-Suelta a Zero idiota -hablo Yuki quien jalo al peli plata y se interpuso entre él y Kaito con Artemis desenvainada-. ¿Quién te crees que eres?
La chica lo veía molesta, no dejaría que se metieran entre Kaname y su hermano, ese tipo lo pagaría y si ella no lo podría hacer pagar, esperaría a ver que sucedería si Kaname se enterara de ello.
Todos permanecieron en silencio durante un buen rato, Yuki se encontraba en posición de ataque y el seño fruncido con su arma en dirección a Kaito, se veía tan decidida a atacar, el cazador menor, se encontraba un tanto en trance y otro tanto enojado ¿que estaba pasando el día de hoy? Ahora no solo tendría que lidiar con lo que diría Kaito sobre su relación con Kaname, ahora tendría que explicarle a su hermana sobre el beso que acababa de ver, también no dejaba de pensar en lo que diría Yuki, ¿lo juzgaría? Pero… por otro lado ¿Qué creía su hermana para llegar y actuar así como si necesitara ayuda? No era ninguna damisela en peligro o algo por estilo.
- ¿Que sucede pequeña Yuki? ¿Qué planeas hacer con eso? Déjalo a un lado, podrías hacerte daño -se burlo el castaño, se le hacía bastante cómica la actitud de la pequeña hermana del prefecto, para él no era más que un gatito intentando proteger a un tigre-. Yuki, por favor baja eso.
Kaito la subestimaba, ahora sí que estaba enojada, nadie le hablaba así, no dejaría que nadie la hiciera menos.
-No me subestimes idiota, puedo contra ti -el oji amatista la miro y en su frente apareció una gotita de sudor ¿enserio creía que podría contra Kaito?
-Yuki… baja eso -le dijo su hermano, intento ser serio, aunque la actitud de su hermana le parecía exagerada y ridícula-. No es lo que parece, fue un accidente, vámonos.
-Nada de vámonos Zero, ni tampoco nada de fue un accidente- la chica no controlaba sus palabras-. Este tipo lo hizo adrede, lo único que quiere es sepárate de Kaname-sempai.
Todos abrieron los ojos como platos, cada uno se daba cuenta de lo que le esperaba o las consecuencias de lo dicho, Yuki se había dado cuenta de que había confesado a Zero el hecho de que ya sabía sobre su relación con Kaname mientras que se suponía ella solo iba a vigilar a Kaito, el menor de los chicos fue el más sorprendido pues ¿Cómo se había enterado Yuki de su relación con Kaname? ¿Quién se lo había dicho? y por ultimo Kaito se daba cuenta que el idiota de Kuran no paraba sus jugadas, ahora tenía una aliada, y ¿quién era su aliada?, la hermana de Zero, un punto menos a su favor, esos dos siempre estaban juntos.
-Yuki, ¿Qué estás diciendo? -le grito el otro prefecto.
-Solo digo que no dejare que te separen de Kaname -la chica hablo temerosa, pero ya no había vuelta atrás, ya lo había dicho-. Zero, este tipo no te conviene.
La gota que derramo el vaso, ¿ahora Yuki le decía quien le convenía o no? Arto de la situación camino hacia Yuki.
-Vámonos de aquí he dicho -el peli plata tomo a Yuki de la cintura y la cargó por sobre su hombro.
-¡¡Zero!! Bájame, ¿qué estás haciendo? -la chica comenzó a soltar patadas y moviendo sus manos en puño para que la soltara pero nada sirvió-. Suéltame, yo solo quería defenderte.
-¡¡No necesito que me defiendas!! Puedo cuidarme solo - el chico se giro, pero justo cuando lo hizo Kaito volvió a hablar obligándolo a parar
-Zero… tu y yo tenemos que hablar -le grito para que lograra escucharlo por sobre los berrinches de Yuki quien intentaba que Zero no lo escuchara, pero gracias a su buen oído pudo oír.
