Sentía un pequeño zarandeo y el sonido de un constante traqueteo un poco molesto, por el ruido ya se me había quitado el sueño pero no quería abrir los ojos los sentía pesados y sinceramente no quería levantarme, a través de mis parpados podía apreciar un poco de claridad por la intensidad diría que eran como las 11.00 am de la mañana y de pronto todo se torno oscuro y un extraño ruido apareció, ya lo había escuchado antes pero no recordaba donde, así que con toda la flojera del mundo abrí los ojos y me incorporé un poco pero la claridad volvió de golpe segándome y obligándome a cerrarlos recostarme nuevamente, no me había percatado de que estaba recostado en un lugar mullido muy cómodo pero muy estrecho no podía moverme mucho porque si lo hacía caería ¿Dónde rayos se supone que estoy? Entonces toda la horda de recuerdos recurrió a mi mente y sin pensarlo abrí los ojos, salte de donde estaba y comencé a inspeccionar el lugar.
Estaba en una cabina de ferrocarril, era muy extraño para estos tiempos ya no habían ferrocarriles de vapor o de carbón, estamos en la actualidad solo hay trenes bala, bueno no es como si todo lo que ha venido ocurriendo hasta fecha sea muy normal, suspire aliviado al verme solo en aquel lugar que ahora que lo detallaba era muy elegante despedía un aire de realeza demasiado refinado para lo que yo estoy acostumbrado a ver, los asientos eran de un color rojo, (Pareciera como si en los tiempos de reyes no conocieran otro color que no fuese ese) con bordes dorados (Otro color trillado) el piso era de madera, no estoy seguro de que tipo era pero resplandecía, parecía muy cara y desprendía un olor muy fresco y placentero, las persianas compartían la misma combinación de los sillones, me acerque al cristal que se mostraba inmenso, resistente y posiblemente indestructible para observar el panorama, por donde habíamos pasado y vi un túnel a lo lejos, de seguro ese era el culpable de que mis ojos se convirtieran en huevos fritos por tanta luz al despertarme, voltee hacia delante y solo había camino, no sabía dónde estaba, no lograba ubicarme, pero no importa ahora… ¿Qué debería hacer? Si estoy aquí es porque ese sujeto me trajo hasta aquí, tan solo con recapacitar y darme cuenta de que ahora sí que me encontraba a merced de él comencé a temblar, ¡No! debo calmarme hasta ahora no me ha hecho nada, estoy bien… pero eso no significa que no se vuelva a repetir “eso” de nuevo, ¿Qué hago si él quiere hacerme “eso” de nuevo? Si lo hace yo… tal vez debería… ¡No ni hablar jamás y nunca! Nunca dejaría que ese hombre me tomara de nuevo, debería intentar escapar otra vez pero ¿Hacia dónde?, genio-idiota estas en un tren, lejos no puedes ir, a menos que me lance por la borda, no el golpe a que me mata voy, entonces me queda resignarme como un imbécil hasta mi muerte, convirtiéndome en el juguete sexual de mi posible futuro asesino, ¡Si cómo no! Que yo me voy a dejar, aunque esa vez yo… a mí si no me hubiese tratado tan mal a mí… si hubiese sido más dulce y delicado conmigo a mí… me habría gustado…
¡QUE MIERDA! ¡NO CABE LA MENOR DUDA MI CEREBRO SE FUE PARA JAMAS VOLVER!, ¿Cómo es posible que haya pensado en la posibilidad de disfrutar esos encuentros? ¿Que Daika te volviste loco o ya en serio necesitas un psiquiatra? Suspire cansado no lograría nada con auto insultarme pero en serio que necesitaba un medico me estoy volviendo loco, me senté de nuevo y suspire para calmarme pero entonces la puerta corrediza se abrió y no pude evitar saltar en mi asiento.
-Al fin te despertaste enano, duermes tanto o más que la Bella Durmiente, pero bueno no es como si hubiera alguna diferencia-
Era extraño en el momento que lo había visto entrar con una camisa blanca manga larga de vestir abierta en los primeros botones, pantalón de vestir negro y zapatos pulidos del mismo color lo primero que pensé fue… Mierda ya esta vestido para mi funeral y comencé a sentir temor por mi integridad física, para cuando me insulto todo mi miedo se fue al demonio e iba protestar pero luego hizo ese comentario de la princesa con ese tono de voz tan.. tan ¡Por Dios reconócelo! fue sensual, sentí mis mejillas arder, ¿Qué me paso? Con una mierda ya mi hombría murió, por favor Dios no dejes que mis mejillas se sigan tiñendo de rojo por favor.
-Vaya no creí que tu lengua te abandonaría y más cuando lo que esperaba de tu parte eran la sarta de insultos que me deberías de tener reservados-Su tono era como de decepción con un toque burlón que me molesto, bueno al menos le tengo que agradecer al cielo que no está actuando como en el hospital.
