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Siempre es de noche... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Konochiwa minna ^o^... lo se... merezco que me ahorquen... gomen.. me quede leyendo u_u... y despues me llegaron a la mente 5 capitulo de un solo jalon a la mente y lamentablemente no me decidia cual escribir primero u_u fue una decisión dificil pero este gano... espero les agrade...

en este capitulo llega Kakashi para darles algunas lecciones a los pequeños en el edificio, la sesión es interrumpida por Sasuke... que pasara?

muchas gracias por leer... disfrutenlo...

     - Naruto… regresaste… oye chico nos tenías preocupado… no lo vuelvas a hacer… -  replicaba sonriente Kiba cuando llegaron y el pequeño corrió a la cocina exigiendo comida a la mañana siguiente. 

     - Naruto, regreso, regreso, Naruto regreso… esto hay que celebrarlo… - Kiba no aguantaba su emoción y junto con Akamaru hicieron ajetreo completo por todo el edificio, despertando gente, tomando desprevenidos a algunos por los hombros y zarandeándolos con fuerza de adelante hacia atrás por la emoción que le embargaba por dentro. 

     - Tsk… que escandaloso… - comento en un susurro Shikamaru con una sonrisa en los labios, esa era la forma que podía mostrar que al igual que su cuidador estaba feliz. 

     La noticia llego a los pequeños oídos de Gaara, que en sus manos, aparte de Shukaku traía algo incomprensible hecho de masilla, no comprendió lo que gritaban solo podía entender una palabra “Naruto”, se asustó no sabía que había ocurrido y como eran gritos los que pronunciaban ese nombre pensó algo malo, tal vez, Naruto se había ido, ahora el problema no sería encontrar la sonrisa de Naruto, sino encontrar a Naruto y después a su sonrisa. 

     - Nee-san… quiero galletas con chocolate dattebayo… - pedía feliz el rubio extendiendo las manos a lo que toco era una enfermera. 

     - Naruto-kun… antes de comer algo debes lavarte las manos, las traes llenas de tierra… - comentó al punto de las lágrimas una de las encargadas de la cocina, hacía tanto tiempo que la sonrisa traviesa del pequeño no se apreciaba, no quería volver a perderla, pero era peligroso alimentarse con las manos en ese estado. 

     - Demo… nee-san… tengo hambre ahora tebayo… - Naruto seguía con las manos extendidas, alzándolas y bajando al instante pidiendo galletas en las manos, ambas cocineras le miraron con cariño y no pudieron evitar reír un poco. 

     Tomaron a Naruto y le sentaron en la barra de la cocina, mientras que una mojaba un trapo limpio para limpiar un poco la cara y las manos del pequeño, que cerraba los ojos por acto reflejo al contacto de la tela húmeda contra su calida piel. 

     - Primero hay que limpiarte, no querrás enfermarte del estómago, ¿verdad? Naruto-kun… - para todos en ese edificio ese niño era el regalo más precioso, siempre sonriendo y haciendo sonreír a los otros, no importando que problemas tuvieran. 

      Claro que para algunos que no fueran Sai, Kiba, Hinata o Lee las acciones que llevaban al pequeño a perderse por una semana completa a veces más a veces menos eran aun desconocidas. 

     - Naruto… - se escuchó en la entrada de la cocina el susurro proveniente de un pequeño pelirrojo con un peluche entre las manos. 

     - Gaara-san… ¿qué le trae por aquí?... – preguntaba una joven al ver al pequeño donde nunca entraba. 

     - Gaara… quiere… estar… con… Naruto… - las palabras eran difíciles, pero gracias a Sai pudo aprender esa frase, le dijo que le ayudaría mucho para estar con su amigo cuando estuvieran otros adultos con él. 

     Y dicho esto, ambas empleadas, dulcificaron su mirada y le dedicaron una tierna sonrisa, le acomodaron un poco el cabello rebelde que le tapaba la cara, de depositaron un pequeño beso en la mejilla, por acto reflejo el pequeño cerro el ojo en donde le dejaron el beso marcado con un labial muy rojo, acto seguido lo sentaron junto al rubio. 

