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¡Yoogeun quiere ayudar! por Han Rae Ri

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Notas del capitulo:

Bien, tardé más de un mes. Pueden apedrearme, lincharme, ahogarme, azotarme o lo que quieran ;u;

 

PERO NO SIN ANTES LEER ESTE CAP <3

 

Read & Enjoys n____n

-¡He dicho que no! –Las prendas volaron en el aire y la maleta se cayó de la cama, sacándole un suspiro resignado al mayor.

 

-Pero Bum, es necesario –se apresuró en tomar la mano de Kibum, asegurándole que no habría problema y él estaría a su lado por cualquier cosa. El menor observó las manos entrelazadas como si fuera una maravilla, tratando a toda costa evitar el tema que Jonghyun llevaba mencionándole hacía más de dos días. Era como si hacer esto fuese vital para que su relación por fin se mantuviera estable. Y nadie mejor que el rubio sabía del carácter persuasivo que Jonghyun tenía a la hora de convencerlo, como si no tuviera ese auto control cuando sentía los labios gruesos contra los suyos; si supiera decir que no, -sobre todo al moreno – no tendría esa pancita adornando su cuerpo frente al espejo. Bueno, a veces era mejor dejarse llevar.

 

-Jjong, si yo te digo que es mala idea, es porque en verdad lo es. –pero Jonghyun no se iba a rendir porque pensaba que estaba pasando por alto varias cosas, aunque el mismo había estado evitando la misma situación, igual se moría de ganas de conocer a los padres de su adorable novio.

-Vamos cariño, solo una visita. No he podido dormir pensando que en 6 meses tendremos a nuestro solecito y tus padres no saben siquiera que tienes pareja. –Kibum miró alrededor las cajas con varias etiquetas.

-Jjong, recién terminé de acomodar mi ropa. No haré de nuevo una maleta. –pero esos malditos ojitos de cachorro recién nacido estaban haciendo su aparición y en esos casi 6 meses de vivir con él no había aprendido a voltear la mirada e ignorarlos.

 

La nueva habitación de su departamento se quedó en silencio al salir Jonghyun de manera inesperada, dejando a un confundido embarazado con la mente tan chica en ese momento como para ir a disculparse.

 

Pero Minho lo sabría mejor que nadie, que Kim Kibum tardaba eternidades en pedir perdón por una tontería.

 

Eso no era motivo de disculparse. Ni siquiera se encontraba con ganas de hacer un viaje de 4 horas a Daegu para decirle a sus padres que luego de 3 años de no saber completamente nada de su vida, ya se encontraba embarazado y manteniendo una relación hermosa con un maravilloso chico. Su madre era muy… ella y por más que se lamentara pensar eso, no quería que Jonghyun conviviera en esa cocina que parecía absorberla, por su bien estaba firme en no ir. Y luego su padre con su cara indiferente que solo te observaba y ya deseabas estar fuera de casa. Había tantas cosas en esa residencia que la sola idea de volver a pisarla y vivir de nuevo con los recuerdos que dejó al subir al tren volvieran, le causaba un gran temor. Lentamente se abrazó hasta sentarse en la punta de la cama matrimonial. Su labio comenzó a palpitar, escuchando esas vocecitas del pasado.

 

 

“Kibum ah, sí tan solo te hubieras quedado dentro de casa, esto no estaría pasando”

 

 

Sus dedos temblaban contra sus brazos, y de nuevo sentía esos síntomas que él juraba habían desaparecido con la llegada de Jonghyun. No de nuevo. Su desesperación comenzó a inundar su cuerpo hasta sentir las náuseas que, estaba seguro, no eran por su bebé. Jonghyun ¿Dónde estás?

 

Cerró los ojos tratando de calmarse. Tenía que ser fuerte, por él mismo y por su solecito.

