Mire molesto mi alrededor por estar rodeado hasta las metras de personas, odio que violen mi espacio personal pero no es como si pudiera hacer mucho ahora, disfrazado de turista con el cabello pintado y un porte desaliñado, joder, ¿Por qué a esos putos niños les dio por encontrarnos en España? ¿Es que no sabían lo que me tardaría en llegar? Todos siempre buscan joderme la paciencia hasta los que no me conocen.
Voltee y me mire en uno de los cristales de los restaurantes del aeropuerto. Camisa violeta arrugada, pantaloncillos blancos que me cubrían debajo de la rodilla, tenis, el cabello teñido de amarillo, lentillas verdes, una maleta gigantesca y un gorro negro conformaban mi conjunto de todo un turista que solo quiere pasar un mes en España, la identificación falsa la voy a quemar cuando llegue a mi destino y lo peor es que de vuelta a mi casa voy a tener que ir en trenes bala, son rápidos pero España no esta exactamente cerca de Polonia, maldita sea a mi tiempo mal gastado.
El vuelo se desarrollo normalmente, llegue a mi puto destino de noche y no tarde nada para encontrar una posada, tome un baño haciendo que el tinte amarillo del espray callera junto al shampoo, me puse mi ropa habitual de camisa blanca manga larga, pantalón de vestir negro y mis zapatos pulidos para decidirme a encontrarme con mis, de seguro, disgustados clientes.
El club nocturno era relativamente normal, nada fuera de lo común, muchas putas me veían la entrepierna y ¿Por qué no? Yo les apretaba el culo mientras pasaba, en otro momento ya estaría llevándomelas a un callejón para un sexo casual pero ahora estoy “Trabajando” mejor suerte para la próxima.
Como era de esperar estaban molestos por la tardanza, no les iba a dar ningún tipo de explicación, aparte de que no me intimidaban, de hecho, me parecían graciosas sus caras contraídas en molestia, andaban con unos gozilas pero bien sabia yo por su forma de caminar que esos tipos a duras penas sabían halar el gatillo de una pistola, físicamente los joderia una y otra y otra vez.
Además en armas también soy mejor, pendejos.
Desaparecieron después de recibir su preciado paquete, quién sabe para qué coño van a usar el suero, me quede en el club más tiempo, manteniendo bailes lascivos con algunas mujeres, si no estuviéramos vestidos juro que sería como si estuviéramos teniendo sexo y no paso mucho para que eso se volviera realidad, admitía en cierta medida que el cuerpo de una mujer era hasta mejor que el de un hombre pero había un diferencia fundamental, no importa cuánto te cojas a un hombre, su agujero siempre será deliciosamente apretado.
En realidad la única diferencia era que tenias que humedecer antes de entrar, eso era todo porque de resto es lo mismo, hasta mejor y mucho más sencillo. Acabe mi cometido con esa chica de la cual ni siquiera se su nombre en un callejón oscuro al lado del club, use condón para no contraer una enfermedad sexual. Ya eran las tres treinta de la mañana y me desplace por las calles oscuras de Madrid.
El alumbrado público se extendía en las calles pero yo como una sombra prefiero desplazarme por callejones o lugares oscuros, así mantengo el perfil bajo y con suerte nadie se dará cuenta de un asesino profesional vagando por las calles a estas horas, entre a un trecho de camino sin alumbrado y camine por varios minutos con solo el sonido de mis propias pisadas, no había ni un alma en la lejanía.
Sentí algo filoso incrustándose en mi espalda, no tenía que ser un genio para saber que era un ladrón con un cuchillo que de seguro ni siquiera sabe usar, pero había algo que no me convencía, no sentí que me siguieran, este ladrón no pertenecía al promedio, era un experto.
-Dame todo cabrón- Ja, que gracioso.
-Chúpame las bolas, huevón- No pude evitar reír mientras lo decía para darme la vuelta y encontrarme con mi maldito compadre y compartir un abrazo fraternal con el desgraciado.
Dominic, mi compadre, 20 años, porte fuerte, musculatura atlética, piel canela, misma altura que yo, ojos oscuros, cabello castaño oscuro, muy oscuro, casi negro y el mismo humor del carajo que el mío, de hecho, nuestras diferencias son únicamente el gusto sexual y evidentemente el cabello y los ojos porque de resto hasta cuando nos reímos tenemos la misma sonrisa de Cheshire.
