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La Vida después de un sueño por Enthriex

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Notas del capitulo:

Aquí les traigo un nuevo capítulo, espero lo disfruten o3o Tendrán un gran rato para disfrutar de Gold, Silver y Leaf, decidí dedicarles un capítulo entero, espero les guste xP

 

 

"Gold, no puedo ir contigo" dijo Silver sorprendiendo a Gold quien lo miro con extrañeza.

 

"¿Eh? ¿Por qué no?" preguntó Gold sintiendo algo de irritación justo como un niño al que no le han cumplido su capricho.

 

"Hehe, lo siento, hice prometer a Silver que iría de compras conmigo el día de hoy" dijo Leaf quien se bajaba de donde estaba para pararse sobre el piso de la habitación, el mosaico regreso a su lugar en cuanto Leaf presiono un botón; Silver y Gold miraron esto con atención.

 

"Si, es verdad, así que no tengo tiempo de hacer tus tonterías" dijo Silver, sinceramente se le había olvidado que debía ir con Leaf al centro comercial pero el que ella le recordara esto le había salvado de ir con su amigo cuyas ideas lo hacían parecer descerebrado.

 

Gold notó el gesto de nerviosismo en Silver por lo que entendió que ni él se acordaba de tal compromiso y que solo quería evitar ir con él, sin embargo, en vez de reclamarle nada prefirió ir con los dos con el fin de llevarlos a ambos al internado; esto le era una mejor opción ya que presenciaría la cara de frustración de Silver al tener que seguir dicha idea.

 

"Oh, ya veo… bueno, ¿qué tal si los acompaño? Seguro que hay algo bueno de comer en el centro comercial" dijo Gold, Leaf sonrió ante la idea de Gold, sí, ella sabía que Gold seguiría con el plan y ella no dudaría en apoyarlo ya que le había parecido bien la idea de colarse en el internado. Leaf sabia de las consecuencias de ser descubiertos pero ¡ha! ¿Ser descubierta? Sí claro, no por nada era conocida como espía y ladrona experta.

 

"¡Pero claro! Seguro que nos vendrá bien tu compañía" dijo Leaf, en parte lo apoyaba por su plan pero lo que a ella le importaba más en esos momentos era el hecho de que seguro necesitaría de otra persona que cargara sus cosas ya que era seguro que Silver no podría con todo.

 

"Haz lo que quieras" dijo Silver quien ponía los ojos en blanco, Gold y Leaf se sonrieron en señal de victoria, Silver sabía que Gold era demasiado terco así que no le iba a ser posible escapar… no sabía cómo pero sabía que tarde o temprano terminarían llendo al internado, ¿Cómo escapar? No podía, solo esperaba algún día poder ir en contra de alguna de esas locas ideas que al terco de su amigo se le ocurrían.

 

 

Capítulo 10: Infortunios


Una vez decidido que irían al centro comercial, Leaf y Gold salieron del cuarto de Silver para que esté se cambiara, no porque a Silver le diera pena cambiarse frente a Gold pero no quería dejar a Leaf sola afuera de la habitación por lo que le pidió a Gold a manera de orden que se saliera, Gold sin entender la razón acepto y salió junto con Leaf. Gold cerró la puerta detrás de él y se encontró con una muy sonriente Leaf, demasiado sonriente para su gusto…

 

“Leaf, ¿Ocurre algo?” preguntó Gold viéndola con sospecha, ella solo respondió con una mirada perversa. “¿Leaf…?”

 

“Oh, Gold, ¿Por qué no entras? A mí no me molesta estar aquí afuera” dijo Leaf, ella tenía otras intenciones obviamente, sabía que Gold iba a estar con Silver así que había traído la cámara para recolectar fotos comprometedoras y vaya que quería aprovechar cualquier momento que llevara a alguna situación así.

 

“Eh… no veo la razón por la cual entraría… digo, no es como que no pueda pasar ni un momento alejado de él” dijo Gold quien veía a Leaf hacer una cara muy extraña… ¿Acaso había pensado en algo malo?

 

“Oh… ya veo, así que de eso se trata” dijo ella con sorna, Gold tardo medio minuto en comprender, luego de eso abrió los ojos de par en par y negó fuertemente con la cabeza.

 

“¡Si que estás loca! No digas cosas tan raras… ¡vaya que no puedo entenderte!” dijo Gold algo irritado, Ataro se encontraba algo confundido por lo dicho, al parecer reflejaba en parte los sentimientos de Gold al escuchar tal cosa de parte de Leaf.

 

“Y pensar que eras así Gold, quien lo hubiera creído” dijo ella mirándolo según ella sorprendida.

 

“Oh si claro, ya sé en que estas pensando” dijo Gold quien suspiraba en resignación, ¿Cuándo había empezado Leaf a comportarse así? Era algo muy extraño, era casi un cambio de un día para otro… ¿O será que en realidad nunca se dio cuenta exactamente cuándo?

 

“¿Oh Si? Entonces dime, ¿En que pienso?”

 

“¡Tú crees que no puedo estar sin Silver! ¡Mi vida no es Silver así que no creas-!” dijo Gold quien de repente se calló una vez se abrió la puerta revelando a un Silver completamente sorprendido y confundido, Gold se quedó estático por unos segundos al darse cuenta de que Silver pudo haber escuchado otra cosa…

 

“Uh…” murmuró Silver quien no pudo creer haber escuchado a Gold decir que él era su vida y que no podía estar sin él… “¿Interrumpo algo?”

 

“Silver… ¿Qué fue exactamente lo que…?” dijo Gold quien miraba a Silver con atención, el ambiente estaba muy tenso hasta que Leaf empujó a Gold y tomo una foto. Silver sostuvo a Gold de los hombros algo aturdido, ya luego de reaccionar volteó junto con Gold a ver a Leaf.

 

“¡Oh, pero que buenas fotos! ¡Sí que me harán rica!” dijo ella con una hemorragia notoria, Gold la miró de manera asesina, ¡No podía creerlo! Al parecer Leaf planeo que eso ocurriera…

 

“Leaf, tú…” Silver observó como la chica veía las fotos de forma perversa a lo cual comprendió lo que estaba ocurriendo, al parecer Gold había sido víctima de la pequeña táctica de Leaf y por ende había escuchado mal…

 

“Rayos… ¡Como sea! ¡Cómo puedes ver, Leaf me tendió una trampa! No sé cómo le hace…” dijo Gold quien sostenía su cara con una mano sintiéndose estúpido. Silver lo miró con un poco de lastima pero bueno, no era su culpa, Gold era demasiado fácil de engañar y molestar…

 

“Eso es porque eres muy irritable, por eso Leaf puede hacer que digas lo que ella quiere” dijo Silver quien miraba a Leaf guardar las fotos en una pequeña bolsa que colgaba de forma diagonal del hombro a la cintura.

