Habían pasado ya dos años desde que todo pasó, habían sido tantas las emociones que formaron parte de sus vidas que ahora al verlo en retrospectiva, sentía que eran ecos de un pasado perdido en el tiempo.
Alluma Corp había fusionados sus operaciones por un año en manos de Atemu Corp; y luego de aquello habían cambiado sus operaciones creando una tercera empresa, la cual fue cedida en pro de los trabajadores, y liderada, por un ejecutivo peculiar: el ex detective Hiragizawa, era un líder serio y contundente en lo referente de sus acciones, con su ayuda, una red internacional de trafico fue descubierta, desmantelada y vigilada en la lejanía.
Aun recordaba el momento en que entró en aquella habitación luego de la reunión con los cuervos que trataron de destruir el legado de su familia. Su otro yo, aquel hombre que se hundia en sombras le llamó aparte y una vez que estuvieron solos simplemente se avalanzó contra él y lo besó.
Él, había besado a algunas personas, pero no así, no se había sentido de esa forma con esos extraños que luego terminaron muertos, no, aquella caricia era tan feroz y al mismo tiempo tan inocente como si ese hombre se encontrara en su mismo nivel de inexperiencia.
_No puedo, Yugi, simplemente no puedo seguir negando esto_ suplicó mientras lo acorralaba contra la puerta que no hace mucho habían cerrado_ ¿Cómo puedo sentir todo esto? ¿Cómo puedes provocar en mi tanto deseo? Estoy, estoy perdido.
Balbuceó con un susurro que solo llegó a sus oídos, y esa ultima palabra, esa ultima frase, fue la que hizo que el le tomara el rostro y tratara de regresar el osculo; que hiciera en su interior el revuelo de una necesidad que había estado negando por mucho tiempo; si, ambos estaban perdidos, ambos estaban confundidos, pero no con esto, esto era claro y era real.
_Yo también_ volvió a besarlo_ también me siento perdido.
_Yugi, Yugi Motto, ¿Cómo puedes siquiera verme a la cara? Mi familia, mi abuelo te hizo tanto_ se apartó y revolvió su cabeza con desesperación_¡Te quitó todo!, ¡Deberías estar asqueado de tenerme enfrente!
El adolescente miró a su acompañante, y no pudo si no soltarse a reir, aquel tipo sentía remordimientos por culpa de algo que otros hicieron, por culpa del mal nacido de Yuzura, era hilarante, pero también era justificado, por que él no conocía nada de él, no sabía la clase de monstruo que era y lo que había tomado de él en pro de su venganza.
_Yo le di la navaja a Beatriz_ Habló mientras lo miraba a los ojos_ fui quien hizo todo para que Akira se tirara por la azotea_ se acercó con pasos lentos a Yami, mirándole de frente mientras desgranaba aquellos crímenes que le afectaron directamente_ mate al jeque que iba a hacer negocios con tu abuelo, hice que la mujer de Maximiliam Pegasus enfermara, envenené a mucha gente, maté a tu abuelo_ esto ultimo pronunciado con una satisfacción difícil de ocultar_ lo vi retorcerse en el suelo, llorando por el dolor y pidiendo piedad, te disparé.
Sujetó el rostro del escritor con una mano suave, y en ese momento la voz del profesional cambió, se convirtió en un murmullo temeroso ajeno a lo que el chico mostraba normalmente.
_Y-yugi_ Balbuceó el mayor ante el roce del joven
_Nunca quise hacerte daño, era la única opción para que no te culparan, era la única forma para que no te convirtieras en un objetivo. Destrocé tu vida antes de conocerte y me disculpo por eso.
El joven se apartó e hizo lo posible por acercarse a la puerta, tenía que irse antes de ver en el rostro de Yami el odio que sabía afloraría luego de saber todo, luego de entender que él nunca había sido un niño tonto que esperara conocer el mundo, no, Yugi Motto conocía el mundo lo suficiente que estaba asqueado de todo, y en especial de si mismo; sin embargo no se sorprendió cuando se vio apresado entre uno de los brazos del escritor, ni tampoco se defendió del feroz abrazo que lo asfixió por unos instantes.
_No me importa.
Si, Yami Atemu era esa clase de idiota que no entendia los riesgos de la vida, Yami era un niño inocente que se había encaprichado de él y de la imagen de una niña muerta a la que revivia cada que le era posible.
_Lo dices ahora, pero con el tiempo…
_Eh perdido demasiado tiempo y personas que amo por tener miedo, por no hacer lo que deía cuando debía hacerlo, eres un mocoso, y aun así sabes mucho mas de la vida que yo mismo_ lo giró para encontrar su rostro_ Déjame aprender contigo, recorramos el camino que había sido preparado para nosotros antes que se viera interrumpido; seamos niños curiosos juntos, aprendamos a vivir sin temor y sin remordimientos.
_Hablas muy bellamente_ replicó con un nudo en la garganta
_Soy un escritor, sería una ofensa a mi profesión el no saber expresarme con las palabras adecuadas.
Y selló aquella promesa con un beso suave que se volvió pronto un poco mas necesitado, una declaración de intenciones que con el pasar de los meses se convirtió en una noticia, ambos herederos se habían comprometido con la reestructuración de sus empresas y ambos compartían una amistad profunda; que con el pasar de los meses se convirtió para el publico en una evidente relación; se casaron un día despues de dejar Puzzle Corp Ltd en manos de Hiragizawa, con la presencia de Seto y Joey, Dartz y Ducke; les pareció adecuado el nombrar aquella empresa con el nombre de un objeto que era un todo, gracias a las piezas que lo conformaban, y a pesar de la simplicidad algunas o complejidad de otras, todas servían para algo.
El juez Pegasus sepultó a su esposa un dia del mes de abril, tres días despues lo encontraron en su despacho con un tiro en la cien y una carpeta con cientos de casos que habían sido su trabajo, casos en los que no había obrado adecuadamente y que en medio de remordimientos pidió a quien lo encontrara se hiciera cargo. Hirahizawa, tomó cada expediente e hizo lo posible.
_Jovenes, creo que este es el sitio que estaban buscando, les agradezco mucho su tiempo.
Comentó un hombre cubierto de pies a cabeza con el atuendo musulman, a su estela dos jóvenes con trajes de turista se paraban uno junto al otro frente a una enorme puerta de madera, sobre ella se encontraba un letrero en árabe que ninguno de los dos sabía leer. Por respeto al sitio donde se encontraban no se tomaron de las manos, pero el más joven de ellos se animó a tocar la aldaba que sobresaliá por uno de los extremos.
_¿Quien llama?_ Se escucho en el otro lado
_Una sombra que no tiene pasado.
Respondió el joven, mientras se hacia a un lado, una ventila se abrió mostrando un par de ojos marrones que los registró con detenimiento, para en silencio volver a cerrar, algunos clicks despues, una puerta pequeña se abría a un lado de la enorme puerta de madera; Dartz y Ducke les saludaban desde el interior, y un hombre pequeño de claros razgos árabes, les hizo una reverencia.
_Les estábamos esperando_ pronunció con su acento típico.
Al entrar al lugar, en la contraparte de la puerta se encontraban labradas con metal brillante las siguientes palabras.
EL ASESINATO ES LA FORMA MAS BASICA DE SATISFACER NUESTRAS PASIONES (1)
Giovanni Papini
MARRUECOS AFRICA
Ambos se encontraban en la cede de la universidad del homicidio