-¡¡Eso duele niña!! -grito el castaño cenizo a Yuki.
-Uy que débil resultaste, solo es un poco de alcohol -decía mientras pasaba una torunda (bolita de algodón) con alcohol sobre la herida de la mejilla del cazador.
-Arde, es todo, además no la haces bien de enfermera he… -le reclamo y la chica presiono mas la herida sacándole otro pequeño grito-. Trae acá, eres una inútil.
Le arrebato el botiquín que la chica tenia sobre las piernas y lo puso junto a él en la mesa de noche junto a su cama, se encontraban en su habitación, en la cabaña de Cross, tomo una gasa, le puso más alcohol y presiono fuerte contra su mejilla apretando la mandíbula, le ardía, esa herida había sido profunda y seguramente le dejaría alguna marca, esperaba que no.
-Lo lamento -dijo la chica.
El cazador la miro, la chica se veía seria, pero el verla seria significaba que estaba mal, o por lo menos eso le había dicho Zero, le había dicho que Yuki era una linda chica que siempre era muy alegre y ayudaba a todos, si ¿Cómo no? Esa chica resulto ser más molesta que nada, para él solo resulto ser una molestia, a ella le debía toda esa pelea, aun así viéndola como estaba puso los ojos en blanco y contesto como de mala gana.
-No tienes por qué disculparte, no es tu culpa ser una inútil -el chico no podía evitar ser así, era como su naturaleza el hablar de ese modo.
-Eres un idiota, Zero tenía razón -la chica tomo un curita del botiquín y lo coloco sin ningún cuidado sobre la mejilla de Kaito como si de una cachetada se tratara y después giro la cabeza haciendo una mueca-. No sé porque llegue a pensar que eras agradable.
-Lamento no ser todo un romeo como ese idiota de Kuran, pero chiquilla, los tipos como yo somos mejores, tenemos nuestras cosas buenas -el chico no se quejo del golpe aunque si le dolió un poco, pero hablaba en tono presumido mientras desinfectaba otras partes de su rostro-. Y por cierto ¿a qué te refieres con lo que dijo Zero?
-Zero dijo que eras un tipo presumido, sarcástico y arrogante, pensé que exageraba pues al principio me pareció interesante que alguien tan joven ya fuera profesor, pero ahora veo que eres tal como dijo él.
El oji avellana casi se cae por lo dicho por la muchacha ¿Zero había dicho eso de él?
-Y ese suave de Zero ¿no dijo nada más de mí? -pregunto cómo intentando sonar desinteresado pero si quería saber que pensaba el chico de él.
-Bueno pues…-la chica dudaba si decirle lo que el oji amatista pensaba de él o no-. Pues también me dijo que eras una persona difícil de conocer, que al principio eras así y que te cerrabas a las personas, pero en el fondo eras un chico fuerte y perseverante, dice que siempre admiro eso de ti, nunca te rendías y luchabas por ser mejor cada día.
La chica alzo la vista y Kaito la miraba a lo que ella bajo nuevamente la mirada algo sonrojada.
-¿Eso dijo Zero de mi? -la chica asintió, a lo que el chico la miro extrañado, primero lucia molesta y ahora ¿Qué tenía?-. ¿Te encuentras bien?
-Si -respondió la chica rápidamente y se levanto de su asiento-. Bueno pues, creo que no soy de ayuda para usted, así que me retiro.
La chica comenzó a caminar a la puerta, pero Kaito se levanto y la tomo del brazo.
-Si hubieras dejado que Zero hubiera venido conmigo, eso me hubiera ayudado, pero ya que no lo hiciste seme útil para algo.
-¿Que quiere? -la chica giro de nuevo a ver Takamiya y cuando lo hizo, este se quitaba la camisa frente a sus ojos-. ¡¡¿Qué está haciendo?!!
La chica casi grito de la impresión, debía admitir que el chico no estaba tan mal dotado, sus músculos eran marcado mas no llegaba a lo grotesco, su espalda era algo ancha y su abdomen definido, definitivamente la ropa que usaba no le hacía justicia, ahora que lo pensaba el castaño tendía a usar ropa algo holgada, no tan justa, de seguro si usara algo justo muchas más chicas de su clase estarían tras él.
