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Siempre es de noche... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Ohayo minna... gomen por el retraso ^o^... pero estaba viendo Naruto y se me paso actualizar gomen u_u... bueno aquí les dejo el capitulo nuevo que espero les guste... ^u^

Naruto es propiedad de Kishimito-sensei

Itachi convence a Kabuto para dejarle llevar a los niños y sus cuidadores de vacaciones, pero este tiene otros planes... cuales serán? y para que quiere Itachi con tanta insistencia estar a solas con Naruto?...

disfrutenlo ^o^

     - ¿Cuánto es lo que quiere por dejarlos ir?... – pregunto al director la voz serena y seria de Itachi portando en mano pluma y chequera. 

      - Lo lamento no puedo dejarlos salir, así como así, los niños no están en condiciones para manejarse solos… - respondía amablemente el director con una mueca de arrepentimiento, pero bajo los lentes había otra razón en especial. 

     - Yo no veo inconveniente en que se diviertan un poco… y tampoco me molesta que los cuidadores también asistan… - enarco una ceja, ¿qué era lo que en realidad le preocupaba al hombre detrás de las gafas? 

     - Demo… no puedo dejarlos salir… entiéndame… - frotaba sus manos en forma nerviosa y se acomodaba los lentes varias veces, tratando de acomodarlos correctamente en su lugar, el joven que tenía en frente era el dueño de una de las empresas mas importantes y ricas, la oferta era tentadora, pero Orochimaru… 

      - Le entiendo, pero creo que a los niños les hace falta un poco de aire… si no los quiere dejar salir entonces me temo que tendré que llamar a mi abogado por falta de una norma a los menores… - mencionaba mientras que de su saco toma el celular y comienza a marcar un número. 

     Kabuto estaba en serios problemas, el apellido Uchiha era de gran renombre y hacerle un desaire a un nuevo posible donador era algo que no podía resistir, pero Orochimaru había programado su visita para la semana y ellos querían estar una semana lejos del instituto, la suma de dinero que le ofreció hace poco era sumamente atrayente, además las palabras que salían de la boca de Itachi con el abogado no eran nada gratificantes, hablaban de una suma considerable a pagar por cada niño y eso era algo que no se podía permitir, entonces una idea llego a su cabeza. 

      - Matte Itachi-sama… está bien… los dejo salir a los que usted quiera… pero con una condición… - al pronunciar estas palabras una sonrisa de satisfacción cruzó los labios del moreno mientras cerraba el celular, cortando de esta manera la comunicación con su abogado. 

     - ¿Cuál?… - pregunto sin darle la mayor importancia. - Necesito los datos del lugar donde se encontrarán lo pequeños… para estar al pendiente y hacer llegar lo que sea necesario para atenderlos…  - se excusaba tontamente tratando de sonar lo suficientemente tranquilo, aunque la verdad no sabía si su donador número uno aceptaría, tal condición, ya pensaría que decirle a Orochimaru. 

      - Wakatta… estaremos en las afueras de la ciudad… - toma una servilleta y anota una dirección con un número de teléfono inscrito en el y se lo pasa al director, que le miro con unos ojos llenos de desconfianza, algo de temor y a la vez satisfacción. 

       - Ahí es donde los llevaré… es un lugar tranquilo donde pueden relajarse y divertirse un poco… ese es mi número telefónico por si se le ofrece algo… muchas gracias… espero a los niños y cuidadores a la salida dentro de 5 horas… - sentenció, espero un cabeceo en forma afirmativa, dejo el cheque en las manos del hombre y se marchó a hacer al trabajo. 

       En la habitación de Naruto este se encontraba sumamente feliz, Gaara se había mudado a su habitación, por idea propia del rubio, ambas camas se juntaron para poder dormir juntos, siempre el rubio en medio porque el pelirrojo no quería que nadie a excepción del ojiazul le tocara. 

     - Gaara… vamos a jugar a las escondidas… tu cuentas yo me escondo… - le acercó a la pared y le susurro que contará hasta diez, era claro que el pequeño no sabía contar, solo se sabía tres números, así que con sus manitas en los ojos, de frente a la pared comenzó a contar. 

      - Uno… cinco… tres… cinco… tres… tres… uno…cinco… cinco… uno… - aparto sus manitas de sus rostro comenzando a correr por todo el cuarto con pasos un poco torpes abriendo puertas a diestra y siniestra por todo el edificio. 

