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Mi sensei favorito (Kaname x zero) por LuceroHood

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Notas del capitulo:

Y… al fin, aparezco después de tres largos meses, espero no se hayan olvidado aun de mí, porque yo ni un momento deje de pensar en ustedes ni en mi sensei favorito, mis agradecimientos los subiré como capitulo, tengo muchas cosas que decir, cosas que no quiero guardarme, si quieren leerlos, adelante, sino… no hay ningún problema, antes gracias por darle una oportunidad a mi fic.

A LEER n.n

Inténtelo, Sensei (FINAL)

 

Pov. Zero

1 mes después.

Me levanto de la cama, es temprano, mi habitación esta vacía, ya todos deben de estar despiertos a pesar de que hoy es un día libre, no se desde cuando fue que todos comenzaron a tener “cosas” que hacer, todos y cada una de las personas que conozco, lucen mejor, lucen tranquilas, hay tanta paz… que me irrita, a veces necesito alguien con quien pelear, y por desgracia todos lucen muy ocupados con otra persona.

-Molestar a alguien no me hará mal… -coloco mi uniforme, después de todo tengo que seguir cuidando de que esos chupasangres no intenten nada ¿no es así?

Salgo por mi ventana, no tengo hambre, además de que simplemente hay algo que me dice que será un buen día, sonrió de lado, tal vez hoy encuentre alguien que me entretenga lo suficiente…

Corro por el bosque, voy en dirección al instituto, en la primera persona que pienso es en Ichiru, adoro hacerlo enojar y que mejor para hacerlo que con la incógnita de ¿por qué no llego a dormir ayer a casa? Yo ya lo sabía muy bien, pero adoraba las mejillas sonrojadas de mi gemelo, tanto de vergüenza como de coraje, su cara enojada y luego ambos peleando cuerpo a cuerpo, era sencillamente genial.

-¡Zero! Hijo, sube aquí un momento –la voz de Cross me saco de mis pensamientos-. Necesito que hagas algo por mí.

La cabellera rubia de mi padre se asomaba por la ventana de su despacho, lo mire y puse los ojos en blanco, decidí ir a ver qué era lo que él necesitaba, después de todo no tenía nada que hacer, por lo menos no hasta después del atardecer, entonces sique haría algo. Llegue al despacho y pase directamente, el director me miro y sonrió infantilmente.

-¿Desayunaste algo? Hijo mío –coloco su rostro entre sus manos.

-No tengo hambre –me miro con el ceño fruncido y haciendo un pequeño puchero.

-Debes comer Zero, o enfermaras.

Reí un poco, era como toda una mamá preocupadiza, ya solo le faltaba decirme que me abrigara bien, que los dos botones desabrochados de mi camisa podían hacerme enfermar… ¿con quién creía que hablaba?

-¿Para eso me llamaste? No comeré ¿puedo retirarme? –me gire en mi lugar y el me volvió a llamar- ¿Qué sucede Cross, necesita algo?

-en primera, dime papá, soy tu padre Zerito –al fin se puso serio y seguí hablando- Zero, ¿No has notado a Ichiru extraño?

Me sorprendí ante su pregunta.

-No sé a lo que te refieres –mentí como restándole importancia.

-¿No has notado lo cercano que se ha vuelto con Takuma? Se volvieron casi tan cercanos como tú y Kuran –me sentí ahogar con mi propia saliva y tocí un poco, Cross alzo ambas cejas.

-No sé a lo que te refieres ¡es la vida de Ichiru! ¡No tengo porque cuidar de él todo el tiempo, si quiere hacerse amigo de esos chupasangres no es mi problema! –dije en tono enojado cruzándome serio de brazos.

-¿Conque… amigos? –el rubio frente a mi comenzó a reír-. Soy distraído Zero, pero no tonto.

Sonrió de oreja a oreja y sentí mi rostro ponerse ligeramente rojo, por lo que como si estuviera indignado gire mi rostro.

-Está bien, tiene razón señor director, Ichiru ha estado actuando raro –sonreí de lado y lo volteé a ver-. Tan extraño como usted con Yagari sensei, se ve que ustedes dos son muy amigos ¿verdad?

Mi padre adoptivo se puso rojo hasta las orejas, mirando hacia su escritorio remo viendo varios papeles como si buscara algo en entre ellos.

