Solo llevamos unos pocos minutos recostados en la camilla, en un tranquilo silencio, siento la calidez de mi galante hombre y me aprieto más a su costilla izquierda y mi abrazo se hace más insistente, no quiero separarme de él, tengo miedo a que pase algo, no soportaría que ocurriese algo más. Kai es tan cabeza dura, diciendo esas cosas tan feas ¿Qué no debió nacer? ¿Una decepción? ¿Vergüenza? Por Dios, amo todo de él, me fascina su forma de tratarme, la forma en que me mira, lo que puede llegar a hacer solo por y para mí.
¿Quién más me protegería como él lo hizo solo por amarme?
Nadie.
Y aun con todo eso se empeña en decir que lo que siente por mí no está bien y lo peor de lo ¡Peor! Aun pensando que es lástima, si claro, fue lastima cuando casi tuve un ataque de pánico porque me alejaron de él en la compañía, estaba terrible, solo mi madre pudo tranquilizarme cuando me dijo que estaba de camino a la clínica, que estaría bien.
Eso me tranquilizo…
…pero no por mucho.
Llegue a la clínica hecho un nuevo mar de nervios, mi madre buscaba consolarme, mi padre también, mi teléfono no paraba de sonar así que lo apague y corrí hacia la recepción a preguntar dónde estaba, lo estaban operando de emergencia, la enfermera me notifico que llego casi desangrado y que estaba bastante mal, comencé a llorar de nuevo pero cuando llegaron todos los periodistas preguntando por “El hombre del video” No supe como reacción ¿De qué hablaban?
Tuve que forzar mi mente para recordar y recordar que se supone que me iban a matar frente a la vista de miles de televidentes y por supuesto no paso porque llego Kai y nos salvo a todos, el video estaba en internet y también el video de la cámara de seguridad de la compañía estaba en internet, vi rápidamente el video que uno de ellos me mostro y me aliviaba mucho que el rostro de Kai no se viera bien, sé que el cenizo fue un asesino a sueldo así que podía causarnos muchos problemas que alguien lo identificara, parece que todos querían saber quién era él, qué le había pasado y cuál era mi relación con él.
No tuve ningún pelo en la lengua cuando les dije a todos que era mi novio.
Sí, mi novio es un súper soldado que puede derribar a seis hombres y matar a un séptimo sin sudar en 37, 8 segundos. No era broma, eso duraba el video.
Decir que las preguntas llovieron sobre mi era poco pero yo no estaba para atender a esa gentuza, con decir que Kai era mi novio se supone que debería de aplacarlos pero no, todos se volvieron fieras en busca de profanar mi relación sentimental, no dije su nombre, su nacionalidad ni nada y al final mi madre llamo a los guardias de la clínica para que los sacaron a todos.
Y después de dos dolorosas horas llenas de miedo, ansiedad, lagrimas, frustración, tristeza, más miedo y ansiedad por lo que le pasara a Kai salió el doctor, cuando dijo que todo había salido bien me abrace a mi madre con todas mis fuerzas y una sonrisa resplandeciente, de esas que tenía mucho que no hacía, se abrió paso en mi rostro, estaba absolutamente feliz y luego pues… el doctor nos dijo todo.
Pulmón derecho perforado.
Hemorragia interna.
Una costilla rota y otra astillada.
Hemoglobina, glóbulos blancos, plaquetas ¡Todo! ¡Todo bajo!
Transfusión de 3 bolsas de sangre.
Presencia de posible daño en sus riñones, hígado y estomago.
Kai estaba anémico, muy mal alimentado, con sus órganos un poco dañados por, de seguro, estar fumando y bebiendo y recién operado.
En ese momento solo quise tenerlo frente a mí para golpearlo con todas mis fuerzas ¿Por qué siempre me hace mortificar tanto? ¿Por qué nunca se cuida como debería? ¡Ahgr! ¡Es un niño! ¡Un niño grande que quiere volverme loco! Quise entrar a verlo pero no me dejaron, estaba en cuidados intensivos, solo por prevención a que algo se complicara, nadie podía entrar a verlo y ahí lo dejaron dos días enteros y yo…
Yo simplemente no podía moverme de esa clínica. No podía moverme de la sala de espera.
Mi madre me insistió en volver al departamento a finales del segundo día, dijo que tenía en bañarme, dormir, ir a la universidad y bueno… solo cuando dijo que Drey tendría hambre fue que cedí, me partiría el corazón que mi pobrecito lobo no comiera nada.
Fui al departamento, le deje mucha pero mucha comida a Drey en su tazón, tanto que se desbordaba, me bañe como un rayo y tome mucha ropa para volver a la clínica y cuando llegue me avisaron que lo habían trasladado a una habitación y que aun seguía dormido. Ya estaba despierto cuando entre a la habitación, se veía tan desahuciado, pálido, con un ligero color amarillo en la piel, ojeras negras bajo sus ojos, estaba delgado y aunque sus músculos seguían ahí, no estaban tan voluminosos como antes ¿Qué te paso mi amor?
Le pegue, le dije todo lo que moría por decir desde hace tanto y él también me dijo todo lo que aprisionaba su garganta, fue demasiado doloroso, cada una de sus palabras partían mi corazón porque saber que la persona de la que estoy enamorado se tiene a si mismo bajo un concepto tan feo no es agradable, necesito llenarlo de amor, que no solo sean palabras sino también acciones, quiero demostrarle cuanto lo amo.
Y ahora estábamos aquí, recostados en la camilla, casi durmiéndonos, relajados, conmigo lo mas pegado que puedo a él y Kai no deja de acariciarme, mi rostro, los brazos, el cabello, como si no pudiera creer que soy real y que sí estoy ahí con él, sé que aun tiene inseguridades porque sí algo quedo claro es que es muy terco pero yo no tengo ningún problema con eso porque soy aun más terco que él y mucho antes de lo que cree hare que todas esas inseguridades se hayan ido a la mierda.
Siento su calidez y aspiro su aroma, me hizo tanta falta, es un estúpido. Ahora no le darán de alta hasta que todos sus valores estén bien, suba de peso y se haya recuperado de su hígado, estomago y riñones, sin olvidar a su pulmón que en este momento está un poco desinflado y con sangre.
Estaremos aquí un mes.
Quizás más.
°°°°°°
Suspiro y busco removerme un poco por el sol que esta sobre mis ojos pero cuando ese par de brazos no me dejaron moverme abrí los ojos, el rostro de Kai estaba casi pegado al mío, sus brazos me envolvían y di gracias a Dios que él no roncaba… bueno sí lo hace pero no es ruidoso, zafe uno de mis brazos y comencé a acariciar su rostro, lo delineaba con mis dedos y sin evitarlo me acerque a robarle un beso, junte nuestros labios y cuando los de él no me dejaron escapar continuamos el beso perezoso por unos minutos.
