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ME CUESTA TANTO OLVIDARTE por lyra

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Camin todo lo deprisa que pudo, sintiendo hervir la sangre. Cmo haba podio hacerle eso? Dejar embarazada a su madre!

Se mordi los labios para no gritar frustrado y ech a correr. Necesitaba llegar cuanto antes a casa de su amigo, le necesitaba con urgencia en esos mismos momentos.

Cruz la calle y lleg a la puerta, parndose antes de llamar para recuperar el aliento. Levant una mano y llam con suavidad, esbozando una sonrisa forzada cuando fue la madre quien abri la puerta.

-Bill! Andreas ya me cont que habais llegado-le salud besndole en la mejilla.

-Est Andreas?-pregunt todo directo.

-S, en su habitacin-le explic cogiendo su abrigo y dejndole entrar-Sube a hacerle compaa, he quedado con mi marido para cenar con unos amigos y me he retrasado,

-Regresarn tarde?-no pudo evitar preguntar.

-Ya sabes como se alargan esas cenas-contest resoplando.

Le dijo adis con la mano y Bill cerr la puerta dejndola bien candada. Ech a correr escaleras arriba y entr en la habitacin de su amigo sin molestarse en llamar primero.

Le vio tumbado de espaldas en la cama, ojeando una revista con una expresin aburrida en la cara. Sin mediar palabra, se comenz a desnudar. Cogi el borde de su camiseta y se la sac por la cabeza ante la extraada mirada de su amigo.

-Qu haces?-pregunt Andreas dejando a un lado la revista.

Pero no le contest. Se descalz con los pies y desabroch los pantalones, bajndoselos y echndolos a un lado de una patada. Camin descalzo y se subi a la cama de rodillas quedndose mirando a su amigo jadeando.

Andreas carraspe nervioso y se incorpor. Pensaba que lo suyo solo seran un par de besos, pero ver como se le quera entregar, verle medio desnudo con esa expresin en la cara, una mezcla de lujuria y tristeza…verle as no se poda resistir.

Solo asinti con la cabeza, y antes de que se diera cuenta ya le tena a horcajadas sobre su regazo, apoderndose de sus labios y desabrochndole los pantalones con temblorosas manos.

Trat de relajarse y disfrutar del beso, pero algo le deca que su amigo no estaba pasando por un buen momento, ms al asentirle sollozar contra sus labios.

Levant las manos y las puso en su pecho, separndole con esfuerzo.

-Ests bien?-pregunt cuando consigui que le deje de besar.

-No, pero lo estar-contest Bill con voz ronca.

Iba a preguntarle el porque de su estado, pero no pudo pronunciar palabra. Sus dedos se haban colado en sus boxers y le estaba acariciando con suavidad. Le miraba fijamente a los ojos mientras le masturba, ponindose ms duro cada vez, bajando una mano para imitarle.

La meti por sus boxers, bajndoselos de su estrecha cintura, tocndole de la misma manera que l le tocaba.

Pasados unos minutos y tras “olvidar” el estado de su amigo, animado por sus caricias le cogi con fuerza por la cintura y le hizo rodar por la cama, quedando l encima y apoderndose de sus labios mientras se acomodaba entre sus piernas, que su amigo separ y elev.

Sin despegar sus cuerpos y menos an los labios, comenz a bajarle los boxers con su ayuda, quien elev las caderas en busca de su contacto… hambriento….desesperado…

Se los quit con esfuerzo y los lanz bien lejos. Se baj su pijama y tambin los boxers e hizo que sus miembros conectasen y se frotasen.

Ces el beso, y apoyndose en el colchn con los codos le observ atentamente. Tena los ojos cerrados y se morda los labios para que no se le escaparan los sollozos. Pero sus lgrimas le delataban. Bajaban por sus mejillas dejndoselas baadas.

Dej de frotarse contra l, levantando una mano para secar esas lgrimas. No lo podan hacer de esa manera.

-Qu ha pasado en casa?-pregunt en voz baja.

An recordaba como haba comenzado todo. Un buen da se present en su casa en el mismo estado que en esos momentos. Estaba llorando y l solo quera consolarle. Le abraz con fuerza, y siguiendo un impulso le bes en la mejilla. Pero su amigo alz la cara en esos momentos y el bes fue a parar a sus labios.

Se quedaron mirando sin decir nada, y al momento siguiente hacan ms profundo ese beso. Cuando terminaron y pudieron hablar, le explic que haba tenido una movida en casa, pero que no se senta con fuerzas para contrsela.

Y eso era lo que sospechaba que haba pasado esa noche. Haba vuelto a discutir con su madre o su padrastro, de su hermano no se lo esperaba, aunque tras haberlos descubierto y poner el grito en el cielo, tal vez hubieran hablado y l le hubiera hecho dao.