-Yagari y yo siempre hemos sido amigos, no entiendo tu cuestionamiento Zero, esto es sobre Ichiru, no sobre mí…

-¿Le molesta que Ichiru pase tiempo con Takuma? –El director se mostró serio de nuevo-. ¿Está mal ser amigo de esos seres? Pensé que usted fomentaba la paz entre humanos y vampiros…

Sonrió ligeramente mirándome a los ojos.

-No me molesta en lo absoluto, nada de el hecho de que estén… juntos, me molesta, veo que la pasan muy bien entre ustedes, solo quería comprobar que así era, me alegra de que estén llevándose tan bien, jamás me espere algo así…

Hice el intento de ocultar una sonrisa, era más que claro que Cross ya sospechaba lo de Ichiru con Takuma y claro lo de Kaname y yo, esto era gracioso, era como obtener su permiso para estar con esas personas, fuera como fuera, acababa de brindarnos a mí y a mi hermano su apoyo en ese aspecto. Suspire, un peso más se quitaba de mi pecho, esto no significaba que estaría de aquí para haya con Kuran de ahora en adelante, no, significaba más libertad, no tener que ocultar lo evidente, significaba nuevo espacio para compartir, aunque esto, yo no se lo diría a Kaname, sería muy divertido ver al gran líder Kuran pensando y pensando en que diría el directos sobre algo así, tal vez es algo que no le quita el sueño, el poco que posee, pero le daría la virtud de la duda, que sencillo sería decirle que nuestra relación es aceptada, eso le quitaría la emoción a ser descubiertos juntos, ahora tenía algo nuevo con que divertirme.

-Gracias director, se lo informare en su momento a Ichiru –me miro sonriendo de lado-. Y espero que esa bonita “amistad” con Yagari sensei jamás se termine, se ve que usted es muy feliz siendo su amigo, ambos lucen felices.

Ambos reímos, Cross más nervioso que nada, pero él también entendía que yo ya tenía conocimiento de lo que ocurría entre los dos mayores, era un tema con el cual me podía defender, si el buscara la forma de molestarme, yo también tendría la forma de defenderme.

-Puedes retirarte Zero… pero antes… tengo algunos sobres de la sociedad de cazadores para Kuran, tengo entendido que ahora no está en la institución, pero sé que se los darías por mi cuando lo veas ¿verdad? –El director me tendió un sobre, lo mire y asentí con la cabeza-. Y este es para el profesor Kaito, igual, de los cazadores, tengo entendido de que es la respuesta a su petición.

-¿De qué petición habla? –Cross me miro como dudando.

-¿No te lo dijo? –esas palabras me preocuparon.

-Claro que no, ¿Qué tenía que decirme? –el director sonrió.

-Es un secreto Zero, tendrás que preguntárselo tú mismo.

-Pero… -la puerta a mi espalda se abrió y por ella entro Yagari sensei.

-Zero, que gusto verte por aquí… hace mucho que no te despegabas de las sombras de esos vampiros, recuerda que más que vampiro eres cazador, el mejor de todo Zero.

-Sí, Yagari, lo es y lo recuerdo –mi sensei palmeo mi hombro bruscamente y luego camino hacia el lado de mi padre.

-¿Y qué platicaban ustedes dos? –sonreí por la manera en que colocaba su mano en el hombro del director y este se removía un poco incómodo.

-De la linda amistad que tienen ustedes dos, sensei, nada más –lo vi sonreír.

-Nuestra amistad… así como tú con Kuran.

-¡¿Qué demonios les ocurre a ustedes?! –negué con la cabeza y salí del despacho, acaso ¿éramos tan obvios? No podía creerlo…

Con ambos sobre en la mano me dirigí hacia los dormitorios nocturnos, la mansión de los vampiros, por lo regular ahí era donde se encontraba Kaito, pues el también vigilaba de vez en cuando a la clase, y ahora que Kaname no se encontraba no creo que los hubiera dejado sin cuidado. Camine a paso tranquilo, no llevaba prisa…

-¡Kaito! ¡No me obligues a buscarte! –la voz de mi hermanita Yuki me hizo girar el rostro, y ahí, en medio del bosque se encontraba ella mirando hacia los arboles a su alrededor, miraba en dirección hacia el cielo, se veía sumamente tierna, pues miraba hacia arriba pero con su mano intentaba también tapar el sol, se veía que no veía nada, reí-. Zero, ayúdame a buscar  Kaito.

