El cuarteto de amigos aún continuaba su viaje por la región Hoen. En especial Ash estaba entusiasmado con la idea de ganar otra medalla. Pero, para el resto era una pesadilla seguir a todas partes al enérgico muchacho. En especial, cuando en ocasiones como las de ahora, su entusiasmo los lleva a perderse una y otra vez.
Aura-No me lo digas!, nos hemos perdido.-Aura parecía tomarlo con resignación.( Aura: si tú te perdieras cada 2x3 sabrías que es cuestión de costumbre)
Brock estaba liderando la comitiva y trataba de descifrar el mapa de la zona. Se habían adentrado en un bosque para "cortar camino" y así llegar más rápido al próximo pueblo. Brock miraba el mapa al derecho, al revés, a contra luz hasta que dio con una respuesta.
Brock-Nos hemos perdido-sentencio.
Max-No me digas?-sarcasmo nivel 1- Me pregunto de quien es la culpa.
Ash-Bueno, bueno chicos, ya está bien. Ya sabemos cómo termina esto, vamos a seguir caminando hasta que demos con un camino.
Max-Ahhhhh, (suspiro) Ash por pensar así es que estamos perdidos.
Ash-Jejejej-Se rio con una gota resbalándole por la frente.
Pika-pi
Ash-Que pasa Pikachu?
Pika-Pika
Pikachu salto de su hombro y se fue corriendo hasta perderse entre los matorrales.
Aura-Que pasa ahora?
Ash-Oye Pikachu espéranos- todos se fueron a ver en qué nueva aventura los metía Pikachu, ya que eran pocas las veces que se comportaba así y cada una de ellas valía una cana.
Los chicos seguían una estela amarilla que se suponía era pikachu hasta que todos quedaron maravillados con semejante vista. Estaban parados sobre un precipicio que les permitía ver toda la extensión del bosque y varios metros abajo se podían ver un lago lleno Goldings.
Aura-Este sitio es perfecto.
Ash- ¿Perfecto para qué?
En lugar de responder a la pregunta, Aura se acercó a un tronco caído y comenzó a prepararse para acampar.
Ash- ¿Qué haces?
Aura-Acampar por supuesto-dijo como si fuera lo más obvio.
Ash- ¿Qué? No tenemos tiempo para eso. Tengo que ganar otra medalla y…
Brock-Aura tiene razón, Ash. Miro como esta Pikachu.
El rayo amarillo se había quedado dormido en las piernas de Max mientras este acariciaba sus orejas.
Ash-Ya veo. Por eso estaba tan entusiasmado.
Aura-¿Entonces?
Ash-Esta bien-exclamo resignado. Pero mañana a primera hora….
Aura-Seguiremos perdidos, no te preocupes.
Todos rieron por su ocurrencia y empezaron a prepararse.
Max aprovecho ese rato para marginarse un poco. Observo a sus amigos de lejos y se concentró especialmente en Brock. Una semana. Había pasado una semana desde que se atrevió a hacer….., eso.
Ni siquiera sabía cómo llamarlo. Sentarse a horcajadas sobre la persona que más admiras y hacer algo tan vergonzoso como correrse sobre él.
Su tonta hermana se había reído del cuándo le pregunto sobre el tema (omitiendo detalles claro está). Aura había sido muy específica y detallada en su explicación.
El único problema era que Brock no era una mujer. ¿Entonces cómo se hacía con un hombre? Sabía que estaba mal besar a uno, pero se había sentido tan bien que lo repetiría de tener la oportunidad.
Otro problema era que, Brock ni siquiera le hablaba y todos habían empezado a notarlo. Había creído que a partir de ese momento las cosas cambiarían, pero no fue así. El muy tonto seguía detrás de las mujeres bonitas y el ya no se sentía bien alejándolo de ellas. Se debía tragar su coraje y esperar a que se le pasara.
Esa semana había sido una tortura en muchos sentidos. No lo tenía cerca de él y para rematar, todas las noches experimentaba, lo que Aura llamaba “sueños húmedos”. Solo de verlo sentía deseos de correrse otra vez, lo último que necesitaba era ver la misma escena, repetirse una y otra vez.
¡Era tan frustrante!
…ax
¡Max!
Max-¿Qué?
Brock-Te estaba llamando.
El niño se paró de inmediato y se alejó un par de pasos del mayor.
Max-Perdona, que sucede.
Brock-La comida esta lista.
Brock le dio la espalda y trato de alejarse.
Max-No voy a comer.
Brock se detuvo y lo miro un momento antes de preguntar.
