Suspiro desesperado ¿Por qué carajo este niñito quiere ayudarme? Cálmate hombre, cálmate, debes ser agradecido, te está ayudando, cálmate ¿Cómo puedo calmarme si tengo unas ganas infernales de decirle “Piérdete coño y déjame en paz”? Tal vez debería de practicar mas mi convivencia que con los seres vivos que me rodean… que no sean ni mi compadre ni una puta… aunque, tengo a la señorita, que no es Kai, por evidentes razones y tampoco es una puta porque… bueno no creo que sea una puta.
Tengo ganas de ir a verla pero con el tobillo como lo tengo y mi garrapata personal hecha niño no creo poder hacerlo en un futuro próximo, tengo que curarme primero. Con ayuda de las putas muletas llego por fin al comedor que extrañamente esta en silencio, paso las puertas y todos me ven con cara de idiotas, observo mi alrededor y veo a un tipo con traje de pie en una de las esquinas ¿Quién es ese?
-Dominic-Se levanta Carlo y camina hasta mi-¿Sabes algo de un tal Erhard Fruhling?
-No-No me suena, recordaría a cualquiera con ese nombre pero-¿Fruhling?-Pregunto y Carlo asiente-Ese es el apellido de una familia alemana con empresas de alimento pero también en el bajo mundo son comerciantes de armas ¿Por qué?-Escucho como Carlo murmura y me molesta que me ignore-Respóndeme.
-Es que un tal Erhard Fruhling llego hace rato, Kai dice que es un viejo amante de papa y… bueno, esto es muy incomodo-
-¿Kai dijo eso?-Asiente-Interesante, entonces el tipo de haya-Hago un ademan con la cabeza al tipo trajeado-¿Viene con ese tal Erhard?-Asiente-¿Y dónde está ahora?
-En la cocina pero Kai nos dijo que no fuéramos para allá porque podríamos llevarnos una sorpresa.
Una sorpresa. ¿Qué es lo peor que podrían estar haciendo? ¿Sexo en la cocina? Un escalofrió me recorre la espalda y borro esa imagen mental, que asco, sigo moviéndome con las muletas hacia la cocina porque necesito comida y no soy tan desgraciado como para mandar al niño y causarle un traumatismo severo irreversible.
Estoy al frente de las puertas dobles metálicas de la cocina y con una de las muletas empujo una de las puertas y…
-¡Oh! ¡Jesús María y José!-Me quejo al ver al viejo desnudo y al otro tipo también, al menos no están teniendo sexo-¡¿No conoces la ropa?! Ni que estuvieras joven para exhibirte viejo decrepito.
-Yo también te quiero Dominic-
-¿El es Dominic?-Escucho la voz del otro tipo bastante suave para ser un hombre, lo veo fijamente y sí es afeminado.
-Sí, cariño, él es quien tuvo una aventura en la nieve con Kai, mira como quedo-Ríe levemente y a mí una de mis cejas empieza a tener un tic-¿Y qué quieres?
-Podría comenzar por comer, sería una fantástica idea y después por romperte la cara pero esa va a tener que esperar hasta que me recupere.
-Me agrada, tiene carácter.
-Demasiado carácter para ser precisos-Veo como el tal Erhard se levanta y toma una de las charolas llenas de comida y me hace señas para que lo siga, sale al comedor desnudo y si antes el lugar estaba silencio ahora parece un cementerio, coloca la comida en una mesa y da la vuelta caminando hacia mí, antes de que llegue ya tengo la punta de la muleta en su cuello-El es hetero-Declaro Lucifer detrás de nosotros.
-Mucho cuidado Fruhling, no sabes que pueda pasarte mientras duermes-Amenazo y el sonríe.
