Nos recostamos y Daika apoya su cabeza en mi pecho mientras recuperamos el aliento.
-¡Wooo…! No sabía que te gustara tanto mi pene, Daika-Le digo para hacerlo sonrojar o molestar, cualquiera de las dos serán divertidas.
-¡Cállate…! fue… fue-Se queda trabado-¡No sé! ¡Dios, qué pena!-Cubre su rostro sonrojado con ambas manos y yo rio ante su vergüenza después de que tuvimos unas buenas dos horas y media de sexo duro, que tonto.
-Acostúmbrate, me gustó mucho, eres un sexopata empedernido -Sé que no tengo moral al decirle eso, el sexopata soy yo, pero es divertido avergonzarlo-Estabas como un animal en celo-Lo sigo alagando más discretamente de su gran destreza en la cama y luego él se pone serio.
-Kai… ¿Quién era el chico con el que hablaste?-Me pongo serio, recuerdo el sentimiento de hace unas horas, el que me hizo vomitar y sentirme como una mierda, se me comprime el pecho pero ahora en menos medida, no sé, el tener a Daika cerca me hace… sentir mejor… Estúpido, loco. Hablarle de Dominic no me hará daño, siempre y cuando no pregunte mucho. Suspiro y comienzo a hablar.
-Mi compadre, Dominic… él es… -Busco la palabra correcta para explicar bien- Como el hermano de sangre que nunca tuve-Me mira fijamente y sé que quiere preguntar más pero yo no soy de los que se abra tan fácilmente.
-Y… ¿Por qué estaba tan mal?-Mala pregunta. Suspiro, no voy a responderle ¿Qué ganaría con hacerlo? ¿Qué sienta lastima de Dom? ¿De Julia? ¿De mi por mi patética reacción? Me quedo callado y comienzo a levantarme, Daika mi mira molesto pero su ceño fruncido no me va a matar.
-Ese no tu problema-Le respondo brusco, violento y luego… pienso que fue muy grosero y que, de nuevo, no merece ese trato, joder, es difícil tratar bien a una persona, desde los 9 años he tratado a los que están a mi alrededor con frialdad y crueldad… algunos mejor que otros, claro está. Suspiro, carajo-Mira-Llamo su atención-Dominic y yo nos conocemos desde pequeños, desde que teníamos 10 años para ser exactos-Suspiro-Él desde muy temprana edad estuvo enamorado de una chica y ella…-Me quedo callado y el castaño me ve fijamente con ojos curiosos-Él logro tener una relación con ella-Veo como sonríe-Pero hace un año y medio le diagnosticaron cáncer terminal y… bueno-Su sonrisa se cae y su mirada se torna triste-Le queda un mes de vida-Suspiro y espero que no me haga más preguntas porque entonces sí voy a responderle groseramente.
No dice nada, se queda pensándolo, me levanto, a él aun le duele el culo a pesar de que su capacidad adquirida con el suero le quita la mayoría del dolor, quito las sabanas sucias, las cuales, voy a dejar en la lavandería y tomo algo de ropa porque huelo a sexo y estoy lleno de fluidos de Daika y míos, me tengo que bañar, nos vemos más tarde sweetheart.
Hago mi camino rápidamente, dejo las sabanas en la lavandería y me voy a bañar, cuando salgo del baño uno de los niños me dice que el viejo quiere verme en su oficina, volteo los ojos y me dirijo hacia allá. Por muy increíble que parezca, no se trataba de algo estúpido, era una llamada pero esta vez mucho más discreta y era Julia la que estaba al teléfono. Ella sabía que le quedaba poco tiempo y me hizo prometerle cuidar de Dom cuando muriera… fue difícil, quise convencerla de que lo que hacía era una tontería pero resulta que es astuta y perspicaz, una mujer formidable. Mi estado de ánimo cayó en picada de nuevo. Estoy muy afectado, por un tiempo largo voy a seguir buscando consuelo en los brazos del gatito que tengo en mi habitación, tratare a Daika como a mi Reina.
