Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Zatión y Zalión. por KeikoHikari

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como dije, un capítulo de estos preciosos lobos :D

Ahora que sabía en qué estado estaba Zatión, pude tranquilizarme. Tenía que buscar una solución para despertar a Zatión del hechizo de Sharmin. Anuncié a Robbie que iba a volver a mi casa, deseaba ver a mi madre. Él dijo que no podía ir, que era peligroso ahora que Sharmin me quería a mí como sirviente. Aun así yo me escapé de noche, llegué a mi casa, mi madre estaba despierta, ojeando una revista de moda que llevaba en las manos. Se sorprendió al verme. Me contó que Zalión había estado hablando con ella antes de que me llevase al palacio de Sharmin, le había dicho que pasaría unos días en su casa y mi madre aceptó. Después de que me contara aquello lo entendí todo, por eso mi madre no estaba preocupada por mi paradero, ya se había encargado de ello Zalión. Yo no le  conté la verdad, decidí que siguiera con aquella mentira. Me mandó ducharme inmediatamente, estaba muy sucio, y yo tomé un baño tranquilamente en el baño de mi habitación. No salí de allí en horas.

Al salir me puse el pijama y vi que mi ventanal estaba abierto y que corría una brisa fresca así que decidí salir al balcón y contemplar el paisaje nocturno.

Luna llena, casas aparentemente vacías, al fondo el bosque, el ruido de las gotas que caían de mi pelo al suelo, el cantar de los grillos... Que noche más tranquila.

A la mañana siguiente me desperté en el balcón, me había quedado dormido allí, y alguien me había echado una sábana por encima para que no pasara frío. Supuse que había sido mi madre, pero cuando se lo pregunté me lo negó. ¿Quién había sido? Tenía mucha curiosidad. Me vino a la cabeza la idea de que podía haber sido Sharmin o Zatión. Quería descubrir quien había sido, la incertidumbre se hacía con toda mi atención.

Le dije a mamá que volvería al cabo de varios días que me iba al campo con Seine y ella aceptó. Fui a ver a Robbie, seguía durmiendo. No le molesté y seguí con la patrulla. Seguíamos sin encontrar nada. Por muchas vueltas que daba no conseguíamos nada.

Me senté a la orilla del lago donde conocí a Zalión, estaba frustrado.

-         Zatión, te hecho de menos – dije lanzando una piedra al lago. – Todo hubiera sido más fácil si me hubiera dado cuenta de mis sentimientos mucho antes, y ahora tú estás bajo control y yo sufriendo por ti... Esto no es justo. Me gustaría estar en tu lugar, quiero ser tú en este momento. Mi vida ya está hecha, me he enamorado del mejor hombre que he conocido, y está en peligro por mi culpa. Me siento tan inútil...

-         No te sientas así – dijo Zalión. – Sabes que todo puede cambiar si te vienes con nosotros...

-         ¡Zalión! ¿¡Q-Qué estás haciendo aquí!?

-         Tranquilo, he venido en son de paz. Tu amorcito me está destrozando la relación con Sharmin. – reprochó, acercándose a  mí.

-         Ella lo prefiere a él – solté al fin.

-         Como te atreves... Siempre he estado a su lado y ahora tiene que venir él a estropearlo todo. ¡Estoy furioso! – gritó, dándole un puñetazo al árbol donde yo estaba apoyado. Todas las hojas sueltas cayeron sobre mí.

-         Con tantos árboles que hay y has tenido que darle precisamente al que tengo detrás. – dije escupiendo los trozos de hoja que se me habían metido a la boca.

-         L-Lo siento – expuso. Me ayudó a quitarme las hojas de encima. – Rayne... Estuve pensando, y quería pedirte disculpas por todo lo que te he hecho.

-         Está bien. Acepto tus disculpas. – susurré.

-         Pero es que quería que fueras mío. No quería hacerte daño, pero ella me amenazaba con abandonarme. Rayne..., te quiero.

-         Z-Zalión... Me cuesta creerme tus palabras después de todo lo que ha pasado entre nosotros. Yo confié en ti, hasta incluso me enamoré, cuando lo creía todo perdido. Pero yo...

-         Lo sé – interrumpió. – Tan solo quería que lo supieras...

-         Quiero que tengas un bonito recuerdo de mí, Zalión – musité abrazándolo. – Intenta olvidar el pasado y vive el presente.

-         Eso haré pequeño – murmuró. Había hecho que Zalión se enamorara de mí y ahora me daba pena. – Has conseguido que un lobo como yo esté rendido por tus huesos. Te has vuelto mi debilidad. Si algo te pasara...

-         Tranquilo, no me va a pasar nada – dije acercándome a su cara poco a poco.