-¿Por qué?
-Porque no tengo hambre-respondió hoscamente-. Dile a Aura que me fui a caminar.
Brock-Espera-lo detuvo del brazo-. No puedes irte, te vas a perder.
Max se soltó con rabia, a la vez que sentía deseos de besarlo otra vez.
M-Tengo el navegador. Volveré en un rato.
B-Max espera!
Pero el chico hecho a correr sin mirar atrás y sin ninguna compañía. Incluso olvido que el navegador lo tenía Aura en su mochila. Para cuando se dio cuenta de ese detalle, ya estaba muy lejos y no sabía cómo volver.
A esas alturas, la idea era un poco tonta pero se sentó junto a un árbol a esperar a que lo encontraran.
Cientos de Pokemon pasaron frente a él, pero ya no se emocionaba tanto como antes. Incluso los más agresivos pasaron junto a él y al no verlo como una amenaza, lo dejaron en paz. Max estaba recordando aquella noche con su mejor amigo.
Recordaba cómo había besado su ombligo, como lo había marcado con mordidas y como se había corrido sobre él.
En momentos como esos, sentía como su pequeño miembro crecía y el trataba de bajarlo de la misma forma. Frotándose con algo. Pero era en vano. No sentía lo mismo y no podía llegar al final.
Pero esta vez estaba solo y no había nadie que pudiera sorprenderlo en el acto. En medio de aquel inmenso bosque, se quitó toda la ropa y se volvió a sentar. El aire húmedo estremeció su cuerpo y la yerba le hacia cosquillas. Se sentía libre de hacer lo que quisiera y con ese pensamiento se acostó y comenzó a sobar su cuerpo y a rodar en el suelo. Siempre junto al árbol.
Arqueaba su espalda, restregaba su trasero y en ese momento se dio cuenta de que le gustaba tocarse allí. Su entrepierna dolía mucho pero como siempre no sabía cómo bajarla.
Se acercó a una de las raíces sobresalientes y se sentó a horcajadas en ella. Apoyándose en el árbol empezó a frotar su miembro con desesperación, siendo inconsciente de que era observado. Cada movimiento, y cada oleada de sus caderas eran observadas y su acosador estaba perdiendo el control de su movimientos.
M-Brock -gimió.
Al escuchar ese nombre, Brock salió de entre los arbustos y se paró detrás del chico. Como no había reparado en su presencia, le seguía mostrando la escena más morbosa que jamás había visto. Su trasero empinado, las manos arañando la madera y su voz clamando por él.
M-Brock, ahhhhh…..Brock…
B- Me llamabas?
M-Ahhhhhh!
Max se dio la vuelta de inmediato y al ver al mayor allí de pie comenzó a temblar asustado.
M-Yo…., yo estaba…
B-Si dime. ¿Qué estabas haciendo?-su voz era ronca.
Max se había sentado con las piernas abiertas y Brock ya no estaba pensando como un hermano mayor.
El menor no sabía que decir o hacer, lo que si era seguro era que su erección no se iba a bajar por algo como eso.
El mayor dio la vuelta a su alrededor y se sentó detrás del pelinegro.
-Esto es lo que quieres?-vio como el niño desnudo se volteaba a mirarlo- Dime, ¿esto es lo que quieres?- desabrocho su pantalón y dejo que su erección saliera a la luz.
Max no sabía lo que tenía que hacer. Aquello era irreal.
-Sí.
-Entonces ven.
Lo tomo de la muñeca y lo posiciono sobre él. Luego lo pego bien a él y sujetándolo de las caderas lo obligo a frotar su erección con la suya.
M-Ahhhh, mmmmm.
B-¿Te gusta?
M-Mucho, ahhhhhh.
Agarro su cara y lo beso sin ninguna experiencia pero eso era lo embriagaba aún más al mayor. Eso era lo que estaba buscando. Necesitaba a Brock para volver a sentirse igual que antes.
Lo abrazo del cuello y dejo que el mayor lo moviera a placer. Y vaya placer que estaba sintiendo. Aquella cosita tan pequeña, moviéndose sobre él lo estaba volviendo loco. Se juró mil veces que no lo iba a tocar, pero había fallado.
Empujo a Max sobre la yerba y el mismo comenzó a frotarse contra el pequeño. Max tenía las piernas cerradas y a Brock golpeando sus caderas con fuerza y apretando sus nalgas como si quisiera arrancarlas. Acorralo sus manos sobre su cabeza y empezó con movimientos circulares, buscando complacer al menor.
