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Enamorándonos por darkmoon

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Notas del capitulo:

Gracias por leer y por comentar, sirve de mucho saber lo que piensan ^_^

I

 

 

 

  Con su habitual paso firme, se encamina a la onceava casa, sentía el frío salir de allí y aún no había llegado a mitad de camino, sólo debería hacer como todas las mañanas y pasar por allí. En realidad no era una excusa barata e inventada, generalmente todas las mañanas se reporta ante su diosa.

 

  Luego de haberse  redimido, Athena creyó que lo justo era darle un lugar junto a ella y a sus amigos, de tal manera, no podía darle la armadura sagrada de Géminis, pues pertenece a Saga, pero si podía tratar de crear algo único para él, algo que mereciera y que hiciera alarde de quien es. Además sabida es su naturaleza suspicaz y por tal es el encargado de velar por la seguridad del santuario, todas las mañanas y las noches hace largos recorridos de vigía y al terminar pasa el informe a su alteza.

 

  Generalmente sólo comprende un “todo está bien”, debido a que no hay enemigos al acecho, pero la verdad es que lo hace sólo por pasar por allí. Más de una vez sólo llega hasta la escalinata principal y regresa, es algo bastante tonto, pero nunca le enseñaron o mejor dicho, nunca tuvo que preocuparse por tratar de conquistar a nadie, sólo le enseñaban a luchar y matar y seguir luchando, enamorarse no era una opción.

 

  Ese día fue diferente, decidido llega a la casa de Acuario y busca a su morador, no hay tanto recoveco donde esconderse, por lo que si no lo encontraba significaba que no estaba allí.

 

  Entra despacio, el frío se había ido, es más, había algo cálido en el ambiente, se siente un rico olor a café caliente y tostadas, recuerda que no ha desayunado aún así que su estomago ruge cual león enjaulado. Hay grandes estantes llenos de libros en francés, en ingles, en español, en italiano, en portugués… ¿cuántos idiomas habla un francés? 

 

 

 

- ¿Qué se te ofrece aquí? - dice una suave voz a su espalda. - No es normal en ti detenerte a ver libros, ¿o sí?-

 

- No…- ¿Qué se supone que haría? El caballero estaba justo parado detrás suyo y no voltearía hasta pensar en algo decente - verás, me gusta leer… pero… no se… es decir, me gustaría leer -

 

- ¿No sabes leer o qué intentas decirme? Saga tiene una biblioteca del doble de este tamaño - Kanon aprieta sus manos - habla y lee en 25 idiomas diferentes… ¿qué tiene esto de especial?-

 

- Que no es de Saga… ya me voy -

 

 

 

 Camus queda recostado en el umbral de la puerta que divide la sala de la cocina, Kanon sale a toda velocidad de allí, se nota furioso, él era muy bueno para detectar el humor de las personas y no pensó que lo que había dicho fuera algo fuera de lugar, pero había molestado mucho al gemelo, de tal manera que olvida ir con la diosa.

 

 Se vuelve a desayunar, toma nuevamente el libro que ha dejado sobre la mesa y continúa leyendo… sería bueno si pudiera concentrarse, pero no… ¿qué dijo? ¿Kanon estaba enfadado? Normalmente no se preocuparía por algo tan trivial, pero en ausencia de batallas, todos tenían la posibilidad de explorar sus sentimientos y a más de uno esto le juega en contra.

 

 Camus es muy reservado y no le gusta andar despilfarrando alegría ni mucho menos andar de meloso, pero en el último tiempo, desde que su vida se tornó tan abrumadoramente  aburrida, se plantea constantemente que, tal vez, el motivo por el cual Milo no le presta la atención que él quisiera es precisamente porque es todo lo contrario.

 

 A Milo muchas veces lo han reprendido por no encontrarse en su templo, a veces, Camus mismo ha sido quien lo regaña  y allí se da cuenta por un breve instante… Milo vive, está realmente vivo, no hay enemigos, entonces ¿Por qué quedarse atrapado entre cuatro paredes leyendo un libro que no irá a ningún lado, que puede retomar luego, cuando pudiera salir a recorrer esa Grecia de la que se enamoró desde hace tantos años ya? Siempre veía a Milo llegar con esa sonrisa complacientemente feliz de las afueras, disculpándose, contándole lo bien que la paso en los juegos, en el bar, el restó…

 

 Sacude su cabeza de lado a lado, él es un caballero, un guerrero de la orden de Athena, no puede desviarse de su objetivo, de su misión… que no tiene… no hay misión entonces por qué quedar atrapado.

 

 Cierra su libro y va en busca de alguien que puede ayudarle en este tema, nadie mejor que Milo para enseñar de calle, pero sería muy obvio, mejor ir con Alde, él también es de salir, pues adora cocinar para su tierno Mu.

 

- Toro -. Llama sutilmente Camus, no era de usar sobrenombres, pero aquel le causaba gracia- ¿Estás aún aquí? -

 

-  Pasa adelante, Camus, estoy en la cocina - responde a los gritos.

 

- Aquí estas… ¿me preguntaba si ibas hoy al pueblo? -

 

- No, hoy no, tengo un cadete jaja, le preparo a Mu una sorpresa que me llevará tiempo y Kanon se ofreció a ir por mí, ¿necesitas algo? -

 

- No, no en realidad… sólo quería salir un rato y ver el pueblo, no he ido desde que nos regresaron -

- Puedes ir conmigo - habla Kanon a sus espaldas, haciendo alarde de su caballerosidad.