Inflo sus mejillas y la mire un poco enternecido.

-Claro que si Yuki, pero… ¿Para qué lo buscas? –ella me sonrió y hablo animadamente.

-Me dijo que tenía una gran noticia que darme, pero cuando le dije que me lo contara, el simplemente corrió y me dijo que lo haría hasta que lo encontrara –la mire negando con la cabeza, ¿desde cuándo Kaito y ella se llevaban tan bien? ¿Desde cuándo Kaito era de jueguitos así?-. Ayúdame… ¡por favor!

-Ni tu podrías resistirte a esta carita ¿o si, Kaito? –mire hacia arriba, observando a mi mejor amigo sentado con la espalda recargada en el tronco desde una rama de el árbol más cercano a Yuki.

-Arruinaste la diversión, Zero, ¿no viste lo bien que me la estaba pasando? –de un salto llego al suelo y me miro con una sonrisa de lado, inmediatamente vi como Yuki lo golpeaba repetidamente sobre el pecho como niña chiquita haciendo berrinche.

-Eres malo… ¿Cómo te atreves a dejarme así? ¿Te burlas de mí? –Kaito sonreía un poco, pero ignorándola un poco hablo conmigo.

-¿Qué te trae por aquí Zero? ¿Buscas al chupasangre? –busque en mi bolsillo interior el sobre destinado para él de parte de los cazadores.

-Cross me pidió darte esto, parece ser de parte de los cazadores –apenas termine de decir eso él arranco el sobre de mis manos-. Si, adelante… tómalo.

Hable malhumorado, el tomo el sobre haciendo a un lado a Yuki, quien lo miraba igual de extrañada que yo, Kaito se veía un poco apresurado por saber que era lo que decía aquel sobre, lo abrió rompiendo el sello de cera y rápidamente leyó en contenido, inmediatamente una sonrisa de lado se hizo presente en sus labios.

-¿Qué sucede Kaito…? –Yuki intento hablar, pero fue interrumpida, pues mi mejor amigo había tomado a mi hermana por la cintura cargándola y pegándola hacia su cuerpo para de ese modo besarla.

Mi boca se abrió inesperadamente, no podía creer lo que veía, ese idiota estaba besando a mi Yuki, ¿desde cuándo tanta confianza? ¿Qué demonios decía ese sobre? ¿Por qué Yuki se dejaba besar como si nada? El beso de esos dos duraba y duraba, mi ceja comenzaba a temblar, ninguno de esos dos idiotas se molestó en parar, ambos estaban en su maldito mundo, toci repetidamente, cada vez más fuerte, intentando llamar su atención.

-¿Alguien podría explicarme algo de lo que está pasando? –casi grite, ocasionando una sonrisa de lado de mi amigo, pero Yuki estaba completamente roja, Kaito la bajo de entre sus brazos, pero ella se pegó a su pecho, recargando y escondiendo su rostro en él-. Necesito una explicación, ¿Por qué besas a Yuki? ¿Qué jodidos dice ese sobre? ¿Qué respuesta esperabas de parte de los cazadores?

Yuki lo miro, se veía confundida y tal vez un poco asustada.

-Yuki y yo somos novios desde hace una semana… ella y yo…

-¡¿que?! ¿Cómo no me entere de eso? –tanto Kaito como Yuki rieron un poco.

-Nosotros no somos tan obvios como tú y Kuran, Zero, además, eres muy distraído, no te hubieras dado cuenta si no la hubiera besado ahora, incluso Ichiru lo sabe… -mi propio hermano me traiciono, no me conto nada…

-Bueno para de tortolos, ahora… ¿qué demonios dice el sobre? –Yuki lo miro también.

-Si Kaito, ¿Qué es lo que dice? –el sonrió y la beso ahora en la frente.

-Hace más de dos semanas, cuando decidí decirle a Yuki sobre lo que siento por ella, decidí pedir a los cazadores que me dejaran quedarme permanentemente en la academia Cross, así podría estar junto con Yuki y podría seguir haciendo mi trabajo como cazador en los pueblos cercanos, y esta carta tiene la respuesta, han aceptado, podre quedarme el tiempo que yo quiera aquí.

