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ROTO por AzraelK20

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Notas del capitulo:

La continuacion del flashbak de aprender, tengan pasiencia con los flshbak, que en algun momento veran las razones de que los haga tan largos.


Aun no me voy, asi que termine de revisar el cap y decidi subirlo, en el momento que me quede sin conexion les avisare, no quiero dejar colgados, los fics, me esforsare para ganarme el privilegio de usar el internet, cuando me balla.


11/05/2013

(II)


Albafika se bajo más tranquilo del auto, ya le era más grato el edificio y seria obediente además, no quería equivocarse y hacer enojar a Manigoldo como antes. Albafika se sentó en su lugar, no le prestaba atención a nadie, ni a los niños que lo veían de forma curiosa; aun tenia la venda en la frene, y le dolía un poco si lo tocaban.


La maestra no llegaba, los niños se pusieron  platicar entre ellos y algunos jugaban con algún juguete, Albafika estaba agachado en la mesa tranquilo, no decía ni hacia nada, Manigoldo le pidió portarse bien y esperar a la maestra.


“-Que ruido, mi cabeza me duele, quisiera que guardaran silencio… pero si hago algo mal Manigoldo se va a enojar, y no lo quiero molestar, yo… no se qué hacer, ojala guardaran silencio para poder pensar, es demasiado ruido, no me agrada.”…


La maestra apareció con un grupo de padres detrás de ella, ella les pidió irse o esperar afuera mientras atendía a los niños.


-Muy bien niños les dejare unas sumas mientras atiendo un asunto en la dirección, les pido se porten bien y no hagan mucho ruido porque los demás ya están en clase.


-Sí maestra.


La maestra salió Albafika no tardaría mucho asiendo ese trabajo, el ya sabía más que los pequeños pero lo tenían en ese grupo temporalmente. Mientras tanto la maestra atendía a los padres que fueron a verla, ella no sabía ni qué hacer con ellos que no entendía la situación que se suscitaba.


-Nosotros no aceptaremos algo como esto.


-Pero señores entiendan que…


-Orden por favor, aquí la situación es que ustedes y varios padres mas no quieren que el joven Albafika tome clases aquí, pero han de tener entendido que no es algo malo.


-Pero es mucho más grande que nuestros hijos, además podría pasarles algo con él cerca.


-Señoras y señores padres de familia, les pido por favor que comprendan la situación de Albafika, según su tutor y lo que yo también sé, no hay en las cercanías una escuela especializada en casos como los de él, además Albafika ha demostrado saberse comportar en su primer día de la mejor forma posible.


-Aun así no estaremos conformes, él no debe de estar en una escuela, mi hija volvió a casa preguntándome sobre porque alguien mayor estaba con ellos en clase.


-Les pido comprensión.


-Mostros no estaremos conformes, no sabemos qué clase de comportamientos tenga o si nuestros hijos no corren peligro.


-Saben muy bien que no pueden juzgar a un alumno que apenas y lleva un día, el cual está en una etapa de adaptación en la escuela.


-No podemos aceptar que algo así ocurra, es un adulto que…


-No tolerare que intenten tratar mal a un alumno, les pediré comprensión, deben aceptar que nosotros como institución sabiendo de su condición le damos la oportunidad, nuestras puertas están abiertas para alumnos aun con capacidades diferentes.


Manigoldo le marco un horario en una pizarra a Albafika para que fuera entendiendo las cosas, le explico, que al sonar la campana determinadas veces eran la hora de entrada, inicio y fin del almuerzo y la salida de clases, también le puso un recordatorio en la mochila. Eso le facilito muchas cosas a Albafika.


-Hola Albafika. –La persona lo miro almorzar, Albafika ni le vio, estaba más concentrado en comer que en charlar. – ¿Como estas?


-Manigoldo me dijo que no hable con extraños.


Y le ignoro, era uno de los padres, querían saber más de ese rarito que estaba en el salón de sus hijos por lo que intentarían hablar con él, pero nada parecía interesarle, ni ver como los niños jugaban, ni nada en lo absoluto, solo se quedaba sentado hasta que se escucho la campana de entrada.