°°°°°°
Han pasado unas semanas desde aquella vez en que encontré a Kai llorando por Dominic y Julia, no estoy seguro de cuanto pero en ese tiempo me han pasado y he sentido cosas muy raras.
Desde esa vez Kai me trata bien, muy bien, de hecho, es excelente y en el sexo los dos nos complementamos como… como lo que sea que seamos, no estoy seguro de qué, el muy maldito sigue buscando formas de avergonzarme pero ya perdí un poco la pena y puedo decir todo lo que quiero sin sentirme tan avergonzado… claro que aun me da mucha vergüenza pero le tengo una extraña confianza a Kai, es raro, creo que el sentimiento raro viene del hecho de que soy su juguete y le pertenezco…claro eso es hasta que el trato se…
-¡Daika!-Volteo rápidamente y veo como Carlo me hace una llave al cuello que no vi venir y me atrapa asfixiándome hasta que decido vivir y palmear el piso como símbolo de sumisión-Estas distraído-Me espeta, a que este tan perdido en mis pensamientos, jadea y se sienta a mi lado-Tienes que estar al pendiente de todo lo que pasa a tu alrededor sino no entrenes-Es un buen instructor.
En mi tiempo entrenando pude ganarle una vez a Carlo… pero fue porque se distrajo con Anna y además creo que me dejo ganar a propósito, nos hemos llevado muy bien, entre Yume, Cesar, Eian, Carlo y yo hacemos travesuras, la semana pasada rompimos la ventana de la oficina de Lucifer jugando beisbol y le echamos la culpa a Kai… él no se quejo, parece que ya está acostumbrado a las represalias del excéntrico personaje.
Y descubrí que no me cae bien una persona, no sé por qué, pero me da mala espina cada vez que lo veo y su manera de mirarme me inquieta mucho. Es como si quisiera decirme algo a la cara pero no lo hace y eso me desespera, es Félix, el escoses, el único escoses.
-No estaba distraído solo…- Me quedo pensando en una excusa.
-Solo…-Se burla de mí-
-Cállate-
-¿Me vas a acompañar al jardín más tarde?-
Cierto, hace poco descubrí que a Carlo le gusta plantar flores, frutos, arboles… de todo, como un pasa tiempo muy bien desarrollado y descubrí que a mí me gusta la misma actividad, Drey me acompaña a todas esas actividades extracurriculares aparte de que también comencé a ver clases con los chicos pero me da mucha pena asistir a las clases que imparte Kai porque me siento raro, no me gusta como algunas chicas lo miran y me duele que delante de todos me trate menos afectuoso que cuando estamos en el dormitorio, soy estúpido, soy un maldito títere sexual, una puta, el no tiene porque tratarme bien frente al resto de la población.
Carlo revuelve mi cabello para sacarme de mi ensimismamiento y voy a bañarme para quitarme la suciedad del cuerpo, mientras el agua cae pienso en lo que Kai me conto un hace tiempo, lo de Dominic y Julia, me pone muy triste, es una pena y de cierta forma entiendo a Kai, yo también me pondría así se me entero de que mi mejor amigo está pasando por esa desgracia. Termino de bañarme y creo que fue Kai el que hizo que cada vez que me bañara no hubiese ni un alma ahí, de alguna manera me siento mimado por eso. Tomo la toalla, me seco y también mi ropa sucia para llevarla a la habitación del cenizo.
En el camino, con solo una toalla cubriendo mi cuerpo juvenil pero femenino, si, me di cuenta de que tengo complexión de mujer, muchos se me quedan viendo y veo, al fondo del comedor (Es obligatorio pasar por el comedor para llegar a las habitaciones) a Félix mirándome, me le quedo viendo y observo como frunce el seño y escupe el suelo como muestra de molestia, no sé por qué le caigo mal. Me visto y me dirijo al patio trasero para ayudar a mi instructor de combate con las plantas, es muy divertido, llevar masetas de aquí para allá, verlas crecer, cultivarlas, regarlas, adorarlas y de ultimo nos divertimos mojándonos el uno al otro.
