Durante el día todo había transcurrido normal, todos se encontraban en sus cotidianas labores Kaito que se encontraba preparándose para una clase que daría a los de la clase nocturna por petición de Yagari, Yuki, Zero e Ichiru se encontraban deteniendo a las chicas que se amontonaban a ver a los chicos de la clase nocturna, y Kaname y los otros vampiros entraban a la academia para sus clases, no sin antes algunas miradas de deseo entre el castaño y el oji amatista y algunos sonrojos entre cierto rubio oji verde y el menor de los gemelos.
Terminaron de entrar en la academia y los chicos se despidieron rápidamente, Yuki iría con Sayori de compras y se quedaría con ella, el mayor se dirigió a los establos y ahí se quedo completamente solo el cazador menor, que como no tenía nada que hacer se dirigió a la biblioteca, ya había hablado con Cross y esté le había dicho que no habría ningún problema con que entrara a leer ahí.
Estando ya dentro le dio un vistazo general a la biblioteca, era amplia y muy ordenada, había libros de todo tipo, incluso en la zona prohibida había algunos libros de cacería de vampiros, hábitos de ellos, costumbres, etc.
-No hay nada interesante aquí -cuestionó y se sorprendió al recibir respuesta.
-No tienes por qué juzgar un libro por su portada -la voz de Takuma lo hizo ponerse nervioso en automático.
-Takuma, ¿Qué hace usted aquí? -pregunto retrocediendo unos pasos
-Al igual que usted, busco algo interesante -le sonrió educadamente, pero el peli plata se sonrojo.
-Bueno…pues, yo no encuentro nada interesante, así que me retiro -intento pasar directo a la salida, pero la mano del rubio se lo impedía.
-Espere un momento joven Ichiru -el oji verde lo hizo quedar frente a él y lo fue guiando a la pared -. ¿Enserio no le parece nada de lo que se encuentra aquí interesante? ¿No ha pensado en… lo de la otra vez?
El cazador lo miro, era tan educado y elegante, todo lo contrario a él, pero aun así, algo lo atraía de verdad y luego de ese beso el día anterior, su cabeza realmente era un lio.
-Takuma, debo irme, no debemos estar juntos -le dijo serio bajando la mirada, pero la verdad lo había dicho solo por decir, tenía que salir de ahí.
- ¿Por qué? Yo te quiero -el oji amatista lo miro seriamente-. Eres la persona más interesante e impresionante que he conocido, por favor, dame una oportunidad, démonos la oportunidad de ser felices, todos tenemos derecho a serlo, ¿Por qué tu y yo no? ¿Es por lo diferentes que somos? ¿Por lo que digan los demás?
Takuma pensó que Ichiru lo rechazaría pero se sorprendió al sentir como el humano lo jalaba de la corbata para darle un beso en los labios, no entendía nada, pero no iba a negar ese beso.
Los dos comenzaron a besarse más y más intensamente, Takuma, todo un caballero dejaba que ese chico sin igual hiciera lo que gustara, el oji verde era feliz con ese simple acto, ahora solo intentaría complacer a ese chico, lo tomo de la cintura y lo recargo completamente a la pared.
-No me importa lo que diga la gente, que te queda claro -el chico inicio con tono decidido pero después bajo la vista algo sonrojado concluyendo-. Pero no me hare responsable de mis actos si eres tan… lindo conmigo.
El oji verde sonrió y lo volvió a besar, mas ahora él llevo el ritmo, un ritmo que enloquecía a el menor, lento y delirante, el cazador solo quería mas y mas de el otro, pero no quería arruinar el momento, tenía que aguantarse todo lo que quería que el oji verde le hiciera, o… tal vez ¿no?
El oji amatistas enredo sus brazos alrededor del cuello del vampiro y lo hizo para atrás chocando con un librero del cual cayeron varios libros estrepitosamente, Takuma estaba contra el librero tomando a Ichiru de la cintura acercándolo más a él.
