Casi había olvidado lo dulce de sus labios, de verdad que me sorprendió, pero fue una sorpresa grata, no quiero pensar nada en este momento, solo quiero concentrarme en esos suaves labios, de hecho, es imposible poder pensar en algo con esos pétalos de cerezo, meto mi lengua en su boca y Daika la abre como hace un tiempo… como cuando teníamos sexo, exploro su boca tan deliciosa y mi mente comienza a divagar sobre qué tan resistente son las patas del piano como para hacerlo ahí pero… no sé si Daika querrá hacerlo… él fue el que inicio el beso pero, de un simple beso a sexo hay un trecho un poco largo.
-Daika…-Me separo con un suspiro de mi parte y un delicioso gemido del suyo-¿Quieres…-
-¡HIJO!-
Pegue un salto que hizo que me callera al suelo y viera la entrada en donde estaba de pie ese maldito imbécil del viejo ¡Maldito! ¡¿Como se le ocurre venir a fastidiar en este momento?! ¡Este preciso momento!
-¡¿Qué carajo quieres?!-Le espeto iracundo.
-¡Hijo tocas hermoso!-… ¿Qué? Este maldito-Nunca te había escuchado, es como si fueras un profesional…-
-¿Estabas escuchando detrás de la puerta?-Voy directo al grano. Veo como se queda callado un momento en silencio y ve hacia arriba como buscando una excusa… este… este ¡Maldito!-¡¿Con qué moral me enseñaste a no escuchar conversaciones ajenas?!
-Es diferente-Me dice tranquilo mientras yo trato de comprender el hecho de que parece que no puedo hacer nada sin que el viejo se entere-Todo lo que tiene que ver contigo es mi asunto, que tu no puedas escuchar mis conversaciones es otra cosa, yo soy mayor que tu.
-¡¿Con que derecho te metes en cada uno de mis asunto?!-
-Con el derecho que yo mismo me di-Me comenta alegre y… suspiro derrotado, con sus argumentos de todo poderoso no voy a ganarle-Vuelve a tocar-Lo veo fijamente, tiene cara de niño chiquito.
-Metete el piano por el culo-
-¡No seas grosero! ¡Toca!-
-¡No me vas a obligar!-
-¡Claro que sí!-
-¡Que no!-
-¡Que si!-
-¡Que no!-
-¡Que si!-
-¡Ya!-Interviene Daika por primera vez en esta conversación y veo que el hermoso sonrojo que tenía cuando nos besamos se esfumo-Lucifer-Se dirige al viejo-Kai no está de humor en este momento, tal vez un poco más tarde pueda tocarte algo…-
-Pero yo…-Comienzo a defenderme, no voy a tocarle al viejo, Daika voltea hacia mí y pone una cara que…
-Más tarde tocaras para Lucifer ¿Verdad?-
-Claro-¡Esos malditos ojos! Parece un cachorro a punto de ser abandonado, no puedo, no puedo negarle algo cuando me mira de esa manera.
-¡Siiiii!-Grita eufórico el bastardo-Volveré más tarde, gracias Daika-
El viejo se va alegre por la puerta y yo vuelvo a sentarme en la silla.
-¿Puedes enseñarme?-Me pregunta bajo y jugando con su ropa, su mirada, su… no, tan solo su presencia hace que mi orgulloso se doblegue y acepte estupideces como tocarle una canción al viejo, me tiene hechizado, como un imbécil.
-Por supuesto-
No mencionamos el beso, creo que simplemente fue algo que se dio y ya, tal vez un reflejo por nuestro fogoso pasado, o fue algo para hacerme olvidar ese amargo momento, como sea, creo no fue importante, no veo una razón para ponerme a divagar en el algo como un simple beso, si, sentí de todo cuando sus labios se conectaron a los míos pero… pero, no te ilusione Kai, ya tienes un plan, aférrate a él.
