Estoy confundido. De verdad. Ya ni siquiera sé lo que quiero o lo que hago, ni siquiera sé quien soy a estas alturas, al principio quise como solo a mí se me ocurriría despellejarlo y cocinarlo vivo pero ahora… desde esa vez, desde esos ojos, no sé qué es lo que pasa, no sé qué hago la mayor parte del tiempo, no sé lo que estoy haciendo en este instante.
Me convertí en un maldito acosador.
Eso no me molestaría, la verdad, si estuviese espiando a una mujer sensual y semi desnuda en su habitación. Pero no.
El universo me odia y me estoy viendo en la maldita situación de acosar a un hombre… a un niño ¡A un jodido niño con cara de niña!
Y eso solo hace que cada vez quiera con mucho mas fervor despellejar no al niñito, no, a él no, quiero matar al guardaespaldas de mierda que está pegado a él 12 de las malditas 24 horas del día.
Ya no tengo el maldito yeso y eso es una verdadera felicidad, las putas muletas al fin se fueron a la mierda. Camino por los pasillos y llego al comedor, desde ese día en que el vejete nos mando a Kai y a mí a comprarle un helado muchas personas, no todas, tomaron cierta distancia conmigo y solo porque vieron como mataba a un imbécil. Tienen miedo, uno bien enfundado porque no es como si yo no fuera peligroso pero más que disfrutar de la situación porque me respetan mas (Aunque antes me respetaban bastante) me irrita.
Sus miradas temblorosas, algunas desconfiadas y otras totalmente ridículas que iban desde el miedo hasta la curiosidad. Solo hace que mi irritación llegue a niveles estratosféricos, un ejemplo de estupidez nata y personalidad tonta es la de Carlo.
Aun recuerdo como se nos acerco a mi compadre y a mí cuando volvimos de comprar el dichoso lácteo congelado.
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Las palmas de las manos me dolían por estar usando las muletas de aquí para allá tanto tiempo, mi pie se congelaba y sentía engarrotados los dedos. ¿Cómo se le ocurría al maldito de Lucifer mandarnos a comprar un helado? ¡¿Un Helado?! Con este frio no se en que está pensando y tampoco es como si quisiera saberlo. Su mente debe ser el averno de la humanidad.
Llegamos al comedor y como cosa rara ya el vejete se desapareció, solo quería que nos fuéramos del lugar. No soy estúpido. Kai tampoco, ¿Por qué salvaría a ese guardaespaldas de mierda? ¿Le gusta? ¿Le debe algo? ¿Son mejores amigos? Lucifer no salva ni a sus mejores amigos, prueba de eso es el viejo conocido que trajo para que luchara contra nosotros. Su futuro estuvo marcado en el momento en que llamo puta a la mama de Kai. El peli-gris le arranco la garganta con un cuchillo.
Todos nos observan fijamente en un silencio sepulcral… no. Me observan a mí. Eso solo hace que me irrite más. Muchos más.
-Cuando atacas a alguien ¿Donde lo haces?-Carlo de repente aparece de la nada y como un reflejo involuntario muevo la pata de una de las muletas y lo tumbo al suelo. ¿De dónde carajo salió? ¿Y por qué mierda quiere saber eso?-Ouh-Se queja mientras se levanta y se soba el trasero, de pronto vuelve a verme pero ahora con cara de perro apaleado-No tienes que tratarme así, ¡Soy inofensivo!
-No te me acerques así-Kai, que está de pie a mi lado levanta la ceja y le hace las preguntas que yo pensé a Carlo. Pronto el mocoso pone esa cara de que no sabe qué hacer fijando los ojos en una esquina del techo como si fuese lo más impresionante de todo el siglo-Responde.
-Contéstame tu primero. Yo pregunte primero. Tengo derechos por ser el primero-Nunca había escuchado tantos “Primero” en una oración. Rodo los ojos.
