Le mira sin entender lo que le acababa de decir su hermano, le mira esperando a que soltara una carcajada diciéndole que era una broma pesada. Ero la expresión de su cara y el dolor de sus ojos le decían todo lo contrario.
Cansado de que su hermano le mirara de esa manera y que no le diera una respuesta, el cantante se da la vuelta como puede en la cama y mete la cabeza bajo la cama. No sabe porque se había sincerado con él, siempre quiso hacerlo pero le daba miedo cual podía ser su reacción, y no estaba del todo equivocado.
Su hermano se sentía defraudado con él, porque había descubierto que todos esos crueles rumores que corrían acerca de su homosexualidad habían resultado ser ciertos. Y claro que se lo debía de haber dicho a él primero, en cuanto lo supo, para eso era su hermano, ¿no?
-Vamos-le apremia con voz ahogada-No te quedes callado y di algo.
Pero Tom no pierde contestarle. Le vio darle la espalda y no se lo impidió. En otras circunstancias le hubiera cogido por los hombros con firmeza y obligado a decirle la verdad, no esa absurda mentira que se acababa de inventar.
Pero no era una mentira más, si no la cruel realidad.
Se levanta de la cama en al que aún seguía sentado sin saber como ni se había caído de culo de ella tras haberle escuchado y pasea por la habitación resoplando por lo bajo.
Bill le siente levantarse y alzando una esquina de la almohada le mira caminar de un lado a otro. Se encoge todo lo que puede en la cama, deseando poder retroceder en el tiempo y no haber dicho nunca esas palabras.
Cuando su hermano se repusiera del impacto provocado, le bombardearía a preguntas que no se sentía con fuerzas de responder en esos momentos….desde cuando sabia que sus sentimientos no eran los correctos…como lo descubrió …cuando fue su primera vez,….cuantos habían estado con él….
-¿Qué pasó?-le escucha preguntar.
Pestañea para alejar las lágrimas y traga antes de contestar. En realidad, todo estaba muy confuso en su dolorida cabeza. Recuerda destellos de lo ocurrido, como se le acercó ese chico y tras hablar unos minutos le siguió hasta el aparcamiento. Entraron en el asiento trasero de su coche y comenzaron a besarse con pasión, pero el chico quería algo más y él simplemente se lo negó.
La primera bofetada le cortó la respiración. Le miró sin comprender con los ojos llenos de lágrimas y un miedo intenso que le recorría por dentro. Vio en sus ojos que no pensaba irse sin haberse salido con la suya y separó los labios en un vano intento de pedir ayuda, pero una segunda bofetada le hizo callar.
-¿Bill?-le llama Tom.
Estaba esperando su respuesta, pero solo obtuvo un sollozo. Le daba la espalda y al escucharlo se giro de inmediato, caminado hasta a cama y tirando de la almohada que cubría la cara de su hermano. Estaba encogido en la cama, con las manos contra la cara tras las que sollozaba sin poder remediarlo.
Maldice por lo bajo, no debió preguntarle por lo sucedido, aun era pronto…pero él necesitaba saberlo, conocer cual era el motivo para que su hermano hubiera cometido esa estupidez. Irse a un coche con un chico al que acababa de conocer, si no iba a lo que iba, era “lógico” que el otro se hubiera desquitado con él.
Fijo que su hermano se negó en el último momento y el muy cabrón le pegó sin remedio. Por lo menos no cogió por la fuerza eso que tanto deseaba, se conformó con dejarle inconsciente y tirado.
-No quiero hablar ahora-le escucha susurrar.
-¿Y cuándo va a ser? ¿Cuándo te vuelvan a pegar?-no puede evitar gritar.
Le ve encogerse en la cama más, pero eso no le hace desistir. Estaba enfadado de nuevo, por haberse enterado de esa manera de su secreto. Era su hermano, ¿por qué no se lo dijo a él? ¿Por qué tuvo que esperar a que le hicieran daño? Merecía saberlo desde el primer momento, no enterarse al verle temblar de miedo como en esos momentos.
Se ablanda al verle y suspirando se acuesta a su lado y le atrae a sus brazos. Le acaricia la espalda y besa el pelo mientras su hermano se le aferra con fuerza y llora contra su pecho.
-Perdona, no te debí gritar-dice con esfuerzo.
-Es que….no lo recuerdo…-solloza en voz baja.
-No pienses ahora en eso-le corta-Trata de descansar y solo piensa en recuperarte cuanto antes.
-Tengo miedo…puede volver…-dice entre hipos.
-No le dejaré, si te toca de nuevo se las verá conmigo-le asegura con firmeza.
Se abraza más a su cuerpo y cierra los ojos con fuerza. Le acuna hasta que su llanto cesa y le siente relajarse entre sus brazos.
-Recuerdo que te llamaba….o eso creo-dice Bill al cabo de un tiempo.
-¿Mmmmm?-pregunta Tom sin abrir los ojos.
-Con cada golpe que me daba, pensaba en lo mucho que te echaba de menos. Sentía haber discutido contigo de nuevo, por una tontería más, como siempre….sentía no haberte dicho que todo era culpa mía…
-Vamos, no hablemos de eso-repite de nuevo.
-Pero yo quiero hacerlo-insiste levantando la cabeza-Quiero que sepas que si antes no te dije nada no fue por que no quisiera, si no porque tenía miedo.
