Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Yoogeun quiere ayudar! por Han Rae Ri

[Reviews - 545]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

YO AQUÍ PUBLICANDO....DE NOCHE 7u7

Lamento la tardanza u___________u

 

Así que disfruten este intento de Fluff(?)

 

Read & Enjoy :)

Eran las 9 de la mañana de un perfecto domingo, en el cual la gente gustaba de salir a dar una vuelta por la ciudad, ver la película más reciente en las plazas o simplemente pasar un buen rato lejos de responsabilidades o tareas.

Menos para el futuro papá que se carcomía la cutícula de las uñas, ansioso de saber lo que estaba pasando con su amorcito;

-Tranquilo –le murmuraron. Pero es que era totalmente imposible. O sea, nadie podía mantenerse sereno ante la posibilidad de ser padre, si lo haría bien, o si el nombre escogido iba a agradarle a la nueva personita.

-¡Mierda!

-Señor, este es un hospital. Evite las groserías, por favor –Hizo una pequeña reverencia y se disculpó con un gesto.

-Dios, nunca me había sentido tan nervioso. –masculló mirando a todos a su alrededor. Parecía un anciano al enterarse de las malas noticias en el periódico, moviendo sus ojos a la par que sus piernas en el suelo, evitando ser devorado por su ansiedad.

-Es un Lee; todo estará bien

-Dile eso a mi cerebro.

-Familia Lee –un doctor salió de la sala de parto, con su bata azul y bastante sangre en los guantes.

No fue sólo una parada común, sino que incluyó un ligero tambaleo por parte de aquellas piernas toscas.

-¿Cómo ha salido todo doctor? ¿Cómo se encuentra? ¿El bebé está bien? –las palabras se le atoraban en la boca y salían como tartamudeos a medio entender. El profesional decidió recuperar el espacio personal que esa bola de nervios le había robado.

-Lamento decirles que…

-No doctor, no por favor –las lágrimas traicioneras se hallaban al borde de esos ojos rasgados y marrones.

-Es usted papá de un bebé muy llorón. –Finalizó el médico, tomándolo de los hombros y sonriéndole como si se tratara de una leve bromita –adoro mi trabajo –comentó alegre. –Puede pasar a ver a su futura princesa.

-¡Es una niña! –chillaron las voces, pero todo parecía tan lejano, tan irreal. Como si él no se encontrase en el hospital porque en la madrugada comenzaron las contracciones y no buscaba que hacer o que decir, salvo “respira bien”.

No supo de qué lugar salieron las fuerzas necesarias para mover todo su cuerpo, porque estaba totalmente ido. No fue hasta que entró a la sala de parto y observó a una enfermera brindando un bulto rosa que espabiló. Ahí estaba el motivo de sus sonrisas, con el sudor por todo el cuerpo y la cara más cansada que jamás le vio.

Pero aun así era perfecta.

-Jinki ah, ven a conocer a tu pequeña –murmuró exhausta, apenas moviendo sus dedos. Jinki se apresuró a quedar junto a ella, observándola y haciéndole cariñitos. –Te quiero presentar a la criatura que me hizo subir de peso y me acaba de hacer pasar todo el dolor del mundo.

 

Cuando la tuvo en sus manos…

No sabía cómo explicar esa parte.

Era tan delicada y frágil, tan pequeña que le daba miedo romperla con sólo acariciar esa mejilla sonrosada. Se había vuelto a enamorar de una cosita perfecta.

-Pero si ha valido cada segundo de tu embarazo. Cada desvelada y cada dolor de espalda –murmuró con las lágrimas surcando sus mejillas. -¿Cómo puede ser que no llevo ni un minuto de tenerte en mis brazos y ya te amo con locura? Te amo pequeña. Te amo y voy a dedicar mi vida entera para verte feliz.

-Ji Eun, dile hola a tu papito. –murmuró SooYeon.

-Es perfecta.

En verdad no pudo describir ese momento de su existencia. Ni siquiera sabía que decir cuando sus demás hijos entraron poco a poco a conocerla, o los compañeros de su trabajo. Sólo se dedicaba a decir “mi hija es perfecta”.

 

**

Cuando los Lee llegaron a casa, dejaron todo de lado para turnarse y cargar a la nueva integrante, quien veía todo con sus pequeños  y bonitos ojos negros. Habían pasado dos días en el hospital, haciendo de la habitación su segunda casa, porque no se cansaban de la pequeña Ji Eun.

-Necesito tener la mía ya –chilló Taemin acariciando su vientre semi abultado de tres meses. Taeyeon la cargaba con dedicación pues nunca había tenido la oportunidad de sostener a un bebé tan pequeñito.

-Lo bueno es que al fin decidieron dejar de nombrar a mi hermana con sus nombres combinados.

SooYeon entraba con la ayuda de Taesun, riendo por el comentario de la chica.

-Su padre me insistió en llamarla Soo Jin. Supongo que era tiempo de ponerle un alto.