°°°°°°
Mi hijo es un idiota… ¿Qué? Soy su padre, lo conozco mejor que el mismo, sé lo que siente por Daika y sé lo que Daika siente por él. Es bastante evidente si te sientas junto a ellos por al menos 10 minutos, la atmosfera color rosa pareciera que resplandece alrededor de esos dos, los ojitos que hace mi hijo y las sonrisas que se le escapan no es algo que una persona pensante ignoraría, no entiendo por qué simplemente no se lo dicen el uno al otro y ya, cambio de opinión, mi hijo no es el único idiota, Daika también. Si se dijeran las cosas sería mucho más sencillo… pero parece que mas que pensar viven pensando en coger, por esa razón los interrumpí, aparte de que no quería que ensuciaran el piano con semen.
Aun así ¿Qué importa que mi hijo lo haya violado y secuestrado? Se quieren ¿No? Además yo he hecho cosas peores.
No lo trato tan mal.
Muy diferente a como habría sido yo.
No es sádico como yo y nunca le ha metido un juguete, muy diferente a mi querido Yun y yo, sé que Yun me ama solo que… le cuesta admitirlo, dejo escapar un suspiro y veo al cielo blanco y los copos que caen lentamente… odio la nieve, me gustan más los climas soleados, camino rumbo a la oficina de Yun y estando ahí abro la puerta sin ninguna pena, Yun no se sorprende, está de espaldas a mí, ordenando papeles en el estante, me acerco a él y una sonrisa surca mis labios, alzo la mano y le doy una nalgada ruidosa.
-¡Degenerado!-Me grita mientras se da vuelta y me arroja los papeles restantes a la cara-No tienes derecho a hacer esto.
-Oh… claro que lo tengo, mi querido Yun-Me acerco y con mi cuerpo logro empujarlo contra el estante, Yun me mira furioso por estar molestándolo en su “hora laboral”-¿Recuerdas? Me lo debes-Su rostro cambia y mira hacia el techo evitando mis ojos-Me lo debes, mi querida mascota, soy tu dueño-Tomo su barbilla y lo obligo a mirarme, odio cuando no mira mis ojos cuando le hablo, sé que sacarle en cara su situación cada vez que no quiere darme lo que quiero no es la mejor manera de tener una relación ¿Amorosa? No soy amoroso, no sé como demostrar afecto, por eso siempre termino chantajeándolo-Tendré que darte una lección, mi querido Yun.
Traga saliva pero ahora mantiene fija su mirada en mis ojos, amo cuando hace eso, siento como si me estuviese retando, amo los retos y Yun sabe cómo calentarme de una sola mirada.
-Desvístete-Ordeno con poder irradiando de mis poros.
-No-Sonrió, me encanta, me encanta cuando me lleva la contraria.
-¿No? ¿Por qué?-Me pongo sarcástico y cínico a la vez que con mi mano comienzo a masajear su miembro flácido en sus pantalones-¿Ahora me vas a decir que no disfrutas lo que te hago?-Siento como comienza a endurecerse y un muy ligero tinte rojo aparece en sus mejillas pero aun sigue retándome con la mirada, su actitud rebelde me excita.
-Solo un desquiciado disfrutaría lo que me haces-Me espeta a la cara y yo sonrió porque tal vez en eso si tenga razón.
-Si ese es el caso voy a tener que buscar una manera de volverte un desquiciado y así ser un par de enfermos en una linda relación-
-¿Te parece linda la relación que llevo contigo?
-Yun… no te matado ¿Verdad? Sigues aquí, vivito y coleando-Me rio un poco-Sino considerara esto una “relación”, te aseguro que no habrías vivido más de la noche en que volví para que me pagaras-Voltea la mirada, de nuevo, huyendo de mis ojos caramelo.