-Tranquilo, no pienso dejarte ir -dijo el oji verde que decidió mostrar a Ichiru que si, tenía razón, era una persona tranquila y caballerosa, pero también podría tener el control de ese pequeño gatito de cabellos color plata. De repente, un nuevo impulso se adueño del rubio, una ola de emociones, fue entonces que tomo a su pareja de las muñecas y lo recargo sobre el librero de enfrente, en respuesta recibió un pequeño gruñido que ignoro y continuo por besar el cuello del menor, fue descendiendo lentamente desde su quijada hasta la base del cuello, donde inconscientemente los ojos de Takuma se tiñeron de color rojo, y dio un último beso justo sobre el lugar ideal para morder y poder beber del elixir de esa rosa tan delicada que tenía entre sus brazos, cosa que hizo en un movimiento rápido, fuerte y sin poder controlarse.
-Ah… -el oji amatista grito por el dolor que sintió por la mordida brusca, aunque al principio bien pudo parecer un gemido por su parte, pero al darse cuenta de lo que el rubio estaba haciendo sus ojos se abrieron como platos y comenzó a forcejear para poder zafarse de las manos de su verdugo, no lograba zafarse, por un momento se asusto y comenzó a gritarle amenazantemente-. ¿Qué estás haciendo? ¡Suéltame!
El peli plata siguió luchando y en más de una ocasión gritando que se detuviera, pero por la mente del Takuma solo se hacía presente el exquisito sabor de aquella sangre que tanto deseaba, al principio pudo sentir a través de ese vinculo, el amor que se había apoderado del chico de cabellos color plata, y también el deseo que fluía tan intensamente por aquel liquido carmesí, fue en esos momentos en el que sintió algo parecido a cuando una persona se siente ahogar en el mar, buscando oxigeno para calmar esa necesidad, para seguir viviendo, eso fue lo que él sintió y no pudo detener su impulso, era tan embriagante y gratificante que sintió una especie de frenesí, no podía parar, no quería detenerse, no sabía cómo dejar de hacerlo.
Ichiru gritaba pero su voz se iba haciendo más débil, el vampiro no notaba ninguno de estos bruscos movimientos, pero en cambio pudo saborear la adrenalina y el miedo de Ichiru, todo iba cambiando en aquella sangre, pero cuando al fin logro separarse ya era tarde, en sus brazos sintió el peso del que había sido su presa completamente sobre él, dándose cuenta de lo que había hecho, lo separo un poco de su cuerpo y lo observo, Ichiru estaba inconsciente.
---------------------------------------------Pov. Ichiru--------------------------------------------
Comencé a moverme lentamente, sentía el cuerpo pesado, odiaba sentirme así, débil, mi corazón estaba agitado, ¿Qué me había pasado? ¿En donde estaba? De repente lo recordé, a mi mente llegaron ese par de ojos verdes, para después convertirse poco a poco en color rojos brillantes, todo había sido culpa de él, todo lo había ocasionado Takuma.
Abrí los ojos rápidamente, obligando a mi cuerpo a responder, mire un techo que reconocí de hace algunos años, inmediatamente recordé esa horrible sensación de despertar en la enfermería, escuche un carraspeo a mi lado y sin importar el dolor que sentía al moverme tan precipitadamente me levante de la cama, sentándome, estirándome un poco, viendo a mi alrededor, ahí estaba él, sentado en frente de la camilla en la que me encontraba con la mirada baja.
Lo vi y algo en mi dolió, mas no era nada físico, más bien algo interno que me decía que solo para eso había dicho todas esas cosas, mis ojos comenzaron a picar, pero no me permitiría llorar, y menos frente a ese chupasangre, quise salir de ahí, y eso haría, me puse los zapatos y me levante caminando directo a la puerta, pero su mano me detuvo, se atrevió a tomar mi mano para después decirme.
-Espera Ichiru, necesitas descansar, te desmayaste, no debes forzarte -lo escuche y enrojecí de vergüenza e ira, vergüenza pues como cazador no había podido hacer nada, fui engañado y humillado de la manera más vil, y de ira pues hablaba como si de verdad le importara mientras que fue él el causante de todo lo que me ocurría, no puedo entender como confié en él.
-Suéltame -aleje su mano de la mía en un movimiento brusco-. No se me acerque.
Gire mi rostro, él no expresaba ninguna emoción, pero volvió a hablar.
-Lo lamento, no fue mi intención -reí sínicamente y haciendo uso de sarcasmos respondí.
