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Demonios por knaxzerim

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Notas del capitulo:

kana.- haaalows

zerim.- teniamos este capitulo corregido hace semanas 

kana.- pero no tuvimos tiempo de subirlo antes

zxk.- disfrutenlo 

Era verdad, la imagen que presentaba el rubio alteraba a cualquiera, pero no tenía porque extrañarse, ese muchacho se le veía que hacía ejercicio y estando en la calle a horas de clase, muy seguramente se ejercitaba molestando a los mas débiles, pero después se encargaría de averiguarlo.

_es en el restaurante de “Gaor`s pizza” yo lavo los platos y de vez en cuando hago de mesero, él jefe te dirá que es lo que tienes que hacer en cuanto llegues, solo encárgate de cubrirme hasta las 12:00 de lo demás me encargaré mas tarde

El castaño sabía dónde era la dichosa pizzería, llegaría temprano para ver que era lo que tenía que hacer esa tarde, la ventaja de estar entre los mas altos ejecutivos de una firma editorial era que bien podía tomarse un día libre y no había afectación alguna o si la había Yami estaba capacitado para sacar adelante la situación.

_te darán de alta hoy mismo, quiero que vayas a casa de mi amigo, él vive cerca del instituto y tal vez mas tarde no encarguemos de tu asunto

_pero…

_tu hermana irá con nosotros así que en esta ocasión no tendrás opción…no creo que tus padres se preocupen mucho

_yo_ estaba anonadado, el castaño frente a el había dicho esas cosas sabiendo que no podía presentar ninguna negativa, pero el no gustaba de aceptar caridades, las caridades tarde o temprano pasaban factura; aun asi aprovecho el momento esperando que la factura se le cobrara solo a el_ está bien

Seto salió al pasillo, Serenithy se divertía con las enfermeras en la barra del lobby, el castaño se acercó al tricolor quien viéndolo algo turbado solo atinó a ofrecerle el asiento a su lado.

_y bien?

_quiero que los resguardes en tu casa…

_perdón?

_si, quédate con ellos, al menos esta noche; a ese chico o lo golpean o es tan torpe que termina constantemente en el suelo y sin meter las manos. Yami, recuerdas como era mi padre antes de….tu sabes el “accidente”?

Aludio Seto serio al saber que la pelirroja podía estar escuchando o no, Yami desvió la mirada, no era del agrado de ninguno el hablar de los accidentes de su pasado, la muerte del padre de Seto era un misterio, y a pesar de las pruebas que indicaban que todo había sido una terrible casualidad, el castaño aun sospechaba de un atentado demasiado bien planeado.

_si

_esas marcas que tiene en el cuerpo no las causa una pelea callejera, sospecho de su padre, pero si él no dice nada no podré ayudarle; por ahora creo que es mejor guarecerlos de lo que el sujeto que lo procreó le pueda hacer; si no lo cuida no es necesario que se entere de lo que pasó

_entonces…te parece que les compre algo de ropa…en casa me sobran unas habitaciones y como el abuelo nunca esta no será problema_ remedaba el tricolor al acceder a ayudar a los niños, después de todo, el tampoco estaba de acuerdo con la vida de la niña, hasta que vio a Seto levantarse y tomar algo de dinero de su billetera y tendérselo_ a donde vas?

_a cubrirle en el trabajo  

_Trabajo? Pero el esta en el instituto?_ el castaño solo se encogio de hombros dejando ver que mas que molestarle le agradaba ver a una persona con el carácter de Joey, Yami hizo lo propio silvando entre dientes y despatarrándose en el asiento tras asimilar la información recién recibida_ vaya caja de sorpresas que resultó ser el muchachito.

Una vez que Seto se fue, el tricolor llamó a su casa; las empleadas ahí estaban preocupadas ya que escucharon a medias la conversación que el patrón había tenido con su mejor amigo y sin querer se enteraron del accidente, pero las instrucciones fueron simples: preparar la habitación para huéspedes y comprar un uniforme de la academia de dominó con todo y zapatos, para alguien de una complexión  mediana, si podía mas tarde les daría la talla. Antes de que dieran de alta al rubio, la pequeña se acerco con las manos unidas a la altura de su vientre, Yami enternecido se inclino para verla de frente.