°°°°°
Me advirtieron de no buscarlo y ahora sé porque
-Hijo-Escucho como mi madre me llama por querer hacer que deguste un poco de la comida que me preparo, hace dos días que tuvimos ese ataque, hace dos días que Alice… Alice-Hijo, por favor, solo un bocado-
-No tengo hambre mama, gracias-La observo suspirar y se levanta de su asiento dejándome la comida en la mesa que está a mi lado y prometiendo que volvería mas tarde, necesita ir a trabajar por lo que yo me quedare aquí, mi padre también está trabajando y mi hermano mayor está en la universidad.
Me quedo mirando un punto en la nada en esa habitación blanca de hospital, tengo el ánimo por el piso, para hoy está pautada la disección de Alice para saber la causa de muerte y hoy… lo sabrán, sabrán que estaba embarazada, seguro su familia me querrá matar pero no veo ningún problema en eso, estaría bien… siento que mi vida se fue cuando mi hijo y Alice se fueron.
Pasan los días y me dan de alta solo son los huesos que se me rompieron en el asalto y me dicen que puedo volver a mis actividades regulares, lo primero que hago después de salir es ir a la tumba de mi amada, la enterraron hace unos días y no pude asistir, su familia ya corto toda comunicación con la mía y ahora mis padres y mi hermano no solo me ven como verían a un herido, me ven con lastima y sé que también les doy vergüenza, por no haber sido lo suficientemente fuerte, los avergüenzo por no haber podido defender a Alice.
Al llegar a su tumba lloro pidiéndole perdón por no haber sido fuerte y defenderla, le digo que me siento como una muerto en vida y que ya no quiero seguir viviendo, pasan las horas y yo sigo recostado de esa lapida, hasta que comienzo a pensar en lo que paso, repaso en recuerdo una y otra vez en mi cabeza aunque duela, tengo que hacerlo, la policía necesita saber quien fue en culpable y yo soy el único testigo, pero muy dentro de mi sé que se llegaran a atrapar al culpable este no pagara la condena que debe pagar, no podría vivir con mi alma si a esos sujetos les dieran un indulto.
Estuve varios meses sin hacer nada, no salía de mi habitación y tampoco me alimentaba mucho, en mi mente solo buscaba recuerdos para poder llevar a cabo mi venganza, eso quiero, necesito venganza.
Divago mas sobre el asunto y en lo que hago eso, mi madre me obliga a entrar a la universidad, decido Arquitectura ya que me gusta hacer dibujos de edificios, las clases son sencillas, no es nada del otro mundo por lo que mi mente nunca termina de olvidar la venganza que quiero y entonces un día en una práctica que hubo en el gimnasio de la universidad escucho una conversación que tiene unos chicos, hablan de algo que no puedo escuchar bien pero muy dentro de mi siento que lo que necesito saber, ellos lo saben.
Pase facturas a algunos favores que me debían los chicos del club de boxeo y así por fin lo supe, los culpables, esos malditos.
El ex novio de Alice y su grupo de amigos, esos malditos.
Si, no puedo negar que por un momento quise llevarlos a la justicia de la forma correcta pero luego ese pensamiento de que no tendrían lo que se merecen me invadió así que… comencé a buscar algo o alguien que me ayudara en esto, me infiltre en los bajos mundos, el mercado negro y conocí a varios mercenarios, les explicaba que quería venganza y… un poco de tortura pero de una forma limpia y profesional, que no quedara ningún rastro de quien lo hizo, un homicidio perfecto.
Todos me respondían el mismo apodo: Dragón Imperial.
Y siempre decían lo mismo: Pero es mejor que no lo busques, niño. No la contarías.
Sin prestarle ninguna atención a lo que me advirtieron localice a ese asesino en un bar de mala muerte un poco lejos de la ciudad.
-Estoy buscando al Dragón Imperial-
Le digo al hombre que atiende la barra de las bebidas, este al escucharme deja caer el vaso que se rompe al recibir el impacto contra el suelo, el hombre me pide que me vaya, que aun estoy a tiempo para arrepentirme pero mi deseo de venganza y el odio hacia esas personas que me hicieron tanto daño puede más que cualquier cosa, ese mismo hombre con mucha melancolía me lleva a un habitación escaleras arriba y me señala una puerta, sin tocar entre y escucho como algo grande impacta contra la pared junto a mi cabeza y… creo que mi mejilla está sangrando, me toco con la mano y efectivamente tengo una cortada en la mejilla.