-Eres muy raro.


-¿Eres retrasado o que eres?


-¿Qué es raro? –Albafika oía a los niños e hiso esa pregunta.


-Raros son los locos, ¿estás loco?


-Sí, ¿O de que estas enfermo?


-Yo… -Albafika no sabía qué hacer, no le habían preguntado jamás cosas así, y no sabía cómo responder, o que pensar, los niños lo ponían nervioso. -… no estoy enfermo. –Escondió la cara entre sus brazos, ya era un no quiero hablar muy claro.


A la hora de la salida la maestra hablo con Manigoldo sobre la situación que estaban haciendo los padres y la próxima junta, Manigoldo medito la situación y le pidió calmarse ya que se aria cargo de eso. Le dijo lo que hiso Alba y que solo se puso un poco ansioso pero lo vio tomar sus medicinas y se calmo un poco.


-Albafika veo te has portado muy bien, eso me hace sentir feliz, yo lo llamo un buen comportamiento.


-b34;… ¿Qué es ser raro?-


-Bueno, ¿Por qué lo quieres saber?


-¿Qué es ser raro? –Pregunta insistente, no sabía que decirle.


-Es una palabra compleja, significa muchas cosas.


Sería algo pesada la reunión ya lo imaginaba pero no podía ponerse baches él solo, era por Albafika, para que lo aceptaran un poco más. Albafika era muy amable y todo, pero su ceguera Asperger le dificultaba la socialización, le era imposible entender y captar las emociones de otros o hasta las intenciones, según le dijo la maestra estaba todo el tiempo arrinconado por las preguntas de los niños y no se les acercaba, no hacía nada en el almuerzo solo se quedaba quieto.


-Buenas.


-Señor Manigoldo buenas tardes, llega un poco…


-Tarde, sí lo lamento, pero tenía algo de trabajo. –Los murmullos, y pensar que él los odiaba mientras Albita no los oía en literal, lo dejo esperando afuera sentado en el pasillo.


-Muy bien siéntese, estábamos hablando sobre cómo va el grupo.


-A sí maestra con respecto a lo que me comento ayer… quisiera poder hablar un poco sobre el tema.


-… -Si lo conseguía, ella lo agradecería, ese día escucho a los pequeños decirle a Albafika retrasado y torpe y el no les respondía. –Claro… adelante.


-Gracias.


Siguió con su habitual actitud, un poco aprendida y reforzada por Alba, el parecer arrogante, eso casi siempre funcionaba para enganchar a la gente y que le pusiera atención aunque no quisiera. Se paseo así con su atuendo de medico frente a los padres buscando un inicio, buscando intimidar con su presencia como siempre.


-Les preguntare, ¿Qué harían ustedes al tener a un niño especial? –Silencio por parte de la audiencia. –Como sabrán o ya les abran dicho Albafika es ya un adulto pero esta con sus hijos en clase, ¿Por qué?, es lo que se preguntan lo sé, quizá es torpe, retrasado, está mal en algo, o simplemente no entiende… ¡Pues Albafika no es ningún tonto! –Saco la silla del lugar de la maestra y la puso al frente, para apoyarse.


-Pero nosotros no comprendemos que hace aquí, estaría mejor en un hospital o algún lugar donde lo entiendan y atiendan, y creo hablo por todos…


-Habla por todos, ¡JA!... –Les miro con esa típica mirada para infundir de miedo a los oyentes. –Dígame señor que es lo que piensan tiene Alba-Chan.


-Alguna especia de retraso o dificultad… -Logro asustarlo un poco.


-Mmm… muy bien, quizá sea una dificultad, pero ¡Señoras y señores Albafika no es retrasado!... –Sonrió, parecía aun podía asustar a adultos como él, los hiso saltar al alzar la silla y volverla a golpear en el piso.


