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Sexy, Naughty, Bitchy Mello por Kurumi2413

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Notas del capitulo:

Okay, deberían amarme. Publico esto ANTES de irme a la escuela, y me levanté temprano, más de lo usual, para poder terminar esto. :c 

al final las excusas xD 

 

El sol ya comenzaba a notarse en aquella habitación donde aún dormían plácidamente dos muchachos de quince años, mas sin embargo, su tranquilo sueño fue interrumpido al escucharse la molesta alarma que había en el celular de Matt. El rubio se talló los ojos con pereza, mientras escuchaba un quejido de parte de el pelirrojo, que seguramente era por tener que levantarse, ya que ambos no se habían dormido lo que podría decirse "temprano", y aunque tampoco fue demasiado tarde, Matt estaba acostumbrado o a desvelarse, o dormir demás.

—Maldición... Por eso no me gusta dormir entre temprano y tarde... –Se quejó de nuevo, también tallándose los ojos para despabilarse un poco más.

—Tienes una alarma demasiado escandalosa. —Sentenció Mello, buscando con la mano el celular de el pelirrojo para poder apagarlo.

—Se nos hará tarde... –Dijo Matt, mientras bostezaba.

—Ya lo sé, pero recuerda que tú eres al que más le cuesta levantarse... –Mello se levantó de la cama, y como si estuviera solo en su propia habitación, se dio media vuelta, dándole la espalda a Matt, comenzó a desvestirse para ponerse su uniforme, que habían lavado el día anterior junto con las sábanas del sillón.

Matt se sentó sobre la cama, y al ver al rubio semidesnudo, su cara se puso completamente roja.

—¡Hey! ¡P-puedes cambiarte en el baño! –Espetó, fingiendo molestia. Mello hizo caso omiso a su comentario, y siguió vistiéndose, con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Y es que sabía que Matt observaba cada uno de sus movimientos atentamente, sin perderse ningún detalle. —¿Y no te bañarás antes? –Preguntó, aún con un leve sonrojo en el rostro.

—No, ayer ya me bañé, y si lo hago se hará tarde, puedo hacerlo por la tarde. –Se acomodó los pliegues de su camiseta algo arrugada, y se volteó para observar a el pelirrojo.

—Tienes razón... ¡Cierto! No te había dicho, Near dice que quisiera hablar contigo, al parecer no le desagradas como tú crees, a mí no me dio detalles, simplemente dijo que era para "arreglar sus malentendidos", pero que no importaba si yo estaba ahí. –Sonrió nerviosamente, pues sabía que Mello odiaba a Near desde lo más profundo de sus adentros.

—No quiero. Ah, apúrate a vestirte, se hará tarde, mientras, haré el desayuno. –Y Matt tenía razón una vez más, el chico había esquivado lo que había dicho de forma impresionante.

—P-pero dijo que era importante... –Intentaba convencerlo, pero era en vano, eso sólo lograba hacer enojar más a Mello.

—Ya dije que no. Ahora, bajaré, prefiero cocinar a discutir, ¿Entendido? –Matt suspiró y asintió, observando a el rubio salir de la habitación.

Era imposible, Mello jamás se llevaría bien con Near. Se levantó con pesadez, y tomó su uniforme para vestirse.

Lo peor del caso es que eso no era todo, ese día también colocaban en la entrada de la escuela la tabla de posiciones con los resultados de los exámenes del bimestre, en esas épocas, Mello siempre se ponía de un humor insoportable, a menos que superara a Near, lo cual, había pasado una sola vez en todo el ciclo escolar, a pesar que faltaba tan solo un bimestre para acabar, y en el último no hacían prácticamente nada. Con esos pensamientos en la mente, terminó de vestirse y bajó las escaleras de su casa, encontrándose con la mesa ya lista, y un desayuno que constaba de una tostada con mermelada y café oscuro, justo como a él le gusta, mientras que el de Mello era fruta y un chocolate.

Ambos se sentaron en la mesa, y comenzaron a comer, al principio en silencio, y después en un ambiente algo tenso. Mello decidió romper el silencio.

—¿Cuándo fue que Near te dijo eso? Creí que ya no le hablabas. –Tenía el ceño fruncido y una gran cara de molestia. Si desde antes ya odiaba al pequeño albino, juntar eso con celos hacia él no resultaría para nada bueno.

—Eh... Bueno, fue mientras tu comprabas la comida en la cafetería hace unos días, él me vio y me dijo eso... –Respondió, arqueando una ceja, sin entender muy bien a que llegaba ese comportamiento. ¿Acaso eran celos? ¿O simplemente por causa de su odio a Near?

—No me gusta que Near sea así. Y no entiendo como puedes llevarte bien con él, la mayoría de las personas lo detestan al instante.

—Ah... Yo nunca me llevé mal con él, siempre fuimos "amigos". De hecho era la única persona de la escuela con la que hablaba, antes de comenzar a hablarte a ti. –Explicó, cerrando los ojos mientras daba un sorbo a su café, aún sin comprender a qué llevaba esa conversación.

—Maldito enano blanco. Tsk. –Tomó el último pedazo de fruta que quedaba sobre su plato, y abrió la pequeña barra de chocolate que estaba por un lado. Matt abrió los ojos y arqueó las cejas nuevamente, sin comprender a Mello.

—¿Es por los resultados que estás así? Vamos, seguro te irá bien. –Le dedicó una sonrisa sincera, y de un sorbo tomó lo que le quedaba de café.