 

 

-Kibummie yo- ¡Kibum! –Jonghyun tenía todas las intenciones de disculparse, ya que el motivo de su enojo era una vil tontería. Solamente quería entrar a su nueva habitación, tomarlo del mentón y besarlo hasta que le perdonara. Pero encontrarse con un Kibum temblando, abrazándose a sí mismo era señal de un muy mal momento. –Bebé ¿Qué tienes?

-No… no ha sido mi culpa… -los sollozos penetraron su alma, creyendo que todo esto había sido por su causa. Jonghyun se apresuró en tomarlo de los costados, atrayéndolo a su cuerpo y meciéndolo como si fuera un niño.

-Todo está bien amor. Estoy aquí –la voz de Jonghyun surgió en su mente, llevándose esas ideas y pensamientos atrás, dejando en su lugar una cálida sensación de bienestar. Con miedo enredó sus brazos detrás de la espalda del mayor, pegándose a su cuerpo con la distancia necesaria para no dañar a su montañita. –perdóname precioso; no quería causar esto. He sido un idiota.

 

Que Jonghyun estuviera besándole la mejilla le dio el suficiente valor de abrir los ojos y superar esa horrorosa etapa de ansiedad. Pensó que, si tan solo Jjong no soltara su mano durante el trayecto, él podría volver a casa tranquilo y sin temores. Era tiempo de enfrentar esas voces que en el pasado no lo dejaron tranquilo. Jonghyun era su única solución y si estaba a su lado, podría sentirse mejor.

 

Lentamente se despegó del cuello del mayor, mirándole a los ojos, tranquilizándolo de cualquier culpa que estuviera carcomiendo su mente y lo besó suavemente.

 

 

-De acuerdo. Iremos a casa de mis padres –apoyó la cabeza en su pecho, besando su lunar con cariño –pero solamente si prometes no soltar mi mano. ¿Bien?

¿Cómo no podría amarlo si el chico se comportaba como un adorable niño?

-Bien.  –y con un pequeño beso se acostaron hasta que su cuerpo les pidió descanso por las arduas jornadas de mudanza.

 

 

 

 

~**~

-voy por algunas golosinas, vuelvo en un momento. –Minho le vio desaparecer por la puerta, y de nuevo siguió jugando con Yoogeun.

Esto era lo que necesitaba; una mañana tranquila sin universidad jodiéndole el tiempo, sin el trabajo nocturno que no le hacía descansar, tranquilo, jugando con su hijo mientras su novio preparaba el almuerzo.

Todo estaría mucho mejor si su querido suegro no estuviera en el sillón, fingiendo leer el periódico mientras analizaba cualquier movimiento, mirada e incluso pensamiento hacia su hijo.

-¡Banana! –chilló Yoogeun, llevando el pequeño juguete amarillo hacia las piernas de Jinki.

-Muy bien pequeño –Yoogeun se ganó una caricia en su cabello negro, y Minho agradeció a los cielos que su hijo haya percibido su llamado de ayuda para cortar el ambiente tenso.

Taeyeon se encontraba en casa de una amiga, Taesun no llegaba de la escuela y SooYeon dormía como si no hubiera un mañana. Solamente a él se le ocurrió la magnífica idea de ir de visita con su hijo mientras Jinki se encargaba de mirarle sin discreción alguna. Y Taemin ya estaba tardando muchísimo.

 

Taemin…

 

 

-Disculpe… -intentó empezar una conversación importante, acordándose de ese detallito que le mencionaron hace tres días. Jinki bajó el periódico, mirándole de esa manera que incomodaba –Escuché que el cumpleaños de Taemin es en cuatro días. Estaba pensando en organizarle una fiesta y…

-Escucha Choi, que le gustes a mi hijo y que te haya perdonado no significa que yo haya olvidado el engaño que le hiciste. Así que más te vale preparar algo que me impresione si verdaderamente quieres conseguir el apellido Lee.

Minho pensó que en realidad, luego de casarse y esas cosas, Taemin pasaría a ser un Choi, pero no queriendo más contradicciones ni miradas feas prefirió asentir lentamente.

 

Casarse. Incluso le era imposible no pensar un futuro junto al castaño perfecto.