     Al tener en frente le tomo por la mano y sonrió un poco, Naruto regreso la sonrisa y el pelirrojo amplio su sonrisa abrazando con desesperación al rubio. 

     - Naruto… mi… amigo… - otra de las frases que le enseño Sai, una que se repetía una y otra vez de los labios de Gaara. 

     - Si soy tu amigo Gaara… ¿quieres comer galletas conmigo?... – le pregunto moviendo los pies en el aire, puesto que eran de pequeña estatura ambos, los pies les colgaban de la barra donde se picaban las, verduras, Gaara le imitó sin soltar su mano. 

     Miraron entretenidos como las mujeres tomaban unos vasos para después llenarlos de leche, mientras la otra tomaba un bote lleno de galletas de chispas de chocolate, las favoritas del rubio y de otros inquilinos y al igual que la leche las colocaba en un plato grande para compartir, bueno Gaara observaba los movimientos a su alrededor tratando de comprender que sucedía, Naruto lo sabía por los ruidos de cristales, líquido y el inconfundible sonido que produce el frasco de galletas al ser abierto. 

     Momentos después la joven que beso la mejilla de Gaara, volvió a acariciar sus cabellos rojizos, haciendo que el pequeño cerrara los ojos con una sonrisa y disfrutara de la caricia, los vasos fueron dejados frente a los chicos y entre ellos el gran platón de galletas. 

     - Aquí están… disfrútenlas y no se ensucien… - al pronunciar las palabras poso ambas manos, una en cada cabeza y les revolvió el cabello obteniendo como resultado risitas de ambos. 

      - Ne… nee-san… ¿podemos llevárnoslas?... quiero compartirlas con Chouji, Neji, Shikamaru y Shino dattebayo… - pronunció el rubio jalando la manga de la joven para llamar su atención. 

     - Claro… pero con cuidado… - mencionó la joven bajando primero al rubio y después a Gaara, acto seguido les entrego los vasos con leche y el plato de galletas, este en manos del rubio quien camino muy despacito., para no caer y tropezarse. 

     - No corran con  los vasos y platos… es peligroso… - agregó alzando la voz al ver que corrían rumbo a la sala principal donde llevaban a todos los niños. 

     Al llegar a donde todos estaba, colocó el plato en una mesita, con cuidado, porque no la podía ver, pero las manitas de Gaara le ayudaron a encontrarla, colocaron de igual modo los vasos, tomaron un par de galletas en las manos y comenzaron a ir a las habitaciones de los otros, pidieron permiso a Sai para ir ellos solos, el moreno no pudo objetar nada, su niño estaba más animado y eso lo agradecía. 

     Subieron con las manos y la camisa de Gaara llena de galletas, quien levantaba el borde para que estas no cayeran al suelo, subieron hasta el último piso del edificio donde se encontraban las habitaciones de Chouji y Shikamaru, aparte de la oficina del director del lugar.

     Naruto desde el principio tenía una de las manos en la pared para poder guiarse y no caer cuesta abajo por las escaleras, tenía que ser más cuidadoso ahora que Sai le había dejado solo, tocó con cuidado el borde hasta que sus manos dieron con una puerta. 

     - Gordo… - murmuro Gaara apuntando aunque no le viera a la puerta, el rubio reprimió una risa, sabía que a Chouji no le gustaba que le dijeran de esa manera pero por el momento Gaara apenas relacionaba algunas cosas y los nombres no eran su especialidad, solo conocía su nombre. 

     - Chouji… se llama Chouji… vamos a verle… - decía Naruto entrando al cuarto. 

     - Chou… ji… - murmuro bajito mirando al habitante de la cama, aun recostado, con un semblante algo sombrío. 

     Desde que Naruto dejo de sonreír Chouji se negó a comer, y eso le produjo constantes desvanecimientos y varios problemas, tuvieron que tomar medidas drásticas para poder hacer que su metabolismo tenga todos los nutrientes, proteínas, lípidos y vitaminas que necesita para ejercer su función. 

     - Chouji… aun estas dormido… dattebayo… - afirmó no pregunto, acercándose a la con cuidado de no tropezar y romper las galletas. 

