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The Lovely Bones por tsumi13

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Notas del capitulo:

Lamento el retraso, me encontraba realizando un trabajo. Pero aquí les traigo el segundo capítulo de esta historia :D. Gracias a todos por los comentarios. Me siento feliz leyendo sus opiniones.  Me gustaría tener más contacto con ustedes, es por eso que si les agrada la idea, en el siguiente capi les daré la dirección de mis paginas sociales en las que pueden encontrarme,  solo si les parece  :3

Le he cambiado unas cosas a la historia, me pareció que no era el adecuado. 

Disfrútenlo :D

      Dragón era diseñador de escalas, realizaba barcos dentro de botellas de cristal. Era un buen hobby, pero para Zoro solo una obsesión más de su extraño padre.

-No es una obsesión Zoro- respondió sonriente al ver que su hijo le parecía raro lo que hacía –es saludable tener un pasatiempo-

-¿En que nos ayuda?-

-A terminar lo que empezamos, disciplina, intentarlo hasta que consigamos lo que queremos…aunque fallemos…- decía mientras realizaba otro de sus diseños –es como tú con la fotografía o el Kendo-

     Ante aquello, el peli verde no pudo protestar, tenía razón y se la daba.

-La abuela me enseño a hacerlo… y ahora yo te lo enseño a ti-

-¿La abuela?- dijo sorprendido

-Así es- dijo mientras terminaba de colocar algunos detalles en su proyecto –me dijo que sería la herencia que me dejaba, ahora yo te la dejo a ti Zoro- dijo sonriendo.

-Dragón…Zoro… la cena esta lista- el llamado de Olivia los hizo percatarse de la hora, el peli verde se levantó y encamino hacia la cocina.

-Oye, espera- su padre lo llamo –hay que terminar-

-De acuerdo- respondió mientras regresaba.

-¿listo?-

-Si-

-Bien, ten cuidado cuando lo jales-

     Y con el último tirón que dio el peli verde, el barco se levantó dentro de la botella que estaban realizando juntos; una enseñanza trasmitida en un momento, un momento entre padre e hijo, un momento realmente feliz para ambos.

     Sin saber, sin siquiera imaginar que en otro lugar un hombre alto, de cuerpo musculoso y cabello algo canoso lila, estaba realizando los preparativos finales de su plan; un plan que está cerca, demasiado cerca.

-Zoro- llamo su madre –limpia tu cuarto, está demasiado sucio-

-De acuerdo, oye mamá…necesitamos revelarlos – dijo mientras le mostraba todos los rollos que le habían dado.

-¿los usaste todos?- exclamo sorprendida -¿sabes acaso cuanto costara todo esto?- el peli verde se encogió de hombros como respuesta –me lo imaginaba- suspiro.

-¿Qué sucede?- dijo Dragón mientras entraba.

-Zoro se acabó todos los rollos que le regalamos-

-¿Todos?- se sorprendió –Zoro, eso está mal-

-No pueden culparme por ser creativo- se defendió mientras inflaba sus mejillas, en un intento inútil de parecer enfadado.

-¿Qué les parece si revelamos uno por mes?- obteniendo una respuesta afirmativa por parte de su esposa, mientras que su hijo ponía los ojos como platos y abría la boca hasta no poder más.

     Zoro no estaba de acuerdo, si lo hacían de esa manera seria mayor cuando viera todas sus fotos.

-Si las revelamos todas no saldrían tan caras- decía Dragón mientras hablaba con su esposa –solo son 24 rollos-

-Eres demasiado blando con él, por eso te amo- dijo mientras lo besaba, sería una buena sorpresa para el peli verde.

-No hagan eso en público- grito Luffy desde la cocina.

-Sigue comiendo- le dijo Robín – eso es cosa de adultos-

-¿Por qué?-

-Lo sabrás cuando crezcas-

-Oi Robín- llamo el peli verde – es hora de irnos- su tono de voz le decía a la morena que estaba enfadado.

-Voy- se levantó –Nos vemos Luffy- le dijo al pequeño mientras tomaba sus cosas –los veo luego-

-Ten cuidado cariño-

-Si papá-

-Adiós papá-

-Zo, ten cuidado- le dijo al otro –y cuida a tu hermana-

-De acuerdo-

-Espera…Zoro- le llamo su madre –ponte esto y le extendió un Gorro.

-¿Qué es esto?-  dijo al tomarlo y con un tic en el ojo.

-Tu nuevo gorro, yo lo hice- sonrió. Le había entregado un corro negro. Eso no era lo que le preocupaba al chico, sino lo que salía del gorro, unas oreas de gato con 2 cascabeles, simulando argollas. El menor solo lo tomo y se fue, no quería echarle más leña al fuego.

-Vaya mami- no creí que tejieras todavía- dijo Robín sonriendo por detrás

-Aun tejo, ¿quieres uno con orejas de conejo- Obteniendo una cara de horror por parte de su hija que se limitó a responder y salió detrás de su hermano.