Mello no contestó, simplemente se quedó callado, pensante. ¿En realidad estaba celoso de Near? ¿O era por los resultados, como cada final de bimestre? Lo que sabía, era que le molestaba esa especie de "amistad" que tuvieron o aún tenían, ya que tal vez las demás personas no se dieran cuenta, tal vez no era tan visible, pero él tenía muy en claro que el albino no sentía simplemente amistad hacia SU pareja. Y aquello le molestaba incluso más que los resultados.

Decidió que lo mejor era dejar pasar eso y concentrarse en verse seguro de haberle ganado en los exámenes. Después de todo, Matt era suyo, y ni Near ni nadie se interpondría. Bastante había costado ya el que ambos estuvieran juntos, y no permitiría eso.

Una vez terminaron de prepararse, salieron rumbo a la escuela. Casi iban llegando, cuando divisaron a una niña castaña de ojos verdes con pecas y lentes rojos con un uniforme azul que probablemente era de preescolar. Así es, era Lena, la prima de Matt, que, por alguna razón, los estaba esperando, con una expresión en el rostro que era difícil de describir, como si estuviera decida de decir algo importante. Una vez estuvieron lo suficientemente cerca, Matt suspiró, y la menor los miró decididamente.

—Mail, Mail... ¿De dónde vienen los bebés? Le pregunté a la maestra y luego a mis padres, pero nadie me quiso decir. Tú siempre dices la verdad, ¡Dime! –Aquello había sonado como una orden. La niña le estaba EXIGIENDO a Matt que le contestara.

—Pues verás... Las dos personas que se quieren mucho se toman de la mano, se abrazan cariñosamente y eso hace que una cigüeña traiga desde muy muy lejos al bebé, que es puesto en el estómago de la mamá... Y entonces... –Mello rodó los ojos, al escuchar la aburrida respuesta de Matt, aunque por dentro estaba muriéndose de la risa.

—Sexo. –Dijo, haciendo un ademán con los hombros.

Matt lo fulminó con la mirada, y seguido puso la típica expresión de "Mátenme", al observar como la niña lo miraba con furia.

—¡Me mentiste, me mentiste! ¡Los bebés se hacen gracias al 'sekso'! ¿Verdad, amigo de Mail? –Miró a Mello con los ojos brillantes, como si fuera un filósofo famoso o alguien a quien idolatrar.

—Sí, así es. –Asintió. Lena abrazó al rubio rápidamente, y sin decir nada más, se fue corriendo hacia su Jardín de niños, donde seguramente armaría un escándalo por su nuevo "descubrimiento".

—Maldita sea, será tu culpa si me regañan mis tíos por eso. –Sentenció Matt, mientras seguían caminando.

—Tu prima me agrada, era como yo de pequeño, excepto que no era tan "alegre". –Matt abrió los ojos sorprendido, su enojo casi fingido había pasado instantáneamente al escuchar esas palabras.

—¿A qué te refieres con eso? –Preguntó, con curiosidad.

—Yo preguntaba todo tipo de cosas así, porque escuchaba de esos temas en libros o de los mayores, pero no entendía. La diferencia es que a mí me enseñaron sobre sexualidad desde muy pequeño. A los ocho o nueve años ya leía libros eróticos y entendía sobre eso a la perfección.

—Es por eso que sabías tanto cuando... Bueno... –Sus mejillas ardían, no estaba acostumbrado a hablar de eso. Mello asintió, como gesto de que comprendía a lo que se refería. —Me refiero... A pesar de que nunca habías hecho nada parecido, sabías sobre eso por todos los libros e información que leías... ¿Cierto? –Mello rió levemente, causando que Matt se sonrojada más de lo que ya estaba.

—Así es, pero no era necesario que lo explicaras así, aunque bueno, mejor por mí, eso me da a entender que te gusta cuando... –Matt le tapó la boca antes de que pudiera decir otra cosa, sabía que Mello no tendría pena de gritarlo a toda la escuela, para ese tipo de cosas, la palabra "Vergüenza" no existía en él.

Suspiró y retiró su mano una vez que estuvo seguro que no diría nada más, el rubio le dedicó una sonrisa pícara. Habían estado tan entretenidos hablando, que no notaron que ya estaban en la escuela, justo donde estaba la tabla de posiciones. El rubio volvió a su semblante de seriedad, y totalmente decidido, buscó su nombre en la tabla.

—¡MALDICIÓN! –Matt cerró los ojos debido al susto que se dio al escuchar el grito de Mello, ya lo presentía. Y ahí estaba, en segundo lugar, después de Near.

Un terrible sentimiento de ira lo invadió, siempre resultaba lo mismo, estaba harto de todo eso. Pero no se rendiría, no podía, a pesar de que siempre se esforzaba, mientras que en cambio Near no hacía mas que jugar con sus juguetes y puzzles.

—Buen día para ti también, Mello. –Y justo había llegado Near. Lo más molesto para el rubio es que a Near le daba igual ser el primero o el último, tampoco era que se emocionara, pero sí sabía que muchas veces era sólo para molestarlo.

—Cállate. –Cuando apretó los puños, Matt comenzó a preocuparse. No quería que Mello golpeara a Near, pero el albino se estaba burlando de él, y eso tampoco le agradaba.

—Matt... ¿Puedo hablar contigo un minuto? A solas. –Recalcó lo último, ignorando por completo a Mello, quien a esas alturas ya estaba no sólo molesto con Near, sino ahora celoso. Demasiado celoso. Y lo sabía, pero no podía hacer nada por detener eso, a pesar de odiar ponerse así.

El chico pelirrojo observó a Mello algo preocupado, sabía que eso no le gustaba, pero a la vez sentía una gran curiosidad por saber que era lo que Near quería decirle. Le hizo un ademán con las manos indicándole que ya volvía, y siguió al albino.

