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Enamórame por Fullbuster

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Gray Fullbuster POV


 


Me despertó el ruido del teléfono descubriendo que seguía en el sofá pegado al cuerpo de Natsu, que ahora se quejaba por el ruido. Natsu no parecía querer moverse para coger el teléfono, parecía cansado y prácticamente, me pidió a mí que lo cogiera. Me levanté como pude y caminé hasta el teléfono.


Respondí pero se me congeló la voz cuando escuché a Lyon al otro lado. Miré hacia Natsu, que seguía intentando dormir un rato más en el sofá. Me alejé un poco de él caminando hacia una de las habitaciones para que no nos escuchase hablar.


~ ¿Disfrutando tu estancia en casa de mi novio, Gray? – me preguntó – lástima que se han acabado las vacaciones, dile a Natsu que pase a recogerme en dos horas por el aeropuerto y contigo… ya hablaré seriamente cuando nos quedemos solos.


Me tensé ¡Hablar con Lyon no podía ser nada bueno! Lyon no hablaba conmigo nunca, me pegaba o me acosaba, pero no hablaba. Me asusté cuando noté los labios de Natsu en mi cuello y le pasé el teléfono mientras me miraba con cara de sorpresa.


~ Mi hermano – le dije – quiere que le recojas dentro dos horas en el aeropuerto.


Natsu me arrebató el teléfono de mis ahora temblorosas manos y se lo colocó en la oreja como si no pasase nada.


~ ¿Qué tal el congreso Lyon? – le preguntó sonriendo.


~ Muy aburrido sin ti cariño – le escuchaba incluso yo desde mi poca distancia


Desde luego que mi hermano sabía jugar con la gente, con Natsu tan tierno y tan buen chico y conmigo tan borde, con tanto odio. No sé como podía parecer dos personas tan diferentes. No quería decirle esto a Natsu, no ahora que estábamos bien y menos cuando pensaba en hablar con Lyon e intentar explicarle las cosas ¡Supongo que no quería contarle nada por teléfono y por eso estaba actuando como si nada!


~ ¿Qué hace mi hermano en tu casa Natsu? – preguntó mi hermano.


~ Lo he traído para tenerlo controlado, no sé donde va por las noches – le dijo – y no me lo quiere contar. ¿Entonces voy en dos horas a recogerte, no? – le preguntó.


~ Sí. Cuantas ganas de verte tengo, te he echado de menos.


~ Pues ya falta menos para vernos – le dijo Natsu intentando evitar decir algo meloso parecido a lo de Lyon.


Me fui al salón porque no me apetecía seguir escuchando a mi hermano, bastante tenía ya con pensar en lo que iba a hacerme cuando llegase y encima… Natsu no estaría allí para ayudarme. Cuando Natsu salió del pasillo dejando el teléfono en su sitio, se acercó hasta mí preocupado.


~ ¿Estás bien? – me preguntó.


~ Sí – le dije – creí que vendría más tarde. ¿Crees que lo sabe? – le pregunté.


~ No lo sé – me dijo – pero ya te he dicho que yo se lo explicaré. Esto no funciona, antes era diferente, pero no sé que le ha pasado para cambiar tanto y sinceramente… no creí que acabaría enamorándome de ti, no puedo seguir con él sintiéndome así.


No quise seguir con esta conversación y me mantuve en silencio, desde luego, viniendo de mi hermano… sabía perfectamente que jamás amenazaba en vano, si lo hacía, era porque ya tenía pensado como iba a hacerme la vida imposible, como iba a destruirme y seguramente, en su plan estaba alejarme de Natsu. Sabía esto por una simple razón, desde que fui a vivir con ellos, todo lo que Ur me daba que a mí me importaba, Lyon me lo quitaba por el mero hecho de no verme feliz, así que ahora… siendo Natsu lo que me importaba, sabía que me lo iba a arrebatar ¡O al menos sería su plan!