     Por otro lado, Zoro iba refunfuñando en el camino. Pensó que ese no era su día, primero por lo de las fotos y ahora por el gorro, ¿acaso no podía irle peor?.

-Se te ve bien Zoro-

-No digas nada Robín-

-No, enserio… se te ve bien-

     Los hermanos iban como si nada hacia la escuela, sin darse cuenta de que eran observados desde la ventana de una casa.

     Y así pasaron las clases, Zoro se quitó el gorro antes de entrar, no quería que alguien lo viera con él. El timbre sonó, dando fin a un día más para muchos… y el ultimo para el peli verde.

     Zoro se encontraba arreglando sus cosas para irse, acababa de ver una película que no entendió para nada, Othello. Tan centrado estaba en sus pensamientos que no sintió como alguien se acercaba a él.

-Hola Zoro-

     El chico giro lentamente al reconocer la voz.

-Hola… Mihawk- estaba sorprendido, pero sobre todo nervioso. Tenía enfrente al chico que le gustaba, viéndolo con esos hermosos ojos que le encantaban.

-¿Qué te pareció la pelicula?-

-¿eh?-

-Othello-

-oh… me pereció genial- mintió.

-Vaya- sonrió –es otra cosa que tenemos en común-.

-¿Qu… que más tenemos… en común?- respondió algo extrañado. Su cuerpo se tensó al ver que el mayor se acercaba a él.

-¿No lo sabes?- Se acercó aún más.

     Para suerte y desgracias del chico, se le cayeron los libros de su Locker.

-oh rayos- se agacho a recogerlos lo más rápido que pudo.

-Te ayudo-

-No he leído tantos yo solo…- no sabía que más decir, estaba demasiado nervioso para poder inventar algo, tanto que no se dio cuenta que Mihawk puso una carta en uno de sus libros.

 -Zoro… ¿qué harás el sábado?-

     El peli verde lo miro, estaba ilusionado, si ese era un sueño que nadie lo despertara. Y si alguien lo hacía, se las pagaría. Para el menor, ese momento era un sueño, uno que nunca creyó que llegaría.

     Al ver que el chico no respondía y desviaba la mirada, Mihawk se acercó mientras tomaba el mentón del otro para que lo viera.

-Me gustas Zoro- dijo ya sin rodeos, mientras se acercaba poco a poco para besarlo. Puede que no lo pareciera, pero el mayor estaba demasiado nervioso, el peli verde era la primera persona que lo hacía perder la cabeza.

-¡Deja de estar haciendo estos dibujos Ace!- el profesor de arte, Crocodile, salió furioso –No existen senos en este muñeco.

-Tampoco rostro- protesto el otro –y aun así los podemos imaginar-

-Pues tus innecesarias adiciones eróticas excitaron a Shanks-

-El me robo mi dibujo-

     El profesor se percató de los otros dos.

-Ustedes- les llamo –vayan a casa, ahora-

-¿Puede devolverme mi dibujo?- hablo el pecoso.

-Olvídalo, esto ira a dirección-

     Mihawk se percató que Ace iba a hacer algo, se notaba en su expresión. Así que debían irse de allí.

     Por otro lado, Ace le arrebato el dibujo al profesor en un descuido. Cuando lo recupero, salió corriendo, casi echando chispas.

-EY ACE… VUELVE AQUÍ- intento alcanzarlo pero el otro le llevaba ventaja

-Te veo en el centro comercial el sábado- le dijo al peli verde.

-¿En dónde?-

-En el kiosco- quedando así, en la primera cita.

     Zoro estaba feliz mientras regresaba a casa, si había tenido un mal comienzo al principio, lo olvido en ese momento.

     Iba atravesando una pequeña pradera y más delante de él, vio a Ace, logró zafarse de Crocodile.

     Hacia frio y Zoro se detuvo para sacar su gorro, si no llegaba con el su mamá lo regañaría. Un libro cayo, pero no le prestó atención, veía con curiosidad la pequeña cartita que había salido dentro. ¿Qué era?, no recordaba haberla puesto en uno de sus libros.

     Iba a tomarla, pero el viento la arrastro. El chico la seguía, y el viento parecía empeñado en alejarlo de esa cartita. El menor paro de repente, frente a él había un hombre raro.

-Lo tengo- intento tomar la carta, pero esta vez, el viento la levanto y se la llevo –Espero que no haya sido tu tarea- le dijo al peli verde, mientras este lo miraba desconfiado -¿Tu eres uno de los Monkey verdad?

-Si- respondió con amabilidad pero cortante.

-¿Me recuerdas?, seguro que sí. Viví cerca de ti, en la casa verde- mentira, aún vivía allí. Zoro seguía su camino mientras era seguido por el otro.

-Soy Krieg- dijo por fin –pero dime Don Krieg- sonrió de una forma rara.

 

Notas finales:

Sé que me quieren matar, pero la historia debe continuar T-T.  Esta semana les traeré el siguiente capítulo de Nunca es tarde y el siguiente el que sigue después de este.  Nos leemos a  la próxima (>wO)v


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