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¡Yoogeun quiere ayudar! por Han Rae Ri

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Notas del capitulo:

Y yo que pensaba que este fanfic no iba a tener más de 20 caps, pero ya vi que aun falta historia para más(?)

 

He vuelto y espero que les agrade el cap.

¡Ah! y hay una parte del capítulo, donde se requiere una canción en piano <3

que es esta, IU- When Love passes (Piano version) Tanto la letra como la tonada son hermosas y algo tristes y, me encantan las versiones en piano. Así que si no saben de que trata la canción, búsquenla, es lindísima y quizá no tenga nada que ver con la historia pero me gustó para incluirla y así :)

Read & Enjoy! n___n

Lo primero que Taemin hizo al despertar fue besar la fotografía de su madre sobre la mesita de noche. Lo segundo fue darse una ducha y pensar seriamente sobre la plática que había tenido con Chanyeol ayer en el café; y lo demás fue pensar en Minho y en su estúpido enojo por celos que no quería admitir y gracias a eso llevaban dos días sin hablarse.

Su cabello semi largo caía sobre sus hombros desnudos y parte de su espalda. Rebuscó entre su armario hasta buscar una camiseta de rayas blancas y negras. Al colocársela, notó a cierta chica que se había detenido en la puerta de su habitación.

-Es cierto que de los tres tú eres el más parecido a tu madre –Taemin sonrió ante la comparación y se sentó en la punta de su cama. SooYeon pidió permiso para entrar y tomar asiento en la silla de su escritorio, mirándolo con un adorable gesto en la cara y una taza de té rojo entre las manos. –Encontré a tu padre el otro día mirando una foto de tu mamá. Cuando se fue me detuve a apreciarla y no me decepcionó al ver lo hermosa que era. Con razón él la amaba demasiado.

-SooYeon noona… -tanteó Taemin; puesto que sabía lo incómodo que era hablar de las personas o relaciones pasadas de las personas y aunque su padre solamente se había relacionado con su madre, era algo innecesario hablarlo con la mujer que ahora le abrazaba y besaba. –Mi madre, ella… ella era muy especial para mi papá pero creo –comenzó a jugar con sus manos –creo que no es bueno hablar de ella ahora.

-Oh cariño, no tienes de qué preocuparte. Entiendo que ella ha sido una mujer importante en la vida de Jinki y no es mi intención suplantar ese lugar. Yo amo a tu padre y no me incomoda hablar de la linda mujer que le dio tres maravillosos hijos. –La sonrisa sincera en la cara mañanera de la chica reconfortó a Taemin y de nuevo pensó que su padre había vuelto a escoger una buena mujer. –Bien, será mejor que vaya a vestirme; el trabajo me llama. –Se acercó decidida hacia donde estaba el castaño, pero cuando este le miró, esas ganas de besarle la frente se congelaron, temiendo que el menor se molestara. Trató de no quedar nerviosa, pero Taemin supo que era lo que buscaba, el brillo de sus ojos la delataba.

 

-No me molestaré –afirmó.

SooYeon quedó contenta y con más ganas se acercó hasta quedar frente al menor y tomando su mentón con su suave mano, le besó la frente.

-Buenos días por cierto. – y con una sonrisa le dejó a solas.

 

 

 

~**~

 

-Idiota –Minho rezongó con las manos cubriéndole la boca, rodando como un cachorro entre las piernas de Kibum. El mayor le acariciaba el cabello, cosa que no congeniaba con su regaño –Taeminnie es libre de tener amigos y es nefasto que te pongas en plan de novio celoso porque a la larga, eso va a fastidiarle. –El pelinegro salió del escondite formado por sus dedos y lo miró con esos ojitos tan parecidos a los de Yoogeun, que cuando querían, podían ser malditamente adorables –Oh Choi, no uses eso conmigo; suficiente tengo con Jjong y sus ojos de perro lastimado. –suspiró.

-¿Y qué debería hacer? Hace dos días que no le hablo y si no me ha buscado es porque debe estar enfadado conmigo. –el puchero involuntario estaba atacando la boca del menor y eso Kibum hace tiempo que no lo veía.