-¿Te debo algo? Niño-Escucho que alguien habla, salgo de mi ligero shock y enfoco la vista en la habitación pero no veo nada, está demasiado oscuro, me quedo en la puerta tratando de ver algo, la luz de la luna me ilumina un poco a mi pero la mitad de la habitación sigue oscura
-Busca al Dragón…-Me interrumpe.
-Sí, sí, te escuche cuando llegaste, por eso te pregunto ¿Acaso te debo dinero que estas preguntando por mi?-
-No-Me justifico-No me debes nada, yo quiero…-
-Entonces lárgate-¿Qué? ¿Qué le pasa este tipo?-No me interesa nada de lo que quieras-Me cohíbo por un momento ya que recuerdo que este tipo que aun no he logrado ver es un asesino pero de nuevo, necesito vengar a mis amados por lo que termino de entrar en la habitación y cierro la puerta tras de mí-¿Eres sordo o estúpido? Te dije que te largaras.
-Y yo quiero contratarte así que no me iré hasta tener un trato contigo-Al terminar de hablar escucho un ruido, como el de una cama rechinando por perder peso.
-¿Contratarme? ¿Cómo para qué? Niño estúpido-
-Para que tortures y mates a unas personas y deja de llamarme estúpido que no lo soy-
-Puff-Lo escucho bufar-Créeme, desde que entraste a esta habitación te convertiste en la persona más estúpida sobre la faz de la tierra-Comienzo a sentir miedo ya que la adrenalina se está disipando de mi sistema, un sudor frio comienza a invadirme-Quieres que torture y mate a algunas personas ¿Puedo saber la razón?-Le cuento rápidamente el asesinato de mi novia y la muerte de mi hijo sin ser muy explicito ya que a medio camino me pidió acortar mas la historia-¿Solo por esa estupidez?
-¡¿Cómo que estupidez?!-Me molesto por su comentario-No sabes el dolor que he pasado por culpa de esos mal nacidos así que solo haz el trabajo-
Todo se queda en silencio por un tiempo que no fui capaz de calcular.
-Tienes una idea errónea, muy errónea-Ahora habla lento y pausado, logro detectar en su forma de hablar que es extranjero por su acento-No puedes venir aquí y decirme que me vas a contratar y ya.
-¿Por qué?-No entiendo-Se supone que vives de esto ¿No? no deberías despreciar ningún trabajo-
-No me causa ningún problema no aceptar tu propuesta ya que tengo otras mucho mejores, la cuestión es si me da la gana de hacer el trabajo, solo es una venganza estúpida, deberías solo seguir con tu vida y buscarte otra…-No lo dejo terminar de hablar.
-Para mí es imposible, nunca encontraría a alguien como ella-Dejo en claro que tal vez nunca vuelva a sentir algo tan profundo por alguien más.
-¡Oh! ¡Qué romántico salió el niño estúpido!-Se burla, pero luego se hace un silencio por lo que creo que está pensando-Si hipotéticamente aceptara llevar a cabo tu patética venganza ¿Cuánto me pagarías?-
-¿Cuánto me cobrarías por torturar y matar a cinco personas?-No sé nada de precios por asesinatos, debo ser astuto.
-3,2 millardos-
-¡¿Qué?!-Me quedo horrorizado por el precio, es imposible, no tengo tanto dinero, ni siquiera ahorrando toda una vida conseguiría pagar esa cantidad-
-¿Qué? ¿Crees que contratarme te saldría barato?-Parece que se burla de mi en cada palabra que dice.
-Es una exageración de dinero, no sabrías que hacer con tanto-Busco de alguna manera bajar un poco ese monto tan elevado.
