Llegaron a la alfombra roja y la recorrieron a pie, parándose a firmar autógrafos, hacerse fotos y a atender a la prensa que les llamaba a cada paso que daban. Una vez dentro del local de nuevo, ocuparon sus asientos entre el público congregado.
Y una vez más le tocó sentarse al lado de su hermano. Sin perder en ni ningún momento la forzada sonrisa que sus labios lucía, aplaudió con sus compañeros cuando el grupo nominado subía al escenario y recogía su premio.
Ellos mismos esperaban uno, aunque no tenían muchas esperanzas de lograrlo, así que la sorpresa fue mayor cuando fueron nombrados y tuvieron que subir a recogerlo.
Embargados por la emoción, el grupo se puso en pie y rompieron a reír ante los aplausos de sus compañeros de profesión y las fans allí reunidas. Se abrazaron y felicitaron entre ellos, incluyendo a un emocionado productor que casi se echó a llorar allí mismo.
Dejando atrás cualquier sentimiento contradictorio, los hermanos se fundieron en un abrazo ante las cámaras que recogieron ese instante y proyectó en las pantallas gigantes que estaban colocadas por toda la sala en la que se desarrollaba la gala.
Se quedaron abrazados por unos minutos, aunque a ellos les parecieron horas. Se miraron fijamente a los ojos y separaron los labios, dispuestos a decir algo…a hacer algo…
Pero la voz del productor les hizo despertar y separarse. Tenían que subir al escenario, recoger el premio y agradecérselo a todas las fans que chillaban emocionadas.
Soltó a su hermano y se dirigió el primero al escenario, recogiendo el premio de manos de los entrevistadores, a los que saludó efusivamente. Mientras esperaba a que hubiera silencio, repasó mentalmente su discurso preparado, tratando de recordar que tenía que hablar en inglés y no en alemán.
Agradeció el premio a las fans que les habían votado, a la gente que confió en ellos y en sus sueños, a la familia que tanto les apoyaba….y a su hermano, que tanto le amaba. Pero esa parte no la dijo, se la guardó bien adentro, con todos y cada uno de sus secretos.
La gala hizo una pausa para publicidad y se dirigieron al backstage. Actuarían en menos de media hora y se tenían que preparar, además de celebrar el nuevo premio obtenido.
Todos brindaron con champán, pero el cantante solo se mojó los labios. Sentía un cosquilleo en el estómago, fruto de las emociones vividas, y no precisamente por el premio obtenido.
Al abrazar a su hermano tras haberlo ganado, sintió como su cuerpo era recorrido por miles de escalofríos. Le había extrañado, un solo abrazo suyo, ya no un beso. Añoraba su contacto, sus palabras, la cálida mirada que le dirigía cuando estaba distraído….la misma que en sus ojos brillaba en esos momentos.
Sabía que le quería decir algo, que él también le estaba añorando, pero no encontraba el momento oportuno y menos las palabras.
Les llamaron para salir al escenario. Aplaudieron nerviosos y corrieron a colocarse los micrófonos que previamente habían metido en bolsas de plásticos para que no se mojaran.
Tras terminar, siguieron al regidor por los largos pasillos del backstage y esperaron a ser nombrados. Se apresuraron a ocupar sus sitios y cuando el público guardó silencio, Gustav dio la señal y comenzaron a tocar y cantar.
La canción llegaba a su final, Bill cantaba la estrofa que daría paso a la lluvia falsa que caería desde el techo empapando todo a su paso. Cerró los ojos y cantó la última estrofa con temblorosos labios y voz emocionada.
I'll be with you soon
Just me and you
We'll be there soon
So soon
Se hizo un silencio sobre acogedor que pareció durar horas. Con los ojos cerrados se concentró en el ruido de las baquetas de Gustav hasta que le dio la señal y separando los labios comenzó a cantar a la vez que el agua comenzaba a caer.
Running through the monsoon
Beyond the world
To the end of time
Where the rain won't hurt
Fighting the storm
Into the blue
And I loose myself
When I think of you
Sin dejar de cantar, soportó la fría agua que le caló y empapó la espalda, pegándole la camiseta y haciendo que su peinado se estropeara y el maquillaje se le corriera, ¿o era por las lágrimas?
La emoción pudo con él y dio rienda suelta a tantos sentimientos escondidos tras tanto tiempo. Terminó la canción con esfuerzo mientras el agua seguía cayendo. Escuchó como el público aplaudía con ganas poniéndose en pie mientras que él y sus compañeros recobraban el aliento y el agua dejaba de caer del techo.
Respirando con esfuerzo, sentía como sus mejillas seguían mojándose…por las lágrimas que derramaba. Se llevó una mano con disimulo y se secó un par de ellas mientras que los presentadores seguían con la gala y ellos se iban al backstage a secarse y cambiarse de ropa.
Por el pasillo fueron cubiertos por toallas. Cogiendo una con la que se secó el pelo, vio como su hermano daba su preciada guitarra a un técnico y cogía otra toalla. Se apresuraron a ir al reservado en donde se cambiaron con rapidez de ropa.
Pero él no podía. No sabía cuando su cuerpo empezó a temblar sin remedio, ya no por el frío que estaba sintiendo sino por los nervios. Su hermano no dejaba de mirarle con firmeza, con un gesto muy raro en la cara.
Murmurando una débil excusa, se dirigió al baño. Cogió una toalla y lavó su cara…sin lograrlo. No cesaban las lágrimas, tenía sus mejillas llenas del rimel que resbaló de sus ojos junto con sus lágrimas y eso no salía solo con agua.
-¿Te ayudo?
Se volvió al escuchar su voz. Su hermano estaba apoyado en la puerta del baño y le sonreía de una manera extraña.