-Solo me quito la camisa, necesito que me ayudes con esto -el chico se volteo y en su espalda había rasguños, seguramente de cuando lo estrello Kaname contra el árbol, tenía varios de ellos y también una que otra cicatriz, seguramente del pasado, a Yuki le dolió verlo así, era Kaito, si, pero a ella no le gustaría ver a ninguna persona así, se acerco y paso su dedo por su hombro, vio como el chico se contraía un poco.
-¿Te duele? -pregunto y se sintió tonta, claro que le dolía.
-Sí, algo, y mañana será peor, necesito desinfectar bien, tal vez aplicar algo, estos golpes no suelen doler al momento pero después…
-Tal vez salgan moretones, tienes zonas muy rojas, siéntate ahí -la chica señalo una silla y el muchacho se sentó de forma que recargaba el rostro en el respaldo-. Aplicare algo de pomada.
La chica comenzó a pasar la gasa con alcohol sobre las heridas, ahora lo hacia un poco menos brusca, veía cada marca hecha en la pelea de ese día y también las otras que tenia, eran tal vez de heridas en las que no tubo nadie que le ayudara a curarse.
-Eres un idiota -el castaño la miro de reojo-. No sé cómo pudiste pensar que le ganarías a Kaname-sempai.
-Pensé que la agresividad había pasado -hablo en tono fastidiado-. No sabía si ganaría o no, pero no iba a dejarme intimidar por eso.
-¿Entonces porque lo hiciste? Ve en qué situación te encuentras ahora -la chica hablaba en forma ruda y como si lo regañara-. Pudiste morir.
-No me importa, no me iba a dejar de ese tipo, y no pienso dejar de luchar por Zero -la castaña negó con la cabeza.
-Porque no aceptas que ellos se aman, solo eres un estorbo para ellos -poco a poco comenzó a aplicar una pomada que se encontraba en el botiquín, la aplicaba con la mano de manera abundante.
El cazador recordó lo que él mismo le había dicho a Kaname sobre Yuki y no dudo ni un momento en comprobar lo que vio en esos momentos.
-¿El darte cuenta de que eras un estorbo te llevo a olvidarte de Kuran? -de repente sintió como la mano de Yuki ya no se movía en su espalda, había dado en el clavo, era verdad lo que había pensado-. No sé cómo pudiste aceptar ver a la persona que amas con otro, debiste luchar por tu amor, es más, si lo piensas tu y yo no deberíamos ser enemigos si no aliados, cuando Zero me elija Kaname podrá estar contigo, todos felices.
La chica no respondió, termino de aplicar la pomada y pidió al chico colocarse frente al espejo para vendarlo , ella acomodaba la venda por detrás y él por delante, llevaba la mitad del vendaje cuando la chica volvió a hablar.
-Zero y Kaname son felices, yo amo a Kaname, pero un día me di cuenta de lo feliz que era con mi hermano, pensé que era mi imaginación, pero todo era tan evidente que termine analizando a ambos, y para mi desdicha los dos lucían felices, más de lo que lo eran normalmente, yo era un estorbo entre ellos -la chica siguió vendando y Kaito también siguió ayudándola mientras escuchaba atentamente-. Creo que mi amor por los dos fue más grande que mi egoísmo, me di cuenta de que amaba tanto a Kaname que lo único que quería para él era que fuera feliz, no me importaba si era a mi lado o al de alguien más, y que mejor persona que la que yo sabía que también lo cuidaría, es por eso que no hice nada, sabía que si lo hacía yo sería feliz, pero tal vez Kaname jamás lo seria conmigo, es por eso que no puedo estar de tu lado, no quiero que lastimes a ninguno de los dos, que arruines su felicidad.
La chica termino de vendar el torso del cazador, suspiro y camino sin decir más hacia la puerta, Kaito se sintió extraño, esa chica, como podía ser posible que hiciera eso por ese tipo.
