VI
Hoy había sido un día tranquilo y bien aprovechado, fue a la tienda para reabastecer la despensa y para su suerte había encontrado varias ofertas en muchos de los productos que necesitaba, había limpiado la casa temprano y se había permanecido así todo el día, y en general la casa había estado muy tranquila, por lo que ya estaba empezando a sospechar.
No es que sus hijos fueran unos desastres andantes, bueno, en realidad si eran unos desastres andantes cuando querían serlo, no desorganizando o ensuciando la casa solamente, sino también llegando a aterrorizar a la ciudad cuando algún experimento de sus hijas gemelas salía no del todo bien, o su hijo menor se aprovechaba de estos, así que el día de hoy estuviera inusualmente tranquilo lo hacía sospechoso.
-¿Qué estarán planeando estos niños?-
Subió las escaleras hasta el cuarto de su hijo y abrió la puerta, no había nadie, lo cual probablemente significaba que estaba con las gemelas, por lo cual procedió a subir al ático donde se encontraba el laboratorio de las gemelas.
Desde que sus hijas empezaron a jugar con legos y demás juguetes y empezaron armar y desarmar para crear los objetos más extraordinarios, supieron que ellas tenían una inteligencia poco usual en niños de su edad, cuando identificaron que eran unos genios, y que los electrodomésticos empezaron a peligrar por la creciente curiosidad de las niñas al desarmarlos para armar sus experimentos, decidieron acondicionar alguna parte de la casa para las niñas, el cuarto de las niñas parecía la mejor opción, pero de momento con las cosas que hacían, les iba a quedar pequeño, la cochera no podía ser, porque la necesitaban para guardar los carros, así que optaron por utilizar el ático, y cambiaron todas las cosas que normalmente guardaban en ese lugar en el sótano.
-¡Niños! ¿Qué están haciendo?- llamo a la puerta del laboratorio.
Se escucharon algunos pasos y cosas caer al otro lado de la puerta, esperaba que no fuera a ser que de nuevo habían mutado a Johnny y Duke, o alguna cosa por el estilo, aunque con el grupo de hijos que tenía, bien podía serlo.
-¡Ya vamos papá!- grito Mary al otro lado de la puerta.
Más cosas caer y algo que pareció ser hacer corto circuito, con tal que no fuera algo que explotaría y tendrían que remodelar la casa de nuevo, pero como antes, como eran sus hijos, era de esperar casi cualquier cosas de ellos.
La puerta se abrió haciendo una serie de ruidos que indicaban toda una serie de cerraduras abrirse.
-Hola papá-
-Llegas algo temprano para decirnos que la cena esta lista-
-No vine por eso niñas, vine a checar que están haciendo-
-Hay papá, lo dices como si cada día fuéramos a poner en peligro a toda la ciudad… lo cual en realidad en promedio ocurre cada quincena-
-Por eso vine, y por cierto, ya que estoy aquí ¿han visto a Johnny y a Duke?-
-Claro, claro, de hecho estuvieron aquí hace unos momentos, están en el parque-
-Sí, querían que les prestáramos unos cohetes, obviamente se los negamos-
-Bien hecho niñas, lo último que quiero es que Johnny termine con un hueso roto o explotando jajajaja-
-Jejejeje sí, eso sería malo-
Las gemelas intercambiaron una mirada nerviosa, romperse un hueso es malo, pero estar perdido en medio de la selva tampoco es muy bueno, aunque eso es algo que no le van a decir.
-Bueno chicas, me quedo más tranquilo, ahora iré a ver mi novela, digo, ver ese documental tan interesante que vi el otro día, nos vemos en la cena-
Las pelirrojas vieron marchar a su padre a la sala para que viera su novela mientras soltaban un profundo suspiro de alivio, eso había estado cerca.
-¿El parque?-
-Fue lo primero que se me ocurrió-
-Al menos se la creyó-
-Regresemos a las computadoras y al plan B-
-Los cursos de robótica avanzada que tomamos de niñas rinden mucho, en un par de minutos estará el robo Johnny por si no lo encontramos a tiempo-
-Esperemos no llegar a usarlo-
-¿Qué has encontrado en la pantalla?-
-La lluvia está despejando-
*+*+*+*
El rio ha crecido con la creciente lluvia, es más ancho y su rugido es más fuerte, puede sentir un ligero escalofrió recorrer al pensar que no hace mucho rato estuvo dentro de sus fauces arrastrado con todas sus fuerzas, tratando de mantenerse a flote y aferrarse a cualquier cosa con sus fuerzas que parecían inútiles a comparación a las de ese rio que tiene apenas unas horas de antigüedad.
Johnny se pregunta si Duke pudo encontrar un lugar para cubrirse de la lluvia, tal vez había subido a un árbol, o quizás haya hecho un paraguas con hojas, con lo listo y diestro que era no lo dudaba. Si, Duke debe estarse quejando de oler a perro mojado en esos momentos y seguir buscándolo.
