Capitulo 24 Hazlo
- ¿Dónde estuviste Ichiru? ¿Por qué llegas tan sigiloso? He… -Zero no dejaba a su hermano pasar al baño.
El mayor ya se había encargado de bañarse, vestirse y correr a su sangre pura para que nadie sospechara nada, pero justo saliendo del baño se había encontrado a su hermano entrando de hurtadillas a la habitación, lo había asustado y ahora buscaba respuestas a tal actitud.
-Ya te lo dije Zero, estuve en los dormitorios nocturnos, quítate del camino -su hermano se encontraba un poco sonrojado y la verdad Zero sabía muy bien que mentía, Zero notaba en Ichiru una fragancia muy dulce, la de un vampiro, y podría jurar conocer al acreedor de tal aroma.
-Ya, no mientas, ¿Con quién dormiste anoche hermanito? -lo miraba divertido.
-¡¡Basta Zero!! -le grito y lo hizo a un lado para pasar al baño-. ¿A caso yo te hostigo preguntándote de cómo te fue con Kaname ayer?
El mayor se sorprendió un poco, pues había hecho todo lo posible por que su hermano no se diera cuenta.
-No sé de que hablas Ichiru -fingió demencia y se cruzo de brazos girándose para cambiarse, pero ahora su hermano fue el que camino hacia él y lo abrazo desde atrás recargando su rostro en su cuello para verlo de reojo.
-No mientas Zero, esa sonrisita de adolescente enamorada lo dice todo -el mayor se tenso y el menor rio ante su reacción-. Si Kuran desaprovechara esa oportunidad que les di… creo que son más lentos de lo que pensé.
Ichiru reía discretamente, Zero se giro quedando de frente abrazando a su hermano desde la cintura.
-Está bien, me descubriste, eres el único idiota que me saca las verdades ¿lo sabías?
-Claro que lo sé, es mi trabajo como hermano -sonrió de lado y rodeo con sus brazos el cuello del mayor-. Yo sé todos tus secretos hermano, entre ellos quien va debajo.
El peli plata mayor puso los ojos en blanco, mas luego sonrió de lado acercándose al oído de su hermano para susurrar.
- ¿Y tú hermano? ¿Qué posición ocupas con Takuma? ¿Me dirás que eres el de arriba? eso ni tú te lo crees.
El menor se petrifico en esa posición ante el comentario.
- ¡¡Chicos, levántense, las clases nos esperan!! -la pequeña castaña entraba sin aviso a la habitación encontrándose con esa escena tan comprometedora la cual la hizo parar-. ¡¡Kyaaaaaaa!! ¡¡Zero, Ichiru!! Lamento interrumpir, pero… Zero no debes lastimar a Ichiru, tu ya tienes a alguien.
La chica los miraba con ambas manos en el rostro entre tapando su vista pero viendo a escondidas toda roja del rostro, los gemelos rápidamente se soltaron.
-Descuida Yuki, además parece que Ichiru también ya tiene a alguien, o no hermanito -le guiño el ojo y revolvió el cabello del menor-. Y tranquilo, doy mi consentimiento.
-Cállate idiota, no necesito tu consentimiento -grito más que nada apenado Ichiru mirando a otro lado mientras su hermano salía de su habitación llevándose a Yuki quien no quería salir para que pudiera cambiarse.
-No dudo eso Ichiru, pero aun así debo cuidar de mi hermanito ¿no? Dile a ese idiota que lo vigilare muy de cerca.
-¡¡Zero!! ¿De que idiota hablamos? ¿Es un él? ¡¡Ichiru!! ¿Quién es? -la chica quería caminar hacia Ichiru pero el mayor se lo evito arrastrándola hacia afuera de la habitación-. ¡¡Díganme!!
-Ese idiota -Ichiru sonrió de lado y se dirigió a la ducha.
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Las clases habían trascurrido con normalidad, Zero no se salto ninguna hora pues a lado de Ichiru todo era más tranquilo y divertido, entre los dos gemelos haciendo bromas a su hermanita Yuki y entre ellos mismos, las clases habían pasado prácticamente volando, solo hubo una clase que los chicos no tuvieron profesor por lo tanto estuvieron libres, durante esa hora Zero busco a Kaito, le dijo que necesitaba hablar con él, que lo vería antes de comenzar las clases nocturnas en el bosque a lo cual el mayor acepto sin ningún problema.