Kaito miro a Yuki y está a su vez sonrió de oreja a oreja, se notaba la felicidad en su rostro, hace tanto que no la veía así, era hermoso ver su felicidad.

-Estoy tan feliz de que puedas estar más tiempo aquí –Yuki se apegó a él abrazándolo por la cintura.

-Estaré contigo Yuki –la abrazo ahora él por los hombros y se quedaron ahí.

Yo rodé los ojos negando con la cabeza, jamás pude haber imaginado de ese modo a Kaito, era tan extraño pero a la vez me hacía un tanto feliz, mi amigo y mi hermana eran felices… juntos… pero felices, ya luego me encargaría de hablar con Kaito en privado, Ichiru y yo nos encargaríamos de que ese idiota no lastimara a Yuki. Lentamente me aleje de aquella escena, creí que necesitarían privacidad.

Camine por el bosque nuevamente, decidí ir a esperar a Kaname, con el pretexto de entregarle la carta iría a verlo, no importaba, estaba algo aburrido, y la verdad no tenía nada mejor que hacer, me dirigí a la mansión, donde inmediatamente entrando me encontré con Kain, el cual se encontraba bajo de las piernas de Aidou, cosa que me sorprendió un poco, ese idol de masas no perdía el tiempo, cuando Kaname no estaba se le ocurría hacer cada locura, aunque esa locura fuera tirarse a su propio primo en la sala de su mansión.

-Kain, mantén controlada a tu pequeña bestia –bromee un poco, Aidou me fulmino con la mirada.

-Cállate Kiryuu, estas celoso porque Kaname sempai no está aquí –me saco la lengua infantilmente, Kain lo tomo de la cintura.

-Eso no se dice Aidou, no seas grosero primo –mordió ligeramente su cuello, sin llegar a beber de él-. Pide disculpas.

Aidou gruño.

-Pero es su culpa Kain –hacia pucheros y saltaba sobre el regazo del de pelo naranja quien detuvo un poco sus movimientos-. No puedes obligarme a pedir perdón…

-No me tienes, pequeño –se acercó a su oído susurrando algo que no logre entender, para luego observar como Aidou se ponía de pie mirándome indiferentemente.

-Lo lamento –hablo entre dientes.

-Hasta un perro lo haría mejor Hanabusa –lo rete y el volteo mirando enojado en dirección a Kain, quien sonrió de lado, pues era como cuando un niño pequeño acusa a alguien más de algo que hizo.

-Kain, es él quien me molesta, ¿ya lo viste? –me señalo con un dedo y yo reí.

-Ya, ya, te perdono –me acerque junto a él y rápidamente acaricie su cabello revolviéndolo, él se molestó haciendo mi mano a un lado, se notaba que quería seguirme, pero la tos fingida de su pareja lo distrajo y él fue a sentarse otra vez junto a él.

Camine por la mansión en dirección al despacho de Kaname, lo esperaría ahí, de seguro ese vampiro tenia cosas interesantes en que distraerme ¿cierto? Pase por algunos pasillos, en mi chaqueta se encontraba aun el sobre, también llevaba mi bloody rose, si, era amigo de la mayoría de los vampiros de este ligar, pero eso no quitaba mi papel de cazador, tenía que cuidar de mi familia, además también le había prometido a Kaito que no me dejaría controlar por ellos, jamás se sabía cuándo podría necesitar mi arma.

-Joven Kiryuu –la voz cálida y educada al igual que el inconfundible aroma de mi hermano mesclado con esa dulzura me hizo reconocer sin siquiera voltear la voz de Takuma, el rubio novio de mi hermano-. Si busca a Kaname no se encuentra actualmente, no debe tardar en llegar.

-Estoy enterado Takuma, gracias, solo venía a entregarle este sobre… fue orden del director entregárselo –me gire mirándolo y el tendió la mano.

-Si gusta puedo entregárselo yo personalmente cuando llegue –me sonrió, pero yo fruncí el ceño, el vampiro estaba echando mis planes a perder, era muy amable, pero yo no quería que él se lo entregara, era mi excusa perfecta.

-Gracias –se lo entregue a regañadientes, él lo tomo y lo guardo en su bolsillo-. ¿Ha visto a mi hermano?

El vampiro sonrió, inmediatamente supe cómo interpretar esa sonrisa.

