Podéis llamarme Elphaba, Elphie o Elle.

Me gusta el chocolate, leer, escribir, salir con mis amigos y hacer muchar locuras.

Cuando estoy sin inspiración, aburrida, triste o sola en casa, suelo tocar la guitarra y molestar a los vecinos con mis ráfagas de rock. En la casa de al lado vive Satanás en el cuerpo de bebé-niño-cosa, así que a veces también canto a gritos, cosa que, por cierto, no se me da nada bien.

Considero la cocina como un arte y a mi familia como el público que lo avalua. Me encanta experimentar con la repostería y  elaborar, cuando tengo tiempo, mis propios dulces, aunque la mayoria de las veces me los termine comiendo yo todos. Mi sueño secreto y ya frustrado es ser  pastelera.

Me gusta, de tanto en cuanto, descargar adrenalina con un poco de boxeo, skate o simplemente corriendo. Lo que tenga a mano o lo que se pueda.

Me considero una persona muy feliz, con sus altibajos obviamente, a la que le gusta mostrar su dentadura con una buena sonrisa.

Odio a la gente hipócrita, pedante y maleducada. La espada de Aragorn se llama Anduril, la mía Sarcasmo.

Mis oidos aman la buena música (aunque no distinguen de géneros, menos el reggeaton y things like that). Mi otorrinolaringólogo me dice que me voy a quedar sorda por el volumen del iPod, pero no me fío mucho de su palabra (tiene una cara que da miedo y la uña de su dedo meñique mide 3 cm).

Soy lo que se llamaría una empollona si no fuera porqué aborrezco estudiar. Digamos que me limito a mantener felices a mis padres y así que no puedan protestar. Dar para recibir es lo más justo y lo aplico.

Cuando me enfado de verdad hablo en latín. Y nadie se ríe cuando lo hago.

 Sufrí en el cambio de emisión de Lost del martes al domingo. El canal Cosmopolitan es terrible cuando tienes exámenes y la mejor opción cuando quieres llorar. Tengo fantasías en las que Brennan analiza mi cadáver y en las que Puck me deja tocar su cresta y sí, también en las que soy la chica que ayuda a Robert Langdom.

Me vuelvo loca el día de Navidad. Me encanta recibir regalos, aunque me da grima que alguien me mire mientras los abro.

Sé mover las orejas y cada día rezo a quién sea para despertarme y estar en la Tierra Media. Soy friki y tengo una camiseta que lo corrobora.

En fin, que como no quiero andarme por la ramas, terminaré diciendo que soy una aspirante a escritora, historiadora, abogada, guionista, pastelera, maquilladora, fabricante de felicidad, amante de mi familia y amigos y fan número uno de mi buen amigo Santa Claus.

Y eso es todo lo que se puede decir de mi. Cambio y corto y muuuchos besos.