Kai movió uno de sus brazos y cuando me comenzó a acariciar el pecho se detuvo de golpe y se alejo de nuestro contacto labial.
-¿Lo tienes?-Tenía en su mano el medallón que estaba debajo de mi ropa, asentí sonriendo y me moví para sacarlo, lo abrí y ahí estaba él con sus padres, mi novio sonrió con sus ojos un poco húmedos y volvió a besarme con necesidad y cariño por unos segundos más-Creí que no volvería a ver nunca esta foto-
La acaricia con cuidado y cariño, se veía tan bonito, con sus ojos llenos de alivio, amor y esa pequeña sonrisa tierna en sus labios, yo acaricie su cabello y rostro mientras él estaba abstraído en la imagen y con mucho esfuerzo me estire lo suficiente para besar su frente, él me sonrió y cuando venía con las intenciones de besarme otra vez, recordé las fotografías del parque, las pequeñas originales, que estaban en mi bolsillo.
-Mira-Me levante lo más que pude y me moví para alcanzar mi bolsillo y sacarlas. Me sorprendí mucho cuando vi un poco por esa ventana cerrada y note que era el sol mañanero ¿Dormimos todo el día de ayer? Bueno, no me sorprende tanto, él está cansado por la operación y yo no había dormido nada en esos dos días que estuve en la sala de espera. Deben ser las 7 de la mañana.
Coloco las imágenes sobre la camilla y Kai las observa sonriendo pero veo como su sonrisa se cae poco a poco ¿Qué pasa?
-Perdón-Toma la fotografía en donde él no pudo sacar la lengua a tiempo y se ve gracioso-Te avergoncé ese día-Mi ceño se frunce sin entender-Las personas nos señalaban, susurraban-Me mira a los ojos con pesar y pena-Y después esos sujetos nos insultaron-
Yo en ningún momento me percate de que las personas nos prestaban tanta atención pero sí recuerdo a esos infelices de pacotilla, me sereno un poco cuando veo su semblante triste y decaído ¿Cree que es su culpa? ¿En estos tres años estuvo pensando que me avergonzó estar con él?
Frunzo el ceño decidido.
-¿Y qué?-Tomo su rostro entre mis manos acercando nuestros rostros-Si cada vez que salgamos juntos la gente me va a señalar pues que lo hagan porque no me importa lo que sea que piensen-Beso sus labios con bastante rudeza-Yo solo estaré pensando en mi novio. En sus besos y en lo feliz que me hace-Termino sonriendo y besándolo de nuevo con una sonrisa en mis labios, Kai levanta los brazos y me aprisiona de nuevo, mis manos se humedecen por las lagrimas que se le escapan a él y no quiero que llore-Te amo.
-Yo también te amo-Nos recostamos nuevamente y vemos las fotografías estando más felices, Kai de vez en cuando me besa la cabeza y la mejilla, yo le devuelvo los besos. Sí, creo que somos de esas parejas melosas-Es un sueño hecho realidad estar contigo.
Enrojezco por sus palabras y la forma en que lo dijo, tan especial y llena de adoración.
Comenzamos a hablar de lo que habíamos hecho en ausencia del otro, lo mío es rápido, lo que estudio en la universidad, mi cambio de look que me dijo que le gustaba mucho, aunque me guarde mi tatuaje, ese lo verá cuando me haga el amor. De mis amigas que saben quién es él pero nunca le han visto la cara porque soy celoso con sus fotografías, él me ve con gracia sin poder creerme, le hablo de cómo ellas intentaron hacerme salir con alguien pero que yo no acepte a ninguno nunca, le hable de mis psicólogos por estar tan deprimido y llegue hasta donde tengo sus cosas en mi departamento.
-¿Mis cosas?-Se nota confundido y tengo bastante pena ahora que tengo a Kai frente a mi-¿Cuáles?
-Todo-Observo con mucho interés la puerta porque no quiero ver su expresión.
-¿Y con todo te refieres a tooodo?-Alarga las letras y bueno…
-Tooodooo-Volteo a mirarlo y parece que no sabe si reírse o preocuparse-Hasta tu cama-Comienza a reír y con dolor trata de no hacerlo porque sus heridas le duelen-¡No te rías! Estaba deprimido-Se comienza a calmar pero aun así se sigue riendo un poco.
-No sé si deba preocuparme tu aparente obsesión o no-Me enfurruño y empiezo a salir de la cama pero me atrapa enseguida-No te pongas así, me parece muy tierno de tu parte-Hace una pausa acariciando su mejilla con la mía-Y también interesante-De pronto soy muy consciente de su pecho apretándose contra mi espalda y sus brazos, uno rodea mi pecho y el otro mi cintura-¿Qué has estado haciendo con todo eso?-Me susurra al oído en voz baja y yo me estremezco y enrojezco de inmediato recordando cómo me he tocado pensando en él-Pervertido.
-¡Mira quién habla de pervertido!-Busco cubrir mi evidencia-Apuesto que te has tocado pensando en mi todo este tiempo-Y entonces una realidad me cae de golpe y hablo con odio-Claro que no, seguro tenias a mucha gente con quien desfogarte-¡Por supuesto! Porque es imposible que él no haya tenido sexo con nadie más en tanto tiempo, soy yo el que estúpidamente no quiso estar con nadie más, los celos me hacen hervir la sangre y busco nuevamente alejarme de él.
-¿Y si te dijera que no quería tener sexo con nadie porque no me gustaban sus cuerpos, ninguno me excitaba y no eran ni la mitad de hermosos que el de la persona que amaba?-Me detengo de golpe y aprieto mis manos sobre su brazo que me rodea el pecho-¿Que ninguno podría jamás igualarse a tu belleza y que por eso no podía ni quería?-Mi corazón comenzó a zumbar con locura-¿Qué no me podía masturbar pensando en ti porque creía que era una falta de respeto? Pensaba que…-Su voz se hace más baja y mustia-Eso haría mis sentimientos más sucios de lo que ya eran y solo te darían mas asco-Voltee rápido y vi su dolor, lo abrace de inmediato-Que…
-¡Ya! Ya entendí, eres el hombre más fiel que he conocido-Lo veo y beso su rostro una y otra vez-Y me hace muy feliz que no me hayas sido infiel-Nos quedamos en silencio hasta que él habla de nuevo.
-No he tenido un orgasmo en 3 años-Su voz de nuevo es normal y yo me muerdo los labios sin saber que decir-Pero apuesto a que tu si-Mi sonrojo se extiende hasta mi pecho y bueno… él está siendo sincero conmigo, es justo que yo también lo sea, asiento con lentitud por la vergüenza de verme descubierto-¿Cómo?-Subo la vista rápido y lo observo con los ojos abiertos de par en par suplicando a que no me haga responder eso, su pequeña sonrisa derrite mis defensas-Dime-Trago saliva y busco valor.