Por fin la casa de los Lee estaba completa –por el momento –.

 

**

-¿Nervioso? –Kibum negó, indicando con su mirada lo contrario. –No tienes de qué preocuparte. Nunca dejaría que te pasara algo a ti o a mis bebés.

-Aquí tenemos las cabecitas, que se encuentran en perfecto estado. Esto de aquí –apuntó el médico con una pluma –parece ser una nariz respingada…

-¡Como la mía! –Kibum estaba contento de que sus hijos salieran igualitos a él y que no tuvieran aspecto de cachorros. Era ya el tercer ultrasonido que le permitía ver como sus pequeños iban creciendo en su interior. Le llenaba el pecho un sentimiento de amor tan grande por un par de cositas que aún no podía tocar, pero ahí estaban, chupándose los deditos y dando pataditas suaves.

-¿Listos para conocer el sexo de sus bebés?

-Sí.

-No

Jonghyun y Kibum se miraron serios. Jonghyun quería que fuera una sorpresa pero el castaño no pensaba lo mismo.

-Jonggie…. –masculló en tono malcriado –conozcamos que vamos a tener.

-Prefiero tener la duda hasta verlos.

Kibum volteó a ver la pantalla, ilusionado.

-Entonces salte, que voy a escuchar el gran secreto –no bastó que lo dijera dos veces, pues ya estaba en el umbral de la puerta; sabía que ante las decisiones de Kibum él salía sobrando.

-Déjeme decirle que van a tener…-y eso fue todo. No podía oír, porque necesitaba dejarlo en un misterio que luego se encargaría de conocer.

Bastaron tres segundos para informarle que la información ya estaba pasada. Tres segundos en donde los gritos de su pareja le pusieron los pelos de punta. Fuese lo que fuese, los iba a amar con locura.

Aunque internamente rogaba que ambas fueran niñas.

 

 

**

-¿Cómo va todo en la casa de los Locos Adams? –Bromeó Minho. Mantenía una mano en el volante y la otra viajaba desde la palanca de velocidades hasta el vientre del menor.

-Embobados –susurró.

-Supongo que es la alegría de tu nueva hermanita. ¿No te emociona?

-Me incomoda la idea de que mi bebé…

-NUESTRO bebé. –corrigió el pelinegro de inmediato. Taemin rodó los ojos.

-Nuestro bebé tenga una tía unos meses más grande que él.

-Entonces, haciendo cálculos, debí haberte embarazado dentro de 15 años. ¿No puedes posponerlo? –Taemin le miró de mala gana.

-Cállate. En serio.

Hubo un tiempo en el que Minho dudó sobre hacerse responsable; pero la idea de tener un bebé con Taemin le abrió los ojos y lo hizo ser mejor persona. Había conseguido trabajo en la compañía de Jonghyun quien a duras penas tuvo que bajarle el sueldo de un millón de dólares porque el pelinegro era demasiado orgulloso y no necesitaba sentir que se aprovechaba del mayor. Entrando al segundo mes de embarazo, ya había conseguido un departamento de 4 habitaciones cerca de la casa de su mejor amigo, no necesitaba pensar en pasar necesidades ni bailar de nuevo para obtener dinero. La boda se iba planeando poco a poco  y ver ese anillo en el dedo del menor siempre le sacaba una sonrisa. Sin embargo, había un ligero detalle que arruinaba su periodo de vida feliz y era el hecho de que las hormonas en Taemin habían sido un desastre, arrasando su pequeño y delgado cuerpo con un humor irritable al 100%.

Todo le molestaba, todo le hacía llorar y todo le hacía quejarse.

Que si Minho no se estacionaba bien le discutía su ineficacia para conducir.

Si Minho no le sonreía al menos unas 500 veces al día, comenzaba a reprocharle que seguramente tenía una amante a la que le daba esa sonrisa que le faltaba.

Si Minho bostezaba, era demasiado irrespetuoso.

Si Minho se reía escandalosamente, era un inmaduro.

 

Ah, pero si Minho venía y le abrazaba desde atrás, tocándole el vientre con cariño, era el más bonito gesto que podía hallar.

-Vayamos a comer algo.

-Claro, como el señor  Choi ve que estoy aumentando de peso, asume que tengo un problema con la comida y necesito satisfacer mi hambre ¿No es así? –masculló con los brazos cruzados.

-No es eso.

-¿Entonces? ¿No piensas que soy un cerdo al cual debes alimentar para llevarlo al matadero?

-No cites sagas de libros populares…

-Aparte de decirme gordo, eres un inculto. De verdad que no sé qué pensaba al estar contigo. Espero que mi bebé no salga igual de ignorante que tú.

-¿Entonces? ¿Vamos a la casa? –preguntó un poco harto.

-Nooo. Tengo hambre. Quiero almorzar.

Minho se mantenía calmo al volante, sin dejar de acariciar el vientre de Taemin. Pero internamente estaba que ardía por contestarle un par de cosas.