     Fue a la cocina donde Marín la cocinera que siempre le regalaba galletas a escondidas de los supervisores, al verlo no pudo resistirse y le alzó en brazos mientras lo adentraba con ella a la cocina y comenzaba su conversación con el pequeño que se ganó su corazón, era tan diferente al que trajeron un día, ahora era un poco más sociable y entablaba conversación, seguía teniendo problemas para expresarse fácilmente y eso le frustraba, pero contaba con mucha ayuda. 

     - Dime Gaara-chan… quieres una galleta… son tus favoritas… canela con chispas de chocolate… - comentó sentando al pequeño en la barra de la cocina mientras sacaba un vaso y lo llenaba con leche al igual que colocaba unas galletas en un pequeño plato extendido. 

     - ¿Y tu amigo?… Naruto… creo que se llama… - decía la joven la verlo solo, siempre estaba acompañado por el rubio, pareciera que fuesen hermano, tendió el plato de galletas junto con la leche cerca del pequeño, el cual tomo una galleta y la hundió en el liquido blanquecino que es la leche, cuando estuvo húmeda, la aproximo a su manchándose no solo las manos al desmoronarse la masa del bocadillo sino también su boca. 

     - Naruto… buscando… yo… - mencionó mientras tomaba otra galleta y repetía el proceso, la joven cada que terminaba una galleta le limpiaba la comisura de los labios y las migas que le caían a la ropa, evitando de este modo que se manchara. 

      - Ah… entonces estas jugando con Naruto… ¿Qué juegan?... – pregunto interesada mientras con una linda sonrisa despeinaba un poco los cabellos del pelirrojo obteniendo una pequeña sonrisa y una ligera risita de parte del menor. 

     - Sumimasen… yo… busca… Naruto… - se disculpaba el pequeño mientras saltaba de la barra con algunas galletas en la mano y salía trotando con cuidado de la cocina. 

     - Cuídate Gaara-chan… - mencionó Marín al verlo partir, fue en ese mismo instante en el que marchó el pequeño que uno de los empleados con un nivel superior apareció. 

     - ¿Que le trae por aquí Rin-san?… - preguntaba Marín con una sonrisa a la recién llegada, una castaña de pelo corto con una gran sonrisa en los labios. 

     - Hola Marín-san… onegai solo prepara la comida para el personal del edificio, los chicos al igual que sus cuidadores saldrán por un par de días… bueno de mi parte es todo… matta ne… - sale del edificio dejando a la joven con la duda de el porqué se van a ir y sobre todo por cuantos días. 

      - Hai… - contesto la joven estando sola en la cocina con un sentimiento de soledad adelantada por tener las instalaciones tan silenciosas los siguientes días. Gaara seguía caminando con unas galletas en la mano, una en la boca y otras desmoronadas en la bolsa delantera de su overol azul que ese día traía junto con una camisa de mangas cortas de color blanco, en su mano libre un poco sucio Shukaku le acompañaba a buscar al rubio.  

       A la búsqueda del escurridizo rubio se unieron al pequeño pelirrojo, Shikamaru que ideaba cada extraña idea que se le pasaba en la cabeza del porque a la desaparición de su amigo, decía cosas como un secuestro o quizás un rapto alienígena; Chouji mencionó que desde hace tiempo las cocineras estaban actuando de forma extraña y que tal vez lo guisaron para la cena, Neji dejo a Hinata para ir a buscar a su amigo y junto con Shino que pidió permiso a Lee para buscarlo decían lo más sensato, que se quedo dormido en algún lugar y el pequeño pelirrojo no lo recuerda, la razón por la cual toda clase de teorías eran llevadas a cabo por los compañeros del instituto era porque el pequeño no sabía como se llamaba el juego, solo tenía presente que no estaba Naruto a su lado y eso era lo único que le importaba. 

      Rin por su parte iba de cuarto en cuarto, buscando a los cuidadores del grupo de Naruto, así es, dividieron el edificio en grupos, el grupo de Naruto era, a pesar de no estar en habitaciones contiguas, los pequeños que siempre estaban al lado del rubio, véase Gaara, Shikamaru, Chouji, Neji, Shino al igual que sus cuidadores a los cuales se les aviso de las pequeñas vacaciones que estaban a punto de hacer y el hecho de que debían llevar todo lo necesario para tener una estadía agradable sin descuidar la salud de los pequeños que era prioridad, el otro grupo, el grupo avanzado eran casos sumamente delicados los cuales no podían salir ya que se encontraba atados a la cama por parálisis o en su defecto en una silla de ruedas por desordenes en su cerebro que consumían parte de su médula espinal provocándoles la inmovilidad a estos chicos no es que no se los quisieran llevar, sino que ellos mismos se opusieron a ello, comentando que no servía de nada ir a la playa o al bosque si no se puede entrar sin ayuda. 