 

“Aunque bueno, hay que reconocer que Gold hace la mitad de mi trabajo al decir las cosas que yo quiero, es como si me leyeras la mente” dijo Leaf a Gold, esté los miro en silencio por unos segundos antes de fruncir el ceño entendiendo la situación… ¡Al parecer ambos confabulaban en su contra!

 

“Como sea” dijo Silver quien comenzaba a caminar hacia un corredor vertical que tenía unas escaleras a la mitad del camino que daban lateralmente hacia donde estaba el primer piso el cual era habitado por una docena de rufianes de cada lado haciendo una fila hacia donde se encontraba un par de escaleras laterales pegadas a una base para dar con un corredor que se dividía en izquierda y derecha, había un cuadro en el centro que tenía una pintura de su padre Sakaki junto con él, en medio de los rufianes estaba un piso reluciente con una gran “R” decorándolo y cuatro pares de ventanas de un cristal difícil de romper yacían detrás de cada fila de rufianes.

 

“Vaya…” murmuró Leaf mientras pasaban por en medio de los rufianes “¡Me fascina como combinan con el lugar!” ella igualmente había aceptado que su padre fuera el jefe del equipo Rocket, sí, sinceramente era tan extraño que lo aceptaran tan fácilmente que lo hacía preguntarse si en verdad era algo normal o no.

 

“Sí, ¿verdad? Sin mencionar que sus vestimentas sí que lucen geniales, quisiera algún día ponerme un traje como esos por un rato” dijo Gold muy entusiasmado, Silver lo miró de reojo algo preocupado pero se forzó a ver hacia delante tratando de ignorar el disgusto que sentía por escuchar a Gold decir eso, sí, le alegraba que sus amigos lo aceptaran pero… no era tan simple, la realidad de su situación no le gustaba nada, a pesar de que ya estaba acostumbrado a su padre y que le tenía un cierto cariño… no le quitaba que fuera el jefe de una organización que actuaba mal.

 

Unos cuantos rufianes voltearon a verlos mientras se acercaban a la entrada, Silver caminaba como soldado hacia la entrada mientras que Gold y Leaf estaban muy contentos despidiéndose de los rufianes.

 

“¡Adiós, guapos!” dijo Leaf quien causó que varios guardias se sonrojaran y le sonrieran como respuesta, otros agitaban levemente la mano para devolver el gesto mientras que otros pocos se mantenían firmes y unos cuantos más que no conocían a los amigos de Silver le dedicaban una mirada enojada a los que habían agitado las manos.

 

Pronto siguieron su camino fuera del cuartel general dirigiéndose hacia el centro comercial, Gold y Leaf seguían hablando de lo genial que ser un rufián parecía ser y que tan emocionante sonaba el que los mandaran a una misión de infiltración o una de espionaje. Silver por más que quisiera no podía silenciarlos, todos esos comentarios lo ponían de mal humor ya que no le estaban dando la seriedad debida.

 

“¿Qué están mal de la cabeza? El equipo Rocket es una organización malvada, dejen de decir tonterías de lo genial que es ser un rufián, ¡no saben de qué hablan!” dijo Silver finalmente alterado, Leaf y Gold lo miraron con curiosidad mientras se detenían.

 

“¿Pero qué dices? Seguro que es divertido vestirse como una verdadera ladrona” dijo Leaf a quien no le disgustaba la idea para nada.

 

“Leaf…” murmuró Silver quien no comprendía la manera de pensar de sus amigos, no es que no quisiera que pensaran así, es solo que…

 

“Silver, te tomas las cosas demasiado enserio” dijo Gold quien veía a su amigo con una ceja alzada “No es como que nos estemos uniendo a la organización así que relájate”

 

“Gold, te lo advierto, no juegues” dijo Silver con tono de amenaza, Gold frunció el ceño algo confundido por las palabras de su rival, ¿Cómo que no jugara? Además el podía jugar si se le daba la gana…

 

“No sé qué quieres decir con eso, Silver” dijo Gold mientras seguía su camino, Leaf observó la situación entre ellos pero decidió no intervenir… ¡con suerte obtendría más fotos!

 

“Escúchame” dijo Silver quien detenía a Gold de la muñeca, esté se giro algo irritado ante el agarre mientras que Leaf los miraba embobada con la cámara lista para sacar más fotos.

 

“¿Qué quieres?” preguntó Gold quien miraba con la misma mirada seria a Silver, esté frunció el ceño levemente quedándose en silencio por unos segundos.

 

“La organización de mi padre no es para que la celebres, no juegues con lo que no entiendes” dijo Silver, Gold se soltó del agarré y lo miro levemente molesto.

 

“¿Qué es lo que te pasa, Silver? ¡No me trates como un niñito!”

 

“Lo haría si dejaras de decir idioteces de temas fuera de tu comprensión” dijo esté quien escucho el sonido de un flash, se quedo quieto por medio segundo hasta que volteo a ver a Leaf quien estaba revisando las fotos en otra cámara, vaya al parecer tenia diferentes cámaras...

 

“Leaf… deja de hacer eso” dijo Gold quien la tomaba como caso perdido, ella les sonrió y les hizo un gesto como de que siguieran en lo que estaban pero decidieron mejor dejar el tema y seguir caminando antes de que se volviera algo más grave. Silver no comprendía la manera tan despreocupada de Gold para tratar el tema de la organización mientras Gold no comprendía por qué Silver estaba tan molesto de que él aceptara su situación familiar.

 

“Chicos, me estaban dando muy buenas fotos, continúen discutiendo, ¿Sí?” dijo Leaf quien les dedico una mirada llena de falsa inocencia, ellos la miraron con aburrición por unos segundos antes de voltearse y seguir su camino, Leaf suspiró algo decepcionada de no poder tomar más fotos mientras llegaban al parque el cual estaba a unas dos cuadras del centro comercial.

 

“Por cierto, Silver, ¿Conoces a Jakira?” al preguntar esto, Silver nuevamente se detuvo aunque esta vez no se volteo hacia Gold.

 

“Tú… ¿Cómo sabes de él?”