 

-Taemin nunca te lo dirá, pero le gusta que la gente le mire. Es de gustos sencillos y sería mucho mejor con personas a las que él esté muy apegado. Él –de pronto la mirada del mayor se perdió en un punto inexistente de la pared, suavizando sus pupilas y sonriendo sin querer –es como su madre. Le gusta que le digan cosas bonitas, que le den detalles románticos, que lo sorprendan y no se cansará de escuchar cuánto lo aman. – la mirada amable de la que su novio hablaba apareció. –cuando pienses en algo, házmelo saber. El hecho de que mi hijo cumpla la mayoría de edad me causa nostalgia y a la vez alegría. Puedo ayudarte con algunas opciones –agarró el periódico de nuevo, volviendo a su lectura y carraspeando –pero si en verdad quieres ganarte mi confianza, tendrás que pagar por todo.

 

 

Minho supo de inmediato que las locuras de su suegro le saldrían caras, pero si con eso le ayudaba a sacar una hermosa sonrisa de la cara bonita de su novio, entonces estaría dispuesto a prestar atención al más mínimo detalle.

 

 

Taemin volvió 6 minutos después, pidiéndole ayuda a Minho para acomodar algunas bolsas que compró de más.

Su cabello semi largo y castaño  le hacía ver más atractivo de lo usual, pensó.

-¿Minnie? –Taemin subió una bolsa.

-¿Mhm?

 

 

-Te amo.

Ese sonrojo le comprobó en efecto, que su padre tenía bastante razón. Un beso le dio las gracias y un par de risitas aparecieron en la cocina, llevando un tipo de fruta mutada.

-Banzana – murmuró Yoogeun.  -¡Besito! –apuntó a Taemin y este sin rechistar volvió a unir sus labios con los abultados del mayor. Un par de bracitos envolvieron sus piernas, saltando feliz por ver a su papi besar a Taeminnie.

-Yo igual lo amo hyung –se abrazó al cuerpo de Minho y dejó que el mayor le acariciara la espalda de manera suave, susurrándole al oído cuan bonito y perfecto era. Y Taemin jamás se cansaría de escuchar eso.

 

 

 

 

~**~

-¿Sí? –Nicole abrió la puerta, avergonzándose de inmediato por dejarse ver en esos diminutos shorts que a su novio le gustaba.

El hombre de mirada fría la escudriñó de arriba abajo, sin otras intenciones que no fueran hacerle sentir vulgar.

De pronto una mujer de cabello demasiado arreglado y ropa elegante bajó del auto negro, quitándose las gafas negras e inmediatamente sacando un poco de sanitizante para manos. Esto le pareció demasiado ofensor a la castaña.

-¿Buscan a alguien? –porque definitivamente no estaban ahí por ella.

-Kim Kibum ¿Se encuentra? –Habló firme la señora, mirándole repugnada -¿Tan pobres son que les cuesta costearse ropa adecuada? Tu madre debe estar avergonzada de tu forma de vestir tan provocativo e inmoral.

Nicole se irguió obviamente molesta que pensó en cerrarles la puerta en sus caras, pero esa gente se veía tan poderosa que tuvo que contenerse de no insultar a la señora que miraba a los alrededores de la calle, totalmente asqueada.

-No, no se encuentra. Él ya no vive aquí. –El hombre cerró los ojos y maldijo por lo bajo.

-Apenas hace tres días que él seguía viviendo en este departamento. –Nicole negó enfadada.

-Se ha mudado. Tampoco me dio la dirección de su nuevo hogar así que si pudieran dejar de molestar, les agradecería mucho. Intento dormir. Buenas tardes –y sin darles tiempo a responder cerró la puerta, sintiéndose satisfecha de dejar con la palabra en la boca a esa bruja.

-Vaya ¿Qué te parece? Hasta esta gente tiene su carácter. –el mayor le miró molesto.

-Si tan solo hubiéramos venido después de mi viaje, el muchacho todavía estuviera aquí. La próxima vez que quieras salir de compras y redecorar mi oficina, hazlo cuando no tengamos un problema que avanza cada día.

