—Sí, si Urra por usted pero…que significa que yo sea su compañía exactamente
—Que me tienes que acompañar en todo—dijo caminando sin quitar la vista del anillo, Bill se quedó estático ¿ahora tenía que ser el perro faldero de el?.
Capítulo 6
Los sentimientos de un príncipe….son complicados
Bill
Ahora soy el perro faldero de este ¡gruñón! Que por lo que veo anda fantaseando como un tonto por todas partes solo viendo ese estúpido anillo ¿Qué es de importante ser jefe de construcción?....patético.
— ¿Qué haces ahí parado?, ¡ven para acá! —me ordeno en seguida Salí corriendo a la par de el—ven conmigo…vamos a estrenar a este bebe—dijo besando al anillo, subimos unas escaleras y llegamos a un balcón donde estaban cuatro hombres que veían un plano situado en una mesa, detrás de ellos habían tres largas sillas al llegar me recosté como la posición de un león, de inmediato y vi como el príncipe saludaba a los cuatros hombres con una amplia sonrisa una de la cual nunca me regalaría a mí.
No sé cuánto tiempo había pasado pero los sirvientes traían mucha comida y además nadie me molestaba y además disfrutaba una hermosa vista de la construcción de Egipto, y esto iba casi “mejorando” dos personas venían subiendo con dos abanicos grandes luego se pudo ver la silueta de la reina abrazo a su hijo y luego me volteo a ver a mí.
—A sí que aquí estas…—me miro con disgusto—mi esposo no ha parado de hablar de ti, estoy frustrada de escucharlo—dijo entre dientes rodeando los ojos—y ahora estas con mi hijo—sonrió hipócritamente desde luego—eres muy bendecido por Ra, pero no te aproveches de tu suerte jovencito—agrego para desaparecer detrás de mí.
Detrás de mí pude escuchar unas voces familiares voltee a ver hacia a otras y como las cortinas hechas de lino no me dejaban ver claramente me levante a ver de quienes se trataban eran fadil y los otros músicos sonreí gratamente al verlos, quería estar con ellos pero estoy sujeto al príncipe bufe. Me recosté en el pilar mirando al techo los cuatro hombres estaban sentados en los otros dos sillones mientras que Tomhotep quedo en el sillón donde yo estaba en cuanto segundos estaba empezando a sonar la música instrumental y sin poder evitarlo empecé a mover las caderas.
Normal
Tomhotep volteo a ver en dirección a Bill su Namun quedando extrañado al ver que estaba bailando apoyado sobre el pilar, se dio cuenta rápidamente lo que lo hacía moverse era la música que sonaba al fondo.
—Ya comenzaron a ensayar…. —susurro—podrías detenerte—ordeno suavemente.
— ¡No! —exclamaron rápidamente los cuatro hombres que estaban sumamente hipnotizados por el baile que hacia Bill, Tom se recostó en el respaldo y cruzo de brazos.
—Podrías separarte del pilar—llamo uno de los hombres la atención de Bill.
—Por supuesto—dijo alegre separándose del pilar y comenzando a bailar más a gusto extendió sus manos hacia arriba manejando sus caras de mejor forma.
—Ve a bailar con ellos quieres, interrumpes aquí Bill su Namun—el de rastas se detuvo y asintió y salió corriendo hacia donde los músicos estaban situados.
—Oh…que talentoso es ese muchacho—dijo aun embobado uno de ellos, yo creo que le viste otra cosa pensó el apuesto príncipe. Bill llego emocionado y distrajo la concentración de los músicos.
— ¡Bill! ¿Qué tal?, ¿Qué estás haciendo por aquí? —pregunto Fadil
—Soy la nueva compañía del príncipe—todos se quedaron en silencio y se miraron entre si—¿Qué pasa?
—Mejor dicho eres el primero—agrego Fadil
— ¿Cómo dices? —pregunto curioso
—El príncipe es muy apartado de las personas, eres la primera compañía que posee el—exclamo uno de ellos.
—Están comenzado a levantar fuertes sospechas que ustedes son “algo” —dijo casi nervioso y triste.