Gil al observar como su joven compañero se distrajo mirando a las aguas le toco el hombro sacándolo de su aparente trance, ya que se sobresaltó un poco.
-Lo siento, me distraje, así que sigamos, cielos, sí que el rio es muy largo-
Y realmente lo era, y aunque Johnny no lo supiera en esos momentos, esta era apenas una pequeña parte de una serie de redes de ríos que se conectaban al más grande de ellos, por lo que fue una total sorpresa que unos diez metros más adelante el rio se partía, pero no solo en dos, sino en varias secciones en diversas direcciones.
-¡Rayos! Esto no puede estar pasando-
¿Estaría entre todos esos ríos el que se llevó a Duke? ¿O se encontraría más adelante?
Calma, ¿y que si ahora había una docena de caminos a cruzar y elegir? De que encontraba, lo encontraba.
La duda era ahora por donde comenzar y cuál sería la elección más acertada, para su mala suerte no siempre escogía las mejores opciones.
-De tin… marin de don… creo que este no es ningún método científico, pero… rayos, ¿ahora por dónde?-
Gil por su parte miraba los alrededores, aun no sabía por qué Johnny había querido venir a este lugar, estar a una distancia prudente de las aguas en movimiento era lo más sabio, los animales se mantenían alejados de estos terrenos por lo peligroso, a excepción de algunos como las anacondas que estaban acostumbradas a nadar en estas aguas.
Recordaba leyendas de hombres y mujeres perdidos dentro de estas aguas y jamás vueltos a ver, algunos eran devorados por creaturas míticas o por gracias de los dioses de la selva eran transformados estos mismos humanos en otras creaturas, de hecho, algunas tribus vecinas habían creído que él mismo había sido confundido con uno de estas míticas creaturas, una especie de delfín que seducía a las mujeres para llevarlas a las aguas, ciertamente esto causo uno que otro problema, además de que el supiera no era un delfín.
Volvió su atención al rubio de puntas rojas, se veía preocupado y nervioso, aun se le dificultaba la comunicación verbal con él, así que decidió colocar una mano en su hombro en forma de apoyo, no estaba solo.
-¿Uh?- Johnny observo la mano de Gil, vio el rostro del nativo rubio y vio reflejada cierta preocupación en sus ojos, no por él mismo sino por su persona –gracias viejo, solo… no sé cómo encontrar a mi amigo Duke-
De nuevo repetía “Duke”, aun no sabía si era una cosa o persona, o tan siquiera un lugar, solo había llegado a la conclusión que era algo importante para el menor.
Johnny volvió su vista nuevamente a los ríos que parecían tener rutas interminables, bueno, por lo que sabía cualquiera de ellos podía llevarlo hacia su amigo o no, y bien era lo mismo quedarse aquí a esperar o caminar de nuevo, así que caminaría, porque lo suyo no era esperar.
-Bien, a caminar- Johnny le dio una ligera sonrisa e ínsito a su compañero a que lo siguiera.
*+*+*
Le dolía la cabeza y el cuerpo, lo que daría por una taza de café frio o un buen filete en esta clase de momentos, o mejor aún, intercambiaría esas dos opciones por estar en su hogar junto a su mejor amigo, pero no, habían tenido que aceptar esa tonta misión de las gemelas porque ellas no habían querido hacer el trabajo sucio.
Hablando de sucio, se sentía incómodo aparte del ligero dolor.
¿Qué había pasado?
Una tribu le rindió tributo o algo así, luego esa misma tribu se fue y lo dejo solo atrapado en esa aldea, después mmmm ahí se ponían algo borrosas las cosas en su mente, algo había venido, pero no recordaba que había sido, ¿un animal tal vez?
Abrió los ojos para ubicarse, obviamente no estaba en la aldeíta, nota mental, nunca volver a confiar en gente de la selva o quienes usaban taparrabo, al final sus acciones traen problemas a perros como él.
No estaba en la aldea, pero no parecía tampoco la selva en la que había estado hace horas, o tal vez se encontraba en una parte muy diferente, lo cual no descartaba, realmente no conocía el lugar, en serio ¿en qué rayos habían pensado las gemelas en enviarlos a ellos? Seguramente en no arruinar sus preciadas maquinas o algo así.
Los arboles eran mucho más altos y gruesos, muy, muy grandes, en realidad todo parecía muy grande a su alrededor, las hojas, las plantas, las flores, esas podían servirle perfectamente de sombrilla.
Bien, si se había encogido o no eso ya estaba a discusión ahora que lo pensaba, no sería la primera vez que hubiera terminado del tamaño de una hormiga o de un átomo, ja, había incluso empequeñecido hasta llegar al tamaño para entrar a otro microuniverso o algo así, pero haber empequeñecido sin ninguna de las invenciones de las gemelas le parecía un poco imposible, aun así tomando su suerte había cierta posibilidad.
Bueno, sea lo que sea lo mejor sería irse de este lugar, pero o sorpresa, estaba atrapado por una sustancia pegajosa en las plantas de los pies, ¿Por qué realmente no le sorprendía esto?
