Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Yoogeun quiere ayudar! por Han Rae Ri

[Reviews - 545]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de mucho tiempo volví.

Les diré que me va costando mucho trabajo escribir y la verdad es que ya no puedo escribir el 2min como antes :( 

Mi otp es el JongKey, por lo que terminando este fanfic, me dedicaré a ese par de tontos que tanto me gustan <3 

Entonces, lamento dejar al 2min de lado :p

 

Read & Enjoy :D

 

-Kibum, ¿De qué estás hablando? ¿Qué te sucede?

-Solo fui un engaño. Tú jamás pensaste en mí como parte de tu vida –La voz cortada se notaba poco a poco -¿Hasta cuándo ibas a decirme?

-¿Qué te pasa, amor? –Segunda bofetada.

-¿HASTA CUANDO? –Gritó -¿Hasta que te viera feliz y casado con esa zorra? –Jonghyun se quedó atónito –Claro, yo como el idiota e iluso que se creyó toda esa mentira de que me amabas. Pura mierda…

-Bum, ¿De qué rayos hablas? –Trató de tomar sus manos, pero la furia pudo más y se soltó del agarre de una forma violenta, tanto que le dejó las muñecas enrojecidas.

Kibum lloraba a mares, sin esfuerzo por mantener esas lágrimas dentro de su ser, porque quería mostrarle a Jonghyun lo cruel que había sido y lo roto que lo había dejado, tratando de expresarle que todo era su culpa y que, si alguna vez le tomó un poco de cariño, sintiera un poco de remordimiento por la manera tan cruel que tuvo de jugar con los más puros y verdaderos sentimientos que él pudo haber sentido alguna vez por alguien.

-Ya no quiero ser parte de este asqueroso engaño. –Se llevó las manos a los ojos, restregando y eliminando cualquier rastro de lágrimas en su cara. –Tomaré una muda de ropa y mañana vendré por el resto.

-Kibum yo no entiendo en verdad que te está pasando. Tienes que explicarme. –Le tomó del brazo por instinto, porque el amor de su vida estaba saliendo del baño, llevándolo consigo aun desnudo.

-No te quieras hacer el santo conmigo. Sé que te vas a casar con esa Tiffany, que ella es a la que verdaderamente quieres.  –Entonces los ojos de cachorro se abrieron de repente, porque su cerebro ya había captado –o algo así-

-¿De dónde sacas esas cosas? Debes estar malinterpretando todo.

-Ah bueno, es que a la hora de anunciar su compromiso ante las noticias se veía que no sabía de lo que hablaba ¡Por favor, Jonghyun! ¿Crees que nací ayer? No sé cómo pude pensar que de entre tantos hombres guapos que son infieles, tú serías la excepción. Pero te quedó muy bueno el teatrito. Caí completo, te ofrecí lo peor y lo mejor de mí. Sólo que esto ya se acabó, antes de que tú me señales con el dedo y te burles de una forma despreciable, te dejo. -Hizo a un lado la mano del moreno, quien no buscaba palabra alguna ante aquellas palabras. Solamente lo vio irse; se quedó ahí, parado y aun desnudo, mirando a la nada, escuchando los pasos apresurados caminar a la puerta y una vez que el silencio reinó la casa, las lágrimas cayeron solitas.

 

*

Y Kibum solamente quería un par de brazos rodeándole, porque muy en el fondo, si corriera detrás suyo y le susurrara al oído lo mucho que lo amaba, aun siendo una mentira, él podría perdonarlo y seguir a su lado.

**

 

 

-¿A dónde vas con tanta prisa? –Taeyeon observaba a su padre correr de un lado a otro, buscando quién sabe qué sin obtener buenos resultados.

-SooYeon fue a su cita de revisión y yo llevo 15 minutos de retraso. Me va a matar cuando me vea –Sollozó. Fue gracioso para su hija pues, sonaba como un padre primerizo a pesar de tener 3 retoños ya crecidos. Con calma le ayudó a buscar las llaves del auto que se encontraban en el bolsillo izquierdo de su pantalón. –Me voy, recen por mi alma si no vuelvo en dos horas.

 

-Si me embarazo, ¿Me soportarían? –Taesun casi escupe el agua que apenas había bebido al haber escuchado cierta tontería.

-Solo sabes decir tonterías. –Le reprendió – Aún eres muy pequeña para tener un bebé. –Le acarició el cabello y depositó un beso en su frente. –Sin embargo, pondríamos nuestro esfuerzo para que estuvieses cómoda.

