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Sexy, Naughty, Bitchy Mello por Kurumi2413

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Notas del capitulo:

Ola k acen 

 

Ok ya ._. ...Bueno, he aquí el siguiente capítulo :3 es la 1 de la mañana y tengo que hacer tarea, así que... Bueno... Espero que haya quedado bien esta cosa. XD 

A leer... No los enfado mucho y yo me voy a hacer la tarea de mierda :c 

 

Era una mañana soleada, el olor a dulces invadía los pasillos de la escuela donde estudiaba Mello. Las muchachas traían cajas rojas en forma de corazón, con un bonito listón rosa como decorativo, definitivamente había un ambiente "cursi" según Mello.

Así es, era 14 de febrero, el peor día del año para el rubio. Siempre se le confesaban miles de chicas, siempre las rechazaba y lo único que acababa aceptando era sus tan preciados chocolates. Pero esta ocasión, fue algo diferente a las demás, no pensaba en cuantas chicas rechazaría, la cantidad de chocolates que iba a recibir, sino en algo mucho más simple, pero complicado y molesto para él.

Toda la semana desde el cumpleaños de su amigo pelirrojo, Alice estuvo prácticamente pegada a él, iba con ellos en el receso y durante las clases le lanzaba miradas y sonrisas al gamer, haciendo que se molestara aún más que antes con la chica. La había soportado, pensando y queriendo convencerse que solo se trataba que no la soportaba y que no tenía nada que ver con que estuviera al "asecho" de Matt, según él.

Sospechaba que a Alice le gustaba su amigo y se lo confesaría ese día, por ende, quería evitarlo.

Caminó por los pasillos a paso lento con la mirada hacia al frente, hundido en sus pensamientos sin hacer caso a las chicas que suspiraban y lo miraban atentamente cuando pasaba, hasta que llegó a su casillero para sacar su libro de historia, aunque ese día casi no tuvieran clases por ser día festivo, quería dedicarse a estudiar para entretener sus pensamientos en otra cosa.

Cuando lo abrió, una pila se cartas cayó al suelo, junto con unas cajas de chocolate. Se agachó para recogerlas, y las observó un momento. Estaban decoradas con corazones, listones rojas, estampas y esas cosas, algunas decían "anónimo" y otras el nombre de chicas que ni siquiera sabía que existían. Después de años pasándole lo mismo, sabía que tenía que hacer. Abriría las cartas en el receso, apuntaría en un papel los lugares a los que tenía que ir y la hora, una chica se le confesaría, él la rechazaría y ella saldría corriendo mientras lloraba. Ese día siempre era lo mismo, incluso se había acostumbrado a esa rutina.

Matt llegó y observó a Mello con todas las cosas que traía en las manos.

-Vaya, ¿Siempre recibes esa cantidad de cosas? -Preguntó, con un toque de molestia en su voz que casi no se percibía y ni él mismo notaba.

-Así es... -Suspiró- ¿Y tú? -Preguntó.

-Nunca tengo nada en mi casillero... -Se sobó su cabello pelirrojo y miró a Mello con una sonrisa nerviosa- Supongo que ya es costumbre. -Abrió su casillero para guardar un chocolate que por alguna razón llevaba consigo, y para su sorpresa, una carta con sobre rosado cayó al suelo. Mello bufó con molestia.

Matt la recogió, y como era la primera vez que recibía una, la curiosidad le ganó y la abrió.

-"Matt, por favor ven en la hora de receso a la parte trasera del patio..." -Leyó-

-Parece que alguien se te quiere confesar. -Mello guardó los chocolates nuevamente en su casillero con molestia, y solo se quedó con las cartas en las manos, observando a Matt.

-¿Y a ti qué? -Le dijo su amigo.

-Yo las rechazaré a todas, siempre lo hago. ¿Pero qué hay de ti? -Preguntó con curiosidad, arqueando una ceja.

-No lo sé, supongo que depende...

-¿De qué?

-Nunca he salido con nadie, tal vez sería interesante probar a ver que tal, pero por otro lado, admito que tampoco me interesa nadie, y no quiero lastimar a quien quiera que sea solo por mi "curiosidad" -Respondió.

Mello, al escuchar las palabras "No me interesa nadie" sintió como se le revolvió el estómago y le empezaron a sudar las manos. No le agradaba ese malestar que tenía desde ya hace tiempo, quería deshacerse de ese molesto sentir.

-Pienso que es una molestia tener a una chica que esté como chicle contigo. -Comentó Mello.

-Tal vez. -Matt rió un poco ante el comentario de Mello. -En fin, ya veré que hago después. -Suspiró y posó sus brazos sobre su nuca.