-Daika-Me llama Carlo, sentado justo a mi lado, empapado porque hicimos una guerra de agua-¿Cómo va tu relación con Kai?-Bufo, que pregunta más tonta.
-Kai y yo no tenemos una relación-
-No creo eso-
-El me lo dijo, solo soy un juguete-Le expreso lo que ya digerí de mi condición.
-Sigo sin creerte-Se queda pensativo por un momento-No sé… ¿Cómo te trata?
-¿Cómo para qué quieres saber eso? Solo nos llevamos bien cuando se trata de se…-No pude terminar la palabra, me da mucha pena decirle eso a Carlo.
-¿Sexo?-
-¡No lo digas tan fácilmente!-Me sonrojo y cubro mi rostro con las manos, suspiro y lo suelto-Si-Me daría pena contarle todo lo que he hecho con Kai en la cama.
-¿Y no lo has notado como mas…-Se esfuerza por conseguir una palabra- Humano?
-¿Humano?-Me burlo de él.
-Sí, no sé como decírtelo, el siempre ha sido un insensible de primera y ahora está mucho más… vivo.
-Tonto, siempre ha estado vivo-
-Tonto tu, no me entiendes, vivo en otro sentido-
Sigue esforzándose en adentrarse en el tema que yo no quiero ni pensar, hasta ahora Kai me parece una persona… interesante, no puedo decir que buena porque aun recuerdo muy claramente como me violo, amordazo y abuso con su sonrisa sádica en aquella camilla de hospital pero tampoco puedo decir que me parece una mala persona porque… no sé, en mi mente no es una mala persona.
Terminamos esa conversación que a mí me parece que no tiene pies ni cabeza. En esa repentina guerra también mojamos a Drey pero él no parece molesto, me he encariñado mucho con ese lobo, me parece tan tierno, se soba de mis piernas, siempre busca que lo acaricie, me lame la cara y si fuera una persona estoy seguro que sería algo así como mi novio por su manera de cuidarme, no estoy completamente seguro, pero en su mirada se le nota que yo le importo mucho, me siento muy feliz con él.(Recuerden que Drey expresa lo que su amo no)
Llegamos al comedor para una merienda, Carlo y yo vamos hablando alegremente de una planta bellísima que nos gusta a ambos y Drey va detrás de mí, tranquilo como siempre, tomamos las charolas con la comida que escogimos y nos sentamos aun riendo, me siento tan feliz en compañía de Carlo, siento un vacio placentero en el estomago y mis manos sudan, ya bien entrados en otra charla pero que ahora son de anécdotas que le han pasado, me hecho a reír porque me parece muy divertido que en su primera borrachera haya coqueteado con una escoba y amanecido en los establos abrazado de una oveja vieja pero nos interrumpen.
-Como se nota que eres una perra insaciable, niñato-No necesito voltear para saber que fue Félix el que me dijo eso, no lo comprendo, no he hecho nada para molestarlo y aun así estoy seguro de que me odia.
-¿Tienes algún problema Félix?-Me defiende Carlo con la mirada mas seria que le he visto mientras mira fijamente al escoses rubio de ojos verdes que está sentado a dos mesas de distancia junto con todos sus amigos.
-Ninguno-Se muestra sarcástico-Aquí, especulando de las actividades que tiene este nuevo “hermanito” con sus hermanos mayores.
-Me encantaría que fueras mas explicito-Vuelve a señalarle Carlo, evidentemente disgustado de que me estén llamando puta discretamente.
-Lo defiendes porque también te has revolcado con él ¿No?-Dice en voz alta y de repente todo el comedor se queda en silencio, solo escuchándose las pequeñas risas que tratan de ahogar los amigos del escoses.
-Te equivocas, yo nunca he tocado ni le tocare a Daika un cabello bajo ese sentido, lo defiendo porque es mi nuevo hermanito menor.
-Pues el hermanito menor sí que se lleva bien con el mayor ¿No crees? Todos esos sonidos que viene de la habitación de Kai, debe de estarlo tratando muy bien-De nuevo escucho esas risitas que me enferman, está poniendo en letras la verdadera naturaleza de la relación que tengo con Kai pero claro con ese toque de cinismo que ahora me estoy dando cuenta, comienzo a odiar.