-Pero… como lo asegura si lo tienen aquí…


-Albafika entra por favor.


Albafika entro y se acerco a Manigoldo, los padres lo miraron de forma desaprobatoria, Alaba se acerco a Manigoldo como si nada, su caminar los sorprendió, Manigoldo lo sentó al frente de todos en la silla, Albafika se asusto y los padres pudieron verlo. Manigoldo para calmarlo pasó una mano sobre su hombro.


-Muy bien, ¿Albafika dime que es lo que tienes? –Se porto amable muy diferente a con los padres.


-… -Se quedo pensando, sabia batallaba con algunas palabras en ocasiones o no sabía que decir. –No lo sé.


-Albafika a un no conoce los alcances de su síndrome, no sabe muy bien que es… -Albafika era ajeno a la conversación, Manigoldo intentaría explicar lo mejor posible. –Asperger, eso es lo que tiene Albafika, díganme ¿A los cuantos años hablaron por primera vez sus hijos y cuál fue su primer palabra? –Señalo a la primera persona en interrumpirle.


-Mi hija halo como a los dos años, y dijo papá.


-Alguien más que quiera decir.


-Bueno… mi hijo hablo a los dos años y medio y dijo mamá.


-Sí les preguntaran algo como eso a sus hijos no se acordarían.


-Claro que no, eran muy pequeños…


-Albafika dime, ¿Cuántos años tenías y que fue lo primero que dijiste? –Sabía que Albafika recordaba muy bien ese día, no hacía mucho. –Albafika, hermanito vamos responde.


-Tenía 20 años… y… y dije Manigoldo.


-Bien hecho, te acordaste… -Volvió a ponerse serio. –Hace menos de un año conocí a Alba, no sabía hablar, comer o vestirse solo, estaba muy delgado y ya tenían planes para matarlo en el hospital… lo que a sus hijos les tomo un año, un día o unas horas aprender a Albafika le tomo 20 años, en realidad 21… -Se les quedo viendo fríamente, Albafika no prestaba mucha atención a los murmullos sobre él. –No por ser retrasado o tonto, él fue abandonado a los tres años en el hospital por sus propios padres, solo porque ellos no sabían que le pasaba para portarse de forma tan diferente, a la edad de 3 años ustedes ya hablaban con sus hijos, Albafika no tuvo esa oportunidad de aprender el lenguaje, ustedes apoyaron e incentivaron cada cosa aprendida, él no tuvo a nadie que le felicitara cuando camino, o cuando hiso algo bien, nadie le enseño lo que ustedes gustosos a sus hijos, ni le dieron un abrazo, una caricia, una sonrisa o un te quiero, nadie le dio cariño.


-Manigoldo. –Le jalo la manga de la bata a Manigoldo que lo miro comprensivo. –Ya vámonos a casa.


-Espera un poco. –Le dio una cuidadosa caricia que Alba rechazo. –Albafika repudia los abrazos y caricias que no desea, si le dices te quiero lo tomara en literal aunque bromees, no puede ver una mentira o mentir, nosotros lo meditaríamos unos segundos para ver si es verdad, él tiene una especia de ceguera la “ceguera Asperger” que no le permite identificar muchas cosas que aprendemos sin que nos las enseñen directamente, sus habilidades sociales se ven reprimidas por eso, no conoce lo que es la empatía, ponerse en los zapatos del otro, si le dijeran un cumplido el no dará las gracias a menos de que ustedes le hagan saber de alguna forma muy explícita que es lo que esperan de él.


-Manigoldo. –Le jalaba la bata para llamarlo.


-Albafika es una persona SA, y es diferente, sí, -Un tono algo cansado como de hablar sobre el tema. -pero también tiene derecho aprender cómo sus hijos.


-Aun así no podemos estar seguros, que tal y…


-¿Qué querría usted en el lugar de Alba?, no pediría lo acepte este mundo tan confuso, ¿Y si su hijo fuera como Alba que pediría para él?


-…


-¿Quién te enseño a comer Albafika?