_nena cómo te llamas?

_Serenithy, señor, mi hermano está bien?

_por lo que me dijo mi amigo si, pero esta cansado, llenaré unos papeles y después nos iremos a casa.

_a casa? Pero, yo no se

_ah! Nena he dicho a casa, a MI casa, por ahora tu hermano no debe alterarse así que mejor descansen conmigo…digamos que a mí me sobra un poquito de espacio

_no creo que Joey este de acuerdo, a el no le gusta

_yo hablare con el, mas o menos se lo que pasa entre tu padre y tu hermano asi que déjame ayudarlos

La niña estaba un poco turbada por la oferta, no sabia por que pero la cara de ese sujeto le resultaba familiar de alguna parte, suspiro un poco, si no llegaban a casa, seguro su padre se molestaría, o bien no le tomaría importancia. Después de todo, su hermano había llenado el refrigerador con cerveza suficiente como para que se entretuviera por bastante tiempo.

_gracias señor!!

_Yami me llamo, Yami  

Entre tanto en alguna parte de la ciudad un muchachito de cabello tricolor y una castaña de ojos azules llegaban a la arcada, un lugar de moda para los jóvenes de la preparatoria incluso se encontraron con varios compañeros de grados mayores, la chica lo había guiado por las calles comerciales, por las plazas y ahora lo llevaba a la casa de los jóvenes: el centro comercial, en el que había un cine pequeño, una tienda de juegos y varias tiendas de ropa, Yugi estaba perplejo que aun con tantos años andando por esa ciudad no se hubiera percatado que zonas como esa existían.

_y por acá están los juegos de destreza, baloncesto y también tiro al blanco

_quieres jugar?

_claro…

Pagaron lo correspondiente y jugaron en distintas consolas, la muchacha se enamoró de una maquina de baile, pero al intentarlo junto con el chico todos terminaron por reírse de lo torpe que era, de pronto en el bolsillo del chico sonó una canción peculiar, así que excusándose con ir al baño dejó a la chica en la maquina completamente sola.

_que pasa?

_hola hijo, como estas?

Dartz estaba del otro lado de la línea, con su voz suave y su tono de papá implícito en ella, Yugi sabia que esa no era una llamada de cortesía, había pasado casi una semana desde que comenzara con sus clases y fieles a su palabra no le habían hecho ninguna asignación, solo esperaba no tener que viajar fuera de la ciudad o no tendría forma de justificarse con sus maestros.

_porque me llamas?, dijiste que no lo harías

Exigió una respuesta a pesar de que sabia su queja no sería escuchada.

_lo siento después de lo del senador nos ha llegado un nuevo encargo, no es nada del otro mundo es solo deshacerte de un borrachín sin causa, no tienes que salir de la ciudad, si es lo que te preocupa

Su maestro lo conocía demasiado bien como para adivinar sus pensamientos, aun le tenia algo de miedo, no olvidaba como había sido de cruel mientras lo entrenaba, y mucho menos el dia que lo conocio, aun asi, el hecho que el caballero de poco mas de 40 años estuviera postrado en una silla de ruedas era culpa suya y eso lo reconfortaba un poco.  

_ya te pagaron?

_si

_entonces quiero que rentes un departamento en la ciudad y me dejes vivir aquí, mándame la información a mi agenda me encargare de todo hoy mismo.

_puedo saber porque tanta prisa…aparte como esta eso de vivir en la ciudad? Sabes lo que opino al respecto

_no quiero viajar diario hasta la montaña, no sabes lo molesto que es levantarse temprano cuando tienes que dormir poco… lo haces o lo trataré con Duke

_veré lo que puedo hacer, por ahora solo encárgate del sujeto 

_como se llama el tipo

_Roger Wheller

Yugi colgó, el apellido le sonó de algo pero lo ignoro volviendo de inmediato con la castaña a jugar, era divertido aunque el tener que fingir torpeza le estaba chocando, un movimiento en su bolsillo le indicaba la dirección de su nuevo objetivo, y al final un “tu departamento estará listo para el lunes”

En una cabaña en el profundo bosque se encontraba un joven de ojos verdes y un hombre de cabello azulado fumando cómodamente en la terraza, el moreno miraba al horizonte esperando que alguien hiciera acto de presencia, el hombre mayor de ojos bicolor le sujetó la muñeca.