-La relación que tengan ellos dos no te interesa-Le espeta ya muy molesto y lo que agregó hizo que por fin supiera el por qué de ese odio irracional que Félix me tiene-Solo porque a ti el Rey te haya rechazado no tienes que mostrarte como una mujerzuela desesperada insultando a Daika.
Se escucha una burla colectiva en todo el comedor hacia Félix ya que su truco de molestarme le salió mal. El rubio disgustado se levanta como resorte y camina con dirección hacia nosotros pero viendo fijamente a Carlo prometiendo un dolor infinito solo con la mirada, veo como Drey comienza a incorporarse para ver fijamente a la amenaza que se acerca, pero no hace ningún movimiento solo está ahí, esperando.
-¿Quién te crees para decir cosas que ni siquiera sabes si pasaron? Mejor te amordazas tu solito pendejo antes de que yo lo haga por ti-Amenaza a Carlo cuando está a su lado y Carlo se levanta del asiento demostrando que no le importa llegar a los puños con él.
-¿Crees que me das miedo solo porque hay rumores de que seas sanguinario matando? ¿Entre tú y yo quien crees que ganaría?-Me está comenzando a dar muy mala espina todo lo que está pasando por lo que me levanto y trato de calmar los humos.
-Oigan, ya, es suficiente-Trato de separarlos de una manera humanitaria pero Félix me empuja al suelo.
-¡No te me acerques golfa!-Me grita y luego escucho un gruñido que hace que me pase un escalofrió por la columna vertebral, había cerrado los ojos por el impacto pero al abrirlos veo como Drey está delante de mí, agazapado, con los dientes al descubierto, emitiendo sonidos muy amenazantes y listo para desgarrarle la garganta a Félix.
-¡Drey!-Lo llamo pero no me obedece y de repente se le lanza encima al oji-verde pero este sorprendentemente esquiva la hilera de dientes, pone distancia entre Drey y él, veo como saca una navaja con la clara intención de dañar a la mascota de Kai-¡Drey!-Vuelvo a llamarlo con un pánico que me está matando, se me revuelve el estomago, mi corazón parece una estampida, me pongo de pie rápido y corro hacia ellos para evitar que el lobo ataque, veo como se acercan mutuamente, llego hasta Drey, lo abrazo como puedo esperando el dolor de la navaja apuñalándome y…
-¡Oye!-Esa voz-¡Espero que sepas lo que haces!-Veo hacia la entrada del comedor y esta Kai apoyado de la pared con los brazos cruzados viendo fijamente a Félix-¡Si les haces algo te hare pagar con sangre!-La amenaza no fue para mí e igual sentí miedo por sus palabras-¿Te quedo claro, pedazo de mierda?-Sonríe malicioso con ese brillo en los ojos que no veo desde que me violo, ese brillo que me hace pensar por segundos que no es humano por su grado de maldad, me da mucho miedo haciéndome recordar todo el dolor, las burlas y las veces en que me llamo perra y puta mientras me ultrajaba, tengo miedo, tanto miedo que olvido el hecho de que amenazo a Félix para defenderme a mí y a Drey.
Tan rápido como apareció se fue dando vuelta sobre sus talones pero aun sin su presencia la misma atmosfera de pavor se siente en el aire, me deja en claro lo que yo ya sabía pero que ahora reafirmo, todos le tienen miedo al cenizo, siento que me lamen la mejilla y es Drey que repentinamente está feliz, debe ser porque vio a su dueño, todos se van dispersando poco a poco y es como si nunca hubiese habido una riña entre Carlo y Félix por mi culpa, me acerco a Carlo que me sonríe haciendo que me relaje, no quiero ir con Kai, tengo miedo de que repentinamente se vuelva violento como aquella vez, el miedo que casi le pierdo por completo volvió y con más fuerza.