 

“Ahm… digamos que me lo dijo un pajarito…” dijo Gold quien miraba a Silver un tanto preocupado, su rival había cambiado de estado de ánimo muy extrañamente.

 

“Un pajarito… Gold, ya te he dicho que no trates de socializar con los rufianes…” dijo Silver sintiéndose frustrado por qué Gold no le hiciera caso, al parecer era en vano hablar con él.

 

“Tú no me mandas, idiota” dijo Gold quien ahora sostenía a su Aipom entre sus brazos, el pokémon los veía con atención.

 

“El comandante Jakira es una persona con la que no debes involucrarte, nunca” dijo Silver quien trataba de hacer entender a su rival con palabras que era una persona peligrosa “No interactúes con él, preferiría que lo evitaras”

 

“¿Ah? Silver… estás diciendo cosas muy raras, ¿por qué no puedo interactuar con él?” preguntó Gold quien ahora se preguntaba que pasaba por la mente del otro, Silver bajó la mirada al recordar a ese hombre, no le había dejado una buena impresión, no después de lo que había pasado con él años atrás…

 

Aquel día había comenzado con un baile enorme que su padre había organizado, era una especie de celebración para el que ahora se encargaría del cuartel general donde vivía precisamente Silver, él prefería no tener que involucrarse mucho ya que era muy tímido con toda esa gente desconocida, sin mencionar que la mayoría de las mujeres en las celebraciones como esa siempre le jalaban las mejillas y lo tocaban como si fuera una vasija muy cara o al menos algún tipo de mascota; su padre casi siempre estaba platicando con otros hombres de alto poder, posiblemente de otras organizaciones malvadas.

 

El problema aquel día comenzó en el momento en que el comandante Jakira había puesto un pie dentro del cuartel, su padre había ido directamente con él a estrechar su mano y casi enseguida lo guió hasta Silver quien estaría bajo su cargo por el tiempo en que no estuviera él en el cuartel; Silver observó con atención los ojos de este notando un brillo extraño por lo que decidió retirarse en el momento que vio la oportunidad. Silver termino escondiéndose dentro de la oficina de su padre donde yacía su persian recostado en un cojín que lucía muy fino y caro, Silver miró al Pokémon quien lo veía con curiosidad y le explicó brevemente la situación finalizando con el hecho de que ahora se escondería en ese lugar.

 

Tiempo después de esconderse debajo del escritorio de su padre escucho la puerta abrirse y unas cuantas pisadas acercarse, ya entonces escuchó como esta se cerraba. Por las voces que hablaban parecía ser su padre y el comandante Jakira quienes estaban conversando sobre como manejaban las cosas en ese lugar, cómo ordenaba a los rufianes y comentaba sobre algunos labores del lugar y varias cosas más antes de escuchar que la puerta se abriera y cerrara nuevamente. Silver decidió esperar por un minuto más antes de salir de su escondite ya que temía que volvieran a entrar o que alguien siguiera allí, se sentía como un espía y él sabía que su padre no veía con buenos ojos a ese tipo de personas, al menos si el espía no trabajaba para él.

 

“¿Piensas quedarte ahí por mucho tiempo?” escucho decir al comandante Jakira, Silver se sorprendió por escucharlo por lo que con menos razón pudo moverse. “¿Acaso no sabes que a tu padre no le agradan los espías?” Silver siguió paralizado en su lugar sin saber que hacer hasta que noto unas piernas enfrente del escritorio seguido por una mano que lo había tomado firmemente de la muñeca; luego de haber sido jalado fuera del escritorio sintió como lo jaloneaban y lo tiraban al suelo.

 

“Yo no escuche nada…” dijo Silver tratando de evitar posibles problemas, el comandante Jakira sonrió perversamente y lo miró burlonamente.

 

“¿O sí? Parece que crees que soy un imbécil” dijo esté, Silver lo miró sorprendido dándose cuenta que su actitud amable de antes era solo una farsa.

 

“¡No! Yo no creo que usted-“ dijo Silver quien fue cacheteado por el peli plateado, Silver sostuvo su mejilla y lo miró asustado.

 

“Escucha, mientras yo esté a cargo tendrás que obedecer todo lo que yo diga, ¿de acuerdo?” al decir esto, se agacho y sujeto la barbilla de Silver con su dedo índice. Silver lo miro perplejo sin decir nada, estaba muy confundido y un tanto asustado de lo que estaba pasando. Jakira tomo un mechón de pelo de Silver entre sus dedos y empezó a acariciarlo y a jugar con él. “Sí que tienes un cabello hermoso”

 

Silver sintió como su piel se erizaba ante este comentario por lo que también trato de apartar su cara pero esté tomo su cara y forzó a que la mantuviera inmóvil. “Pero qué… ¿Qué está haciendo…?”

 

“Tienes unas facciones muy finas y tu cabello es verdaderamente precioso…” dijo el hombre quien frotaba su dedo pulgar por la cara de Silver, Silver había apartado la mirada mientras que el extraño seguía violando su espacio personal “Es tan sedoso y bello como el de una muñeca… no sabes las ganas que me surgen de arrancártelo”

 

“¿Eh?” murmuró Silver quien había quedado inmóvil mientras abría sus ojos con horror, ¿arrancarle el cabello? Tenía que estar bromeando…

 

“Oh, no te preocupes, solo bromeo” dijo Jakira haciendo que el pelirrojo suspirara obviamente aliviado por escuchar que solo estaba jugando “Todo tu cuerpo es tan hermoso que quisiera convertirte en una muñeca humana”

 

“¿Q-Qué?” tartamudeo al sentirse abrumado por el sentimiento de miedo. Silver lo miraba atemorizado mientras esté seguía acariciando su cabello, no tenía idea de que el hombre hablaba con sinceridad.

 

"Por favor, deténganse... no sé que hace pero...." dijo Silver quien recibió un jalón en el cabello causando que guardara silencio.

 

"Sin duda alguna harías una muñeca excepcional... aunque no podría ponerte vestidos ¿o sí...?" dijo Jakira mientras lo observaba con detenimiento, Silver lo miraba asustado, ¿Que acaso estaba hablando enserio?

 

"Señor Jakira... ¿habla enserio?" preguntó Silver mientras sonreía nerviosamente, Jakira se quedó pensativo ante la pregunta hasta que abruptamente lo jaloneo del cabello hasta sujetar su cabeza contra el suelo, deslizo su mano izquierda por encima de la camisa pasando por los botones y empezó a desabrocharlos, Silver forcejeo desesperadamente, ¡¿Pero que intentaba hacer?! Solo sabía que era mejor no saber… “¡No, déjeme! ¡Suélteme!”

