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Sexy, Naughty, Bitchy Mello por Kurumi2413

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Notas del capitulo:

Hola~ bueno...no tengo mucho que decir ._. 

gracias a todas las que dejan reviews... Y a las que solo dejan en un cap y luego se esfuman también >_>.... mentira, a ellas NO ._. 

En fin... A leer (?

 

Mello no había estado durmiendo bien últimamente. Después de su "descubrimiento" ,se la había pasado pensando en qué hacer. En clases casi no prestaba atención, al final siempre le tenía que pedir apuntes a alguien para después estudiarlos él mismo.

Una mañana, mientras se encontraba sentado en el salón de clases sobre su silla, llegó su amigo. El pelirrojo se le quedó observando un momento, con una expresión algo extraña. Matt frunció el ceño un poco, tomó aire, y por fin se atrevió a hablar.

-¿Por qué no me dijiste? -Preguntó, con una leve molestia.

-¿Acerca de qué? -Contestó el rubio, arqueando una ceja.

-¡Que te gustaba alguien! Es el rumor de toda la escuela, dicen que le dijiste a una chica que rechazaste que no podías aceptar sus sentimientos porque te gusta alguien más. ¿Tan poca confianza me tienes? -Bajó la cabeza, con algo de tristeza, y algo más que no sabía cómo describir.

-Vaya, ahora media escuela lo sabe. -Mello cerró sus ojos y posó sus brazos en su nuca.

-¿Y bien? -Le dijo su amigo.

-¿Qué? -El rubio abrió un ojo y miró a Matt con el.

-¿Me vas a decir quién es? -Preguntó.

-No. -Contestó con indiferencia.

-¿¡Por qué no!? ¡Se supone que somos amigos! -Replicó, mientras el rubio maldecía por esa palabra que tanto odiaba. "amigos"

-No se me da la regalada gana. -Mello abrió el otro ojo y miró a Matt con molestia, con el ceño levemente fruncido. Claramente no le diría que era él, o por lo menos no en ese momento.

-Como quieras. -Contestó el pelirrojo, avanzando hacia su lugar de mala gana. ¿Por qué estaba tan interesado en saber quién le gustaba a su amigo? En el fondo, quería saberlo a como de lugar, por alguna extraña razón que no comprendía.

Alice se encontraba parada en el marco de la puerta. Ninguno de los amigos se había percatado que los había estado observando mientras hablaban. Recogió su cabello negro como el carbón en una coleta y se dirigió al asiento del rubio.

-Así que te gusta alguien... Vaya, quien diría que el "chico rudo" está enamorado. -Dijo Alice, con una sonrisa burlona, haciendo que Mello se molestara.

-¿Y eso a ti que te importa? -La fulminó con la mirada de forma amenazante, indicándole que se fuera de ahí, pero la chica no lo hizo.

-No te enojes, no vine para pelear contigo. -Replicó, haciendo un puchero, mientras Mello la miraba extrañado.- Quería saber si vienes conmigo después de clases a comer. -Sonrió.

Mello se sorprendió. ¿Por qué Alice le pedía que fuera con ella? Según él, a quien era lógico que invitara es a Matt, aunque eso le molestara, pero era su amigo el que le gustaba, no él, ¿Entonces por qué le pedía eso? Algo tramaba, y no era bueno, o por lo menos eso creía.

-¿Por qué tendría que ir contigo? -Con cara aburrida, seguía mirando a Alice.

Matt, desde la esquina donde se sentaba, observaba con curiosidad aquella extraña escena. No era de lo más normal que Mello y Alice estuvieran conversando, él bien sabía que Mello no la soportaba, aunque Alice fuera bastante paciente. ¿De qué estarían hablando, entonces?

-Vamos, no querrás que te diga la razón aquí delante de todos.

-¿Por qué? ¿Acaso planeas un homicidio o algo por el estilo? -Preguntó el rubio, mirándola divertido.

-Claro que no. Es sobre la persona que te gusta... Creo saber quién es. -Sonrió.

-¿¡Qué!? -Gritó, llamando la atención de los demás, quienes callaron y se le quedaron mirando fijamente a Mello y Alice. -¡Aquí no hay nada interesante que ver! -Le dijo el rubio a los demás, que al instante regresaron a hacer lo que estaba haciendo anteriormente. -No puedes saber eso, no creo. -Le susurró.

-¿Ah no? Bueno, ya veremos, es de eso que quiero hablar. -La pelinegra sonrió.