-Tiendo a destrozar articulaciones sí no tengo nada mejor que hacer-Carlo de repente se pone serio, algo muy raro en él, como si estuviese pensando.
-¿Alguna vez te han filmado mientras haces eso?-Un foco se enciende en mi cerebro y ya sé de qué habla.
-Así que Lucy les mostro los videos-Asiente y rápido llego a la conclusión de a quien específicamente se los mostro, mi vista se posa directamente en el guardaespaldas de mierda que me sostiene la mirada, ya sabe con lo que se esta metiendo y aun así, sigue, debe ser un gran imbécil-¿Qué vieron?-Nos explica la grabación y recuerdo esa ocasión, el reo había matado a su esposa a golpes y cuando la hija quiso llamar a la policía tuvo el mismo destino, le dieron cadena perpetua por lo horribles que habían quedado los cuerpos, además de que la juez era una mujer feminista que odio al sujeto en el primer instante que lo vio entrar a la corte. Gracias a las influencias del viejo llego al simulador-¿Y de Kai que vieron?
El cenizo hace una mueca y sé en lo que piensa, que su bebe castaño lo vio matando gente a sangre fría con un bate lleno de clavos. O un cuchillo. O con las manos.
-Del Rey no vimos nada-Cualquier otro no habría visto como Kai suspiro de alivio al saber eso. Sus peores momentos están en esas grabaciones, sus ataques de ira, demencia, sus mutilaciones y torturas.
A diferencia de mi Kai disfruta más de destrozar cuerpos. El sentir como el cuchillo hace su camino por la piel desgarrándola le recuerda a cuando mato a los hijos de puta que mataron a sus padres, antes, cuando era reciente el incidente, caía en un estado de locura, era como si de nuevo estuviese en ese momento en el tiempo matando a esos cerdos, era perturbador, se reía, lloraba y después de que estaban muertos seguía clavando el cuchillo y lacerando, totalmente absorto con la sangre, la piel, lo viscoso y asqueroso, no podías acercarte a él hasta que hubiese entrado en razón, sino corrías un gran riesgo de que no te reconociera y te tratara de matar. Ahora no, ya lo supero.
-Y más vale que no lo veas nunca-Le digo a Carlo que frunce el ceño sin entender-No te le acercarías de nuevo.
-Yo no creo que el Rey sea tan malo-Ambos bufamos, si el supiera.
-Todos piensan que como yo peleo mas con los puños que con cuchillos soy más sanguinario-Hablo con Kai que se encoge de hombros mostrando que le da igual-Tu eres peor que yo.
Una vez hice una apuesta con Kai, el que acabara con diez prisioneros armados estando nosotros totalmente desarmados en un minuto treinta segundos ganaría.
Sí yo ganaba me acompañaría a escoger el anillo para Julia.
Sí él ganaba yo lo ayudaría a bañar a Drey.
Termine al minuto con treinta y dos segundos. Kai termino en un minuto veintiocho segundos. No hubo fuerza que después hiciera que me dejara de molestar con el hecho de que él gano.
De todas formas me acompaño a elegir el anillo y yo lo ayude con su mascota desgraciada que por alguna razón no le gusta bañarse.
De pronto siento que me están mirando, fijo solo mis ojos en la dirección, siendo lo más discreto posible. Es la mariquita, me ve con dolor, vergüenza pero no logro detectar el miedo y entonces me pregunto si es que no vio el video porque pareciera que no me tiene miedo, eso es desconcertante, el guardaespaldas de mierda pasa un brazo por sus hombros. Mi ceño se frunce, la mandíbula se me aprieta he inhalo aire con molestia.
Me percato de mis acciones relajando mi cara al instante. ¿Qué es esto? ¿Es una reacción subconsciente? Tengo que alejarme. Me siento en un extraño peligro, como si algo dentro de mi estuviera a punto de destrozar los esquemas que ya tengo establecidos. Me despido de Kai y salgo del comedor. Necesito estar solo. Necesito pensar.