-Cállate desgraciado, quiero saber donde estoy y lo quiero saber ahora-Mis palabras sonaban a órdenes, el solo sonrió y yo me volví a ruborizar, era la primera vez que lo veía sonreír, era muy bello con sus dientes resplandecientes y perfectos… pero que se supone que estoy pensando waaa…
-¿Y que se supone que ganaría yo con responder esa pregunta?- Su sonrisa aun no desaparecía de hecho parecía disfrutar la situación, al recaer en cuenta de que me estaba pidiendo algo a cambio no pude lograr pensar en nada-Bueno hagamos algo yo te respondo todas tus preguntas pero luego cobrare mi premio-al decir eso me dio un escalofrió y mis manos comenzaron a sudar-Tranquilo que no te pienso hacer “eso” en un tren, de hecho lo que te voy a cobrar no te va a causar ningún daño ¿Trato?-
-Bien-No tenía otra opción
-Estas en un tren con destino a lo que yo llamaría mi hogar-Me puse mas pálido que una hoja al escuchar eso ¿Su hogar? ¡¿Su casa?!-Cálmate chico que haya vas a estar más seguro de lo que piensas, de hecho se me van a ser difíciles algunas cosas pero no importa, siguiente pregunta-
Recobre un poco mi color y seguí, esta pregunta me estaba carcomiendo desde ayer en la noche y sin saber cada vez que lo pensaba sentía un vacio en mi pecho-Tu…-tartamudee un poco-¿Cuál es tu nombre?-Fije la vista en el suelo pero luego la subí y vi su sonrisa que ahora era diferente… era como más alegre.
-Mi nombre es Kai-
-Mu…Mucho gusto Kai, mi nombre es Daika-Dije como algo automático, siempre que me presentaban a alguien respondía inmediatamente, entonces escuche como un susurro diciendo mi nombre mire hacia el ya que había vuelto a clavar la mirada en el suelo, se veía pensativo observando el panorama a través del cristal-¿Dijiste algo?-
-No-Volteo a mirarme y continuo-Ahora yo te tengo una pregunta a ti-Me extrañe por eso-¿Te duele algo?-
-Ah… no se qué quieres decir con-Pare en seco al recordar una de sus palabras la noche anterior “Tengo una idea para saber si la inyección surtió efecto… ¿Quieres probarla?” espera eso quiere decir que la violación fue el método que utilizo para saber si la inyección… ese desgraciado-No, no me duele nada-Además quería saber que mierda había hecho esa inyección en mi-Dime para que era esa estúpida inyección-
-Ese estúpido tubito del demonio es un prototipo de sanación de unos científicos zuecos-
-Aja… ¿Pero que se supone que hace?-
-Ya lo dije sana y juzgando tu respuesta de que no te duele nada debe de ya haberte sanado tiene un tiempo de acción de 6 horas, bueno parece que si funciona-
-¿Entonces cada vez que me haga daño sanare?
-Si así de simple-Me respondió acomodando sus manos detrás de la cabeza.
-Y no es como en las películas que cada vez que hay algo que ver con regeneración a alta velocidad de pronto dicen “Pero tu tiempo de vida será cada vez más corto” o “Procura no lastimarte o morirás pronto”-
-No simplemente comerás más de lo normal para mantener las células de tu cuerpo en buen estado y tal vez también duermas de más-
-Qué alivio no moriré joven… te tengo una última pregunta-
-Habla-
-¿Por qué me llevas a tu casa?-
-Por muchas razones-Iba a protestar por esa respuesta tan mala pero el tren se detuvo y en seguida él se puso de pie y camino hacia mí-
¿Qué haces?-Articule cuando ya lo tenía al frente, con se dedo índice levanto mas mi rostro y respondió.
-Cobro mi premio-Y entonces volví a sentir ese asfixiante contacto, sus labios jalaban y mordisqueaban los míos y de pronto su lengua los comenzó a delinear y yo solo me deje llevar ya había caído en cuenta de que sus besos me gustaban, abrí un poco la boca y el adentro su lengua recorriendo mi cavidad como si quisiera encontrar algo y lo hizo, encontró mi musculo inerte y comenzó a jugar con él, con cada contacto de nuestras lenguas mi cuerpo se estremecía, me sentía asfixiado el estaba imponiendo más de lo que yo podía soportar, agradecí estar sentado sino ya estaría en el suelo y luego él me levanto hasta quedar de pie y coloco sus manos en mi cintura acercándome a su cuerpo, era extraño pero me sentía en las nubes hasta que gemí cortando el beso, Kai había bajado sus manos hasta mi trasero y lo había apretado, mis ojos estaban llorosos y mi cara ardía, no sabía qué hacer, el se acerco a mi oído y susurro-Me encanta oírte gemir-Se separo y yo le hice competencia a un tomate por ese comentario-Quita esa cara o no cumpliré mi palabra-Tal vez mi rostro estaba siendo demasiado sugerente para su gusto por eso me estruje con mi ropa hasta estar normal de nuevo-Vámonos, hay que caminar para llegar y si no nos apresuramos caerá la noche-Me dio la espalda y camino pero luego se detuvo dio media vuelta y volvió hablar-Y que no se te ocurra salir huyendo porque es más probable que mueras de hambre que por los animales-Suspire derrotado solo me quedaba seguirlo hasta llegar a su “casa”.