_sabes que él es capaz de hacer este trabajo es algo muy sencillo.

_no sabemos cómo es que va a operar esta vez, antes se valía de su imagen inocente para atrapar a la víctima, este hombre es un ebrio lleno de deudas, los hombres que nos contrataron no quieren daños orgánicos, lo venderán como cerdo, en partes.

_no es nuestro problema; lo que nuestros clientes hagan con sus trabajos, a nosotros nos preocupa el cumplir eficazmente con él.

_Dartz tu eres un asesino retirado, experto en la informática y dueño de una agencia de entrenamiento para las fuerzas especiales de varios países; yo soy bueno en el uso de armas y también en estrategias y espionaje industrial…pero Yugi, hermano Yugi es muy joven como para ser lo que es…

_dilo…es un asesino, es lo que es, tú lo conociste cuando se encargó de esa mujer y a pesar del miedo que le tenías entonces, ahora le amas…justo como yo 

Aludio el mayor con un gesto teatral tocándose el pecho, el moreno de ojos verdes le miro con una ceja levantada, era verdad, temia a lo que el pequeño Yugi  era capaz, al final ese chico no tenia ninguna clase de sentimiento, o al menos no lo había dejado entrever nunca.

_tu amor es enfermo 

 _el amor es amor, no importa la máscara que tome, no lo crees Duke?

_pero tú eres como su padre

Refirió el moreno al hecho de que fuera Yugi quien lo comparara como tal, Dartz y el pequeño tenían una historia que solo el de cabello aguamarina conocía completa, hasta donde sabia el tricolor había sido adoptado por el mayor cuando este tenia apenas cuatro años, Dartz tenia 28 años cuando conoció al padre de Yugi, eran buenos amigos dentro del marco que el trabajo de asesino permitía al de cabello aguamarina.

La esposa de su amigo era bella, una mujer europea con rasgos orientales de cabello negro como la noche y ojos del color del rubi, un color de ojos demasiado raro, ella lo había enamorado cuando la vio por primera vez con esa barriga de 5 meses de gestación, sus ojos parecían brillar con luz propia.

Pero asi como en ocasiones su trabajo no era su responsabilidad, una noche, sin saber motivos ni razones recibió una llamada de su amigo pidiéndole ayuda, sin dudarlo salio de casa y en menos de 20 minutos llego a la residencia Moto, la puerta estaba cerrada y el sistema de seguridad estaba puesto, pero él sabia que algo no estaba bien, escucho hipidos en alguna parte de la casa y alerta camino despacio al despacho de su amigo, la casa en penumbras era difícil de recorrer, pero aun asi lo hizo sin llamar la atención.

_Yukina? Kaito? Esta todo bien?

Pregunto a la penumbra esperando vagamente tener una respuesta, solo el silencio y el viento le respondieron, en la habitación matrimonial había un enredijo de sabanas y cuerpos, Yukina, la bella Yukina estaba tirada al borde de la cama con la nuca atravesada, no había arma homicida cerca pero era obvio que se trataba de una navaja bastante filosa. Con el corazón roto la miro sin tocarla y derramo lagrimas silenciosas por su amada.

Siguiendo un posible recorrido, fue a la habitación de al lado, y a medio pasillo encontró a su amigo: Kaito herido en el pecho, el corazón atravesado  y los ojos ya sin vida; seguramente al tratar de correr por su hijo el asesino lo intercepto para evitar su objetivo. Solo quedaba una persona en esa casa, y el ver al pequeño Yugi quizá destripado le helaba la sangre, el pequeño no merecia morir a pesar de las causas que hubieran llevado a la muerte de sus padres.

_Yugi?

Pregunto al abrir la puerta de la habitación infantil, había un cuerpo tirado en la alfombra, era menudo pero no pequeño como el de un niño: era una mujer.