— ¡Ja!, totalmente engañados el es tan—jugo con sus manos para encontrar una palabra para describir a Tom—…extraño…enojado…el no me simpatiza y dudo mucho que ¡yo! —se señaló—yo menos—el castaño sonrió al escuchar esa respuesta—porque no mejor ponen un buen ritmo para que baile—todos asistieron y empezaron con los tambores, arpas y flautas dándole asiendo a Bill Bailar.
____
—Vamos Bill—ordeno el príncipe sin verlo y siguió caminando, el pelinegro se despidió rápidamente y fue a l lado del trenzado, en el camino ambos se quedaron en un profundo silencio ambos llegaron al cuarto del mayor donde se quedaron ellos solos a reposar más bien el príncipe se recostó enfrente de la gran ventana con una hermosa vista.
— ¿Y no hablaremos de nada? —pregunto para romper el silencio
— ¿Hablar? —Lo miro de reojo—para que quieres hablar conmigo—apretó sus taparrabo con fuerza Es la primera vez que alguien que no sea de mi familia desea hablar conmigo.
—Podríamos empezar con lo del beso de hace ya algunas lunas—aporto el tema más codiciado para el.
—Oh vamos, sigues estancado con eso—volteo para verlo
— ¡Por supuesto!, es muy extraño que los egipcios se besen….en la boca…, además se están levantando sospechas como usted dijo anteriormente de que entre nosotros ay algo más.
— ¡Falsedad! —se levantó rápidamente—puras calumnias, tu y yo sabemos claramente que no es cierto—dijo caminando hacia el con las manos hacia atrás—no creas porque te bese ya estoy enamorado de ti—agrego con ironía.
—Pero lo hizo
—Fue para que te callaras
—Lo hubiera hecho con la mano no con su boca—reprocho.
—Yo hago lo que quiera—exclamo con superioridad—puedo besar a todas las esclavas del palacio y que ninguna me atraiga—chasqueo su boca, Bill aparato su mirada de él esperando que esta discusión cesara ya que las cosas se iban a salir de control. —Es más... —sujeto la mano de su compañía saliendo de la recámara caminaron bajamente por el palacio hasta encontrarse con una sirvienta que iba caminando tranquilamente con unas sábanas de lino en las manos, Tom la sujeto del brazo y le dijo un beso.
Como si los órganos de Bill se encogieron al ver esa escena, bajo su mirada y salió corriendo del lugar, Tom soltó a la afortunada chica y miro hacia la dirección perdida del Ausente pelinegro.
—Que te pareci…—volteo a ver a todas partes— ¡Guardias! —llamo—tráiganme a Bill su Namun de inmediato—ordeno, los cinco Guardias salieron en su búsqueda por todo el palacio. En otra parte Bill no sabía cómo reaccionar de verdad solo sentía que no estaba celoso pero si adolorido no pensaba sentir que de verdad ese príncipe podía ser tan malvado al escuchar varios murmullos se escondió rápidamente para no ser visto, supuso que esos guardias lo estaban buscando a él.
Bill camino hacia los balcones cercanos y nunca había visto imagen más preciosa de ver el atardecer de Egipto—Oh Horus ayúdame…a soportar esto—suplico, no importa lo que pase el me va a encontrar ¡yo lo confrontare! No me importa que sea príncipe yo no seré su blanco de burla—pensó con rencor, marcho muy decidido a confrontarlo los guardias que protegían su puerta le dieron el acceso a entrar y al entrar Tomhotep lo miro desconcertado, las puertas se cerraron y al momento en que Bill su Namun iba a abrir la boca Tom lo callo con un beso que rápidamente Bill se negó empujándole con una mano en la boca de este y alejándolo sumamente molesto y repugnado.
— ¡No me vuelvas a besar! —exclamo con furia
— ¡A mi no me estés dando orde…—se quedó corto ya que recibió una fuerte cachetada del bailarín—Tienes agallas niño….—dijo sobando su mejilla—pero soy príncipe y….
— ¡Me vale si eres príncipe o no, tú no te vas a aprovechar de mí! —grito dándose la vuelta dejando aun Tom atónito.
—Ay, Ay Bill….su..Namun no se que pasa conmigo—se tiro de espaldas en la cama—¿nos pasara lo mismo que Seth y Horus…que siento por ti…¿Qué?... Nada, desprecio, ¿Amor? Oh Bill solo tus ojos me lo dirán.