Por eso corri a su lado, necesitaba consuelo, y un gran abrazo.

Esper su respuesta, pero le vio negar con la cabeza y alzar por instinto las caderas. Pero saba que as no poda ser, con l llorando mientras le haca el amor por primera vez.

Se levant de la cama y se acomod la ropa, haciendo caso omiso de su ereccin. Recogi los boxers de su amigo que localiz colgados del respaldo de una silla y se los tendi para que se los pusiera.

-Vstete, Bill-le pidi casi en una splica.

Bill suspir y tras secarse l mismo las lgrimas se incorpor y comenz a vestirse avergonzado de sus actos, por haber insistido cuando su amigo se interes por su estado.

Se puso los boxers y se tumb en la cama de costado, encogindose todo lo que pudo sollozando. No tena fuerzas para volver a casa, sobre todo tras lo que le dijo a su hermano. No poda regresar tan pronto y menos an con los ojos enrojecidos por haber llorado.

Viendo el estado en el que se encontraba su amigo, Andreas se dio por vencido. Esa noche no le iba a sonsacar nada. Cogi una manta que tena a los pies de la cama y tras tumbarse a su lado le tap y abraz por la espalda.

Pero su amigo se dio la vuelta y se refugi en su pecho, rompiendo a llorar cada vez ms alto. Le abraz con ms fuerza mientras le frotaba la desnuda espalda con suavidad, cerrando los ojos con dolor mientras le consolaba hasta que sinti que caa dormido con un ligero hipo, rendido por el llanto, quedndose l tambin dormido sin poderlo evitar.






Paseaba nerviosa por la habitacin de su hijo pequeo. Haca casi 3 horas que se haba marchado enfadado tras comunicarle la buena noticia y se estaba comenzando a preocupar cada vez ms.

Se par ante la ventana mientras se frotaba el vientre donde crea ese hijo tan deseado. Siempre quiso tener un hijo con su segundo marido, darle un hermanito a sus gemelos, deseando poder retenerle a su lado ms que a sus hermanos, que la dejaron sola para alcanzar su sueo, olvidando que solo eran unos nios pequeos.

Los echaba mucho de menos. Se fueron muy pronto de casa, por motivos de trabajo, eran muy pequeos y an no saba como lo haba permitido.

Educara mejor al siguiente hijo, no dejndole abandonar el hogar hasta los 30 si era posible,

-Mam?

Se gir con rapidez, viendo al mayor de sus hijos parado en la puerta.

-No viene Bill contigo?-pregunt Simone buscndole con la mirada.

Tom neg con la cabeza y entr del todo en la habitacin de su hermano. Tras verle irse en direccin a casa del mejor amigo de ambos, aunque despus de esa noche no lo volvera a ser de l, no poda regresar a casa y actuar como si no hubiera pasado nada.

Se fue a dar una vuelta, necesitaba tomar el aire y que le despejara las ideas, dejar de pensar que mientras l lo estaba pasando mal, su hermano disfrutaba en ese mismo momento.

Entr en la primera tienda que encontr abierta y se compr un par de cervezas que se tom llorando de rabia sentado en un columpio del parque cercano a su casa, al mismo al que l y su hermano iban de pequeos, y al que llevaran a su nuevo hermano cada vez que volvieran a casa a tomarse un descanso.

Lloraba porque haba perdido a su hermano. No lo entenda, era suyo, l le vio primero…

-Te encuentras bien?-pregunt Simone al ver su gesto de dolor.

Lo cambi con esfuerzo y logr esbozar una sonrisa acercndose a su madre.

-Y t? Se te ve cansada-dijo besando su mejilla.

-Estoy muy preocupada por tu hermano. An no ha vuelto, y esas cosas que dijo en la cena… sabes qu le pasa?-pregunt Simone muy preocupada.

Saba que su hijo pequeo deba estar pasando por un mal momento. Siempre haba sido muy dulce y carioso, pero de la noche a la maana le cambi el carcter, llegando incluso a parecer odiar a su padrastro.

Siempre pens que lo haba aceptado de buen grado, los primeros aos de casados se comportaron como una gran familia unida, viendo con orgullo como su segundo marido haba conectado tan bien con sus hijos.

-No s nada-contest Tom en un susurro.

Qu le poda decir? Qu su querido hermano se estaba tirando en eso momentos a su ex mejor amigo? No quera disgustarla, y menos en su estado.

-Qu planes habis hecho?-cambi de tema sealando el vientre de su madre-Con qu habitacin os quedaris?

Simone mir a su hijo preocupada. Poda que eso tambin hubiera hecho enfadar a su hijo pequeo. Ya no era la llegada de un nuevo hermano sino el hecho de que las cosas iban a cambiar en la casa.