-Oh cielo, ¿Quieres que hable con él? –Se ofreció dispuesto a hacer lo que fuese por su mejor amigo. El menor se aferró de su cintura y colocó su cabeza sobre su vientre, imitando los sollozos  cuando su hijo necesitaba algo.

-Lo que deberías hacer es quitar sus asquerosas manos de mi chico –comentó Jonghyun saliendo de la ducha, mirándolo con sus duros ojos.

-Hablando de gente celosa y Jonghyun –se volteó con todo y Minho hasta posar su mirada sobre él, deteniéndose un poco a admirar su moreno y formado cuerpo. –Y tú calla, es solo mi mejor amigo.

-Tu mejor amigo que está a punto de ser sacado a patadas de mi casa –se sentó junto a Kibum y lo tomó entre sus brazos posesivamente, como un niño mimado con su juguete favorito, sin ganas de prestarlo a nadie más.

-Ustedes dos basta. Tú, mejor ve a hablar con Taeminnie si no quieres que se moleste más –apuntó a Minho como si fuera su hijo mandándolo al baño. –Y tú, suéltame de una vez y ponte ropa que me desespera que Minho te vea así – Jonghyun sonrió coqueto y asintió besando sus labios dulcemente.

 

Ambos se pararon y dejaron a Kibum sentado en la cama, uno mirándolo con determinación y el otro ansioso de volver a su lado para seguir abrazándolo.

-De acuerdo, iré a ver a Taemin y… -pensó en una buena opción - ¿Crees que debería llevarle un ramo de flores? –Kibum asintió ilusionado –Pero ¿cuáles crees que le gusten?

-Rosas, pero de otro color menos rojas –Ambos pelinegros le miraron impresionados, y el de ojos grandes pedía a gritos una explicación -¿Qué? No es que no hayamos platicado de cosas insignificantes como “me gustaría que algún día Minho hyung apareciera con un ramo de rosas que no sean rojas”.  

Minho agradeció enormemente a Jonghyun y luego de despedirse de ambos, salió corriendo en busca de una florería cercana, listo para comprar un bonito regalo de perdón.

 

 

~**~

 

-¿Qué vas a hacer? –Preguntó Taeyeon con una taza de leche en las manos. Taemin no despegó la vista de la escalera hasta que estuvo bien puesta.

-Iré a inspeccionar un poco

-¿Quieres que vaya contigo? –Como esos días en el pasado donde ambos subían al ático como su refugio de hermanos; donde contaban historias, tomaban la merienda y se asustaban cuando escuchaban un ruido extraño.

-Si quieres. –Sin darle más vueltas, Taeyeon dejó la taza sobre la mesita continua al pasillo y siguió a su hermano hasta que este abrió la puerta empolvada y varias telarañas cayeron en sus cabellos. Ahora que eran un poco más crecidos ya no temían a que esas cosas les atraparan hasta que la reina araña viniera a comerlos.

 

El ático llevaba más de cuatro años sin ser abierto, por lo que la mayoría de los muebles estaban cubiertos por grandes capas de polvo. Taemin se dirigió hacia el objetivo principal de esa expedición: aquel piano gastado y viejo que solía tocar.

Esos días en que ese instrumento se encontraba en la sala y su padre se ponía cómodo en el sillón mientras su madre le enseñaba cada semana una canción diferente.

 

-¿Quieres escucharme tocar?

La sonrisa en la cara de su hermana fue incentivo suficiente para acercarse hasta el objeto de madera negra y presionar delicadamente una tecla y producir un sonido seco. Taeyeon se sentó asombrada, como si volviera a tener 7 años, esperando con ansias el concierto de piano de su hermano.

Taemin se tomó su tiempo para desempolvar la tapa y levantarla, para sentarse y esperar a que esos lindos recuerdos se fueran porque juraba, en cualquier momento iba a caer la primera lágrima.

Las notas volvieron a su memoria y acomodando sus pies en los pedales, sucedió como siempre; sus dedos moviéndose por sí solos sobre las teclas blancas, comenzando a producir la melodía melancólica, que era la favorita de su madre. Todo el ático se llenó de pronto de nostalgia y los sonidos hechizaron las orejas de Taeyeon, que se quedó absorta ante la canción.