-De acuerdo... -Bufó- ¿Dónde? -Preguntó.

-Al comedor familiar que está cerca de aquí. ¿Te parece?

-Bien... -Suspiró con molestia. ¿Era enserio lo que Alice decía?

¡No había manera para que supiera! Él nunca se lo dijo a nadie, es más, había estado pensando en llevarse eso a la tumba y nunca hablar con nadie sobre lo que sentía acerca del pelirrojo. ¿Y ahora ella venía, diciéndole que quería hablar con él sobre la persona que le gusta, y que sabe quién es? ¡Eso no tenía sentido! Ya de por si era extraño por el hecho que ambos eran hombres...

...

Las clases comenzaron, el maestro de historia dio inicio a las actividades del día, sin embargo, Mello no lograba concentrarse, ahora no tenía solo un problema, sino dos. ¿¡Por qué se preocupaba tanto!? Debía de tranquilizarse, Matt no podía haberse enterado de nada.

¿Pero y si en realidad si lo había descubierto de alguna forma? ¿Y si le decía a alguien más? ¿Y si Matt se alejaba de él cuando se enterara? ...¡NO! Tenía que dejar de pensar en eso, estaba siendo demasiado negativo. En vez de pensar en cosas positivas que podrían pasar, era como si su mente lo torturara para que eligiera solo las cosas negativas mientras pensaba. Hundido en sus pensamientos, siguió inquieto durante el resto de las clases, tan concentrado que no notó la mirada de su amigo en él, quien se encontraba mirándolo con curiosidad, y qué, por su parte, se seguía preguntando, ¿Quién era la persona que le gustaba a Mello? ¿Por qué no le quería decir?

Seguramente era alguien que él conocía, porque de no ser así, ¿A qué más se debía su extraño comportamiento que tenía últimamente? No había otra explicación, pero aparte de eso, ¿Por que se hallaba tan interesando en saber eso? Suspiró, y trató de concentrarse en la clase, aunque fuera solo para mantener su mente ocupada en alguna otra cosa.

...

Cuando por fin las clases dieron fin, Mello ni se detuvo a esperar a Matt en la salida, como solía hacerlo todos los días. En cambio, se dirigió directamente al lugar que había quedado con la chica.

Cuando iba saliendo a prisa de la escuela por la reja, Matt alcanzó a divisarlo a lo lejos. El pelirrojo corrió rápidamente hacia su amigo rubio antes de que se alejara más, le agarró del hombro, haciendo que este volteara a verlo com confusión.

-¿A dónde vas? Quería que vinieras a comer a mi casa... De hecho, ya le había avisado a mis padres que vendrías, incluso me habías dicho que sí ayer. -Agachó levemente la cabeza, mirando con tristeza el suelo.

Mello sintió algo esturgase dentro de si. Le dolía que el gamer se pusiera de esa manera, aún más porque sentía que era su culpa, pero tenía que ver a Alice a como diera lugar.

-Lo siento. -Susurró, de forma que apenas y Matt logró escuchar. -Tengo que ir con Alice a arreglar... -Pensó rápidamente en cualquier excusa y miró a su amigo a los ojos- algunos asuntos pendientes. -Mintió. Y de hecho, no era del todo mentira, pues si iba a hablar con ella sobre un tema que para él, era de mucha importancia.

-No te preocupes, será otro día. -Sonrió con algo de tristeza.

-No, no tardaré mucho. -Se apresuró a decir- Cuando termine de hablar con ella iré, dile a tus padres que iré en un rato.

-De acuerdo. -Matt le dedicó una sincera y tierna sonrisa, que reconfortó a Mello.

-Me voy, nos vemos en un rato. -Se despidió con la mano ya caminando a paso apresurado hacia otra dirección, mientras Matt observaba como se iba.

La fresca brisa y el aroma húmedo hacía que hubiera un clima agradable, y ya cerca de el comedor familiar los aromas se entremezclaban creando una fusión agradable de olores.

Mello divisó a Alice que ya lo esperaba sentada tranquilamente en una mesa, por lo que apresuró aún más su paso y se sentó frente a ella. El lugar no era muy grande, en lugar de un comedor familiar, pae

-¿Y bien? -Preguntó el rubio, sin más rodeos.

-Es Matt. -Dijo Alice, con total tranquilidad, haciendo que Mello se ahogara con el propio aire y se sonrojara a sobremanera. Al ver la reacción de este, la chica sonrió. -¿Lo ves? -Seguía sonriendo.