-Me pongo tus camisas para dormir así que-Hablo con lentitud, moviendo mis dedos con nerviosismo-Me toco pensando que eres tú y…-Me trabo y subo la vista, el me mira como un depredador-Tu perfume d-de canela ayuda bastante-Cierro la boca sin poder continuar, Kai acerca su rostro al mío con lentitud, como un depredador acechando a su presa y habla cerca de mi oído con su voz ronca.
Excitada.
-¿Y es suficiente así?-Su susurro me estremece y niego con rapidez con mi cabeza, una de sus manos comienza a recorrer mi espalda dándome escalofríos, de pronto tengo mucho calor.
-A-A… a veces yo…mmh-Suelto un suspiro ahogado cuando mordisquea con lentitud mi lóbulo-Me ayudo con…-No puedo continuar…-
-¿Tu consolador blanco?-Asiento dejándome tocar por su otra mano que acaricia con lentitud mi pezón sobre la tela de la ropa enviando ligeras pero deliciosas sensaciones hasta que… ¿Perdón? Me siento en la cama.
-¿Cómo sabes que tengo un…?-No puedo completar la frase.
-¿Consolador blanco?-Asiento una sola vez con rapidez-Te espié en el baño después de ese entrenamiento en el que te escapaste-El rojo alcanzo un nuevo tono en mi piel-Me masturbe viéndote.
-¡Pervertido!-Quito la almohada de su cabeza y comienzo a golpearlo con ella ¡¿Con que moral me llama a mi pervertido si él me ha espiado?! Sus risas y lamentos por su herida me hacen detenerme un poco y de repente los dos nos estábamos riendo por lo que había pasado, me recuesto de nuevo a su lado y nos abrazamos-Pervertido.
-Tú también-Volvemos a reír un poco-¿De dónde sacaste esa cosa?-
-Eian-Suelta un bufido de disgusto ligado con resignación.
-Ese cara de bebé pervirtiendo a mi bebé-Enrojezco cuando noto como me llamo.
-¿Tu bebé?-Lo digo sonriendo, con emoción y mis mejillas rojitas. Noto como un pequeño rojito se hace presente en las mejillas de Kai por la pena-Me gusta-Me acerco y nos volvemos a besar. ¡Ah! Y un cosa más…-Kai-
-Dime-
-Odio tus cartas-Lo veo a los ojos con decisión-Las notas en general. Las odio. No vuelvas a dejarme nada escrito porque no me gustan, me recuerdan al día que me dejaste así que me deprimo mucho.
-¿Ni siquiera una notita de tres líneas?-
-Ni siquiera de tres líneas-
Después de un rato llegó la enfermera y me regañó por estar en la camilla con el paciente, tomo sus signos vitales, le pregunto si tenía dolor a lo que Kai dijo que sí, que le dolía un poco, le coloco unos calmantes por vía intravenosa gracias a la vía que tenía en la mano desde la operación, curo su herida y chequeo la máquina que está conectada a su costado derecho, la enfermera se retiro y después llego la mucama con el desayuno, Kai no tenía hambre y ahí fue que me confesó su pésima alimentación así que hice que se tragara hasta la última cuchara de comida.
No puede ser que no desayune, almuerce tonterías como hamburguesas sin ningún aporte nutricional y que de vez en cuando cene.
¡Ah! ¡Y por supuesto sin olvidar que toma alcohol como un borracho!
Me moleste con él, y Kai por supuesto que lo noto, se veía como un niño al que regañaron y estaba pasando una penitencia sin poder moverse de la esquina… quise abrazarlo y consolarlo y decirle que no estaba molesto con él pero ¡No! ¡Debo ser fuerte! ¡No puedo sucumbir a sus encantos tan fácilmente! Salí a comprar mi desayuno porque ¡Yo si desayuno todos los días! Y cuando volví estaba dormido otra vez, me senté en el sillón, comí y encendí mi celular para avisarle a Eian las buenas nuevas y…
Si soy tonto, no quiero pasar un mes aquí, Kai de seguro mucho menos. Le envié otro mensaje a Eian pidiéndole que Anna viniera y que trajera varios de sus instrumentos científicos para probar una idea que de seguro funcionara y entonces vi los mensajes de mis amigas por lo que les conteste que estaba bien y que después les presentaría a alguien importante.
Mire a Kai de reojo cuando se removió suspirando todo dormido.
Si, a mi persona más importante.
°°°°°°
Suspiro con sueño y me remuevo en la cama pero una ligera punzada de dolor me advierte que es mejor quedarme quieto, vuelvo a relajarme en mi nueva posición para seguir durmiendo, no sé por qué tengo tanto sueño y entonces a lo lejos comienzo a escuchar voces, parecen discutir, frunzo mi ceño porque aun no logro procesar lo que dicen y mucho menos quienes son los que hablan, comienzo a abrir mis ojos poco a poco a pesar de que no hay mucha claridad y me encuentro de nuevo viendo el techo de la habitación de la clínica.
Pero Daika no está a mi lado, no está enterrado en mi costilla. Sigo escuchando las voces hasta que las reconozco.
Los que hablan son Daika y su madre.
-Shhh-Escucho el sonido que hace el castaño-No hables tan alto mama, lo vas a despertar-Trató de susurrar entre dientes pero aun así habla bastante alto.
-No estaría hablando alto si tú no me sacaras de quicio-Si pudiera verlos, ya que mi vista esta clavada en el techo juraría que la señora Carolina acaba de señalar con el dedo a Daika.
-Ya te dije que no voy a ir, no sigas insistiendo-¿Ir a donde?
-No puedo dejar que hagas lo que quieras, tienes que poner prioridades en tu vida-No entiendo qué es lo que pasa.
-Él es mi prioridad-Habla de mi, de eso estoy seguro.
-Él ya está bien, puede soportar estar sin ti un rato-De pronto se quedan en silencio un momento.
-Yo no voy a soportar estar sin él-
-¡Daika!-
-¡Shhh!-
-¿Qué es lo que pasa?-Subo mi cuello para poder verlos sentados en el sillón.
-¡Lo despertaste!-Daika acusa a su mama con el dedo y se levanta para caminar hacia mí y arreglar la camilla subiéndola con sus botones para dejarme sentado y que yo no tenga que alzar el cuello de forma tan incómoda-No pasa nada, mi amor-Me sonríe y busca besarme pero sé que me está mintiendo porque desde donde estoy veo como su mama se cruza de brazos malhumorada. Nos besamos un momento con calma.
-¿No me estas mintiendo?-Le pregunto al separarnos, el castaño desvía la mirada y con su mejor cara de seriedad niega con la cabeza-¿Seguro?-
-¡Sí!-Suelta exasperado y si… me está mintiendo.