Al llega el cambio de turno las bromas no faltaron entre los gemelos, ambos burlándose de las miradas discretas que les dedicaban Kaname y Takuma, mientras las chicas saludaban al líder de los vampiros y se “pegaban” mucho él, como le decía Ichiru a su gemelo, pero ya se las pagaría Kaname al día siguiente, pues ese día el castaño le había informado de asuntos que debía atender sobre los de su especie. Pero Zero no se quedo atrás cuando Takuma se acerco directamente a Ichiru saludándolo y tomando su mano, cosa que hizo sonrojar ligeramente al menor de los peli platas quien era observado por su hermano con una media sonrisa en el rostro.
Todos se sentían alegres ese día, se notaba lo bien que la habían pasado con anterioridad y al fin estaban disfrutando la estadía de todos en la academia, sin secretos, sin restricciones, solo diversión y bromas.
Mas la atmosfera se volvió un poco incomoda en el momento en que llego Kaito, en su rostro aun se veía el parche que había colocado Yuki y algunos rasguños, llevaba manga larga la cual cubría algunas heridas, mas físicamente se veía bien, no mostraba dolor ni malestar, poco a poco el dolor había desaparecido la noche anterior además de que por ser cazador su curación había sido más rápida.
Zero se dirigió a el y caminaron algunos metros hasta adentrase un poco al bosque, la verdad ya no sabían porque lo hacían, tal vez la costumbre, Zero se detuvo quedando unos pasos atrás de Takamiya, quien al percatarse de ello también se detuvo y se giro quedando frente a frente con Zero quien hablo.
-Lo lamento Kaito, entre tú y yo no puede haber nada –el peli plata hablo sin rodeos, quería que aquello fuera rápido y claro-. Absolutamente nada
Sus palabras eran decididas, no había duda en su voz cosa que dejo en blanco al mayor de los dos, mas no lo demostró, tenía un orgullo que proteger y si, aquello le dolía de una manera indescriptible, pero no dejaría que nadie lo viera de manera, si algo odiaba era que le tuvieran lastima y no dejaría que ni siquiera Zero lo viera así, además, tenía que intentarlo de una manera u otra.
-No sabes lo que dices Zero, no le importas, solo juega contigo –hablo en tono fuerte, lo intentaría todo-
-Te equivocas Kaito, me di cuenta que realmente le importo, de alguna forma u otra fue mi culpa que lo que ambos tenemos no pasara a ser más que algo a escondidas, yo le pedía que no hablara, pero ahora no solo sus subordinados saben de esto, hora tengo personas de mi lado que saben y aprueban por así llamarlo nuestra relación y eso solo me ayuda a tener más seguridad en mi decisión.
-Zero, pero tú… -el chico comenzaba a perder los estribos-. Tú me amas, me quieres, desde que éramos chicos, no puedes simplemente haberme olvidado así, Zero, yo te amo.
Kaito gritaba como si quisiera que Zero se diera cuenta de todo aquello que sentía, quería sus palabras se grabaran en la mente del cazador menor.
-Lo siento Kaito -el peli plata miro a los ojos a su amigo, sus ojos lucían tristes, pero sus palabras salían llenas de decisión y un tanto tranquilas-. Es verdad, te quiero y mucho, cuando éramos chicos yo te amaba, pero nunca pensé que podría manejar una relación así y nunca pensé que tú sintieras algo por mí, la oportunidad de lo nuestro pasó, ninguno de los dos quisimos luchar por ello y no sabes cuánto me duele.
-Zero, podemos darnos una oportunidad, lo sé.
Se acerco al menor tomándolo de los hombros, mientras que el otro chico no se intimidaba o dudaba de ningún modo.
-Encontré a alguien mas Kaito, alguien que decidió jugársela junto conmigo, cambio su estrategia con el riesgo de perder pero juntos hemos logrado salir adelante, no puedo desaprovechar a alguien así, alguien que me hizo tener el coraje para luchar y también lo tuvo él –poco a poco el agarre de sus hombros se iba haciendo mas y mas débil.