-No, como crees, no es tu intención ni la de los de tu especie utilizar a las personas únicamente como alimento, como sus piezas o sus juguetes personales, no es tu culpa, la culpa es mía -gritaba mirándolo con odio -. Fue mi culpa por creer que podríamos ser iguales.
-Ichiru, no…
-Cállate, no es suficiente lo que ya has hecho, me hiciste creer especial, pero todo fue una trampa -tome mi rostro entre mis manos y jale mis cabellos-. Yo fui el idiota, el débil por caer de este modo, creer en esas palabras, siempre el débil de los cazadores.
-No, no es tu culpa. -No quería escucharlo, no quería escuchar mas mentiras, quería salir, estaba enojado con él, conmigo mismo, quería salir de ahí, de repente sentí las palabras salir, algunas de ellas las dije con inconsciencia, pues ya no sabía de quien era la culpa, solo sabía que había sido engañado, y ¿Quién tiene más culpa? ¿El mentiroso, o el que se dejo engañar?
-Todos ustedes son unos monstros, solo en busca de sangre como asquerosas sanguijuelas, aparentan ser algo que no son para después atacar con la guardia baja, por la espalda -sentía que estaba a punto de llorar, no, no lo podía hacer, tenía que soportar.
Me gire, abrí la puerta y salí corriendo ignorando algunos gritos que venían desde la habitación que deje, algunas lagrimas cayeron de mi rostro y las limpie cada una con el dorso de mi mano con ira, preguntándome el porqué era tan debí, culpándome a mí por creer en todo lo que salía de boca de ese ser tan hermoso ante mis ojos.
Corrí por los pasillos y salí de la academia, poco a poco mis fuerzas se iban recuperando, no sabía a dónde ir, pero si con quien, iría con la única persona con la cual olvidaba todos mis males, que me escuchaba y daba su apoyo, mi hermano Zero.
Cuando llegue al bosque, fui descendiendo mi velocidad, camine calmándome un poco, iría a buscarlo a las caballerizas, era su lugar favorito para ir, así que de seguro estaría ahí durmiendo o haciendo que cosas se yo.
Iba sumido en mis pensamientos, mirando el piso como si fuera la cosa más interesante del mundo, pensando en lo ocurrido, juzgándome a mí y a Takuma, pensando el por qué lo había hecho, entre a las caballerizas, levante la vista y me quede paralizado con los ojos abiertos como platos, pues ahí estaba mi hermano y Kaname, pero no era todo, lo que hizo que me sorprendiera mas fue ver como Zero, la persona que más admiraba, bebía tan desesperadamente y con los ojos completamente rojos del cuello, la sangre de Kuran.
-------------------------------Pov. General--------------------------------------
El peli plata mayor vio de reojo un ligero movimiento, había estado tan absorto en beber de la sangre de su pareja que ninguno de los dos se había dado cuenta de la presencia de su hermano, lo miro con los ojo abiertos, pero recordó que tal vez estos se encontraran rojos, así que agacho la mirada y se separo rápidamente de Kaname, quien al darse cuenta de que su pareja se alejaba se giro viendo la causa.
El castaño miro a Ichiru sin ninguna emoción en el rostro, pero en el interior estaba enojado consigo mismo por no darse cuenta de su presencia, Ichiru miraba a Zero, y este no quería mirarlo, no sabía que decir, su hermano menor lo había descubierto.
Ichiru miro a Kaname, no con odio, sino con una expresión que le dejaba claro que quería hablar a solas con Zero, el ya sabía lo de su relación, y el Sangre pura sabía que Takuma ya le había informado a el chico, así que se acerco a Zero, como si fuera a abrazarlo, pero no lo hizo, simplemente le susurro.
-Tranquilo, él no te juzgara, solo necesitas explicarle bien las cosas -su ángel respiro hondo y subió la mirada mirándolo firmemente a los ojos-. Y tranquilo, ya no tienes los ojos rojos.
El cazador gruño un poco, no le gustaba que Kaname lo leyera así de fácil, puso los ojos en blanco y le dio un beso rápido en los labios, cosa que sorprendió al nivel A, por la circunstancia en la que lo hizo.