- ¿No has dicho suficiente? -respondió y hasta Yuki guardo silencio.
-No Zero, necesitamos hablar enserio, sobre tu y yo - el cazador comenzó a avanzar, y antes de perderse de la vista de Kaito contesto.
-Por ahora no será posible, pero llegara el momento.
Y dejando esas palabras en el aire se adentro en el bosque, lejos de la vista de Kaito, llevaría a casa a Yuki y luego, tenía que pensar las cosas, iría a su santuario.
-Zero no debes volver a hablar con ese tipo y… wa... bájame -la chica seguía peleando por bajar.
-Tú no decides con quien hablo o no Yuki -el prefecto le dijo seriamente-. Tu actitud de ahora fue por mucho infantil, no necesito que me defiendas, o que hagas cosas por mí, yo decido que hacer y que no, nadie puede obligarme a hacer jamás algo que yo no quiera.
- ¿Entonces tú querías eso? -la chica seguía luchando y el oji amatista se quedo pensando unos segundos
-No es algo que te incumba Yuki -contesto, pues no tenía una respuesta clara a eso, no era como si lo hubiera deseado, pero tampoco le pareció repulsivo o algo así.
-Pero Kaname-sempai me dijo que….
-¡¡ ¿Así que fue Kaname quien hablo contigo?!! -el mayor la bajo, casi dejándola caer ahí estaba la respuesta a todo-. Dime ¿qué fue lo que te dijo?
Zero la arrincono a un árbol, quería su respuesta
-Etto… yo… ¡¡no debo decirte!! -grito la chica negando con la cabeza
-¡¡Dímelo!! ¿Te mando a vigilarme? -le grito a la pequeña castaña que lucía más que asustada-. No necesito que nadie me cuide de mí, o dime, ¿a qué te mando? ¿Qué te dijo?
El chico estaba un poco exasperado, la verdad no sabía que sentir, ¿alegría porque el vampiro acepto su relación frente a su hermana? ¿Enojo por no haberle consultado primero? ¿O tristeza por haber pensado que Kaname no lo tomaba enserio?
-¡¡No lo hare!! -la chica al verse atrapada tomo de nuevo a Artemis y con él dio un golpe a Zero, al ser especial contra vampiros, Zero sintió una especie de descarga por su cuerpo, no fue dolorosa, pero parecía como si hubiesen mandado una señal a su cerebro para caer de rodillas-. ¡Lo siento Zero!
Ante ese pequeño momento de debilidad del prefecto, la chica salió corriendo, y lo hizo hacia la academia, le contaría a Kaname lo recién ocurrido con Zero y Kaito, ella creía que era lo correcto, pues Kaname era una persona pacífica, pero la verdad era que el oji carmín podía llegar a ser muy posesivo con sus cosas y aun mas con las personas a las que quería.
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La chica corrió directo a los salones de clase, tenía que hablar con Kaname, decirle lo que estaba pasando, debía advertirlo. Mientras corría, pensaba e las palabras de Zero, ¿a qué se refería a que nadie le obligaba a hacer algo que él no quisiera? A caso ¿él quería ese beso?
Cuando llego a la academia entro y corrió a través de los pasillos, pero no encontraba, ¿Dónde tomaban clase los vampiros?
-¡¡Demonios!! -grito y justo en ese momento junto a ella apareció Seiren, la chica se asusto y soltó un grito por la repentina aparición, pero rápidamente se volvió a centrar en su objetivo-. Seiren-san, disculpe, busco a Kaname-sempai ¿Lo ha visto?
La chica de cabellos plateados comenzó a hablar
-En este momento él…
-No se encuentra pequeña Yuki, lamento interrumpir Seiren, puedes regresar a clase -la chica de ojos violeta hizo lo sugerido y se marcho con una pequeña inclinación de cabeza-. Kaname salió a atender unos asuntos urgentes con los de nuestra clase pequeña, pero descuide, cuando llegue él yo mismo seré el que le informe que usted lo estaba buscando.