El timbre sonó, anunciando que cada quien tenía que ir a sus respectivas aulas, haciendo que los pasillos comenzaran a despejarse poco a poco. Una vez que Mello y Matt llegaron a su salón de clases y se sentaron en sus sitios, uno de los maestros entró, dando inicio a las actividades del día.

Hicieron dinámicas y unos cuantos juegos con temática del día, intercambiaron regalos entre todos. Para cuando llegó la hora de receso, Mello ya había anotado en una hoja los lugares a los que tenía que ir y cuando. Solo en el receso, vería a 5 chicas, y en la salida, a 6.

Mello y Matt hablaron durante unos minutos, antes de irse a sus perspectivos sitios de encuentro. El rubio siguió con la mirada a Matt, aún cuando ya se encontraba en el sitio que decía la carta, que curiosamente estaba a la vista de el lugar donde tenía que ir él.

Una chica de cabello color chocolate amarrado en una coleta alta se acercó a él tímidamente y con las mejillas rojas, mientras Mello rodaba los ojos hacia donde estaba Matt, sin prestarle demasiada atención a la chica que estaba frente a él.

-Mello... Yo eh... ¡Me gustas mucho, por favor acepta mis sentimientos! -Dijo, apretando las manos contra el pecho y los ojos cerrados.

Justo en ese momento, Mello vio a la chica que se acercaba a hablar con Matt. Estaba en lo correcto. ¡Era Alice! Abrió los ojos en señal de sorpresa, y aún sin prestarle demasiada atención a la chica, siguió mirando mientras apenas y podía pronunciar algo coherente.

-Yo... Lo siento... No puedo aceptar tus sentimientos, a mi... Me gusta otra persona... -Dijo inconscientemente, mirando hacia donde se encontraban Matt y Alice, observando que pasaba.

La chica abrió los ojos en señal de sorpresa, y antes de poder decir algo más, salió corriendo con lágrimas en los ojos.

Mello quedó paralizado al ver lo que pasaba. Alice se inclinó lentamente hacia Matt, y le plantó un beso en los labios. Vio como Matt se separó y movía los brazos como si estuviera explicando algo. Alice lo abrazó, y se fue de ahí.

El rubio, molesto por lo que acaba de ver, no acudió a ninguno de los lugares que debía. De todas formas, no era necesario, para las chicas sería más que obvio que era una respuesta negativa si ni siquiera acudía al lugar. En cambio, se dirigió al baño a paso rápido, mirando al suelo con los puños apretados.

¿Por qué se sentía así? ¿Por qué Alice besó a Matt? ¿Él le correspondería?

Confundido y con una oleada de emociones recorriéndole el cuerpo, se acercó al lavabo y se mojó la cara, para tratar de espantar ese horrible malestar.

¿Por qué se comportó de forma diferente con Matt desde que lo conoció? ¿Qué tenía ese chico pelirrojo y descuidado que lo hacía actuar como un completo idiota? La respuesta era simple y nada complicada, pero él aún no la entendía.

Golpeó la pared con fuerza, tratando de liberar el enojo que le causaba pensar en la imagen de Alice besando a Matt.

-Maldición... -Murmuró en voz baja, agradeciendo que no había nadie más.

...

Decidió regresar a su casa, sin importarle el que por lo mismo, no podría asistir a el lugar que indicaban las cartas. No serviría de nada estar en la escuela si estaba distraído, además, no tenía ganas de estar escuchando a los maestros hablar o hacer las estúpidas dinámicas que les ponían ese día.

...

Por otra parte, Matt se hallaba preocupado. No era normal que Mello desapareciera de la nada solo porque si. Alice era la que se le había confesado, pero la rechazó. Sabía que a Mello no le agradaba para nada, además él solo la veía como una buena amiga, era la única chica del salón que le hablaba y no decía cosas malas de él, sino todo lo contrario. Alice solo había sonreído, a decir verdad, fue muy amable de su parte comprender la razón por la cuál no podía aceptar sus sentimientos.

Una vez acabaron las clases, tomó el chocolate que había dejado por la mañana en su casillero, y se encaminó a la casa de Mello a paso lento, pensativo. Tomó su celular que se encontraba en el bolsillo de su pantalón, y marcó el número que ya se sabía al derecho y al revés.

-¿Mello? -Dijo, una vez que atendieron la llamada.

-¿Qué? -Contestó una voz cansada, del otro lado del teléfono.

-¿Por qué desapareciste? -Preguntó Matt, con preocupación.

-Me sentía algo mareado, así que decidí volver. -Mintió.

-¿Ya te sientes mejor?

-Sí... Un poco.