-¡NUNCA DIJE QUE SÍ! -Se apresuró a decir, con las mejillas ardiéndole.

"¿¡CÓMO SUPO!?" Pensaba el rubio, empezándose a preocupar por las intenciones de la pelinegra. Si sabía, ¿Entonces por qué lo habría llamado? ¿Qué es lo que quería?

-¿Entonces por qué me empezaste a odiar desde que me le acerqué? -Preguntó.

-E-eso no tiene nada que ver.

-¿Y por qué ni caso le hacías a la chica que se te estaba confesando y te la pasabas mirando hacia dónde estábamos?

Mello se limitó a no contestar, bajó la cabeza, con el ceño fruncido y la cara roja.

Antes de que Alice pudiera decir otra cosa, la mesera llegó.

-¿Qué van a ordenar?

-Chocolatada. -Respondió Mello.

-Té helado. -Dijo Alice.

-De inmediato. -La mesera sonrió y se retiró.

Un silencio incómodo surgió entre ambos. Mello seguía con la cabeza algo agachada y con un leve tono rojo en sus mejillas. Alice lo miraba, como analizando sus reacciones detenidamente.

-No te preocupes, no le diré a nadie. -Alice seguía sonriendo.

-¿Cómo supiste? -El rubio apretó sus puños.

-Es fácil darse cuenta, por lo menos para mi, además, lo de la confesión era falsa, no me gusta Matt, solo lo veo como un buen amigo... Era para comprobar.

-Maldita. -Levantó la cabeza y apretó sus dientes. -¿De verdad no le dirás a nadie? -Preguntó, mirándola de manera amenazante.

-Claro que no, no te llamé para molestarte con eso, al contrario, quería saber si te puedo ayudar. -Los ojos azules de Alice resaltaban por el tono de color de su cabello, mirando a Mello con sinceridad y ternura.

-¿¡Por qué abría de aceptar tu ayuda!?

-Solo quiero ayudarte... Estoy casi segura que Matt siente lo mismo, pero es tan despistado que no se da cuenta, si no haces ningún movimiento es capas de no darse cuenta. -La mesera llegó con ambas bebidas y las puso sobre la mesa. Alice le sonrió antes de que se retirara, como forma de agradecimiento. - ¿Qué dices? Además incluso tengo un plan.

Al escuchar la palabra "plan", la curiosidad fue invadiendo a Mello. Si bien era extraño que Alice lo quisiera ayudar, tenía ganas de saber que era lo que planeaba. Antes de comenzar a juntarse con Matt, la chica no le caía del todo mal, era de las pocas de su clase que no suspiraban y hablaban de él como si fuera un famoso cantante o algo por el estilo, incluso podía decir que le agradaba un poco. Al analizar eso, se dio cuenta que su amigo realmente lo hacía parecer un idiota, por más inteligente que fuera, cuando uno se enamora se vuelve un estúpido.

-¿Cuál es tu "plan"? -Contestó Mello, después de pensarlo unos segundos.

-No es nada elaborado ni difícil, solo trata de darle indirectas... Podrías comenzar con decirle que es un chico, y prueba con los celos... Yo misma comprobé que funcionan incluso con el chico más rudo e intimidante de la escuela. -Alice puso sonrisa burlona mientras miraba a Mello.

-Cállate. -Se sonrojó, con el ceño aún fruncido.

-Si pudieras ver lo adorable que te ves... Vaya que el amor hace que las personas actúen diferente... -Se burló un poco, sonriendo.

-¡Ya deja de decir eso! -Mello golpeó la mesa con ambos puños, mirando a Alice con la cara roja y molesta.

-Está bien, está bien... -Alice sonrió, moviendo las manos como señal para que se calmara.

Ambos le tomaron a sus respectivas bebidas, Mello estaba realmente nervioso con todo ese asunto. ¿De verdad podría confiar en Alice? Suspirando levemente, sacó de su bolsillo su celular para revisar la hora.

-Mierda. -Dijo, al caer en cuenta de la hora.

-¿Qué pasa? -Alice lo miró con extrañeza.

-Quedé de ir con... El caso es que me tengo que ir. -Alice sonrió, entendiendo que se refería que iba a ir con Matt. Mello sacó rápidamente de su mochila unas cuantas monedas para pagar su bebida y las puso sobre la mesa. -Ahí está mi parte.