La mujer se acomodó la gabardina roja y miró en dirección a su auto.

-De igual manera, solo tienes que decirle a Hong que averigüe donde está mi hijo y ese… -cerró los ojos y respiró dramáticamente –chico corriente.

-Este chico lleva ya tres meses. Pudimos haber hecho algo rápido. – echó un último vistazo a la puerta de madera y bajó las escaleras de la entrada, abriendo la puerta del copiloto para su mujer y se apresuró a entrar.

 

 

 

~**~

-Hyung, es que yo no quiero causar problemas –susurró Taemin por cuarta vez. Kibum gimió en respuesta.

-¡Yah, Choi Minho! Tienes que decirle que venga con nosotros –Minho apretó a Kibum lo suficiente en sus brazos, besando su mejilla con cuidado.

-Bummie, si Tae no quiere ir, no tienes porqué obligarlo.

Jonghyun se arrojó a la cama, haciéndole señas  al menor para que se sentara. Verlo parado le ponía nervioso y un embarazado enojado no era una muy buena idea.

-Bum, seguro Taemin no quiere causar problemas.

El rubio se jaló los cabellos de la frustración, rompiendo el abrazo de su mejor amigo para ir directo a los brazos de su novio. -¡Es que ustedes no entienden! Es algo delicado que yo regrese a casa solo. Si Jjong va es bueno, pero si ustedes dos van, será mucho mejor. Minho ah, tú más que nadie tiene que venir –Las risitas de Jonghyun hicieron cosquillas en su cuello. Pareciera como si Minho fuera su novio.

-Escucha, yo no tengo problema en volver pero no se me hace bueno forzar a Minnie a hacer algo que no quiere  -Taemin sintió la mirada de súplica del rubio y de pronto no solo la de él, ahora toda la habitación, incluyendo a Yoogeun le miraban curiosos.

-No es que no quiera ir, es solo que no me gusta ser un inconveniente en otra casa –Minho le dio un beso porque ese niño no podría ser más hermoso e inocente.

-No causarás problemas. Acompáñanos; hace tres años que no veo a la señora Kim y sus pasteles de manzana.

Taemin miró a Kibum y se topó con esos ojitos felinos llenos de esperanza.

-Tae, si en verdad quieres a mi bebé, me acompañarás –El castaño suspiró. ¿Por qué era tan débil con los bebés?

 

 

 

~**~

La casa era grande y desde lejos se percibía ese aroma a hogar, a calidez y sobre todo a conforte.

Jonghyun estacionó el auto de Kibum en la entrada junto al jardín. Un vecino miró curioso desde su ventana y se tapó la boca al ver a aquel chiquillo que se había ido hace tres años.

Incómodo por su nuevo estilo de cabello, se colocó una gorra y las gafas de sol. La camiseta de Jonghyun cubría a la perfección su notoria pancita de tres meses y los pantalones ajustados se ceñían demasiado bien a su figura. Esperó  a que Minho se estacionara y bajara del auto, con la mochila de Taemin y la pequeña maleta de Yoogeun en sus brazos.

El pequeño saltó de emoción pues estaba en un lugar diferente a su casa. Tomó la mano de Taemin y saltó la acera jugando y riendo a borbotones.

-Te ves perfecto con ese color, deja de ocultarlo. –Jonghyun acarició el dorso de su mano con la suya libre, y tomando con la otra la pequeña bolsa de viaje del chico.

-Lo dices porque no tenías un tono rubio espectacular en tu cabello, pero si mamá me ve con ese color que nunca le gustó, no volteará a verme. –Jonghyun carraspeó.

-Y ¿Crees que acepte mi platinado elaborado por su hijo?

-¿De qué hablas? Se luce perfecto en ti. Es imposible no enamorarse con ese color. Mamá lo adora en otras personas, pero no en su hijo. Si no tengo tono natural, no puedo pisar su entrada. –mordió su dedo nervioso, acto que a Jonghyun ya se le hacía normal cuando Kibum no podía controlar su ansiedad.