     Al llegar al borde de la cama se sentó, Ino no se había levantado del lugar desde que comenzó a tener aquellos episodios, realmente le preocupaba su niño, nunca se había puesto tan mal, pero era lógico, un amigo muy querido estaba diferente y él pensó que ya no quería su amistad, entristeció a tal punto de no querer hacer nada, murmuraba cosas como “no quiere ser mi amigo porque tengo esta figura”… “si fuese mas delgado puede que sería su amigo”, fue por eso que hizo lo que hizo. 

      - Mira Chouji te traje galletas, pero no puedes comer si estas dormido tebayo… - replico un poco molesto inclinándose hasta llegar a donde se encontraba su rostro. 

     - Ya se… - dijo antes de tomar con su mano libre el rostro de Chouji y ante los ojos atónitos de Ino besar su frente con cariño. 

     - Naruto… - murmuro la cuidadora de joven de cabellos castaños y postura robusta. 

      - Así me despierta Sai… pensé que funcionaría dattebayo… - mencionó con una sonrisa, y para sorpresa de todos los presentes Chouji ya se encontraba con los ojos abiertos observando con cuidado las facciones del rubio, esbozo una sonrisa y con las fuerzas que tenía y como los tubos en sus brazos le permitían apretó a Naruto entre sus brazos, meciéndolo de un lado a otro. 

     - Naruto… viniste a visitarme, y yo que creía que ya no querías ser mi amigo… - lloraba Chouji sin soltar a Naruto quien ya se podía azul por no poder respirar, pero tenía una sonrisa en los labios porque su amigo le quería aunque no entendía nada el porque le dijo eso si no se fue a ningún lado solo que en la noche tuvo un mal sueño. 

      - Chouji-kun… suéltalo… lo estas ahogando… - decía preocupada por el color que tenía la cara del Uzumaki. 

     - Gomen… pero estoy feliz Ino-san, Naruto es mi amigo… y mira… me trajo galletas… por cierto… Ino-san… - Chouji le soltó haciendo que el aire regresara a los pulmones de Naruto y recobrara el color en pocos segundos, tomo las galletas y se las mostró a Ino, el rubio por su parte estaba contento porque su amigo ya se sentía bien y estaba despierto. 

     - Chouji... ¿que es eso?... – pregunto tocando un tubo que sobresalía de su brazo, lo tocó con suma delicadeza, pues por lo que estuvo sintiendo se encontraba en su amigo y si lo movía pudiera lastimarlo. 

     - Ah… pues eso es lo que les pasa a los niños que no comen… y yo me encargo de eso… - contestaba con autosuficiencia Ino colocando sus manos en la cintura, Gaara se asustó al verla y corrió aun con las galletas en su camisa al lado de Naruto quien al sentirlo cerca le tomo por el hombro para calmarlo. 

     - Así que ya saben… es mejor comer… - la voz que uso la rubia no fue muy apropiado porque en un segundo los tres niños estaba abrazados y sudando. 

     - Toma Chouji, come… come para que te lo quiten… hayaku… antes de que te ponga una cosa horrible… - decía Naruto tomando una gran cantidad de galletas y metiéndoselas a la fuerza en la boca de Chouji, quien no podía pasar ninguna a la velocidad en que le metían las galletas a boca. 

     - Tranquilo… tranquilo… de poco a poco o puede… - trataba de Ino de calmar lo que ella misma empezó pero fue demasiado tarde, Chouji se giró del lado contrario al de sus amigos y devolvió el estomago. 

     - Vomitar… - dijo derrotada mientras que Naruto y Gaara sonreían de forma apenada por no escucharla, la rubia se dirigió a un botón y minutos mas tarde una joven con un balde lleno de agua en una mano y un trapeador (mopa, felpido ustedes elijan ^u^) en la otra llegó a limpiar el batidillo de saliva mezclado con galletas con chispas de chocolate que Chouji dejo en el suelo. 

     - Niños… mejor vayan a visitar a los demás, de seguro que ellos también van a querer probar las galletas, después llevó a Chouji a bajo para que jueguen, ¿vale?... – asintieron, se despidieron de su regordete amigo y de dirigieron al siguiente cuarto. 