-¿Así que por eso ahora tu eres infeliz? -la chica se detuvo con la mano en la perilla y sin voltear respondió.
-Solo quiero ayudarlos y no ser un estorbo en su felicidad, tal vez un día alguien haga algo así por mi ¿no lo crees? -la chica fue bajando la vos hasta que fue solo un susurro, pero aun así lo pudo escuchar bien el cazador.
Esa chica de verdad que era un caso, Kaito se dio cuenta que lo que Zero le dijo de ella se quedaba corto, eso que veía Zero solo era la máscara que portaba Yuki frente a él, el chico que haría más feliz a Kaname de lo que ella lo lograría, Kaito miro la espalda de la chica, parecía temblar y sus manos imaginaba por la posición de sus brazos se encontraba tapando su boca, el chico puso los ojos en blanco, suspiro y camino hacia ella.
-Gracias por tu ayuda pequeña mocosa -la chica pareció reír un poco aunque no supo si era risa o un sollozo, así que improvisadamente coloco sus brazos rodeando los de la chica y colocando su rostro sobre su hombro, suspiro y le llego el olor a fresas de su cabello-. En verdad gracias, después de todo no eres tan inútil como pensé.
El castaño rio tan animadamente y natural, algo raro por su actitud siempre sarcástica, que causo en Yuki una autentica risa y una ligera sonrisa que Kaito noto de reojo por el ligero movimiento en sus mejillas.
La soltó y se giro en busca de su camisa, comenzaba a sentir cierto peso en sus músculos doloridos, vio como la chica se disponía a salir al fin y volvió a hablar.
-Ve a clase, recuerda que aun soy un profesor así que debes obedecer, tómalo como una orden preciosa.
La chica limpio su rostro y dirigió un puchero infantil a Kaito contestando.
-Para mí, usted no es más que el amigo de Zero, que sea un profesor no le da ningún derecho sobre mí, además soy la hija del director -. Le saco la lengua y salió riendo del cuarto.
Kaito noto sus ojos rojos, pero no quiso incomodar a la chica, se limito a sonreír de lado y observar cómo se marchaba esa castaña, definitivamente Yuki Cross era todo un caso perdido, pero algo que definitivamente pensó fue que esa chica lucia mejor haciendo berrinches infantiles que con sonrisas, pues estas no eran más que una máscara ya muy usada por ella.
-----------------------En otra parte del instituto--------------------------
Los dos vampiros se encontraban entrando en el dormitorio del castaño, durante el trayecto ninguno de los dos hizo ni dijo nada, Zero se veía molesto y Kaname no quiso decir nada para no empeorar el genio de su ángel, los dos se encontraba en silencio, en la habitación.
- ¿Dónde está el botiquín? -pregunto el peli plata de pie en el gran cuarto.
-Nunca fue necesario, ni lo será ahora
El mayor invito al cazador a tomar asiento en el sillón, su oferta fue rechazada así que él tomo asiento.
-Iré por un poco de agua para limpiar las heridas -el prefecto fue al baño para regresar rápidamente y llevar consigo una jícara con agua y una toalla que coloco junto a Kaname-. Quítate el saco.
Ordeno estirando la mano para que se lo entregara y su pareja no dudo en obedecer, no quería que se enojara más de lo que ya lucia.
-Ve nada mas -le reprocho Zero al recibir su saco, pues tenía rasguños en la delicada tela, estaba todo lleno de lodo y claro que al ser blanco, lucia peor de lo que debería-. Eres el primer sangre pura que conozco que se rebaja a pelear de este modo.
- ¿Pues a cuantos sangre pura conoces además de a mi?
-No me cambies de tema -amenazo.
- ¿Estas enojado? -pregunto Kaname en tono bajo, pues sabia la respuesta, pero…tenía que preguntar.
-No, como crees -le respondió su ángel con tono sarcástico y una sonrisa falsa en el rostro-. ¿Lo dices porque ninguno de los dos me hizo caso aunque yo le estuve gritando que se detuvieran?