-Hey, si quieres morder algo ¿Por qué no muerdes mis labios cariño? –susurró a su oído, haciendo que Kibum sonriera y le besara con mordidas incluidas. Al final sus labios quedaron rojizos y juró sentir un sabor metálico en su boca, pero estaba bien, ya que había descubierto que el lenguaje atrevido calmaba esas ganas de arrancarse el dedo a mordiscos.

 

 

Minho quien lo vio todo, apresó de la cintura a Taemin y besó su nariz. -¿Deberíamos besarnos también? –Taemin se sonrojó y pasando ambos brazos por el cuello del mayor asintió.

-Deberíamos –y en un movimiento rápido, Minho se encontraba acariciando los labios de su novio con los propios, siempre con el cuidado de que Yoogeun les miraba curioso y no podría ver un beso de lengua sin que la pareja se sintiera con el remordimiento.

 

-¡Mi bebé! –chilló una mujer saliendo de la enorme y bonita casa, con el mandil humedecido y los brazos abiertos, listos para asfixiar a su hijo con palabras dulces y besos de más. -¡Te hemos extrañado tanto, cariño! – el labial rosado quedó impregnado en sus pálidas mejillas, con el bochorno de que sus amigos y novio le vieran como si fuera un pequeño que ha regresado del campamento. –Pasa hijo, tu padre no debe tardar en llegar. El almuerzo está listo y ¡Minho ssi! –gritó de nuevo, viendo al alto sonreír penoso.

 

Kibum sabía que su madre tenía cierta debilidad con su mejor amigo, como todas las chicas de Daegu y ver a su progenitora con el brillo en sus pupilas por su presencia era torpemente encantador. Incluso llegaba a pensar que él parecía más el hijo que el amigo, y aunque a veces eso le dio ventajas, otras solamente prefería molestarse con su amigo por robarse la atención de su madre.

El brazo de su madre se enredó con el de Minho, entrando a la casa antes que los demás.

-¿Debería ponerme celoso de su madre, hyung? –Taemin susurró despacio, divertido con su frase.

-Quizá. Mamá adora a Minho más que a su propio hijo; debe ser porque el encanto Choi es inexplicable y no tiene límites con la edad –Taemin carcajeó un momento  y no fue hasta que su saliva se atoró en su garganta, después de toser y escuchar las palabras preocupadas de Kibum, reparó en la gran pintura que adornaba la sala elegante. A Kibum se le tiñeron las mejillas de rojo y bajó la mirada avergonzado. Su madre después de todo no se deshizo de esa pintura familiar tan ridícula.

-Yo pienso que estás perfecto en el cuadro bebé –Jonghyun se acercó a su espalda, pasó una mano sobre su vientre y lo acarició con ternura.

-Dices eso porque eres mi novio. Un novio tiene que adular en todo –Kibum se volteó hasta encarar al más bajo y besó su nariz –dime en serio que piensas –Y Jonghyun miró de la pintura al rostro del pelinegro.

-Siento que tu padre me está mirando en estos momentos, que tu madre eligió un mal atuendo para la ocasión y que tú en esos pantaloncillos y ese camisón, agregando que cargas a un cachorro, dan un resultado de fotografía victoriana, digno de un retrato salido de las películas de miedo de las casonas abandonadas –Kibum besó sus labios conforme. Tampoco le gustaba ver esa imagen donde su cabello fue asesinado por el fijador de cabello y en el cual sus piernas parecían un par de palillos.

-Oh, Kibummie –su madre salió al encuentro de su hijo, tomándolo del brazo y llevándolo hacia una esquina, con la mirada de Jonghyun sobre ellos -¿Quién es ese muchacho?

-Es mi novio madre. Hay muchas cosas que debo decirte. –La cara de la mujer se sorprendió y alzando las cejas, Jonghyun notó que tenía la misma expresión que su bebé cuando hablaban. No por nada eran madre e hijo, -no iba a negar que su madre fuera muy hermosa-.