     Ino estaba contenta, Chouji ya se veía mejor, puede que parte de su problema esta vez se debió a una pequeña confusión pero ya estaba arreglado, ahora solo faltaba cuidarlo hasta que este mejor. 

     - Ino-san… tengo hambre y esto me pica… ¿me lo puedo quitar?… - mencionó el pequeño después de unos minutos de silencio en los cuales la joven de la limpieza se marchó, la rubia se acercó y un cuidado retiro la aguja en su piel, posteriormente le puso una bandita para que no sangrara y beso si frente. 

      - Ven vamos a comer… - le tendió la mano y salieron al comedor, con cuidado ya que se encontraba aun muy débil, así que le ayudo a ponerse en pie, coloco una mano el pequeño sobre su cabeza y se inclino un poco para poder quedar a su altura, le tomo por la cintura con una mano y con la otra tomaba la del pequeño para que no cayera. 

     Naruto y Gaara continuaron su recorrido por la habitación del “flojo” como le decía
Gaara, y este se encontraba en el marco de la venta viendo las nubes, solo, Kiba seguía junto con Akamaru corriendo por todos lados dando la buena nueva, después de unos minutos platicando y unas cuantas galletas Shikamaru se sintió de ánimos para bajar y quizás jugar ajedrez con Kiba. 

      Después bajaron de piso y se encontraron a Hinata, le pidieron que Neji bajara a jugar, querían jugar a las escondidas y él era muy bueno porque no hacia ruido, según Naruto, siguieron con su ronda repartiendo galletas y contando uno que otro chiste, invitando a todos a jugar con ellos y sobre todo al evento de Sasuke, como comenzó a llamarle el rubio desde hace 30 minutos, encontraron a Lee junto con Shino e igualmente les metieron galletas en la boca y les hicieron la proposición del juego y el evento. 

     Regresaron a la planta baja para terminar las pocas galletas que quedaron en el plato y tomar la leche, pasados unos minutos estaban llenos de galletas y leche, cuando subieron con las galletas para los demás la joven de la cocina lleno de nueva cuenta el plato, se encontraban descansando en el piso de la amplia sala, aun faltaba mucho para la visita de Sasuke, y con la barriga llena de leche y galletas, la tarde tan linda, con los rayos calidos del sol pegando de manera tan relajante, no pudieron evitar quedarse dormidos. 

      Naruto con las manos en el suelo extendidas, las piernas un tanto flexionadas pero aun así expandidas, Gaara por su parte se encontraba con su rostro apoyado en el pecho de Naruto, con su peluche en las manos, que momentos antes había ido a recoger al cuarto del pelirrojo, una de sus manos estaba en la cintura del rubio mientras que la otra en su Shukaku, sus rostro solo reflejaban paz, era una imagen tan tierna la que ellos mostraban, que no había quien los viera y no suspirara. 

      Pasaron dos horas cuando una visita bastante ruidosa despertó a los pequeños que placidamente dormían en el suelo, abrazándose mutuamente el rubio con la cabeza en los cabellos rojizos de su amigo y el otro con el peluche entre ambos y una mano alrededor de la cintura de Naruto y la otra en su pecho, el las manos del rubio estaban sosteniendo el cabello y la espalda de Gaara. 

      - Ay que tiernos se ven… - dijo la voz muy conocida para el rubio, que al momento de escucharla abrió los ojos y pasó una mano en ellos, restregándolos. 

     - Kakashi-sensei… ¿es usted?... – preguntaba con la voz más adormilada que podía bostezando y sentándose con pereza, estaban tan a gusto que no quería levantarse, pero Kakashi siempre le enseña cosas interesantes y esta ocasión no sería diferente. 

      - ¿Quién es tu amiguito? Naruto… - preguntaba el mayor poniéndose en cuclillas para quedar a la altura de los pequeños. 

      Gaara se levanto al no sentir al rubio a su lado se levanto, soltando a su peluche un momento, coloco una mano en el suelo mientras que con la otra se tallaba los ojos para poder ver mejor, cuando termino, enfocó sui vista hacia Naruto y después al hombre que estaba cerca de ellos. 