 

- No lo sé - Camus titubea, sabe que algo tramaron con Milo, aunque tal vez no sea así, pero tampoco quiere arriesgarse - Aunque… puede ser… ¿Por qué no? -

 

- Exacto - responde Kanon.

 

-  Podría ser peor - y se pone en marcha.

 

- Claro… oye… eso dolió -

 

 

 

 Llegan a la ciudad en un inmutable silencio, uno por timidez, aunque sea el adonis más codiciado, el otro, por mera costumbre.

 

 Pronto ven las ferias, miles de colores saltan a la vista, grandes locales de ropa, de comida, las calles son angostas y se alzan altos edificios, parece un barrio que el tiempo ha dejado en el olvido, muy rústico pero muy cálido.

 

 Los niños juegan en las veredas, corren, ríen, saltan, pasan por al lado de ellos y Camus comienza a reír, le recuerda a su pequeño aprendiz lo que le despierta una tierna melancolía, mientras que Kanon siente que su instinto asesino se apodera de él.

 

- Son niños -. Le dice Camus sonriendo.

 

- Son potenciales enemigos de mi buen humor -. Replica el gemelo tratando de esquivar los niños. - ¿Qué no tienen padres que molestar? -

 

- Vaya… pensé que eras más tolerante -.

 

- No… no cuando tienes un hermano que te quita todo lo que tienes con la estúpida excusa de que él nació primero -.

 

- Creí que Saga no era de esa clase de hermano, él realmente se preocupa por ti -.

 

-  Claro como la vez que él solito, en su primera explosión de galaxias partió la estatua de Athena, recuerdas aquella que estaba en las arenas -.

 

-  La verdad, no -

 

- ¡¿Por qué él la destruyó?! Tuve corriendo en círculos por 3 días con guardias que querían encarcelarme por hereje -

 

- Pero eran jóvenes… además… Saga una vez me contó que tu lo metiste en problemas a él también -

 

- Sólo quería saber si los gatos caían de pie… y pues… a Aioros no le gusto que arroje a su hermano desde la montaña -.

 

- Eres tan tierno cuando quieres… oye veamos que hay que llevarle a Alde -.

 

- Hace una hora intento descifrar lo que dice… ¿tú lo entiendes? -

 

- Déjame ver, sí algo entiendo… vamos -.

 

 Era extraño, de pronto Camus pudo relajarse, Kanon no es la persona que pensaba, era divertido, sencillo, teniendo en cuenta que Milo nunca sería suyo, Kanon parecía una buena opción, tal vez podría enamorarse de él.

 

 Kanon al mismo tiempo hacía un esfuerzo sobrenatural por no hacer el ridículo, aunque en el intento cae en la fuente de la plaza, pues por hacerse el sabedor del pueblo y andar de guía turístico olvidó el pequeño detalle de la fuente que el pueblo hizo en su honor.

 

 Camus ríe de manera inusual, el galán de las doce casas sumergido en la fuente gritando groserías bajo el agua para que los niños no lo escuchen.

 

 

 

 

 

 Por otro lado, menuda tarea tiene Milo de conquistar al gemelo mayor, se perfuma, se viste con unos jeans claros, una camisa abierta en color ámbar, una  musculosa blanca debajo y unos borcegos a medio atar color camel.

 

 Desciende hablando solo, tratando de ver cómo a alguien se le podía decir “me gustas” sin perder la paciencia al explicarlo, llega a la 3ra casa y allí está el objeto de sus ilusiones… sentado en un pequeño e improvisado jardín, vestido de blanco, descalzo, con los pies sobre un banquillo y completamente sumergido en la lectura, el pantalón y la camisola de gasa le quedan tan sensual, que siente que puede devorarlo con la mirada.

 

 Se adelanta y aclara la voz… nada sucede… lo llama por su nombre y nada pasa, se acerca un poco más y se marea con ese aroma que él suele traer, no es perfume precisamente es un aroma suave, dulce, como a canela… algo único como él. Siempre anda prolijo, limpio y en otro mundo…

 

-  ¡¡Saga!! - grita en un último intento.

 

-  No soy sordo -.

 

-  ¿Por qué no contestas entonces? -

 

- Quería saber cuánto tiempo aguantas sin gritar… la respuesta es, nada. ¿Qué se te ofrece? Kanon no está si lo buscas a él -

 

-  No… es a ti… verás… hay una feria de libros en la ciudad y me gustaría que me acompañaras, no entiendo mucho de libros pero quiero recuperar la poca colección que tenia -.

 

-  Tú… ¿lees? -.

 

-  Algo… por eso te digo, tenía un par de libros y los quiero volver a tener -

 

- No hay problema… iré contigo, no me hará mal un poco de aire fresco -

 

 

 

 Ambos se encaminan al pueblo, Saga es, desde siempre, una persona agradable, es muy maduro, sensato en los consejos, le gusta la compañía de un buen libro, pero también le agrada estar con su compañeros, su sonrisa es pura y sincera, sus ojos felinos ya no tienen ese tinte turbio, por el contrario se han calmado tanto que es el reflejo vivo de un alma nueva.

 

 Tiene la costumbre de tratar a Milo como un niño pequeño, es que en realidad los gemelos son los mayores des Santuario y por ende, por lo menos el mayor, a veces olvida que la diferencia no es tan abismal. Camina a paso lento, le agrada disfrutar de los paisajes, es majestuoso como su hermano, pero él tiene un aire más a un sabio emperador.

 

 Milo ama verlo, es feliz con tan sólo verlo, estar a su lado, respirar su aire, su perfume… pero ¿cómo llegar a alguien que te ve como un hermano menor?

 

 


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