Pero no. Lo amaba mucho y estaba dispuesto a soportarle el humor de mierda.

 

 

**

Hacía un buen tiempo desde que los 4 se reunían. Ya no era tan extraño sentarse a hacer un picnic en la habitación –departamento- oficina del hospital Kim.

-Ya no soporto mi estómago. Necesito sacar estas cosas de mi interior –se quejaba el castaño, sobando su espalda al estar de costado.

-Y detesto esas pequeñas estrías que se van formando –opinó Taemin, sentándose a un lado del mayor.

-Ambos lucen hermosos –comentó Jonghyun, sosteniendo un plato de comida.

-Como tú no tienes que pasar por dolores de espalda ni patadas en la vejiga.

-Lo que Jonghyun trata de decir es que embarazados lucen adorables –Minho intervino al rescate del moreno.

-Ah, ¿Entonces antes de estar embarazados éramos horribles? –El pelinegro se frotó las sienes, mirando a la nada.

-¿Qué hice para merecer esto? –Susurró.  

Ambos hombres trataban de calmar a las bestias, pero es que estando juntas era casi imposible.

Jonghyun comentaba lo orgulloso que estaba de su empresa y de cómo su nuevo arquitecto comenzaba a diseñar un proyecto en Japón, que estaba agradando a la mesa directiva.

Una vez que Taemin y Kibum se calmaron, se dedicaban a reírse y a contar ciertas anécdotas de sus vidas. El menor se llenaba la boca de comentarios sobre su hermanita y lo hermosa que era. Kibum se dejaba acariciar por Minho, como en los viejos tiempos.

Los 4 reunidos, carcajeándose por cualquier cosa, charlando, acariciando los abultados vientres y pensando nombres para sus futuros hijos.

-¿Y si nuestros hijos llegan a quedar juntos? –Jonghyun miró a Kibum sin entender –me refiero a que, Yoogeun puede estar con uno de mis hijos y el de Taemin con otro. Así seríamos prácticamente familia.

-Dudo que Yoogeun o mi otro bebé logren enamorarse de un par de cachorros deformes –se burló el pelinegro.

-¡YAH, CHOI MINHO! –Gritó el castaño –Mis hijos serán los niños más hermosos de todo el planeta. Tendrás suerte de que siquiera logren saludar a tus dos pequeños.

-Mi bebé también será hermoso. Estoy seguro de eso –comentó el menor, tomando la mano del mayor, mirándolo con dulzura –porque lo hicimos con amor ¿No es así? –Minho asintió.

-Pensé que lo hicieron con locura –Jonghyun les miró travieso, observando como los dos pares de mejillas se coloreaban de rojo –y que no pensaban en las consecuencias.

Unas estruendosas carcajadas se escucharon incluso por los pasillos.

De pronto, la duda surgió en Kibum, quien mermó toda clase de risa.

-Por cierto… -su cara de inocencia se hizo presente -¿Lo han intentado hacer? –Taemin se sonrojó con fuerza, mirando en cualquier otra dirección. –Vamos, somos amigos.

-¿Cuál es el propósito de decirte sobre nuestra vida sexual?

Jonghyun se jugó los dedos, mirando el cuerpo de Kibum. Desde que supo que estaba embarazado no pensó en ponerle una mano encima sin ser algo más allá del cariño. La lujuria no había cegado sus ojos hasta que el castaño soltó la pregunta. De pronto ese cuerpo semi redondo se le antojaba con fuerza.

-Me intriga –soltó.

-No. –respondió tajante Taemin. –No lo hemos hecho estando yo así.

-¿Ni para festejar su compromiso? –El menor negó.

-No preguntes más allá, que no pienso revelar más, Hyung. –Minho tomó un poco de su bebida, observándolo con esos ojos grandes.

El resto de la hora fue de consejos sobre posiciones y datos curiosos sobre el sexo con embarazados. Taemin nunca había profanado sus oídos con semejantes expresiones hasta conocer el vocabulario de Kibum. Simplemente se levantó, agradeció la comida y después de despedirse se retiró con Minho detrás de él.

 

*

-Olvidemos este momento incómodo y vayamos a ver un local bonito para la recepción de la boda –sugirió el mayor, tomando su mano con ternura -¿Te parece?

Taemin asintió con los labios apretados.

-Pero antes… -Minho detuvo sus pasos, expectante de lo que su amor tenía que decir –tengamos sexo Hyung. 

 

Notas finales:

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y QUE LES HAYA AGRADADO QUE IU SEA LA IJA DEL ONSICA <3

 QUEDA PERFECCCCCTA <3 <3

Bien, nos veremos en la próxima actualización y aviso...quedan como 3 capítulos de esta historia... así que vayan despidiéndose uwu

 

RECUERDEN DARLE AMOR A SWEET POINT <3 

y sus reviews si les gustó y me extrañaban :'D

 

NOS VEMOSSSS <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).