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¡Yoogeun quiere ayudar! por Han Rae Ri

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Notas del capitulo:

TARDÉ UN SHEEEEEEEENGO </3

y yo que maldecía a las autoras que tardaban eternidades en actualizar y mírenme, me he convertido en una de ellas ;-----: weno, no podría disculparme porque sé que no tengo ni el derecho de hacerlo.

En fin, quieren dejar odio en los reviews, tienen toda la libertad de hacerlo  /-

 

Read & Enjoys </3

-¡Jonghyun! Te he dicho miles de veces que no te comas el betún de los pastelillos. –La señora Song palmeó su cabeza esta vez de manera fuerte, haciendo que el pedacito de pan saliera volando.

-Lo lamento, pero es que esta receta está deliciosa. –Recogió el pastelillo y sin descaro lo comió en frente de la mujer que lo miró con falso asco.

-Esa receta me la enseñó mi abuela cuando era pequeña. Tal vez cuando traigas a tu novia…

-Novio.

-A tu novio y tengan un pequeño bebé se lo enseñe. Déjame ser una abuelita para esa criatura. –Los ojos de Jonghyun bajaron automáticamente y sin querer se apañaron en lágrimas que no estaban dispuestas a salir; se había prometido a sí mismo ser fuerte. -¿Estás bien? ¿Dije algo malo? Cariño es broma lo de ser abuelita, no tienes que tomarlo tan a pecho.

-No es eso señora Song, es que mi novio recientemente perdió a nuestro hijo. Parece que su cuerpo no es apto para cargar con una vida. –De pronto sintió un par de delgados brazos rodeándolo. Se sentía tan cálido, de una manera distinta a cuando Kibum lo abrazaba, como un poco más maternal.

-Calma querido, que después de una tormenta el arcoíris siempre sale. Lamento lo de tu chico, pero recuerda que por algo suceden las cosas. Sonríe siempre y deja que el tiempo decida lo que les va a suceder. –La señora Song era una mujer de unos 50 años que regularmente se la pasaba contando historias sobre su difunto marido o regañándolo por comerse sus pasteles; ella podía entender el sufrimiento porque perdió a sus hijos en el pasado y si ella podía seguir adelante, él también lo haría por su pequeño pelinegro.

-Gracias. –Se secó las lágrimas aún en sus ojos y se tomó la libertad de abrazarla correctamente. –No sé si suene extraño, pero usted es como una madre para mí.

-Ay Jjong, para mí es un honor que me consideres así. Después de todo, eres casi lo único que me queda. Tú y esta vieja pastelería.  –Sonrió nostálgica –Así que asegúrate de presentarme a ese chico especial que te roba el aliento.

-Claro que sí.

**

-¿La tarea?

-Lista.

-¿Tu habitación?

-Ordenada.

-¿A qué horas debes volver?

-A las 8. Taesun, ¿Ya puedo irme? –A veces a Taemin le molestaba que su hermano la hiciera de papá; SooYeon solamente reía desde la sala, intentando disimular las risitas al contemplar al par de hermanos.

-Dios Taesun, papá no te trataba así cuando salías con esa chica. Déjalo respirar un poco –Taeyeon se levantó del piso y se dirigió a su habitación.

-Vuelvo al rato –Anunció una vez que pudo escabullirse de las condiciones de su hermano. Primero iría a ver a Chanyeol y si quedaba tiempo, ir por unos besitos de Minho.

**

-¡Omma! –chilló Yoogeun desde la ventana, alertando a Minho que un pequeño de cabellos castaños estaba de visita. El mayor rápidamente fue por ropa limpia y trató de no verse tan desalineado. Desde que Taemin se quedó a desayunar/almorzar/cenar habían pasado tres días, en los que solamente se dedicó al cuidado de su hijo y a terminar los pendientes en la universidad. Pensó en llamarlo varias veces pero se repetía a sí mismo que por más que lo negara, Taemin solo iba a distraerlo.