-No me vengas a joder con eso que ya la putita te las chupo un buen rato-
Puff-Bufo-¿Desde hace cuanto que me sigues?- Comencé a caminar con él a mi lado mientras hablábamos y el guardaba su cuchillo de combate militar KA-1257, amo ese cuchillo, de hecho, amo todos los cuchillos de combate militar, se pueden hacen maravillas con uno.
-Desde que saliste del club, ¿Qué me cuentas compadre? ¿Qué ha sido de tu vida en estos últimos… amh?-Se queda pensativo- ¿Desde hace cuanto que no nos vemos?-
-No sé, creo que desde el año pasado ¿Te recuerdas? Desde la fiesta de fin de año-
-Ahh… verdad, pasamos el límite de la borrachera ese día ¿Te recuerdas de lo que hicimos?-
¿Que si lo recuerdo? ¿Cómo no hacerlo? La paliza que nos dio Anna esa mañana fue histórica.
-Claro que me recuerdo, puto, si de vaina Anna no nos hace la circuncisión-El recuerdo hace que mi piel se ponga de gallina.
-No sé de qué se quejaba, los tres estuvimos de acuerdo-
-No estábamos 100% consientes por lo que podría decirse que ella no estaba de acuerdo-Eso es, textualmente, lo que ella dijo para defenderse de nuestros argumentos, volteo los ojos al recordar que con esa estupidez logro ganarnos.
-Como sea-Ahí está, la misma actitud desinteresada que la mía-Pero bueno chamo, responde la pregunta-No lo hago rogar y le suelto mis últimos e interesantes días, se ríe cuando le digo que lo viole pero luego se pone serio al decirle que lo tengo como juguete en mi cuarto-¿Juguete? ¿Seguro?-
-No me vengas tú también con la misma mierda-Amenazo y sé que él siente mi hostilidad-Si, juguete, solo un puto juguete, joder no sé por qué todos se enfrascan ¡En la misma hija de puta pregunta!-Woo… no me di cuenta que grite lo último, lo miro amenazante para que no comente nada al respecto y el solo se encoge de hombros demostrando que ya no le interesa el tema.
-Ultima-Me pide.
-Escúpelo-
-Nombre-
-Daika- Lo piensa un rato y sé que tiene algo en la mente que no me quiere decir, luego el toma el liderazgo del camino y sé a donde me lleva, caminamos unos minutos hasta estar frente a un hospital, joder, odio esto, entramos y todo el personal parece conocer a Dom, subimos las escaleras y llegamos a las habitaciones pero nos detenemos en medio del pasillo, necesito saber todas las condiciones-Miente-Suelto y sé que él entiende que es sobre la condición de Julia.
-Esta excelente-Mierda, cierro los ojos esperando lo peor-Cada día más hermosa, su piel resplandece y su cabello esta largo, sedoso, tiene muchas posibilidades de vencer la enfermedad-Pongo una mano en su hombro haciendo que calle, su voz era fuerte, no deja que nadie se dé cuenta de su dolor pero yo si me percato de eso, no sé cómo darle consuelo porque nunca he sido bueno en eso, compartimos un abrazo para darnos valor mutuamente, sinceramente, no me siento capaz de pasar la puerta y brindarle una sonrisa-No le menciones nada con respecto a su aspecto-
-Entendido-
Julia, una mujer preciosa por la que sinceramente yo me hubiera peleado con cualquier hombre por ella, pero ella esta… un poco enferma. ¿Para que uso un eufemismo? Tiene cáncer terminal y esta jodida, me encabrona tanto que ningún puto doctor pueda ayudarla, se muere poco a poco y es tan desgarrador verla, algo tan hermoso rompiéndose frente a tus ojos y tú sin poder hacer nada, solo sentarte como un imbécil y esperar un “milagro”, ni siquiera un milagro la salvaría porque antes de venir le pregunte a Anna si el suero podría ayudarla y su respuesta fue un rotundo “no”, el suero no tiene tal capacidad, es un prototipo, nada fiable.