-Solo quería ayudarte a llegar más rápido pero sino quieres ayuda no hay ningún problema-Quita de un toque la muleta de su garganta y volvió a la cocina, maldito. Volteo los ojos y le resto importancia haciendo mi camino hacia la mesa, en el pequeño recorrido escucho los murmullos de la gente cada vez más fuerte, me siento y en seguida ya tengo a Carlo encima de mí.
-¿Qué quieres?-Me desespera que invadan mi espacio personal, el niñito se sienta frente a mí.
-No amenaces a ese tipo-Hace un pausa suspirando-Por lo que sabemos hasta ahora papa puede llegar a extremos impresionantes por él.
-Pues que mal porque ya el tipo me cayó como una patada a las bolas-Soy sincero, no me cae bien pero tampoco me cae mal, está en el intermedio, en los extraños, como casi todos por aquí.
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-Sus métodos aunque eran bastante extraños me hacían hacer lo que él quería-Sigo diciéndole a mi tierno acompañante mientras caminamos-Y como yo estaba necesitado de amor y atención y un montón de cosas más… pues, lo vi como el sustituto de mi madre-Toso un poco, tos seca del demonio me enferma sentir el escozor y picor en la garganta, Daika me da golpecitos en la espalda y sus ojos demuestran preocupación.
“Quiero cuidarte”
Me llenan de emociones esas palabras, por una parte, está la felicidad, la alegría, las ganas de quedarme enfermo siempre, para todo la eternidad si eso significa que Daika nunca se ira de mi lado, pero por otra parte me llenan de dudas… Daika no tiene una verdadera razón para hacer esto.
Me pongo en su lugar y lo único que a mi siendo Daika en estos momentos querría hacer es matar de la forma más lenta y dolorosa posible a mi violador, no veo ninguna razón por la cual “cuidarme” no merezco sus cuidados.
-Vamos a tu habitación a buscar el jarabe-
-Tranquilo, yo voy, ya estoy bien Daika, gracias-El me mira con confusión y me duele decirle que ya no necesita perseguirme, ya no, no merezco tanta atención-No tienes que seguir haciendo esto-Subo mi mano y mi pulgar acaricia su tersa mejilla-Ya salí del peligro de muerte.
Me frunce el ceño… su mirada es de total determinación.
-Yo quiero y sí yo quiero cuidarte nada de lo que digas o hagas me lo va a impedir.
Abro los ojos con impresión y suelto una risita y acepto que perdí, parece que Daika tiene mucho carácter cuando se trata de cuidar personas… seria un excelente doctor, que ironía recordar la carpeta de Anna en este momento… cierto, debo de ir para allá y mover influencias en Florencia.
-De acuerdo, no seguiré insistiendo-Asiente con la cabeza y me sonríe-Acompáñame a la enfermería.
El asiente y hacemos nuestro camino para haya debo preguntarle varias cosas a Rosa, entre ellas, ¿Cuándo podría estar en condiciones para salir de viaje unos días? Quiero saber si también tengo la oportunidad de ir a la tumba de mis padres y dejarles algunas flores, bufo por mis propios pensamientos, nunca había sentido el valor de ir para haya. El sentimiento de que me desmoronare frente a esas lapidas frías siempre estuvo presente y yo nunca quise llorar de nuevo por causa de ellos.
Me da valor sentir la calidez que está caminando a mi lado… Daika me brinda algo que nadie nunca me había dado y que siempre tuve que esforzarme en aparentar: Fortaleza. El pequeño niño a mi lado me brinda la confianza para todo lo que jamás pude pensar tendría valor.
Decir que la mujer me dijo que no, era una eufemismo, me llamo loco, desquiciado que no me preocupaba por mi salud que debía descansar y recuperarme y bla bla bla… Daika la apoyo en todo lo que dijo y también me reclamo que cómo se me ocurría pensar siquiera en un viaje cuando no puedo ni respirar con tranquilidad, llegamos a un acuerdo, en un mes, más o menos, cuando ya esté mejor hare mi viaje de “Negocios”
Daika me acoso terriblemente para que le dijera mis razones de ir a Italia pero no podía decirle la verdadera razón, así que únicamente invente algo creíble como la compra de un artículo importante y con eso basto para saciar sus ansias de conocimiento. Pero eso no quito que me siguiera observando de forma sospechosa, seguimos hacia la habitación y ahí me da mis pastillas, el jarabe, los remedios, cambia las vendas y me pide que descanse.