-Deja de hablar de estupideces ¿Me pagarías esa cantidad?-
-No tengo tanto-
-Apuesto a que no tienes ni donde caerte muerto-Me preparo para replicar pero él sigue-Por tu ropa, la forma de tu rostro y tus facciones diría que eres universitario… no tienes más de 19 años, no hace mucho te graduaste, tienes carácter aunque muy poco sentido del peligro y sabes con lo que te estas metiendo aunque aun así tienes miedo, usas lentes y tus manos tienen marcas de haber usado mucho el lápiz haciendo trazos, diría que estudias una carrera como Arquitectura-Me enfrió de pies a cabeza más rápido ya que… acertó, todo es cierto ¿Solo por ver mi apariencia sabe todo eso?-Es una buena carrera aunque solo haciendo una mega estructura podrías pagarme y eso ocurriría cuando te graduaras y tuvieras un trabajo que puede ser en un aproximado de 6 o 7 años… no estoy dispuesto a esperar tanto así que no, no acepto tu trabajo-
-¿Co…como supiste todo eso?-
-¿Acerté?-Me pregunta con algo de cinismo-Sabes, el monto que di es el más barato considerando la cantidad de personas y lo que quieres que les haga, pero el precio aumenta según el tipo de tortura y el tiempo que quieras mantenerlo vivos, sin contar que tendría que pagar por un transporte que los sacara de Japón para que las autoridades jamás los encuentren y por supuesto en el monto tampoco te estoy incluyendo el tiempo que vas a tardar en pagar por lo que la cuota sigue aumentando y al final me tendrás que dar más de lo que necesita un país sub desarrollado para subsistir ¿Estás dispuesto a todo eso, pequeño niño estúpido?-
No miento en que me estoy arrepintiendo de todo esto, no tengo tanto dinero y los precios además de las cuotas aumentando más… nunca lograría pagarle, jamás, escucho como se ríe y sin quererlo me enfurezco con ese tipo al que ni siquiera le he visto la cara, se burla de mí, me humilla, maldito.
-Tienes razón, no tengo tanto dinero-Escucho que quiere decir algo pero no lo dejo-Pero eso no logra que quiera desistir, estoy dispuesto a pagar lo que sea con tal de que hagas el trabajo-Ya no es solo una cuestión de un negocio, es de orgullo, no voy a dejar que se siga burlando.
-¿Escuche bien?-Dice de nuevo con tono cínico-¿Dijiste “Lo que sea”?-¿Qué es lo peor que me puede pasar? ¿Ser su ayudante maligno en los asesinatos?
-Lo que sea-Reafirmo.
-¿Cualquier cosa?-Vuelve a preguntar de forma lenta.
-¡Sí! ¡Ya deja de preguntar estupideces!-Me desespera que pregunte lo mismo como si estuviese cometiendo una locura.
Se queda callado y de pronto una luz me ciega totalmente, cubro mis ojos con el brazo y luego de unos segundos veo por fin a ese tipo, mas alto que yo, con un cuerpo mucha más trabajado, un cabello negro como el carbón, tez blanca y ojos acaramelados pero muy, demasiado fríos y calculadores, la manera en que tiene esa ligera sonrisa en sus labios me hace preguntar si cometí un error.
-Acepto, pequeño niño estúpido… y además ingenuo-
-¡Deja de llamarme así! ¡Me llamo Yun!-Bastardo.
-Muy bien, mi querido Yun, pero no olvides lo que dijiste… jamás lo olvides-Pasa por mi lado y noto la diferencia de altura, es muy intimidante.
-¡Hey Dragón!-Lo llamo antes de que salga por la puerta-¿Cómo sabré que ya está hecho?-
-En su momento lo sabrás… y mi nombre es Lucifer-
Y salió por la puerta, no lo volví a ver hasta después de 4 meses que comenzaron esas noticias por la televisión. Eran horribles. Nunca pensé que un cuerpo pudiera quedar tan terrible, prohibieron mostrar las imágenes al publico luego de 3 días pero aun así circulaban por la internet, pero la personas no sabían como había ocurrido aquello, yo sí, Lucifer me había enviado videos de cada uno de los asesinatos, vomite cuando le corto el pene a uno, lo metió en una licuadora con agua y obligo a otro a tomarse aquello.