 

 

Kibum mostró con cuidado cada parte de su casa, dejando que ellos descubrieran su cuarto de infancia y adolescencia con pena de que vieran el papel tapiz blanco con estrellas y lunas, sus peluches de gatos y conejos más la pequeña mesita de té junto a su cama. –Mi madre quería una niña ¿de acuerdo? –se defendió ante las insinuaciones de risas de sus amigos y del mismo Jonghyun.

-¿Estás nervioso por decirles? –Minho acariciaba su vientre con cuidado, acomodando más la cabeza de Kibum sobre su brazo.

-Mi madre solo haría un drama porque no estamos casados; de quien tengo miedo es de mi padre.

-Hyung, pero tampoco hubiera sido bueno ocultárselo a sus padres. Deberían conocer a su nieto –Habló Taemin jugando con Yoogeun en la bonita mesa de té. Yoogeun servía las tacitas con bebida imaginaria, dándosela a tomar a cada uno de ellos.

-¡Te ha quedado delicioso! –Yoogeun sonrió ante la expresión de Jjong y corrió para servirle un poco más.

 

 

Había pasado cerca de una hora y su madre había subido aperitivos. Kibum se sintió de nuevo en sus días de colegio, con sus amigos en su dormitorio, hablando y contando sobre sucesos y cosas divertidas. Pero la emoción duró poco cuando un “papá ya está aquí” sonó del otro lado de la puerta, alertando al pelinegro que estaba al borde de otro ataque.

 

-Kibum, que sorpresa que hayas venido –el hombre se sentó en el sillón que siempre usaba luego de una jornada de trabajo y tomó el periódico, prestándole la más mínima atención a su hijo, como si no se hubiera ido hace tres años. El pelinegro ya estaba acostumbrado a esa falta de atención y prefirió ir a la cocina a ayudar.

Su madre era enfermera diurna por lo que estaba en las mañanas; su padre era contador de una empresa que desde hacía algunos años iba en ascenso, dándoles una buena posición económica con lujos moderados y una buena vida. Pero a pesar de haber nacido en ese tipo de hogares, las palabras no eran el fuerte de su padre y su madre reaccionaba el doble de peor cuando Kibum enfermaba. Él fue el único hijo gracias a unas complicaciones en el parto que por suerte no pasó a mayores, pero a veces ser hijo único no era tan bueno como muchos otros pensaban.

Se sentó en el sillón color caoba, haciendo espacio para Jonghyun y del otro lado para Minho. Taemin prefirió salir con Yoogeun al jardín, puesto que esas cosas eran asunto familiar.

 

 

Una vez acomodadas las tazas de té en la mesita, su madre tomó asiento en el otro sillón individual, cruzando sus manos sobre su regazo.

-Bummie ¿Qué es eso que querías decirnos? –su padre bajó el periódico, mirándole por fin con esa inexpresiva seriedad de la que se caracterizaba.

-¿Pasa algo malo, Kibum? ¿Es algún problema económico? – Kibum negó nervioso y su padre volvió a su posición de estatua. Siempre se preguntó si su progenitor siquiera respiraba. Se tomó un par de segundos para aspirar el aire que juraba, le estaba faltando en ese momento; un apretón en su mano le hizo virar la mirada, encontrándose con ese par de cálidos y redondos ojos marrones.

-No es nada malo. –cerró los ojos decidiendo cuál sería su primera noticia. Los abrió enfocando a sus padres –Mamá, papá, quiero presentarles a Kim Jonghyun –el mencionado se paró, haciendo una reverencia de 90º a los mayores –mi novio.

Su madre sonrió por el semblante nervioso del chico. Sabía que estaba así por conocer a su esposo quién no cambió su mirada desde el momento en que su hijo comenzó a hablar.