Acercándose con unos guantes de látex indispensables en su uniforme, encendió la luz y reconoció el uniforme de la niñera, a primera vista parecía una victima mas, de no ser por los guantes que aun estaban en sus manos, un juego que solo los especialistas como Dartz tenían en la cómoda de su habitación. Ella era la asesina, pero entonces, quien la había matado a ella?, la mujer estaba hecha un ovillo en el suelo, sangro mucho antes de morir, pero no tenia muestras de haber peleado contra nadie, al menos no bruscamente, algunos juguetes tirados por la habitación y las sabanas de la cama del niño removidas mas o menos como se encontraban las de sus padres.  

Nuevamente hipidos en alguna parte de la habitación lo pusieron alerta, era verdad el pequeño no estaba en ninguna parte, y eso era extraño, si alguien había matado a la niñera, seguramente era para terminar bien con el trabajo, y el heredero de la familia no debía sobrevivir.

_Yugi?, Yugi donde estas, soy yo, tu tío Dartz

El pequeño, se calló, y abrió un poco la puerta del pequeño armario donde se había escondido, al ver una cara familiar no dudo en arrojarse a los brazos del sujeto de cabello aguamarina y llorar muy fuerte. Dartz tomó el cuerpecito de poco más de cuatro años y lo levanto del suelo manchado de sangre, la masacre no tenia mucho tiempo, asi que aun no había ninguna señal de policías cerca.

_que paso?

El niño no contesto, se acurruco mas y siguió llorando, desapegándose un poco, el de ojos bicolor lo incorporo para verlo directamente a la cara, fue entonces que vio la mancha de sangre en las manitas del niño.

_ que es esto, Yugi?

_ hice lo que mi mamá me dijo, ella me dijo

_tu mamá? Yugi que hiciste?

_mi mamá me dijo

Pataleo, ante la molestia que esto acarreaba para Dartz, trato de ponerlo de pie en el suelo, ante el gesto el niño lo golpeo con sus puñitos repitiendo lo mismo ”mamá me dijo, mamá me dijo”, abrazándolo con fuerza para repeler su ataque y buscando se calmara trató de explicarse de que hablaba el crio; reparo en el cuerpo de la mujer: había sangrado mucho, tenia que revisar el cuerpo primero, con el niño aferrado a su pecho buscó el origen de la hemorragia: reviso muñecas, la cara, el estómago y vientre pero no vio nada, la ropa estaba en su lugar pero la sangre comenzaba a ennegrecerse al llegar cada vez más abajo, la falda estaba rasgada en la pierna derecha, justo a la mitad del muslo interior, era una herida difícil de infligir pero muy efectiva ya que en esa parte se encontraba una de las arterias más importantes del cuerpo, una vez perforada no había forma de sobrevivir.

Calculando de vista a la niñera en quien no había reparado nunca, descubrió que era bastante alta y que quizá debía darle crédito a Yugi, él chiquito como era, a duras penas le llegaba a la cadera. Sin saber porque arrullaba al niño mientras revisaba la escena, podía creer lo que estaba diciendo el niño pero aun faltaba el arma, para hacer una herida asi, debía tener un picahielos, un cuchillo o una navaja, aparte debía estar muy afilado.

Camino al lado de la camita y encontró un panda de peluche, un regalo que su madre le hiciera el dia de su cuarto cumpleaños, tenía la barriga abierta pero el relleno no desbordaba levantándolo coloco el animal de felpa entre el y Yugi buscando calmarle los nervios.

_Yugi

_yo no quería, mamá me dijo

_silencio, amor, tenemos que irnos. 

Cuando enfilaba a la puerta encontró lo que estaba buscando, un objeto brillante y pequeño, del tamaño de un cubierto infantil, estaba atorado entre las piernas de la niñera.

_con que ahí estabas.

Salio de ahí, con muchas preguntas en la cabeza, una elegante daga en la mano y un niño lloroso en los brazos; por el momento era mejor asi, que dieran al pequeño por muerto. Esa noche, Yugi se convirtió en su pupilo, en su aprendiz en el arte de la muerte; tomó la decisión a pesar de que el pequeño apenas era capaz de atarse los cordones de las zapatillas.

