Una semana había pasado, Zero había trabajado muy duro en su poema, pero nunca dejo que Kaname le ayudara y mucho menos que lo viera, sería una sorpresa, a la primera persona que le iba a interpretar ese poema seria a él así que tendría que esperar, hasta que el menor pudiera aprenderlo.
Kaname estaba impaciente por ver a su ángel, no lo había visto por orden del antes mencionado, que tendría que dejarlo tranquilo durante 3 días para preparar los últimos detalles de su trabajo, sobre todo porque el castaño, actuaba muy bien de distractor en lugar de instructor, así que le había dicho que pasados los días, fuera a la casa del director, esté no se encontraba ahí, porque había salido de pesca con su amigo Yagari, por lo que había podido preparar muy bien todo.
Cuando llego a la casa toco pausadamente, la puerta se abrió y su amado llevaba un traje muy elegante color negro, Kaname siempre intentaba vestir elegante, por lo que no le preocupo mucho el hecho de que no le avisara antes, el peli plata, abrió la puerta dejando entrar al mayor, que se sorprendió enormemente al entrar, y ver cientos de ramos de rosas, colocados ordenadamente en la habitación , había también velas aromáticas por todos lados que dejaban en toda la casa una esencia a rosas, muy suave.
- Pasa, por favor- el menor se había sonrojado, pero se encontraba muy feliz de que Kaname se encontrara ahí
- ¿Hiciste todo esto para mí? - dijo en modo indiferente
- ¡¡NO IDIOTA, ASÍ ME GUSTA ADORNAR MI CASA A DIARIO!! - respondió sarcásticamente y un poco enojado el peli plata
- Me gusta, este detalle - dijo el mayor mientras tomaba a Zero de el saco, lo desabrochaba y lo dejaba que callera abierto, también desfajo la camisa y deshizo los primeros y últimos 2 botones de su camisa- pero me gustas mas tu y de esta modo, ahora si eres mi Zero de siempre.
-Espera Kaname…. -dijo el chico mientras giraba el rostro para evadir un beso del castaño - recuerda que el motivo es que deseo mostrarte algo
Kaname noto como el chico temblaba un poco nervioso, así que se alejo y lo vio a los ojos
- ¿Y que deseas mostrarme?
- Quiero que escuches el poema que elegí para pasar mi materia - dijo el ya muy sonrojado oji amatista
- Esta bien, pero espero que sea corto, porque ya no aguanto, para tenerte entre mis brazos
- ¡¡KANAME, SOLO ME PONES MAS NERVIOSO!!
-Pues inicia, soy todo oídos - el castaño lo miro con ojos curiosos, de que podía tratar, ese tal poema que sería tan importante para Zero
-Ok, ¿recuerdas que la otra vez me dijiste que me amabas? - el mayor estuvo a punto de contestar pero lo silencio un dedo - esa ocasión no conteste porque no sabía cómo expresar, el amor que también sentía por ti, así que decidí buscar un poema que explicara un poco eso que siento y este fue el que encontré:
Zero tomo las manos de Kaname, y en voy suave, seductora y elegante comenzó:
“Te amo,
te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.
Te amo
con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
por lo que ya sabes,
el tiempo, la vida, la muerte.
Te amo…
con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende,
con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos,
con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo,
con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo,
hasta cuando te engaño, no te engaño,
en el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte mejor.
Te amo…
sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente, espontáneamente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mí.
Te amo,
te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo
incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo,
sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo
sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo.
Pablo Neruda
El sangre pura no tenia palabras, era un poema largo, y su ángel lo había aprendido a la perfección, y con él se estaba confesando aquel ser que mas amaba, se sentía feliz, estaba más que eso, lo amaba, lo amaba desjuiciadamente, amaba a su cazador, que fue directo hacia su presa y termino entrando hasta su corazón, ahora su corazón le pertenecía a él, lo tenía en sus manos y siempre lo haría.
- Y bien…. -decía un molesto peli plata que estaba desesperado por escuchar la respuesta del sangre pura
Kaname lo observo con ganas de reír, pero en lugar de eso, tomo la corbata del menor, lo atrajo a sus labios y lo beso, un beso lleno de pasión, de amor, de lujuria, todo lo que él sentía lo plasmo en ese beso, que no tardo nada en contestar el oji amatista, se besaban salvajemente, no se habían visto en 3 días y la necesidad era tangible así que se dejaron llevar por ese beso.
Al poco rato Kaname tuvo que concluir con el beso, le sonrió al menor y susurro en su oído.
-Me encanto, como no tienes idea -rio en su oído y mordió su lóbulo - sabes, esa profesora tendrá que pasarte con 10 en la materia, o se las vera conmigo
-Claro que si pasare la materia, estoy seguro, tuve al mejor Sensei de todos
-En eso tienes toda la razón, no puedo esperar a ver qué materia repruebas el siguiente año -dijo con una sonrisa picara
-Claro que no reprobare ya ninguna materia, pero sabes el siguiente año, inicio nuevos cursos entre ellos mi clase de Anatomía -dijo inocentemente
-Te parece que comencemos con la lección de hoy
- Estoy ansioso por iniciar- tomo al mayor de su corbata y lo acerco asía el y lo beso mientras jugaba con pequeños mechones de ese pelo castaño que lo enloquecía -sabes, eres……. MI SENSEI FAVORITO