Solo voy a su habitación cuando se hace de noche y necesito dormir, interiormente sé que no podre, desde el incidente en la cafetería he recordado con mucha nitidez los asesinatos que presencie la noche en la que nos conocimos, me detengo justo al frente de la puerta, mis dedos tiemblan, tomo aire para calmarme y valientemente abro la puerta, veo a Kai sentado en la cama y apoyado del cabezal de la misma con unos lentes de reposo y sosteniendo un libro, me mira por unos segundo y vuelve su vista a la lectura, bien, cálmate, todo está tranquilo.
Me acerco hasta la cama y me siento alejado de él, un silencio bastante pesado se instalo entre nosotros, no lo soporto por lo que busco una manera de hacerle conversación.
-¿Qué lees?-Mi voz salió más fina de lo que hubiese preferido dejando en evidencia que algo me pasa.
-De Stevenson, Robert Louis “El Extraño Caso del Doctor Jekyll y Mr Hyde”-
-Se escucha raro-Me responde tan tranquilamente que me voy relajando poco a poco.
-Es interesante, deberías leerla, un poco confusa pero nada del otro mundo-Me acuesto en la cama y cierro los ojos relajándome-¿Qué fue lo que paso en el comedor?-
-Nada, Félix comenzó a molestarnos-Recuerdo las palabras de Carlo sobre el supuesto rechazo de Kai al escoses y siento una extraña necesidad de saber lo que en realidad paso-¿Es verdad que Félix se te declaro?-Cierra el libro y quita los anteojos para mirarme con una extraña mezcla de confusión y diversión.
-¿Donde escuchaste eso?-Me pregunta divertido.
-¿Es cierto?-Me afinco en la pregunta.
-Sí, fue hace unos meses ¿De dónde lo escuchaste?-
-Carlo dije que por eso Félix me odia porque yo estoy… bueno porque soy tu esclavo-
°°°°°°
A la mención de la palabra esclavo y su rostro contraído en disgusto me dan ganas de contradecirlo pero luego pienso más detenidamente y… no tengo razones para eso ¿O tal vez si? Desde que lo trato como mi reina ese sentimiento se ha hecho más grande, ahora cada vez que lo tengo cerca siento caliente el pecho, me palpita rápido el corazón, me sudan las manos, creo que se me enreda la lengua al hablar con él y también hay unas ganas increíbles de abrazarlo que ni yo mismo puedo creer, cuando asistió por primera vez a las clases que imparto casi lo beso, me golpee yo mismo por eso, está conmigo en el ámbito sexual porque también le gusta pero de eso a aceptar que le dé una muestra de afecto extraña en medio de un salón lleno de gente hay una enorme diferencia, es mío pero tampoco busco incomodarlo.
Deshecho todas las ideas raras que he tenido y me le acerco porque sinceramente quiero sentir su piel suave contra la mía pero al momento de sentirme sobre él, abre los ojos asustado, veo que trata de calmarse el mismo pero tiene esa mirada como si con solo un mínimo toque lo fuera matar, no sé que tiene y me preocupa por lo que me olvido de tener sexo y me concentro en saber que le pasa.
-Daika-Lo llamo y veo el ligero temblor que tiene, me alejo dándole espacio para que se siente en la cama y se tranquilice-¿Qué acaba de pasarte?
-N-nada solo es que recordé algo que… me dio mucho miedo-Juega con sus manos nerviosas.
-¿Tiene que ver conmigo?-Al preguntarle eso se sobresalta y yo tomo eso como un rotundo “si”. Recordó algo de mí que le da miedo ¿Qué puede ser? ¿La violación? ¿Los asesinatos que vio? ¿Yo? Lo pienso y… no quiero que me tema, no quiero que Daika me tenga miedo. Me le acerco poco a poco y beso sus labios de la forma más tranquila y consoladora que puedo, siento como sus labios tiemblan, pero aun así sigo, quiero que vea una parte no tan brutal y animal de mí-Tranquilo.