-¿Qué es lo pasa?-Pregunto de nuevo pero ahora a su madre que sigue en el sillón con los brazos cruzados.
-No quiere ir a la universidad-Me contesta y yo de inmediato clavo mi vista en Daika que ahora tiene los labios fruncidos y los brazos cruzados.
-Tienes que ir-Hablo con mucha seriedad porque sus estudios no son algo que yo tomo a la ligera, mi bebé entrecierra sus ojos de caramelo con molestia-No puedes perder un día de clases Daika.
-Con este ya son tres los que perdió-Vuelve a hablar Carolina.
-¡¿Tres?!-Hablo alto mirándolo con incredulidad-¿Cómo que ya perdiste tres?
-¿Cuántos días crees que has estado internado aquí?-Me responde con molestia.
-Inconsciente-Le respondo con calma porque vamos a comenzar a gritar-Estaba inconsciente, eras perfectamente capaz de ir-
-No iba a irme de aquí sin verte primero-
-Con saber que ya estaba bien era suficiente-Clava su vista en la ventana huyendo de la mía-No te puedes dar el lujo de perder tus clases así como si nada-Se queda callado con el labios y el ceño fruncido, contrario a parecer molesto a mi me parece tierno-Vas a ir.
-No quiero ir y punto-Me mira de nuevo pero yo no soy de los que pierde tan fácilmente.
-No te pongas necio-Mi voz baja en octavas, es más gruesa y lenta porque necesita saber que esto es muy serio-Vas a ir.
-No quiero-
-No es que quieras, es que tienes que ir-Sus ojos comienzan a empañarse y los cierra con molestia para que no escapen-Mi amor-Lo llamo ahora con cariño porque parece que hay mas debajo de ese “No quiero” y tomo su mano, a él una lagrima se le escapa-Tienes que ir para poder graduarte y después trabajar, no puedes perder clases. Es tu futuro.
-Tú eres mi futuro-Se enfurruña todo y busca abrazarme, yo lo sostengo con fuerza entre mis brazos mientras él esconde su rostro en mi cuello.
-Tu futuro profesional pequeño, yo soy el sentimental-Acaricio su cabello hasta lograr que me mire-Y te aseguro que de besos no vive la gente-Le sonrió mientras quito sus lagrimas con mis dedos-Estaré aquí, no me iré a ninguna lado.
-No te quiero dejar-Vuelve a acurrucarse contra mí y de pronto recuerdo que su madre está aquí, la observo con discreción y solo nos mira con calma, ya sin los brazos cruzados.
-No me estas dejando, sabes dónde estoy, sabes que no me puedo ir a ningún lado, sabes que estoy en buenas manos-Me quedo en silencio pensando que mas decir-Puedo sobrevivir un rato sin ti.
-Eres malo-Su voz esta ronca y ya sé que gane la discusión.
-Solo si es por una buena causa-Se separa y aun tiene el ceño fruncido pero ya no llora y él mismo sabe que ir es lo mejor.
-Volveré rápido. Mis clases acaban a la 1:00 pm debo de estar aquí a la 1:30 pm-Vuelve a acercarse para besarme, ahora con un beso más largo.
-Aquí estaré-Le sonrió con calma, Daika se levanta de la camilla y toma el bolso que le ofrece su madre, se acerca a ella y le da un pequeño beso en la mejilla y cuando va a abrir la puerta esta se abre sola y deja ver a su padre que al notar los ojos llorosos de su hijo pregunta que fue lo que le paso.
-Voy a la universidad-Responde desganado y casi que con pesar-Vuelvo después-Besa a su padre en la mejilla y entonces voltea a mirarme y yo para darle apoyo le sonrió guiñándole uno de mis ojos, su expresión cambia y corre hacia mí de nuevo, me besa tomándome del rostro, al separarnos solo un poco me susurra esas palabras mágicas que me hacen sentir amado y después corre por el pasillo saliendo de la clínica con rumbo a su casa de estudio sin darme tiempo a responderle.
“Yo también te amo” Es lo único que pienso después de que se va pero entonces un carraspeo me saca de mi pequeña ensoñación. Observo a su padre y el hombre suelta un suspiro mientras ve a la señora Carolina sentada en el sillón, yo aprieto mis dedos porque entiendo que fue incomodo para él ver a su hijo besándome y diciéndome esas palabras. El silencio se hace pesado y es insoportable para mí.
-Siento haber sido la causa de que Daika perdiera sus clases-Hablo con normalidad mientras observo a la señora Carolina-Entiendo lo importantes que son-Ella suspira mientras se recuesta del espaldar del sillón de forma relajada.
-No, tranquilo muchacho, eso no es tu culpa-Me sonríe relajada mientras acomoda varios de sus mechones de cabello-Si no fuera por ti mi hijo-Suspira buscando relajarse-Estaría muerto así que ¿Qué son casi tres días comparados a una muerte?-Noto que es difícil para ella poner a Daika en un concepto de “Muerto” para mí no es difícil, es imposible.
-Aun así hice que perdiera clases-
-Perdió clases por ser terco-Por primera vez tomo la palabra el padre-No se quería ir y por lo que vi seguía sin querer irse aun-Se mueve y toma asiento junto a su esposa, vuelve a formarse un leve silencio entre los tres-Yo… quería darte las gracias por lo que hiciste, nos salvaste a todos y…-Carolina toma su mano y le sonríe mientras asiente apoyándolo en su pequeño discurso-Protegiste a nuestro hijo de una manera que nunca creí que vería-Me mira fijamente por primera vez-Estuviste dispuesto a sacrificarte por él y… gracias, muchas gracias.
Solté un suspiro mientras proceso todo lo que me dijo y se me hace bastante difícil comparar a estos dos con los que conocí hace años que me miraban de forma despectiva por amar a su pequeño hijo. Solo son un par de señores bastante agradecidos.
-No necesita agradecerme porque soy o bueno, mejor dicho, fui el jefe de seguridad de su compañía-Si, porque de seguro ya me despidieron-Fue mi culpa que esos sujetos se infiltraran en esa conferencia en primer lugar, tenía que ser yo quien los sacara de ahí y por lo de su hijo no me agradezca-Los veo a ambos con todo el orgullo que puedo reunir ahora-Lo haría de nuevo.
La señora sonríe y me mira con un poco de pena, con vergüenza y el señor también se nota avergonzado ¿Qué se traen entre manos estos dos?
-También queríamos disculparnos-Esta vez habla la mujer-Por cómo te tratamos antes-Ella gesticula con las manos buscando las palabras correctas en su repertorio para dirigirse a mi-Entendemos que no fuimos… corteses contigo a pesar de lo que hiciste por nosotros al traernos a nuestro hijo y bueno… se nos hacía muy difícil aceptar que sintieras eso por nuestro hijo y no fuimos agradables y por eso lo sentimos, de verdad, discúlpanos.