      - ¿Naruto?... – pregunto con un poco de miedo en su voz por la presencia de un extraño tan cerca aferrándose a la playera que traía su amigo, el ojiazul paso una mano por el cabello de Gaara y lo froto en un gesto tranquilizador mientras que con una sonrisa respondía. 

     - Gaara… el es Kakashi-sensei… te enseña cosas muy interesantes dattebayo… - ya que el pelirrojo se tranquilizo soltó sus cabellos. 

     Kakashi se veía extraño, traía una bufanda tan ancha que le tapaba casi toda la cara y un gorro se posaba sobre su ojo izquierdo, dándole un toque extraño, pero sus movimientos eran pausados, cautelosos para no asustar a Gaara que le miraba un tanto extrañado, sonrió bajo la bufanda y extendió su mano a modo de saludo frente al joven. 

     - Mucho gusto Gaara-san… ¿quieres ver que tengo para enseñarles ahora?... – mencionó esperando la reacción del nuevo chico, que momentos después de mirar nuevamente a Naruto le estrechó la mano. 

     - Espanta… pájaros… - murmuro el pelirrojo, haciendo que el mayor pusiera una mirada de decepción siempre ocurría eso con los pequeños, por parte de Naruto se escuchó una risilla. 

      - No Gaara… Kakashi, no le gusta que le digan así… es Kakashi… - corrigió a su amigo levantando el dedo índice. 

      - Ne… Kakashi-sensei… ¿qué nos va a enseñar?... – decía feliz levantándose del piso junto con Gaara, el sensei les imito y se puso de pie. 

     - Ya lo verás… vamos… ¿te parece que esta vez sea en el patio?... – tomo rumbo al patio para poder por iniciada la clase, había muchas que mostrarle si quería seguir adelante en sus estudios. 

     Estudios que por esos años le ha impartido Kakashi sus clases son entretenidas por lo tanto cuando lo ven llegar muchos de los niños llegan a escuchar las clases que le da a Naruto y tratan de entender de esta manera como el rubio ve el mundo. 

     Cuando llegaron al patio se sentaron en el pasto, para que pudieran comenzar con las clases, tuvieron que esperar un poco, ya que Sai, Neji, Chouji, Shikamaru, Shino y sus respectivos cuidadores acudieron a ver la clase, estando todos listos comenzó a sacar algunas cosas que tenía en una gran bolsa, lo primero que saco fue la figura de un perro, todos a su alrededor formaron un circulo, donde el que se encontraba cerca del maestro era Naruto, Gaara, Sai, Shikamaru, Ino, Kiba, Hinata, Neji, Shino, Lee, Chouji, que eran los que normalmente se interesaban en las platicas. 

      - Naruto… toma… - dice cogiendo el peluche y entregándoselo en las manos, al contacto con la suavidad de la tela del perrito de peluche, no pudo evitar sonreír y llevárselo a la cara para tener más contacto, los demás le veía sabían que después de Naruto seguían ellos, siempre era emocionante saber como era que podía distinguirlo. 

     - Bien Naruto… toca cada rincón de lo que te entregue… quiero que en tu mente conforme vayas pasando tus manos formes una figura… tomate tu tiempo y dime que es lo que vez y sobre todo lo que sientes… después me dices que es, pero siempre y cuando lo tengas en tu mente… ¿listo?... – preguntaba el sensei, de verdad que ese niño le fascinaba, si bien tenía muy poca paciencia, no se desanimaba como muchos cuando fallaba, al contrario seguía intentando. 

     - Listo… dattebayo… - decía entusiasmado el rubio alzando las manos para después volverlas al objeto en su regazo. 

     - Dime… Naruto… ¿que es lo que sientes?... ¿Lo que ves?... – procedía Kakashi observando al igual que los demás el peluche. 

     “Es muy suave, su forma es algo extraña… oh, parece que tiene brazos o son sus piernas, aquí hay algo que no cuadra, que es te bulto, es largo, debe de ser una cola, ah entonces eran las piernas, muy bien, muy bien, veamos… aquí están los brazos, rayos esto es difícil, es mas fácil cuando Sasuke está aquí… tengo que concentrarme, concéntrate, ¿Qué ese esto? Es muy grande… ay no son dos… ¿serán orejas?... creo que ya se que es…” 

     - Kakashi-sensei… ¿es un perro de peluche?... tebayo… - preguntaba el rubio un poquito desconcertado entregando el peluche, sin embargo no se lo retiraron de las manos. 