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Pero pensar no me ha ayudado en nada, es tan jodido todo lo que pasa y de pronto me encontré a mi mismo observando desde lejos con demasiada insistencia todos los movimientos del niño y eso solo ha hecho que me moleste mas. No con el niñito, aun estoy molesto por lo que me hizo, como me violo y abuso de mí, eso aun me hierve la sangre, pero ese sujeto, Lucius, hace que toda mi molestia se vuelque en el con solo una mirada.
El niño tiene una rutina establecida, fácil de recordar y fácil de observar.
Se levanta temprano, va al baño, saca a Aria un rato, come, habla con sus amigos y la mayor parte del tiempo está en el comedor, nunca está solo, siempre lo acompaña el bebe de Kai o el maldito hijo de perra del guardaespaldas de mierda. Esos dos me molestan, uno más que otro, claro.
No le he mencionado el tema que me carcome la mente a nadie, Kai solo sabe lo que le dije esa vez en el comedor cuando acababa de descubrir todo pero no sabe que después tuve sexo con el niño y tampoco planeo contárselo, solo se burlaría largamente de mi, por horas y horas, la gente piensa que Kai por su forma de ser siempre reservada no se burlaría de nadie, error, nunca en mi vida he conocido a alguien más burlón e irónico.
Me sacaría en cara todas las veces que le dije que me parecía terriblemente escalofriante que metiera su pene en el culo de un hombre. Ahora sé porque me decía siempre que me estaba perdiendo de algo magnifico.
Si. Fue increíble. Lo admito, con mucho pesar y vergüenza admito que nunca había tenido un sexo tan sorprendente.
Ni siquiera con Julia. Y ahí es donde aparece otro de mis problemas, de alguna manera siento que estoy manchando su recuerdo, que su memoria no se merece mis aventuras. Meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón para combatir el frio y mi mano izquierda siente la rigidez del anillo de compromiso de Julia. Lo saco y lo observo por un rato, Kai y yo pasamos más de una hora escogiendo el anillo y luego de eso en diciembre nos enteramos de su enfermedad.
Mi voluntad y felicidad cayeron en picada.
Levanto la vista y desde donde estoy veo como el niño deja a la coneja en el suelo del jardín lleno de nieve y se sienta en una banca. El sujeto, Lucius, no pierde tiempo para imitarlo y con la patética excusa de frio pasa su brazo sobre los hombros del niño. Un extraño escozor me ataca en la palma de la mano y cuando fijo mi vista noto como la piedra preciosa y partes del metal del anillo están manchadas de mi sangre.
Fue inconsciente. Y eso es lo que más me asusta. ¿Por qué estoy actuando así? Mi subconsciente odia lo que veo. No logro reconocerme, es angustiante, desconcertante, confuso y problemático.
Cierro los ojos y recuerdo lo que ocurrió hace semanas, sus ojos, tan profundos y azules y maravillo… ¡Por Dios! ¡No! ¡No! ¡No! Y ¡No! Una de mis manos cubre mi cara y suspiro con desesperación, esto es horrible. Algo se recuesta de mis piernas y cuando veo hacia abajo me encuentro con la coneja, la alzo con la mano que no tiene sangre y me quedo observando sus ojos y la forma graciosa en que mueve su nariz, es una ternura y muy dentro de mi me aterra la idea de pensar que todas las cosas se parecen a su dueño.
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Inflo mis cachetes al tiempo en que frunzo el seño. Estúpido, solo porque ya no tiene el yeso en el brazo dice que tiene que hacer algo importante y se va. ¡Es un idiota! ¡¿Y si algo le pasa?! ¡¿Y si sufre un ataque de tos?! ¡¿Y si comienza a dolerle el cuerpo?! ¡¿Y si el tren explota?! ¿O el avión se cae? ¿O un auto lo atropella? ¡¿Por qué me tiene que mortificar tanto?!