-No, tranquilícese-Le contesto de forma relajada-Ustedes actuaron como lo haría cualquier padre ante una situación así-Sonrió con desgana porque sé muy bien porque yo no les agradaba o quizás aun no les agrado-Entiendo que no soy lo que ustedes quieren para su hijo-Es verdad, aunque Daika me quiera eso no implica que sus padres me acepten-No soy el mejor candidato, ni siquiera debería ser un candidato-Clavo mi vista en un punto en la pared al hablar-En mi plan se supone que no volvería a molestar a Daika ni los volvería a ver a ustedes así que en su momento no me importó la forma en que me trataron cuando nos conocimos, no se disculpe, en realidad, me trató demasiado bien.
-Si mirarte con odio y asco durante todo el almuerzo es un buen trato entonces el mundo está al revés-John tomo la palabra y es cierto, ese fue el almuerzo mas incomodo y desagradable de mi vida, creo que Daika no lo noto y agradezco eso.
-Me dio comida, fue un buen trato-Sonrió sin gracia de forma vacía, no quiero seguir hablando de esto. Ellos me hacen ser consciente de mi mismo, me hacen recordar por qué me fui en primer lugar, me hacen recodar lo que la sociedad piensa de mis sentimientos y solo quiero irme y dejarle el camino libre a Daika para hacer su propia vida pero…
“¿Y qué? Si cada vez que salgamos juntos la gente me va a señalar pues que lo hagan porque no me importa lo que sea que piensen. Yo solo estaré pensando en mi novio. En sus besos y en lo feliz que me hace”
Recuerdo que Daika me ama y entonces pienso que… Si él me ama ¿Qué me importa lo que piensen los demás?
-No entiendes-Habla de nuevo John sacándome de mis pensamientos, el hombre se levanta y se acerca a mi camilla-No estamos aquí para decirte que nos disgusta que estés con Daika-Hace un pausa e infla su pecho mostrando valor-Si, te deteste, no tienes idea de cómo te odie cuando nos conocimos y más cuando dijiste lo que sentías por mi hijo-Recuerdo esa conversación y sí, fue un desastre-Y cuando te lo llevaste al parque creía que eras solo uno de esos depravados enfermos, que lo que nos decías que sentías no era verdad porque a mi parecer un hombre no puede amar a otro pero entonces te fuiste y dejaste ser libre a nuestro hijo… y aunque Daika nunca nos dejo leer la carta su dolor era palpable.
-Creímos que sería algo temporal-Habla ahora Carolina-Que solo lloraría un rato pero paso el tiempo y no quería comer, no se levantaba de la cama y solo lloraba y abrazaba a Drey. Pudimos sacarle algunas oraciones y entendimos que lo habías secuestrado por lo que creímos que era Síndrome de Estocolmo pero después de los psicólogos él seguía deprimido hasta que llego un momento en el que aceptamos que estaba enamorado de ti. Después nos habló un poco más de la carta y supimos que lo dejaste porque creías que tu no eras lo mejor para él y querías que fuera feliz con una novia e hijos, que no fuera juzgado por estar contigo y ahí entendimos que tu también amabas a nuestro hijo.
-Solo queremos que sepas que aceptamos tu relación con Daika-Observo a John de nuevo totalmente impresionado por sus palabras. Yo no creí que ellos…-Aceptamos que seas su novio, pareja, esposo si quieren-Se queda callado y a mí el pensamiento de ser Esposo de Daika me hace delirar-Porque a pesar de que creía eso de que dos hombres no pueden amarse yo… Es imposible que no ames a mi hijo sí estás dispuesto a dar tu vida por la de él. Y aquí estas, en una clínica porque decidiste que su vida era más importante que la tuya y para nosotros eso es más que suficiente para aceptarte. Y agradecerte. Y valorarte.
Nos quedamos en silencio porque yo no sé qué decir, ellos… ¡Me aceptan! Aceptan lo que siento por mi bebé. Carolina me extiende un pañuelo y es ahí cuando me doy cuenta de que estoy llorando. Le niego con la cabeza y me quito las lagrimas con las manos aun procesando todo, todas sus palabras, todo lo que me hizo sentir.
Nunca creí ser aceptado por alguien más. Es… no hay palabras para describirlo, es simplemente demasiado genial.
Puedo casarme con mi niño.
Puedo hacerlo mío.
Puedo convertirlo en el contenedor de todo mi amor, de toda mi pasión.
La señora Carolina quiso saber más de mí ya que Daika respeto mi privacidad todos estos años y nunca le hablo a ellos de mi pasado, por lo que fui sincero o al menos… lo suficientemente sincero sin llegar a ser tan brutal, de mis padres, de la enfermedad de mi madre, de lo que les pasó y que soy huérfano, les aclaro que por eso creí darle lastima a Daika, tuve que si, aceptar decirles que mate a esos hombres y después llegue a Lucifer, mi padrastro un poco loco y entonces tocaron la puerta y yo me sentí salvado por la campana, no iba a encontrar como decirle de forma sutil que en algún momento de mi vida fui un sicario.
-Adelante-Hablo y cuando se abre la puerta un sudor frio baja por mi espalda… esto es imposible.
-Cuanto tiempo, Sargento-El anciano con su acento realmente marcado entra a la habitación con ayuda de un bastón, su uniforme sigue igual de lleno de estrellas e insignias-Creí que estabas muerto.
-Yo creí lo mismo, Señor-No sé de donde saque la voz para hablar. El anciano observa a los padres de Daika y gesticula con la mano para que los presente, suelto un suspiro y me siento como un niño de nuevo-Señor-Me dirijo primero a él-Le presento al Señor John y la señora Carolina, ellos son los padres de mi pareja-Trago saliva y el viejo militar les sonríe al darle la mano a cada uno-Señores-Ahora me dirijo a los padres de Daika-Les presento al General retirado Armin Hoffman, mi padrino.
°°°°°°
Parece que para todo el mundo en la universidad es demasiado loco verme sonriendo y tan feliz después de que hace tres días un loco me quería matar en vivo y directo por la tele… dahh no me importa, yo estoy en mi burbuja de felicidad llena de mi guapo novio.
Me encontré con mis amigas y les dije que mi novio había vuelto, de que si era verdad lo que dije en la pequeña entrevista en la clínica de hace días, ellas preguntaron si era el hombre del video (Se hizo muy popular por ese nombre) y yo les dije que sí, que estaba feliz, que no sabía qué hacer con tanta felicidad y que también me quería ir de una vez para volver a estar con él, si, tenia cosas que hacer de la universidad, tenía que estudiar varias cosas y me había perdido de muchas otras pero no me importaba.