     - Si es un perro, ¿puedes decirme de que color es?... – pregunto, haciendo que los demás no comprendieran absolutamente nada de cómo lo iba a hacer. 

    - ¿Cómo?... – pregunto inocente al no comprender el tampoco, si bien en las clases pasadas podía descifrar por medio del tacto a los juguetes o a las personas, no podía ver su color, simplemente era algo que no podía hacer. 

     - ¿Recuerdas el repaso de los colores por medio del aroma?... – Naruto asintió como respuesta. 

     - Muy bien… huélelo… tiene dos diferentes colores… quiero que me digas que color esta en que parte… - el rubio no entendió muy bien lo que le ordenaron pero comenzó, llevo el peluche desde la cabeza a sus narices para aspirar el aroma. 

     - Mmm… huele a canela… son sus orejas… - respondió cuando termino de oler las orejas del canino en peluche.

     - ¿Recuerdas que color tiene la canela?... – Naruto asintió de nuevo. 

     - Café… tiene las orejas café… - respondió animado mientras los demás miraban asombrados como lo hacía. 

     - Muy bien, continua… - animo el sensei nuevamente. 

     El peluche consistía en un pequeño de piel crema, con orejas color marrón al igual que la cola, bastante simple, pero estos ejercicios tenían el efecto de que el pequeño no olvidara las formas que hay en varias cosas al igual que los olores y colores. 

      - Esto huele a vainilla y esta en todo el cuerpo Kakashi-sensei… ¿es amarillo?... – comento no muy seguro de lo que decía. 

     - Es crema, pero es un color muy parecido al amarillo, solo que sumamente claro… - metió de nueva cuenta la mano a la bolsa para sacar otro pero se percato de que todos le miraron. 

     - No hagan trampa ahora es su turno… - saco unas vendas y las colocó en todas las cabezas cubriendo los ojos, exceptuando a Naruto y Gaara, este último porque le dio miedo que se acercará con eso en las manos. 

      - Bien… Naruto le ayudas a Gaara a ver al perrito que tienes en las manos y le explicas lo de los colores… - pidió amablemente el peliplateado dirigiéndose de nueva cuenta por su bolso, lo tomo y acto seguido en las manos de cada uno puso un peluche de un animal diferente. 

     - Comiencen… - ordeno, mientras observaba que nadie hiciera trampa. 

     En ese momento todos estaban tan concentrados que nadie se fijo en la hora, eran las 3pm hora en la que Sasuke iba a visitar a Naruto, cuando no lo encontró dentro, una de las recepcionistas le comento que el sensei del rubio y algunos alumnos junto con él se encontraba en el jardín trasero para poder dar una clase, sin demora se dirigió a dicho lugar. 

     Lo que encontró lo dejó un poco desconcertado todos con vendas en los ojos, un peluche entre las manos, algunos oliéndolos otros murmurando otros rompiéndose la cabeza para adivinar que era y otros simplemente se dieron por vencidos y ya se encontraban descansando, el ojiazul tenía sus manos sobre las de Gaara y las guiaba por la superficie del muñeco que sostenía, con una sonrisa tan hermosa que por un segundo el color subió a sus mejillas. 

     - Veo que tenemos un invitado… ¿Cómo te llamas?... – pregunto el sensei al Uchiha quien no sabía que responder, esta pregunta alarmo a todos y quisieron destaparse los ojos para ver quien era el nuevo interesado en las clases de Kakashi y de pasada observar el juguete y sus colores. 

     - Eh.… aun no he dicho que se quitan las vendas… saben como termina el juego… - se escuchó un resoplo resignado por parte de los demás. 

     - Uchiha Sasuke… vengo a ver a Naruto… - respondió, al hacerlo el rostro del rubio se iluminó y corrió a donde el moreno se encontraba dejando a Gaara con el perrito en las manos. 