-         N-No puedo aguantarlo más. Necesito besarte... – Quizá todavía sienta algo por él, no es tan fácil olvidar a alguien como él, del que me enamoré por error. Me acarició el rostro y me besó en los labios. En aquel beso noté la pasión que puso, las ganas y las fuerzas. De repente me apartó de un empujón y algo saltó sobre Zalión. No tardé en descubrir quien había sido...

-         Vaya vaya, mira quien está aquí. Si es nuestro amigo Rayne. ¡Zatión deja a tu hermano, te lo ordeno! – Y Zatión obedeció y se retiró a su costado con su forma humana, aquella cosa que había abalanzado sobre Zalión había sido Zatión.

-         Sharmin... ¿Qué estás haciendo por aquí? – pregunté.

-         Verás mi magia no está funcionando por completo en el cuerpo de Zatión. Es verte y desobedecerme, te lo voy a mostrar. – Me cogió del brazo y me beso en la mejilla, en ese instante Zatión se puso a gruñir y se lanzó contra Sharmin, pero ésta lo paró con tan solo gritándole. – Ayer se escapó y no volvió hasta que fui a buscarlo.

-         Un momento... ¡Fuiste tú Zatión! Anoche, lo de mi balcón, ¿recuerdas? ¡Estoy absolutamente seguro de que fuiste tú! – exclamé eufórico.

-         ¿Tantas ganas tienes de hablar con él? Está bien, está bien, te dejo hablar con él – dijo Sharmin. Dio un chasquido y volvió el brillo a los ojos de Zatión.

-         Sí, fui yo. Yo te tapé, pero no quiero hablar de eso...

-         Como añoraba tu voz – interrumpí sollozando.

-         Quiero que dejes de  buscarme. Sé que Robbie y tú estáis haciendo patrullas por las noches para encontrar el hogar de Sharmin, donde, según tú, ella me tiene encerrado, pero no es así, estoy allí con ella por voluntad. – dijo firmemente.

-         ¿Q-Que estás diciendo...? Estás de broma, ¿verdad? ¿Por qué dices eso de repente? Es por el beso que me acaba de dar tu hermano, seguro que es por eso. Pero no lo hecho para fastidiarte, ¡te lo prometo! ¡Créeme, por favor! No me dejes solo, Zatión... Eres lo único que tengo... Si te vas, ya no me quedará nada.

-         Aprende a vivir sin mí, ahora experimentarás el dolor que sentí yo, durante todo el tiempo que estuviste con mi hermano. Yo ya no siento nada por ti. Es hora de que empieces una vida sin más problemas. Nosotros tres desapareceremos de tu vida...

-         Yo no pienso dejar el instituto, me quita mucho rato libre – interrumpió Zalión.

-         Como quieras, pero a mí no me vas a ver más. Siento ser así de bruto, pero tenía que decírtelo. Coméntaselo a Robbie, explícaselo tal y como te lo he comunicado a ti, él lo entenderá. Sabe lo que es enamorarse a mi manera... – anunció Zatión.

-         No me lo puedo c-creer... No pienso dejarte – murmuré. - ¡Definitivamente no te dejaré ir! Me dije a mí mismo que protegería a aquel al que yo amaba, es decir, tú. Así que, no te voy a dejar marchar. He soñado siempre con el día en el que me despierte y vea a mi lado a la persona que yo más quiero. Cuando te conocí supe que esa persona con la que yo he soñado eras tú...

-         ¡No hagas esto más difícil! – gritó Zatión. – Adiós, Rayne. Gracias por todo. Vámonos Sharmin.

-         Wow Zatión. Que cambio tan radical. Esperé mucho tiempo para tenerte conmigo otra vez, estoy encantada con tus palabras. – Y antes de que desaparecieran, él la agarró de la cadera y cuando iba a besarla desapareció en mis narices. Zalión se quedó allí conmigo, apoyado en el tronco del árbol y mirando como me hundía en la miseria.

-         Te acompañaré a casa, Rayne. – Me cogió en peso, y me llevó a casa. No quería que me dejara delante de la puerta, así que le pedí que me subiera a mi habitación y él aceptó la petición.

 

 

Se quedó conmigo toda la noche, yo estuve llorando. Él me miraba con pena. Yo quería parar de llorar, llegué a un punto que me dolía hasta la garganta. La almohada terminó muy húmeda, mis ojos rojos y mi cuerpo sin fuerza. Zalión intentó consolarme apoyé mi cabeza en sus piernas, y él me tocaba el pelo. En parte me tranquilizaba, hacía que me sintiera más relajado. Y pasadas varias horas me dormí en sus piernas.

No podía creer que después de todo lo que me había hecho, que fuera mi mayor respaldo esa noche. Era difícil de creer después de todo.

Notas finales:

Ya os avisé de que tenía que llevar el ordenador a arreglar, pero hasta la semana que viene puedo seguir posteando... :)

Pero puedo leer vuestras opis con el movil, espero que me dejéis REVIEW, ¿verdad? ^^

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).