¡Kai es el Rey de los estúpidos! No estaría así si me hubiese dejado acompañarlo pero ¡Noooo! Puso mil un excusas para hacer que me quedara, el frio, la comida, el cansancio, solo cuando dijo que si me iba nadie cuidaría de Drey fue que cedí… solo un poco, pero por Dios, me mintió, Dominic también puede darle comida a Drey.
Kai simplemente no quería que yo lo acompañara y eso me molesta y me duele. Aun no confía en mi plenamente y es tan insoportable lo terco que puede llegar a ser. ¿Qué es esa cosa tan importante que hay en Italia? Porque no le creo nada cuando dice que es algo relacionado con un paquete y el peor de mis pensamientos es que fue a ver a alguien, por supuesto alguien más importante que yo, y seguro más bonito que yo y que seguro no es molesto como yo.
Bajo la vista y me deprimo a una velocidad terrible. Mi pesar se hace notar, normalmente soy hablador y comunicativo, en estos momentos estoy haciéndole competencia a una estatua… y estoy ganando, suspiro y retuerzo mis dedos con nerviosismo, molestia e inseguridad. Idiota.
-¿Qué tienes?-Cesar está sentado frente a mí con Yume y no simula el hecho de que no ha notado mi fatal estado de ánimo. No quiero decirle que estoy suspirando por un estúpido que me dejo para ir a Italia a solo Dios sabe qué por lo que intento pensar rápidamente en una buena mentira piadosa.
-Nada, nada-Muevo mis manos junto a mis palabras-Es solo que me duele un poco el estomago y el frio no me ayuda.
-¿Quieres ir a la enfermería? Seguro que pueden darte una pastilla para que se te quite la molestia-Rápidamente Yume ya tiene un plan trazado y me hace señas para levantarme y caminar a la enfermería pero no voy a ir.
-No, no es para tanto, solo es una molestia tonta-Como noto que aun en su rostro esta esa incertidumbre y el hecho de que se nota que no me cree trato de desviar el tema-Además ¿No se supone que íbamos a comenzar los preparativos de la fiesta?-Al escuchar la pregunta el rostro de Cesar se ilumina y comienza a hablar y hablar del tema.
La fiesta de cumpleaños que vamos a celebrar en navidad para todos los chicos que cumplan años en ese mes. Estamos Yume, otras siete chicas, cinco chicos y yo. Un total de catorce cumpleañeros, como la mayoría son chicas todas quisieron que fuera un baile muy formal y totalmente encantador, como si fuese sacado de alguna película de Disney, a los otros chicos y a mí no nos importa, en realidad nos gusta la idea.
Una lluvia de ideas se hacen presentes cuando Anna aparece y comienza a sugerir cosas, muchos de seguro se aburrirían si hacemos la fiesta como en aquellos años de siglos pasados donde todo era un poco aburrido, así que Anna quiere que haya karaoke y como nadie se reusó a la idea, el karaoke se queda. También sugirió diferentes tipos de juegos, adivinanzas, juegos de preguntas y baile solo cuando dijo que hiciéramos un juego que estuviese relacionado con Química fue que declinamos la idea.
Simplemente porque no queremos ver carburos, ni aldehídos, ni sulfato de potasio, ni ninguna de esas cosas en un cumpleaños. Las bebidas alcohólicas están autorizadas aunque aún no sabemos quién va a comprarlas pero Anna dijo que se encargaría del asunto pero solo para los mayores de edad, es decir, yo aun no puedo pero tampoco es como si me llamara mucho la atención emborracharme y hacer el ridículo frente a todos.
Fueron los cuatro días más fastidiosos y mundanos de toda mi vida. Me di cuenta, gracias al hecho de que tuve mucho tiempo solo para meditar y esas cosas porque Eian me abandono como un vil villano digno de una película de suspenso, que… mi vida gira alrededor de Kai, sin él siento como que estoy perdido, no tengo con quien hablar, ni me distraigo viéndolo, no puedo tocarlo, nada. Es tan… deprimente.