     Kabuto era un mar de nervios, no solo porque corría peligro la salud de los pequeños lejos del instituto, sino que el señor Orochimaru le había informado que a más tardar el miércoles llegaría para visitar al niño, había pasado el mes entre felicidades, tristezas y gratas sorpresas, como la aceptación de Gaara a mas existencias que no fuera Naruto o quizás Sai, pero sabía exactamente que decirle a Orochimaru cuando llegará, esta sería una excelente oportunidad para él, el viaje era algo que traía consigo privilegios inimaginables, para que disfrutar del pequeño un día al mes, si puede tenerlo todos los días, claro esta con una suma generosa de dinero, el pequeño esta bajo su responsabilidad, pero en el viaje, ese niño al igual que los demás pasan a estar bajo la responsabilidad de Itachi, nadie le acusaría si desapareciera.  

     En la cocina y contra todo pronostico se encontraba Marín haciendo muchas meriendas, sabía que el camino sería largo, pero no estaba segura de adonde iban, así que hacer muchos bocadillos para el camino no era mala idea. 

     Naruto por su parte se encontraba escondido detrás de la casa donde se encontraban las colchonetas para los ejercicios didácticos, al principio se había escondido bajo la cama, pero se le hizo muy evidente, así que cuando Gaara salió con mucho sigilo busco lugares a tiendas donde esconderse, detrás de cortinas, bajo las camas de otros cuartos, incluso intento esconderse en la alacena pero Marín le comentó que era peligroso que buscara otro lugar, después de eso se escondió en el parque bajo los columpios, pero le dio algo de miedo, se sentía observado y eso no le agradaba, a menos que fuera cierto moreno de mirada penetrante, que aunque le escrutara con la mirada, esta tenía una sensación cálida y agradable no como la que sentía en ese momento, unos segundos meditando el mejor lugar para esconderse encontró aquel cuarto donde se encontraba echo un ovillo para evitar que le descubrieran. 

      - Nadie me encontrará aquí dattebayo… - se decía a si mismo después de cerrar los ojos, para evitar que le vieran si los tenía abiertos, Sai le mencionó una vez que sus ojos eran muy llamativos y eso le hacia destacar entre la gente y ser observado. 

      Itachi llegaba después de un día de trabajo, le pidió a su hermano menor que llegara a la casa puesto que le tenía una sorpresa y después pasarían por los chicos, al entrar a la mansión, observó como su hermano empacaba muchas cosas, bañadores, de distintos colores y medidas, sabía que los niños del instituto no tenían esos lujos y ellos gustosos los compraron todo por verlos sonriendo un poco, les habían tomado mucho cariño en las pocas semanas que tenían de conocerlos, ya los sentían como parte de la familia, bloqueador solar, pelotas de playa, cubos y palas para la arena, toallas, jabones, esponjas para ducharse, juguetes de goma entre otras tantas cosas, además de la maleta de su hermano y la propia. 

      - ¿Listo?... – pregunto al ver como cerraba la última de las muchas maletas que llevaban, el menor le observó sin entender mucho, pero se limito a contestar con una sonrisa al pensar que estaría un rato lejos de los agobiantes días de escuela, las vacaciones comenzaban y el las disfrutaría con la mejor persona de todas, un rubio que se escondía de todos sus amigos que aun no lo encontraban. 

     - Hai… - contesto el menor de los Uchiha, se despidieron de su madre que ese día llegó temprano, Itachi le había mencionado que irían de vacaciones unas semana con unos amigos y no quería que se fueran sin despedirse de ellos y desearles suerte. Subieron las cosas a la camioneta que llevaba a cuestas un remolque para colocar el equipaje, de esta manera podían colocarse en parejas o sobre las piernas de sus cuidadores en dado caso que no cupieran, cosa muy poco probable, todo en el remolque, el tanque lleno de combustible, las sonrisas que les esperaban, las olas, la eran, la playa, les esperaban, solo faltaba una cosa, recoger a los faltantes, encendió el motor de la camioneta y marcharon rumbo al edificio hogar de Naruto y los demás. 