-Fuiste tú Manigoldo.


-¿Y quién te enseño a hablar?


-Tu Manigoldo… me ayudaste a aprender matemáticas, a escribir un poco y a mejorar mi lectura. –Se soltó un poco.


-¿Y tus padres?


-… ¿Padres? –Muy pocas veces entonaba una pregunta como tal, aun con su vos fría.


-Gracias Alba… -Regreso con los adultos que aun miraban mal a Albita. –Los padres de Albafika aunque les suene mal, prácticamente me lo regalaron, ellos dijeron que no se podía “corregir”, después de meses hoy Alba hace más de lo que ellos se negaron a enseñarle, ¿Cuál creen que fue la reacción de los padres al verlo como ahora? Si solo recordaban a un salvaje incorregible.


-De sorpresa seguramente. –Los tenía a su merced, toda su atención.


-Mmm… no, no en realidad, su sentimiento fue de impotencia, se sintieron impotentes y devastados ¿Cómo se sentirían ustedes si regalaran a su hijo a un completo desconocido? Y después lo vieran completamente cambiado, bien, feliz y hablando.


-… -Ya era mucho lo que escuchaban los padres que no sabían si responder.


-Ellos “querían” a ese Albafika, pero yo no lo devolvería, Alba ahora está a mi cuidado, depende de mí a pesar de sonar como algo tonto, no conoce la palabra “padres” en realidad, ni significa nada para él.


-Ya vámonos a casa, estoy aburrido.


-Tampoco le enseñe lo que significan las palabras tonto, retrasado o malo, como las usan ustedes. –Miro nuevamente a su hermanito. –Le enseñe que retrasado es alguien que llega tarde o aprende de forma más lenta, malo es algo no agradable y tonto, eso jamás se lo enseñe, porque no hay personas tontas, solo distintas.


Los padres veían que Albafika no ponía atención a la charla, se comportaba como sus hijos, impaciente por irse. Manigoldo cerraría el tema, era mucho como para pedir comprendieran si no querían hacerlo.


-Albafika no tiene amigos, no se fía fácil de otros, sus hijos “normales” le dan miedo y hacen sentir mal, porque no entiende cómo se comportan, algunas cosas son imposibles para él…


-Debería llevarlo a donde lo entienda y atiendan, aquí le sería difícil aprender.


-Tareas cotidianas que para sus hijos son muy fáciles Albita no las puede hacer, no se puede atar las cintas solo, abotonar su camisa o incluso jugar con una pelota es un reto, pero yo no le exijo lo sepa hacer a la perfección para quererlo y se lo digo, porque si no le dijera al carecer de empatía no puede identificar lo que yo daría por sentado sabe si fuera “normal”.


-Estoy cansado. –Maleducado, así lo describían los padres.


-… -Le sonrió para calmarlo. –Albafika no habla así para molestarlos, dice la verdad ya se aburrió, pueden verlo como arrogante, desafiante y maleducado, incluso arisco, pero también siente, solo no sabe cómo expresarlo, a veces tantos sentimientos lo traicionan y le dan ataques de ansiedad… sin duda explicarles como es me llevaría semanas, ningún SA es igual a otro, pero necesitan comprensión igual que todos, no quieran hacer lo que sus padres y tomar el camino fácil, delegar sus necesidades.


Manigoldo no podía seguir con eso era algo que se necesitaba de mucho tiempo para entender, además el horario de Albafika ya estaba hecho y no lo quería romper de forma tan brusca. Les agradeció escuchar y volvió con Albafika a casa, este necesitaba espacio después de estar entre tantas personas.


CONTINUARA...

Notas finales:

Los niños en ocaciones pueden ser crueles, no todas son intencionales, pero cuando lo hacen con ganas, lastiman mucho, eso si que lo se.

Gracias por leer, a todos, y tambien por los reiws, esten atentos porque en cualquier momento me voy, y posiblemente me tardo en acutalizar.

Muchas gracias ^u^ hasta la proxima.


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