-Hyung… -Taemin perdió la alegría al ver a su novio de una manera tan vagabunda. La barba le estaba saliendo por completo, llevaba los pantalones de pijama y una camiseta para salir, y ni hablar del olor que emanaba su cuerpo; parecía como si no conociera lo que era el desodorante o el perfume. -¿Qué te pasó?

-Eh, yo… necesito terminar mi maqueta, yo… Taemin por favor… -Pero ni su brazo pudo detener que el castaño entrara a su departamento. Por suerte no estaba hecho un desorden.

-Yo creí que esto era un caos.

-Oye, no me he bañado pero tengo un hijo, por lo que tengo que procurar que todo esté bien para él antes de mis necesidades –Si Minho no estuviera tan mugroso, seguro le daría un beso por ser tan adorable.

-Hyung, no deberías perder de vista tu imagen, necesitas comer, dormir y sobre todo, darte una buena ducha.

-Bebé, créeme que es lo que más quiero –Taemin lo miró serio –igual que besarte, pero estando solo, ¿Cómo crees que voy a atender todas esas necesidades si tengo que ver por Yoogeun y mis proyectos? Primero prefiero ver a mi hijo.

Taemin tomó asiento y mandó a Minho a bañarse mientras vigilaba al pequeño que enseguida se entretuvo con él. Mientras el mayor tardaba en el baño, se dio tiempo para prepararle algo sencillo de comer y pensar en una loca pero maravillosa idea.

Una vez que el pelinegro salió del baño, fresco y rasurado, tomó asiento y le dio las gracias al menor por consentirlo. Taemin se sentó justo en frente, observándolo y sintiéndose nervioso por eso que estaba a punto de decir.

-Esto te ha quedado delicioso, bebé. Me gustaría que cocinaras para mí todos los días.

-¿Qué tal que su deseo se vuelva realidad? –Preguntó el menor con los nervios inundando su boca.

-¿Eh? ¿Vendrías a cocinar para mí a diario? –El menor negó.

-Pensaba que sería mejor que…-tomó aire hasta que sus pulmones se encontraron llenos y esperó unos segundos para hablar, tiempo en el cual Minho incluso olvidó como masticar. –Que viviéramos juntos –Y ahí fue cuando el mayor tragó de golpe.

-¿Qué…?

-Piénselo por un momento; así yo podría ver a Yoogeun mientras se pone a hacer sus deberes, podría cocinar para usted las tres comidas  tendría una vida menos atareada…

-¿Y qué pasa con tus estudios? Yoogeun no puede quedarse solo el tiempo que tardas en venir y yo no puedo esperarte porque se me hará tarde.

-Hyung, yo podría dejar de estud….

-De ninguna manera. Esa idea es una locura. No pasará Taemin.

-Pero Hyung…

-Amor entiende algo, no hay manera de que tú y yo vivamos juntos en este momento. Yo solo trato de decir que…

-Que no me ama.

-¿Cómo…?

-No quiere que esté con usted, que durmamos juntos, que comencemos a vivir como pareja en un mismo techo. No me quiere a su lado, no…no soy suficiente para ti. Dios, no sé qué pensé cuando lo dije, supongo que es otra de mis ideas estúpidas. Por eso no querías que viniera a verte. Es tan obvio –Taemin se levantó de la mesa dispuesto a irse.

-Bebé jamás quise decir eso, escúchame.

-¡No! Ya entendí. No me quieres más –Cuando le hablaba de manera directa sabía que el problema era mayor. Luego de zafarse de su agarre, abrió la puerta y se fue, sin siquiera despedirse de Yoogeun que miraba sin entender.

-¿Omma volverá?

-Lo dudo, hijo.

**

Jonghyun había mandado ya el mensaje número 78 al móvil del pelinegro, ansiando una respuesta, dispuesto a llenar su torrente sanguíneo de glucosa. La señora Song había salido por un momento y lo dejó a cargo aun sabiendo que era como un perrito hambriento.

La campanilla de la puerta sonó y él salió de inmediato de la pequeña y colorida cocina con un poco de betún rosa en la nariz.