Entramos y ella duerme, se ve… horrible, su cabello rubio ya no está y usa un gorro para cubrirse, su piel es pálida, enfermiza, el montón de vías intravenosas le despedazan las venas y puedo ver los moretones que le dejan, su respiración es pausada, demasiado pausada y veo las marcas de lagrimas secas en su bello rostro. Dios, esto está matando a Dominic, volteo y lo miro, su vista está perdida en la ventana, sé que no quiere verla directamente porque aun siendo el maldito que es cualquiera lloraría por esto, su amor muriendo, como una rosa marchitándose.
Me acerco y le acaricio el rostro para comenzar a despertarla, se que son las 4 de la mañana pero no voy a estar aquí mucho tiempo.
-Hey… Despierta, Bella Durmiente-Abre los ojos y me mira impactada para luego sonreir y abrazarme mientras algunas lágrimas se le escapan-
-Mi amor-Sonrió por el apodo y veo como Dom da media vuelta y nos ve molesto-
-¿Cómo que mi amor?-Que celoso.
-No quiero ver tus celos hoy Dom, estoy con mi sexy amante en este momento-Me carcajeo por el hecho de que aun en las condiciones que esta no ha perdido ese sentido del humor, la abrazo y le sonrió sinceramente, entablamos conversación, pasando por cómo están todos en casa, las ideas dementes de Anna, la ingenuidad de Carlo, las estupideces del viejo, reímos y me recuerda tanto a esos días en los que estaba perfecta e irradiaba luz, solo tiene 19 años, ¡Joder! ¿Es que acaso hizo algo malo para que le pasara esto?-Kai ¿Cuál es la enfermedad que mas odias?-
-Alzheimer-
Me despido de ella besando sus mejillas y la frente, jurándole que todo va a salir bien y que dentro de poco saldremos a dar un paseo por Paris, su ciudad favorita. Duerme y salimos de la habitación.
Subimos a la azotea del hospital y nos sentamos a ver como el sol hace su aparición, me siento decaído, con los ánimos por el suelo, estoy triste, veo que me ofrece un cigarro y sin pensarlo lo tomo, nos fumamos dos cajas de Malrbaro hasta que un vigilante subió y nos obligo a bajar. Nos despedimos, con Dom haciendo la broma de qué en unos meses lo voy a encontrar desahuciado en un bar, pero conozco el humor negro y sé que, en efecto, en unos meses lo voy a sacar destrozado de un bar.
El viaje en tren bala a mi casa tardo alrededor de 3 días, ya no aguantaba la falta de movimiento, estuve a punto de brincar por las borda en varias ocasiones pero luego pensaba que iba a tardar más en llegar y la idea no se me hacia atractiva, quería llegar y despejar mi mente, no sé que quiero en este momento, tengo una sensación nauseabunda en la boca del estomago.
Por fin llego y ni siquiera Drey sale a saludarme, camino por los pasillos y veo que algunas personas me ven desde lejos como percatándose de mi estado de ánimo, las ignoro campante dirigiéndome a la oficina del viejo, entro y le hago un resumen de todo pero luego me pregunta por Julia y… ¿Qué más? Le digo su cruel condición, se pone triste como yo lo estuve hace tres días y salgo a fumar, desde que fume con Dom en la azotea no he podido parar, veo como el humo se pierde en la lejanía del cielo azul y me doy cuenta de que nadie se me ha acercado desde que llegue, me agrada, así me dan espacio.
Volteo y veo a Drey con la cola entre la patas y las orejas caídas, este animal me delata, quiero despejar mi mente y se cómo lograrlo, cansándome hasta el punto de lograr un desmayo, voy a mi habitación y me percato de que no he visto a Daika desde que llegue, me visto con indumentaria deportiva y salgo a correr, tal vez cuando vuelva lo vea.
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Estoy jadeando, mis brazos tiemblan al igual que las piernas, el sudor baja por mi frente como si se tratara de agua y creo que ya no puedo contener mas a mi oponente, suelto el agarre y mi oponente me hace una llave al hombro que me deja fuera de combate.
-Daika, sabes que tienes que mantener el agarre y bajar la cadera para soltarte-Me regaña Carlo y me avergüenzo por el hecho de que hemos estado practicando desde hace unos días y aun no mejoro-
-Lo sé, pero no tengo tanta fuerza-Me quejo y hago un mohín con la boca.