Mi felicidad durante esas horas se agotó, ya no tenía ganas de sonreír, ni de bromear con Natsu, sólo estuve allí, terminando de pasar apuntes y preocupándome con la llegada de Lyon.


Cuando llegó la hora, me subí en el coche con Natsu y fuimos a buscarle al aeropuerto, pero había mucha gente y no encontrábamos un hueco de aparcamiento, así que Natsu, decidió dejarme a mí en la entrada para que Lyon no se enfadase al no ver a nadie mientras él buscaba un hueco para aparcar.


Entré por la terminal… ¡Aquella a la que Lyon no vino a recogerme cuando llegué! Y busqué el andén de su avión en una de las pantallas. Al encontrarlo, fui hacia allí sólo para encontrarme a Lyon metiéndole la lengua a otro chico hasta el fondo. Intenté esconderme, pero el chico se marchó y Lyon al girarse tan rápido, me pilló allí observando la escena ¡Esto me gustaba menos! Pero estaba enfadado ¿Cuánto tiempo llevaba engañando a Natsu?


Yo me sentía culpable por haberle hecho esto a mi hermano y resulta… que él ya lo estaba engañando de antes y Natsu no se merecía esto. Intenté encararle, pero desde luego… yo no podía contra Lyon, era el doble de lo que yo era, tenía más mal carácter que yo y me era imposible discutir contra él.


Llegó hasta mí hecho una furia y cogiéndome del brazo me empotró contra una pared algo más oculta agarrándome del cuello con fuerza. ¡no podía respirar!


~ Dile algo de esto a Natsu y te aseguro que de destruiré, te haré tanto daño que desearás no haber nacido ¿Entendido? – me preguntó y no podía ni asentir, me dolía el cuello y estaba a punto de llorar. - ¿Te ha gustado follártelo? – me preguntó justo antes de tirarme contra el suelo.


Tosí un par de veces y me agarré el cuello intentando que el dolor desapareciera, pero no lo hacía, aún estaba ahí y casi no podía ni hablar por la fuerza que había utilizado.


~ Hablaremos en casa, pero ya puedes empezar a alejarte de mi novio – me cogió del pelo con fuerza para que le mirase - ¿Te ha quedado suficientemente claro o tengo que repetírtelo? – le negué con la cabeza casi llorando y me soltó – Levántate basura


Natsu venía en aquel momento por una de las escaleras y me levanté lo más deprisa que pude aún tosiendo ¡no podía evitarlo! Lyon pasó de mí, pero Natsu tras recibir el beso de Lyon se acercó hacia mí.


~ ¿Estás bien? – me preguntó preocupado por mi tos.


~ Le ha entrado un ataque de tos al verme, pobre… se ha emocionado – dijo Lyon hacia Natsu aparentando ahora el buen hermano.


Caminamos los tres hacia el coche y me tuve que sentar detrás, porque Lyon ¡Que para algo era el novio de Natsu! Se empeñó en sentarse delante junto a él ¡lo más normal del mundo! Porque en una relación, yo era el que sobraba y Lyon se ocuparía de remarcármelo las veces que fueran necesarias.


Sé que Natsu hoy no se iba a quedar a cenar porque entraba en el turno de noche, así que nos iba a dejar en casa y marcharse ¡Para mi desgracia!


Cuando entramos por casa y Natsu se marchó, volví a sentir las manos de Lyon golpeándome, lanzándome contra una de las paredes. Me quejé por el golpe ¡no sé como podía ocultarle los moratones a Natsu! No sé como lo había conseguido hasta ahora. Lyon se sentó encima de mí y reaccioné cubriéndome la cara con los brazos, pero con un forcejeó consiguió apartarlas de mí ¡Me iba a pegar! Estaba seguro de eso, pero no, en lugar de eso me besó y me sentí aún peor ¡prefería que me pegase!


