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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Nota: Hasta el día 13 no se volverá a publicar ya que me voy de viaje y estaré sin internet. Disculpad las molestias.

Sasuke Uchiha POV

 

 

 

Desde que Haku me había dicho aquello, me había dejado preocupado y es que no quería que Naruto y Deidara perdieran la casa, pero tampoco quería entregarme a él así sin más, era un maldito chantajista y para colmo, quería hacerme sentir culpable de que pudieran perder la casa, cuando era él quien los estaba amenazando sólo para tenerme a mí. Era caer muy bajo lo de Haku y aunque le había dicho que no muy rápido, seguía pensando que no quería ver a mi novio perder la casa.

 

Cuando me desperté y bajé a desayunar… la casa estaba vacía, supuse que mi hermano habría pasado por la empresa y mi padre… con alguna de sus amantes y es que yo ya sabía que iba con una u otra secretaría, que se iba de viaje con ellas, era lo que se escuchaba siempre por la empresa.

 

Desayuné en silencio y desde que Deidara no estaba por esta casa, había aún más soledad que de costumbre, porque antes le veía haciendo cosas por la casa o hablaba un rato conmigo, pero ahora nada, estaba yo solo en esta fría casa llena de esculturas y cuadros carísimos que no podíamos ni tocar por miedo a que se rompiera. Miedo de mi padre, porque por mí podía romperse todo, no me gustaba ni la mitad de cosas que habían.

 

En realidad… me habría gustado que hubiera estado Itachi por aquí para poder hablar con él sobre lo que había pasado en la fiesta, de todo ese lío por el que despidieron a Deidara, porque a mi padre aún no le había vuelto a ver desde aquello y mi hermano últimamente… también estaba un poco desaparecido. Quizá podría ir a ver un rato a Deidara y que me contase algo, al menos que tal le había ido en sus nuevos trabajos.

 

Aún recuerdo el grito que pegó mi hermano cuando le avisé por un mensaje a su teléfono móvil sobre dónde estaba trabajando Deidara, un poco más y me deja sordo cuando me llamó para verificar que era cierto… y claro que era cierto, me lo había dicho Naruto y su hermano debía saber perfectamente donde se encontraba trabajando ¿Por qué me lo inventaría? Pues al final acabó marchándose al bar y aún no le había visto.

 

Decidí estudiar un rato para los exámenes y después pasarme por casa de Naruto a ver si coincidía con Deidara un rato y es que echaba de menos hablar con él, había estado cuidándome desde niño, había trabajado demasiados años para nosotros, no podía mi padre ahora simplemente despedirle porque sí.

 

Estudié media mañana y después salí de casa para ir a la de Naruto, pero cuando llegué, aunque me abrió Deidara, me comentó que Naruto no estaba por allí, que había ido al médico a hacerse unas pruebas. Entré en su casa y la verdad es que parecía bastante preocupado.

 

- ¿Estás bien? – le pregunté cuando me dejó entrar y me senté en el sofá.

 

- Sí – me dijo intentando sonreír.

 

- Ya… nos conocemos de hace mucho ¿Qué ocurre?

 

- Nada Sasuke – me dijo

 

- ¿No deberías estar trabajando? – le pregunté mirando la hora.

 

- Naruto ha ido a entregar mi baja.

 

- ¿Baja? ¿Estás enfermo? – le pregunté nuevamente.

 

- No exactamente – dijo agachando un poco la cabeza y resoplando como si quisiera coger fuerzas – estoy embarazado Sasuke – me dijo y me quedé a cuadros

 

Iba a decir que estaba bromeando, pero le vi tan afectado con esto que preferí callarme la opinión e intentar asimilar que me estaba hablando en serio ¿Para qué iba a mentirme Deidara?

 

- ¿Enhorabuena? – le pregunté porque no sabía si dárselas o no.

 

- Gracias – me dijo – eres el primero en darlas – me comentó con una media sonrisa forzada.

 

- ¿Cómo estás? Pero enserio… - le dije.

 

- Con pánico, agobiado, estresado, confuso, no sé Sasuke, tengo mucho jaleo en la cabeza ahora mismo.

 

- Normal.

 

- Me han mandado reposo y bueno… supongo que tengo que pensar qué hacer con el bebé, aunque Naruto no quiere que aborte.