Cesar y Yume son una pareja, es normal que quieran tener tiempo a solas por lo que no quiero ser el molesto chico que los persigue a todas parte y no los deja tener sus momentos, Eian parece que tiene un guardia personal, Lucius me agrada pero es que el ambiente se vuelve tan extraño de repente, desde ese día que Eian nos conto que tuve relaciones con Dominic y luego ese estúpido hirió sus sentimientos todo en él se ha vuelto más reservado, ya no habla tanto y tampoco sonríe como antes, me duele mucho que este así, parte de la culpa sino es que toda, es mía, yo fui el que lo alentó a hacer esa tontería y ahora él es quien está pagando las consecuencias. Me siento terrible.
Soy un pésimo amigo.
Y mi ánimo se empeora cuando veo como disimuladamente Dominic nos observa desde lejos, solo lo he visto una vez viéndonos por eso no sé en realidad cuantas veces lo ha hecho pero es escalofriante, desde que vimos ese video le tengo bastante miedo a Dominic, y todo empeora cuando mi mente divaga hasta llegar a la idea de que ese sujeto es el mejor amigo de mi hombre y eso solo hace que me mortifique.
Kai pasa la mayor parte del día acompañado de Dominic, tengo mucho miedo de lo que pueda hacerle, puede lastimarlo, herirlo y lo peor, matarlo pero entonces mi razonamiento lógico patea a mi cerebro y le grita que Kai es perfectamente capaz de defenderse y hasta donde sé, ganar. Pero eso no hace que mi preocupación se vaya, no señor, rápidamente llego a la conclusión de que Dominic es una mala influencia para mi amor.
Pero no puedo interferir en su amistad, eso solo haría que los puntos que he ganado con Kai, si es que los he ganado, se vayan por un desagüe y no estoy dispuesto a eso, claro que no, así que llegue a mi muy temprana resignación con el mentado tema.
Se cumple el quinto día cuando Kai por fin vuelve y rápidamente, con una sola mirada, se percata de que sigo molesto con él. Estaba caminando por el pasillo y de pronto se abrió la puerta y lo vi entrar, se sacudió la nieve y se quito el abrigo mojado para frotarse los brazos, subió la vista y me vio, agito la mano saludándome y yo simplemente porque me siento herido y olvidado di media vuelta y lo ignore.
Cae la noche y yo sigo molesto, por lo que ni siquiera me dio hambre, como lo detesto, es un infiel estúpido, ojala y se le caiga lo que tiene entre las piernas. Me doy cuenta de que todos estos días mi humor a estado entre la molestia y la depresión y me pregunto si así como se sentirán las mujeres cuando están menstruando, pero es un pensamiento pasajero por lo que se va tan rápido como llego. Como no tengo hambre y no le quiero ver la cara a ese estúpido con su sonrisa perfecta y sus ojos profundos y su… ¡Ah! ¡No me soporto!
Respiro calmándome, llego hasta mi habitación y me encierro. Pasan alrededor de veinte minutos cuando escucho que alguien toca la puerta. Como un zombi sin piernas camino hasta la puerta arrastrando los pies porque repentinamente me siento cansado, pero mi somnolencia se esfuma en el momento que veo a Kai en la puerta.
-Ah…-Abre la boca pero parece que en realidad no sabe que decir-¿Perdón?-Se disculpa pero con una clara expresión en su cara que dice que no sabe por qué estoy molesto.
-¿Por qué te disculpas?-Me apoyo del marco de la puerta y me cruzo de brazos. Espero que sepa la respuesta porque sino lo voy a ignorar por toda una semana.
-¿Qué hice?-No sabe por qué estoy molesto-No sé por qué estas así y tampoco sé por qué estas tan a la defensiva. Pero hablando se entienden las personas así que… ¿Qué hice?-Parece un cachorro apaleado con las orejas bajas y la cola entre las patas.