-Gracias, no tenias qué-Declaro cuando ya estoy preparado para cerrar los ojos, lo observo y el voltea los ojos exasperado, es lindo enfurruñado.
-¿Cuántas veces debo decirte que quiero cuidarte? No entiendo cómo es que esa información no entra en esa cabezota tuya-Me reclama entre seriedad y juegos para ambos reírnos.
-Si supieras cuantas cosas no proceso en mi cabeza te sorprenderías-Rio un poco y Daika también, luego paramos y un aire silencioso se asienta entre nosotros, un aire cálido y cómodo… como si estuviese donde siempre debí haber estado, Daika se inclina hacia mí y me regala un dulce beso a la mejilla, casi rozando la comisura de mis labios, se incorpora viéndome a los ojos con ese mar de caramelo derretido, camina hacia la puerta y se despida-Descansa, volveré después-
Cierra la puerta y me quedo como un retardado sintiendo ese cosquilleo y esas mariposas en mis estomago, el pecho se me calienta y mi corazón late como un tambor… Gott, te amo pequeño.
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El calor en mis mejillas y la sonrisa se quedan en la cara, todo fue tan perfecto, cada segundo con él, la forma en que hablaba, la que me trataba, sus ojos brillantes, todo, todo… siento que podría morir de amor en este instante, dejo de caminar y me apoyo de un muro viendo por la ventana la nieve caer, suspiro totalmente ensimismado en mi felicidad, me abrazo a mí mismo y cierro los ojos recordando el momento donde casi lo beso y sus ojos parecieron brillar… son tantas emociones, todas revueltas en un remolino de felicidad y cariño y amor y confianza… me hace sentir tan completo, Kai es el hombre destinado para mi, solo él me hace sentir todo esto, solo él.
Pero su terquedad me llena de dudas… ¿Por qué quiere saber cuándo podrá irse? ¿Qué hay en Italia? No le creo nada, ¿Una compra? Si claro y yo nací ayer. Suspiro porque sé que de alguna forma Kai no va a decirme todo lo que hace siempre y que puede que me oculte cosas, no es como si fuera su mayor confidente pero quiero serlo, quiero ser la persona en la que Kai mas confié… no con respecto a cosas físicas, como ejercitarse o entrenar para eso está Dominic (Ya sé lo que mi mente pensaría si vuelvo a tener un combate cuerpo a cuerpo con él y no quiero que vuelva a pasar y se dé cuenta de mi perversión) Pero en casos como su pasado, su crianza, sus miedos, esas cosas, quiero ser en quien él mas confié.
Me ganare su confianza. Toda.
°°°°°°
Ya han pasado dos días desde que llegue, todos me ven con esos ojos que dicen: “Te odiamos por haberte metido en la relación de nuestro Pa con Yun” Bola de estúpidos niñitos ¿Es que no se han dado cuenta de que estoy aquí para ayudar?... y divertirme un poco, solo un poco, no mucho. Si quisiera destruir esa relación, ya lo habría hecho, muy eficientemente cabe destacar.
Miro mis alrededores y no hay nadie en los pasillos, este sitio es tan grande que fácilmente me puedo perder… me recuerda a aquella película de magos ¿Cómo se llamaba? ¿Adrid? ¿Y el apellido cual era? ¿Pote? ¿Poty?... no lo recuerdo.