-No se trata de fuerza sino de técnica, ya te lo dije-
-Pero tú eres mejor que yo-
-Pero hay alguien mejor que yo-Lo miro sorprendido y con la mirada le pregunto quién puede ser mejor en esto de “Combate cuerpo a cuerpo”-El Rey-Recuerdo que no he visto a Kai en unos días y ciertamente me preocupa que le haya pasado algo, pero mi trasero está feliz, unos días de vacaciones-Vamos de nuevo-
Hace que me levante y tomo la posición defensiva para poder buscar la manera de tumbarlo y quedar arriba, él ya me explico que no importa si estas arriba o abajo lo importante en la técnica, como siempre todo sale mal y quedo debajo de él en una llave que se llama la “estrella de mar”, no creo que ese sea el verdadero nombre pero francamente es efectiva, es simplemente todo su peso sobre mí, con mis piernas y brazos inmovilizados, me asfixia y gana la ronda.
Me molesto y frunzo el ceño con los brazos sobre mi pecho por la desesperación de no poder ganar ni una sola vez desde que comencé.
-Hay pero no te amargues-Me dice en son divertido, sentándose a mi lado y luego me jala bruscamente para hacerme una llave al cuello a la vez que con sus nudillos me muele la cabeza, pido perdón varias veces para que termine con ese castigo divertido y nos quedamos así un rato, Carlo parece que se durmió y sinceramente su proximidad y el hecho de que estamos en un abrazo extraño hacen que sienta mi rostro caliente, Carlo me cae muy bien y desde que me está enseñando cada vez que lo veo siento que mi corazón palpita muy acelerado.
No sé que es, pero me gusta el raro sentimiento.
Me salgo de ese abrazo raro y veo que la puerta se abre con Kai vestido deportivo que me mira extrañado, está envuelto en sudor y parece ¿Decaído?
-Hola-Le digo nervioso, aun no sé cómo actuar frente a él, es mi ¿amante? Es tan extraño, me gusta, porque sí ya reconocí que me gusta pero aun así es raro y nunca voy a dejar que el note mi rendición hacia él, sería muy vergonzoso.
-Hola… ¿Qué haces aquí?-Me pregunto mientras caminaba a una de las maquinas para hacer abdominales de pecho.
-Carlo me está enseñando combate cuerpo a cuerpo-Se detuvo y me miro incrédulo-Es enserio-
-Yo no he dicho nada-
-Pero lo pensaste-Se ríe y yo vuelvo a hacer un mohín dándole la espalda, escucho sus pisadas hacia mí y antes de reaccionar me abraza por la espalda, yo trato de separarme con la excusa de que esta sudado y huele mal aunque yo esté en la misma condición pero no me hace caso y de pronto me sonríe y me besa para al segundo siguiente soltarme y quedarse mirando la nada confundido-¿Estás bien?-
-…Si… solo… no es nada-Mueve la cabeza como tratando de sacarse algo de la cabeza, increíblemente me preocupa, oigo que suspira y cierra los ojos-Daika… bésame-Me sonrojo furiosamente por eso y corro hacia la salida para no hacer algo tan vergonzoso como eso pero él me alcanza me empotra contra la pared y me besa, metiendo su lengua y haciendo todo lo que a mí me deja sin aliento, se separa y jala mi labio inferior para sacarme un jadeo, toma mi rostro con ambas manos y vuelve a besarme, me estoy perdiendo en este mar de sensaciones.
-Uhm-uhm-Oigo que alguien se aclara la garganta y recuerdo a Carlo acostado en el tatami, me retuerzo para poner distancia entre mi acosador y yo, de alguna manera me da mucha vergüenza que Carlo nos vea-Ustedes tienen su cuarto, mis pobres ojitos no pueden con tantas imágenes juntas-Se queja como niño chiquito moviendo sus manos y sacándonos la lengua a pesar de la vergüenza me rio por su actuación-¡Obscenos! Mi pobre mente, me la están ensuciando-Sus lagrimas tipo rio son tan graciosas.
-Como si tú nunca hayas besado alguien-Kai lo mira de nuevo con porte serio, creo que ya está mejor.
-Sí pero… Rey tu eres muy… muy… ¿Cómo te lo digo para que no me mates?-
-Pendejo-
-¡Malvado!-Lo señala con el dedo, me rio y voy de nuevo con Carlo para seguir con la práctica, me le lanzo encima y lo abrazo pero luego veo que Carlo traga saliva al escuchar la puerta cerrarse, creo que no debí haber hecho eso.
CONTINUARA…