El rubio odiaba que Near se le acercara de esa forma, en especial porque sabía que también lo hacía para burlarse de él, y nadie, absolutamente nadie, se burlaba de Mello. Tal vez algunas veces Matt lo hacía de broma, pero se podría decir que era una grandísima excepción, y aún así, si llegaba a sobrepasar el límite, aunque fuera el pelirrojo, igual se molestaría. Tenía su orgullo, y si algo no soportaba era que se burlaran de él. Y no dejaría a Near hacer eso, además de que, por tonto que pareciera, intuía que nada bueno saldría si Matt se quedaba a solas con el chico de cabellos blancos.

Salió del lugar con furia rumbo al salón con las manos apretadas. Definitivamente se desquitaría de Near luego, no podía dejar esa situación como si nada hubiese pasado, pues si hiciera eso, terminaría pareciéndose a él, y lo menos que quería era eso. Ser tan indiferente como un robot.

Iba tan concentrado en sus pensamientos, que ni siquiera notó cuando Víctor, un chico de último año, al igual que él, sin embargo, estaba en el peor grupo de toda la secundaria. Su "grupo" de amigos tenía fama de golpear a cualquiera que de les interpusiera, pero él también, y además, en ese momento ese era un problema insignificante.

—Oh, que tal, Mells. –Víctor sonrió de forma burlona. Lo había acorralado en un pasillo donde raramente pasaban los estudiantes, y se encontraban en el segundo piso.

—Te prohibo que me llames así. –Mello estaba irritado, ¿es que no podía estar tranquilo un día sin que algo lo molestara? Y el chico lo había llamado 'Mells', como solía llamarlo Matt. Que su boca pronunciara ese apodo le repugnaba, si había alguien a quien odiara casi o igual que Near, era a Víctor. Siempre le cayó mal, y el incidente en la casa de Alice fue culpa suya y de sus amigos. Eso lo molestaba aún más, eso no podía ser peor.

"Primero me entero que estoy segundo nuevo. Luego que Near venga a molestar y me dé un estúpido ataque de celos. Ahora que este tipo me irrite. Genial, esto es bello." Pensaba, sarcástico.

—Oh, pero tu "amiguito" si puede, ¿Correcto? –Seguía sonriendo, y el rubio presentía de alguna forma a lo que quería llegar.

—¿Qué es lo que quieres? –Cuando ese chico se comportaba así, siempre quería alguna cosa. Y estaba dispuesta a cumplirla siempre y cuando no involucrara a Matt o lo pusiera en peligro, con tal de que dejara de molestarlo.

—Aléjate del friki. –Y bien, al parecer, no cumpliría nada de lo que le decía. Prefería estar de un humor horrible por semanas a que alejarse de Matt. Eso es algo que jamás haría, costara lo que costara.

—¿Y si no qué, he? Tengo entendido, que tú no me puedes decir que hacer. –Soltó una risa sarcástica, seguramente sólo quería espantarlo, peor no le iba a dar ese gusto.

—Verás que después claro que lo harás. –Su tono de voz era firme, confiado. Eso no le gustaba para nada a Mello, sabía que tramaba algo, pero desde el momento en el que mencionó a Matt, supo no fuera lo que fuera, no lo haría.

—Pff. –Mello rodó los ojos, se dio media vuelta y se dispuso de una vez por todas a regresar hacia su salón de clases. No creía que ese chico fuera una "gran" amenaza, por lo que decidió ignorarlo. Escuchó como su celular que traía en el bolsillo hizo un sonido como de vibración; le había llegado un mensaje de texto.

Lo sacó y observó en la pantalla. Justo era de Víctor, y aunque le daba igual fuera lo que fuera, la curiosidad era más fuerte, por lo que, decidió abrirlo. "Si no te alejas del chico pelirrojo, toda la escuela verá esta foto." Su mensaje era claramente directo y muy molesto e irritante. Pero lo estaba aún más al observar la foto, donde aparecían ambos, besándose en la enfermería el día que se había desmayado. Arqueó una ceja, confundido. ¿Acaso los habían visto?

Si aquella era la "amenaza" del chico, no conseguiría nada. De hecho, le daba igual que todos se enteraran, pero tenía que avisarle a Matt sobre lo que podría pasar, para que no lo tomara desprevenido. E incluso podían seguir normales y que no sucediera nada, sólo tenían que ser más listos. Y claro que lo era, no por nada ocupaban el segundo y tercer lugar de toda la escuela.

Decidió no darle importancia a eso, tenía asuntos más importantes que atender, como por ejemplo, ¿Qué le había dicho Near a Matt? Además tenía la mala suerte de sentarse algo alejado de él, y eso era porque al comienzo del año, apenas y se dirigían la palabra. Era irónico, pues ahora ambos querían cambiar sus asientos. La ventaja que tenía, era que de alguna forma era fácil convencer a su tutor, ya inventaría una excusa para sentarse cerca, donde pudiera estar cerca del gamer y vigilar a Near. Los celos lo estaban llevando a hacer cosas de ese extremo, y es que no era por lo que acaba de ocurrir. No, tampoco era tan posesivo, sino que desde antes el albino ya se "traía algo entre manos", y ahora estaba llevándolo a cabo.

Ya en el salón, se dedicó a observar a su alrededor, aun cuando realmente no estaba prestando demasiada atención a lo que sucedía, se mantenía expectante por si su "amigo" llegaba. Tenía una pequeña ventaja en todo aquello: A primera hora tenían matemáticas, y el maestro que les daba era su tutor. Podría avisarle de el asiento y que no se sentía cómodo ahí. Por otro lado, por suerte no estaba en el mismo salón que Víctor.