-Hwang Hyo Eun. – se presentó amable, estrechando la mano del joven que no terminaba de reverenciarse. Se preguntó cómo su hijo tuvo tanta suerte de encontrar a un chico tan guapo como él. Y sobre todo por el color de cabello que –estaba muy segura –había sido capricho de Kibum.

-Kim Dong Wook –habló por fin el padre con una voz tan serena que Kibum tuvo miedo de que la típica charla iniciara, tal como se lo hizo a Minho cuando pensaba que ambos estaban saliendo. Volvió a su lugar en el sillón, doblando el periódico y poniendo atención por fin. –Dime Jonghyun, ¿a qué te dedicas? –Tal y como Kibum lo predijo, esto iba a durar un poco.

 

 

Luego de una plática incómoda y el desacuerdo del padre por el trabajo tan fuera de contexto sobre atender clientas y servir pan, Kibum creyó que era tiempo de que Minho interviniera para preparar a sus padres para la siguiente noticia.

Las risas se escucharon por toda la sala cuando Minho contó la historia de su pequeño y la mujer no dudó en maldecir un poco a Yuri por ser tan… eso.

 

 

-Y hablando de bebés… -Kibum se tomó otros tres segundos para pensar si ya podría soltar la gran noticia. Un inocente dedo acarició el dorso de su mano en señal de infinito apoyo. –Adivinen qué. –El padre del pelinegro suspiró para nada alegre de jugar a ese tipo de niñerías.

-Déjate de rodeos y dinos, Kibum – habló serio. Su madre se preocupó por el semblante de su esposo y volvió la vista hacia su hijo.

 

-Mamá, papá… serán abuelos. Estoy embarazado y tengo tres meses.–Un “¡Santa Madre de Dios!”  Fue lo único que se escuchó luego de tal noticia. La mujer no despegó su mano de sus rojos labios, mirando a la nerviosa pareja. Su padre se mantenía calmo hasta el momento en que se paró. Kibum entonces pensó que recibiría el primer golpe de su vida, pero su corazón dejó de latir frenéticamente al observar cómo se iba de la sala y sacaba un cigarro de su bolsillo.

-Dios mío Kibum. ¡Y no están casados! ¿Cómo se les ocurre a ustedes, par de tontos concebir a una criatura sin el sacramento del matrimonio? Yo no te eduqué de esa manera, jovencito. –Kibum quiso reírse. Lo cierto es que había olvidado cuán dramática podría ser su madre en esos momentos. Hasta que de la nada se puso pálida, apuntándole nerviosa.

 

-Mamá, ¿Estás bien?

-Pero tú… yo misma estuve ahí el día en que… no puede ser –su madre tartamudeaba, tratando de recordar datos importantes.

-Lo sé. El médico dijo que se fue desarrollando con el paso de los años. –no necesitaban de menciones para saber a lo que se refería. La mujer reparó los ojos marrones en los parecidos de su hijo e instantes después lo envolvió en un gran abrazo, agradeciendo a todo ser divino el tener un hijo tan maravilloso como el suyo.

Su padre charló sobre cosas del futuro junto con Jonghyun y luego de observar el vientre apenas hinchado del pelinegro, recibieron la primera sonrisa de aprobación por parte del mayor.

 Su madre lloró al ver las ecografías cuando Kibum las sacó de su bolso.

~**~

 

 

 

 

Las manos grandes acariciaban con cuidado la espalda del menor, sintiendo la suavidad de la tela de su camiseta.

Yoogeun dormía plácidamente en una esquina de la cama y después de varias miradas, Minho se aseguró de que su hijo no se cayera, para volver a la tarea de mimar a su otro bebé.

-Hyung…

La vocecita adormilada del menor entró en sus tímpanos como dulce melodía reconfortante.

-Dime.

Taemin abrió los ojos, mirando los grandes del mayor, riendo porque a pesar de llevar tiempo juntos, ese rasgo facial aún le divertía. Minho hizo un puchero de todo menos adorable, cosa que incrementó las risitas en el castaño.

 

 

-¡Yah! –Gritó bajito –Lee Taemin, si tienes algo que decirme, dilo rápido que quiero dormir.

