debió escapar.
-Es muy peligroso, jamás ha dañado a los niños pero aun así al personal puede matarlo inclusive.
-Sí, pues voy a ver, aquí quédense con los niños señoritas.
-Sí señor.
Manigoldo salió buscando algún indicio, repentinamente algo chocó a sus espaldas, al voltear miro a Albafika tirado arrastrándose lejos de él, Manigoldo se incoo intentando tomarle las manos, pero Albafika gateo alejándose y después se incorporo para intentar correr; su andar era torpe por lo que se resbalaba y perdía el equilibrio.
-Albafika mira. –Saco una pelota pequeña roja y se la mostro, parecía que aun al voltear miraba evitando sus ojos, Manigoldo la movía llamando muy poco su atención. –Acércate.
-Ha… n… m… hg… -solo eran sonidos sin interpretación alguna, pero no logro se arrimara por lo que camino despacio.
-Mira Alba, tómala. –La puso cerca de sus manos, Albafika intento tomarla pero su manipulación era torpe, tanto que se le resbalo a lo que no le dio importancia, se dio media vuelta y continúo caminando. –Vamos Albafika, ven conmigo no te pasara nada.
No logro nada, por lo que lo siguió, a lo que Alba ni respondía solo caminaba sin rumbo. Llegaron una puerta que Alba torpemente abrió y se metió dejándola abierta, Manigoldo a distancia prudente observó su acción y se quedo viéndolo unos minutos se sentó en el piso dentro de lo que parecía un armario y lo vio dormirse rápidamente.
Espero un poco y después lo cargo para devolverlo a sus cuidadores, en el camino los encontró y le vieron sorprendidos, Manigoldo solo camino a la habitación con el joven en brazos que nada mas entrando abrió los ojos y reacciono violentamente contra él; Manigoldo tomo valor, aunque lo lastimara lo sometería.
-Tranquilízate.
-… hg… ha… -Lo apretó en un abrazo con mucha fuerza, Albafika abrió la boca y logro soltarse y llegar al brazo el cual apretó con fuerza. -…
-¡Muerde con más fuerza! –Manigoldo volvió a agarrarlo y Albafika hundía mas los dientes; llego al baño y vio la tina con el agua caliente, sin permitir lo dejara de morder lo metió al agua con todo y la ropa. –Sigue mordiendo si es lo que quieres, muerde vamos.
-… m… -Albafika probo la sangre por lo que lo soltó rápido. –Cof… cof…
-Listo chicos todo suyo. –Se levanto dándole a los enfermeros oportunidad, pero Manigoldo vio la razón por la que odiaba el baño, lo maltrataban mucho y él solo se defendía. –Valla que tienes dientes.
-¡Albafika respira!
-¡Demonios no aguantes la respiración!
-A un lado. –Manigoldo sabia no era correcto pero saco una jeringa que tenia con él, quito la aguja y se la clavó en el brazo haciendo Albafika respirara por el dolor. –Basta, compórtate.
Entre los tres lo bañaron, Albafika después de eso se porto dócil, y ya no peleo más que por un poco de espacio. Lo vistieron con ropa limpia y ataron de nuevo a la cama. Manigoldo encontró esa situación interesante, quería ser responsable de ese caso perdido, así que lo pelearía a su superior, el lo pondría en su lugar, además al ser responsable no dejaría lo dañaran.
-Es algo que se necesitara estudiar, el caso ya fue perdido, es incorregible, todo el que lo ha intentado fracaso, o termino con los nervios destrozados por la desesperación, Albafika es más un animal que una persona.
-Pues yo quiero corregir a ese “animal”
-Ya es tarde para ello, incluso tenemos el permiso para acabar con el caso, es sumamente peligroso, su vida jamás será buena, solo está sufriendo, sus padres se rindieron con el firmaron el permiso al hospital para que ya no sufra.
-Está loco sabe, es una persona, no un animal al cual solo matan y se libran del asunto, también siente.
-Hable con alguien más, yo tengo las manos atadas.
Manigoldo busco por todo medio contactar con los padre hasta conseguirlo, Albafika será matado como si de un perro se hablara, algo que sabia no era ni ético o legal. Se encamino a la casa modesta para hablarles, les aria razonar.
-Lamento mucho que venga por eso.
-¿Eso?, eso es su hijo, no una cosa.
-Lamentablemente Albafika no es normal, jamás lo pudimos controlar, no hablaba y no decía que quería solo soltaba quejidos y sonidos, ya no pudimos con él, es ahora responsabilidad del hospital.
-Entiendo, en ese caso al menos espero lo vallan a ver en sus últimos días.
-No tiene caso, perdimos a nuestro hijo, él ni siquiera nos reconocía, dicen que ya no hay nada que hacer, si sigue así solo sufrirá mas, Albafika necesita dejar de sufrir.
-Albafika necesita que lo cuiden y con mucho esfuerzo se pondrá mejor, ustedes no pudieron, si firman esto la responsabilidad será toda mía, podrán olvidarse de él porque yo me haré cargo, sí firman ya no se preocupan más.
-Pero ya firmamos todo lo que pidió el hospital.
-Sí, nos dijeron que todo ya estaba hecho.
-No es del hospital… tengo entendido que aun pagan la estadía.
-Sí, las cuentas son pagadas para que lo atiendan.
-Sí firman se olvidan de cuentas, pagos, de gastar dinero… de Albafika, firmen y ya no será su problema, será mío.
-Pero…
-Usted hacerse cargo, ya muchos hicieron el intento…
-Como les digo, se olvidan de gastar y de Alba, el ya no será su problema. –Paseaba la pluma frente a sus ojos. –Eso sería que yo paso a ser su tutor y medico, yo decidiré por él, ustedes serian libres.
Firmaron todo, Manigoldo se marcho pidiéndoles al menos lo vieran una sola vez, pero se negaron. En el hospital comenzaba lo serio, pero para tratarlo debía saber que tenía, hacerle pruebas, analizar el expediente entero.
-¿Es todo? –Miro las carpetas frente a él.
-Sí, es la historia, enfermedades, tratamientos, perfil psicológico, todo está en estas carpetas, se enferma con frecuencia, sobre todo porque si no lo tenemos vigilado se como la tierra.
-Bien enfermera gracias.
-Alba ya perdió la batalla, déjelo que respire, libérelo de las ataduras doctor, el ya perdió permítale dejar de sufrir.
-Matarlo no está en mis opciones, soy médico no asesino, retírese por favor.
Era extenso, pero nada concreto, los diagnósticos no eran exactos al estar Albafika incomunicado, el no era visto más que como un loco, pero sin un padecimiento exacto; le aria pruebas, buscaría la forma de que se comunicara.
-Albafika soy tu responsable… -No conseguía lo viera, podía ser esquizofrenia por los ataques agresivos y casi psicóticos que tenia. –Voy a ser tu maestro. –Toco la mejilla a lo que casi es mordido.
-A… a… a…
-Bien empecemos Alba, entiendas o no soy Manigoldo.
CONTINUARA...