No contaban con otra habitacin, y como ellos se pasaban casi todo el tiempo viajando y viviendo en el apartamento con sus compaeros de grupo, era lgico pensar que se iban a quedar con una de sus habitaciones para el futuro beb, y ellos tendran que compartir la otra cuando estuvieran en casa de visita.

-Me mudar a la de Bill-contest Tom sonriendo-As le pondremos ms fcil las cosas, no ver que nuestro hermanito le echa de su propia habitacin tras haberle destronado como el rey de la casa.

-Tom, no digas eso-se apresur a decir Simone-Sabes que os quiero a los dos por igual, y que el beb no cambiar lo que siento por vosotros.

-Lo s, pero es la nica respuesta que encuentro al estpido comportamiento de Bill-dijo Tom con dureza.

Simone suspir dndole la razn a su hijo mayor. Tena que ser eso, celos por el hermanito nuevo.

-No te preocupes mam, cuando nazca cambiar de opinin-le anim Tom sin muchas esperanzas.

Saba que su hermano era muy cabezota, cuando se le meta algo entre ceja y ceja no lo abandonaba con facilidad.

-Vamos a dormir, ya hablaremos maana con l-suspir Simone dndose por vencida,

Salieron de la habitacin de su hijo pequeo y apagaron la luz. Se despidi del mayor en la puerta de la suya y entr en la que comparta con su marido.

-Ya ha vuelto?-pregunt Gordon dejando a un lado el libro que haca como si lo leyera.

Cmo hacerlo tras haber escuchado las palabras de su hijastro pequeo? Cmo hacerlo sin ver que segua empeado en l?

-No, era Tom-contest Simone metindose en la cama.

Se acost de lado gimiendo mientras se frotaba el dolorido estmago. Gordon la escuch y acudi a abrazarla, apoyando la cara en su cuello.

-Te sigue doliendo?-pregunt tras dejar un beso.

-Si, llevo as toda la tarde. Y adems, creo que la cena me ha sentado mal, me siento revuelta, y luego est…

Dej la frase sin terminar. Ambos saban que las duras palabras del hijo pequeo haban hecho mucho dao. Apagaron la luz y se dispusieron a dormir.




Al igual que Tom. Con el pijama ya puesto miraba el techo tumbado de espaldas en su cama, fumando sin parar un cigarrillo tras otro. Saba que a su madre no le gustaba que fumasen en la casa, y ahora ms en su estado y estando en la futura habitacin de su hermano pequeo.

Pero los nervios le consuman y no poda dejarlo. Tras terminarse el cuarto, eso si no haba perdido la cuenta, se levant y baj a la cocina a por un vaso de agua. Por el camino cogi el mvil, viendo que ya eran las 2 de la maana.

Pas por la habitacin de su hermano y se asom a ella, comprobando que an no haba regresado. Lo maldijo por lo bajo y fue a por ese vaso de agua con el que tragar todo el odio que senta hacia su amigo en ese momento, y las lgrimas que le provocaba todo el dao que su hermano le haca.

Se estaba sirviendo el agua cuando oy que le llamaban a gritos. Se le escurri el vaso, que se hizo aicos contra el borde de la pila y ech a correr escaleras arriba hacia donde procedan los gritos.

Entr en la habitacin de sus padres, quedndose paralizado por lo que all ocurra. Su padrastro lloraba suplicndole que llamara una ambulancia mientras sujetaba la mano de su madre y le peda que se calmara.

Se fij ms en ella, en el gesto de dolor que le recorra la cara y la sangre que se extenda por las sbanas de la cama.
Notas finales: Y en el próximo capítulo:



Se despertó ahogando un sollozo. Se incorporó en la cama y se pasó las manos por la cara, sintiendo húmedas las mejillas y la respiración agitada.

-Bill… ¿te pasa algo?-preguntó Andreas bostezando.

Alargó una mano y dio la luz de la mesilla, parpadeando hasta ver la silueta de su amigo sentado en la cama con ambas manos en la cara. Se sentó a su lado y le pasó un brazo por el hombro.

-No pienses más en ello-le consoló en vano.

-He tenido un extraño sueño-explicó Bill en un susurro-Alguien lloraba y me llamaba, o eso creo…

Recordaba las palabras exactas, alguien sollozaba diciendo “mi hijo pequeño”.

-Habrá sido un mal sueño, solo eso-murmuró Andreas frotando su desnuda espalda.

-Es mejor que me vaya-dijo Bill levantándose de la cama.

Andreas se acomodó mejor en ella, observándole recoger y ponerse sus ropas con rapidez. Cogió el móvil que dejó en la mesilla y apretó una tecla para ver la hora. Maldijo por lo bajo al ver que eran casi las 3.

-Se ha hecho muy tarde-le comunicó a su amigo-Tu madre estará preocupada.

-Mi madre tiene otras cosas en mente-murmuró Bill entre dientes.

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