-No. No es nada hyung –y acto seguido cerró sus ojos.

Pero Minho ya estaba de curioso y en ocasiones su lado infantil y joven salía a la luz.

 

-Dime. Dime. Dime. Dime –susurraba cerca de su cuello, con la voz menos gruesa.

Taemin disfrutaba de los actos infantiles de su novio y porque no tenía resistencia al alto, alzó la cabeza.

-¿Me dirás?

 

-Estaba pensando en… -sus mejillas se tiñeron de un hermoso color carmín que aún con la escasa lámpara de pororó Minho podía distinguir –en cómo sería mi vida si tuviera un hijo. –Minho le miró sorprendido.

-¿De qué hablas Tae?

-Sí; ver a Kibum hyung embarazado me ilusionó… -El mayor estaba por contradecirlo, y Taemin pudo saber que estaba a punto de decirle –y sé que aún soy joven hyung, pero el hecho es que me gustan los niños y más si llegan a ser míos.

 

Minho cerró los ojos. Un bebé que se pareciera a él y a su lindo novio.

Oh, debería ser tan precioso.

-Tae, tu sabes que es tu decisión después de todo pero yo –

-¿Y quién supuso que será tuyo? –Bromeó. Una almohada se estampó en su muslo.

-Pues ahora, quieras o no, tendrás un hijo mío.

-¡Yah! ¡Choi Minho está a punto de violarme! –chilló bajito mientras el pelinegro le hacía cosquillas en los costados.

-¡Así es!

-Hyung, la verdad es que no hay nada más en mi vida que yo quiera tanto como tener un bebé contigo. –las cosquillas pararon, las miradas se cruzaron y ese sentimiento cálido de amor inundó sus corazones.

Un par de besos y ambos se acomodaron, para dormir mientras se imaginaban su futuro juntos.

-Y yo quiero ser feliz a tu lado por siempre. –

 

 

Notas finales:

Denme un bote que tengo que vomitar flores! :v

okay no. No las mortifico con cosas innecesarias sobre  mi ausencia(?) así que directo al grano.

Bien, les presento a los padres de Kibum <3

Kim DongWook (Que en realidad se llama Lee hyun woo y salió en el drama Oh My Lady!) Se me hizo muy serio y por eso es el indicado para hacer el papel(?)

Hwa Hyo Eun(que así se llama de verdad y también salió en Oh My Lady!)

Aunque, ESTOSson los verdaderos padres de Kibum

Esta es la casa de Kibummie <33 o algo así e.e

Y bueno, eso del ataque es por la ondi de la ansiedad. Quizá una que otra se haya preguntado, un minuto ¿Y su amadísima abuela? ;c pues bien, hay una explicación lógica para eso c;

La pancita de Key está de esta forma <3 solo que sin las bubis n___n

Recuerden que están por ahí del tercer mes. 

Y bien, este fue un cap masomenos Jk, así que tengo planeado que el siguiente sea 2min, pero no en su totalidad. Shawols, agarren sus calzones, que en el siguiente se viene el lemon. <33

Pueden pasar varias cosas c;

Y por si no me creen, SPOILER <3

"

Taemin siempre supo que solo una cosa sería capaz de darle esa enorme felicidad como la que estaba sintiendo en esos momentos y por mucho que amara a su padre, no se trataba de él; su felicidad tenía de apellido Choi y de nombre Minho, con un par de enormes y preciosos ojos. 

-Hyung, ¿Cómo decirle que lo amo más de la cuenta? -Minho lo sostuvo de la cintura, aspirando el dulce olor a frutillas.

-Puedes empezar con un beso. -Un beso que de la habitación principal les hizo subir las escaleras a la habitación del menor.

"

AH! Y pueden encontrarme por aquí en Sweet Point  <3 o en Escritoras y lectoras de Fanfic yaoi de SHINee XD o en el grupo 2MIN IS REAL o en mi sagradísimo Tumblr bebé <3

Dejen reviews! ;cc


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