-Zero, es un vampiro, tú los odias.
-También lo soy, soy parte de su mundo quieras o no verlo, formo parte de su mundo así como del de los cazadores, sobre odiarlos, creo que no todos los vampiros son malos o dime ¿Te parezco malo?
El chico hizo la pregunta con un tono de sarcasmo y mostro una media sonrisa que hizo sonreír ligeramente al mayor.
-Eres el chico más suave que conozco Zero –soltó por completo al perfecto y peino su cabellos hacia atrás-. Es por eso que creo que caerás en los trucos de Kuran, que te utilice para otros fines.
-Si eso llegara a pasar, y Kaname llegara a tratar de utilizarme… -el oji amatista miro seriamente a Takamiya-. Seré yo mismo quien se encargue de que no vuelva a ver la luz de la luna nuevamente.
-¿Te atreverías a matar al hombre que dices amar?
-Sí, mi trabajo como cazador es luchar por el bien de los humanos, tal vez sufra si eso llegara a pasar pero, en todo caso quisiera ser yo mismo quien se encargue de ello a que otra persona lo haga, no permitiré que se burle de mi si llega a intentarlo, no me convertiré en su pieza, y de eso me encargare yo.
El silencio se hizo presente en aquel bosque, Kaito no sabía que mas decir, pues fue en ese momento en que se dio cuenta de que había perdido, había perdido al cazador menor tal vez para toda la eternidad. Kaito ya era todo un adulto, dio todo lo que pudo e hizo hasta lo imposible, lucho a capa y espada por sacar los sentimientos de Zero y volver a encenderlos, pero todo aquellos que hizo solo sirvió para que Kuran tuviera la posibilidad de probarle también a Zero que lo amaba de verdad, y así como el excelente jugador que era, también sabia perder, ya no había nada que hacer, todo estaba perdido.
-Espero que digas la verdad y no dejes que ese idiota juegue contigo como sus demás piezas, no somos piezas de ajedrez, somos jugadores, somos cazadores Zero, eres uno de los mejores que conozco, no permitas que cambie de opinión.
El mayor golpeo el hombro del menor con el puño.
-No lo hare, lo prometo
-No, no lo prometas –comenzaba a sentir un nudo en la garganta-. Hazlo.
-Lo hare –ambos chicos bajaron la mirada un poco avergonzados y tristes, esto no era una despedida, pero sería una manera de separarse, de seguir adelante con su vida.
-Tengo clase Zero, yo si trabajo y no holgazaneo por los rincones –le dedico una mirada de superioridad-. Tal vez debería hablar con Cross para que sea más estricto contigo ¿no crees?
-Ha… bromeas ¿cierto? ya hago suficiente con tener que cuidar a un montón de chicas de las garras de esos vampiros como para que me exija mas.
Los dos chicos rieron discretamente
-tal parece que cuidas a esos chupasangres de que les hagan algo esas chicas –ambos chicos rieron abiertamente y el mayor continúo-. Solo recuerda que si te saltas clases reprobaras de nuevo idiota.
El menor sonrió de lado y miro hacia la academia
-Reprobar no es tan malo como crees.
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El sangre pura se encontraba en su despacho, había acompañado a todos a la academia a clases, pero solo habían tenido un par de clases a lo que todos habían regresado temprano a los dormitorios, todo estaba en calma, pero de repente unas fuertes pisadas se escucharon por todo el pasillo.
-Adelante Takuma –no hubo necesidad de tocar la puerta, Kaname podía escuchar y saber con claridad que Takuma era quien se dirigía a su estudio.
La puerta se abrió, el oji verde hizo una pequeña reverencia y hablo apresuradamente.
-Kaname, lamento la molestia pero… -ese tono le extraño al líder a lo que decidió interrumpir.
-¿Qué sucede que estas tan alterado Takuma? Dilo ya, no tengo tanto tiempo hoy como parece.
El rubio suspiro y cerrando los ojos dijo.
-Es Aidou