-¿Cómo estuvo el viaje? ¿Eh? ¿Hiciste lo que tenias que hacer? ¿Viste a alguien?-No sé si se notaran mis celos pero a estas alturas estoy insufrible. Kai frunce el seño con un claro signo de estar perdido en la conversación.
-Bien y sí, hice lo que tenía que hacer pero no vi a nadie-Sus cejas se juntan como si estuviese buscando una respuesta lógica a mi comportamiento.
-¿En serio?-Mi tono de voz ahora es sarcástico-Entonces si era algo tan tonto ¿Por qué no me dejaste ir? No soy estúpido Kai, si querías irte a pasar el rato con cualquiera de tus amantes me lo pudiste decir de frente y ya, dejaría de fastidiarte con el tema-Fijo la vista en una esquina de piedra para que no vea como mis ojos se humedecieron un poco-Debe ser muy lindo-Doy a entender que hablo de su amante, si, seguro es más lindo/a que yo. Parpadeo rápidamente para que los signos de mis lágrimas desaparezcan.
-Oye-Llama mi atención-Solo para aclarar-Con su mano sube mi rostro con cuidado hasta que pueda verlo, suelta mi rostro y mueve sus manos hasta sus bolsillos-Nadie es más bello que tu-Mi humor de los mil demonios se desaparece con esas palabras y esa expresión, lo dice que calma, sinceridad y una pequeña sonrisa pero también noto como esta algo nervioso ya que sus ojos ven el suelo inmediatamente después de hablarme, Dios… es tan lindo.
Noto como el ambiente se vuelve una extraña mezcla de torpeza y calidez. Nos quedamos callados y el rostro de Kai pasa por varias fases, primero parpadea como percatándose de lo que dijo, luego se pone serio y después vuelve a subir la vista para continuar hablando.
-Y no tengo amantes-Me dice con gracia y encogiendo los hombros como queriendo aligerar el ambiente-Ya no soy tan puto-Suelta una risita y eso, de verdad, que hizo que un gran peso dejara mi cuerpo.
-¿Y entonces por qué no me dejaste ir?-Ya mi tono es el de siempre, mis brazos ya no están cruzados y mi expresión de nuevo es tranquila pero clara, aun con esa incertidumbre.
-Porque es una sorpresa-Frunzo el seño sin entender-…Para ti. En realidad es un regalo-Sube su mano y comienza a rascarse la cabeza viendo el techo-Y aun no está listo por lo que no puedes verlo.
Mil y un preguntas al igual que esperanzas afloran en mi tan rápido que no sé qué decir primero, se me enreda la lengua y mis manos repentinamente tiemblan un poco, hay tengo tanta emoción dentro de mí que no sé qué hacer con ella.
-Y…-Kai sigue hablando mientras busca algo entre su ropa-Vi esto y recordé que te gusta el chocolate así que… ten-Me extiende una gran barra de chocolate con una envoltura brillante que solo grita por todas partes “Buena calidad” sonrió al momento de tomarla y llevarla a mi nariz para olfatearla. El olor a cacao me llena las fosas nasales y se me vuelve agua la boca con solo el pensamiento de saborear el chocolate.
-¡Me encanta! Gracias, gracias, gracias-Sonrió y lo abrazo, Kai me desordena el cabello y repentinamente siento unas inmensas ganas de comer, mi estomago ruge y Kai se ríe al tiempo que a mí se calienta la cara de la vergüenza.
-Tengo la muy leve impresión de que alguien tiene hambre-Me dice bromeando y comenzamos a caminar al comedor, si, ya soy el mismo de antes, mi estado de ánimo mejoro considerablemente solo por su presencia. Definitivamente mi mundo gira a su alrededor.