-Lo siento -el castaño puso los ojos en blanco -. Pero ese idiota tampoco lo hizo
Zero lo miro y contesto casi gritando.
- Eres el líder de los vampiros, no tienes porque armar todos estos líos, ¿crees que por ser poderoso y rico puedes ir armando peleas donde quieras?
Dejo el saco en la silla de su escritorio, tomo la toalla remojándola en agua y se la tendió, el vampiro lo miro y decidió hablar.
-Lamento no poder comportarme como se debe cuando quiero proteger lo que más quiero, es mas, tal vez no debí de haberlo hecho, puesto que cierta persona no hizo nada para evitar cierto beso que le dieron -pensándolo bien el molesto debía ser él ¿no? El oji amatista le había dicho que lo quería y se dejaba besar por ese tipo.
- ¿Cierta persona? Tal vez la pareja de cierta persona debería evitar enviar informantes y tener más confianza en esa cierta persona, no precipitarse a decir como si nada de su relación a Yuki para que lo vigilen.
Zero se separo de él y se dirigió a la ventana donde veía a través de ella a un punto lejano pero atento a lo que decía.
- ¿Si no hubiera enviado a Yuki que más hubiera pasado ahí? Todavía ni llegaba y tu ya te estabas besando con ese tipo -el oji carmín se levanto del sillón, Zero le daba la espalda-. No quiero ni imaginar lo que te hubiera hecho ese tipo si Yuki no hubiera intervenido.
-Nada, no hubiera pasado nada -gritaba molesto el menor-. Mejor dime ¿Por qué te pelaste con él?
-Estamos discutiendo de eso, ese idiota no tenia porque tocarte y lo peor del caso es que tú no hiciste nada -el mayor también hablaba molesto y comenzó a caminar por la habitación.
-No tienes porque actuar de ese modo.
- ¿Actuar de qué modo? No actuó de ningún modo en especial -seguía en su tono autoritario.
- Actuar de modo celoso chupasangre, ¿sabías que los celos son inseguridad en uno mismo? -soltó como si nada.
Se guardaron algunos segundo de silencio pues Kaname no sabía que contestar, no, no estaba celosos.
-No estoy celoso -dijo en tono fuerte pero algo extraño.
El peli plata volteo al fin a verlo y en su rostro había una sonrisa burlona.
-Así que realmente fue eso ¿cierto? Mírate lo estas, aun ahora lo estas, estas celoso de Kaito -afirmo con burla el cazador.
Kaname se sorprendió, ese demonio con traje de ángel se estaba burlando de él, quería verlo así, discutiendo, mostrando lo débil que era por él y siendo honestos así era, nunca nadie había logrado que el líder de los vampiros se rebajara a tal nivel por un simple…. No lo podía decir, ese idiota… mira que atreverse a tocar a su ángel.
-No lo estoy -dijo sentándose en el sillón mirando al prefecto que ahora caminaba lentamente hacia él.
-Kaname… -el vampiro suspiro y ya teniendo cerca a Zero lo tomo de la cintura sentándolo en su regazo con las rodillas recargadas a cada lado del sillón, lo abrazo con una mano por la cintura y con la otra lo tomo de la nuca atrayéndolo a su rostro y respondió mirándolo a los ojos y con una sonrisa de lado.
-Está bien, si, tal vez si estoy celoso de ese idiota -lo acerco a sus labios y lo beso desesperadamente, a lo que Zero no se resistió ni medio segundo, correspondió el beso que le ofreció, pero que se vio interrumpido por la gran sonrisa y risas del oji amatista.
-Así que… el gran Kuran Kaname esta celoso -siguió riendo el menor-. No puedo creer que hayas armado tanto escándalo por un simple beso Kaname.
El sangre pura miraba a su chico reír ahí sin ninguna restricción ante él, su risa le causaba incluso una sonrisa, pero eso de “un simple beso” en eso no estaba de acuerdo con su ángel.
-Para mí, tus besos lo son todo.