 

“Oh descuida, solo quiero observar tu piel…” dijo esté causando que Silver tratara de zafarse con más brusquedad pero esté le puso la mano derecha sobre su boca y nariz para sostenerlo mejor de esa manera, a medida que Silver se ponía más violento al sentir como le iba quitando la camisa, Jakira presiono su mano ahora impidiéndole tomar aire, Silver trataba de zafarse del agarre y lograr tomar aire pero su fuerza fue disminuyendo hasta que todo se nubló y gradualmente se oscurecía… cosa que termino con Silver quedando inconsciente y a merced del peli plateado.

 

“¿Silver? ¡Hey!” exclamaron Leaf y Gold que se habían percatado que su amigo se había quedado quieto por mucho tiempo.

 

“¿Ah?” murmuró Silver al reaccionar ante las palabras de los otros dos, estaba un poco confundido y algo preocupado por recodar algo como eso pero decidió tratar de cambiar el tema y regresar a como estaban hace un rato justo antes de que el dijera nada. “Disculpen, creo que tengo algo de hambre”

 

“¿Hmm?” murmuró Leaf confundida al notar que Silver no había continuado la conversación de antes.

 

“Oh, genial, entonces ¡apresurémonos!” dijo Gold muy feliz de recordar que le hacía falta comer y que iban justo a eso.

 

El trayecto al centro comercial continuo justo como había comenzado, Leaf y Gold estaban muy animados conversando sobre la organización mientras que Silver solo podía hacerse el sordo. Una vez vieron el centro comercial, Gold salió corriendo, Leaf y Silver lo veían de lejos algo indiferentes a que se les hubiera adelantado, ¿por qué? Pues Gold siempre era tan hiperactivo y lleno de energía que ese tipo de acciones ya eran comunes, de hecho era raro que no entrara de esa forma al lugar.

 

“Vaya, Gold es tan impaciente” dijo Leaf a Silver mientras entraban tranquilamente al lugar.

 

“¿Qué esperabas? Tiene hambre, si de por sí ya está loco, el que tenga hambre solo lo hace más zafado” dijo Silver al acercarse a las escaleras eléctricas, no tenía pensado en buscar a Gold, sin mencionar que era obvio que había subido al área de comida.

 

“Oh, se me había olvidado decirte… ¡ame la foto donde estas usando ese sombrero mexicano! Creo que debo pedirle ayuda a Gold más seguido” dijo Leaf causando que Silver se acordara de cuando Gold lo llevo a ese restaurante extravagante.

 

“Siempre haces cosas innecesarias, no entiendo tu obsesión por nosotros” dijo Silver quien se quedo callado al ver la cara de perversión de Leaf “Y la verdad creo que no quiero entender…”

 

“Oh, Silver… tú no te preocupes, con que me sigan dando fotos es suficiente… así que sé un buen chico y ve con Gold” dijo ella quien conducía a Silver de los hombros hacia el área de comida donde estaba el hiperactivo de su amigo viendo los diferentes puestos de comida.

 

Silver se dirigió hacia el área de comida pero en vez de ir con Gold, se dirigió directo hacia un puesto de sándwiches, ordeno un jugo de naranja y un sándwich de jamón con queso y fue a sentarse a una de las mesas que estaban en el centro del lugar, tiempo después llegó Leaf con unos hot cakes y una limonada y un rato después de que habían comenzado a comer llegó Gold con una orden de makis, cinco tacos, un flan y una malteada. Silver lo miró algo asqueado por lo que se iba a comer, ¿Qué clase de combinación rara era esa?

 

“Gold… vas a comer makis con malteada… ¿no crees que se te revolverá el estomago?” dijo Silver al verlo devorar su comida, Leaf por su parte estaba sorprendida igual que Silver, no se esperaba que Gold tuviera gustos tan extraños…

 

“¡Sip! Es por eso que compre esto, duh” dijo Gold mientras seguía comiendo, Ataro estaba sentado en la mesa tomando una malteada la cual era de plátano. “Pero en vez de preocuparte por lo que como deberías concentrarte en tu sándwich”

 

“Es que no puedo creer que te comas todo eso…” dijo Silver dándole una mordida a su sándwich. “Veo que le compraste una malteada a tu Aipom”

 

“Haha si, de hecho compre varios plátanos” dijo Gold “Ataro siempre quiere hacerme comer plátanos por alguna razón…”

 

“¿Por alguna razón? Al parecer tu pokémon está al pendiente de lo que comes, deberías agradecerle” dijo Leaf “Ataro es tan listo y lindo”

 

“¡Ai, Ai!” exclamó el pokémon quien le dedicaba una sonrisa a Leaf, luego de sonreírle se paró y tomo un plátano con su cola para luego meterla en la boca de Gold.

 

“¡Mph!” murmuró Gold con el plátano en la boca, luego lo alejo y miró a su pokémon algo irritado “¡Ataro! ¡Ya te dije que no hagas eso!”

 

“Haha, al parecer Ataro es algo agresivo… pero no me sorprende ya que los pokémons se parecen a sus entrenadores” dijo Leaf quien miraba divertida la escena.

 

“¿Acaso lo hace con frecuencia?” preguntó Silver quien veía con curiosidad al pokémon, le intrigaba que los pokémons pudieran ser así de considerados, no se le hacía común que los pokémons actuaran con consciencia humana pero bueno, el Pichu del otro día le había demostrado lo contrario.

 

“Sí, esta mañana hizo lo mismo…” dijo Gold quien pelo el plátano para volver a ponerlo en su boca, antes de que pudiera siquiera morderlo, Leaf soltó un chillido para lo que Silver y Gold voltearon algo aturdidos.

 

“Leaf, ¿ahora qué te sucede?” preguntó Silver quien observaba como Leaf sacaba su cámara y empezaba a tomarle fotos a Gold quien había decidió ignorar a Leaf para seguir comiendo. “Parece que ahora tomas fotos a lo idiota…” Si, Silver no entendía por qué Leaf le estaba tomando fotos a Gold cuando no estaba haciendo nada raro.

 

“Eso es lo que tú crees, solo mira estas fotos” dijo Leaf quien le entregaba la cámara a Silver “Ni se te vaya a ocurrir borrarlas o conocerás mi ira” añadió en lo que Silver tomaba la cámara y contemplaba las fotos.