Nada de eso me importaba ahora pero… sabía que si no lo hacia Kai se iba a molestar conmigo, idiota, en lugar de apoyarme a mí para que me quedara con él, apoyó a mi mamá, pero siendo francos, si, acepto que tienen razón y que yo soy el que está haciendo cosas sin pensar en la consecuencia pero ¡Yo quería quedarme con él! Además llegó mi papá y me preocupa saber que le habrá dicho, no quiero que lo hagan sentir mal, no quiero que me deje por culpa de mis padres.
Me la pase todas las clases suspirando por él, cerraba los ojos y me imaginaba que estaba ahí conmigo, recordaba cómo me besó y acarició, la forma en que nos reímos y esos abrazos eternos que tuvimos, mis mejillas estaban permanentemente rojas y para mis amigas aparte de que decían que era muy extraño verme tan alegre también les parecía gracioso porque no paraban de molestarme con que me veía como un enamorado tonto.
Tontas ellas. Yo soy un enamorado de los mejores.
Salimos del salón y yo de inmediato me iba a ir directo a la clínica pero entonces me intercepto aquel muchacho al que yo le gustaba pero que a mí se me hacia simplemente molesto y ahora más que quiero irme de aquí para poder estar con Kai. Siendo francos ni le preste atención camine directo a la parada del transporte público y él me seguía decía cosas como de que “Escuche que dijiste esto en una entrevista” “Pensé esto” “Creí lo otro” Justo cuando vi llegar mi autobús me moví para irme pero me tomo del brazo impidiéndomelo así que me moleste.
-Escúchame ¿Si?-Lo mire de frente a sus ojos verdes-Me quiero ir de aquí ¿Entiendes? No quiero hablar contigo, ya llego mi autobús así que adiós-Moví mi mano despidiéndome y en lo que estuve a punto de montarme volvió a detenerme-¿Qué es lo que quieres?-Ya me tenia realmente molesto.
-¿A dónde vas?-
-Voy a ver a mi novio-Se lo dije en la cara y fue inmediato, soltó mi brazo y me dejo ¡Al fin! Entrar al autobús, no lo soporto, desde que Magda me lo presento a sido demasiado insistente, al principio trate de explicarle de la forma más amable que yo no estaba interesado pero después de 5 meses él sigue insistiendo por lo que ya mi cordialidad y tacto se fueron y solo queda mi molestia e indiferencia.
De verdad espero que se rinda porque ahora que estoy de nuevo con Kai no dejare que haya ningún bache en nuestra relación.
Mi pie se movía desesperadamente por la ansiedad de querer llegar, iba 10 minutos retrasado, en lo que vi la clínica tuve que hacer mi mejor esfuerzo en evadir algunos reporteros que aun estaban interesados en lo que había pasado con Kai, de verdad que me preocupa eso ¿Y si empiezan a investigar y descubren que hay un lapida con su nombre en Alemania? ¿Y si consiguen alguna evidencia de su pasado como asesino a sueldo?
No soportaría que me lo quitaran.
Mi preocupación se desvanece cuando abro con cuidado la puerta de la habitación que estaba oscura y veo a mi guapo hombre dormido en la camilla, sonrió risueño y entonces recuerdo la conversación que tuvimos.
“No he tenido un orgasmo en tres años”
Trago saliva y pienso si de verdad pienso hacer la idea que tuve, mis mejillas enrojecen y me digo ¡A la mierda! Voy a complacer a mi novio.
Con mis manos un poco temblorosas por la expectativa cierro la puerta con seguro y camino lo más silencioso que puedo, solo espero que Kai no tenga un acto reflejo y termine golpeándome accidentalmente, subo la sabana y veo fijamente su pantalón cómodo y holgado negro, desde que me hizo el amor he querido darle sexo oral y ahora que tengo la oportunidad y que todo está bien los nervios me están matando.
Subo la vista y el rostro de Kai se ve tan tranquilo que me da la confianza para ejecutar mi plan, bajo la sabana y me meto todo lo que puedo en la camilla bajo la sabana, me sorprende que Kai siga dormido, supongo que los tranquilizantes para el dolor lo tienen un poco dopado, subo mis manos temblorosas hacia mi objetivo y vuelvo a tragar saliva sintiendo mis mejillas arder, puedo hacerlo, puedo hacerlo.
Bajo con lentitud y cuidado lo mas que puedo el pantalón y son sus bóxers los que me saludan ahora, siento que mi sonrojo llega hasta mi pecho y mis manos con ese molesto temblor no me van a dejar hacer nada por lo que suspiro para serenarme y con cuidado tomo la liga de sus bóxers Calvin Klein y entonces cierro los ojos por la vergüenza que me invade estar haciendo esto. El pene de Kai es grande, incluso sin estar erecto es grande.
Trago saliva y con nervios mi mano derecha toma aquella circunferencia y la alzo un poco, solo un poco, Kai se remueve y de inmediato me paralizo pero cuando vuelve a relajarse yo también me relajo, vuelvo a tragar saliva y trato de pensar en algo que me haga olvidar mis nervios, vamos, vamos y es ahí cuando recuerdo lo placentero que es tener ese pene dentro de mí.
Recuerdo lo delicioso que se siente, lo grande de la circunferencia abriéndose paso dentro de mí, lo caliente que es, lo enloquecedor que es cuando empieza a meterlo y sacarlo y… Dios, me estoy empezando a poner duro sin siquiera haber comenzado a tocar a Kai. Vamos, este hombre es mi pareja, es mi novio, no se molestara conmigo, de hecho, seguro le gusta y mucho.
Con nuevas fuerzas restablecidas y pensamientos suciamente deliciosos en mi mente avanzo y beso la punta, mi mano se comienza a deslizar por todo el tronco, mi posición es incomoda así que quedo recostado de medio lado solo apoyado del codo de mi mano derecha que es el mismo que esta acariciando el miembro de Kai y mi otra mano sin ninguna vergüenza empezó a vagar por sobre mis pantalones, me acerco mas y abro mi boca sacando mi lengua.
Aquí vamos.
Saboreo toda la cabeza con varias lamidas experimentales, siento como de a momentos las piernas de Kai tiemblan como si estuvieran tensas, me dedico aun mas y lleno de saliva la punta para después volver a recoger todo con mi lengua y entonces gratamente veo como comienza a endurecerse, sonrió feliz de saber que lo estoy haciendo bien aunque los nervios me estén retorciendo las entrañas. Y entonces abro mi boca para pasar a hacer algo que espero y también salga bien.