 

- No puedes abortar – le dije – es una vida lo que tienes dentro de ti.

 

- Es complicado Sasuke, no sé si saldrá bien, ni siquiera sé si yo estaré bien, mi cuerpo no es como el de una mujer ¿Y si nos pasa algo al bebé o a mí? No quiero que ocurra nada malo, quizá sea mejor evitarnos problemas, pero ni siquiera puedo eso, sólo de pensar que mataría a mi hijo… no puedo hacerlo.

 

- Lo entiendo. ¿Y tu novio? ¿Qué ha dicho?

 

- Aún no se lo he contado, quería que Naruto fuera el primero en saberlo, primero la familia y luego los demás – me respondió.

 

- Si, lo normal – le comenté - ¿Se lo has dicho a mi hermano?

 

- No – me dijo – no sé si debería decírselo.

 

- ¿Por qué no? ¿Sabes? Él estaba enamorado de ti.

 

- ¿te lo dijo él?

 

- No exactamente, ya sabes como es mi hermano… comentó que le gustaba un chico, pero sé que eras tú. He visto como te mira, como suspira por las esquinas como un bobo por ti – le dije sonriendo y Deidara sonrió un poco también.

 

- No puedo estar con tu hermano – me dijo – después de lo de la fiesta… no puedo seguir pasando tiempo con él, me hace daño y necesito tranquilidad en estos momentos, él sólo me da disgustos. ¿Qué tal vas con mi hermano? – me preguntó con una sonrisa.

 

- Bien, creo – le dije – supongo que bien, aunque estos días ha estado un poco preocupado y eso, pero supongo que se le pasará.

 

- Ya era hora de que sentase un poco la cabeza, al menos ahora contigo hasta estudia – me dijo y yo sonreí.

 

- Sí, me cuesta mucho convencerle de estudiar, es inteligente, pero es muy vago – le comenté.

 

-  Sí, le conozco bien, pero sé que te quiere.

 

- Y yo a él, creo que es el chico que siempre estuve buscando

 

Deidara sonrió y tomamos el café juntos, bueno… él se tomó un vaso de leche y aunque no quise preguntarle lo que le había pasado con mi hermano, supuse que sería algo grave. De todas formas… yo aún estaba intentando mentalizarme de que ahí, dentro de su barriga, estaba creándose una vida.

 

- Si alguna vez necesitas hablar o algo sobre el tema, puedes llamarme – le dije dándole mi apoyo.

 

- Gracias Sasuke, la verdad es que ahora mismo aún estoy intentando creerme todo esto. Siento como si fuera un mal sueño del que despertaré, pero cuando despierto… veo que sigo aquí, con esta barriga y este niño y aunque es muy cierto… es como si no terminase de creerlo. ¡Un hombre embarazado! – Me dijo suspirando – es para no creerlo.

 

- La verdad es que cuesta de hacerse a la idea. ¿Puedo? – le pregunté por si me dejaba tocar la barriga

 

- Sí, claro, aunque aún es pronto para sentir algo – me dijo pero aún así, la toqué.

 

Es cierto que era pronto, no se sentía nada, pero a mí me hacía ilusión saber que había alguien ahí dentro, que posiblemente… yo era el primero en tocar su barriga y decirle a ese niño que estábamos aquí esperándole.

 

Cuando salí de casa de Naruto y Deidara, me fui directamente hacia la oficina de mi padre y es que quería ver a mi hermano, estaba convencido de que estaría allí y quería saber con exactitud qué es lo que había pasado, así que iba a preguntarle sin rodeos, no quise preguntárselo a Deidara porque en su estado, no quería ponerle más nervioso de lo que ya estaba, pero mi hermano sí me debía un par de explicaciones.

 

Llegué a la empresa y todas las mujeres de la oficina que trabajaban allí, me miraban con sonrisas y ojos lujuriosos ¡Casi se me comían con la mirada! Me daban hasta miedo, parecían que querían violarme o algo. Entré hasta la recepción y pregunté a la secretaria de mi hermano, quien después de insinuárseme varias veces, me comentó que estaba reunido en este momento, pero a mí me dio igual, yo fui hacia su oficina y me decidí a esperarle fuera a que acabase su reunión, aunque al ver por el cristal a Naruto allí, me acerqué abriendo la puerta, escuchando justo en ese momento como mandaba a toda mi familia al infierno.