 

 

Cuando Minho tocó a la puerta, esperaba no tener que toparse con Taemin y suerte que su hermano había abierto la puerta. Lo primero que notó cuando ingresó, fue un sonido claro sobre una canción triste. Avanzó un tanto y distinguió a Jinki sentado en el sofá, con la mirada perdida y una lágrima cayendo de su ojo izquierdo.

-¿Está bien? –Taesun asintió con nostalgia y Minho notó ese sentimiento llenarle el rostro, como si en cualquier momento esa sonrisa se fuera a romper y el llanto abarcara sus ojos al igual que su padre. -¿De dónde viene esa música?

-Del ático. Taemin está tocando de nuevo. –Minho le miró entendiendo un poco – era la favorita de mamá – y esta vez supo que se refería a la canción y lo que causaba en el señor que trataba de parar las lágrimas sin nula victoria.

Se quedó de pie, junto a la escalera, escuchando atento como el sentimiento se transmitía cada vez que una estrofa nueva sonaba.

 

 

Una vez que terminó, Taemin notó que la canción que había tocado era la primera que su madre le había enseñado y que, su padre debió de haberlo escuchado todo.

-Hay que decirle a papá que lo lleve de vuelta a la sala. Ha estado hermoso. –Taeyeon procuró darle un fuerte abrazo y bajó las escaleras rápidamente. El castaño se dio un tiempo para hurgar entre las cajas apiladas al fondo, descubriendo aquellos diarios y libretas llenas de palabras con cariño. Esos poemas que llevaban de destinatario a su padre. Decidió que mañana sería un gran día para limpiar y bajar esos recuerdos que se mantenían guardados con respeto.

 

Cuando bajó lentamente  y al darse la vuelta, no esperaba encontrar a Minho de pie, con un bello detalle de rosas en la mano. Su corazón dio un vuelco y sus mejillas se sonrojaron hasta las orejas.

-Ha sido bello –se refirió a la canción y acto seguido, sintió como el menor le recibía con un potente abrazo.

-¿Hace cuánto has estado aquí?

-Lo suficiente como para descubrir que mi novio es muy talentoso.

 

Jinki aún mantenía la mirada en otro lado, por lo que darse un beso no fue tan problemático.

-Lamento no haberte hablado, pero tenías razón. Estaba… -desvió la mirada. Esto le daba vergüenza –celoso.

 

Y aunque Taemin ya lo sabía, se abrazó más a su pecho, sonriendo satisfecho.

-No tienes porqué. Sólo hay una persona de la que estoy enamorada y te aseguro que eres tú. –Cursi y hermoso. Así de perfecto era Lee Taemin, su novio.

 

Las flores se colocaron en un bonito florero sobre la mesita de la sala, donde todos estaban reunidos. SooYeon abrazada a Jinki y todos atentos  sobre los planes a futuro del castaño.

Se había pasado medio día investigando sobre oportunidades de estudio, sobre carreras y sobre todo, lo que fuera necesario para entrar en una buena universidad.

-Así como mamá disfrutaba escribir, así lo disfruto yo. Creo que una buena carrera sería la de Licenciatura en escritura creativa y literatura.

-Es perfecto hijo. Tienes todo mi apoyo. –Jinki palmeó su hombro alegremente, con esa sonrisa que escondía sus ojos. Taesun se alegró por su hermano mientras Minho escuchaba atentamente y se alegraba con la idea de que Taemin al fin podría tener un futuro profesional y sobre todo, que era lo que más quería.

-Yo igual te apoyaré amor –soltó enternecido. Jinki le miró raro.

-Choi, estás hablando con mi hijo y que yo recuerde, su nombre no es “amor” –Y aquí iba de nuevo el padre celoso.

-Papá~- contestó Taemin tratando de no reír.