Ahora ante las luces del atardecer, se preguntaba cómo era posible que ese niño pudiera tomar la vida de la chica?, y porque mataron a sus amigos?, sabía que uno de los ejes de esas incógnitas era la difunta madre de Yugi, pero cuando trató de investigarla, después de algunos años, no encontró nada, parecía que la bella Yukina emergiera de la niebla portando el aura de la muerte y que por eso se había enamorado de ella, ahora no lo sabría nunca y sinceramente lo agradecía, él que se había resignado a no tener familia ahora era cuidado por dos jóvenes que le debían todo y aunque no lo hacía buscando una retribución, se sentía feliz de que al menos el dia que muriera alguien lloraría por su ausencia.

Mas tarde en la ciudad, las lámparas de las calles se habían encendido hace ya mucho rato, un muchacho de cabello empuntado caminaba despacio por un suburbio del éste de la ciudad “las nueve de la noche” pensaba mientras dejaba sus manos escondidas en las bolsas de su uniforme, no había podido cambiarse ya que el encargo se había presentado justo ese mismo día en la tarde, “nada de heridas graves, el cuerpo debe permanecer en las mejores condiciones posibles, arrójalo por la ventana alguien lo recogerá después” las indicaciones era algo poco usual, normalmente eso se lo dejaban a Duke, pero a final de cuentas quería su departamento y por los diablos más terribles del infierno que lo conseguiría.

Llegó a la dirección, el edificio era una porquería en la acera principal estaba sentado un niño harapiento con la mano extendida, estaba dormido profundamente, le pasó de lado sin prestarle mayor atención. El departamento estaba en el segundo piso justo al lado del callejón, entró sin necesidad de forzar la puerta, esta estaba abierta. Dentro gobernaba el caos, un ciento de botellas vacías se agrupaban a sus pies, la visión le dio nauseas; de pronto escuchó un gruñido proveniente de la sala del televisor, dentro había un hombre corpulento de aspecto sucio y con la barba de aproximadas dos semanas, sus ojos estaban vidriosos e inyectados en sangre.

_al fin llegaste, maldito bastardo

Mascullo entre dientes y a Yugi esto le perturbó “alguien le habrá advertido?” pero no era así, el tipo se estaba despojando del cinturón. A duras penas elevo la cadera para liberarse de la cinta eh hizo el amago de levantarse, pero sin la real intención de hacerlo.

_porque te tardaste tanto? Tu hermana no ah llegado seguramente esta ahora montándosela con alguno de los vecinos, trajiste dinero? Necesito dinero, hay que pagar la renta, el anciano ya me tiene arto de tanto que viene.

_ eres un tipo desagradable

Yugi le miraba con una ceja arqueada, arrogante como pocas veces se mostraba ante sus víctimas, el sujeto lo miró perplejo, ese niño bajito no era su hijo, pero llevaba el mismo uniforme del instituto donde este asistía.

_quien eres

Cuestiono aun con su pose de superioridad, las piernas abiertas y los brazos reposando en los antebrazos del sillón, aun con la botella de licor en la mano intentó enfocar mejor al muchacho frente a él, de nuevo vio el uniforme azul, el saco de solapas blancas que tanto detestaba, pero gracias a tanto alcohol no era capaz de ver el rostro frente a él a pesar de tenerlo a escasos metros, distinguió sin problemas el cabello empuntado que sobresalía del cráneo del chico.

_tú no eres Joey

La cara del muchacho se contrajo, así que por eso le sonaba el nombre del sujeto, Wheller era el apellido de uno de sus compañeros, específicamente: el rubio que lo había encerrado en el casillero.    

_pensé que serías algo de él pero que fueras su padre es una ironía bastante bizarra_ encogiendo los hombros se coloco en posición de guardia, mirando con burla al sujeto que ahora lo miraba hacia arriba desde el suelo_ por eso se maquilla supongo, eres un borrachín molesto

_a quien le llamas borrachín, mocoso

Luego de tanta amenaza, Roger se incorporó cayendo de bruces sobre la duela, su ropa mugrienta y mal acomodada le estorbaba, sus pies torpes por efecto etílico que llevaba activo si no bien algunas horas, tal vez incluso muchos días. Yugi vio en eso su oportunidad y escapó por la sala, escabulléndose entre botellas y latas de comida vacías, el rubio anciano daba traspiés haciendo ruido con sus movimientos, en poco tiempo escuchaba a los vecinos quejarse asumiendo que otra vez ese tipo golpeaba a sus hijos. Gracias a su entrenamiento Yugi disfrutaba de un buen oído su padre Dartz siempre se jactaba de que su pupilo era un alumno aventajado, en medio de la carrera llegaron la diminuta cocina, donde Roger lo apresara entre la estufa fría y el cajón de los cubiertos.