-¿Hola? –Cuando Jonghyun salió, solamente se fijó en la chica que tenía en frente suyo, de piel sumamente blanca y el cabello negro, adornando su cuerpo con un bonito vestido rosa y tacones a juego. A Jonghyun le agradaba ver chicas femeninas, tanto o más que…ella. –Oh, ¿Es un mal momento? –Preguntó ocultando una risita con el dorso de su mano.

Jonghyun no entendía por qué esos gestos, hasta que ella le indicó con el dedo y sacando un bonito pañuelo de su bolso, le limpió la crema que mantenía en el rostro.

-Muchas gracias. ¿Buscas algo en especial? –La chica se asomó al mostrador, mirando los pasteles y postres con falsa admiración.

-Son todos muy bonitos y se ven deliciosos. ¿Tú los haces? –Jonghyun negó.

-Mi jefa se encarga de elaborarlos, yo solo los vendo. –La chica sonrió de nuevo; el platinado pensó que era muy bonita y que quizá la había visto en algún lado.

-¿Será que pueda esperar a alguien? Debería estar aquí pero llegué tarde. ¿Alguien ha venido?

-Eh, no. Solo tres chicas del colegio. –Jonghyun limpió el mostrador y miró la hora. Ya era hora de cerrar para irse a casa. Limpió los pisos y la ventana tanto como la puerta; se encargó de comer un par de pastelillos mientras la chica le observaba. Dando las 8, el lugar ya estaba listo. –Disculpa, ya estamos a punto de cerrar.

-Oh, sí, lo siento. No creo que alcance a venir, ya han pasado dos horas. –Se levantó y salió de la tienda. –Uhm, ¿Sabes cómo llego hasta la tienda “Rose”?

-Eso está a 20 minutos caminando. Son varias calles donde tienes que doblar.

-Diablos, hubiera conseguido un mapa –la chica sacó el móvil, y este comenzó a sonar con batería baja.

-Si gustas, puedo llevarte, de todas formas, tengo media hora para llegar a casa.

-¿Y no se molestaría tu novia? –Preguntó inocente. Jonghyun negó.

-No hay una novia…

-¿De verdad? –La emoción se asentó en sus ojos.

-Es más bien un novio. Un perfecto y hermoso novio –La chica bajó la sonrisa lentamente y sin que él viera, hizo una mueca de fastidio. –Pero bueno, háblame de ti, para armonizar la caminata.

-Bueno, -La chica bajó la cabeza  y jugó con un mechón de cabello hasta ponerlo detrás de su oreja. –Acabo de llegar de China por asuntos de trabajo, hace varios años que no vengo a Corea y pues, me acaban de dejar plantada por un amigo que quedó en mostrarme la ciudad.

-Vaya, debe ser difícil moverse en un lugar del que casi no te acuerdas.

-Un poco –La chica se abrazó a sí misma, porque de repente el frío comenzó a soplar, a lo que Jonghyun no dudó en prestarle su chaqueta en lo que caminaban. –Y…

-Jonghyun, Kim Jonghyun.

-Jjong, ¿Te puedo decir así? –El mayor asintió – Háblame igual de ti.

-Pues como habrás notado, trabajo en una pastelería, tengo un novio del que ya te dije, me gusta mucho la música y no conozco toda la ciudad, pero puedo moverme más o menos bien.

-¿Tampoco vivías aquí?

-Oh, no es eso. Antes solían llevarme en auto a todas partes. Digamos que apenas hace un año que comencé a caminar por las calles.

-Vaya, parece que tienes historias bastante interesantes

-Supongo que sí – el tiempo había pasado y luego de un rato notó que llevaba más de media hora y aún no llegaban al destino. Estaba entre aliviado  y preocupado de que su hermoso novio no estuviera llenando su bandeja de entrada de mensajes y correos de voz. Checó el móvil una vez y nada. Se detuvo a mandar un mensaje corto y siguieron caminando. La chica parecía agradable y era capaz de mantener una conversación, cosa que a Jonghyun le gustaba de las personas, así como que mantenía ese aire de misterio porque ella trataba de mantener sus historias fuera de su alcance, y  a cambio mantenía esa sonrisa bonita en su rostro. –Vaya, hemos llegado.