 

~**~

 

Jonghyun contaba los segundos antes de que Kibum llegara del trabajo. Últimamente había tenido tantos pendientes en la oficina que incluso los llevaba a casa y se desvelaba hasta terminarlos, cosa que no le gustaba para nada al platinado, ya que su amor tenía que descansar por todo el mes –a pesar de que el médico haya indicado una semana-.

La puerta de su departamento se abrió mostrando a un pelinegro cargando excesos de carpetas y papeles.

-Mira como vienes –comentó preocupado el mayor. Fue en su ayuda, dejando los papeles en la mesa de la sala, dejando que el menor se recostara un momento en el sillón.

-Calma mamá, no bebí –se burló con una sonrisa cansada. Jonghyun tomó asiento en el suelo y despacio fue deshaciéndose de los zapatos del menor.

-¿Cómo ha estado tu día?

-¿Tengo que contarlo? Terrible como siempre. Sin mí en la oficina, es un caos total –dramatizó, para soltar un gemido de satisfacción cuando sintió los dedos de su novio masajearle la planta del pie. –Oh, así…

Jonghyun trató de mantener la cordura y seguir concentrado en hacer sentir relajado a Kibum. Igual, la falta de sexo le distraía a veces, pero tenía en mente que su novio no estaba en las mejores condiciones para sostener relaciones y que quizá, emocionalmente no tuviera las ganas. Y eso de buscar placer en otra persona, jamás. Jonghyun tenía muy en claro que la única persona que deseaba, amaba y adoraba con toda su alma era Kibum y era cierto, al chico a veces se le soltaba un tornillo pero eran esas pequeñas cosas anormales que lo hacían especial.

 

-¿Jjong? –llamaba el menor, sacando al moreno de sus pensamientos. –Has estado entretenido con mis pies un rato ¿Te encuentras bien?

-Oh, sí; solo estaba pensando en lo perfecto que eres –soltó con una voz tierna, mirándole con esa medio sonrisa que erizaba el cuerpo de Kibum.

-Basta –juraba que eso se instaló en su corazón, como uno de los hermosos momentos que pasaban juntos.

-Bien, futuro señor de Kim, ¿Le gustaría tomar su baño? –Kibum rió con el dorso de la mano escondiendo sus hermosos labios corazón. Asintió emocionado y se dejó una vez que Jonghyun pasó ambos brazos debajo de sus piernas y espalda, cargándolo con cuidado hasta el cuarto de baño de su habitación. Y el menor derritiéndose más porque parecía que cada día lograba enamorarse mucho más del chico platinado, cosa que igual pasaba con el susodicho.

 

Una vez en la tina, Kibum se deshizo de sus prendas con la ayuda de su novio, sin ninguna intención pervertida de por medio. Disfrutaba del contacto con el agua y esas caricias inocentes que el mayor le daba ocasionalmente a sus brazos; en todo el tiempo que estuvo remojado, Jonghyun no  quitó los ojos de encima, grabando cada rasgo, detalle, lunar y textura de piel del cuerpo del pelinegro, pensando que nunca en su vida iba a encontrar una mejor opción como aquel chico de ojos castaños y sonrisa que enamoraba. Estaba dispuesto a todo con tenerlo a su lado, incluso si pasaran muchas tragedias, siempre estiraría su mano para tomar la de él y nunca soltarla, porque ya no se trataba de dos personas, sino de una sola alma.

 

-Te amo –que se hizo cuando él descubrió que amarlo fue la mejor cosa que le había pasado. 

 

 

Notas finales:

Ya, un pendiente menos n___n

Ojalá y se hayan entretenido(?)

Creo que para que actualice más rápido, tendré que hacer caps más cortos, (de 2000 palabras a 2500 máximo), aunque la historia se extenderá más e___e aun no me decido(?)

Anyway, este es Minho y su increíble ramo de rosas c:

Minho y sus rosas <3  yo quería geranios pero no aparecía ninguna de Minho sosteniendo geranios >:c 

 

Gracias por haber leído y no se olviden que tengo un lindo tamblr, donde actualmente estoy subiendo drabbles de una "colección" JongKey c: y de Sweet Point, que es donde aviso de actualizaciones y de vez en cuando subo cosillas <3

¡Nos vemos pronto! :* :*

 


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