Deslizo mis manos por su pecho y me inclino mas hacia él pero la navaja que tengo en el bolsillo me molesta por lo que me separo de él y la saco para ponerla en la mesa de noche, al solo el instante de mostrar el arma blanca Daika se pone pálido como hoja y me mira mientras comienza a repetirme un “Por favor… no”
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Veo la navaja y recuerdo todo, siento que me va a hacer lo mismo de aquella vez, mi corazón palpita lleno de pánico, empiezo a sudar frio y ver las cosas a mi alrededor para buscar una manera de salir de ahí, respiro entre cortado y rápido, siento que por segundos no me llega suficiente aire a los pulmones, le suplico que no me viole una y otra vez… tengo… no, necesito alejarme para buscar un lugar seguro, necesito un lugar seguro, necesito alejarme de el.
-¡Kai! ¡N-no por favor! ¡No lo hagas!-Se me acerca y dice algo pero no escucho nada el pánico me hace desesperarme y lo empujo del pecho para que se aleje-¡Aléjate! ¡Yo…! ¡Yo…!
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-¡Daika!-Lo llamo desesperado pero sus ojos no me miran, creo que ni siquiera sabe que lo estoy tratando de ayudar, está en trance por un trauma, cada vez que intento acercarme me empuja alejándome y repite lo mismo, la preocupación me llena, no sé cómo sacarlo del agujero donde está.
-¡No te acerques! ¡Yo…! ¡No me hagas daño! ¡No he hecho, nada por favor, no! ¡Yo…! ¡Yo ya encontré a alguien!-Esas últimas palabras sonaron en cámara lenta en mi cabeza… ¿Qué? Imposible, ¿Me… me duele el pecho? Parece que ya salió del trance y me mira aun asustado, me duele mucho el pecho, por segundos siento que me arrancaron algo de ahí dentro porque el vacio es impresionante.
-¿Qué?-Vagamente me escucho hacer esa pregunta, veo como traga saliva y abre la boca para responder a esa pregunta de la cual… no quiero escuchar respuesta. No quiero oírlo, si lo oigo yo…
-Yo… encontré a alguien Kai… y…lo amo-De pronto, el vacio se convierte en rabia, ira, molestia, solo he estado así de molesto una vez en mi vida y esa vez acabe con toda una mafia yo solo, ahora siento que… que necesito un nombre, un nombre para tener un rostro, un rostro al cual poder destrozar. Hoy voy matar a alguien.
-¿Quién es?-Mascullo iracundo, colérico, lo voy a matar, voy a matar al maldito hijo de puta, bastardo, mierdero, cojonudo, cabrón, culero que se atrevió a seducir a mi… ¡¿A mí qué?! ¡No encuentro la maldita hija de puta palabra! Daika me mira y sacude la cabeza haciéndome saber que no va a decirme el nombre del maldito que se lo follo y de seguro le gusta más el pene de esa mierda que el mío, cegado por la ira estoy rápidamente sobre él y lo tomo del cuello poniéndolo justo frente a mi cara-¡Dime quién mierda es!-Le grito tan fuerte como siento ganas de estrangular lo que se me meta al frente, las venas se me marcan, abre los ojos como platos pero aun no dice un carajo, tomo la navaja la abro y la coloco en su cuello oprimiendo lo sufriente para que un hilillo de sangre salga y sepa que hablo en serio-Dímelo-Gruño como un animal salvaje.
-Ca-Carlo-
Lo empujo a la cama y me abro paso por la puerta de la habitación haciendo que el portazo retumbe en esa noche sin luna, aprieto mil veces más la navaja que tengo en la mano haciendo que me duelen los nudillos pero que lo ignore por el hecho de que mi ira no me deja sentir. Te lo advertí hijo de puta ¡Te dije lo que te haría! ¡Te voy a cortar la verga! ¡La lengua! ¡Las manos! ¡Las piernas! ¡El tubo caliente te lo voy a meter por el culo! Y cuando me pidas que te mate te voy a abrir el estomago y te daré de comer a Drey ¡Júralo! Que cuando digo algo lo cumplo pero ahora será mil veces peor porque nunca ¡Nunca! tuviste que tocar a Daika.
CONTINUARA…