Comencé a tenerle mucho miedo a Lucifer. Se reía mientras los cortaba, flagelaba, azotaba, quemaba, pero lo peor era como los obligaba a practicar canibalismo, cada parte del cuerpo que cortaba de uno, se la obligaba a comer a otro, lo único que quedo intacto de cada cuerpo fueron las cabezas que corto al final y las envió por correo a las casas de las respectivas familias con fotos de lo que quedo de cada cuerpo. Comencé a sentir una gran culpa, por una parte me alegraba pero por otra me daba mucha vergüenza ser la persona que contrato a ese tipo para semejante homicidio.
No se encontró ninguna pista del asesino, fue un trabajo totalmente limpio a pesar de toda la sangre derrama. Un mes después me llego un mensaje a mi correo electrónico con una hora y un lugar, no tenia remitente… pero no era como si necesitara tenerlo, yo estaba 100% seguro de quien era. Con todo el valor que pude reunir tome todo el dinero que había logrado ahorrar y me lo lleve para encontrarme con él. Llegue a un almacén polvoriento y deshabitado.
-¿Hay alguien aquí?-Pregunto a la nada.
-¿Te gusto el resultado?-Volteo rápido y lo veo muy cómodamente sentado sobre unas cajas.
-No tenías que ser tan…-No encuentro una palabra para esa masacre.
-Entonces no te gusto-Parece decepcionado-Que pena, lo hice con mucho esfuerzo-
-Toma-Le lanzo el bolso con el dinero pero al momento de atraparlo me lo lanza de vuelta.
-No quiero tu dinero-Frunzo el ceño.
-¿Entonces como se supone que te pagare?-
-Pronto lo sabrás-Se quedo callado un momento viendo el techo sucio y luego volvió su mirada hacia mí pero de alguna manera sentía que su mirada me desnudaba el alma-Por ahora mantén tu vida lo más normal que quieras, termina tus estudios, consíguete una novia, cásate, no me importa, pero en 4 años, contándolos a partir de ahora, volveré y te cobrare por mi trabajo, espero que para ese momento ya te hayas hecho una idea de lo que quiero y estés preparado ya que soy… -Pensó un poco la palabra que diría-Exigente.
-¿Quieres que trabaje para ti?-No entiendo nada, se levanta de su improvisado asiento y camina hacia mí, al estar frente a mi toma mi rostro con una mano y la otra me inmoviliza por la cintura-¡¿Qué haces?!-Siento su aliento sobre mi rostro y mi corazón comienza a latir desbocado por el miedo que me está invadiendo, la mano en mi cintura baja mas y me aprieta una nalga como si fuera lo más normal del mundo-¡¿Qué ha…?!-Me muerde el labio y siento como sale la sangre junto con mis lagrimas por ese repentino dolor, me suelta y caigo al suelo de golpe.
-Prepárate-Me dice al darse media vuelta y caminar un poco pero luego se detiene y voltea a mirarme-No lo olvides, mi querido Yun, tu dijiste “Lo que sea”-
A partir de ese día vivía con un constante miedo, 4 años, en 4 años ese tipo vendría y de seguro me violaría y después… después ¿Qué pasaría conmigo? ¿Moriría desangrado? ¿Sería su esclavo por el resto de la eternidad? No sabía qué hacer, pasaban los años y entonces comencé a aceptarlo, yo fui quien lo busco, fui el que dijo “Lo que sea” Yo fui el imbécil, no me junto con nadie sentimentalmente hablando ya que sabía que aunque escapara a otro país con otro nombre y color de cabello igual me encontraría, comencé a ver cómo eran esas cosas de sexo entre hombres, yo no era gay y se me hacía muy incomodo ver videos de esos en internet pero tenía que superarlo, de alguna manera tenía que hacerlo. Podía apostar toda mi carrera a que yo sería el que va debajo así que compre un consolador para hacerme una idea de cómo sería cuando ese tipo viniera, después de mucho dolor, incomodidad y un poco de asco comencé a tomarle un poco de gusto, hasta que al final después de un mes con mucho trabajo y preparación logre tener un orgasmo solo con el placer que sentía mi próstata… estaba bien, se sentía ¿Bien?