-Mmm…-Me pongo de nuevo nervioso pero mando todo a la mierda y me concentro en la cabeza del pene de Kai que ahora estoy chupando con mucho cuidado, chupo una y otra vez, metiendo la punta un poco más adentro de mi boca con cada succión, mi pene ya esta duro por lo que me comienzo a masturbar sin ninguna pena con mi mano libre, busco poner mis labios de la mejor forma teniendo cuidado con mis dientes y con el resto de mi mano masajeo de arriba abajo para ponerlo duro-Hhm-Sus piernas se mueven y yo presa de la excitación y un poco de miedo me levanto un poco más para tener mejor altura y poder proseguir, trato de abrir lo mas que puedo la garganta y entonces deslizo todo lo que puedo de ese delicioso miembro dentro de mi boca ahuecando mis mejillas al chupar con fuerza-Ahh-
Las sabanas son removidas de sopetón y me paralizo aun con el pene de Kai semi erecto en mi boca, subo la vista y los ojos de Kai están clavados en mi, viéndome comerme su pene, viéndome ser un niño travieso, enrojezco pero no puedo detenerme, he querido darle sexo oral desde hace años, he querido complacerlo así desde hace mucho. No voy a parar ahora.
-Oh por Dios…-Suspira y cuando trata de acercar su mano yo busco abrir aun mas mi garganta y relajarla al mismo tiempo para forzar aun mas parte de ese viril pedazo de carne en mi boca-Ahh…-Escuchar sus gemidos roncos me hace temblar de pies a cabeza y me sorprendo por la forma en la que rápidamente su pene va creciendo mas y mas en mi pequeña boca, hasta ponerse duro, sé que puedo darle más placer, sé que puedo, la mano en mis pantalones aprieta mis pequeños testículos-Mi amor-Muevo aun mas rápido mi mano derecho por la extensión de su pene buscando que se ponga duro como una roca, doy una ultima succión ahuecando mis mejillas y lo saco de mi boca para respirar. El sonido húmedo de ese “Plop” no solo me excito a mí.
-Hola-Me muerdo el labio inferior que ahora debe de estar rojo respirando con dificultad y un poco de pena, el rostro de Kai rápidamente pasa de sorprendido a gustoso, yo diría que hasta alegre, me sonríe de aquella forma que me hace temblar y con sus ojos oscurecidos de lujuria y deseo creo que esta apunto de follarme contra la camilla, el solo pensamiento me hace mojarme-Ya volví-
-Puedo verlo-Sus manos ahora si avanzan hasta mi rostro con el sentándose en la camilla y me acarician la cara, pero yo quiero darle placer, quiero que tenga un orgasmo así que no puedo detenerme ahora.
-Quiero seguir-Me acerco de nuevo y beso la punta que ahora esta generosamente bañada de liquido pre-seminal, vuelvo a sentir algunos nervios y con mi corazón latiendo rápido espero que él me deje seguir con mi masaje.
-Puedes hacer lo que quieras-Me contesta con la mirada de un depredador al momento de tomar su propio pene y dirigirlo a mis labios moliendo con lentitud su cabeza roja en mi boca, pidiendo entrar de una forma demasiado erótico-Es todo tuyo-
Decir que estaba realmente excitado es poco, saque mi mano de mis pantalones abandonando mi propia excitación con desespero porque el pene de Kai tan rojo, venoso, grande y gordo necesitaba toda mi atención.
Kai acomodo las almohadas detrás de él para quedar semi sentado, para poder ver el espectáculo, eso me apeno pero al mismo tiempo me excito mas, saber que me está mirando mientras chupo su órgano viril me pone cada vez mas y mas duro, podría explotar solo meciéndome contra las sabanas de la camilla. El cenizo abrió un poco más las piernas y lo supe al instante, tenia completa libertad de hacer lo que quisiera con ese pene. Con ese macizo pene.
Ahora teniendo de apoyo mis dos codos tome su miembro entre mis manos y sin ninguna delicadeza volví a engullirlo en mi boca, lo más que podía, lo más adentro que pudiese, sentir lo caliente que estaba y esos leves temblores que tenia dentro de mi boca me estaba matando, busque relajar mi garganta y en eso el sabor del líquido pre-seminal de Kai inundo toda mi boca y ¡Oh Dios mío! Era una delicia, succione mas queriendo conservar mas de ese sabor y cuando subí la vista y vi a Kai me volví loco, sus mejillas estaban levemente coloradas, sus ojos semi cerrados y su ceño fruncido en una mueca placentera.
Saber que era yo quien lo tenía así me hizo sentirme demasiado poderoso.
La felicidad y excitación de saber que lo estaba haciendo bien me golpeo de repente, comencé a mover mi cuello con desesperación para hacer que entrara y saliera, dentro, fuera, dentro, fuera, era bastante difícil por lo grande que era pero no me importaba seguiría haciéndolo todo el día si era necesario, Kai abrió mas las piernas arqueando un poco su espalda y soltó otro gemido ronco que recorrió toda mi espina dorsal, era demasiado erótico. Demasiado sensual. Demasiado varonil.
Kai solo estaba ahí sentado dejándome saborear su pene y ese simple hecho me tenía como un cumulo de nervios lleno de excitación.
Baje mas sus bóxers y fue cuando tuve en mi campo de visión sus bolas apretadas, no lo pude evitar, saque su pene de mi cavidad y fui directo a tragarme una de esas pelotas, estaba tan excitado, chupe y chupe con mi rostro ardiendo por mi sonrojo, estaba tan realmente excitado, mi mano nunca dejo de masturbar el pene de Kai pero era difícil, mis dedos no podían cerrarse a su alrededor, era simplemente demasiado colosal.
Demasiado delicioso.
Mi cadera comenzó a moverse sola y me masajeaba con desespero contra la camilla, si Kai llegaba a tocarme me correría como una cascada, solté su testículo y fui por el otro, saque la lengua y lo masajee con ella un poco pero después lo metí a mi boca y lo chupe con ahincó.
Esto era demasiado caluroso para mí, solté su testículo y volví a tragarme su pene, volví a alzar la vista y Kai tenía la cabeza hacia atrás, podía ver sus venas marcarse, y entonces se incorporo y me hizo detenerme.
-¿Qué pasa?-Se me hacia extraño hablar porque la sensación de que mi boca a estado albergando algo muy grande sigue ahí.
-Tengo un idea, ven acá-Me jalo como si no pesara nada y nos devoramos en un beso demasiado caluroso, su lengua salía a atacarme y yo sin ningún problema lo deje ganar la batalla, a estas alturas, dejaría que me hiciera lo que quisiera y fue entonces cuando se me vino una idea a la mente, una idea que quizás era la misma que la de él.
-¿Vas a hacérmelo?-Mi voz salió entrecortada y hasta yo mismo me sorprendí de lo orgásmico que soné.
-Si-Su voz de barítono me hizo estremecer completamente-Pero no aquí, no ahora-Lo mire confundido pero Kai no me prestó atención, beso mis mejillas y fue bajando por mi cuello y hombros, el roce de su barba de tres días contra mi piel era demasiado alucinante y cuando apretó mis nalgas con sus manos masajeándolas me sentí desfallecer-Recuéstate de medio lado-Hice lo que me dijo apoyado del lado izquierdo de la camilla de medio lado y de pronto mis pantalones bajaron hasta mis rodillas junto con mis bóxers y por un reflejo me cubrí porque mi pene salió saltando cuando lo libero-Hermoso.