Veo a lo lejos ese cabello negro, la estatura y la tez que me indica que ese chico es el japonés que busco. No soy idiota, ese chico debe querer cocinarme vivo en su sartén japonesa y servirme como plato principal en este momento, pero por medio de Lucifer no voy a conseguir nada, primero debo convencer a su angelito de ayudarme a abrirle los ojos al Diablo. Entra a una habitación y lo sigo con toda la no clandestinidad posible, no importa que me vean siguiéndolo, no es como si estuviese haciendo algo malo.
En mi recorrido recuerdo que por este mismo pasillo esta la habitación de mi cachorro… que ya no es tan cachorro y que se babea por el niñito castaño que lo atiende y no soy imbécil también sé que el niñito se derrite por mi muchacho pero me intriga el hecho de que no los veo intercambiar mas de miraditas y gestos, debe haber más cosas inmersas en ese asunto. También noto la relación de la chica japonesa con el muchacho pelirrojo.
La de aquel par de rubios, la de el chico azabache y la chica rubia, la de las dos morenas y bueno… decir que aquí hay variedad es quedarse corto y tampoco se me escaparon esas miraditas que les ha estado echando Lucius a ese chico que anda detrás de Dominic como perrito. Espero que no haga nada estúpido.
Abro la puerta sin tocar y me adentro en lo que creo es la habitación del nacido en la tierra del sol naciente.
-¿Qué se supone que haces tú aquí?-Puso mucho énfasis en la palabra “Tu”. Cierra el libro que tenia entre las manos con fuerza y yo no puedo evitar que una sonrisa burlona surque mis labios, bingo, me odia.
-Quería hablar contigo-
-¿Sobre qué zorra barata?-Insultos… los celos deben de estar comiéndoselo vivo, de seguro piensa que me he revolcado con Lucifer sobre todas las superficies planas en un radio de un kilometro.
-¿Barata? ¿Zorra? Hasta donde llega mi conocimiento no te he hecho nada ¿Por qué me insultas de esa manera?-
-Aparte de zorra barata también hipócrita-Se levanta de la cama y camina hacia mi-Lárgate de mi habitación-Sus ojos brillan de injuria y determinación, con que esto es lo que atrae tanto a Lucifer, el carácter de este japonés es el que hace que el demonio pierda la cordura.
Levanto mis palmas en señal de rendición pero la sonrisa nunca abandona su lugar.
-Bien, bien, no me muerdas, no sabía que así tratabas a los invitados y además yo solo quería platicar-Hago un puchero con sorna y enfilo mi camino hacia la puerta-Tanto que creí que querrías que te ayudara en tu enamoramiento pero…-
-¿Disculpa?-Alarga la palabra y su forma de decirlo me hace notar su gran negación hacia sus propios sentimientos. Me detengo y lo miro de frente-¿Yo? ¿Enamorado?-Se cruza de brazos y sus ojos no dejan ese brillo de odio-¿Eres retardado o qué? Yo no amo a nadie.
-Apostaría mucho por lo opuesto a eso-Bajo mis brazos para por fin ponerme serio, ya tengo su atención.
-No amo a nadie-Reafirma pero yo no flaqueo, nunca lo hago.
-¿Entonces por qué me odias tanto? ¿Por qué has soñado con que me desaparezca? ¿Qué nunca hubiese puesto un pie aquí?-Lo intimido avanzando hacia él demostrándole que él no es el único que sabe cómo conseguir lo que quiere-¿Qué no has tenido pesadillas conmigo teniendo un sexo sucio con él?-Abre los ojos como platos y eso me confirma que lo que dije si es cierto-¿Qué me toma en todas las formas humanamente posibles? ¿Qué me dice lo rico que esta mi culo mientras me la mete? ¿Qu…-
Mi mejilla arde por el escozor de la cachetada, volteo lentamente el rostro y siento el sabor metálico de mi sangre por de seguro un rasguño entre los labios por el golpe, sus ojos brillan en odio, en un profundo odio pero también parece que… va a llorar.