Tocaron el primer timbre, y justo el profesor entró al salón de clases. Todos los alumnos dieron los buenos días al unísono, pero para el rubio había algo extraño ahí: Matt y Near aún no volvían. Ahora comenzaba a ponerse ansioso, ¿De qué tanto estarían hablando? No podía evitarlo, sentía una fuerte molestia, y lo peor era que no podía hacer nada para deshacerse de ese sentimiento.

Se levantó de su asiento y le explicó al maestro que no podía ver bien desde donde estaba, que sus compañeras de al lado eran molestas, le hablaban y le distraían. Y eso era verdad, siempre trataban de coquetearle de alguna forma, y eso le molestaba demasiado. Además podía ver claramente como Matt volteaba con molestia de forma "disimulada" cuando alguna chica trataba de intentar algo, y no quería que hubiera malentendidos a esas alturas.

El maestro quedó convencido al escuchar toda su explicación, que de forma inconsciente, la había alargado más de lo debido para darle tiempo a el pelirrojo de poder llegar a la clase antes de que pasaran lista. Y así fue, pues cuando se colocó triunfante en su nuevo asiento que estaba justo frente al de Matt, ambos chicos, el gamer y el albino, entraron jadeantes al salón con el cabello desordenado.

Mello se molestó aún más que antes, e incluso se enojó consigo mismo por pensar cosas así. ¿Qué le pasaba? Matt no era capaz de engañarlo con Near, pero el albino... Aunque lucía inocente, él creía que era un completo demonio manipulador en el fondo. No soportaba, si no fuera porque estaban en clase y con todos sus compañeros al rededor, se le hubiera tirado ahí mismo para dejarle en claro que la única persona que podía tocarlo era él, y solamente él.

Pero, ¿y que había del cabello desordenado? ¿Qué explicación había para eso? Estaba impaciente por preguntarle, pero tampoco quería que sonara como un interrogatorio, tendría que esperar que terminara la hora para poder contarle sobre lo que pasó con Víctor, y "de paso" preguntarle de Near.

—Mell, ¿Qué haces en ese sitio? –Preguntó Matt, confundido, pero a la vez, estaba alegre ya que ahora podría estar más cerca del rubio.

—El maestro me dejó cambiarme de sitio. –El pelirrojo le sonrió amablemente, y se sentó en su sitio, seguido de el albino, quien no dijo palabra alguna durante toda la clase.

El tiempo transcurrió de forma normal, hicieron algunas ecuaciones de tercer grado y una vez iban terminando el trabajo, cada quien podía ponerse a hacer lo que fuera de su gusto. Algunos platicaban, otros leían, dibujaban, y Near, jugaba con sus robots.

Mello acabó rápidamente como era costumbre, y Matt no tardó demasiado. Hablaron en el salón de cosas triviales por unos minutos, hasta que el rubio recordó lo que tenía que hacer. Volteó a ver a Near, quien estaba tan indiferente a todo como siempre, y la molestia volvió a él. Tomó a Matt de la muñeca, y lo jaló por todo el pasillo hasta llegar al baño que se encontraba más alejado de los salones y al que menos solían acudir los estudiantes. Su "amigo" no dijo nada, simplemente se dedicaba a seguirlo, hasta que llegaron. Una vez dentro, Mello lo soltó y lo observó fijamente por unos segundos, hasta que habló.

—Hoy por la mañana cuando recién llegamos y tú fuiste a hablar con Near, Víctor nos "amenazó". –Lo había dicho de forma algo directa, pero era necesario, no encontraba la forma de ser "suave" en ese asunto, y además de todo, no tenían demasiado tiempo antes de que comenzara la siguiente clase.

—Ah... ¿A qué te refieres? –Matt se encontraba confundido, ese chico tenía mala fama en el instituto y siempre se salía con la suya, pero había otro detalle: Mello también conseguía todo lo que quería cuando quería, y para esos asuntos, no era la excepción.

El rubio sacó su celular y abrió los mensajes. Cuando estuvo en la pantalla lo dicho por Víctor, le pasó el apartado a Matt.

A diferencia de él, el gamer se sorprendió mucho más, se quedó callado observando con detenimiento la fotografía hasta que Mello habló nuevamente.

—Creo que lo mejor sería ignorarlo, y de hecho, estoy harto de todo eso, incluso sería mejor si se enteraran, así Near dejaría de ir detrás de ti.

—Yo... No lo sé... Pero... Un momento, ¿Cómo sabes que Near...? –No tuvo que terminar la pregunta, sabía que el rubio entendía a qué se refería con eso.

—Para empezar, intenta cualquier momento para acercarse a ti. Segundo, es claro, se nota por la forma en la que te mira. Y eres la única persona que le habla. –Matt pudo notar el enfado en las palabras de Mello, y era comprensible, pues admitía que lo que decía era cierto, pero después de todo, si estaba con él era por algo, ¿O no?

—Creo que debí decírtelo antes... Sí, Near se me confesó desde que estábamos en primer año, pero sabes que te elegí a ti, por favor de eso no lo dudes nunca. –El gamer estaba levemente sonrojado, mientras que Mello abrió los ojos con sorpresa, y fue entonces que comenzó a unir los hechos poco a poco, como si fueran un rompecabezas.