-De acuerdo, pronto te contaré más sobre lo que pensé. -La chica sonrió, observando como Mello asentía y salía a paso apresurado del lugar.

El rubio no dejaba de sentirse inquieto, su corazón latía fuertemente y el estómago se le había revuelto levemente. Siguió caminando rápidamente por las calles hasta que por fin llegó a la casa del pelirrojo.

Observó por unos momentos la construcción por fuera, era rústica, parecía hecha de piedra y una enredadera cubría casi toda la parte de enfrente, se alcanzaba a ver en el jardín una mesa blanca con sillas del mismo color, era de dos pisos, y se notaba desde fuera que una de las habitaciones tenía un pequeño balcón y una ventana con las cortinas cerradas.

Tomó aire y tocó la puerta. ¿Cómo serían los padres de Matt? ¿Su amigo les habría hablado sobre él? Con esas preguntas rondándole en la cabeza, no notó cuando una mujer de complexión delgada, ojos azules y cabello pelirrojo ondulado le abrió la puerta.

-¿Tú eres Mello? ¡Pasa! Te estábamos esperando. -Sonrió.

Mello fijó su vista en el cabello de la mujer. Era igual al de su amigo, con la diferencia que el de su madre era más ondulado. Sin saber que decir, entró a la casa con paso firme y decidido.

Incrédulo, observó con detalle cada decoración de la casa. ¡Estaba todo perfectamente acomodado! Comparando eso con su departamento, donde él vivía no era prácticamente nada.

-Matt está arriba, en un momento los llamaré para que vengan a comer. Mi nombre es Angie, lamento que mi esposo todavía no haya llegado. -Mello seguía observando algunas partes de la casa, mientras la mujer le sonreía.

-De acuerdo. -Contestó, y sin más, se dirigió hacia el segundo piso, en dirección a la habitación de Matt.

Una vez que entró, se encontró con el pelirrojo que llevaba puestos los audífonos que él le había regalado, mientras jugaba con su PSP.

La habitación de su amigo, en comparación con el resto de la casa era un completo desorden. Había ropa regada por todo el suelo, bolsas de frituras, latas de refresco, libros y papeles de la escuela tirados... Lo único ordenado era la repisa donde tenía cuidadosamente acomodadas sus figuras de acción y videojuegos. Al darse cuenta de la presencia de Mello, Matt dejó la PSP de lado junto con los audífonos y lo miró.

-Si viniste. -Esbozó una linda sonrisa.

-Te había dicho que si iba a venir. -Mello frunció el ceño.

-¿Y de qué hablaste con Alice? -Matt le hizo un espacio en la cama a Mello para que se pudiera sentar ahí.

-Ella adivinó quién me gusta, nada importante. -Rodó los ojos, sabiendo que lo que decía era una completa mentira, pues si le importaba, aún sentía su estómago estrujarse y su corazón acelerarse cada vez que se acercaba a Matt, ya no tenía caso negarlo.

-Si no me quieres decir quién es... ¿Por lo menos me puedes decir cómo es? -Suspiró.

-Idiota. -Respondió, con total naturalidad mientras Matt lo miraba con cara de "Nunca cambiará"

-¿Cómo que idiota? -Arqueó una ceja.- ¿Y es linda? -Preguntó.

Ante tal pregunta, Mello no sabía que decir. Si le decía que era un chico, lo tomaría como gay, y no quería eso, puesto que no era así, Matt era una grandísima excepción. Lo que el rubio pensaba, es que no se enamora del sexo, si no de la persona, en base a esa ideología, daba por hecho que era pansexual.

-Creo que nunca te lo dije. -Suspiró- Soy pansexual. -Se decidió por decirle, Alice tal vez tenía razón en que sería bueno darle indirectas. Matt abrió los ojos como platos, preocupando a Mello. Si reaccionaba de esa manera tan sorpresiva... ¿Y si se alejaba de él por eso? Iría ya mismo con Alice a golpearla hasta mandarla al hospital por sus estúpidos consejos. Su corazón se aceleró, esperando que Matt dijera algo.

-Entonces... ¿Violas panes? -Preguntó Matt, mientras su amigo salía de sus pensamientos y lo miraba entre sorprendido y confundido a la vez.

-¡Claro que no, idiota! -Le dio un golpe en la nuca a Matt y lo miró.

-Auch... -Se quejó el pelirrojo, mientras se sobaba la zona donde le había golpeado Mello.