Me cuenta como estuvo su viaje, lo que vio y por qué tardo pero se niega rotundamente a decirme algo relacionado con el regalo, cada vez que intento averiguar mas del tema me repite “Por algo le dicen sorpresa” y cambia el tema para que yo deje de insistir pero no puedo, ¿Cómo puedo calmarme ahora que sé que fue a Italia a buscar un regalo para mí? Por Dios, si es una señal es la mejor que he tenido en semanas, con los preparativos de la fiesta y el hecho de que Dominic me quita a Kai la mayor parte del día para entrenar no he estado mucho con él y en la noche aunque me fascinaría entrar a su habitación se ve tan cansado que prefiero dejarlo dormir.
Nos sentamos y comenzamos a comer, aunque ya le quitaron el yeso aun tiene que acostumbrar su brazo a los movimientos nuevamente y no puede hacer nada brusco, Dominic igual por lo que siempre esta cojeando, esperemos que para la fiesta ya estén en optimas condiciones.
Se me viene a la cabeza el tema del presunto acoso/acecho/vigilancia que Dominic tiene sobre nosotros o mejor dicho sobre Eian pero no tengo nada solido aun, es decir, solo lo vi viéndonos dos veces y bueno, eso no es evidencia suficiente como para acusarlo con Kai, además si se lo digo Kai iría a hablar con él y quiero que se quede conmigo.
Sí, soy egoísta cuando se trata de Kai y no me importa.
Pero aun así, callando el tema y todo el asunto Dominic aparece y quisiera que un agujero se abriera y se lo tragara la tierra para que me deje disfrutar mí tiempo con Kai ¿Qué parte de que odio que me lo quiten no entienden? Pasaba lo mismo con Erhard, cada vez que aparecía Kai le prestaba más atención que a mí, y eso, de verdad hacia que odiara con mucho ahínco al rubio alemán, quisiera que todo el mundo se desapareciera y me dejaran solo a mí y a Kai, sería perfecto.
Pero como nada es perfecto, Kai se despide de mí desordenando mi cabello de nuevo y camina con el lisiado del australiano hasta una mesa donde veo que al sentarse sobre la misma, Dominic le ofrece un cigarro a Kai ¿Cómo se le ocurre? Los dos hace muy poco tuvieron un problema enorme con sus pulmones. Y lo peor, Kai lo acepta.
Es definitivo. Ese imbécil es una mala influencia para mi niño.
°°°°°°
Suelto el humo que había en mis pulmones y enfoco mi vista en un agujero de la esquina, no necesito ser un genio para percatarme de que Kai nota que estoy extraño, sí, estoy extraño, pero jamás, jamás, nunca, le diré por qué estoy así. La razón de mis desvaríos entra al comedor y nuestras miradas se conectan, el chico me ve y repentinamente su ligera sonrisa desaparece y su rostro se vuelve pétreo. Pierdo el contacto cuando un sujeto más grande se atraviesa en mi línea de visión, subo la vista a ver quién es y sorpresa, es el guardaespaldas de mierda que me sostiene la mirada y unas insoportables ganas de clavarle mi cigarro caliente en el ojo me poseen.
Vuelvo en mí y desvió la mirada al tiempo que inhalo de nuevo al asesino silencioso.
-¿Debería de preguntar?-Suelta con gracia y como si ya supiera lo que pasa.
-No es tu puto problema-
-Sabes, me das la maldita impresión de que…-
-Kai, Dominic-Lo interrumpen y es la enfermera Rosa… esto no es bueno-¿Qué se supone que es eso que tienen en la mano?-Señala al cigarrillo y yo intento mi mejor excusa.
-Un chocolate con forma de cigarrillo-Por el rabillo del ojo veo como Kai voltea los ojos como diciendo “Excelente, imbécil”
-Sí, y yo nací ayer-Me responde con ese tono que revela el hecho de que no me cree y que no augura nada bueno.
-No sabía que un día se tomaba ochenta años en pasar-Comenta el cenizo con ironía y una completa falta de respeto hacia la señora y ya qué. Igual nos va a quitar todo.