La chica miró a sus alrededores y en movimiento rápido se colgó de su brazo, sonriendo como si fueran grandes amigos. –Muchas gracias, de aquí ya puedo moverme.

Jonghyun no decía nada, hasta que un flash le pegó en la cara.

-¿Qué rayos…?

-¡Hermosa, una foto! –Jonghyun miró hacia la derecha y se encontró con al menos cuatro fotógrafos que no dejaban de utilizar las cámaras en dirección a ellos. Sintió como su brazo era liberado y la chica comenzaba a taparse la cara y tratar de ahuyentar a los molestos señores que se encimaban en sacarle varias tomas de diferentes ángulos.

-La señorita necesita privacidad –Y tomándola de la espalda, la introdujo a una tienda departamental. Los altos estantes los cubrían de las lujosas luces y el flash que por poco dejaba ciego al platinado. -¿Qué ha sido todo eso? –Preguntó una vez ambos se calmaron.

-Detesto que me sigan a todas partes, una no puede tener privacidad por un momento. –Jonghyun hizo cara de no entender, por lo que la pelinegra le dio una palmadita en el antebrazo –Vaya, como se nota que solo vives en tu burbuja. ¿Qué acaso no ves la televisión? ¿De verdad no sabes quién soy? –El mayor quedó aún más confundido. Luego recordó el centenar de fotos en las revistas que Kibum solía leer en la sala. Claro, ella era una famosa actriz y modelo, su nombre era…

-Tiffany Hwang. Creo que eres el primer hombre que no ha oído hablar  de mí –Jonghyun se pasó la mano por detrás de la cabeza, sintiendo pena por parecer un exiliado de las noticias. La pelinegra le sonrió. –Está bien, al menos sé que no intentarás chantajearme por dinero. –Jonghyun negó.

-Uhm, Tiffany… -Miró el reloj de su móvil y comenzó a preocuparse –Creo que ya debo irme. Mi novio debe estar esperándome y de verdad yo…

-Oh, no te preocupes, y muchas gracias por todo. –De nuevo esa bonita sonrisa en su lindo rostro. El mayor sonrió por inercia, porque ese gesto le provocaba empatía y felicidad. Esa chica era diferente a las demás, tenía algo especial. –Llamaré a mi agente para que venga por mí. Tu puedes irte, de nuevo te agradezco todo.

El platinado aceptó las gracias en forma de ir a comer, y luego de intercambiar números, quedaron de verse de nuevo.  Podría decirse que tuvo un buen día, según él, donde conoció a una actriz y obtuvo una comida gratis. Ahora faltaba ver que Kibum no se percatara de que estaba llegando tarde.

**

-“Taemin soy yo, mira, entendiste mal lo que traté de decirte. Yo solo pienso que aún no es tiempo de que ambos vivamos juntos…Bandeja de mensajes de voz llena”

El castaño se tiró en el piso, abrazando solamente una de las playeras que el mayor le había dejado quedarse y sin poder aguantar más, lloró. Lloró porque le parecía demasiado cruel la manera en que Minho le restregó en la cara que no podían vivir bajo un mismo techo. El corazón le dolía y en la mente se creaban explicaciones sobre la negativa del pelinegro, que para su pensamiento inocente, era causa de más tristeza.

-Estúpido Minho Hyung… -repetía incansablemente, tratando de convencerse que no era necesario sufrir por alguien que quizá no lo quería a su lado, que tal vez, no lo amaba en la manera en que él decía que por eso, solamente Taemin sufría.

**

Cuando Jonghyun entró al departamento, la calma le duró muy poco, pues un remolino en prendas rosas se abalanzó sobre su cuerpo apenas llegó.

-De verdad lo siento, no encontraba mi móvil y estaba tan preocupado de que pudiera pasarte algo… -Sintió besos dulces por toda la cara y tanto brazos como piernas intentando aferrarse a su torso y caderas.