4 años después con mi carrera completada y viviendo en un departamento volvió, tal como lo había dicho, pero con un pequeño niño de cabello gris y ojos oscuros, no pregunte nada por el niño que después supe se llamaba Kai, entro a mi departamento, le dijo al niño que se quedara en la sala y fuimos hasta la habitación, le pedí que me dejara prepararme lo cual no lo molesto, de hecho, lo excito verme metiéndome los dedos y después me lo hizo, por muchas horas, fue doloroso, no era lo mismo que tener un pene de plástico pero aun así pude darle frente a la monstruosidad que cargaba entre las piernas, lo que no me gustaba para nada era ese carácter sádico que tenia, le gustaba escucharme rogarle, verme llorar, sangrar, supe inmediatamente que era un enfermo loco y aun así yo también lo disfrute, solo un poco.
Ahora después de tantos años ya me acostumbre a ese trato, ya al menos no me hace llorar ni sangrar pero sigue gustándole que le ruegue, me mete juguetes y me llama mascota para humillarme, una parte de mi lo odia por esa actitud que tiene, otra parte de mi logro tenerle un ligero afecto, no puedo decir que lo quiero porque esos momentos en los que estamos solos me trata como una puta y odio que me trate así, pero no me quejo porque eso sería doblegar mi orgullo y eso algo que no quiero perder, no quiero perder mi orgullo y menos ante Lucifer.
-Vamos mi querido Yun… sigue-Me ordena y yo me muerdo el labio para evitar gemir mientras muevo mi mano y hago que consolador entre mas en mi, toca justamente mi próstata y arqueo un poco la espalda pero aun negándome a gemir en voz alta, estoy recostado con las piernas abiertas sobre el escritorio mientras él me observa sentado cómodamente en la silla mientras se masturba y me sonríe-Mastúrbate-Vuelve a ordenar y mi mano libre se va hasta mi miembro rígido y necesitado-¿Te gusta?-
-No-Logro decir sin balbucear y por el rabillo del ojo veo como frunce el ceño, eso es, moléstate, me agrada ver como se molesta por no lograr dominarme, moléstate estúpido. A raíz del tiempo llegue a la conclusión que una persona normal no le negaría nada a Lucifer, por eso yo me hago el difícil, hago que se moleste, que se desespere. Me gusta actuar así porque me hace sentir con orgullo y no como una puta.
-Eres una mala mascota-Se levanta y camina hacia mí, me jala de mi posición recostada y hace que me siente con el consolador aun dentro por lo que el aparato logra meterse hasta lo más profundo y gimo por eso-Chúpamela-Siempre ordenándome ¿Es que no sabe hacer otra cosa? Me bajo de la mesa y me arrodillo para cumplir con su pedido, lamiendo primero para después meterla hasta que toque mi garganta, es muy grande por lo que es resto debo seguir sobándolo con las manos, me hace parar y me levanta para que apoye las manos en la mesa, dándole la espalda, me saca en consolador y mete los dedos para torturarme y obligarme a rogarle que me tome pero no lo hare, ni que me pague le rogare, se cansa de que me haga el difícil y termina por meterla y comenzar a hacérmelo, casi terminando se sale de mi y ahora de verdad me siento frustrado por haber interrumpido mi orgasmo.