-Me alegro... -Matt sonrió un poco. - Sabes, quiero hablar contigo sobre algunas cosas, ¿Puedo ir a su casa? -Preguntó.

-¿He? ¿Para qué? -Dijo con extrañeza- No... Ya te dije que me siento algo mal. -Replicó.

-Demasiado tarde, ya estoy afuera de tu casa. Si quieres no bajes, yo iré.

-¡Serás hijo de...! ¡Mal nacido idiota! -Antes de que Mello terminara de maldecirlo, Matt colgó su celular y entró al departamento.

Subió por las angostas escaleras hasta el cuarto del rubio, cuando entró, encontró a Mello recostado sobre la cama con un brazo en la cara.

Cuando Mello sintió la presencia de su amigo, su corazón se aceleró. Claramente su presencia para él, no daba lo mismo que la de los demás. No... Si fuera alguien más le daría igual, o tal vez incluso hasta le molestaría.

Matt se sentó en el suelo a un lado de su cama.

-¿Y qué querías contarme? -Dijo Mello, quitando su brazo de la cara y sentándose sobre la cama, con su mirada azulada sobre Matt.

-Alice... Ella... Me besó. -Dijo.

-Ya lo sé, lo vi. -Admitió Mello. Matt abrió los ojos en señal de sorpresa.

-Bueno... El caso es que... -Suspiró- Siempre dicen que el primer beso es especial, que sientes como cosquillas internas en tu estómago y que no lo olvidas nunca. Sin embargo... -Agachó la cabeza un poco y miró al suelo- Con Alice... No sentí... Nada... -Suspiró de nuevo. Mello solo se sorprendió.

-Creí que le habías correspondido, porque después te abrazó. -Dijo el rubio, sacando una barra de chocolate.

-La rechacé. Se que no te agrada, además la veo como una buena amiga, pero nada más. Ella fue bastante amable, comprendió perfectamente y dijo que podíamos seguir siendo solo amigos. -Matt levantó la cabeza y fijó mirada en los ojos azulados de Mello.

-Sabes... Creo que... Lo siento... -La última frase, la dijo casi como un susurro. Mello no estaba acostumbrado a decir esas palabras.- Me comporté mal con ella por una tontería. -Se sentía el peor ser del mundo, sentía que no merecía un amigo tan bueno como lo era Matt.

-No es necesario esa disculpa. -Matt sonrió- Ten. -Extendió su mano, donde se hallaba una barra de chocolate.

-¿Y eso a qué se debe? -Mello la tomó y arqueó una ceja.

-Bueno.. Es el día del amor, pero también de la amistad, así que felicidades. -Sonrió de nuevo.

Mello bajó la mirada con algo de tristeza, mas intentó ocultarlo. De nuevo esa palabra que tanto detestaba...

-Claro. -Dijo. -Tengo un idiota como amigo... Vaya, que especial... -Dijo con sarcasmo.

-Oye, tampoco seas tan malo... -Matt rió ante el comentario de su amigo.

A Mello le comenzaron a sudar las manos de nuevo. No lo soportaba, ya era demasiado lo "extraño" que había estado esos últimos días. Analizó con cuidado cada uno de los puntos, para tratar de pensar una explicación lógica.

1) Primero que nada, lo "sobreprotector" que era con Matt.

2) El que se sonrojara solo por verlo sonreír.

3) Sus celos hacia Alice.

4) Que se le acelerara el corazón cada que se acercaba.

5) Lo estúpido que se veía cuando se reía con Matt.

6) El hecho de que le molestara la palabra "amigos".

Eso solo indicaba una cosa. Estaba enamorado de Matt. Sintió un escalofrío al pensar en esa opción. ¡No podía ser eso! ¡Tenía que ser algo más! Ellos dos eran hombres, no había manera que le gustara, además ¡Era su amigo!

Pero tal vez Matt era diferente, era la excepción. Él nunca lo buscó solo por tratar de ser popular, es más, lo ignoraba por completo e incluso en el pasado sabía perfectamente que el pelirrojo lo odiaba. Eso de alguna manera le gustaba, pues no lo buscaba por interés ni nada parecido, lo veía como alguien normal, como cualquier otro chico, como la persona que realmente era.

Y la forma en que sus hermosos ojos color esmeralda le transmitían paz y... ¿¡En qué demonios pensaba!? ¿Acaso era estúpido? Otro escalofrío recorrió su cuerpo. Golpeó su cabeza contra la pared, tratando de alejar esos pensamientos.

Había olvidado que Matt estaba en la habitación y que lo observaba con extrañeza, viendo como se le subían los colores al rostro y los escalofríos que le daban.