 

- ¿Yo también estoy incluido ahí, Naruto? – le pregunté de golpe y él se sorprendió cuando me vio al girarse.

 

Me fijé que mi hermano estaba discutiendo con él y tenía un cheque en sus manos mientras Hidan estaba sentado en una de las sillas en completo silencio observando la escena, aunque sonreía descaradamente por todo este lío.

 

- Hablamos en otro momento – le dije marchándome, porque no quería airear nuestros trapos sucios frente a Hidan.

 

- Sasuke – escuché a Naruto venir por detrás pero mi hermano salió, cerró la puerta del despacho y nos cogió a los dos llevándonos a otra sala apartada de miradas indiscretas.

 

Nos quedamos los tres allí solos, mirándonos y estaba enfadado, muy enfadado, con los dos, porque en este momento estaba cabreado con ambos, con mi hermano por ocultarme cosas y con Naruto por esta escena que estaba montando a mis espaldas.

 

- ¿Qué narices os pasa? – les pregunté – ¿podéis empezar a explicarme las cosas o tengo que averiguarlo por mi cuenta?

 

-  No es nada – me dijo Naruto

 

- ¿Nada es Deidara embarazado odiando a mi hermano? Sí, vengo de tu casa de hablar con él – le dije.

 

- Pues no tenías que haber ido – me regañó

 

- ¿Ahora no puedo ir a la casa de mi novio? – le pregunté.

 

- Deidara necesita tranquilidad y no que le recuerden constantemente lo que le hizo tu familia – se enfadó conmigo.

 

- Pues él no me ha dicho nada de eso – le dije – de hecho se alegraba de verme

 

- Mi hermano es imbécil – dijo como excusándole – también dice estar enamorado de este idiota de aquí que sólo le ha hecho daño, no sabe lo que quiere, está vulnerable, así que os quiero a todos los Uchiha lejos de él.

 

- ¿Esto es una ruptura, Naruto? – le pregunté y él se extrañó unos segundos – No sé lo que ha hecho mi hermano, pero yo no he hecho nada – le dije – pero si rompes conmigo aquí, olvídate de que alguna vez te quise, ni se te ocurra echarle la culpa a tu hermano porque él no me ha dicho que me vaya, eres tú el que me estás alejando, eres un maldito cabezón.

 

- Tu hermano violó al mío – soltó casi a punto de llorar y me sorprendí.

 

- ¿Qué?

 

- ¿Crees que me gusta hacer esto? Te quiero Sasuke, pero no puedo estar contigo sabiendo que tu hermano ha violado al mío, no puedo permitir que vuelva a pasar, así que necesito que os alejéis de él, sobretodo tu hermano, no lo quiero cerca. Así que sí, tengo que romper contigo aunque no quiera hacerlo, no puedo dejar que tu familia haga más daño a la mía.

 

Le pegué tal puñetazo que no lo tumbé de milagro, pero también le pegué a mi hermano, los dos se lo merecían, eran dos malditos cabezones que tenían que salirse siempre con la suya.

 

- A ti te odio por esto, porque yo no hice nada malo pero pago los platos rotos – le dije a Naruto – y a ti te odio porque no me contaste lo que le hiciste a su hermano, me has jodido mi relación porque no pudiste tener el pajarito bien guardado – le dije intentando “hablar fino” como decía siempre mi hermano. – os odio a los dos, por mí… podéis iros al mismo infierno ahora mismo.

 

- Sasuke… - me llamó Naruto llorando – no quise…

 

-  Déjame – le solté – me ha quedado claro lo que piensas de mi familia, ahora el que quiere romper contigo, soy yo, no te acerques a mí nunca más, eres igual que lo demás, creí en ti y me la jugaste como Haku, me has utilizado y ahora me tiras.

 

- No quiero romper contigo – me dijo intentando arreglarlo ahora.

 

- Haberlo pensando antes de meterte con mi familia – le dije – Nos estáis jodiendo a Deidara y a mí y es todo por vuestra culpa, porque los dos sois unos egoístas que sólo pensáis en vosotros, queréis protegernos tanto que acabáis destrozándonos, es todo… vuestra culpa.

 

 


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