 

“Oh, vaya, que novedad… es Gold comiendo un plátano” dijo Silver quien miraba las fotos aburrido, seguía cambiándolas queriendo entender que había de increíble hasta que notó algo extraño… “Esto es…”

 

“Oh~ parece ser que ya te diste cuenta” dijo Leaf quien sonreía de forma malvada al ver a Silver viendo la foto inmóvil.

 

“ ¿Ah? ¿Qué estás viendo, Silver?” preguntó Gold algo intrigado ya que Silver estaba haciendo una expresión extraña mientras veía la cámara.

 

“Mira” dijo Silver quien le enseñaba la cámara a Gold, Leaf se sorprendió de que Silver le enseñara la foto, ¿Qué pasaría ahora? Seguro habría más oportunidad de tomar fotos ya que la foto que le había mostrado era una de Gold comiendo el plátano de forma sugestiva, o bueno, Leaf había tomado la foto para que luciera así; con su dominio de la cámara no era nada difícil poder capturar las escenas que ella tanto quería.

 

“¡Oh! Ya veo…” murmuró Gold quien tenía a Leaf atenta con la cámara “¿No es Yellow?”

 

“Si, parece que sí” dijo Silver, Leaf se quedo sin palabras al darse cuenta que no habían reaccionado como ella había querido.

 

“¿Eh? ¿De qué hablan…? La foto… ya vieron que…” dijo Leaf muy confundida, luego de esto frunció el ceño y les arrebato la cámara para ver de más cerca “¡Oh! Vaya… ahora entiendo…” murmuró Leaf quien veía a una rubia en el fondo de la foto, sí, definitivamente era Yellow, la que acaba de arruinar su preciada foto…

 

“Si que ha sido un tiempo desde la última vez que la vimos” dijo Gold quien lucía feliz mientras que Silver veía a Leaf de reojo notando el aura de resentimiento emanando fuertemente.

 

“Es verdad… sabes, creo que nos estaremos encontrando caras conocidas de ahora en adelante” dijo Silver, Gold volteo a verlo mientras terminaba el plátano.

 

“¿Tú crees?”

 

“Sí, ya que no queda mucho para que el examen de entrada comience…” dijo Silver, Gold sonrió ante la mención de esto, él estaba muy emocionado por entrar y apenas podía esperar.

 

“¡Cierto! Silver, ¿con quién crees que nos toque?” pregunto Gold de repente, Silver lo miro algo pensativo, ¿con quién? Pues quien sabe, es a lo que menos le había dado importancia.

 

“No lo sé, pero dudo mucho que me toque contigo ya que nos van a mezclar” dijo Silver, Gold hizo un puchero al escuchar tal cosa.

 

“¡Oye! No seas pesimista… sería bueno que nos tocara juntos ya que así podría molestarte” dijo Gold, Leaf salió del estado de irritación en el que estaba para voltearse a ver a Gold con una sonrisa picara, Gold la observó por medio minuto algo confundido hasta que capto. “¡Oye! ¡No me refiero a ese molestar! Leaf, eres una degenerada…”

 

“Hoho, lo sé, ¿algún problema?” dijo Leaf con cara desafiante “Di que al menos no los estoy forzando en estos momentos a que hagan una pose para mi”

 

“¿Y por qué habríamos de hacerte caso?” preguntó Gold regresando el gesto, Silver suspiro decidido a ignorar el tema de conversación actual.

 

“Yo no dije que fuera malo, aunque ya que lo mencionas… no creo poder dormir con tus ronquidos” dijo Silver quien recordaba lo ruidoso que era Gold al dormir, se había dado cuenta de esto cuando esté se había quedado a dormir con él; no por qué Silver lo haya invitado, Gold a veces se auto invitaba.

 

“¡Oye!” exclamó Gold algo molesto por el comentario, además de que no ayudaba ver a su pokémon riéndose de eso. Ataro podía simpatizar con Silver, su entrenador roncaba de forma molesta. “Ataro… ¡no te burles!”

 

“De cualquier forma, creo que lo interesante de estar en diferentes cuartos es poder convivir con otras personas…” dijo Silver imaginándose la situación.

 

“¡¿Qué quisiste decir con eso?! ¡hmph! Pues no es como que quisiera que fueras mi compañero de cuarto” dijo Gold frunciendo el ceño y sacándole la lengua.

 

“Aunque la verdad preferiría que estuvieras en el cuarto conmigo a tener que aguantar a alguien más insoportable que tú” dijo Silver quien había contemplado estar con alguien más problemático que Gold.

 

“¡Pues fíjate que el insoportable eres tú, don apático!” dijo Gold quien seguía comiendo lo que le quedaba de lo que había comprado antes.

 

“Ni para que discutir eso contigo, tonto” dijo Silver quien se terminaba su jugo de naranja.

Leaf los observó algo aburrida, su ánimo había bajado de golpe luego de que Yellow le arruino la foto por lo que simplemente espero a que los dos acabaran, bueno, a que Gold acabara de comer para poder ir a hacer las compras y que luego fueran a colarse al internado.

 

Tiempo después de que Gold acabó de comer, Leaf los tomo a ambos del brazo y los llevó rápidamente a una de las tiendas para empezar a comprar, pronto Gold descubrió que las intenciones de Leaf al aceptar su compañía era para que cargara sus cosas… Silver le explico en el tiempo que seguían a Leaf de tienda en tienda que él había perdido una batalla contra ella por lo que el castigo había sido acompañarla a comprar cosas y que el cargara todo lo que fuera a comprar… y conociendo a Leaf eso sería demasiado. Gold al entender que se había ofrecido para compartir el castigo de Silver pensó en huir pero eventualmente tuvo que quedarse, si se iba no podría arrastrar a Silver al internado…

 

Las horas pasaron volando, Gold y Silver terminaron con una montaña de cosas cada uno mientras que Leaf cargaba tres bolsas con zapatos, ya satisfecha de sus compras se dirigió a la salida junto con los chicos para luego caminar hacia su apartamento, Gold y Silver no podían más con todo lo que cargaban pero finalmente descansaron al entrar, Leaf les agradeció la ayuda y les pidió que se adelantaran ya que tenía que prepararse para la infiltración; Silver comprendió que realmente no podría escaparse y al escuchar a Leaf decir que pronto los alcanzaría, se retiro junto con Gold para ir rumbo al internado.

 

Eran cerca de las diez de la noche cuando se acercaron a la pared donde comenzaba el internado, Gold la observó de arriba abajo muy entusiasmado por entrar.