     Naruto pudo distinguir perfectamente el cuerpo de Sasuke a pesar de ser un instante, en el momento en el que su voz cruzo por el aire para anunciar su presencia. 

     - Ven Sasuke… Kakashi-sensei esta jugando con nosotros… - no espero respuesta, rápidamente lo tomo del brazo y lo condujo sobre sus propios pasos, sentándose de nueva cuenta al lado de Gaara y Sasuke detrás del rubio pasando sus manos por delante para poder controlarlas, mostrarle lo que hacían y como debía jugar. 

     A Sasuke que Naruto le tratara de esa manera no le importaba, al contrario se sentía tan feliz, sus piernas se encontraban alrededor del cuerpo de Naruto, por capricho de este, por alguna razón para el rubio ese contacto del Uchiha en su espalda y sus brazos rodeándole, proporcionándole calor le agradaba, mucho, el moreno colocó su rostro en el hombro del pequeño y se dejo llevar por este. 

     - Mío… perro… café… amarillo… - dijo Gaara extendiendo el perro que aun llevaba en las manos, Naruto tomo otro para enseñárselo a Sasuke, quien sonreía divertido por la efusividad del juego en el que hasta los mayores participaban pero sobre todo porque se encontraba feliz de ver de nuevo la sonrisa del pequeño. 

     - Muy bien Gaara-san… - elogió kakashi al pequeño que solo repetía lo que momentos antes el rubio dijo, hubo una pequeña risa general que hicieron al pequeño enrojecer un poco, se arrodilló junto al pequeño para revolverle el cabello mientras le decía lo buen niño que era y que era muy perspicaz lo que sacó una sonrisa de los mas linda por parte del ojiverde. 

      - El mío es una iguana y es verde… tsk… que juego tan problemático… - decía Shikamaru después de un rato, quitándose la venda y acostándose de lado en el pasto con su cabeza apoyada en una mano, cerrando los ojos para descansar. 

     - El mío un elefante rosa… - respondió Lee. 

     - El mío una jirafa… - respondía Hinata quitándose la venda para ver a Neji si ya había terminado. 

     - Neji tiene un león… - respondió por Neji su cuidador. 

     - Shino tiene una Catarina… - respondía Lee nuevamente, momentos antes del juego le había explicado con los respectivos signos las reglas del juego, si bien el problema de Shino era de audición desde el nacimiento, esto le impidió desarrollarse completamente en el área lingual, por el momento los únicos que le entienden a parte de Lee son Hinata y Neji. 

       - A mi me tocó un lirón… - respondía entre risas Kiba. 

       - A mi una mariposa… y huele muy bien… me dio hambre… - comentó Chouji llevándose las manos al estomago. 

       - A mi me toco un cerdito… - respondió Ino, para después atender a su pequeño con  una manzana, sabía que eso iba a ocurrir y llego preparada, Sasuke tenía cerrados los ojos, disfrutando del aroma de Naruto y sobre todo de su calor. 

     - Joven Uchiha… ¿Qué le tocó a usted?... – pregunto curioso, el rostro denotaba tanta paz por encontrar en esa posición que creyó se había dormido, desde el momento en el que Naruto corrió a él sin tropezarse, Kakashi supo que ese joven era especial para el rubio, que relación tenían, solo ellos lo sabía y de cualquier forma cualquiera estaría bien. 

     - A mi me toco…

Notas finales:

que les parecio? que peluche habra agarrado Naruto para mostrarle a Sasuke... y sobre todo... que olor tendra? ^u^... por cierto... si el episodio parece que no esta concluido es... porque no lo esta... solo que el otro capitulo tiene un nombre diferente... vale? el día aun no termina y quedan muchas cosas que aprender... ahora quien será el maestro?, cuidense mucho gente bonita... nos vemos en el siguiente capitulo, matta ne...

PD: el dibujo de Gaara buscando la sonrisa de Naruto aun no lo termino... asi que tenganme tantita paciencia... vale? gracias por todo... por cierto... quien quiera las poses de los niños dormidos? también esperenme tantito... prometo hacerlos, pero solo podré entregarlos en los review... le tendo miedo a las reglas n_n... ok... ja ne... hasta el siguiente capitulo...


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