-¡Lárgate! Perra sucia, no me interesa nada de lo que hayas hecho con ese maldito así que si no quieres que te rompa la cara ¡Lárgate de mi habitación ahora!-Grita desesperado y yo ya no aguanto las ganas.
Me lanzo hacia él y lo abrazo con toda emoción que tengo, doy saltos y mis manos no dejan de tener el leve temblor de satisfacción al saber que lo hice otra vez ¡Me salí con la mía! ¡Hice que aceptara su amor!
-Lo sabía, si, si, si-El se separa de mi con un empujón y me ve como si me hubiese vuelto loco, abre la boca para hablar pero lo detengo-Primero que nada, lamento el casi hacerte llorar no fue mi verdadera intención pero ayudo a la causa, segundo, no debes preocuparte ni seguirte martiriando porque ya yo no lo quiero en ese sentido y tercero, ultimo y principal, estoy aquí para ayudarte…-Se hace un leve silencio y termino de confesar- Y divertirme-
-¿Qué?-Su rostro es todo un poema.
-No soy la zorra que crees que soy y no me he revolcado con tu hombre-A mi declaración los colores se le suben al rostro.
-¡Lucifer no es mi hombre!-
-Eres un encanto Yun, yo nunca dije que fuera Lucifer-Se pone más rojo, si es que es posible, que un tomate-Tranquilo chico, solo quiero que sepas eso y que Lucifer no deja de suspirar por ti-
-P-pero-Y entonces como por arte de magia lo que tenía en la punta de la lengua sale a la luz.
-¡Harry Potter!-Yun me ve como si me hubiese salido otra cabeza y yo como siempre no le prestó atención abro la puerta pero necesito dar el golpe de gracia para que después no finja demencia-Esta desesperado por estar contigo-
Y me voy, ya sembré la duda, las ganas de querer saber más y ya por lo que veo hice que el podre muchacho se diera cuenta de lo que sentía, es mucho para un solo día.
Lo dejare asimilar la información, mis métodos siempre han sido eficaces. Recuerdo cuando Kai tenía 10 años y se negaba a irse a dormir a las 9 de la noche porque quería seguir viendo una película, yo me sentaba cambiaba el canal y sintonizaba a Barbie y una de sus tantas películas, como si se tratase de un ataque extraterrestre ya el cenizo había corrido hacia su habitación cerrando la puerta y hasta podría jurar que empujaba la cómoda para que obstruyera la puerta.
Debo seguir con mis preparativos y también con mis averiguaciones, recuerdo a mi cachorro y doblo la esquina para ir a su habitación, nuevamente sin tocar abro la puerta. Veo a mi cachorro sin camisa y al niño cambiando sus vendas ¡Por Dios! ¡Derramaban miel! ¡Me va a dar un coma diabético! ¡Solo un retardado no vería esas miraditas! Era imposible no darse cuenta de lo que sentí el uno por el otro y el par de mensos parecían no querer dar el siguiente paso.
Por un momento se me ocurrió ayudarlos a ellos también pero no, ya tengo las manos llenas con mi actual misión, una pareja a la vez.
-¡Cachorro!-Kai me mira y sonríe, el chico por otro lado pareciera que acabaran de interrumpirlo en pleno orgasmo, su felicidad se esfuma como vapor. Lo veo rodar los ojos y mi mente comienza a maquinar ¿Por qué le desagrado tanto a ese niño? Mi respuesta camina hacia mí con una sonrisa y me abraza con el único brazo que tiene funcional… con que eso pasa, el niño esta celoso de mi por acaparar la atención de mi cachorro.
-¿A qué debo el honor de tu presencia?
-Estaba caminando y recordé que tu habitación estaba cerca ¿Cómo sigues?-
-Muy bien, todo gracias a Daika-Lo dice viendo al chico que enrojece levemente y baja un poco la mirada mientras recoge las vendas y las coloca en su sitio… interesante, muy interesante.
