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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Deidara Uzumaki POV


 


Cuatro meses habían pasado, ya podía sentir como en ocasiones, el bebé se movía dentro de mí y era una sensación extraña. Mi trabajo en la oficina iba perfecto, al menos Itachi no había vuelto a intentar nada conmigo, aunque se comportaba de forma muy amable. Me dejaba salir cuando lo necesitaba para ir al médico e incluso me acompañó alguna vez.


Aprendí pronto a hacer las cosas y eso que el primer día lo pasé fatal, tuvieron que explicarme todo desde el principio pero me sirvió de gran ayuda las clases de Sasuke, porque ahora leía con mayor fluidez, aún me costaba algunas cosas, pero no se podía comparar con lo de antes.


Aquel día fui al despacho y me crucé con Itachi en el ascensor. Nos saludamos pero aún así, notaba el ambiente tenso y es que lo era, permanecíamos los dos en silencio, supongo que él por miedo a meter la pata conmigo y yo por miedo de él, porque aunque sentía un amor tan grande por él, seguía teniendo miedo de que me lastimase.


Para colmo, saber los resultados de la prueba de paternidad… me complicaba aún más las cosas con Itachi. Sé que a él no le importaba de quien era el hijo, que quería estar conmigo pasara lo que pasara, pero yo no estaba seguro de eso.


- ¿Cuántas reuniones tengo hoy? – me preguntó de golpe Itachi.


- Tres – le dije – la primera en media hora con el señor Nobiki, es sobre la presentación de su nuevo vino.


- De acuerdo – me comentó - ¿Te encuentras bien? – me preguntó mirando hacia mi vientre.


- Sí, estoy bien.


- Si necesitas salir o algo, avísame.


- Vale


Salimos del ascensor y me fui a mi mesa mientras veía a Itachi ir hacia su despacho. De verdad que cada día me gustaba más Itachi y trabajar para él todos los días, no solucionaba mi problema, porque sí, ganaba dinero para pagar las cosas y era un buen trabajo, no me estresaba pero seguía teniéndole muy cerca. Era un problema tenerle tan cerca, porque no podía evitar quererle, no podía intentar olvidarle viéndole siempre y encima… siendo tan amable como lo era últimamente.


Itachi sólo salió de su oficina para irse a las reuniones que tenía y yo me quedé trabajando hasta que apareció Pain frente a mí con su perfecto traje intentando aparentar seriedad, porque con los pircing… perdía bastante seriedad. Le sonreí y él me sonreía.


- ¿Te apetece almorzar conmigo? – me preguntó.


- ¿No tienes reuniones hoy?


- Las tiene Itachi, yo sólo soy el socio, además de la mayoría de problemas se ocupa Fugaku. ¿Vas a acompañarme o no? – me preguntó.


- Si – le dije


Fuimos a una de las cafeterías cerca del edificio y me tomé un refresco mientras Pain se tomaba un café. Las conversaciones con Pain siempre eran entretenidas, amenas y muy divertidas. Me lo estaba pasando genial cuando sonó mi teléfono y lo cogí al ver que se trataba de Sasori.


Descolgué y saludé como siempre hacía, con una sonrisa, aunque se me heló en la cara cuando escuché su enfado y por lo que me estaba diciendo, creo que sabía lo que había pasado y me cabreaba aún más, porque había rebuscado en mis cosas. Le dije que iría para casa ahora mismo y aunque quise despedirme de Pain, éste no me dejó, de hecho… me dijo que me acercaría él en su coche para que no tuviera que coger el metro. Se lo agradecí y me acercó a casa.


Bajé del coche con prisa y entré por mi casa para ver a Sasori sentado en la cocina bebiendo una copa de coñac ¡ni siquiera sé de donde había sacado la botella! Porque en mi casa no guardaba nunca alcohol.


- Deja eso – le dije mientras veía atrás a Pain que había bajado del coche y me esperaba fuera.


- ¿Por qué debería? – me preguntó sonriendo - ¿Qué vas a hacer?


- No, ¿Qué vas a hacer tú? Ni siquiera entiendo cómo has podido cotillear en mis cosas.


- Porque no decías nada – me gritó - ¿Qué querías que hiciera?


- ¿Tenías que abrirla? – le pregunté mirando encima de la mesa la carta con los resultados de paternidad.


- Sí, tenía que abrirla, quería saber la respuesta y no entiendo por qué no me la dabas tú.


- Porque no quería que me dejases – le grité


- ¿Sabías que era de Itachi y no me lo dijiste?


- Leí los resultados cuando me la dieron, pero no quería romper contigo, ya te dije que no quería nada con Itachi, pero tú me amenazaste con dejarme si el niño no era tuyo, así que quería ocultarlo un poco más por si conseguía que cambiases de opinión, pero veo que es inútil, no nos quieres, ni al niño ni a mí.


- Joder – me dijo riéndose, creo que por el alcohol – de ese cabrón – dijo bebiendo otro trago e intenté quitarle la botella de la mano pero la apartó evitando que pudiera quitársela.


- Deja de beber Sasori – le dije – por favor.


- No toques la botella – me gritó – es lo único que me queda ahora.


- No es cierto, podías estar conmigo pero no quieres.


- ¿No te das cuenta Dei de que esto no funciona?


- No funciona porque no pones ganas.