Le dirigió una gran sonrisa, pero noto que la castaña estaba algo nerviosa.
-Etto… y él ¿tardara mucho? -la chica estaba nerviosa pues sabía que regresar a casa seria hablar con Zero y no quería tener que hacerlo.
-No lo sé, es un asunto un tanto privado, es por eso que no puedo dar una respuesta clara, lo siento.
-Descuide Takuma-san, al contrario perdone mi atrevimiento es solo que… bueno, vera, la verdad no quiero ir a casa -la chica rio nerviosa-. Digo, no antes de hablar con él.
El rubio era muy instintivo, así que sabía que algo había pasado con Zero, de seguro era eso, ¿Qué otra razón haría no querer ir a casa a la prefecta?
-Bueno, creo que a Kaname no le molestara si lo espera en los dormitorios, es muy buena amiga de él, así que si gusta puedo llevarla a la habitación de mi amigo, ahí nadie la molestara y cuando llegue le diré que lo espera ahí.
La chica casi con lágrimas en los ojos por la amabilidad de esa persona respondió.
-Gracias Takuma-san, de verdad me hará un gran favor.
-De nada.
Así los dos iban en camino al “humilde” cuarto de Kaname, la chica se sentía incomoda pues el silencio era horrible pero, ¿De qué hablaría con Takuma?, ¿sobre como Zero había besado a Kaito?, ¿de que no quería que separaran a Zero y a Kaname? No tenía nada que preguntarle.
- ¿Todo bien con sus hermanos señorita?
La chica comenzó a sudar, a caso esos hermosos ojos verdes ¿podían ver a través de ella? O ¿leía su mente?
-Etto… todo bien, ya sabe, Ichiru regreso y Zero pues… etto… -la chica comenzó a reír de los nervios, pero Takuma estaba feliz, había logrado su objetivo, sacar a tema a Ichiru, quería saber más de él y pues por la actitud de la chica se notaba que no quería hablar de Zero así que ¿Por qué no aprovechar?
- ¿Y qué tal su primer día?
-Pues bien… un poco aburrido, pero todo bien, junto a Ichiru ya no es tan pesada la clase, porque Zero, el me dejaba a mitad de clase sola, o simplemente no hablaba conmigo, pero con Ichiru es otra cosa.
La chica decidió centrarse en el gemelo de Zero.
-Eso he notado, el joven Ichiru, es muy distinto a su gemelo -Yuki lo miraba extrañada, Takuma apenas conocía a Ichiru para decir eso ¿no?
-Bueno si es muy distinto, pero ambos son iguales de sarcásticos y si se proponen hacerme enojar lo hacen -la chica hizo un puchero a lo que el rubio rio-. Ichiru es más tranquilo y ligeramente más paciente que Zero, le gusta leer y pasar el tiempo tranquilo.
- ¿Le gusta leer? -el vampiro pregunto interesado.
-Si, así es, Zero me conto que antes cuando no tenían clases, o incluso cuando se quedaba solo por unos minutos nunca lo encontraban, era muy escurridizo, pero… Zero siempre lo encontraba en la biblioteca, no sé si aun le guste, pero aquí en la academia hay un gran acervo, tal vez un día lo encontremos ahí.
La chica hablaba tranquilamente, Ichiru siempre le pareció una persona interesante, tan parecido y diferente a su gemelo.
-Tal vez un día lo encuentre ahí -Takuma sonrió y para su desgracia ya habían llegado a la puerta de la mansión-. Bueno señorita Yuki, aquí la dejo, siéntase como en su casa y usted conoce el camino la habitación.
-Gracias Takuma-san
-No, gracias a ti -hizo una reverencia y se marcho del lugar con una sonrisa en el rostro, ahora sabia un poco mas de Ichiru, tal vez algún día iría a la biblioteca para tener un encuentro “casual” con el chico de ojos amatistas.