      - Nii-san… ¿como lo conseguiste?... Sai mencionó que no les dejan salir del lugar.... – comentó el menor sentado en el puesto del copiloto, en verdad no le importaba demasiado como es que su hermano consiguió ese permiso, pero tenía curiosidad. 

      - Tengo mis trucos… - respondió con una sonrisa triunfante, dejando aun más confuso a su hermano que solo observaba el camino a través de la ventana, esperando ansioso el poder contarle como se ve un atardecer desde la playa y quizás decirle los sentimientos que comenzaron a florecer en el pequeño de los morenos hacía el rubio. 

     Al llegar encontraron algo un tanto extraño, a la salida se encontraban todos los niños, buscando algo, pero falta el que mas destacaba, la cabecita rubia no estaba, alarmado salió corriendo del vehículo, su corazón le estaba palpitando con fuerza, ¿Por qué no estaba con ellos?... ¿le habría pasado algo?... eran las preguntas que le pasaban por la cabeza el no encontrar a su niño entre los demás, lo más extraño era que los adultos no se encontraban, corrió hasta donde se encontraban todos, agitado detuvo la marcha de los demás que le miraron extrañados, cuando por fin recobró el aliento pudo preguntar. 

      - Naruto… ¿Dónde está?... ¿Por qué no esta con ustedes?... – su voz se denotaba nerviosa y algo angustiada, tal vez esa persona que tanto le lastima le hizo nuevamente algo, no sabía porque pero a cada segundo que pasaba se sentía más ansioso. 

     - Naruto… - mencionó Gaara tomando la atención del moreno que salió de sus cavilaciones al escucharle hablar con toda tranquilidad. 

     - Gaara… ¿donde esta?... – le pregunto al pelirrojo tomándolo por los hombros para que le mirara a los ojos y no mintiera, cosa que el ojiverde no sabía hacer ya que desconocía tanto lo que eran las mentiras como para que servían. 

     - Buscando… amigos… jugar… ¿quieres?... – comento mientras regalaba una sonrisa que hizo a todos suspirar aliviados, eso era, solo estaban jugando, el moreno le regreso el gesto con cariño, le tomó de la mano y comenzaron a caminar. 

      Itachi por su parte fue a hablar nuevamente con el director para avisarle que llegaban a la mañana siguiente al lugar donde se quedarían y les traería de regreso la semana siguiente sanos, salvos y sobre todo y más importante, felices, camino a las habitaciones de los cuidadores para decirles donde poner su equipaje. 

     Cuando todos los cuidadores se encontraban a la salida esperando al mayor de los Uchiha, las maletas amontonadas en la entrada del instituto, en las manos de Sai unas llaves plateadas, pero la decisión de esperar a que llegara el propietario, por principios. 

     - ¿Qué hacen aquí?... deberían de estar todos arriba… se nos hará tarde… ¿y los niños?... – pregunto al salir del edificio, con las manos en los bolsillos del pantalón, al ver tanto a los cuidadores afuera como la ausencia de todos los menores. 

     - Gomen Itachi-san pero no podíamos abrir algo que no nos pertenece, no estaría bien… y los niños están buscando a Naruto… - respondió apenado Sai regresando las llaves a su dueño, quien al escuchar la última frase se alarmó un poco. 

     - ¿No está?... ¿está bien?... – pregunto alarmado a lo que todos los cuidadores comenzaron a reír ya que lo que comenzó como un juego de dos se convirtió en la búsqueda del rubio en el edificio, pero de algo estaban seguros, Naruto se encontraba bien y lo más probable es que este dormido en su escondite, por eso no le han encontrado. 

     - Descuide Itachi-san se encuentran jugando solamente… - contestó con una sonrisa en los labios que tranquilizó al mayor. 

     - Bien… suban el equipaje y ocupen sus lugares, que cuando terminen los niños partiremos… - sentenció el mayor dirigiéndose al remolque para abrirlo y permitirles guardar el equipaje, acto seguido fue a la camioneta y abrió todas las puertas, esperando que llegarán y ocuparán sus lugares. 

     Sasuke iba adelante del grupo para buscar a Naruto, por alguna razón caminaba sin saber a donde, solo sabía que tenía que encontrar ese lugar, abrió las puertas de un pequeño cuarto que se encontraba a espaldas del edificio y allí en una esquina estaba el rubio de ojos azules que todos estaban buscando, rieron un poco al verlo dormido, tenía la capacidad increíble de dormir en cualquier sitio. 