Taeyeon sonrió por las palabras de su hermano y por una extraña razón le dieron ganas de abrazarlo. El mayor correspondió el gesto sintiéndose raro ante singular muestra de afecto.

-Pero eso no quiere decir que puedas hacerlo. Tienes prohibido embarazarte joven. Es más, tienes prohibido tener novio hasta tu mayoría de edad. –Taeyeon le pateó el estómago con suavidad, riéndose y burlándose de la falsa autoridad de su hermano.

-Nunca se enterarán –se levantó con calma, llevándose la mano hacia el vientre y ante la mirada atenta de Taesun, empezó a acariciarlo, divirtiéndose con la cara de asustado del mayor.

 

 

**

 

-No quiero volver a casa. –Minho acarició su mano  sin despegar la vista en la carretera. 

-Entonces acompáñame a comprar material para mi maqueta –Taemin se retorció en su asiento, haciéndole entender al conductor que esa idea no le gustaba más.

-Minho noooo, vamos por algo de comer – El mayor se concentraba en tener ambas manos sobre el volante, pero su mente reaccionaba ante las insistencias de cierto niño de cabellos pintados.

-Taemin… -Y aunque trataba de sacar su voz gruesa de autoridad, su cuerpo respondía otra cosa, ya que las mini peleas con el menor eran algo que no podía ganar. –De acuerdo. Iremos a otro lugar.

-Genial.

-A casa de Yuri para visitar a Yoogeun.  Después iré por mis materiales y para finalizar, te dejaré en la puerta de tu hogar no sin antes darte un bonito beso en la frente. ¿Te parece el plan? –La boca fruncida era señal de que en efecto, no era una gran idea.

El auto paró junto a la acera, con una discusión viniendo a toda fuerza. Pero antes de que Taemin formulara el primer reproche, Minho con astucia desabrochó ambos cinturones de seguridad en un movimiento rápido y colocó el asiento del copiloto para atrás, dejando a un pequeño semi acostado con un hombre encima suyo.

-¿Min…? –El primer beso comenzó lento, sin necesidad de usar la lengua o de siquiera adentrarse a la cavidad ajena, pues esos labios eran su paraíso y siempre pensó desde la primera vez que los probó que debían ser adorados como algo perfecto; porque nunca un par de labios lo había descontrolado y vuelto en sí en tan solo dos roces. Todo Taemin era perfecto. Toda su cara, todo su cuerpo, toda su hermosa existencia.

Así que se pasó 4 minutos sin despagarse de aquella boca tan magnífica, degustándolos con esmero aunque no tuvieran un sabor en especial. Sólo la esencia de Taemin. La pura y divina esencia de Taemin.

Taemin.

Taemin.

Taemin, Taemin, Taemin. ¿Por qué tienes que ser tan perfecto?

-Porque así me crearon -¿había dicho eso en voz alta? ¿Qué importaba? Él necesitaba saber lo mucho que estaba perdido en sus ojos, lo loco que lo traían sus besos. La adoración que le tenía a su persona. El amor que crecía muchísimo cada segundo.

-Te amo.

Fue sincero. Se había olvidado incluso de que aquella acción era una táctica para convencerlo. Pero ya no; se le ocurría hacer algo mejor.

Y no, no era nada pervertido.

Simplemente quería estar al lado de su persona favorita.

-Demos un paseo largo –Sugirió. Las mejillas sonrojadas se movieron en conjunto con su rostro para asentir.

Aunque luego se estuviera muriendo por terminar su proyecto.

 

 

**

-¿Y cómo va todo? Necesito saber que ese muerto de hambre se está ahogando del coraje. –Tiffany miró hacia la esquina, donde la señora Kim se hallaba sentada, en espera de nueva información.

-Realmente no lo sé. Mi contacto sólo me dijo que se había ido del departamento y eso fue todo.

-Es lo que más importa. Que al fin se hallan separado. –La cara de la señora mostraba total placer al saber que esa relación prohibida como le gustaba decirle había llegado a su fin. –Ahora todo es cuestión de que pongas de tu parte. Y una vez que Jonghyun te haya aceptado en su vida, recibirás el mejor pago que nadie te ha dado.

-Ese es mi único objetivo –sonrió avariciosa, creyendo que la jugada la tenía en la bolsa, aunque en el fondo, sabía que iba a ser imposible meterse en el corazón del moreno. –Mientras tanto, dejemos que las aguas se calmen un poco.

