Shinji Ikari era un muchacho muy por debajo de lo común, su día a día no variaba en lo más mínimo, hasta que conoció a Kaworu Nagisa, un estudiante de intercambio, que no sólo revolucionó las hormonas de sus compañeras, sino que incluso penetró en sus pensamientos, ahogándolo y obligándolo a cuestionarse sobre su propia heterosexualidad. 

La vida de Naruto era buena. Es decir, estaba por alcanzar su sueño, toda la aldea lo quería y lo conocía, tenía una novia y su mejor amigo estaba de regreso. Todo estaba bien. ¡De veras!

Pero tuvo que llegar "Naru" con su sonrisa, sus ojos azules, historias de sus padres, de sus amigos, su esposo y su embarazo a arruinar su simple bien.

Al parecer la vida de Naru no era solo buena era MAGNÍFICA.

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Una historia sobre la colisión de dos mundos completamentes distintos pero con un mismo designio.

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Gracias, Kiara Cobein.