Al momento que el mayor se preparaba para asestarle un puñetazo Yugi sacó un tenedor del cajón hiriéndole el hombro, de inmediato retrocedió presa del dolor y la sorpresa, al ver que el jovencito con cara de niño le respondiera la agresión, contrario a la pasividad que siempre mostraba Joey, él mocoso se reía de él en su cara al verlo indefenso; el joven se estaba divirtiendo nunca había tenido un encargo con el que jugara al gato y el ratón de forma tan dispareja, la mayoría de sus victimas estaban paranoicas de que en cualquier momento les cegaran la vida, o de lo contrario eran tan estúpidas que nunca sospechaban los sentimientos de envidia que sus acciones generaban en allegados y vecinos.  Corrió a una de las puertas que daban al pasillo posterior.

_vuelve aquí!!

_alcánzame inútil, así es como aporreas a Wheller, vaya tipo mas debilucho

El rubio jadeaba, estaba en las ultimas, sin embargo Yugi en un movimiento torpe chocó contra una lámpara y tropezó casi al borde de la escalera contra incendios, se quedó tirado de espaldas sobándose la frente.

_mierda!

_no eres tan bueno, mocoso

De nuevo emprendió la carrera ahora con una pica en la mano, seguramente también extraída de la cocina, Yugi sorprendido caminó cual cangrejo hasta toparse la pared tras él, en la carrera el rubio de ojos castaños sonreía malicioso, y aceleró, no viendo que mientras el joven se revolcaba en busca de un apoyo había colocado una traba en su camino, tropezó con la lámpara que golpeara a Yugi momentos antes, y sin saber por que razón la pica fue a parar a su ojo derecho, por instinto trato de retirarla de ese lugar, giró sobre si mismo golpeándose contra la barandilla de la escalera contra incendios deslizándose hacia atrás.

Quedó suspendido de una mano en la barandilla mientras sentía su cara ardiente en sangre, Yugi se asomó mirando al hombre debatirse por subir una pierna al descansillo, con un solo dedo empujó la pica en el ojo, hundiéndola más, la victima  apretó los dientes, pero no gritó.

_te mandaron ellos?_ Yugi asintió_ un mocoso haciendo el trabajo de hombres?

_vez que no soy tan estúpido como pensaste

_mátame de una maldita vez

_claro que lo haré, pero antes dime algo, Joey Wheller es tu hijo?

_si, es su hermana la corona de la vergüenza en mi vida, la odio a ella y a la perra de su madre.

_que tipo tan estúpido eres, en fin, te garantizo que al llegar al piso ya no sentirás nada

Sujetó la pica con fuerza y la retiró del ojo con rapidez y luego la volvió a hundir, el único ojo visible del rubio se tornó opacó y por debilidad, la mano que se hacía a la barandilla se soltó. Aterrizó justo en medio de la basura en el contenedor bajo la escalera, un par de vecinos se asomaron al callejón y hacia arriba donde habían escuchado el alboroto, siempre era lo mismo en ese departamento pero ahora no habían escuchado ninguna exclamación de suplica por parte de la menor de los habitantes de la casa. Nada como “déjalo papi, déjalo lo vas a matar”

El vecino de al lado se asomó a la puerta, al escuchar que se cerraba, supuso que el muchacho apaleado nuevamente se escapaba para poder ganar algo de dinero, pero no, solo alcanzó a vislumbrar una muesca de la chamarra color azul del uniforme que Joey “el sol” Wheller siempre llevaba puesta.

Nadie se inmuto, nadie se preocupó cuando a la mañana siguiente, el edificio estuviera silencioso, no había gritos, no había llantos y tampoco golpes. Roger Wheller a partir de ahora guardaría silencio para siempre. 

Notas finales:

kana.- que tal?

zerim.- parece que las cosas se acomodan solas, ya conocemos el origen de Yugi, que les parece?

kana.- esta historia parece una evolucion a lo que antes hemos publicado 

zxk.- owari


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