-Amor, tardé porque…

-Incluso te preparé la cena. Dios, de verdad no sé qué fue lo que me distrajo pero sabes que tengo un montón de papeleo por hacer y ni siquiera me he cambiado; lamento recibirte en estas fachas estando tú tan guapo.

-Kibum es que yo no había llegado debido a…

-No me importa en lo absoluto, seguro que lo único que estás pensando es en ducharte –Sintió un peso menos sobre su tórax y en vez de aliviarlo, le incomodó. Se dejó ayudar cuando Kibum le extendió la mano y estando parado, volvió a sentir el amarre de piernas sobre su cintura. El menor se había abalanzado sobre él. –Y como recompensa por no haberte notado, ¿Qué tal si tú y yo, mi delicioso hombre de chocolate, nos metemos a la ducha y no nos bañamos? –Una de las facetas que más le encantaban de su prometido era la manera en que se ponía de seductor, dando siempre en el blanco al mandar un escalofrío en su parte baja solamente susurrando con esa voz candente que solo él sabía hacer; y no era que fuese un problema aceptar una petición del pelinegro, porque si le pidiera que saliese desnudo a la calle, y con el clima que hacía afuera, lo haría. –Debes estar muriéndote de frío, debiste de llevar al menos una chaqueta. –fue ahí que Jonghyun recordó que la chica se había quedado con su prenda. Sintió una ligera presión en sus mejillas, pues se trataba de las finas manos de Kibum, acariciándolas. –Pero no importa, yo me encargaré de que entres en calor. -¿Qué estaba tratando de decir? Seguro no era cosa primordial; ahora la misión importante era llevar a su precioso hasta la ducha y sin morir asfixiado de besos en el trayecto.

**

-¿Le han llegado las fotos? –La mujer sorbió un poco de la taza y después de acomodar un paquete de fotografías sobre su regazo, sonrió.

-Han quedado estupendas. Pero, aun no es tiempo de revelarlas. Tienes que hacer que esto surja desde su relación; comienza por sembrar la duda en su amor. –La chica del otro lado de la línea trataba de pintar la primera uña, de un carmín brilloso; se miraba la mano y de inmediato volvía los ojos a aquellas fotografías que en unos cuantos días iba a ser publicada como una noticia que daría vuelta al país.  –Y sé que no te costará nada. Por lo que me dices, parece ser que solo es cuestión de hacer un par de movimientos más para que mi hijo no pueda sacarte de su mente.

-Y yo, dispuesta a lo que ordene, de todas formas, su hijo es bastante atractivo.

-Seguiremos en contacto, MiYoung.

-Por supuesto, suegra. Será un placer.

---

 

 

Notas finales:

Es que no sé, desde la salida de Jessica las soshis ya no...no tienen esa sparkle y como yo siento que Tiffany opaca con sus líneas, pos me cayó bien para ser la villana uwu)/ no es nada personal, es solo ficción. Yo solía escuchar mucho a esenesedé, pero por Sica meramente. Ya no son tan chidas... </3 Para mi u____u

Siento que jamás les mostré la pastelería de la Señora Song <3 que es esta <3

y este es el look de la Tifanis 

y pos... no creo que haya mucho drama u__u la neta iba a cortar el caps para que salieran dos, pero, aquí tienen 7 casi 8 páginas de puro sudor y esfuerzo(?) espero ya no tardar, no sé como anden las cosillas en la escuela y eso ... lamento que hayan esperado mucho para saber de mi...yo, soy caca </3 

Si hay algo incoherente... háganmelo saber ewe y el Twomin, calma, ya verán más adelante XD

Solo actualicé hoy porque Sweet Point llegó a los 401 likes ;w; Estefy Vega Ortiz eres el like no. 401 esto va dedicado para ti uwu y si lees esto, mándame un mensajito a la página y actualizo en shinga uwu)/   (Rápido) <3 (Si quieren pueden presionarla y mandarle mensajes para que se entere uwu)/ )

YO ESPERO A VER QUE TAL <3 Sino, hasta... el jueves? Próximo sábado? Nu seeé <3 

Byeees <3


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