Okey, no entrar en pánico, esa era la clave, conservar la calma y hacer que el cerebro funcione coherentemente, que el pánico no gobernara sus acciones, su mente ya empezaba a sonar como esos programas de autoayuda o algo por el estilo, eso pasaba cuando los niños iban a clase y se quedaba en casa y el padre de Johnny empezaba a escuchar esa clase de programas de radio para cuando tenía que enfrentar a alguna de las desventuras de las gemelas y Johnny.
Ahora veamos que era esta sustancia rara y viscosa, realmente no olía mal, y no parecía ser lodo, ¿podría ser sabia de árbol? Bien, las cosas científicas siempre se las dejaba a las gemelas, se removió y trato de despegarse de ella, cielos, era como súper pegamentos o la mescla de refresco y golosinas pegajosas que a veces se encontraban en las alfombras de los cines, y ahí iban unos buenos mechones de sus cabellos.
-Auch, auch y mas auch, mi hermoso cabello, esto no podría ser peor- pero claro, como regla universal cuando alguien dice esas palabras algo parece empeorar como simplemente pronunciarlas es como un conjuro que atrae los problemas, y eso ya lo sabía, pero siempre hay veces a que uno se le escapa.
Las hojas y ramas empezaron a crujir, o si, dignos sonidos de película de terror, como aquella vez en esa aldea, y o si, tenía miedo de nuevo.
Con más energía se despegó de la sustancia lo más rápido que pudo, los sonidos se escuchaban cada vez más cerca y aterradores a cada segundo, se liberó justo a tiempo para ver a unos cuantos metros de él lo que causaba tales sonidos.
¡Un insecto gigante!
Las sospechas de que él se había encogido volvieron, y trataba de recordar que era lo que normalmente comían los insectos ¿Plantas? ¿Tierra? ¿Otros insectos? Ese no parecía una hormiga pero de que tratara de comerlo o no era algo que no quería averiguar.
Así como buen perro siguió sus más bajos instintos de auto preservación, ¡CORRER!
Realmente no importaba hacia donde corría, solo quería alejarse de ese y esconderse.
¿En qué locura se había metido?
*+*+*
Ambos rubios siguieron caminando, pero empezaron a notar que el cielo estaba oscureciendo, no de la forma que hacia cuando llovía, sino de la forma en que el día atardecía.
-Tal vez este día no llegue a la hora de la cena-
Gil también noto lo tarde que se estaba haciendo, en la noche la selva podía ser un mundo muy diferente y peligroso incluso para cazadores adultos, debían encontrar un refugio para ellos.
-¿uh? ¿Qué pasa Gil?- nuevamente siente el toque de su compañero en su hombro.
Gil le hace unos gestos y señala un árbol de gran tamaño, así que quería que volvieran a escalar un árbol al parecer, ¿llovería de nuevo?
Ya estando en unas gruesas ramas entrelazadas mientras veía algo extrañado como el rubio empezó a arrancar varias hojas y procedía a ponerlas sobre las ramas, parecía que estaba haciendo una especie de alfombra o cama.
Gil ya era un experto en crear refugios y campamentos improvisados en medio de la selva, no eran los más elaborados algunos, como por ejemplo este, pero eran lo suficientemente cómodos como para descansar, y en menos de lo que se pensaba ya lo tenía listo para la noche.
Para su suerte este árbol también les brindaba fruta por lo que no tendrían hambre esa noche.
-Wow, eres bueno en esto ¿no es así?, gracias- dijo al recibir una fruta de la mano de Gil, realmente sabía bien, mucho mejor que esa asquerosa comida deshidratada que le habían dado sus hermanas.
Tal vez no llegaría este día a la hora de la cena en su casa, pero no se perdería la cena, y realmente era mejor que muchos de los pasteles de carne de su padre.
*+*+*
-Y dime Johnny ¿Cómo te fue en el parque?-
-Bien pa… pak- respondió el rubio en la mesa con un sonido algo raro al hablar.
-Uh, bien, saben chicos, no hay nada como cenar en familia después de un día tranquilo-
-Eh jejejeje claro papá-
-Lo que tú digas-
Respondieron rápidamente las gemelas, había sido una suerte que hubieran terminado de armar al robo-Johnny en el último minuto antes de que su padre los llamara a cenar.
-¿Alguien ha visto a Duke?- su madre pregunto, extrañada que la mascota de la familia no estuviera en esos momentos con ellos, era casi imposible ver separados a perro y niño en esa casa.
-Eh, eh Duke está durmiendo mamá-
-Sí, en el cuarto de Johnny-
Hasta el momento todo bien, pero las gemelas estaban al borde de los nervios, gracias a Dios sus padres estaban aún en la ignorancia de la situación de su hermano pequeño y mascota, pero no sabían cuánto podrían mantenerlos de esta forma, tenía que encontrar al muchacho y perro de una vez por todas.
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