¿Hay algo más hermoso que un buen romance? Sea de lo que sea -aventuras, fantasía, misterio...-, una buena historia nunca está completa sin una pizca de romance, o al menos así lo veo yo. Y es que, si los escritores pretendemos que nuestros personajes parezcan personas de verdad, no podemos olvidarnos de una faceta tan importante en el ser humano: el amor... ¿De verdad yo escribí esto? A veces olvido lo cursi que puedo llegar a ser.

No importa.

El amor es importante, claro que sí, pero no es tan simple y mágico como Disney y las novelas rosa nos hacen creer. Es un sentimiento que hay que cuidar, mimar, y que invariablemente será fuente angustia y preocupación. Incluso de miedo. Creo que es lo que lo hace interesante. Si fuese fácil, la mitad de las historias se acabarían en dos páginas.

Lo que más me gusta en una historia es ver a los personajes enfrentándose a sus propias creencias, debatiéndose contra su propio sentir. En todo enamoramiento suele haber una fase de duda, represión, a veces hasta de negación. Creo que por eso me gusta el yaoi: supone un gran conflicto. Además, no sé si es sólo cosa mía, pero en la mayoría de series/películas hay más química entre los actores del mismo sexo que entre ellos y sus contrapartes del sexo opuesto.

¿Sobre mí? Qué decir... Soy farmacéutica, científica en proceso (traducción: no tenía muy claro qué hacer, así que seguí estudiando y ahora estoy aquí, empezando una tesis), también aficionada al dibujo, y me apasiona la lectura. Especialmente la literatura fantástica. Últimamente estoy enganchada a las novelas de zombis. Soñadora a tiempo completo. Porque la vida sin sueños y sin arte no sería vida.

"Trabaja duro hasta que tus ídolos se conviertan en tus rivales". Y maloserá.

Laet

Laet

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