 

“No puedo creer que de verdad te estés saliendo con la tuya” dijo Silver a Gold quien sonreía triunfante.

 

“Haha, para que veas que siempre hago lo que quiero” dijo Gold, Ataro le animaba con porras que sólo él entendía mientras que Silver lo veía hastiado.

 

“Enserio no te importan las consecuencias…” murmuró Silver mientras suspiraba, luego de resignarse a la situación saco una pokébola y dejo salir a su sneasel.

 

“¡Oh! ¿Qué tal, sneasel? Hace tiempo que no te vemos, Silver debería sacarte más seguido” dijo Gold al sneasel quien lo veía algo confundido, ¿Qué hacían en ese lugar? Había escuchado de su entrenador decir que era el lugar al que entrarían a estudiar en poco tiempo, le había contado sobre las reglas del lugar, la manera en que funcionaba el internado por lo que no comprendía que hacia su entrenador y su amigo justo afuera y a sabe qué hora de la noche.

 

“¿Sneasel…?” murmuró mientras veía a Gold quien sabia podría explicar que pasaba, le preguntaría a Silver pero su entrenador no era muy conversador.

 

“Oh, es verdad, veras… ¡vamos a colarnos en el internado!” dijo Gold muy alegre, Sneasel se quedo sin decir nada por medio minuto hasta que reaccionó alterado.

 

“¿¡Sneas?!” el pokémon no entendía por qué Silver estaba cediendo cuando ya debería saber las consecuencias por lo que lo miro incrédulo, Silver suspiro y volteó la mirada reusándose a explicarle.

 

“Digamos que Silver ha tenido que ceder ante mi plan, no te preocupes, fue mi ocurrencia, no la de él” dijo Gold causando que el pokémon suspirara y luego le frunciera el ceño, no le gustaba nada que forzaran a Silver a hacer algo que él no quería hacer.

 

“No tiene remedio, Sneasel, así de idiota es él” dijo Silver “Además, nos va a tener que llevar a comer por el lio en el que nos está metiendo” al decir esto, Sneasel lo miró y asintió mientras que Gold arqueaba una ceja confundido.

 

“¿Ah? No recuerdo haber dicho eso…”

 

“No, no lo hiciste, yo te estoy diciendo que nos llevaras a comer como manera de compensarnos por involucrarnos” dijo Silver a forma de orden.

 

“Demonios… ¡De acuerdo! Solo no salgas corriendo como niñita asustada” dijo Gold.

 

“Me pregunto cuánto más tardará Leaf” dijo Silver para sí mientras veía alrededor, tiempo después llegó Leaf quien vestía ropa de color negro con apariencia de una verdadera ladrona.

 

“¡Que tal!” dijo ella a manera de saludo, ambos la miraron sorprendidos, si que se veía totalmente preparada.

 

“Se nota que no fuiste a tu apartamento a perder el tiempo” dijo Gold con una sonrisa, Leaf cerró los ojos e hizo expresión de orgullo, no por nada era conocida por sus habilidades.

 

“Entonces, ¿quieren entrar ya?” dijo ella animándolos a moverse, no podía esperar a ver el interior.

 

“¡Claro! Pero ehmm…” murmuró Gold algo preocupado haciendo que Silver lo mirara con interés.

 

“¿Listo? No te estarás acobardando… ¿verdad?” dijo Silver quien creía que Gold por fin había meditado en lo que estaban a punto de hacer.

 

“No… no es eso, es solo que… se me olvido preparar las cosas para colarnos” dijo Gold añadiendo una risa nerviosa, Ataro lo miraba incrédulo, ¿enserio su entrenador no había previsto que tendrían que utilizar herramientas?

 

“Me lo imagine” dijo Silver “Bien, como no hay con qué entrar será mejor que-“al decir esto fue interrumpido por Leaf quien sacó un gancho de cuerda. “Maldición…”

 

“Lo siento, Silver, me temo que yo si vine preparada” dijo Leaf quien le guiño el ojo “Me imagine que Gold no traería nada por lo que me asegure de traer lo necesario para compensar su descuido”

 

“No es como que no lo haya pensado es solo qué…” murmuró Gold algo apenado por qué no se le ocurriera que no podían simplemente traspasar el muro o brincarlo. “¡Pero bueno! Ahora que Leaf trae todo lo necesario podremos entrar”

 

“Tenias que ser…” dijo Silver a Leaf quien ya se había puesto feliz por no tener que entrar. Leaf sonrió despreocupada y lanzo el gancho de cuerda hacia el borde del lugar, lo jalo varias veces para verificar que estaba bien enganchado y luego procedió a subir seguido por Gold y al último por Silver. Ya luego de que estuvieran en el borde, Leaf dejo salir a su jigglypuff, guardo la cuerda en su bolso y utilizo a su pokémon para poder bajar del otro lado; jigglypuff luego regresó por Gold y Silver dejándolos en uno de los jardines, Leaf finalmente tomó su pokébola y regresó a su pokémon.

 

“Bien, ¡ya entramos!” dijo Gold triunfante junto con su Aipom, Silver y su Sneasel lo veían exasperados mientras que Leaf compartía la emoción de Gold.

 

“Entonces… ¿por dónde empezamos?” dijo Leaf quien veía alrededor el cual estaba completamente oscuro.

 

“Vaya, entramos pero no se ve nada…” dijo Silver “Seguramente están creando un escenario ilusorio para mantener ladrones lejos”

 

“Hmm, quien sabe, es posible pero… ya que entramos no perdemos nada en seguir” dijo Leaf quien sacaba tres lentes oscuros y se los pasaba a Gold y Silver.

 

“Ehm, Leaf, no creo que el sol sea un problema en estos momentos…” dijo Gold algo confundido por que Leaf le diera un par de lentes oscuros.

 

“Oh, vamos, solo póntelos” dijo Leaf quien rodaba los ojos, si que tenían que quejarse de todo… ¿Qué acaso no podían obedecer y ya?

 

“De acuerdo…” dijo Gold mientras se los ponía descubriendo que en realidad eran lentes para ver en la oscuridad, ohh ¡esto es genial!”

 

“¿Ves? No hay razón para que les de algo sin sentido” dijo Leaf quien veía como Silver se ponía los suyos y empezaba a ver alrededor.

 

“Si… ¿Dónde conseguiste esto?” preguntó Silver algo interesado.

 

“Oh, pues en el centro comercial” dijo Leaf mientras cruzaba los brazos “No creían que solo fui a comprar ropa, ¿verdad?”