-No debe tardar en acompañarnos, de hecho, me dirigía a la cocina a preparar algo para su desayuno –sonreí y tome su hombro.

-Takuma, no quiero que nada malo le pase a Ichiru…si me entero de que –mi voz sonaba amenazante, pero fui interrumpido por una voz muy parecida a la mía.

-Zero… ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías aun dormido –mire a mi hermano con una sonrisa de lado.

-Y yo pensé que tu habías dormido en casa –se enojó, lo note.

-No te incumbe Zero –miro mi mano tomando el hombro de Takuma-. Y ustedes dos… ¿Qué tanto hacían antes de que yo llegara?

Inmediatamente solté al vampiro frente a mí.

-Nada, yo solo… - ahora Takuma me interrumpió.

-Tu hermano se preocupa por ti, es todo Ichiru –el rubio camino había mi hermano tomándolo de la cintura, Ichiru lo miro y luego a mí.

-Se cuidarme solo Zero –le sonreí de lado.

-Sé que así es hermanito –hizo una mueca.

-No me llames así, somos gemelos, eres mayor solo por minutos idiota –se dirigió hacia mi soltando a su novio y me tomo de los hombros-. Además soy más maduro que tú.

-Pero yo soy el mejor –reí y lo tome por la cintura apegándolo a mi cuerpo, me encantaba ver esa mirada de desafío que me daba cuando lo provocaba, como retándome a actuar, pero ambos sabíamos que no éramos capaces, o bueno, solo eran juegos-. Has crecido tanto Ichiru

-¿A penas te das cuenta? –me rodeo el cuello con sus manos y se acercó a mi oreja-. Tú también has crecido mucho Zero, aunque a veces sigues siendo el mismo terco de antes.

Su susurro en mi oreja me hizo estremecer, él rio dándose por ganador, yo también reí.

-Cuida mucho a esté, si se enamoró de un idiota como tú, debe valer la pena –lo fui soltando y él también a mí.

-Lo hare Zero, no se escapara tan fácil, después de todo soy un cazador –su sonrisa de autosuficiencia me hizo sentirme orgulloso de él.

Ichiru siempre seria el maduro de los dos, pero por lo que notaba, hasta ahora lo entendía, entendía sus cualidades, así como las mías, Takuma definitivamente era muy bueno, le daba la confianza que necesitaba, le ayudaba a apreciarse por lo que era, al fin mi hermano había encontrado a una persona con la cual podía ser él mismo, al fin él ya no era solo mi gemelo, era Ichiru Kiryuu.

Mi hermano camino hacia su novio colocándose a un lado de él, se miraron y ambos se sonrieron, era su propio mundo, ambos se veían felices, y no quería seguir molestando ahí, me despedí amablemente de Takuma, alborote el cabello de mi gemelo haciéndolo de nuevo enojar y así me dirigí fuera de la mansión, decidí ir a donde había iniciado todo esto, a la parte de bosque que se encontraba en el colegio, frente a ese árbol que me recordaba el encuentro con Kaname, después de hablar con Cross para que él fuera mi tutor, me senté en la base de ese árbol, recargue mi cabeza en el tronco y cerré mis ojos, me sentía tan… tranquilo, al fin, todos esos pensamientos que antes no me dejaban, ahora solo eran cosas de las cuales pensar y reír , los problemas a veces son así, parecen no tener solución y luego, simplemente dejan de ser problemas, parecen tan lejanos y tan fáciles de resolver.

Me relaje, pensando en todos aquellos sentimientos, no sabía lo que me pasaba, era tan lógico, lo amaba, más bien, lo amo, lo buscaba, odiaba siquiera pensarlo, pero lo necesitaba demasiado, es mi enemigo natural, forma parte del grupo de los seres que yo más odiaba, era parte de los chupasangre, pero ya nada importaba, pues sabía que tanto él y yo habíamos encontrado el modo de estar bien, todo aquello solo le ponía pimienta al asunto, lo hacía más divertido.

Suspire, y me dispuse a descansar, a disfrutar de la paz que hace ya tantos años no poseía, estaba tan tranquilo, pero al poco tiempo escuche unos pasos, para nada estrepitosos como los de un humano, era un vampiro, sonreí y los pasos dejaron de escucharse, sentí su mirada en mí, respire profundamente, respirando su aroma a rosas. Rápidamente saque mi Bloody Rose de mi chaqueta y apunte hacia mi observador.