-Tenias miedo de mi reacción, y apuesto que no te he defraudado-admite Tom-Nunca llegué a sospecharlo, me decía que esos rumores eran falsos, que tenía que darte tiempo…
-Y no veías que lo hacía a escondidas-sigue por él-Desde mi rincón solitario buscaba alguien que me comprendiera, que fuera como yo y me dijera eso que todos sueñan…que era especial….
-Eres especial-susurra Tom con firmeza.
-Y tú un cielo-logra decir sonriendo-Es normal que pienses eso de mí.
-Soy tu hermano-ríe Tom también.
-Y eres muy especial para mí-susurra levantando la cara.
Tom le mira con la respiración entrecortada, nunca había estado tan cerca de su hermano, nunca pensó que podía sentir algo por él que no fuera un lazo de fuerte hermandad…
Se le queda mirando, esperando…viendo como separa los labios y lentamente se acerca a los suyos que también entre abre, rozándole con su aliento tan cálido… Pero en el último momento cambia el destino de ese beso y se lo da con timidez en la mejilla.
Se muerde los labios para no gemir frustrado, por un segundo creyó pensar que se lo iba a dar en los labios…
-Gracias por estar a mi lado-le dice Bill tras el beso.
Asiente en silencio y levanta una mano sin poderse contener, acariciando con suavidad su mejilla magullada.
-Te debe de doler mucho-dice con voz preocupada.
-Se curará con el tiempo y solo será un mal recuerdo-le asegura sin poder evitar bostezar.
-Te estoy molestando, mejor me vuelvo a la butaca y te dejo descansar-dice comenzando a incorporarse.
Pero su hermano se lo impide recostándose sobre su estómago y negando con la cabeza.
-No me dejes solo-le suplica con un hilo de voz-Esta noche no.
Asiente con rapidez. Se acomoda de nuevo en la cama y le recuesta mejor sobre su cuerpo, al que su hermano se acopla para satisfacción suya. Le abraza con fuerza y le besa en la frente con cuidado.
-Cierra los ojos, no dejaré que nadie te vuelva a hacer daño nunca más-le promete con voz firme.
Le siente suspirar contra su pecho y cierra los ojos sonriendo. Le gustaba esa nueva sensación, dormir abrazado a su hermano, sentirse importante porque necesitaba su consuelo y él se lo estaba dando…
Escucha el sonido de un móvil en la lejanía. Arruga la frente y se da media vuelta aún dormido. Peor el ruido no cesa y le arranca de ese bonito sueño que estaba teniendo.
Abre los ojos y estira una mano palpando la mesilla hasta que lo encuentra. Lo aprieta entre sus dedos con fuerza y trata de fijar la borrosa mirada en la pantalla iluminada, gruñendo al ver la hora que era.
Las 9 de la mañana. Era su día libre y quería levantarse más tarde, más después de lo ocurrido a su hermano la noche anterior. Pero eso no entraba en los planes de la persona que estaba llamando con insistencia a esa hora tan temprana….su madre….
-Mamá-saluda con cansancio.
-¿Cuándo me lo pensabais contar?-le llega la voz enfadada de su madre.
Se incorpora en la cama con cuidado de no despertar a su hermano maldiciendo por lo bajo, mientras piensa como se había enterado. Solo podía ser porque su productor le había llamado por la mañana tal y como le prometió el día anterior. Resopla pensando que les podía haber dado un poco más de tiempo, ver que tal estaba su hermano antes de chivarse a su madre de lo pasado.
Pero ese era su trabajo, estaban a su cargo y estaba obligado…
-Dime que al menos en estos momentos estás al lado de tu hermano, que no lo has dejado solo como ayer por la noche mientras le pegaban una paliza y tú te divertías-le suelta Simone sin cortarse.
-Pues claro que lo estoy-le contesta tratando de no elevar la voz.
Tras decirlo mira su derecha, don de su hermano dormía plácidamente ajeno a la discusión que se había desatado en unos segundos. Sonríe al verle suspirar en sueños y acercarse en busca de su cálido cuerpo.
Levanta una mano y le retira el pelo, frunciendo el ceño al verle los morados que destacaban en su piel pálida.
-Me parece el colmo que me tenga que enterar de lo que les pasa a mis hijos por una foto publicada en la prensa-dice Simone interrumpiendo sus pensamientos,
-¿Una foto? ¿En la prensa?-repite gritando sin poderlo evitar.
Siente a su hermano pegar un bote a su lado y maldice por lo bajo. Le ve abrir los ojos y fruncirla frente con un gesto de dolor al mismo tiempo que se lleva la mano a la cara con cuidado.
-Si, una foto de tu hermano con toda la cara magullada-le explica Simone.
-La foto que le hizo la policía-murmura Tom en voz baja.
Mira a su hermano con firmeza mientras pone la mano sobre el móvil, para que su madre no escuchase lo que iban a decir. Pero su hermano no dice nada, le mira sin comprender de lo que estaba hablando y con quien.
Aún tenía fresco en su mente el grato recuerdo de haberse quedado dormido en los fuertes brazos de su hermano, cuando le hizo la promesa de que nadie más le iba a hacer daño nunca más.
Pero abrió los ojos y con ellos la promesa se rompió en mil pedazos. Algún desalmado había sacado unas perras vendiendo algo tan íntimo como era su dolor más profundo,
Cuando todo el mundo lo supiera, no habría brazos suficientes para sostenerle en pie, se sentiría caer más bajo cada vez….
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