-Te veré luego, tengo que encargarme de esto de una vez por todas -le sonrió de lado, se separaron y el oji carmín dejo solos a los dos gemelos Kiryuu.
Ichiru los veía ya con la expresión seria, toda esa escena que había visto sele hacia tan extraña, sobre todo viniendo de su hermano, miro a Zero y este sentía su mirada también sobre él, era tiempo de aclarar todo ahora o nunca, carraspeo y vio fijamente a su hermano para hablar.
-Ichiru… yo…
-Jajajajaja… -Ichiru se partía a la mitad de la risa, llevo una de sus manos al estomago y otra a su boca intentando callar las carcajadas que buscaban salir de ella-. Hay Zero… jajaja… si vieras tu cara en estos momentos.
Su hermano seguía riendo y Zero no entendía nada, tenía lo que podríamos llamar cara de WTF, su hermano se reía de él, no le estaba reprochando nada, se estaba riendo.
-Ichiru… ¿tu…? -intento nuevamente, pero fue nuevamente interrumpido.
-jajajaj… ¿por qué tanta seriedad? acaso confesaras que tu vas debajo -el hermano menor miro a su reflejo y Zero ante eso se puso rojo como jitomate, a lo que el otro entre risas afirmo-. Entonces es cierto.
Algo en el interior del mayor se calmo, creyó que ahora todo seria más fácil, comenzó a reír él también, tanto se había preocupado para nada, su hermano parecía muy feliz por él, así que ya tampoco le importo nada y rio junto con su hermano.
Ichiru limpio una lagrima que se escapaba por su mejilla y se enderezo, le dolía mucho el estomago por tanta risa, se levanto y miro a su hermano para disculparse.
-Lo siento Zero, no pude aguantar la risa y menos después de esa linda escena -le tomo por el hombro sonriéndole sinceramente.
-Descuida, pero ¿Por qué no te sorprendiste? Pensé que me juzgarías, a eso se debía mi cara de pocos amigos hermano-miro como su hermano se sentaba sobre el heno.
-La verdad es que, ya sabía -el peli plata mayor lo miro extrañado.
- ¿Quién te lo dijo? -su hermano bajo la mirada, le iba a contestar pero Zero siguió-. Fue Yuki ¿cierto?
- ¿Yuki lo sabe? -se sorprendió y prometió torturar a la castaña por no decirle nada, aunque él no sabía que Yuki se había enterado casi al mismo tiempo que él.
- ¿No te conto de la pelea? -Zero maldijo internamente, ante su hermano era un libro abierto
-Pues no, pero, ¿creo haber visto el ojo morado de Kuran? -rio un poco-. ¿Pues contra quien peleo?
-Es una muy larga historia Ichiru, no se por donde empezar -se fue a sentar junto a él.
-Tengo tiempo -se acomodo y le sonrió de lado-. Quiero saberlo hermano, ¿Desde cuándo me ocultas cosas?
El mayor sonrió y le conto a su hermano toda su historia, incluso le conto de Kaito, de las escenitas de Kaname, la pelea, incluso su hermano le hacía contarle algunos detalles vergonzosos sobre su relación, pero para los dos fue normal , la verdad Zero se sentía feliz de por fin poder hablar con alguien a gusto sobre su relación y quien mejor que su hermano que lo entendía Ichiru miraba a Zero con una gran sonrisa en el ostro, pues nunca había visto esa mirada llena de felicidad en él, eso fue lo que le aseguro que su gemelo era feliz a lado de Kaname.
-Ichiru, tengo una pregunta -el chico recordó la reacción tan exagerada de su hermano al verlos ahí.
- ¿Qué sucede? -pregunto inocentemente sin esperar lo que le preguntaría.
- ¿Por qué te sorprendiste tanto cuando entraste y nos viste, si tu ya sabias de lo nuestro? -ante tal pregunta, el menor recordó lo ocurrido con Takuma, y agacho la mirada.
-No es fácil ver a tu hermano beber la sangre de otra persona, sin importar que sea Kuran -era sincera su respuesta, pues después de decirle tantas cosas al oji verde, por hacer eso y encontrarse a su hermano haciendo lo mismo, lo había sorprendido mucho-. Sé que ahora eres vampiro, pero, no entiendo como pueden hacer eso, es cruel, ¿no se pueden controlar? O ¿Porque lo hacen?