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La prefecta entro en la habitación, era grande y espaciosa, incluso con esos grandes y lujosos muebles parecía grande, la cama era alta, le llegaba a la cintura, tenía una colcha color guinda y tenía cuatro portes en cada esquina y de ellas caía cortinas de una tela muy fina del mismo color que la colcha, la chica se sentó en la cama y observo el resto del cuarto, había un escritorio, el cual no entendía su uso, después de todo Kaname tenía un estudio, también había un sillón antiguo de madera y piel, una pequeña mesa de centro, armario y al final de la habitación la puerta del baño, seguramente lo era.
La chica se sintió cansada, había sido su primer día de clases y había tenido ya tantas cosas en la cabeza, se recostó sobre la colcha y miro el techo, de repente una idea llego a su mente y la chica comenzó a hablar sola.
-Me pregunto si Kaname y Zero ya habrán… -la chica se sentó de nuevo y miro la extensión de toda la cama, se sonrojo ante su propio pensamiento impuro (xD) -. No, no creo que ellos hayan… y en esta cama… no lo creo
La chica intentaba convencerse a sí misma de ellos, pues le incomodaba un poco ahora dormir ahí, la chica se volvió a acostar pensando en otra cosa ¿Cómo se habrá declarado Kaname-sempai? Le habrá regalado flores a Zero de seguro y le dijo lo mucho que lo amaba, eso pensaba la chica, así como también pensaba que a lo mejor el inconsciente de Zero habría roto el romanticismo con sus cosas, a la chica no le extrañaría que Zero fuera el que exigiera mas atenciones físicas para él, mas ella estaba equivocada ¿Qué diría la chica si se enterara de que fue al revés? Zero con flores y su poema y Kaname con sus clases.
La chica comenzó a imaginar lindas escenas entre ellos dos, en una cita, compartiendo comida, la chica se perdía en sus pensamientos, y así mismo se quedo dormida.
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-¡¡Kaname-sempai, no!! -la chica se había despertado de manera brusca, su respiración era agitada y sudaba un poco, miro hacia un lado y vio la luz de sol entrar en la habitación, ¿Ya estaba amaneciendo? Pero más importante ¿Qué había soñado? A la chica se le había olvidado, solo sabía que había gritado para que Kaname se detuviera, pero ¿Qué hacia el vampiro?
- ¿Te encuentras bien pequeña? -la voz del mayor la hizo mirar hacia el escritorio y se lo encontró ahí sentado mirándola con una copa en la mano, hasta ese momento noto su presencia y también el hecho de que se encontraba bajo las cobijas mientras ella se había dormido sobre estás.
-Kaname-sempai -la chica respiro profundamente calmando su respiración.
- ¿Pesadillas? -pregunto el oji carmín levantándose de su asiento y camino hacia la cama para sentarse a un lado de la prefecta.
-La verdad… no lo recuerdo -la cica lo miro y pregunto-. ¿Por qué no me hablo cuando llego Kaname-sempai?
-Te veías muy cansada, así que te deje dormir y te cubrí, hacia un poco de frio -la chica no decía nada a lo que Kaname continuo-. Takuma me dijo que me buscabas ¿Qué sucede pequeña? Y ¿Por qué no regresaste a casa?
La chica se petrifico, algo en su interior decía que no le debía decir, no entendía muy bien porque, pero algo le decía que después de todo podía ser mala idea.
-Emm… nada, solo quería verlo y… preguntarle cuanto lleva saliendo con Zero, si eso -la castaña hablaba nerviosa y el sangre pura lo noto.
- ¿y porque no volviste a casa? ¿Problemas con Zero?
- ¡Que! no, claro que no -la chica gritaba y reía un poco entre palabras.
- ¿Qué sucedió con Zero? -Kaname se mostro serio, más de lo que jamás imagino verlo Yuki.