Su mano agarró con tanta fuerza mi cuello que me era imposible coger aire, pero también me era imposible moverme. Su lengua entraba con fuerza en mi boca y sólo podía llorar. Intenté apartarle moviendo mi cuerpo pero no podía con él. Me dejó respirar un segundo antes de volver a besarme, antes de morderme el labio inferior hasta que noté el sabor oxidado de la sangre.


~ Lo siento – le grité intentando que parase, pero no lo conseguí, sus manos ahora estaban entrando bajo mi camiseta y me daba demasiado asco, me daba demasiado miedo. – lo siento Lyon, para por favor.


~ ¿Qué pasa Gray? ¿puedes follarte a mi novio pero no puedes darme el gusto a mí? – me preguntó


~ Eres mi hermano – le dije pero me llevé un bofetón.


~ Tú no eres mi hermano, eres el muerto de hambre que se metió en mi casa, pero no te preocupes, tú querías entrar en mi casa y yo quiero meterte en mi cama ¿estamos en paz?


Tenía mucho miedo, sabía perfectamente que si no paraba me iba a violar aquí mismo, en el suelo si era necesario y no quería, pero no sabía como detenerlo, no podía pararle.


~ Lyon por favor…


~ Puedes pensar en Natsu si quieres mientras te lo hago – me susurró en el oído y lloré


Creo que lloré tanto y me quedé tan quieto ya demasiado débil para pelear contra él que al final, acabó deteniéndose. Dudé un segundo mientras le vi levantarse y sonreír.


~ Gray, no me excita si no peleas contra mí – dijo agachándose para lamer mis lágrimas mientras ponía cara de asco e intentaba apartarle mi rostro.


Me agarró la cara inmovilizándola para que le mirase fijamente, seguía sonriendo, seguía allí frente a mí mirándome con superioridad, sabiendo lo que había hecho con su novio pero sin importarle apenas, sólo quería hacerme sufrir a mí, veía en sus ojos como quería hacerlo conmigo y aún así, se aguantó las ganas.


~ Podemos hacer un trato… - me dijo – esta vez voy a perdonarte, pero si vuelves a tocar a Natsu, me da igual si quieres follártelo, si le besas o si sólo es un simple roce de manos, acabarás en mi cama tantas veces como le hayas tocado ¿Te parece bien? – me preguntó


¿Qué quería que le dijera? Me estaba dando a elegir entre violarme ahora o violarme cualquier otro día si tocaba a Natsu aunque fuera sólo un roce fortuito… pues la verdad… no me esperaba nada bueno, hiciera lo que hiciera, incluso si sólo me resbalaba y Natsu me ayudaba a levantarme… acabaría en la cama de Lyon. ¡No me gustaba el trato! Pero aceptarlo era mi única salida para que no me violase ahora mismo.


~ Tienes cinco segundos para darme tu respuesta antes de que empiece a quitarme la ropa – me soltó de golpe y estaba pensándolo, de verdad que lo estaba pensando.


¿Perder a Natsu o dejar que me violase? No lo sabía, no quería perder a Natsu, era lo único bueno que me había pasado en la vida, pero no podía soportar que Lyon me tocase, no lo aguantaría. Lyon estaba contando hacía atrás y cuando llegó a cero, se quitó la camiseta de un movimiento rápido y empezó a desabrocharse el cinturón mientras se bajaba la bragueta.


No podía creerlo ¡De verdad iba a hacerlo! ¿Era capaz de violarme con tal de destruir lo que tenía con Natsu? ¿Hasta donde era capaz de llegar mi hermano? Me besó con fuerza mientras notaba como su mano tocaba ahora mi miembro por encima del pantalón y lloré con mayor fuerza. Le aparté como pude y grité intentando alejarme de él.


~ Acepto, acepto el trato – Lyon sonrió y volvió a subirse la bragueta mientras se acercaba hasta mi oído para susurrarme.


~ Te libras por hoy… ¿Cuánto tiempo crees que podrás evitar mi cama? Sucio chucho callejero – me escupió a la cara – vete a tu cuarto, hoy no te has ganado ni la cena.


 


 


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