- No te quiero – me gritó – No te confundas – suavizó su voz – te aprecio mucho, te tengo mucho cariño pero no podemos seguir juntos, es un error.


- Sal de mi casa – le dije llorando – ahora


- Dei – me llamó


- He dicho que te largues – le grité esta vez yo provocando que Pain entrase por la puerta corriendo creyendo que pasaba algo – hemos terminado.


Sasori dejó de reírse y se levantó de la silla para marcharse mientras Pain nos miraba desde la puerta. Cuando se marchó, me derrumbé, no pude evitar empezar a llorar con ganas y es que eran casi cinco años juntos.


Pain se acercó hasta mí y me sostuvo de los hombros llevándome hacia el sofá para sentarme. Se sentó a mi lado y dejó que llorase lo que quisiera y es que… aún no podía hacerme a la idea, cinco años tirados a la basura por esto. Creía que estábamos bien, al menos hasta antes del bebé.


- ¿Tiene él razón? – le pregunté hundiendo aún el rostro en su pecho sin dejar de llorar.


- No, bueno un poco – me dijo Pain – ocultar las cosas duele, es agonizante esperar noticias y que no lleguen pero… en parte, intentabas arreglar las cosas con él así que… tenía un buen fin, no te rendiste. Dejémoslo en que no estaba preparado para afrontar una situación así.


- ¿Por qué siempre estás ayudándome?


- ¿No te has dado cuenta aún Dei? – me preguntó sacando mi rostro de su pecho para mirarme – me importas mucho.


Miré sus ojos grises tan poco usuales, me gustaban sus ojos, desprendían incluso ternura y cuando se acercó a besarme, no pude decirle que no, me sentía a gusto y protegido con él a mi lado, era todo lo que necesitaba pero en el fondo, sentía que era lo mismo que tenía con Sasori, un gran cariño, comodidad, sentirme cómodo, pero no era amor, en sus besos no sentía lo mismo que cuando besaba a Itachi.


Aún así, me gustó el beso de Pain, tampoco podía negar eso, me gustaba su forma de besar con suavidad y dulzura, incluso creo que dudaba un poco de si era buen momento por lo de Sasori, pero quizá pensó que sería el mejor momento o el único. Ni siquiera metió la lengua, sólo disfrutó de mis labios, besando con mucha ternura. Me separé de él para darme cuenta, de que ya no lloraba.


- Pain… - le dije


- Lo siento, sé que no es el mejor momento, pero no sabía cómo decirte que me gustaste desde la primera vez que te vi.


- No puedo estar contigo.


- Lo sé, estás enamorado de Itachi, ¿Volverás con él después de lo que te hizo? – me preguntó.


- No – le dije muy seguro por el miedo que le tenía a Itachi.


- Entonces dame una oportunidad, sabes que querré a ese niño tanto como te quiero a ti.


- No lo sé Pain, tengo que pensarlo.


- Vale, piénsalo, pero no me apartes de ti, por favor.


- No lo haré, te agradezco mucho tu ayuda.


Pain volvió a besarme con suavidad y cuando cerré los ojos disfrutando del beso, al menos hasta que escuché un carraspeo a mi espalda y el golpe de unos nudillos golpeando la puerta principal que se había quedado abierta. Me sorprendí cuando vi a Itachi fuera mirándonos y es que… no podía evitar tensarme cuando le veía, era el chico al que amaba realmente y encima… esperaba un hijo de él, aunque no se lo había dicho aún.


- ¿Itachi? – pregunté casi susurrando.


- Siento interrumpir pero… es importante, me han dicho que habías venido a casa, pero ha pasado algo en la empresa, necesitaba un poco de ayuda.


- ¿En la empresa? – le pregunté preocupado levantándome y caminando hacia él.


- Tranquilo, no pasa nada, era una reunión, no te avisaría si no fuera importante.


Pain me dijo al final que me marchase con Itachi y es que estaba muy preocupado, aún más cuando en el coche me contó todo lo que pasaba. Sé que este no era el mejor momento para soltar la bomba, pero Sasori acabaría diciéndoselo si no se lo decía yo antes, así que no había más remedio.


Cuando detuvo el coche en el parking, justo cuando sacó la llave y se dispuso a abrir la puerta, no aguanté más.


- Es tuyo – le dije y volvió a entrar en el coche sentándose.


- ¿Qué? – me preguntó serio.


Es tuyo, Sasori me ha dejado, no quiere saber nada – de repente sonrió y no sé ni cómo… pero acabó besándome y no podía apartarle, no es que no pudiese, es que sus besos me paralizaban, le quería, me encantaban sus besos.


- Te quiero – me dijo – os quiero a los dos – dijo tocándome con cuidado el vientre.


- No estamos juntos Itachi.


- Lo sé – me dijo – pero aún así, te quiero, haré cualquier cosa por ti y lo sabes, no quiero que ni a ti ni a ese bebé le falte algo.


- No puedo volver contigo – le dije.


- He cambiado Deidara, siento mucho lo que ocurrió, pero te quiero, quiero a ese niño, quiero pasar el resto de mi vida contigo, quiero ver cada momento de la vida de ese niño.


- Itachi, lo siento, necesito tiempo, no confío en ti.


- Te daré el tiempo que necesites Dei, pero por favor, no quiero que me alejes de ese niño, quiero estar con él.


- Vale – le dije dejándome besar una última vez antes de salir hacia la reunión urgente que había en la empresa.


 


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