M-Ahhhhhh, ya…., ya casi. Ahhhhhh, si, mas, más rápido, ahhhhhhhhhhhhhhhhhh~
Max se corrió y se dejó caer agotado en la yerba.
-Esto no se va a terminar aquí, Max.
El menor lo miro con ojos entrecerrados, sin comprender. Estaba exhausto.
Incrédulo, vio como el otro se metía tres dedos en la boca y los chupaba.
-“Por qué hace eso”-pensó ya que era incapaz de hablar.
Creyendo que no sería nada importante, cerró los ojos y dejo que el calor de Brock lo arrullara. Sentía mucho sueno y no quería pensar en nada más que en su amigo.
Se movió un poco incómodo, cuando sintió como le abrían las piernas. La sensación era vergonzosa, pero ya no había nada que él no hubiera visto así que no lo detuvo.
Brock, al ver que Max se dejaba hacer sin problemas, llevo uno de sus dedos lubricados a la entrada y lo penetro de un solo empujón.
-Ahhhhhh!-grito lleno de dolor-¿Qué haces? ¡Para!
Pero Brock no se detuvo a pesar de sus patadas y berrinches.
-Esto era lo que querías.
-No. No, me duele mucho-lagrimas empezaron a caer-Por favor, sácalo… ahhhhhhh
El mayor se detuvo un momento para calmarlo.
-Confía en mí, Max. Te aseguro que esto es lo que estabas buscando.
-Pero yo no soy una mujer-gimió.
-No. Por eso te voy a ensenar como lo hacen los hombres.
Volvió a empujar dentro de él, esta vez con mayor cuidado y buscando darle placer.
Cuando Max se relajó y empezó a mover sus caderas metió los otros dos y sonrió complacido cuando el chico empezó a gemir y a pedir por más.
-¿Se siente bien?
-Sí, ahhhhh…., mucho. Brock…
-Sí, dime.
-Bésame-pidió.
Extendió ambos brazos y espero a que el mayor bajara para besarlo. Este dudo un momento, pero entonces recordó lo bien que sabían y lo complació.
Fue un beso apasionado a la vez que tierno. Se acariciaban y apoderaban del cuerpo del contrario. Max busco con sus manos, y sintió la marca que le habían dejado sus dientes días atrás.
-Perdoname, ahhhhhh, no quería….
-Tranquilo-susurro-, no te preocupes por eso.
En un solo movimiento, sustituyo sus dedos por su miembro y en esa ocasión Max sintió que se rompía en dos. Las embestidas se volvieron furiosas y entre sus brazos el pequeño ya casi no tocaba el suelo. Brock quería acapararlo todo. Besarlo, embestirlo y masturbarlo. Tocarlo no era suficiente. Desgraciadamente, se había enamorado de un niño y además un varón. Tendría que vivir con eso, porque no quería alejarse del nunca más.
-Max, ah…, Max
-Te quiero, ahhhhhh, Brock
Le dio la vuelta y completamente tendido sobre la yerba lo volvió a penetrar. Apoyándose en su espalda, entraba cada vez más hasta llegar a su botón del placer.
-Ya no puedo, mmmmm, Brock ya….casi…
Apenas lo dijo se corrió sobre el césped y de no ser porque el mayor cubrió su boca, incluso Aura habría escuchado su grito.
Brock aún no había llegado y no quería hacerlo. Sus embestidas lastimaban a Max de forma casi enfermiza pero para él, eso era tocar el cielo. Bajo a su espalda y lo mordió con fuerza y luego lamio la herida que había causado. Unas cuantas embestidas más y se terminó por correr dentro de él.
Allí se quedaron sin decir nada pero sin separarse. Se acariciaban y mimaban mutuamente. Para Brock aquello era una declaración de que Max le pertenecía. Para Max era la forma de demostrar su amor a Brock. De decirle que por el haría cualquier cosa.
-Oye Brock.
-Dime-beso su cabello.
-Ahora somos novios, ¿verdad?
-Tú quieres ser mi novio?-pregunto sonriendo.
-Si quiero.
-Entonces somos novios. Pero ya sabes…, Aura no puede…
-Lo sé. No lo sabrá por ahora.
-Bien.
-Y otra cosa.
-Que-dijo bostezando.
-No te atrevas a mirar a otra mujer.
-¿Qué?
-Si no quieres pasarla mal, mejor que no lo hagas-su aura se oscureció y temiendo por sí mismo, Brock no le quedó más remedio que aceptar-. Y otra cosa.
-¿Ahora qué?
-La próxima vez…, yo voy arriba.