-Quiero charlar contigo un rato, cariño ¿Se puede?-Le pregunto pero no a Kai sino a Daika, por lo que he notado en este corto transcurso de dos días sí Daika llega a querer un chocolate traído de Brasil, Kai iría a buscarlo.
-Cl-claro, yo ya termine-Como se nota que quería quedarse con Kai mas tiempo, camina hacia la salida y ve a Kai a los ojos antes de irse, como una promesa tácita que claramente decía “Volveré mas tarde”. Se cierra la puerta y Kai camina de vuelta hacia la cama.
-Estas muy enamorado, pequeño-Kai se tensa y luego se relaja para mirarme con ojos y semblante triste.
-¿Tanto se me nota?-
-No tienes ni idea-¿Por qué esta tan triste?-¿Por qué no se lo dices? Es más que claro que…-
-No-Su mirada me recuerda a esa que solo vi una vez en Lucifer cuando el vejete de la familia Regil quiso matarme: Determinación.
-¿Quieres contarme por qué?-El suspira y yo me siento a su lado, recuesta la cabeza en mis piernas y comienzo a acariciar su cabello mientras me cuenta todo lo que concierne con el pequeño castaño y su plan para la felicidad del mismo-Pero Kai ¿No te parece demasiado extremista?-
-No, es como debe de ser-
-Pero-No creo que sea la mejor idea.
-No Erhard, ya tome una decisión además… desde que me desperté del entrenamiento… no, desde antes, desde que le conté lo que me paso cuando pequeño y mi mama y mi papa, él… desde ese día, siempre ha estado al pendiente de mí, me abraza, me cura, me cocina y entonces comencé a tener la duda en mi mente ¿Por qué?-Me mira directo a los ojos preguntándome eso a lo que no tengo respuesta- Erhard, lo viole, lo desgarre, lo secuestre, lo trate como una puta, lo humille, quise golpearlo cuando paso lo de Carlo y me vio abriendo a esa mujer para sacarle a su bebe ¿Por qué después de haber hecho todo eso aun me sonríe? ¿Por qué no se aleja? ¿Por qué sigue conmigo? ¿Por qué no se une con los demás y me ve con ojos acusadores?
Tenía un punto pero yo pondría mis manos al fuego asegurando que ese chico de verdad quiere a Kai, pero mi muchacho quiere una repuesta lógica, no una corazonada.
-Pues…-Me quedo callado demasiado tiempo.
-No existe una razón ¿Verdad?... no, si la hay-Se queda callado un rato como si estuviese escogiendo bien sus palabras-Desde que me di cuenta que lo amo lo he comparado con un ángel caído del cielo ¿Sabes?-Noto como sus ojos se empañan pero las lagrimas no salen, su tristeza es palpable-Y ese angelito, me tiene lastima.
-Hijo, no digas eso, el debe de sentir algo por ti, no lastima-
-¿Y que es ese algo?-Se semblante cambio tanto, tiene la vista en un punto perdido en la nada-¿Qué es?
-No lo sé pero…-
-No importa-Me calla-No importa lo que él sienta por mi mama, no importa si me odia, si le recuerdo a un perro que quiere cuidar, nada importa porque yo…-Me mira a los ojos y las lagrimas por fin escapan de sus ojos-Siempre lo voy a amar, mama. Siempre.
°°°°°°
Me acomodo la peluca viéndome al espejo, con el polvo y el labial me hago los últimos toques, me alejo del espejo y bajo un poco la falda para no parecer tan regalado… regalada, eso, miro mis tacones y solo deseo que hoy sea como los demás días y Dominic este tan drogado con los medicamentos como para volver a creer que mis visitas nocturnas son solo sueños, suspiro, tomo valor, chequeo la hora, 2:23 am y salgo de mi habitación.