—Maldito enano, parece una bola de algodón, algunos dirán que es tierno, pero no lo es. ¡Yo dé que no es tan inocente como parece en el fondo! ¡Sólo es un manipulador! –Le dio la espalda a Matt y estaba a punto de golpear la pared con los puños, hasta que el pelirrojo lo detuvo.

Sintió la delgada y blanca mano sobre su hombro, mientras Matt lo miraba de tal forma que detuvo en ese instante todos los pensamientos asesinos hacia Near.

—Mell... "Princesa", Mells, Mello... Mihael... –El rubio se sorprendió, era la primera vez que escuchaba a Matt llamarlo por su nombre de esa manera, y fue tanta su sorpresa que ignoró por completo los otros apodos extraños que el gamer le ponía.

—Eh... Ahá...

—Como digo esto sin que suene "cursi", como tú dices... A ver... Primero que nada, despreocúpate con lo de Víctor, que realmente, si tú piensas que incluso es mejor si se enteran, no me pondré en tu contra... –Suspiró, a pesar de que seguía sin parecerle demasiado, prefería hacerle caso a Mello. — de todas formas, ya me había enterado que muchas personas sospechan, y tampoco podemos darle el gusto de salirse con la suya. Lo otro... –Sonrió un poco y prosiguió hablando con dulzura. —Puede que yo le guste a Near, pero recuerda que a pesar de saber esos desde hace... Bueno, desde siempre, te elegí a ti, ¿O no? Y no cambiaré mis sentimientos, ten eso bien en claro, además, te confesaré que soy demasiado cursi, pero también me avergüenzo cuando trato de decir lo que pienso, aunque desde ahora dejaré eso de lado, y afrontaremos estas cosas juntos, ¿De acuerdo? –Mello estaba bastante sonrojado, aun tratando de desviar la mirada, no le era posible.

—¿Y qué hay de...? ¿Por qué tenían el cabello desordenado cuando llegaron a clase después de tardarse tanto? –Se atrevió a preguntar. Y es que su duda era demasiado grande, se sentiría más tranquilo si aclaraba eso.

—Él me habló de algunas cosas, me dijo que no había cambiado sus sentimientos desde entonces, y que quería ver si realmente tú eras "digno de mí." Yo me molesté un poco, y admito que le reclamé sobre eso, pero después nos encontramos con Lucía, la señora de limpieza. Dijo que si podíamos llevar unas cajas demasiado pesadas para ella a la bodega, y así lo hicimos. Ella después de eso nos revolvió el cabello a ambos, sabes cómo es, y por eso quedó así... Cuando escuchamos que ya habían tocado el timbre, nosotros seguíamos abajo, por lo que decidimos correr al salón para poder llegar, aunque de no ser porque distrajiste al maestro no lo hubiéramos logrado... Y eso es todo. –Sonrió.

Mello no sabía que decir, se sentía mal por pensar cosas erróneas, mientras que Matt por su parte lo comprendía muy bien, sabía que se sentía ese molesto sentimiento de celos, cuando tu imaginación se apodera de ti de tal forma que piensas lo peor, y él lo sabía porque seguido se sentía celoso de todas las chicas que observaban y se le declaraban a Mello, pero trataba de no demostrarlo. Es por eso que lo comprendía, y en parte, estaba feliz de saber que no le daban igual esos asuntos.

—Ahora, jamás vuelvas a pensar algo así. –Se armó de valor y se dejó llevar por sus impulsos, tomó a el rubio de la barbilla estando éste desprevenido y pensante, observó su notable sonrojo en las mejillas, y le plantó un suave beso en los labios.

Estaba más que sorprendido, sin embargo, reaccionó sobre lo que estaba pasando, y una vez más sus emociones le ganaron. Comenzó a recorrer el delgado y delicado abdomen de el pelirrojo por debajo de la camiseta del uniforme, mientras con su boca recorría desde el lóbulo de la oreja hasta el cuello de Matt, dando algunos besos suaves y uno que otro mordisco. El gamer comenzaba a sentir calor. Daba largos suspiros y leves gemidos de vez en cuando.

A pesar de que el día anterior habían estado "juntos" -literalmente- por mucho tiempo, no le bastaba. Siempre había un instante donde el deseo por recorrer el cuerpo de Matt era más fuerte que de costumbre. En ese caso, como había estado sintiendo celos de Near, tenía una gran necesidad de recalcar que le quería, y que sólo él podía ponerlo "de esa manera". Lo recargó sobre la pared del baño, y comenzó a subir su pierna, hasta llegar al punto en el que su rodilla se encontraba en la entrepierna de Matt. Este gimió de forma más fuerte que antes, importándole poco que siguieran en la escuela.

Entre caricias, roces y besos, no se dieron cuenta cuando la puerta del baño fue abierta inesperadamente, y además, por quien menos creían.

—¿Mello, Matt, están... –Se separaron de la forma más rápida que pudieron, mientras se acomodaban sus prendas nuevamente. Antes de voltear a ver de quien se trataba, Mello ya había logrado reconocer la voz de la persona que estaba parada mirándolos atónita. Y se había sorprendido, ¿Qué estaba haciendo ella ahí?

—¿Ailyn? –Preguntó Matt, confundido, observando a la chica quien aún estaba sorprendida por la "escena" en la que los había encontrado.

—¿Qué haces aquí? –Preguntó Mello, dándose cuenta que llevaba el uniforme de la escuela.

—Ahora vivo en esta ciudad, desde hace poco pero... No sabía que ambos venían a esta escuela hasta que la maestra de español me pidió que viniera a buscarlos y... –Matt, inesperadamente, la interrumpió.