 

**

 

-“¿Kibum? Kibum, oye, necesito hablar contigo; ya es el mensaje 23 que te dejo. Y sí, aún sigo en la puerta de tu oficina. No me iré hasta que hablemos”. –Fin del mensaje.

Escuchaba todas y cada una de las palabras en su buzón de voz, una y otra vez porque era un masoquista y porque las lágrimas seguían derramándose sobre los archivos que debía entregar mañana a primera hora.

No le gustaba estar en el edificio de su trabajo, pues le recordaba todas esas horas en las que se pasaba tras el escritorio, tecleando y escribiendo sin prestarle atención al mundo que pasaba como de costumbre. Solo que en ese entonces, la cabeza no le giraba en torno a un tonto muchacho de piel morena y ojos hermosos.

Acechó a la ventana, mirando aquel bulto que intentaba cubrirse del viento fresco de la noche, luciendo ansioso de ver a alguien.

-Ya vete.

 

No te vayas.

No me dejes solo. No quiero estar sin ti. Quédate en todo momento.

La mañana llegó y ninguno pudo despegarse de su lugar, en espera de una mínima señal. Jonghyun seguía en la puerta, sentado como un cachorro abandonado y Kibum, con ambas piernas dentro de la gran silla de su oficina, junto a la ventana.

 

**

Ya eran dos semanas sin Jonghyun; tiempo  en el que nunca supo cómo  sobrevivió sin la presencia del otro. Su humor estaba por los suelos, sus fuerzas se habían ido y los dolores de cabeza se presentaban a cada hora.

Minho se había ofrecido a cuidarlo una vez que se enteró del suceso. Le costó creer que Jonghyun haya mentido de esa forma. Un 95% de su ser estaba completamente convencido que el mayor no era capaz de tal atrocidad con la persona que más amaba. Pero el 5% restante se dedicaba a cuidar de su mejor amigo y brindarle su apoyo.

Kibum se veía pálido cada día y su cuerpo poco a poco comenzaba a adelgazar. Su cuerpo reaccionaba de esa manera ante situaciones deprimentes.

Lo único bueno es que hasta ahora, no había algún ataque de ansiedad. Igual y no tenía tiempo de pensar en males cuando lo más importante se le fue de las manos.

-¿Seguro que no quieres bajar a comer? Taemin cocinó especialmente para ti. –Acarició su delgado brazo, observando como las lágrimas no dejaban de salir de aquellos ojitos infestados de tristeza.

-Te dije que no era buena idea venir aquí. No quiero que se tomen molestias. –Respondió con la voz quebrada, sin ánimo de moverse siquiera a mirar al hombre de ojos preocupados.

-Kibum…

-No empieces por favor. No tengo ganas de nada; quisiera estar a solas. –Minho se levantó de la cama y asintió.

-Si necesitas algo, sabes a quien llamar. –El menor no hizo sonido alguno –Kibum escucha. Sé que duele, pero pienso que deberías escuchar a Jonghyun; yo no creo que haya sido capaz de hacerte eso. La verdad es que el amor que te tenía era muy obvio y pienso que no ha dejado de sentirlo.

-Pero la vida es así. Te engaña; echa a perder tus planes y te quita lo que más quieres –las lágrimas caían con más velocidad. Kibum se había roto de nuevo.

Minho decidió dejarlo solo, porque lo conocía tanto que en estos momentos lo mejor era darle su espacio. Se fue no sin antes besarle la mejilla empapada y al marcharse, cerró la puerta de la habitación.

En la cocina de su departamento, Taemin ponía los platos sobre la mesa. Cuando notó unos brazos alrededor de su cintura, giró para encontrarse con el apuesto rostro. Un beso fue lo que obtuvo.

-No me creo eso de que Jonghyun Hyung le haya hecho eso. –Minho asintió.

-Ni yo.

-Hyung, Kibum hyung se nota muy demacrado. ¿Será que enfermó? –Minho se quedó pensando. Unos brazos rodearon su cuello –Será mejor llevarlo al médico, ¿No crees?

-Con lo testarudo que es, sería mejor ir haciendo una cita a domicilio.

-Lo que sea que haga falta, pero me duele verlo así. –Minho entendía a Taemin y no solo porque se trataba de la empatía, sino que Kibum, el chico con el que creció se encontraba realmente mal y lo que menos quería es que le pasara algo.

-Ya voy llamando a un doctor.