Pregunto en tono triste el menor, haciendo que su hermano se sintiera un poco mal por dejarse ver de ese modo.
-Lo lamento Ichiru, nunca quise que me vieras así, no es que no nos podamos controlar, es… difícil de explicar, en esos momentos no tome sangre para alimentarme, fue solo un impulso, una necesidad -el mayor intentaba explicarse.
- ¿Un impulso? Quieres decir que ¿Podrías morder a alguien más solo por impulso? O ¿Por la necesidad de alimentarse? ¿No tienen sustitutos para eso? -el menor hablaba un poco enojado.
-No Ichiru, no lo digo en ese contexto, es como cuando estas con la persona que te gusta hermano, prácticamente no tienes porque besarla o besarlo, pero lo deseas, te gusta ver la reacción que se puedes causar en esa persona, incluso lo necesitas, necesitas saber que todo está bien, bebí su sangre porque lo amo, a veces el toma también mi sangre, el beberla es algo extraño, es como desconectarse del mundo, ser testigo de su existencia, es como si todo a nuestro alrededor pasara a ser secundario, solo eres consciente de tu existencia y de esa persona a la que amas, es un vinculo, una unión entre los de nuestra especie.
-No entiendo, es solo sangre, ¿No es lo mismo que beber la de alguien más? -el chico lo miro confundido y su gemelo puso los ojos en blanco.
-Se que sonara extraño y loco todo lo que te acabo de contar, pero es algo que no podrás entender Ichiru, el beber de una persona a beber de la persona que amas y te ama, lo vuelve, ¿Como decirlo? Especial, nosotros podemos saber la emociones de las personas si bebemos su sangre, pues hay algo que cambia en su composición, es entonces que cuando estas con la persona que amas, llega esa necesidad, y el beber esa sangre, es indescriptible, adquiere un sabor dulce, es como beber la más dulce de las mieles, oír la mejor melodía jamás escuchada, despertar del sueño mas melancólico, ver los colores mas cálidos y vivos, oler la frescura del amanecer, es…
Zero se perdió en sus pensamientos he Ichiru no perdió detalle de su acción, jamás había oído a su hermano hablar así, era muy extraño, pero más lo era ese sentimiento que experimentaban los vampiros al beber la sangre de su persona amada, de repente un sentimiento de culpa llego a él recordando a Takuma y el momento en el que bebió su sangre, y se pregunto si podía ser posible que él se hubiera sentido de ese modo, si su sangre era así de especial para él.
- ¿Es satisfactorio para ti beber esa sangre? ¿No te molesta que beba de ti? - lamento interrumpir los pensamientos de su hermano, pero tenía que preguntarlo.
-Es una de las mejores cosas que desfruto hacer, y no, no me molesta que beba mi sangre, se lo que siente él al beber de mí, así que, creo que es una forma en que puedo pagar tantas cosas que hace por mí, por amarme.
Zero lo miro serio, tal vez su hermano le preguntaría algo más, pero no fue así, su hermano se levanto y camino hacia la salida de las caballerizas, así que Zero extrañado tomo su mano preguntándole.
- ¿A dónde vas? -su hermano se giro a verlo, le sonrió y contesto.
-Necesito arreglar un asunto -bajo su mirada y se sonrojo un poco pero lo oculto con su cabello-. No me esperes despierto, dormiré en nuestro antiguo dormitorio en la academia.
Su hermano lo miro extrañado, pero Ichiru salió corriendo en dirección a la academia.
-Esto es extraño -se dijo para sí mismo, pero de repente unos brazos lo rodearon desde atrás sorprendiéndolo.
-No lo es, necesita disculparse con alguien -respondió Kaname.
- ¡¿Cuánto llevas aquí?!¿Qué escuchaste? -pregunto presuroso el chico.
-Descuida acabo de llegar, fui a atender un asunto pero, creo que tu hermano lo resolverá.
- ¿Resolver? ¿Dijiste hace rato disculparse? ¿Con quién? -el castaño beso a Zero para después responder.
-No importa, además tenemos esta noche para nosotros solos ¿no? -el menor sonrió de lado.
-Eso creo.