Bajamos del tren y vi a mí alrededor, no había nadie más aparte de nosotros en esa estación, lo mire interrogante mientras se colocaba una chaqueta de jean negra con bordes blancos.
-Obligue al conductor a arrancar antes de la hora pautada-Entonces se me vino una pregunta a la mente ¿Es que acaso nadie le lleva la contraria a este sujeto? El conductor que me atropello le obedeció, en el hospital lo dejaron ahí a pesar que las horas de visita ya habían acabado y ahora el conductor de la locomotora arranco dejando a quien sabe cuántos atrás simplemente porque él se lo dijo ¿Quién rayos se cree este tipo?
Con esa pregunta divagando en mi mente comenzamos la camita saliendo de esa pequeña estación de trenes, el caminaba mucho más rápido que yo y por ende me había dejado atrás pero a cada cierto tiempo se detenía y cuando yo ya estaba a punto de darle alcance volvía a retomar su paso, así estuvimos como por una hora, el camino estaba siendo protegido por árboles frondosos que se alzaban a cada lado del pequeño camino impidiendo el paso de los rayos del sol, se veía bastante transitado pero solo por personas no era lo suficientemente grande como para autos, todo era muy verde y lindo cada vez que respiraba sentía un aire 100% puro muy diferente a los de las ciudades y entonces mi estomago volvió a gruñir pero esta vez fue demasiado alto, me detuve en seco al igual que Kai, baje la cabeza, estaba sonrojado pero de la vergüenza y luego escuche unos pasos acercarse a mí.
-Oye-Me llamo y yo me negué a alzar la vista, la pena me estaba matando, de pronto sentí como de nuevo su dedo índice alzaba mi rostro por el mentón y al verlo tenía una sonrisa burlona y moviendo la mano restante de un lado a otro, en su mano estaba…-¿Entonces me la como yo?-Pregunto burlón y yo solo pude alegrarme a pesar de su burla.
-¡Mi manzana!-Alce los brazos para darle alcance a mi roja salvación pero el interpuso su mano, la que antes estaba en mi barbilla ahora estaba en mi frente y me impedía avanzar-Oye no seas malo, te agradezco que la tuvieras hasta ahora pero si no me vas a dejar comerla no me la muestres- Estaba actuando como niño chiquito al que le prohíben un dulce, mis mejillas formaban un mohín y mis brazos estaban cruzados sobre mi pecho lo que faltaba era que le diera la espalda y no tarde en hacerlo ahora solo veía el camino que ya habíamos transitado.
-Hey voltea-
-Para que si…-No termine la frase, mientras la decía me estaba dando la vuelta pero antes de terminar mis labios volvieron a ser apresados por los suyos pero estaba vez era distinto, no era demandante como el del tren, era mucho más suave hasta podría decirse cariñoso, me sentí en las nubes, abrí la boca y el adentro su lengua jugando con la mía un rato, por la falta de experiencia y aparte de que yo aun estaba un poco renuente a corresponder correctamente a sus besos me ganaba siempre haciendo a mi musculo sucumbir ante el suyo, llego un momento donde el aire me hacía falta, mucha falta y él lo noto separándose de mí y cortando ese casi lindo beso.
-Así ambos merendamos-Dijo mientras tomaba mi mano y colocaba la manzana yo aun estaba algo ido por el recién e inesperado contacto pero no logre captar sus palabras sino hasta que se había alejado unos paso, ¿acaso yo era su comida? Ante eso me sonroje aun mas, podía sentir que hasta mis orejas estaban ardiendo y mi mirada volvió al suelo-No te detengas o te dejare atrás-Escuche que me decía a lo lejos alce la vista y ya se encontraba como a 20 metros por delante de mí lo único que me quedaba para alcanzarlo era correr y no dude en hacerlo, me sentía bien, la retaguardia no me dolía, eso me hizo feliz tanto que hasta cerré los ojos pero entonces tropecé con una piedra y perdí un poco el equilibrio casi caigo pero me salve, suspire vi a mi alrededor estábamos pasando cerca de un arrollo, el agua se veía muy cristalina y recordé que me estaban dejando atrás hace un momento comencé a buscarlo con la mirada pero no lo encontraba-¿A quién buscas?-escuche detrás de mí y solo atine a saltar del susto que me había llevado, voltee y ahí estaba ese… ese bobo con su sonrisa socarrona-Eres muy asustadizo ¿Verdad?-
-Eso no te importa-Habíamos vuelto a las mismas posiciones antes del beso solo que ahora mi mano estaba siendo ocupada por mi manzana.
-Ahora si apresúrate que aun falta camino y comete la manzana o ¿Prefieres que yo meriende primero?-Uso un tono muy sugerente para decir eso y considerando que el prácticamente me había llamado merienda y/o comida a mí, no ayudo a que evitara sentirme abochornado, uno de sus brazos había rodeado mi cintura me volví a sonrojar y solo grite un gran “idiota” mientras me zafaba del agarre y tomaba distancia de él cenizo, esta caminata va a ser muy larga y si no tengo cuidado van a terminar devorándome… otra vez.
CONTINUARA…