-Te ves muy bien-Me paralizo totalmente y me voy dando media vuelta poco a poco, es el guardaespaldas de Erhard, Lucius. Un hombre de piel blanca, ojos grises y cabello castaño oscuro, como si fuera un bronce opaco-¿A dónde te diriges?-Decido ignorarlo.
-No te conozco por lo tanto no te debo explicaciones-Afino mi voz ya que en este momento soy una chica.
-¿De verdad piensas que me vas a engañar con esa peluca?-Trago saliva y me doy rápidamente media vuelta.
-No sé de qué hablas-Me toma de la muñeca y me detiene-Suélteme-Volteo y lo veo fijamente a los ojos.
-No hagas esto-Me acerca más y posa su mano en mi cintura… sin ninguna perversión, solo coloco su mano ahí-Esto va a salir muy mal, pequeño-Doy por más que sentado que ya sabe quien soy por lo que no sigo con mi teatro
-¿Y que sabes tú de lo que va a salir bien o mal?-
-Ese tipo no te merece, no merece lo que haces por él ni la forma en la que se denota tu preocupación y ganas de ayudarlo-
-¿Y tu si me mereces?-Desde que este hombre llego hace dos días… bueno tres, ya que estamos de madrugada, se fijo en mí y a estado acercándoseme, ahora sabe mi mayor secreto y…-¿Les vas a decir a todos que me visto de mujer?
-No, nunca haría algo que sé que te avergonzaría pero no miento cuando digo que te ves hermoso-Me zafo de su agarre y doy un paso atrás, abro la boca pero me interrumpe-Por favor, déjame demostrarte que puedes darme una oportunidad, si, note que te fascina el tal Alacrán pero frente a todos el Demonio dijo que él era heterosexual…. Si llega a descubrirte ¿Qué harás? Conozco el trabajo de el Dragón y el Alacrán esos dos pueden llegar a ser muy crueles… ¿Crees que sí te descubre no te humillara?
Tiene razón en muchos puntos pero…
-¿Esta es tu manera de hacerme desistir y que corra hacia tus brazos para que me deseches después de una noche de sexo?
-En parte-Abro los ojos mostrándole que odie esa respuesta-¡No! ¡No! ¡No! ¡Con lo de el sexo de una noche no!... bueno claro que quiero estar contigo de esa manera pero no ¡Ugh!-Se agarra el cabello y lo estira para después suspirar, de alguna forma, me pareció tierno-Si quiero hacerte desistir porque no quiero que salgas lastimado-Toma mi mano y besa el dorso-Déjame demostrarte que soy lo suficientemente bueno para que me dediques 3 minutos de tu tiempo.
Su mirada es intensa, sus palabras dulces, su agarre cálido… pero yo amo a Dominic.
-Perd…-
-Shh-Me calla con delicadeza-Piénsalo, por lo que veo estaré aquí hasta navidad o hasta que a mi jefe lo saquen a patadas de aquí-Ríe un poco con eso ultimo-Tengo el suficiente tiempo para esperarte Eian.
No me gusta darle falsas esperanzas a la gente aparte de que aunque sus palabras y todo él sea tan perfecto debo ser precavido, no debo confiar. Pero aun así
-Mañana al desayuno podemos platicar-Sonríe de oreja a oreja y noto las pequeñas arrugas debajo de sus ojos, científicamente comprobado eso demuestra que la felicidad es verdadera. Bajo la cabeza y vuelvo a mi habitación, con esta propuesta en la cabeza no tengo ánimos de meterme a la recamara del Alacrán y chuparle el pene.
Vuelve a tomar mi mano antes de cerrar la puerta.
-¿Qué más quieres?-Ya es bastante con que haya aceptado una pseudo cita con él y haya cambiado mis planes.
-Solo desearle buenas noches a tan etérea e inefable creatura-El mismo cierra la puerta ya que yo me quedo en total shock, los colores se me suben y mi corazón late… ¿Cuándo fue la última vez que alguien me dijo algo tan bonito?
CONTINUARA…