-Ehh... Mello.. ¿Estás bien? -Matt se levantó de donde estaba, haciendo que Mello reaccionara y recordara que estaba presente.

-Ahh, eh.. Sí, perfectamente... -Se sonrojó, sabía que Matt era consciente de su extraño comportamiento, pero nunca decía nada para no incomodarlo, además seguramente pensaba que se trataba de otra cosa, y no de lo que realmente era.

-Estás rojo... ¿Tendrás fiebre? -Se acercó al rostro de Mello, quedando a escasos centímetros de él. De nuevo a Mello se le subió la sangre a las mejillas. Matt lo observó y colocó una mano en la frente de su amigo rubio. -Estás ardiendo... Parece que necesitas descansar. -Dijo, alejando sus rostros y volviéndose a sentar en el puso.

-Sí... Tal vez.

-Te cuidaré y estaré contigo hasta que te sientas mejor. -Sonrió.

¿Por qué Matt hacía eso? Mello siempre se lo preguntaba, él era tan condenadamente bueno con él, siempre tan amable y alegre, tratando de animarlo cuando estaba decaído y soportando su humor de los mil demonios. Claro, eso era otra cosa que lo hacía especial y diferente a las demás personas. Matt era totalmente único. ¿Pero qué era lo que sentía por él?

¿Ternura? ¿Cariño? ¿Amistad?

Estaba seguro que era algo más. Miró con detalle los ojos del chico. De un verde esmeralda que reflejaba paz e inspiraba confianza. Amaba esos ojos.

Se preguntó, ¿Desde cuando tenía esos pensamientos?

-Idiota. -Le dijo, Matt solo sonrío.

De pronto, bajó su vista hacia sus carnosos y rojos labios. Un deseo inquietante de besarlo lo asaltó. Tenía ganas de probar esos labios que parecían tan suaves, que siempre sonreían y hacían que se viera como estúpido cuando lo veía sonreír.

Entonces se dio cuenta.

Entonces pensó.

¿Diría lo mismo si fuera otra persona? No dan ganas de besar a una persona solo porque si. Eso era ilógico, ese tipo de pensamientos y sentimientos solo los sentía cuando estaba con Matt, jamás se le cruzaron siquiera por la cabeza estando con alguien más.

...

De acuerdo, estaba arto. No había escapatoria, ni tampoco otra explicación además de esa. Estaba completa y perdidamente enamorado de ese estúpido pelirrojo, lo volvía completamente estúpido, parecía una cursi colegiala enamorada.

¿Pero que podía hacer?

Nada. Solo esperar que a ver pasaba. Tal vez se lo guardaría el resto de su vida, o tal vez se lo diría. No lo sabía, pero tenía que pensar qué hacer.

Recordó a Alice. La chica siempre fue amable con él y con todos, tal vez no tenía razón para odiarla, excepto por el hecho que se acercaba mucho a Matt, pero ahora ya no lo haría tanto, pues el pelirrojo le había dejado en claro que no estaba interesado.

...

Matt se quedó con él el resto de la tarde. Ya cuando oscureció, obligó a su amigo a que regresara a su casa.

Se quedó dormido pensando qué podría hacer. Debía admitir que era un sentimiento muy molesto, era toda una oleada de emociones.

...

Al día siguiente, un grupo entero de chicas rodeó a Mello por la mañana. Todas lo estaban interrogando acerca de la persona que le gustaba, puesto que se habían enterado por medio de la chica que rechazó el día anterior.

-¿Quién es?

-¿Es de este salón?

-¿Por eso no acudiste con las demás?

-¡Dinos!

-Mierda... -Susurró en voz baja, recordando lo que inconscientemente le había dicho a la castaña, mientras observaba a Matt y Alice.

"Maldita sea... ¿Qué nunca pueden dejarme en paz? Aunque... Me pregunto como reaccionaría Matt al enterarse de que me gusta alguien." Pensaba.

-Lárguense, saben que no diré nada. -Dijo fríamente mirando a las chicas fulminándolas con la mirada.

Suspirando, se fueron dispersando poco a poco, algunas murmurando cosas, pero poco le importaba.

Notas finales:

Bien... ¿Qué tal quedó? 

¿Reviews...~? 

El siguiente capítulo se llamará "Charla" XD apuesto a que no saben lo que pasará (~._.)~ ...Bueno, quería que Mello siguiera confundido con lo de respecto a lo que sentía por Matt, pero luego pensé que tal vez sería muy enfadoso para algunas y pues... Espero que haya quedado por lo menos descente. 

Ahora si, me voy a hacer la tarea XD 

Sayonara :3 


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