     El moreno se acercó al pequeño dormido, sonrió al verlo tranquilamente dormido abrazándose a si mismo para evitar ocupar mucho espació, su cabeza ladeada y un pequeño hilo de saliva le escurría de la comisura de los labios, sacó de su bolsillo trasero del pantalón un pañuelo con el que limpió la sustancia pegajosa de la boca del ojiazul, quien se movió un poco por el contacto abriendo ligeramente los ojos, el ojinegro guardo nuevamente su pañuelo de tela lleno de saliva y le acarició la mejilla con dulzura, haciendo sonreír al más pequeño, gesto al que todos correspondieron. 

     - Me encontraste dattebayo… - comentó cerrando nuevamente los ojos y regalando una sonrisa de burla al ser descubierto y sobre todo durmiendo. 

     - Si… soy el mejor en las escondidas… vengan… tenemos una sorpresa… - comentó levantándose del suelo con Naruto tomado de la mano, todos le miraron con desconcierto, Gaara tomo la mano suelta de Naruto quien le sonrió. 

     - Te toca volver a contar tebayo… - comentó al ver que no le había encontrado solo, necesito ayuda, sin más que hacer o decir, siguieron al moreno que traía en la mano a Naruto que a su vez traía a Gaara y esté traía a Shukaku arrastrando, pero  no importaba, las galletas que una vez traía en su bolsa del overol fueron compartidas durante el día, especialmente con Chouji y las que quedaban eran historia, migajas fue todo lo que quedo en su ropa. 

     En la camioneta la distribución fue la siguiente, en el lado del conductor Itachi por ser el dueño y el mayor aparte de contar con licencia de manejo y años de experiencia, Sai a su lado por petición de Itachi, ya que a su hermano menor le gustaría más estar con Naruto, en los asientos siguientes de encontraba Hinata, Kiba y Lee, en los siguientes asientos se encontraba solo Ino esperando a los niños, cuando llegaron como era de esperarse, no había suficiente espacio, por lo que tuvieron que cargar a sus niños sobre las piernas, excepto Ino quien no podía cargar a Chouji, sin más el pequeño regordete se tuvo que ir a su costado, dejando dos asientos libres que ocuparon Naruto y Sasuke, Gaara al no tener cuidador se fue sobre las piernas de Sai, observando maravillado por primera vez desde hace mucho tiempo lo verde de los árboles y el camino bajo los neumáticos.  

     La canasta de bocadillos que preparo Marín fue entregada a Ino ya que ella estaba con un pequeño que necesitaba comer a menudo, además de ser la que se sentó sola, al poco rato todos se encontraban cantando para poder hacer más ameno las horas en el trayecto largo, después de unos minutos Sai detuvo su cántico y observó con detenimiento al conductor quien alegremente cantaba sin despegar la mirada y atención del camino. 

     - ¿A donde vamos Itachi-san?... – pregunto con algo de miedo, mientras que Gaara comenzaba a sentir las horas nocturnas y se acurrucaba en el regazo del moreno, quien inmediatamente le abrazo con ternura y le regalo un beso en la frente, acto seguido comenzó a acariciarle con dulzura los cabellos rojizos, esperando la respuesta del mayor y acogiendo en los brazos del señor de los sueños al pequeño en su regazo, con migajas en el bolsillo y un Shukaku sumamente lleno de tierra entre los brazos.

     - Vamos de vacaciones… hable con el director y les dejo una semana de vacaciones a ustedes para que pudieran venir y cuidar de los niños, necesitan descansar un poco del trabajo y divertirse… - contesto simplemente regalándole una hermosa sonrisa que hizo ruborizar al moreno del lado del copiloto, ¿a que se debía esa reacción? 

     Itachi por su parte sonreía complacido, observó por el retrovisor a un pequeño rubio al lado de un azabache quien cantaban abrazados por los hombros jalando con ellos a Chouji quien cantaba de igual modo, mientras que Shikamaru ya se encontraba descansando en los brazos de Kiba, quien decidió no cantar para despertar al pequeño, debería de estar cansado, a sus pies, Akamaru esperando que el viaje se acabara, se encontraba acostado entre las piernas de los mayores, no podían ir a ningún sitio sin él, ya que era de gran ayuda con Shikamaru por su problema así que dejarlo estaba fuera de discusión. 