-No, gracias-susurró dándole de nuevo la espalda.
Pero su negativa no frenó a su hermano, que entró del todo en el baño cerrando la puerta a su espalda.
-Te has estropeado el peinado-comentó Tom levantado una mano.
Cogió un mechón de pelo a su hermano y se lo colocó tras la oreja, arrugando la frente al verle retroceder un paso.
Bajó la mano y cogió la toalla que había sobre el lavabo, y se la puso alrededor del cuello a su hermano.
-No cojas frío-susurró con una sonrisa.
-Tom, ¿a qué juegas?-preguntó Bill cuando recuperó la voz.
Desde que su hermano entrara en el baño y le acariciara la mejilla al retirarle el pelo, sentía seca la garganta. No sabía a que venía eso…o no quería saberlo…
-Bill por favor, olvidemos el pasado-suplicó Tom suspirando.
-¿Todo?-preguntó Bill carraspeando.
No obtuvo una respuesta, solo una amplia sonrisa de su hermano. Contuvo el aliento cuando sintió que ponía las dos manos en la toalla que le puso alrededor del cuello, tirando con suavidad de él…dejándose llevar…
Separó los labios por instinto al vérselo hacer a su hermano,conteniendo el aliento…
-¿Cómo puedes pensar que puedo olvidar tu beso?-susurró Tom sonriendo.
No le dio oportunidad de replicar, tiró más de la toalla y su hermano no pudo hacer nada, solo poner ambas manos en su agitado pecho mientras que se apoderaba de sus labios suspirando.
Le besó sin perder un momento, en unos minutos la gente se daría cuenta de que no lo estaban celebrando con ellos. No quería que nadie les interrumpiera, llevaba esperando mucho tiempo….
Primero fue su cabezonería al no querer admitir que sentía algo por su hermano. Luego Gustav se metió en medio y le hizo pensar que se le habían adelantado. Y luego fue su propio hermano, pensando que era mejor olvidarlo.
¿Cómo hacerlo? Si cada vez que le veía sentía como su cuerpo se estremecía, cada vez que veía sus labios le entraban ganas de devorarlos…
Tal y como lo estaba haciendo en esos momentos. Sin separar los labios de los de su hermano, hacía presión con la lengua para que le dejara entrar. Sintió como suspiraba y separaba más los labios, dándose por vencido. Sintió como las manos que tenía puestas sobre su pecho iban más abajo y se aferraban con firmeza a su cintura, impidiendo así que se alejara de su lado.
Le atrajo más a su cuerpo suspirando, sin dejar de besarlo. No quería que se terminara el beso, tenía miedo de separar sus labios y no volver nunca más a rozarlos. Pero escucharle gemir pidiendo aliento le hizo ser consciente de la situación.
Separó los labios lentamente y se quedó mirando a su hermano, como tenía las mejillas aún húmedas por las lágrimas que había derramado, sonrosadas por el beso que le había dado-…
-¿Estás bien?-repitió Tom en voz baja.
Le vio asentir con una amplia sonrisa en los labios, separarlos dispuesto a decir algo cuando unos golpes en la puerta les hicieron volver a la realidad.
-¿Bill?-llamó Gustav.
-Ahora salgo-logró decir Bill sin que le temblara la voz.
Se separó de su hermano suspirando, sin perder la sonrisa que lucía los labios.
-Tenemos que salir-dijo en voz baja.
-Si, hay mucho que celebrar. Pero esta noche, tú y yo tenemos que hablar-dijo Tom con firmeza.
Bill asintió y se volvió para volver a maquillarse de nuevo, mientras que su hermano abría la puerta y desaparecía tras ella. Se reunió con él y sus compañeros y brindaron de nuevo por el premio, y lo bien que había salido la actuación.
-Bill-llamó de nuevo Gustav.
Dejó la copa de champán que llevaba en las manos y siguió al batería, consciente de que quería hablar con él aparte.
-Se te ve mejor-comentó Gustav una vez a solas con él.
-Es que ya lo estoy-dijo Bill sonriendo.
-Ya lo veo, y me alegro por los dos-sonrió Gustav también.
No pudo contenerse y le dio un cálido abrazo, gracias a él su hermano había dado ese gran paso, aunque el batería no tenía ni idea de lo que había logrado.
-Gracias por todo-susurró tras soltarle.
-Ha sido un placer, pero recuerda, si Tom se vuelve a pelear contigo me tienes para lo que sea-dijo Gustav guiñándole un ojo.
Soltó una carcajada asintiendo y regresó al lado de su hermano, que no les había quitado los ojos en ningún momento. Se le acercó todo lo que pudo, rozando su cintura con la yema de los dedos mientras le miraba con una sonrisa que iluminaba su cara.
Siguieron viendo la gala y luego fueron a la fiesta que daban. Pero no se quedaron mucho tiempo, y media hora después los dos hermanos volvían a unir sus labios, rodando por la cama del más pequeño.
-No vuelvas a hacerlo-dijo Tom de pronto cuando recuperó el aliento.
-¿Cómo?-susurró Bill con miedo.
-No vuelvas a besar a nadie más que no sea yo…quiero que guardes todos tus besos para mi…
Sin dejar de sonreír, volvieron a besarse con más ganas esa vez, mientras que sus manos recorrían el cuerpo ajeno, perdiéndose bajo la ropa, acariciando su sexo hasta que alcanzaron el clímax mientras su cuerpos se retorcían.
-Mis besos te pertenecen, Tom…y todo mi cuerpo…-susurró Bill contra los labios de su hermano.
Cerró los ojos suspirando. Por fin lo había logrado, con un solo beso le demostró que le amaba con todo su corazón…con un roce de su mano que le pertenecía y nadie lograría separarlos…
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