—¿Por qué no estabas durante la primera hora? –El pelirrojo se sentía algo avergonzado por la forma en la que los había visto a ambos, pero sabía que el problema en ese momento no era ese.

—Se me hizo tarde, que no pude llegar a la primera hora... Me presentaron hace unos minutos, estoy en su salón. –Sonrió. –Cuando me pidieron que fuera a buscar a "un chico pelirrojo y a un rubio más alto", con la excusa de que podría recorrer la escuela mientras buscaba... supe de inmediato que eran ustedes, además que algunas chicas comenzaron a susurrar algunas cosas sobre Mello.

—Eh... Para no tener problemas, si te preguntan, habíamos ido a la enfermería por unas pastillas para el dolor de cabeza, ¿Sí? –Matt seguía algo inquieto, no era exactamente bueno que la mejor amiga de su pareja los encontrara de esa forma, pero en parte, estaba agradecido. De no ser por la chica, quien sabe que más hubieran llegado a hacer en ese baño.

—No hay problema, Matt. –Les dedicó una sonrisa nuevamente, a pesar de dolerle en el fondo, pues seguía importándole su compañero de la infancia.

Ambos muchachos caminaron hacia la puerta del baño donde los esperaba Ailyn, pues después de todo, era el baño de hombres.

Mientras caminaban rumbo al salón, Mello no pudo evitar sentir curiosidad. ¿Por qué se había mudado? ¿Y por qué a esa escuela? ¿No era un año mayor que ellos?

—Si puedo preguntar... ¿Por qué te mudaste y por qué en nuestro grado? –Ailyn sonrió como si hubiera estado esperando que Mello le preguntara eso, observó hacia adelante por el pasillo y respondió.

—Lo que pasa es que es por el trabajo de mi padre adoptivo, le piden mucho cambiarse de ciudad constantemente, esta escuela, porque tenía un amigo que tiene a su hijo aquí, y la recomendó, además estoy un año más abajo de lo que debería estar porque repetí 6to de primaria. –Matt observaba asombrado, al igual que el rubio junto a él, pues la chica seguía sonriendo a pesar de todo.

—¿Por qué repetiste? –A pesar de que no la conocía demasiado, el pelirrojo sintió curiosidad, y se atrevió a preguntar aquello.

—Lo que pasa es que me enfermé gravemente y falté por mucho tiempo. –En ese momento Mello no pudo evitar sentirse un poco preocupado. Y ni siquiera sabía por qué, pero supuso que a pesar de todo, seguía viendo a la chica como si fuera una hermana.

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El día había transcurrido con total "normalidad". O más bien, podría decirse que todo lo contrario, pues habían pasado demasiadas cosas. Mello y Matt se llevaron la "sorpresa" que Ailyn y Alice se llevaban a la perfección. Se habían hecho amigas de forma demasiado rápida, y esto irritaba a Mello. ¿Por qué? La razón era que ahora no sólo la pelinegra estaría burlándose de él de forma "amigable", sino que probablemente le contagiaría eso a la chica recién llegada, y sería demasiado molesto tener a dos chicas riéndose por ahí por cualquier cosa mientras se contaban los chismes del día.

Llegada la hora de salida, y Near nuevamente intentó acercarse a Matt. Sin embargo al ver la mirada molesta de Mello sobre ambos, él mismo se dio la tarea de buscar alguna excusa para rechazar la invitación de "ir a a hablar".

Así, los días seguían pasando con naturalidad. Víctor observaba como en vez de intentar separarse, estaban más juntos que nunca. Con enojo, esta vez intentó amenazar a Matt. Pero el gamer tampoco le dio importancia, era más importante para él tratar de calmar a Mello e intentar que no terminara golpeando fuertemente a Near en alguno de sus "arranques".

En ese momento, se encontraban haciendo sus tareas en el cuarto de Matt. Era de física, la peor materia para el rubio, y en cambio en la que mejor le iba a su "amigo".

—¿Entonces la respuesta es esta? –Señaló Mello, preguntándole a Matt. Odiaba que le enseñaran, siempre había preferido hacer eso por sí mismo, pero en ese caso era diferente, pues no entendía ni la mitad, y prefería que el que le explicara fuera él, y no su maestro. Eso sería pisotear su orgullo de estudiante que entiende rápidamente las cosas.

—Así es... Al fin acabamos. –Matt estiró los brazos, algo cansado. Habían estado haciendo la tarea por aproximadamente tres horas, y merecían un buen descanso. Pero eso no era lo que tenía en mente el joven chico.

Se había quedado con la imagen de días atrás cuando se armó de valor para robarle un beso a Mello, y no mentiría, había sido genial. Era una experiencia que nunca antes había probado, siempre esperaba que el rubio se durmiera o no se diera cuenta para besarlo por su cuenta, pero esa vez fue diferente. La sensación había sido tan inexplicablemente agradable que quería repetir eso nuevamente, quería sentir tener el poder de poder besar al adicto al chocolate siempre que quisiera, y sabiendo que nadie más lo haría. Pero necesitaba más.

—Mell... –Sin saber que más decir en el momento para hacerle saber a Mello lo que sentía, una vez más se dejó llevar por sus acciones. Tomó a el rubio por los hombros, y como ambos estaban sentados sobre la cama, fácilmente pudo recostarlo sobre ella. Por su parte, el rubio arqueó una ceja. ¿Qué intentaba?

—¿Qué pasa? –Preguntó de forma inocente, sin saber realmente las intenciones de Matt.

—Yo... Quiero ser 'el de arriba' por una vez. –Y ahí estaba. Ese sonrojo color carmín que hacía juego con su cabello. Aquel rubor que Mello había estado esperando ver para saber exactamente a qué se refería, y ahí estaba su respuesta.