     “Pronto, muy pronto lo descubriré…” pensaba Itachi con una sonrisa en los labios, dirigiendo ligeras miradas al pequeño rubio, quien había dejado de cantar. 

     Poco a poco todo el coro de canciones se detuvo, eran entrada la noche y tenían que descansar, el sueño les fue venciendo primero a los pequeños quienes cabeceaban intentando no dormirse, sin éxito alguno, Chouji se recostó en las piernas de Ino quien le acariciaba los cabellos para tranquilizarle y arrullarlo. 

     Hinata abrazaba a Neji para mantenerle caliente mientras emitía una tierna canción para tranquilizarle con las vibraciones de su pecho al ser emitidas, mientras le acariciaba la espalda y su cabello hasta la cintura siempre atado en la punta. 

     Kiba termino durmiéndose al igual que Shikamaru, apoyando su cabeza sobre la del pequeño, sin dejar de abrazarle por si acaso frenaban, no quería que su niño cayera el susto podría provocarle otro episodio y sus vacaciones se arruinarían, por su parte Lee golpeaba suavemente la espalda de Shino, para arrullarle con el movimiento, cosa que pareció funcionar, acto seguido le retiro las gafas oscuras que le gustaba llevar siempre puestas como adorno distintivo y se durmió con él en brazos. 

     Naruto se acurruco en el pecho de Sasuke mientras éste le contaba como era el lugar a donde irían y sobre todo las cosas que harían, terminaron dormidos en los brazos del contrario, hasta que Naruto se canso y poso su cabeza, al igual que Chouji con el regazo de Sasuke, quien con cariño le acarició los cabellos hasta quedar profundamente dormido al igual que sus compañeros.

      Todos en la camioneta se quedaron dormidos, todos menos dos morenos, uno conduciendo y el otro haciéndole compañía, pero el sueño les ganaba así tu vieron que desviarse un poco y parar en una terminal  para poder descansar una cuantas horas, antes de continuar el camino a la mañana siguiente, la seguridad era lo principal. 

     Kabuto tenía una visita esta noche a la que le miraba con miedo, como era posible que ese día fuera su visita, el mismo día que se llevaban a los niños de vacaciones, el hombre que tenía enfrente y estaba colérico, hace poco le dio un fuerte puñetazo, quitándole las gafas por el impacto y una gran marca roja en la mejilla. 

     - Perdón pero si no lo hacía podían demandarme por faltar a las vacaciones de los pequeños… - trato de excusarse pero esto no pareció convencer al hombre que le volvió a pegar en el rostro con el puño cerrado mientras que su cuerpo temblaba por la ira que le envolvía en esos momentos. 

     - Donde están… pedazo de basura… - le grito tomándolo por el cuello de la camisa de botones que llevaba, manchada de su propia sangre, mientras que si puño se erguía con  furia nuevamente con claras intensiones de destrozarle la cara en ese mismo instante. 

     - Aquí… puedes ir por el niño y llevártelo… al salir de aquí ya no es mi responsabilidad… a nadie le interesará que desaparezca… - murmuro con terror mientras sentía el golpe que le esperaba, cerro los ojos esperando el impacto, pero nunca llegó, abrió los ojos con preocupación y observó al hombre con una amplía sonrisa mientras le dejaba caer para tomar el papel que le extendió, donde venía escrito la ubicación y el número para localizarlos. 

     - Buen trabajo Kabuto… - y sin más con el papel en las manos, salió del edificio dejando aturdido al director quien en momentos después marchó a la enfermería para curar las heridas de su rostro. 

     Descansado y fresco Itachi volvió a la marcho observando de reojo por el retrovisor la figura de un rubio en las piernas de su hermano menor mientras que una sonrisa se dibujaba en ese rostro lleno de paz. 

     - Pronto descubriré que es lo que te hace tan especial… - murmuro tan bajo que nadie le escucho, todos se encontraban aun descansando, sonrió para sí después de idear como le engañaría y que accediera con facilidad a sus planes y sobre todo que nadie le descubriera.

Notas finales: que les parecio? que trama Orochimaru e Itachi? que quiere descubrir? bien algunas preguntas más se encuentran volando pero algunas y solo algunas se revelaran en el siguiente capitulo, tratare de no tardar en actualizar, perdón por la tardanza, nos vemos en el siguiente capitulo, matta ne...

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