 

“No sabía que podías conseguir este tipo de cosas en el centro comercial…” dijo Gold quien se había puesto a escuchar un sonido lejano.

 

“¡Pero claro que no! No cualquiera encuentra estas preciosuras, hay que ser yo para poder encontrarlas” dijo Leaf esbozando una sonrisa llena de orgullo.

 

“Vaya… pero que modesta eres…” dijo Silver quien a veces creía que su amiga era algo narcisista.

 

“Uhm, chicos… ¿escuchan eso?” dijo Gold callando a los otros dos al tratar de escuchar aquel sonido que le estaba molestando.

 

“¿Ah?” murmuró Silver cerrando los ojos para escuchar con atención, Leaf imitó a los otros dos y se dispuso a escuchar.

 

“Hmm, eso suena como… ¿ladridos?” dijo Leaf, los chicos asintieron levemente para darse cuenta que sí, efectivamente, eran ladridos que por ende llevaba a que fueran… ¿pokémons?

 

“¡Oh, demonios! Seguro son houndooms…” dijo Gold algo preocupado, Silver lo jaló de la playera comenzando a correr.

 

“¡¿A quién le importa que pokémons sean?! ¡Corre, idiota!” exclamó Silver mientras regresaba a sneasel a su pokébola, no quería involucrar a su pokémon en algo innecesario.

 

“¡Vaya! ¡Por fin comenzó la acción!” exclamó Leaf quien corría con ellos muy divertida, Gold y Silver la miraron como si fuera un alienígena por como medio segundo antes de concentrarse en escapar.

 

Estuvieron corriendo por un largo rato hasta que Leaf sacó de nuevo a su jigglypuff y flotó hacia un piso más arriba de donde estaban los perros jalando a Silver y a Gold, fue lo único que pudo hacer ya que la pobre de Jigglypuff no aguantaba tanto peso. Los tres se quedaron viendo a la jauría que estaba un piso más abajo con sorpresa, claro, con excepción de Leaf que lo había tomado como una simple carrera y solo jadeaba del cansancio.

 

“¡Pero qué buen ejercicio! ¿No creen?” dijo Leaf a los otros dos que aun seguían alterados por lo sucedido.

 

“¡¿Estás loca o qué?!” Silver y Gold exclamaron al mismo tiempo, Leaf miro hacia otro lado mientras le gritaban para luego ignorarlos por completo al darse cuenta que estaban en una especie de azotea. ¿Y cómo es que eso tenía sentido? Bien tal vez si era como Silver decía y estaban corriendo dentro de una ilusión…

 

“Vaya… ¿Dónde estamos?” dijo Leaf quien caminaba un tanto curiosa por el lugar “parece un piso de baile…”

 

“No, en realidad parece como…” murmuró Silver al notar la gran puerta de cristal que estaba al fondo, al acercarse, se recargo en el vidrio y miró hacia dentro dándose cuenta que había un tipo de restaurante dentro “Es un restaurante”

 

“¿Un restaurante?” repitió Gold arqueando una ceja, se acercó a donde estaba Silver y se recargó justo alado de él para ver; Ataro estaba sobre su cabeza observando el interior, sí, al parecer se había aferrado del cabello de Gold en la carrera de hace unos momentos.

 

“Un restaurante eh…” murmuró Leaf al imitar lo que habían hecho los otros dos “¡¿Es esta la cafetería?! ¡No puedo creerlo!” exclamó ella soltando un chillido de la emoción.

 

“Sí que es enorme… ¡ya me imagino toda la comida que habrá!” exclamó Gold muy contento, Ataro celebró junto con él al soltar unas risas expresando su alegría.

 

“Oigan… bajen la voz, podrían escucharnos…” dijo Silver muy preocupado, cual misión de infiltración ni que nada, se estaban paseando bien juan por su casa y esos dos les importaba un carajo.

 

“Sí claro, ahora que evadimos a los perros no creo que haya más percances”  dijo Gold totalmente confiado, Silver seguía sin creer la forma descarada en la que habían entrado y ahora de manera aún más cínica estaban merodeando por el lugar.

 

“Gold, enserio eres tan ingenuo como para creer que un internado de alto prestigio como este solo tendría una jauría de sabe que pokémons como medida de seguridad” dijo Silver “Mi padre al menos hubiera puesto a dos docenas o tres de rufianes para proteger las entradas, medio centenar de alarmas y trampas más aparte unas tres o cuatro jaurías”

 

“Silver, eso es porque es Sakaki, el jefe del equipo Rocket” dijo Leaf “No creo que el internado sea tan duro con eso de la seguridad…”

 

“Me pregunto si se podrá abrir la puerta fácilmente…” murmuró Gold para sí mientras intentaba forzar la cerradura.

 

“¿Ah? Gold, ¡¿pero qué haces…?!” exclamó Leaf sorprendida de que Gold intentara algo así, era obvio que si trataban de meterse una alarma sonaría.

 

Leaf tomo rápidamente la mano de Gold para evitar cualquier tipo de inconveniente pero para su mala suerte una alarma sonó como habían previsto al menos Silver y ella. Ambos le dedicaron una mirada asesina y lo jalaron para correr de regreso, Silver se maldecía incontables veces por tener que estar en ese lugar el cual no era de tanta urgencia ver, pero por culpa de su amigo quien había insistido ahora estaba en todo ese lío.

 

Los tres corrieron por donde habían subido a la azotea y volvieron al jardín con ayuda del jigglypuff de Leaf; sin que fuera demasiada sorpresa, la jauría que resultaba ser efectivamente de houndoom y de manectrics los estaban persiguiendo y al parecer estaban muy cerca de ellos. Los tres iban corriendo de vuelta al muro solo para darse cuenta que no habían llegado al lugar donde querían… ¡estaban frente a una fuente de cristal en forma de cloyster! Si, era un hecho, estaban perdidos.

 

“¡Gold! ¡Ya verás cuando salgamos de aquí!” grito Silver histérico justo antes de lanzar su pokébola y llamar a su sneasel para ganar algo de distancia entre ellos “¡Sneasel, usa golpes furia!” sneasel rápidamente obedeció y comenzó a atacarlos de forma rápida y continua. Justo después del ataque, Silver regresó a sneasel a su pokébola y siguieron corriendo con el fin de escapar de la jauría.