—Adelante. –Sonrió divertido, en parte comprendía su sentimiento, pero también lo conocía a la perfección, y quería ver hasta que punto podía llegar.

Por su lado Matt se sintió feliz y nervioso al mismo tiempo. Él claramente no era bueno en esas cosas, y ni siquiera sabía por donde empezar. Comenzó a quitarle la camiseta color negro, tirándola al piso con sus manos completamente temblorosas, que no pasaron desapercibidas por el rubio.

Recordó entonces algunas de las cosas que hacía con él, y comenzó a lamerle los pezones al principio tímidamente, hasta que después con más confianza. Mello comenzaba a desesperarse, pues ya tenía su entrepierna bien despierta. Para calmarse un poco, alzó las caderas, y rozó levemente ambos miembros por encima del short que llevaban, simulando una embestida. Ambos gimieron, y por acto de reflejo, Matt supo inconscientemente qué hacer. Juntó aún más ambos cuerpos, y volvió a repetir lo que antes había hecho su "amigo", pero de forma más rápida y constante.

Mello estaba a punto de quitarle las prendas a Matt, hasta que recordó que tenía que dejarle a él ese trabajo por esa vez. Observó como esos ojos esmeraldas lo veían fijamente, hasta que sintió como unas aún temblorosas y nerviosas manos despojaron el short y el bóxer gris que llevaba, dejándolo completamente desnudo. Se sorprendió, Matt realmente se estaba tomando enserio eso. Pero sabía lo que le costaba y no quería forzarlo, por lo que detuvo ese "juego" en ese momento.

Cambio de posiciones, quedando él arriba de Matt. Rápidamente le quitó también al gamer el resto de la ropa que llevaba puesta, y éste lo observaba con enojo fingido.

—T-te dije que quería intentarlo... –Mello hizo caso omiso a su comentario y comenzó a besarle de forma casi desesperada el cuello, mientras recorría con sus manos la blanca y delicada espalda del otro.

Cuando creyó que ya era suficiente en esa zona, buscó sus labios y lo besó de forma apasionada durante todo el tiempo que el oxígeno les duró. Se separaron jadeantes, tratando de recuperar la respiración que aguantaron durante el beso.

—Podía ver tu nerviosismo, a mí no me engañas. Tal vez después, cuando te sientas más seguro, pero por ahora, yo seguiré teniendo el control. –Matt se sonrojó avergonzado. No había sido capaz de lograrlo. Olvidó eso cuando sintió como Mello masajeaba su miembro en un ritmo constante. Aprovechó para besarle la oreja, pues sabía que ese era uno de sus puntos sensibles. Ambos gemían, y cuando el rubio estaba a punto de introducirse dentro de el otro, el sonido de un carro y el portón abriéndose los distrajo de su labor.

—...¡Jodida mierda, al carajo todo el mundo! —Mello se levantó rápidamente, y antes de hacer otra acción, se le quedó viendo a Matt frunciendo el ceño debido a la extraña frase que había dicho su pareja, no acostumbraba a maldecir así. —¡No te me quedes viendo así y vete a cambiar a mi baño, mis padres ya están por entrar! –Recordó en la situación en la que estaban, y con toda la prisa, tomó su ropa que estaba en el suelo. Se metió al baño y cerró con llave para evitar que los padres de Matt entraran.

Matt estaba más que nervioso. ¿Qué haría? ¿Y si los descubrían? ¡Estaría muerto! Escuchó como sus padres ya se encontraban subiendo las escaleras, y él apenas y se había puesto su ropa interior. Rápidamente tomó su short y su camiseta, las colocó ágilmente debajo de la cama y se tapó completamente el cuerpo con la cobija que tenía.

Y justo en ese instante, abrieron la puerta de su habitación.

—¡Hijo! –Chris fue el primero en decir algo sobre eso, y aunque no sabía que Mello estaba ahí, sospechaba algo así. Su madre, Angie, también se había sorprendido. Ahora tenía el dilema de tener que improvisar algo, una excusa creíble de por qué estaba así y Mello en la casa.

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Mello y Matt se encontraban riendo a carcajadas. Los demás alumnos los observaban extrañados, ya que era hora de receso y fácilmente podían verlos reír.

—¿Entonces... Mi madre te dio las gracias? –Matt intentó calmarse, incluso había soltado algunas lágrimas a causa de la risa.

—¡Sí! Que excusa más tonta te has inventado, y lo gracioso es que era creíble. –Seguían riendo un poco, mientras recordaban la graciosa escena que habían formado en casa del pelirrojo.

Cuando Mello salió del baño ya vestido y arreglado, estaba por irse cuando sus suegros lo detuvieron. Estaba nervioso, ¿acaso los habían descubierto? Fue sorpresa suya cuando Chris le dio las gracias, mientras Angie sonreía. Sin saber por qué o si se trataba de sarcasmo, salió de ahí sin ánimos de quererlo descubrir. Al siguiente día, cuando el rubio le preguntó a Matt de eso, este le explicó que les había dicho que estaba enfermo, y que él había ido a cuidarlo. Era creíble, ya que Matt estaba rojo, tenía la respiración irregular y el cabello desacomodado, por lo que sus padres les habían creído la mentira.

La risa de ambos se detuvo cuando vieron a Near acercarse. Mello de un momento para otro cambió su rostro a uno más serio y molesto, observando con furia al albino quien seguía acercándose.