Quitó mis manos de mi pene y besó mi cintura, miro mis nalgas y beso una haciéndome temblar con ligeras sensaciones y ese hormigueo delicioso recorriendo todo mi cuerpo-Mmm…-Solté un gemido sin poder controlarme. Subió y beso mi hombro, mi cabello, mi frente, hasta que tomo su lugar detrás de mí, con su pecho apoyado de mi espalda y su pene restregándose descaradamente contra mis nalgas, el liquido que caía desde la punta de mi pene y llenaba las sabanas era demasiado, era demasiado excitante sentir su pene en la rendija de mi culo.
Agradecía que el cable de la maquina que estaba incrustado en su costado derecho fuera largo porque así no nos impedía movernos.
Me sentí tan excitado, caliente, necesitado y mojado que por un momento se me vino a la mente hablarle sucio a Kai, la mano de mi peli gris bajo y comenzó a masturbarme con lentitud, me arquee de inmediato.
-Ah…-Comencé a mover mi trasero y a molerlo contra su pene duro, no me reconocía, normalmente soy un poco penoso con estos temas pero ahora ¡Dios! Ahora, solo quiero que me folle hasta decir basta. Sus besos en mi cuello y nuca me vuelven loco-Ah… Kai-Se me venían tantas ideas a la mente que había leído en relatos eróticos que no sabía si hablarle así de sucio o no a mi novio-Kai… házmelo.
Torció mi cara y devoro mi boca como un animal salvaje, mis ojos están semi cerrados y todo mi cuerpo lo sentía demasiado caliente, necesitaba que me lo hiciera, lo necesitaba desesperadamente. Estaba ardiendo como una hoguera ¿Cómo pude sobrevivir tres años sin él?
-No, cariño, aquí no-Me susurro con lentitud y sus palabras me desesperaron.
-¿Por qué?-Estoy seguro que estoy a punto de llorar de la excitación.
-Porque lo que quiero hacerte aun no puedo hacerlo, no con esa máquina de mierda que no me deja moverme bien-Volvió a besarme y juraría que el peli gris estaba ronroneando-Abre un poco tus muslos-Obedecí de inmediato ahí supe qué planeaba cuando deslizo su pene y me hizo apretar las piernas-Tus piernas son tan suaves, bebé-Subí mi mano y tome su rostro para obligarlo a besarme otra vez, busque su otra mano con la mía y entrelazamos nuestros dedos.
Su mano masturbándome y sintiendo como su pene se deslizaba por mis muslos con tanta pasión me tenía hecho un mar de gemidos que morían en su boca.
-¡Oh Kai!-Me arquee con corrientes eléctricas recorriéndome-Tócame más, mi amor-Comencé a escuchar el sonido húmedo de sus bolas impactando contra mi carne, el de la camilla rechinando por sus fuertes embestidas, todo mi cuerpo se bamboleaba a voluntad de las embestidas de Kai y mis piernas ¡Oh Dios mis piernas! Se iban humedeciendo cada vez más con el liquido que salía de su miembro, me sentí tan bien, todo era demasiado rico, su mano masturbándome y apretándome me hacia suspirar de placer-Así… así-
-Mmm… Daika, si supieras lo que quiero hacerte-Beso de nuevo mi cuello y en medio de mi bruma de placer no pude evitar preguntarle que quería hacer conmigo-Quiero arrancarte la ropa-Su voz sobre mi odio tan baja y peligrosa solo me hacía temblar como un hoja-Quiero saborear Ahh… todo tu cuerpo-Sus movimientos se iban haciendo erráticos, ya casi terminábamos, ya casi, la bobina en mi vientre se apretaba cada vez mas y mas y mas-Quiero chupar ese hermoso culo que tienes, quiero meter mi lengua en él y hacerte gritar-Gemí alto con ese pensamiento delicioso en mi mente, los puntos blancos en mi vista no me dejaban ver, mis bolas se apretaron más-Y quiero hundir mi verga en tu culo e inundar tus entrañas con mi semen caliente-
-¡Ahm! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Papi si!-Con un grito desgarrador saliendo de mi garganta me corrí en la mano de Kai, mis muslo se humedecieron y sentí su semen caliente como gruesas cadenas mancharme completamente las piernas, mis espasmos se hacían eternos y el dulce hormigueo me recorrió completamente transitando mi cuerpo una y otra vez. Suspire con la alegría que se tiene después de un encuentro sexual, me dije a mi mismo que fue demasiado intenso, fue demasiado caluroso y excitante y ni siquiera lo hicimos bien. Kai no me penetro pero fue demasiado rico.
No puedo esperar el día en que si lo hagamos como se debe.
Kai me abrazo por la espalda y yo hice lo mismo, abrazándome de sus brazos y entrelazando nuestros dedos de nuevo, así quería estar, sentir esa conexión, sentir todo el amor que me da y regalarle yo igual mi amor a él, mi corazón fue calmándose poco a poco y algunas gotas de sudor bajaron por mi frente, torcí mi cuello para poder mirarlo y volvimos a besarnos ahora con un poco de pereza pero siendo igual de erótico y caliente.
Nos separamos para volver a unirnos de inmediato hasta que pasaron varios minutos.
-Así que… Papi ¿Eh?-Me sonroje por escucharlo decir eso y me mordí el labio pero no importaba.
-Si porque… si yo soy tu bebé, tú debes ser mi papi ¿Verdad?-Hable lo mas seductor que pude mirándolo con mis ojos entrecerrados, todo con la esperanza de ganar un visto bueno de su parte-
-Eso sí que es excitante-Rio y volvió a besarme uniendo nuestras lenguas-Cuando gritaste llamándome así woo… Creí que ese orgasmo me mataría-Sonríe y yo también me rio y me siento bien conmigo mismo sabiendo que logre que tuviese un clímax alucinante, se acerco a mis labios y unió nuestras frentes ahora que estábamos los dos recostados en la cama y la posición nos dejaba tener más libertad-Te amo.
Sonreí con emoción y mi corazón latiendo como loco de nuevo.
-Yo también te amo-Me mordí el labio y agregue-… Papi-Kai cerró los ojos y sacudió la cabeza de lado a lado.
-Me vas a terminar matando-Compartimos otro beso y luego otro y otro.
No podía esperar para que todos mis días fueran como este, abrí los ojos en medio de uno de nuestros besos y vi el rostro tranquilo de Kai, sus ojos cerrados con una inmensa sonrisa en los labios y de nuevo cerré mis ojos con un solo pensamiento en mi mente.
Te amo
CONTINUARA…