 

Luego de dar por hecho que el internado era sumamente grande, siguieron corriendo sin poder detenerse a contemplar el hermoso y bello lugar, solo sabían que era enorme y que era horrible estar a esas horas de la noche y con una jauría de pokémons persiguiéndolos. Un rato más tarde, después de correr aparentemente en círculos, encontraron la salida por lo que Leaf se apresuro a lanzar el gancho de cuerda de nuevo arriba del muro, apoyo uno de sus pies en el muro mientras sujetaba la cuerda y comenzó a subir lo más rápido que podía; los perros estaban a una distancia corta pero tenían la posibilidad de escapar si se apresuraban. Gold miró hacia atrás viendo como los perros estaban a unos centímetros de morderlo por lo que decidió lanzar a su Aipom mientras corría hacia Leaf, esta lo atrapo y lo animo a que se apresurara; Gold saltó lo más alto que pudo pero al momento de sostenerse con la cuerda sintió dos punzadas en su pantorrilla las cuales se hicieron más dolorosas a medida que pasaban los segundos, era un hecho, uno de los pokémons lo había mordido. Silver y Leaf miraron con horror como un houndoom enterraba sus colmillos en la pierna de Gold por lo que hicieron todo lo posible por jalarlo hacia arriba y salvarlo.

 

“Tú…” murmuró dolorosamente Gold mientras veía furioso al houndoom que continuaba encajando sus enormes y puntiagudos colmillos. En su pelea de miradas con el pokémon, lo sorprendió Ataro quien saltó para cachetear al pokémon y forzarlo a soltar a su entrenador, Gold sintió más dolor cuando los colmillos lo soltaron y quedo con el ceño fruncido mientras se esforzaba en subir con su pierna que había quedado a salvo, Leaf Y Silver lo ayudaron el resto del camino a la cima. Silver bajó primero para cargar a Gold quien había bajado después con ayuda de jigglypuff y ya al último bajó Leaf.

 

“Si serás torpe” dijo Silver quien llevaba a Gold estilo princesa en sus brazos, Leaf les quito los lentes y procedió a tomarles una foto, Silver la miró ya no sorprendido por la conducta de ella. “Leaf, deja de hacer eso, hay que apresurarnos para salir de aquí y curar a Gold”

 

“Hehe, lo siento, no pude resistirme al verte sosteniéndolo de esa forma tan… tan…” dijo ella con la baba cayéndosele, Silver entrecerró los ojos viéndola confundido y algo perturbado.

 

“Como sea, hay que llevar al descuidado de Hibiki al hospital” dijo Silver mientras sujetaba a Gold firmemente. Los tres se echaron a correr ya que la alarma aún seguía sonando, una vez que estaban lejos del internado entonces desaceleraron.

 

“Vaya… eso fue… ¡increíble!” exclamó Leaf muy alegre, estaba muy contenta de haber podido hacer esa clase de ejercicio lleno de adrenalina “¿Sientes como la adrenalina corre por tus venas? Esa sensación es fenomenal”

 

“Enserio, a veces creo que Gold y tú se parecen demasiado… es lo mismo que me dijo esté idiota” dijo Silver quien miraba de vez en cuando a Gold quien estaba tratando de aguantar el dolor, su pantorrilla estaba sangrando demasiado y le dolía como el mismo infierno.

 

“Si, lo sé, fue lo que escuche antes de que me encontraran… fue tan sugestivo…” dijo ella recordando la escena feliz de la vida.

 

“Ugh…” dejo salir Gold quien se quejaba del dolor, Ataro lo veía preocupado desde la cabeza de Silver.

 

“Eso es lo que te pasa por andar sugiriendo que hagamos cosas arriesgadas… ahora quien sabe cuando puedas usar tu pierna y estábamos a solo pocas semanas de entrar” dijo Silver mientras suspiraba, Gold era demasiado terco para su propio bien…

 

“Si… duele demasiado pero no me arrepiento” dijo Gold con una sonrisa algo forzada debido al dolor, sin embargo se sentía feliz por haber entrado de esa forma al internado, ahora sabía que había sido de los primeros en entrar antes del examen de entrada.

 

“Hibiki…” murmuró Silver quien no entendía por qué Gold era tan idiota, su amigo siempre hacia cosas que lo sorprendían, era imposible saber que otra cosa se le ocurriría, por lo tanto era el rey de lo espontaneo…

 

“¿Hm?” murmuró Gold quien no tenía ganas de refutarle el no haberle llamado por su apodo.

 

“A veces no puedo comprenderte, es decir… no, no puedo comprenderte” dijo Silver queriendo decirle alguna otra cosa pero que mas daba si enserio no lograba entender su proceso mental.

 

“Haha, ¿Qué quieres decir? ¿Acaso tratas de hacerme sentir mejor?” dijo Gold ganando una mirada sarcástica de Silver.

 

“Pues yo sólo…”

 

“Porque nada de lo que me digas podrá-“ dijo Gold siendo interrumpido por Silver.

 

“Te pasas de tarado, ¿sabes?” dijo Silver quien no pudo evitar sonreír al decir esto, Gold lo miro con curiosidad por un breve momento, luego vio para otro lado y suspiro.

 

“Hmm, si, tal vez no fue de mis mejores ideas… pero créeme que siempre recordaré que pasamos por esto” dijo Gold con una sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa tan sincera que parecía que se le había olvidado que su pantorrilla chorreaba sangre.

 

“Oh el amor…” murmuró Leaf quien había tomado otra foto a la escena de Gold y Silver sonriéndose, si que no podía esperar para entrar y hacerse rica con ellas.

 

“Leaf…” murmuró Silver algo irritado hasta que se dio cuenta que Gold se había quedado callado. “¿Hibiki?”

 

“Oh vaya, parece que se ha desmayado…” murmuró Leaf quien empezó a correr junto con Silver hacia el hospital.

 

Ahora que habían entrado al internado tenían la idea de cómo era, sin embargo era muy probable que el lugar estuviera distorsionado gracias a alguna técnica ilusoria de algún pokémon por lo que había sido buena suerte el haber si quiera podido escapar… a pesar de haber sido escalofriante, Silver realmente se había animado más, no podía esperar a entrar al internado y ver que le esperaba.

Notas finales:

¡Gracias por leer! Lamento haber tardado un poco más con este capítulo, les diré que se lo dedique a estos tres ya que la historia en partes de ellos se hubiera hecho demasiado larga… eso y además que me encantan hehe por lo que espero hayan disfrutado del capítulo a pesar de que no apareció la pareja principal.

Aprecio cualquier tipo de comentario, queja, sugerencia, pregunta, ¡lo que sea!


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