-Deberíamos esperar hasta mañana a ver si al fin amanece muerta-Completo con sarcasmo y el seño de Rosa termina de fruncirse al tiempo que extiende la mano para que entreguemos todo lo que a palabras de ella: “Es malo para la salud”
Kai deja caer el cigarro y lo aplasta con su zapato al tiempo que yo hago lo mismo, ella aun tiene su mano extendida y me mira con mucha insistencia, saco una caja y se la entrego. Anna aparece detrás de ella y se nos queda mirando con gracia al saber que nos están confiscando el tabaco. Esa perra.
-No creerás que me vas a engañar con esto-Se guarda la caja en el bolsillo y vuelve a extender la mano. Esto es lo que más odio de ella, es demasiado insistente-Dame todo-Rodo los ojos y saco las otras dos cajetillas que tenia guardadas. Sonríe con superioridad y ahora su vista se enfoca en Kai-Señor Goldschmidt-Llama su atención-Deme la llave de su almacén.
-Yo no tengo ningún almacén-Inmediatamente niega la existencia de la pequeña bóveda de vino y whiskey que tenemos, ni en un millón de años le entregaríamos esa llave, jamás nos la devolvería.
-No mientas, hermanito-Anna se acerca y se apoyo de Rosa, así que este es uno de sus planes para jodernos la paciencia-Además es por una buena causa.
-Qué pena con tu causa pero no tengo ninguna llave-Vuelve a negar.
-No mientas-
-No estoy mintiendo-
-Si lo haces-
-Claro que no-
Se enfrascan en una batalla de sí y no y rápidamente me desesperan.
-No tenemos ninguna llave-Apoyo a mi compadre.
-Dejen de lloriquear como un par de nenas y ¡Denme la llave!-Sube el timbre de voz y ya mucha gente está viendo el pequeño altercado.
-¡¿Y como para qué la quieres?!-Suelto y mierda… la jodia.
-Si la tienen ¿Eh?-Kai voltea el rostro viéndome y diciendo un “La cagaste”.
-No tenemos nada-Anna rueda los ojos con total fastidio y entonces recurre a la más baja artimaña que le haya visto en la historia.
-¡Niños!-Llama la atención de todos los pequeños que en realidad no son pocos-Su hermano Kai tiene una llave de un lugar secreto ¿Qué creen que tiene?
Kai vio sus intenciones instantáneamente por lo que trato de huir lo mejor que pudo pero Carlo se le atravesó y se le colgó del hombro. Ese estúpido. Los niños comienzan a gritar todas sus sugerencias. Que van desde unicornios hasta misiles espaciales, algún alma descarriada grito un platillo volador y ahí es cuando mi teoría de que todos están locos se cumple.
-¡Tiene dulce!-Grita la maldita rusa-¡Montones y montones de chocolate, malvavisco y gomitas!-Decir que los niños se alegraron es un eufemismo-¡Pero saben qué?-Todos le contestan con un “¿Qué?” muy colectivo-No me la quiere dar-Pone cara de cachorro apaleado.
Esa perra.
Todos los niños se levantan en una gran estampida que rápidamente, de hecho, nunca los había visto correr tan rápido, hace su camino hacia Kai, el cenizo abre los ojos como platos y en un reflejo de supervivencia mete la mano en su bolsillo y arroja las llaves…
Todos los niños van hacia donde cayeron y comienzan a pelearse por las mismas mientras el alemán vuelve a sentarse a mi lado.
-Siento que me acaban de robar-Masculla entre dientes y yo no sé qué contestar, me siento igual-Cinco años acumulando buen vino y whiskey para que esa maldita un día se lo lleve todo.
-No pongan caras largas, es por una buena causa-Se burla de nosotros mientras mueve las llaves en giros con su dedo índice.
-¡Que se joda tu causa!-Gritamos al unisonó con todo el dolor que sentiría cualquier hombre que disfruta del buen licor en nuestra situación.
Esa maldita perra.
CONTINUARA…