-Ser pansexual significa que alguien te puede gustar independientemente de su sexo.

-Oh... Ya veo... Yo soy bisexual. -Matt sonrió y Mello lo miró sorprendido.- Pero como he dicho, nunca me ha llegado a gustar alguien realmente... -Suspiró. De inmediato la sorpresa de Mello pasó, siendo reemplazada por un sentimiento que era de... ¿Tristeza? ¿Enojo? ...Realmente no sabía como describirlo, pero ahí estaba.

-Es extraño estar hablando sobre sexualidades, cambiemos de tema y... -Matt lo interrumpió.

-¿Entonces es un chico? -Preguntó.

Mello bajó la cabeza y se sonrojó levemente. Lo único que hizo fue asentir.

-Ahora entiendo por qué no quieres que nadie se entere... No es que sea malo, pero ya ves que buscan cualquier excusa para molestar. -Mello levantó la cabeza y fijó su vista en Matt. -¿Y es lindo? -Sonrió.

-Es un bastardo, idiota, hijo de puta, despistado. -Hizo una pausa y se quedó pensando un momento, ante la mirada sorprendida de Matt por la forma en la que describía a esa persona.- Pero... Lo amo. -Admitió, con una tímida sonrisa en su rostro que trataba de pasar desapercibida.

Un sentimiento extraño invadió a Matt. En el fondo su corazón decía a gritos que quisiera ser esa persona a la cuál Mello amaba, quería ser la única persona que le importara, aunque sonara egoísta. Pero después pensó que eso no era posible, a alguien tan genial y noble como Mello no podía gustarle alguien como él. ¿Y por qué pensaba en eso? Ni el mismo lo entendía, pero no le gustaba para nada el sentimiento que le provocaba, pues era como de tristeza mezclado con angustia, y tal vez incluso algo de celos.

El gamer estaba apunto de decir algo cuando su madre los llamó a comer.

Ambos bajaron las escaleras y se dirigieron hacia la mesa, la madre de Matt había preparado carne perfectamente cosida en un "punto medio" ,acompañada de papas fritas y ensalada.

El padre de Matt aún no llegaba de el trabajo, siempre demoraba hasta las horas de la noche debido a su trabajo, por lo que no se encontraba ahí.

-¿Y tus padres? -Preguntó la madre de Matt. El pelirrojo al oír la pregunta, se tensó un poco. Sabía que a Mello no le gustaba hablar sobre eso, y que su madre le preguntara era incómodo.

-No tengo. -Respondió, bajando la cabeza levemente.

-Mamá... -Murmuró Matt, algo molesto.

-Lo siento, no sabía... -Se disculpó.

...

Había sido un día agotador para Mello. Primero el que casi se duerme en clases, sin contar que cuando no le daba tanto sueño se la pasaba pensando en que querría Alice. Después, ir con la pelinegra y hablar sobre Matt, se enteraba que lo quería ayudar y que pronto le diría un famoso "plan". Ir casi corriendo a la casa de Matt, hablar sobre cosas incómodas con su amigo, conocer a su madre, el que se le haya estado revolviendo el estómago todo el día a causa de todo lo que había pasado... Estaba realmente agotado.

Se tumbó sobre su cama, y casi al instante, se quedó dormido.

Notas finales:

No se si lo notaron al principio, pero me molesta que comenten en un capítulo y en los demás no. ._. No las obligo a nada D:< pero es como decepcionante pensar que tal vez no dejan review porque el fic ya deplano se les hizo un asco... Y si es así entonces mejor no dejen review, que no me querrán ver enojada .-. 

En fin... 198289 agradecimientos a todas las que me han apoyado desde el principio. A las demás que me odian a mi o a mis fics, váyanse a la mierda. ._. (se que algunos fics no llegan ni siquiera la categoría de "decentes") 

Se que no tengo razón para enojarme, pero así soy XD y como dice mi mamá... Tuve un "arranque" y como estaba enojada pues... Publiqué primero la actualización en otra página... Ahí siempre me comentan las mismas lectoras aunque son más pocas >_> y cuando dan críticas constructivas lo hacen de manera bonita e igual siguen leyendo (por el momento solo tengo una...) no como las críticas "constructivas" que parece que dicen "¡JA, ESO ESTÁ MAL, CORRIGE!" ._. 

Lo siento si fue enfadosa, si alguien prefiere solo lea el fic y mis notas no >_>U 

Sayonara~

 


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