Ante tal comentario el menor puso los ojos en blanco pero después le sonrió y ahora el inicio un nuevo beso pero en este caso más lento, y más largo, el castaño tomo su cabello acercándolo más a él, como si intentara fundirse con su bello novio, estaban cerca, pero no lo suficiente para gusto de ambos.
-Kaname, no paso de ser un insignificante beso, fue un beso no correspondido, no tienes porque ponerte así -lo miraba con amor y un poco de burla bien escondida.
-Ya lo sé, es solo que no me gusta que te toquen, tu eres mío -el peli plata se levanto de sus piernas tomando la toalla con agua.
-Sí, lo que digas, pero ve en qué condiciones te encuentras, estas sucio y lleno de sangre y uno que otro rasguño -le lanzo la toalla al rostro pero fue detenida por el castaño.
-Si no te gusta verme así entonces cúrame, el director dijo que me ayudaras en lo que necesitara, los fluidos de los de nuestra especie ayudan en ciertas heridas, es por eso que cuando mordemos al pasar nuestra lengua por esa zona, esta se cierra fácilmente -el oji carmín miro a Zero e hizo un movimiento como para mostrarle un rasguño que tenía cerca del cuello.
- ¿A si? -el cazador se acerco lentamente al cuello del sangre pura y estando a centímetros volvió a hablar-. No creerás que pondré mi lengua ahí ¿o sí? Estas sucio, lleno de tierra, límpiate y si aun no se han curado… ya veré lo que hare.
Se alejo de él con una sonrisa en el rostro.
-Eres malvado amor.
-A bañarte dije -los dos chicos rieron, pero el castaño se acerco atrayendo al prefecto desde la cintura para susurrarle al oído.
- ¿Quieres hacerme compañía?
- ¿Tengo clases, recuerdas? -Zero lo beso rápidamente y se dirigió a la puerta-. Creo que con un baño te encontraras bien, no tienes tantos daños además de…bueno ya lo descubrirás tu.
El chico rio un poco mirándolo y Kaname lo miro extrañado y hablo.
-Te has vuelto muy responsable, ¿ahora cuando se supone que nos veamos?
-Mmm…no lo sé, sorpréndeme -el chico le guiño un ojo y salió del cuarto.
Kaname se vio solo en la habitación y creyó necesaria una ducha, estaba a punto de entrar al baño cuando tocaron la puerta de su habitación, obvio que él ya sabía de quien se trataba.
-Adelante Takuma -el susodicho entro haciendo una reverencia-. ¿Ya tienes algún plan para la noche?
-Kaname… -su amigo lo miraba de manera extraña-. Escuche que te peleaste con alguien, pero… ¿con quién fue para que te dejara ese detalle?
¿Detalle, a que se refería?
- ¿De qué hablas? -su amigo señalo con una mano al espejo que se encontraba sobre la chimenea y el nivel A corrió hacia él y cuál fue su sorpresa al encontrarse con que tenía el ojo morado-. ¡¡Demonios!! Ese idiota.
El oji carmín recordaba el momento él en que había volteado a ver a Zero, en ese momento Kaito se había aprovechado de su distracción y ahora ese idiota había causado esto, su ojo se encontraba un poco hinchado y comenzaba a tener un tono morado, a eso se refería Zero, suspiro, ¿Por qué no se lo había dicho?
-Creo que fue más grave de lo que pensé ese pleito con… ¿el señor Takamiya? Si no me equivoco
-Estas en lo correcto, como siempre -el sangre pura gruño y tomo la toalla limpiándose un poco, ese golpe duraría un poco más de lo pensado, ¿Qué iba a hacer con él? Estaba molesto-. Bueno y entonces ¿qué tal todo? ¿Puedo disponer de la ausencia del hermano de Zero esta noche?
-Hay amigo mío, jamás te había visto en esta situación -rio el oji verde -. Pues sí, si gustas esta noche podrás estar asolas con el joven Kiryuu.
- ¿Toda la noche? -el nivel A lo miro con burla a lo que el otro respondió con una sonrisa.
-Toda.