-Si tanto lo deseas ven y tómalo, mi querido Yun-Se sienta en el sillón con su mano tomando su hombría, esperándome para que vaya hacia él y lo cabalgue, al principio me dio mucha pena esa posición pero ahora ya no importa porque yo estoy arriba y si quiero hacerlo lento para torturar al gran asesino puedo hacerlo, voy hasta él y me siento sobre su pene, adentrándolo de nuevo en mi, gimo porque toca mi próstata y después de mucho tiempo pude tomarle un poco de gusto a esto del sexo anal, me apoyo de sus hombros y comienzo a subir y bajar muy pero muy lento, sonrió cuando veo que aprieta las manos.
-¿Qué ocurre Lucifer?-Le hablo al oído de forma lenta-¿No te gusta?-
-No juegues con fuego Yun, te puedes quemar-Su voz es más gruesa y baja, un barítono muy profundo, el que no haya agregado “Mi querido” a mi nombre significa que lo estoy volviendo loco.
-Ya he jugado con fuego y nunca me he quemado-
-¿Eso es un reto?-Toma mi cadera y hace que me siente de golpe estremeciéndome y haciéndome gemir de gusto.
-Ahh…Sí-Jadeo un poco-Es un reto…-Sonríe y me tumba sobre el mueble para poner mis piernas sobre sus hombros-¡Ah! ¡Ah! ¡Ahí!-Grito fuerte por ese posición que hace estremecerme, el cuero del asiento se pega a mi espalda sudorosa y mi respiración aumenta por momentos trato de controlarme pero cada vez que lo intento el vuelve a hacerme gritar-¡Más duro!
-Que lascivo mi querido Yun-Toma mis piernas y las baja de sus hombros para darme la vuelta haciendo que quede a cuatro patas sobre ese sillón que cruje por la fuerza que Lucifer está haciendo-¿Te gusta?-Me pregunta mientras pasa su lengua por mi espalda y llega a mi oído para mordisquear el lóbulo de mi oreja, sus manos aprietan mucho mi cintura y estoy seguro que va a dejar marcas de dedos-Te encanta cuando te lo hago así ¿Verdad? Cuando te lo hago como una perra-Hace una penetración muy fuerte que me hace gritar.
-¡Ah! Jo… ¡Ah! Jodete-Jamás y nunca admitiré eso ¿Qué quiere? ¿Qué suene como una película porno? Para eso que se vaya a un prostíbulo.
-Me encantas Yun-Me levanta y me lleva de nuevo al escritorio, sin salirse y aun embistiendo, toma mi miembro y comienza a sobarlo hasta que logra que me corra sobre la mesa-Sabes…-Sigue hablando mientras sigue entrando y saliendo, Lucifer aun no ha terminado-Compre un traje de enfermera muy sexy hace unos días-Me quejo un poco como puedo pero la voz no me sale, tengo la garganta seca-Me muero por ponértelo y que me bailes un rato ¿Te gustaría Yun? ¿Bailarme para excitarme y hacértelo hasta dejarte seco?-Su miembro vuelve a tocar mi punto dulce por lo que mi hombría comienza a ponerse dura de nuevo-Mira como me quiere tu pene-Vuelve a tocarme y yo ya no puedo quejarme porque estoy muy cansado, sé que de aquí saldré con un inmenso dolor en el trasero-Pero sabes… tu culo me quiere más, no sabes cuánto me aprieta-
Siguió haciéndomelo por horas, parece no cansarse cuando se trata de sexo, me hizo manchar con mi semen los papeles que estaba organizando y se vino tanto dentro de mí que mientras embestía sentía como su semen resbalaba por mis piernas. Estoy muy cansado, siento su semen goteando de mi trasero y un poco de dolor en mis caderas por la fuerza con la que me lo hizo. Me recuesto de nuevo en el sillón buscando un poco de descanso de ese hombre insaciable y pierdo la percepción del tiempo al mismo instante que siento la mano de Lucifer acariciando mi cabello y hombros.
-Dulce sueños, mi querido Yun-
CONTINUARA…