—Mello, que agradable sorpresa. Justo con quien quería hablar. –Se llevó una mano a el cabello y retorció un mechón de cabello, con la mirada atenta de el rubio sobre él, para seguido proseguir hablando. –He estado pensando y observándote. Seré directo con esto, ¿Realmente quieres a Matt? –Mientras que su rostro seguía indiferente, el de los otros dos adolescentes se volvió confuso.

—¿A qué te refieres? –Con el ceño fruncido, comenzó a apretar los puños. ¿Por qué siempre tenía que ser esa "nube de algodón" quien arruinara los buenos momentos que pasaba con Matt?

—Me refiero a que, no veo que muestres demasiado interés.

—Near, sabes que siempre has sido mi amigo, pero te seré honesto: estás sacando tu lado inmaduro, no conoces como es mi relación con Mello, así que por favor no hables. –Matt trataba de mantener su semblante tranquilo, pero incluso él se había molestado.

—¡VETE AL INFIERNO! –Mello tomó a Near de la camiseta, dejando salir las emociones de enojo que había estado reprimiendo todo ese tiempo.

Alice y Ailyn, quienes observaban preocupadas desde otra parte del patio, observaban como poco a poco otros estudiantes habían comenzado a rodearlos, formando un círculo. Se acercaron con la intención de tratar de detener eso, pero era imposible, no las escuchaban.

Mello estaba a punto de proporcionarle un gran golpe a Near, no sólo por eso, sino por todo lo dicho de antes. Esa simplemente había sido la gota que derramó el vaso.

El albino se inclinó y habló en voz baja de forma que solamente Mello y Matt pudieran escucharlo.

—Si no demuestras que realmente te importa Matt, lo besaré aquí mismo, frente a todos. ¿Acaso eso no te importa? –Abrió los ojos en demasía, al recordar como en el campamento había sentido esa sensación tan horrible al ver como los labios de SU Matt habían chocado accidentalmente con los de Near, y que a pesar de haber sido un accidente, se había sentido tan mal. Se mordió los labios de preocupación, cosa que Matt notó. —Al parecer no harás nada. –Near le sonrió con burla.

Y fue eso. Fue ESO lo que realmente lo hizo enojarse más de lo mucho que ya estaba. No, eso lo puso furioso, la palabra "enojo" resultaba poco. Lo soltó de la camiseta haciendo que cayera bruscamente al suelo,tomó a Matt por los hombros, y sin importarle nada más, lo besó.

El gamer abrió los ojos con exageración. No se esperaba eso, creía que golpearía a Near o algo así, pero no 'eso'. Observó las caras confundidas de los presentes, entre ellas, reconoció especialmente a tres: una era de Víctor, que los observaba con enojo. Y las otras dos, Alice y Ailyn, quienes sonreían. Los demás, quienes probablemente eran aproximadamente media escuela, susurraban cosas, y las "admiradoras" de Mello estaban que ni siquiera se lo podían creer. Lo hecho ya estaba, así que se dejó llevar. Cerró los ojos olvidándose que eran observados, colocó sus manos en la nuca de el rubio, y el ya mencionado en su cintura. Se había olvidado de todo, en su mundo sólo existían ellos dos. Y era lo que querían demostrarle a los demás, que no les importaría de ahí en adelante lo que dijeran u opinaran.

Near, desde el piso, observaba incrédulo lo que estaba pasando. Se limpió de la cara un poco de tierra que tenía por la caída, y siguió observando la escena con asombro. Ni siquiera él se esperaba que Mello reaccionara de esa forma. Ahora tenía muchas menos oportunidades que antes con Matt, esa vez sí que había metido la pata, e incluso admitía que su amigo tenía razón, había actuado de forma inmadura.

Cuando se separaron por falta de aire, los demás seguían sin creerlo, y era porque ese claramente había sido un beso "real" y no uno sin sentimientos.

Matt tomó tímidamente la mano de Mello después de eso. No sabían qué pasaría a partir de ese momento, pero lo que sí sabían, era que fuera lo que fuera, lo afrontarían juntos. Ya no existía "Mello" ni "Matt". No, ahora eran "Mello y Matt". Pues después de todo, las parejas están conformadas por dos, ¿O no?

Se sonrieron, sin importarles los susurros que escucharan a sus espaldas después de eso. Y si se tenían el uno al otro, ¿Acaso importaba la opinión de otros? Claro que no.

Notas finales:

Y aquí, EL CAPÍTULO MÁS LARGO DE TODO EL FIC. 

así es, son 7,000 y algo de palabras u-u

Me tardé, lo sé, tanto que ni yo sé cuanto XD 

¡pero acabé! 

Ah, no tengo mucho tiempo, pero quiero agradecer los reviews y las más de 11,000 visitas. Me hacen taaan feliz:3 

ah, este capítulo ya ni sé si quedó extraño o bien. no tuve tiempo de revisar porque ya me voy a la escuela xD 

Pero quiero aclarar, a pesar de que lo he repetido como mil veces, no se preocupen que seré suave con eso de que se enteran... De hecho, es bueno, en parte, ya verán por qué o de qué hablo después. >:3 

Como he dicho, no será de que la mejor amiga de la prima de.... o: ... NO. 

en fin, nos vemos luego, que se me hace tarde xD 

 

PD: ANTES DE QUE LO OLVIDE. Matt está más rebelde que de costumbre, noten eso, que más adelante, es bastante importante. (?

PD2: HAY algo que quiero preguntar, me gustaría que en los reviews me dijeran una frase del fic que les haya gustado, o la parte que más les ha gustado hasta ahora, tengo... ¿Curiosidad? Se saber... 

PD3: Ahora sí me voy que me regañan DX


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