-¿Qué es lo que quieres Kuran? –dije mientras le dirigía una mirada picara, para seguir con mi juego, continúe hablando-. Largo o te matare.

Inmediatamente el comprendió mi juego, sonrió de lado, una media sonrisa, igual que aquella vez…

- ¿Y así como aprobaras tu materia?

Reí fuertemente, deje de apuntar.

-Solo es una estúpida materia, puedo reponerla después, cuando yo quiera.

Lo mire acercarse lentamente a mí, mi cuerpo se tensó un poco, era un poco de la emoción de verlo, de recordar ese momento, quedo a un metro de distancia de mí, miro mis labios.

-Así que…. el gran caza vampiros Kiryuu-sempai… se enamoró –camine hacia él acortando la distancia.

-Mira quien lo dice Kuran… enamorado de un cazador… patético –esos ojos carmesí me miraron, divertidos, luego con cariño, se acercó a mi oído y murmuro.

-Así es, perdidamente enamorado –lo tome del cuello con mis brazos, obligándolo a tomarme de las caderas, aleje mi rostro mirándolo.

-Maldito chupasangre –y lo bese, bruscamente, mordiendo levemente sus labios, no quería hacerlo sangras aun, él también correspondió el beso apegándome a su cuerpo, la lucha de siempre se decidía entre nuestras lenguas, dominando al contrario, entregando todo.

Kaname corto el beso, lo mire enojado, el sonrió de lado, me miró fijamente.

-Te extrañe Zero –reí y lamí la base de su cuello.

-Yo también –suspiro acariciando mis cabellos, no tenía remedio, estaba siendo tan jodidamente cursi, pero bien decían por ahí, el amor te vuelve idiota, que razón tenían todos, ahora soy todo un idiota… más que antes.

-Zero –murmuro en mi oído, hice un movimiento para que se animara a continuar-. Te amo Zero Kiryuu

Puse los ojos en blanco y negué con la cabeza

-Yo también te amo Kuran Kaname –sonrió y me volvió a besar.

-Me gusta más cuando lo dices con poema y todo, parece que ya se te han olvidado tus lecciones niño malo –reí recordando el poema y le di un golpe en el hombro.

-No lo volverás a escuchar… jamás –me gire caminando en dirección a la mansión de los vampiros.

-Tendré que educarte nuevamente Zero –su risa me hizo voltear y con una sonrisa de lado respondí.

-Inténtelo, sensei –y eche a correr entre los arboles sintiendo la presencia de mi sensei favorito justo detrás de mí.

Reprobar una materia, todo fue causado por ello, hace más de medio año, tal vez las cosas buenas se ocultan tras cosas que pueden parecer malas, pero uno jamás lo sabrá hasta vivirlo, ese momento en que todo se unen, presente, pasado y todo por un bien en común, el futuro.

Tal vez es casualidad, pero no creo en ello, soy fiel creyente de que cada quien hace de su vida lo que quiere, cada quien planea y camina por el camino que desea seguir y vivir, junto a las personas que uno quiere, claro está que incluso la vida te quita las personas con las que quieres estar, pero tú eres quien decide como continuar, si continuas solo, o acompañado. Cada uno también elige los sentimientos que ocasionan las personas a tu alrededor, la importancia que le darás a cada una de ellas, el cómo te traten y también como las tratas, la vida es difícil, pero bueno, en mi caso, soy un cazador, deberé luchar siempre y con todas mis fuerzas, tal como lo he hecho hasta ahora.

La lucha, la felicidad, la tristeza no acaban aquí, la eternidad me espera, lo infinito, personas que pasaran a mi lado, pero yo también la viviré con alguien, con ese estúpido vampiro que he aprendido a querer, Kuran Kaname me acompañara, y yo lo acompañare a él, habrá dificultades, habrá alegrías, pero así debe ser la vida, sino… ¿Qué caso tendría vivir? Solo nos espera, lo inesperado.

FIN

Notas finales:

Al fin, el final de esta historia, espero me dejen su opinión, nos leemos en los agradecimientos n.n a quien no los lea...

Gracias por todo, los quiero y cuídense

Lucero Hood Fuera Paz


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