 

 

**

Jonghyun movía la pierna de manera insistente ante la presencia de la recepcionista. ¿Cómo lo dejaban esperando cuando él era el hijo del dueño de la empresa?

Su ira crecía con el paso de los minutos porque sabía que sus padres estaban detrás de todo esto. Frunció el ceño cuando se acordó de la pequeña plática que tuvo con Minho sobre Kibum. El solo hecho de que le haya informado del mal estado en el que se encontraba el amor de su vida le carcomía por dentro y le hervía la sangre de la molestia y la impotencia de no poder hacer algo.

Escuchó el sonar de unos tacones contra el piso  acercándose y se preparó para escupir miles de improperios hacia su madre.

Pero esto era mucho mejor, suponía.

-Oh, Jonghyun ssi. –Era Tiffany, mirándolo nervioso. Oh, ella sabía que estaba en grandes problemas -¿Qué te trae por aquí? –Jonghyun se paró molesto, conteniéndose de soltarle una bofetada. Porque se lo merecía; no importaba que fuera una linda chica, al igual que su madre, estaba podrida por dentro, porque solo alguien atroz se prestaría a ese tipo de engaños.

-Eso debería preguntarte a ti. ¿Qué demonios buscas en la oficina de mi padre? –La chica se quedó muda. El plan estaba fallando.

-Yo solamente venía por una oferta de trabajo, es todo –Su semblante cambió a uno de ovejita inocente, mostrando sus perfectos dientes. -¿Por qué estás molesto?

 

Se iba a descontrolar. Estaba a punto de alzarle la mano.

-Quiero saber por qué carajos anunciaste que tú y yo nos íbamos a casar. –Tiffany alzó una ceja, con una pose seductora.

-Jjong, creo que ya es tiempo de que te des cuenta de todo lo que puede estar a tu alcance –deslizó su mano sin tocarse, exhibiendo su perfecta figura – y que puede ser tuyo. Tú eres el heredero de todo un imperio y no cualquiera puede darse el lujo de estar a tu lado.  –Sonrió egocéntrica. -¿Para qué estar con un don nadie cuando puedes tenerme contigo? –Jonghyun enarcó una ceja.

-No voy a caer en tu teatro. A diferencia de ti, yo valoro a las personas por su interior, no por lo que tienen en el bolsillo. –Tiffany frunció los labios –y me tocó enamorarme de alguien perfecto, que se ganó un lugar en mi corazón siendo él mismo. Lo amo tal y como es.

-¿No te das cuenta? ¡No te merece! –La chica se cruzó de brazos.

-No me interesa lo que tú u otras personas piensen.  Solo quiero estar a su lado para siempre.  –Se paró frente a frente, conteniéndose de gritarle muchas cosas. –Cuando veas a mi madre, dile que se prepare, porque esto que me hizo, lo va a pagar muy caro; y tú también.  –La chica se quedó inmóvil, sintiendo como el moreno se acercaba a su oído –Y por cierto, en mi vida saldría con una persona mierda como tú. Lo único que me causas es pena, porque te prestas para algo tan bajo. –Terminando la oración, se alejó lo más rápido que pudo. Ya volvería para poder reprochar a esa bruja su mala jugada.

 

 

**

-¿Y bien? –Minho salió junto con el doctor, dejando a Taemin al cuidado de Kibum en la habitación.

-Mire, conviene llamar a un especialista. Yo no abarco estos casos.

-¿Es grave lo que tiene? Doctor, ¿Mi amigo corre peligro? –Choi empezó a sudar frío. Lo menos que quería escuchar era una mala noticia.

-En lo absoluto. Pero por lo que noté y los síntomas que me presenta el paciente, me arrojan que en esta etapa debería ser muy cuidadoso.

-¿Etapa? –Minho no entendía nada.

-Sí, mareos y malestares, el vientre apenas hinchado. Es claro que su amigo lleva por lo menos mes y medio de embarazo.  Por eso recomiendo que visite a su ginecólogo de inmediato.

-¿Kibum…embarazado?

No ahora, por favor. 

 

 

Notas finales:

"Cuando terminas la relación con tu prometido, pero te enteras que estás embarazado"

No ahora, por favor :D

Bueno, ya, sentía que lo debía 7u7

Y sí, quizás puedan imaginar por donde va la cosa, PEROOOOO hay una sorpresa más adelante uwu

Ya verán >:p

Espero que me dejen reviews, la vez anterior solo tuve como 6 y eso en verdad me desanimó u_u

Las amo, Baiii <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).