-Nada, Kaname-sempai -la chica dejo de mirarlo a los ojos, ahora veía hacia la puerta.
- ¿Qué pasa con Zero? No me hagas tener que repetirlo -Kaname hablaba pausado y en tono extraño, entre enojado, entre caballeroso y serio.
-Se… bes… se me hace tarde… -la chica estuvo a punto de decirlo, se sentía a punto de explotar, jamás había visto a si a su sempai-. Creo que debo irme.
La chica intento levantarse pero el brazo fuerte del castaño se lo evito.
-Yuki…
-¡¡Se besaron!! ¡¡Zero y Kaito se besaron!! -la chica exploto, tenía ganas de llorar, tenía un nudo en la garganta y no podía dejar de hablar o por lo menos sentía que no lo lograría hasta haber dicho todo sin ocultarle nada-. Después de que hable con usted, regrese corriendo a buscar a Zero y cuando llegué, Kaito besaba a Zero, Zero no respondía el beso, pero tampoco hizo nada por evitarlo, tuve que actuar, tuve que evitar ese beso y ahora Zero sabe que usted me conto sobre ustedes, y él no quería que yo le contara, pero yo...
El mayor cubrió delicadamente la boca de la castaña, se veía en el exterior serio, pero por dentro estaba en llamas, el mismísimo Lucifer le llegaría a los talones con la ira que se apoderaba de él en esos momentos.
-Tranquila Yuki, he oído suficiente, no te preocupes, no planeaba ocultarle a Zero que te informe sobre nuestra relación y… gracias por intervenir en esos momentos pero… -Kaname hablaba en un susurro que a Yuki le costaba un poco entender, hablaba, aparentemente tranquilo pero había cierto veneno en su voz-. Es mi turno de encargarme de él.
Kaname se levanto de la cama y se dirigió a gran velocidad a la puerta.
-¡¡Kaname-sempai, no!! -la chica grito y a su mente llego como un Deja vu el sueño que tuvo, el cual no queria que se cumpliera, pues las cosas no resultaban bien para el vampiro, esto iría muy mal, la chica salió corriendo hacia la academia, pues sabia que Kaname buscaría a Kaito para tener "una charla corta" pero...
¿Quién sería el ganador de eso? ¿Se cumpliría el sueño de Yuki?
El vampiro corrió a través de los arboles con una velocidad poco humana, corría buscando a el idiota que se había atrevido a tocar a su ángel, se lo había advertido y ahora la pagaría. Llego a cabaña del director y para su suerte el oji avellana salía por la puerta principal, sus ojos brillaban rojos, como una advertencia a quien se acercara, el cazador lo vio y sonrió de lado al verlo y hablo.
-Buen día Kuran -lo saludo en tono burlesco-. ¿Te encuentras bien? Pareciera que te enteraste de una “mala” noticia.
Al decir mala lo hizo sonar en tono de duda, dándole a entender que solo para él era mala, el vampiro miraba con odio.
-Necesito hablar contigo -soltó, no diría nada mas
-Adelante, tengo tiempo, pase tan buena noche que nada puede arruinar mi día de hoy.
El oji carmín cerro su mano en muño con ganas de aplastar con esa misma mano la tráquea de ese tipo, pero no respondió y comenzó a caminar en dirección al bosque, al llegar a un espacio sin tantos arboles el sangre pura se detuvo y Kaito también lo hizo y al hacerlo se cruzo de brazos con una sonrisa burlona en su rostro y comenzó a hablar.
- ¿Que sucede chupasangre, que quieres decirme? Vienes a reclamar por el beso que nos dimos Zero y yo, o…
De repente, un golpe en su mandíbula lo hizo callar y caer de lado de improviso, el castaño lo había golpeado y ahora tenía un fuerte dolor en ella y podía sentir la sangre fluir, tocio un poco y escupió algo de sangre al piso para después dirigir una mirada asesina al demonio que se encontraba frente a él.